El Real Madrid se hace pequeño en Lille y suma su primera decepción en la nueva Champions

Actualizado Miércoles, 2 octubre 2024 - 23:08

El Madrid se hizo pequeño en Lille, diminuto, y cayó como caen los equipos que durante demasiados minutos no respetan el torneo que le ha hecho gigante. Una desastrosa primera parte, un penalti innecesario de Camavinga transormado por David y un inerte arreón final para cerrar una noche de pesadilla en Lille. [Narración y estadísticas (1-0)]

La Copa de Europa es la competición que más respeta el Madrid. Siempre ha sido así y siempre será. Por eso la primera parte del conjunto blanco en Lille fue tan decepcionante. Poca intensidad sin balón, poca movilidad con él, despistes, errores en la entrega y un sinfín de defectos que provocaron el 1-0 con el que se llegó al descanso.

Ancelotti recuperó a Camavinga, que se estrenó en la temporada después de su lesión de rodilla, y le dio a Endrick su primera titularidad del curso. El brasileño superó a Raúl como el debutante más joven de la historia del club en Champions y pudo marcar, pero le faltó acierto.

Extrema relajación

Compartió delantera con su compatriota Vinicius, que probó suerte ante Chevalier en el minuto 6 antes de que Bellingham definiera alto un pase de Carvajal. Tres minutos después, Endrick arrancó a 40 metros de la portería, rechazó darle el balón a Vinicius y se abrió paso casi hasta el área pequeña, donde definió al pecho de Chevalier.

Era el minuto 18 y el Madrid veía puerta aunque no atinaba. Estaba despierto y vivo, pero no mató cuando pudo y el Lille subió marchas y creció en el partido. En el 24, Lunin, que debutaba en la temporada en sustitución del lesionado Courtois, se hizo gigante ante Jonathan David, estrella local, y desvió los dos intentos seguidos del delantero tras un centro de Zhegrova a la espalda de Militao.

La oportunidad impulsó al Lille, consciente de la extrema relajación del Madrid. Camavinga intentaba achicar agua en su Titanic particular. Era el más activo con y sin balón, pasando por encima de Tchouaméni y Valverde, imprecisos.

Víctima de la desidia

Pero todo lo bueno que hizo el francés en el primer tiempo lo echó por la borda en el minuto 44. Zhegrova lanzó una falta desde la frontal y el balón dio en el brazo de Camavinga, que lo tenía en posición antinatural. Después de revisar la pantalla del VAR, el italiano Mariani decretó penalti. David, desde los 11 metros, engañó a Lunin y puso el primero.

El gol fue de esos psicológicos, aunque el Madrid ya estaba hundido en sensaciones. Son ya demasiados partidos en los que parece que le cuesta entrar en ritmo, proponer y demostrar deseo de ganar. Especialmente fuera de casa, donde esta campaña sólo ha ganado a la Real. En Lille se volvió a demostrar que tiene muchas virtudes, pero hasta el momento la desidia es su gran defecto.

Ancelotti intentó cambiar lo que pudo en el descanso. Con Mbappé todavía renqueante y con Modric habiendo jugado 80 minutos en el derbi, el italiano dio entrada a Fran García y retiró a Mendy. Decisión técnica para refrescar piernas, pero sin trascendencia en el juego. Tan mal lo vio el italiano que llamó al galo y al croata.

El Lille celebra su victoria.

El Lille celebra su victoria.FRANCK FIFEAFP

Mbappé dio algo más de aire al ataque, pero al Madrid le faltaban ideas. Vinicius, con poco ángulo, remató desviado un pase de Modric al espacio y Ancelotti quemó sus naves. Apostó por Güler en lugar de Camavinga y los blancos asediaron por pura inercia el área del Lille, dejando espacios peligrosos a la contra.

El tramo final dejó a un Madrid incapaz, llegando al área rival más por el peso de la camiseta y los nervios del Lille que por virtudes propias. Pero como esto es fútbol, tuvo opciones. Carvajal remató desviado un centro de Modric y en los últimos minutos Chevalier salvó a los locales. Güler cabeceó en dirección a portería un centro de Vinicius y Bellingham no pudo definir en boca de gol, evitando el portero el empate. En la siguiente jugada, el meta desvió un remate de Rüdiger a un metro de la línea y un defensa evitó el remate a gol de Vinicius.

No se detuvo el Madrid en busca del honor perdido, pero no lo encontró. Güler no anotó el último intento y los blancos sumaron su primera derrota. Una muy dolorosa.

