El primer balance de la cosecha española en París, 18 medallas, correspondió a Alejandro Blanco, aunque el presidente del Comité Olímpico Español (COE) no es el único que debería darlas, puesto que la responsabilidad del deporte de alto nivel corresponde al Gobierno, vía Consejo Superior de Deportes (CSD). Continuarán. Blanco insistió en que “el resultado es el que es, y es el nivel que tenemos”, aunque destacó la obtención de 51 diplomas: “En clasificados entre los ocho primeros España es novena”.
“Hemos tenido nueve cuartos puestos y 20 quintos puestos. Es la vez en que más hemos tenido, lo que quiere decir que no estamos tan lejos de subir en medallas, pero los Juegos no se parecen a otras competiciones, esto no es un Mundial”, continuó. “En total, 221 deportistas, más de la mitad de nuestra delegación, han acabado entre los ocho primeros, si incluimos los deportes de equipo”, insistió.
“Llegar a las medallas de Barcelona me parece accesible, pero hemos de pensar en cómo dar el salto”, prosiguió. Acerca de la comparación con los países de nuestro entorno, como Italia, mucho mejor posicionada en el medallero, Blanco contestó: “Si hablamos de medallero, hablemos de inversión. Hay que poner el dinero que reciben y el que recibe España”.
Recordó el presidente del COE la implementación en recursos que se hizo tras la nominación de Barcelona: “El dinero, en euros, que recibió el deporte para el ciclo de Río, en 2016, es el que en pesetas se dio en 1992”. Habían pasado 24 años.
“Para mí, este resultado no es el esperado, pero es un buen resultado. A partir de ahí hemos de preguntarnos qué queremos, definir el modelo que aplicamos, y sostenerlo en el tiempo”, concluyó. Un mensaje para el cambiante CSD que, hoy, preside José Manuel Rodríguez Uribes. “No tengo el poder de decisión, pero sí la palabra para movilizar al deporte y lo voy a hacer”, concluyó Blanco.