Miércoles negro para el Atlético de Madrid en Lisboa

Miércoles negro para el Atlético de Madrid en Lisboa

Tres minutos lamentables, cuatro horas terribles y cinco días de pesadilla es el resumen de la última semana del Atlético de Madrid. Desde los incidentes del derbi, los rojiblancos andan peleados con el mundo y, futbolística e institucionalmente, las malas noticias se concatenan. Sanción y derrota en un miércoles negro para el club colchonero. Y, además, esta Champions no espera nadie. Lisboa recupera viejos demonios para el conjunto colchonero. [Narración y Estadísticas, 4-0]

Salió el Benfica a cazar un equipo empequeñecido, como hacen las águilas con los pequeños roedores. Tres disparos en 10 minutos, dos de ellos muy peligrosos y, si no está Oblak, hubiera llegado el primer gol mucho antes. Lo hizo en el 12, Aktürkolu, un menudo delantero turco muy rápido y muy solo. Witsel le olvidó en el pico del área pequeña y el jugador del Benfica no perdonó.

No está el belga como el año pasado, quizás la edad y, sobre todo, la poca continuidad le empiecen a pesar al, antaño, bastión de Simeone. Ha pasado de ser uno de los jugadores de campo más utilizados la temporada pasada solo por detrás de Griezmann, al vigésimo puesto participando apenas en cinco de los primeros 10 partidos.

Hay un ejemplo en el lado contrario, una especie de futbolista con el síndrome de Benjamin Button por el que no parecen pasar los años, de hecho tiene uno más que el belga, 36. Di María no fue un niño, fue un demonio. Por dentro, por fuera. El Fideo se colaba por cualquier rendija de la defensa rojiblanca, esta temporada más férrea que la anterior, pero en Lisboa algo dubitativa tras perder a Le Normand por una seria contusión cerebral y, durante el partido, a Marcos Llorente tras lo que, pareció, una lesión muscular.

De hecho, la pudo liar el argentino en la última jugada de la primera parte. De juveniles que a la defensa del Atlético la cogieran descolocada en un saque de banda con Di María a su espalda. Disparó el argentino tras retar al propio Witsel y un rechace en el belga le cayó a Pavlidis que disparó cruzado al palo.

Había mejorado el Atlético justo antes de ese descuido, pero lo hacía con poca profundidad en ataque y un Griezmann errático. Muchos pases falló el francés para lo que en él es habitual. Esa mejoría pudo culminar tras un centro de Lino que se envenenó y pegó en el larguero para silenciar por un momento al ruidoso estadio Da Luz. Mala suerte.

Con una ventana menos por el obligado cambio de Llorente por Molina, parecería que Simeone iba a aguantar las sustituciones para más adelante, pero el equipo necesitaba un toque de atención, más allá de la charla en el vestuario al descanso. Salieron el nuevo ídolo rojiblanco, Gallagher y Sorloth acompañados de Javi Serrano para intentar poner orden en Lisboa. La infausta Lisboa en la que, en la segunda parte, volverían a situarse para defender la portería de aquel fatídico minuto 93. Imposible imaginar el sentimiento de Simeone una persona obsesionada con las cábalas y las supersticiones.

Sin reacción

Sorprendieron los sustituidos, ya decíamos sobre la imprecisión del delantero francés, pero Koke había descansado ante el Madrid en el derbi, salió en la segunda parte. Aunque, siempre se dice que los caminos del Cholo son inescrutables. Eso sí, las cosas no pudieron empezar peor. En el primer acercamiento del Benfica al área de Oblak, Pavlidis se tiró a tres defensas rojiblancos, le pisaron dos de tres. Llamó el VAR a Gözübüyük, penalti. Di María, claro, no perdonó y casi asiste para el tercero en dos ocasiones un minuto más tarde. En la primera Pavlidis no pudo concretar, en la segunda pecó de individualista. Lo dicho, un demonio.

Si esperaban una reacción rojiblanca no sigan leyendo. No la van a encontrar. Ni siquiera Simeone agitaba los brazos. Ni siquiera corría por la banda. Los cambios no provocaron la revolución deseada y el Atlético siguió pareciendo un equipo cansado y sin capacidad de respuesta. Quizás el calendario esté pasando más factura de lo debido. Empiezan a aparecer las lesiones y las derrotas. Miércoles negro para el Atlético que aún se oscureció más con el cuarto gol del Benfica, también de penalti y pudo caer alguno más. Sancionado y apaleado. Otros cuatro en Lisboa, lo que decíamos, las cábalas.

Un Girona perseguido por el infortunio vuelve a caer ante el Feyenoord

Un Girona perseguido por el infortunio vuelve a caer ante el Feyenoord

Actualizado Miércoles, 2 octubre 2024 - 21:01

El infortunio persigue al Girona en la Champions. El equipo de Míchel, pese a adelantarse en el marcador y soñar con la remontada después de que Van de Beek igualara el momentáneo 1-2 del Feyenoord, acabó por hincar de nuevo la rodilla frente a un rival que llegaba a Montilivi tremendamente necesitado tras su 0-4 frente al Leverkusen en la primera jornada. Dos tantos en propia puerta, de Yangel Herrera y Krejci, esté último cuando moría el partido, acabaron por ser una losa demasiado pesada para los locales. [Narración y estadísticas (2-3)]

El Girona, en apenas unos minutos, pasó de la alegría a la zozobra en el primer tiempo. Se las prometieron muy felices con el 1-0 de David López, el primero de su historia en la Champions, pero la tan manida crueldad del fútbol volvió a jugarle una mala pasada. Yangel Herrera, cuando aún resonaban los ecos del tanto del central, envió el balón al fondo de su portería para poner otra vez la igualada.

La lesión de Tsygankov, hasta ese momento el más destacado de los locales, prácticamente acto seguido, desató los malos presagios. Unas sensaciones que no tardarían en hacerse terriblemente reales cuando Milambo, tras una mala salida de balón del propio David López, puso el 1-2. Y aún podrían haberse puesto peor las cosas a raíz de un penalti de Iván Martín sobre Timber tras un mal pase de Gazzaniga un par de minutos después.

Gol anulado a Van de Beek

El argentino, que se marchó de París apesadumbrado por el error que propició el pírrico triunfo del PSG, borró de un plumazo el mal sabor de boca que aún podría quedarle por aquella acción firmando una parada decisiva ante el penalti de Ueda. Gazzaniga, asi, les permitió a los suyos marcharse a los vestuarios con un hilo de esperanza. Una esperanza que reforzaría con un afortunado tanto de Van de Beek, nada más volver del descanso, que no subiría al marcador por fuera de juego.

El Feyenoord, cómo no, buscó la réplica, pero se encontró con un rival mejor asentado en defensa. Los holandeses, mientras, tiraron en demasiadas ocasiones de un juego al límite para evitar que los locales pudieran progresar. Tuvieron pese a todo los de Míchel una opción clarísima para lograr la igualada, por medio de un penalti de Wellenreuther sobre Miovski del que el propio arquero se resarció parando el lanzamiento del macedonio. Pero tanto trabajó el Girona por la igualada que acabó por encontrarla. En este caso, gracias a una acción personal de Danjuma perfectamente finalizada por Van de Beek.

Wellenreuther detiene el penalti de Miovski.

Wellenreuther detiene el penalti de Miovski.AFP

El Girona con el 2-2, empezó a soñar con la victoria. El sueño, no obstante, se convertiría en pesadilla cuando Krejci desvió al fondo de su portería un centro rival para volver a poner por delante a un Feyenoord que, esta vez, no volvería a dejar que se le escapara la ventaja para firmar su primer triunfo de este curso en la Champions y condenar al conjunto gerundense a encajar su segunda derrota consecutiva en Europa.

Los cruces del Madrid con el presidente del Lille: hombre en la sombra del jeque en el PSG, aviso sobre Mbappé, negociaciones con Camavinga y Yoro…

Actualizado Martes, 1 octubre 2024 - 23:37

Los representantes del Real Madrid se encontrarán en Lille con un viejo conocido. Un hombre más académico que futbolístico, más de números que de pasión. Su cara se ha ido cruzando con los directivos del conjunto blanco durante la última década, primero en las constantes conversaciones con el PSG, luego en los primeros acercamientos al Stade Rennes para conocer más sobre Camavinga, y durante los últimos meses en las negociaciones con el cuadro galo por Leny Yoro. Olivier Létang es el presidente del Lille, posición a la que ha llegado después de ser máximo mandatario del Stade Rennes y hombre en la sombra de Leonardo y del jeque en el PSG.

Un currículum más de empresa que de fútbol, dejando a un lado aquello que le decían a Darín en El secreto de sus ojos, eso de que «un hombre puede cambiar de casa o de familia, pero nunca de equipo, de pasión». Létang jugó en los noventa en el Le Mans y el Reims y después curso una licenciatura en la Escuela de Negocios ESSEC y un MBA para terminar pasando por los despachos de tres de los grandes clubes de Francia como quien oye llover. Trabajando y dejando a un lado la camiseta.

Entre 2012 y 2017 fue mano derecha de Leonardo, director deportivo del PSG. Fue, básicamente, el hombre en la sombra de Al-Khelaifi. La mente detrás de la imagen porque fue él el primero que en París alzó la voz por un adolescente que empezaba a despuntar en la cantera del Mónaco. «Yo quise a Mbappé en 2015, dos años antes de que el PSG le fichara», dijo antes de dejar la capital, obligado por la llegada de Kluivert como nueva mano derecha del jeque. «El PSG no me hizo caso en ese momento y luego tuvo que pagar 180 millones», confesó a L'Equipe.

Sin bufandas ni colores

En 2017 se convirtió en presidente del Stade Rennes y fue el culpable de la renovación de Camavinga hasta 2022. Un contrato que provocaría su llegada al Madrid en 2021. Modernizó la ciudad deportiva y dio espacio a la cantera, entre ellos al joven centrocampista, que debutó bajo su mandato. Dejó el equipo a principios de 2020 y en Francia se rumoreó con el enfado del Rennes por unas supuestas negociaciones de Létang con el Madrid por el futbolista.

Le llegó entonces la oferta del Lille, en 2020, como si de un fichaje se tratara. Alguien puso sobre su mesa más dinero y mejores condiciones y Létang se cambió de empresa. La compañía Merlyn Partners compró el conjunto galo y le seleccionó como director general. Sin bufandas ni colores. A Létang no le dio tiempo a renovar de nuevo a Camavinga y el francés terminó en el Bernabéu.

El empeño de Mendes

Pero no sería su último cruce de caminos con el Madrid, al que hoy recibe en el Estadio Pierre-Mauroy. Primero intentó el fichaje de Hazard cuando el belga, ex del Lille, pasaba por sus peores momentos en Chamartín.

Durante los últimos meses, Létang ha lidiado con el interés de media Europa en Leny Yoro, joven central galo criado en la cantera del Lille. A sus 18 años, el Madrid, el PSG y el Manchester United fueron los que más insistieron en él, y finalmente el futbolista, con el empeño de Jorge Mendes, terminaría eligiendo a los ingleses. Sin embargo, Létang deslizó en varias ocasiones que la mejor opción para el defensa hubiera sido vestir de blanco.

La fe del Madrid en Tchouaméni: “no” a los millones de la Premier, virtudes como central y madurez personal

Actualizado Martes, 1 octubre 2024 - 23:33

El pasado mes de julio, mientras Francia avanzaba rondas en la Eurocopa y él era vital para Didier Deschamps, una llamada llegó a los despachos del Santiago Bernabéu. «¿Podríamos negociar por Aurelien Tchouaméni?», preguntaron directivos de un club muy importante de la Premier League. La respuesta del Real Madrid fue simple: «No está en venta». La cifra que ponían en la mesa del conjunto blanco desde las islas británicas rondaba los 150 millones de euros. Ni así.

El centrocampista galo parece estar bajo sospecha entre el entorno madridista, juzgado por un estilo de juego más pausado que el de Valverde o Camavinga, más encajonado en la posición de cinco, de eje, menos suelto, menos bravo para presionar o para llegar a la portería rival. Menos vistoso, pero necesario, a fin de cuentas, para cualquier entrenador. Por eso para la dirección técnica de Chamartín y para el cuerpo técnico liderado por Carlo Ancelotti, Tchouaméni es absolutamente insustituible.

Cuentan desde Valdebebas que el salto personal ha llegado antes incluso que el salto futbolístico. Que la madurez que ha mostrado durante estas dos temporadas en el día a día del equipo, uniendo al grupo de franceses y españoles gracias a su perfecto castellano y siendo ahora anfitrión de Mbappé cuenta casi tanto como lo que hace sobre el campo. «Es insustituible», ha contestado varias veces esta temporada Ancelotti. «Es intransferible», contestan en los despachos.

«no podemos hacer todos todo»

A sus 24 años, todos tienen claro que le queda otro escalón por elevar en su juego. Lo sabe el club, lo saben los entrenadores y lo sabe el propio futbolista, que ayer fue el protagonista en la rueda de prensa previa al duelo contra el Lille. «Tenemos que entender que en un equipo no podemos hacer todos todo, hay un plan del entrenador, hay jugadores con mucha calidad y a veces tenemos que entender nuestra responsabilidad y hacer lo mejor para el equipo, que puede no ser lo mejor para mí», reflexionó, honesto, en castellano

«Para mí lo máximo es ayudar al equipo delante de la defensa, recuperar balones, conseguir intercepciones... Si juegas es un equipo como el Madrid es porque tienes calidad, no hay regalos aquí. Es la única cosa que puedo decir», terminó, con personalidad y contundencia.

Si vamos a los números, Tchouaméni es el segundo futbolista de las cinco grandes ligas que más intercepciones realiza por partido, 2,6, por las 2,8 de Lisandro Martínez, central del Manchester United, y es el sexto centrocampista que más pases da por encuentro (72). En el Madrid todo pasa por él, aunque el adiós de Toni Kroos ha cambiado la salida de balón del conjunto blanco y ha llenado al galo, a Valverde y a Bellingham de más responsabilidades en la construcción. Sin el alemán, todos sufren un poco más.

«hablamos todo el rato»

«Toni fue muy importante y tenemos más responsabilidades en salida de balón, pero vamos a mejorar y a hacerlo bien», admitió el centrocampista, que el curso pasado sufrió varios problemas en el pie izquierdo pero está recuperado. «Me siento mejor poco a poco y ya no tengo dolor», dijo.

El galo lo ha jugado casi todo en este inicio de temporada y sólo se ha perdido un partido, el duelo de San Sebastián ante la Real Sociedad, donde fue baja por un golpe en el pie. Por lo demás, 90 minutos en siete de las nueve citas en las que ha participado y la confianza total de Ancelotti, clave desde su aterrizaje y gran valedor de su juego. «Ancelotti es muy importante para mí, hablamos todo el rato. Trabajar con un entrenador como Carlo es un placer, me ayuda mucho con y sin balón», reflexionó el francés sobre la relación que le une al técnico.

Un técnico que, aunque a Tchouaméni no le guste, le ve bastante futuro como central. Una reflexión que también comparte la dirección técnica. Gusta su poderío aéreo y su salida de balón y creen que podría ser uno de los mejores del mundo. Mientras, seguirá siendo el eje sobre el que se mueva el Madrid.

Raphinha invita al Barça a un festín europeo ante el Young Boys

Raphinha invita al Barça a un festín europeo ante el Young Boys

La sensación de control es la más poderosa en la vida y en el fútbol. Sólo desde la convicción de que todo fluye como se planea se puede crecer y desatar el talento. Se suelta lastre y se vuela, que es justo lo que hizo el Barça ante el Young Boys. Se olvidaron los golpes en Europa, el vapuleo en Pamplona y la retahíla de bajas para disfrutar ante un rival que le sirvió la goleada en bandeja. [Narración y estadísticas (5-0)]

Hansi Flick ha hecho de psicólogo de un equipo que, pese al talento que acumula, se empequeñecía ante la adversidad. Su Barça aún no es perfecto porque ni siquiera está armado, pero se ha despojado de ataduras con dos líderes del descaro, Raphinha y Lamine Yamal que acaban contagiando al resto. Esta vez el técnico alemán dejó a un lado el excel de minutos y puso sobre el césped a sus mejores peloteros, buscando cómo hacerles hueco a todos.

Antes de que el Young Boys asimilara que estaba en Barcelona, ya se vio con un gol en contra en una jugada perfecta en la que intervinieron todos ellos. De primeras buscó Casadó a Ferran, que en un toque se apoyó en Lamine para, sutilmente, dejar a Raphinha en posición de trazar un centro al segundo palo donde apareció Lewandowski. La pelota fue de bota en bota hasta el fondo de la portería como si hubiera una máquina de pinball sobre el césped.

Defensa transparente

Se sacudieron la tensión los jugadores y fueron empujando a los suizos, alejándolos de Peña, escrutado por la mirada desde el palco de su rival Szczesny. El partido se jugó en 50 metros, con el Barça encontrando con facilidad los huecos que dejaba una defensa transparente que se sabía expuesta a un vendaval. Suelto Pedri, alimentaba a Lamine, que vive en un duelo permanente, y a Ferran, que probó sin fortuna con un disparo raso. Escaneando las debilidades suizas andaba siempre Raphinha, asumiendo con soltura su capitanía y un liderazgo de estreno que le sienta como un guante.

Entre tanto, el Young Boys no era capaz de superar la línea de medios. Su primera ocasión llegó a la media hora con un centro de Blum que Colley remató sin fe para que se paseara por el área. Ese aviso desató aún más al Barça y afiló el colmillo del brasileño del Barça, alejado de la banda pero igual de desequilibrante.

De un saque en corto con Lamine, buscó a Pedri para que armara su tiro, lo salvó de cabeza Itteri y aún lo cazó el capitán para marcar el segundo tanto. Tres minutos después, Iñigo Martínez apareció para cabecear un falta telegrafiada con la maestría de Pedri. Era imposible que los suizos salieran con vida de Montjuïc, y eso que su guardameta Keller evitó el cuarto de Ferran y le ganó un mano a mano a Lamine, algo forzado, para no irse al vestuario humillados. Sólo era cuestión de tiempo.

Con el viento a favor

En el arranque de la segunda mitad, Raphinha volvió a agitar su zurda para pone un córner al segundo palo que, si bien no remató Iñigo Martínez, lo empujó Lewandowski. El duelo, absolutamente inclinado, le daba a Flick la oportunidad de mirar al banquillo y rescatar a Ansu Fati, al que llevaba semanas buscándole hueco. Se lo hizo en el lugar que también ha inventado para Pedri: en el centro del campo junto a Casadó. Eso sí, ante un rival como los suizos, con libertad para asomarse al área.

Lewandowski anota el 4-0, el martes en el Lluis Companys.

Lewandowski anota el 4-0, el martes en el Lluis Companys.AP

No asomó de nuevo la gallardía del campeón de Suiza, hoy penúltimo en su liga, hasta el minuto 66, cuando Monteiro logró escaparse por banda y estrellar la pelota en el larguero y que Casadó salvara el rechazo casi bajo palos. No era un partido para perdonar las pocas ocasiones que le dejó crear un Barça que no alzaba el pie del acelerador.

Con el viento a favor, Flick empezó a gestionar descansos y encendió las luces largas. El duelo, cómodo, iba a tener un segundo propósito: acelerar la dinámica de juego de algunas piezas que serán claves. Primero fue Fati, después Frenkie De Jong. El neerlandés volvió a un terreno de juego después de cinco meses de lesión dando un respiro a un centro del campo magullado en este inicio de campaña. Fue la primera ocasión para encandilar a un entrenador que ha demostrado que es capaz de resucitar a jugadores con necesidad de encontrar su mejor versión, nunca vista como azulgranas.

Eso es lo que ha logrado Raphinha con una regularidad desconocida. Fue el brasileño quien sirvió el festín europeo al que puso la guinda el gol en propia puerta de Camara para culminar el despropósito de su equipo, que sólo marcó en el añadido y fuera de juego.

Simeone, sobre sus declaraciones tras el derbi: "No voy a cambiar absolutamente nada de lo que manifesté"

Simeone, sobre sus declaraciones tras el derbi: “No voy a cambiar absolutamente nada de lo que manifesté”

Pasaban unos minutos de las 14.00 en Lisboa, cuando el Atlético de Madrid llegaba en su autobús al hotel Corinthian para su enfrentamiento del miércoles por la noche ante el Benfica. El vuelo apenas había rebasado la hora, pero las caras de la expedición eran serias, como de cansancio. Sólo algún aficionado arrancaba alguna sonrisa ocasional al capitán cuando le gritaba: "Koke, máquina".

La resaca del derbi seguía latente y la clase política, a 600 kilómetros, seguía aprovechando la oportunidad para lanzar mensajes contundentes. Uno de los últimos, el de la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría: "Va a haber una respuesta absolutamente contundente una vez se conozcan los detalles que nos den las fuerzas y cuerpos de seguridad", expresó poco después del Consejo de Ministros.

El Atlético de Madrid, por su parte, decidió que fuera Conor Gallagher, un recién llegado, el primer jugador que tuviera que responder tras lo ocurrido en Madrid. Y el inglés claro, esquivó la pregunta como si quemara la respuesta: "Fue un encuentro muy difícil, el Real Madrid es un equipo top, jugamos un buen partido, pero podemos ser mejores, al final un punto está bien", soltó sin mencionar el incidente de los mecheros.

"Muchos aprovecharon para divertirse"

Sin embargo, Diego Simeone sí sabía lo que le esperaba y no sólo no le importaron las críticas a sus impresiones iniciales sobre lo ocurrido en el Metropolitano, sino que reiteró su opinión con la misma vehemencia: "Soy una persona muy clara, frontal y me gusta decir lo que siento. Del otro dia no voy a cambiar absolutamente nada de lo que manifesté", comentaba el técnico.

Ya con las pulsaciones bajas, no a 200, como se refirió el Cholo a las tiene cuando termina los partidos, el técnico no consideró erróneo el momento de reivindicar la responsabilidad de los protagonistas del campo pese a lo que sucedió. "Sólo opiné de lo que pasa de acá para adelante en el fútbol, pero lo que dije quedará como un recuerdo y muchos aprovecharon para divertirse entre lunes y martes", aseguraba Simeone y deslizaba que se tergiversó su opinión para llevarla "a donde siempre conviene".

"No están preguntando a una nevera, tengo sentimientos y mi opinión a veces me la callo pero el otro dia no", añadía el tñécnico argentino y tampoco veía colisión con la opinión de un club que, a su juicio, hizo "un comunicado perfecto". Porque el Cholo reiteró su rechazo a la violencia y a los agresores.

"Van a venir muy calmados"

Por lo pronto, aunque se veían pocas camisetas atléticas por la Plaza del Comercio o el barrio Alto, se espera que al partido asistan en tornos a 2.200 aficionados colchoneros, 70 de ellos, según ha podido saber EL MUNDO, del Frente Atlético, que ya tenían la entrada desde antes de los incidentes del Metropolitano.

El dispositivo de seguridad para el partido, diseñado por la Policía portuguesa en colaboración con el coordinador de Seguridad del Atlético de Madrid "no será especial" pese a lo ocurrido en el derbi madrileño. "Van a venir muy calmados después de la que organizaron en el derbi", expresa un representante policial sobre los aficionados radicales del Atlético.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad aseguran que el control sobre los aficionados radicales se mantendrá durante todo el día de partido y que llegarán, como se hace en cualquier desplazamiento, 'embolsados' tanto para entrar, como para abandonar el estadio.

Resulta raro encontrar aficiones con las que los radicales colchoneros no hayan tenido algún roce pero, en este caso, el inicio de las hostilidades fue por parte de los ultras portugueses cuando lanzaron bengalas a la afición del Atlético en el partido de Champions en septiembre de 2015 que les enfrentó en el Calderón. "Nos vemos en Lisboa", respondió el Frente. Afortunadamente, en el partido de vuelta, la policía portuguesa impidió que ambas aficiones se encontraran durante la visita rojiblanca.

Ancelotti contesta a Simeone: “Hablar de Courtois es desviar el tiro. No necesitamos a los violentos, sean del Atlético, del Madrid o del Barcelona”

Actualizado Martes, 1 octubre 2024 - 18:49

Quedan 24 horas para el encuentro del Real Madrid en Lille, el segundo en este nuevo formato de la Champions League, pero el runrún alrededor del conjunto blanco sigue derivando hacia el derbi del pasado domingo en el Metropolitano y a los incidentes provocados por los ultras del Frente Atlético. El técnico italiano se mostró muy contundente sobre los comentarios de Simeone, que pedía una sanción para Thibaut Courtois por provocar a los radicales que lanzaron objetos hacia su portería.

"Yo respeto la opinión de todos (en referencia a Simeone", pero el tema está claro. En el partido hubo actos violentos y los violentos no pueden estar en el fútbol ni en la sociedad. Lo que pasó lo han visto todos. Y sólo quiero decir eso: los violentos no deben estar en el fútbol ni en la sociedad", reflexionó Ancelotti, que no quiso responder sobre Courtois porque consideró que centrarse en la actitud del portero es "desviar el tiro".

Hablar de otras cosas cuando le cantan "Courtois, muérete" es desviar el tiro. El tiro es que los violentos no pueden estar en el fútbol. El fútbol no los necesita. Que se queden en otro lugar que no sea peligroso para nadie. Y hablo en general, sea un violento del Atlético, del Madrid, del Barça o del Villarreal, da igual. Que los violentos nos dejen en paz", insistió, y finalizó el tema: "No hay más que hablar".

El Madrid llega a Lille después de vencer en su primer encuentro ante el Stuttgart y con la necesidad de sumar en este nuevo formato de liga. "En este formato hay que sumar puntos. Ahora en el fútbol todos los partidos hay que lucharlos y competirlos", declaró, y reconoció que "se puede mejorar nuestro nivel".

El sustituto de Kroos

Sobre eso, el entrenador admitió que "no estamos encontrando quién puede sustituir a Kroos". "Es la verdad y tenemos que adaptarnos a su ausencia. Es insustituible y tenemos que encontrar otra manera de jugar. Y la encontraremos, sin duda", advirtió. "Puede ser que de momento no hemos mostrado todo nuestro potencial, pero estoy convencido que lo mostraremos".

Ancelotti también se refirió a Kylian Mbappé, que se perdió el derbi por una lesión muscular y parecía seguir en la enfermería hasta después del parón de selecciones, pero ha entrado en la convocatoria para el duelo en Lille. "Ha tenido una sobrecarga, que ahora con las tecnologías hablan de grado 1 o 2, pero es una sobrecarga. Ha recuperado bien y ha querido viajar, y viajar para jugar", matizó. "Se encuentra bien y vamos a ver el entrenamiento de hoy para ver cómo se encuentra". Eso sí, el italiano no quiere riesgos: "No vamos a tomar riesgos, si no hay riesgo jugará desde el primer minuto"

Hansi Flick y la paradoja de las rotaciones: "Es mi responsabilidad proteger a los jugadores"

Hansi Flick y la paradoja de las rotaciones: “Es mi responsabilidad proteger a los jugadores”

Actualizado Lunes, 30 septiembre 2024 - 22:01

Hansi Flick lo tiene muy claro: las rotaciones van a seguir formando parte de sus planes. Por lo menos, en este arranque de la temporada. El alemán es muy consciente de que, con tantos lesionados entre sus efectivos, es mejor dosificar los minutos en lugar de arriesgarse a aumentar la lista de la enfermería. Ahora mismo, contando también a un Ter Stegen que estará varios meses de baja, y que, muy seguramente habría rotado lo mínimo, hay seis jugadores en el dique seco: Ronald Araujo, Andreas Christensen, Marc Bernal (quien no volverá a jugar en principio hasta el curso que viene), Gavi (apura su recuperación), y Dani Olmo, que debería estar a punto tras el parón por las selecciones. Frenkie de Jong, mientras, según confirmó el propio técnico, podría tener ya sus primeros minutos este martes ante el Young Boys (21:00 horas), en un partido en el que buscará tanto la primera victoria en la Champions, tras la derrota frente al Mónaco, como reencontrarse con sus mejores sensaciones después del varapalo encajado frente a Osasuna.

Para saber más

«Creo que es mi responsabilidad proteger a los jugadores, porque acumulan muchos minutos, pero no esperaba que jugáramos así. A pesar de todo, le he dicho al equipo que hay que seguir adelante. Jugamos dos partidos por semana y estamos en el camino correcto», analizó Flick tras la derrota en Pamplona. El entrenador azulgrana, de hecho, si no contamos al veteranísimo Robert Lewandowski, alineó un equipo tremendamente joven en El Sadar, con una media de casi 22 años. Sabe muy bien que, a estas edades, no hay que cargar demasiado los futbolistas, para evitar problemas que puedan hacerse crónicos.

Por eso prefirió dejar en el banquillo a un Lamine Yamal determinante en este arranque de temporada, así como a Alejandro Balde, que padeció una grave lesión muscular la temporada pasada. Los más veteranos, desde luego, tampoco son inmunes a las sobrecargas. De ahí, seguramente, que también estuvieran de inicio en el banco el incansable Raphinha y el imprescindible Íñigo Martínez. Y, también, apostó por cambiar al polaco, por mucho que eso supusiera renunciar a mucha pólvora.

«Sin razón» para estar «deprimidos»

La tecnología, omnipresente ya en el mundo del fútbol, es una gran ayuda para saber qué nivel de desgaste acumulan los jugadores. Y, por supuesto, para obrar también consecuencia, por mucho que algunos percances, como la mala caída de Ter Stegen, sean del todo impredecibles. Por eso, no descarta seguir aplicando rotaciones este martes en la Champions.

«Jugaremos con el equipo que creamos que puede ser el mejor. Tenemos confianza suficiente como para decir que siempre queremos ganar. El primero se perdió, pero no es razón para estar deprimidos, porque hubo razones que explican lo que pasó. Ahora mismo, no sabemos cómo será este nuevo modelo de Champions y por eso hay que sumar los máximos puntos posibles», aseveró el técnico, a quien le tocó también, cómo no, hablar de la llegada del polaco Wojciech Szczesny, por mucho que tratara de ahorrarse el trago.

«No hablo de jugadores que no están en el equipo, y él no lo es, de momento. Lo que está claro es que ningún jugador tiene la garantía de ser titular y ser el número uno», aseveró el alemán, dejando así más que entreabierta la opción de que el ex portero de la Juventus pase en breve por delante de un Iñaki Peña a quien hasta ahora le habían asegurado que sería la primera opción hasta el final de la temporada.

Los plazos con Szczesny

Por lo pronto, Szczesny aterrizó este lunes en Barcelona para pasar las pruebas físicas. Y, dado que lleva sin jugar desde la pasada Eurocopa, todo invita a pensar que su hipotética presencia bajo los palos se retrasará por lo menos hasta después del parón por las selecciones, justo en puertas de los partidos contra el Sevilla y el Real Madrid en la Liga y el duelo frente al Bayern en la Champions. O, quizás, puede que no tarde tanto.

«He hablado con él, pero no diré nada más. En los próximos días firmará. El sábado ya hablaremos de eso. Ahora, no», dejó caer el entrenador barcelonista, quien recalcó el gran ambiente que reina en la plantilla azulgrana. «Veo a los jugadores concentrados, se divierten, disfrutan entrenándose, lo veo cada día. Y yo disfruto trabajando con ellos», sentenció el alemán.

La UEFA sanciona al Barça sin poder vender entradas para el partido ante el Estrella Roja por comportamientos racistas de sus aficionados ante el Mónaco

La UEFA sanciona al Barça sin poder vender entradas para el partido ante el Estrella Roja por comportamientos racistas de sus aficionados ante el Mónaco

Actualizado Viernes, 27 septiembre 2024 - 12:42

El Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA ha sancionado al FC. Barcelona por comportamientos racistas de sus aficionados tras el partido de la Liga de Campeones ante el Mónaco, que terminó con derrota (2-1) para el equipo de Hansi Flick, con una multa de 10.000 euros y la prohibición de vender entradas para su próximo partido a domicilio ante el Estrella Roja, que se disputará el 6 de noviembre.

Con esta decisión y aplicando el artículo 26 (3) del Reglamento Disciplinario, el organismo resuelve ejecutar la sanción que el club tenía suspendida durante un periodo de prueba de un año debido a otro episodio similar ocurrido el 17 de abril en el partido que les enfrentó al Paris Saint Germain.

En esta ocasión, durante el encuentro ante el equipo monegasco se pudo observar, en la grada donde estaban ubicados los aficionados culés, una pancarta con la consigna "Flick Heil", similar al utilizado por el régimen nazi. Por ello y además de la cuantiosa cantidad de dinero, esta decisión incluye la prohibición de ventas para otro partido más a domicilio, pero ésta queda en suspenso por un periodo de prueba de un año, a contar desde la fecha de hoy.

En este sentido, la UEFA también ha recordado que las medidas disciplinarias durante un periodo probatorio no son efectivas de forma inmediata, pero pueden ejecutarse si se comete una ofensa de naturaleza similar durante ese espacio de tiempo.

Antecedentes

El pasado mes abril, la misma comisión disciplinaria impuso varias multas al Barça por un montante de 32.000 euros y le castigó con la prohibición de vender entradas condicionada durante un año.