El Madrid y Benzema se dan un festín contra el Almería para acechar el pichichi de Lewandowski

El Madrid y Benzema se dan un festín contra el Almería para acechar el pichichi de Lewandowski

LaLiga Santander


Real Madrid – Almería (4-2)

Actualizado

El francés anota tres goles en la primera parte y lidera el triunfo. Vinicius y Rodrygo, autor del cuarto, la chispa de Ancelotti.

Benzema celebra uno de sus goles.Pablo GarciaAP

El Real Madrid navega por este tramo final de la Liga con más inercia que necesidad, con más preocupación por el futuro que competitividad en el momento, y por eso consigue los resultados que consigue. Goleadas en el Bernabéu y algún pinchazo lejos de casa, donde quizás la imagen importa menos, como el pasado martes en Girona. El 4-2 de este sábado contra el Almería, como el 2-0 frente al Celta o el 6-0 ante el Valladolid son el reflejo de esas sensaciones, que provocan una reflexión en Chamartín: “Si no hubiéramos fallado tanto…”.

El conjunto blanco terminó la tarde a ocho puntos de un Barça que parece flojear en primavera. Y lo hizo después de superar con facilidad a un Almería inferior, débil, pendiente del transcendental duelo contra el Elche el martes en el que podría dar un paso de gigante por la permanencia. Lo sabía Rubí, que se dejó a Robertone, Melero, Luis Suárez y Baptistao en el banquillo.

Ancelotti, con la mente en la final contra Osasuna y a la espera de mayores rotaciones en el encuentro del martes en San Sebastián, apostó por un once casi de gala, con los únicos cambios de Carvajal y Fede Valverde, que se quedaron fuera para dejar su sitio a Lucas Vázquez y Ceballos y Tchouaméni, que se disputarán la tercera plaza del centro del campo madridista en la Copa si se confirma la baja de Luka Modric.

El partido sirvió para culminar el abril de Karim Benzema, baja en Girona, que anotó su tercer hat-trick del mes tras los conseguidos frente al Valladolid y el Barça. El francés acumula 17 goles en Liga, a sólo uno del pichichi Lewandowski, y 10 en abril, sumando también el que anotó en la ida contra el Chelsea.

Vinicius y Rodrygo, enchufados

El triunfo del Madrid nació donde nace casi todo en este equipo. En los pies de Vinicius. En el minuto 5, una diagonal perfecta de Militao acabó en las botas del delantero brasileño, que recortó a Mendes desde la banda y visionó un magnífico pase de exterior para que Benzema sólo tuviera que empujarla a las redes de Fernando. Fue la 20ª asistencia de Vinicius esta temporada, la 10ª en Liga, donde suma un doble-doble con 10 tantos.

Diez minutos después, Rodrygo, la segunda chispa brasileña de Ancelotti demostró que su trabajo físico está funcionando al aguantar una carga de Samu Costa en carrera y confirmó su talento al inventarse una fantasía más propia del fútbol de la calle que del actual. En la línea de fondo, de espaldas y con su rival haciéndole sombra, pisó el balón para completar un autopase extraordinario que le dejó sólo en el área. Su pase de la muerte lo definió a gol Benzema para marcar su segundo.

Esa banda de Rodrygo y Lucas fue una oportunidad constante para el Madrid, que volvió a encontrar premio al borde del descanso. El gallego alcanzó la línea de fondo y al recortar sobre Ramazani fue derribado, provocando un penalti que transformó Benzema, superando a Hugo Sánchez como cuarto goleador de la historia de LaLiga.

Una tarde tranquila que sólo se vio alterada por la amarilla que Cuadra Fernández le sacó a Vinicius antes del 3-0. El brasileño sufrió un agarrón muy claro de Mendes en una contra y al no ver al defensa rival amonestado pidió al colegiado la sanción, algo que el árbitro no permitió.

El gol de Lázaro antes del intermedio confirmó la relajación madridista, aunque no cambió el signo del partido. Nada más salir del túnel, Rodrygo tranquilizaría los ánimos anotando el 4-1 con un disparo desde fuera del área que se coló en la escuadra izquierda de Fernando. El brasileño firmó así el sobresaliente a una tarde ‘carioca’ en el Bernabéu.

En el minuto 61, un error de Kroos en salida de balón terminó con un gol de cabeza de Robertone. El 4-2. Premio a la constancia de un Almería que no dejó de intentarlo y castigo a la debilidad defensiva que por momentos tuvo el Madrid.

El partido murió en los intentos del Madrid por conseguir la ‘manita’ (Asensio envió el balón al palo en dos ocasiones) y por las opciones de Benzema de marcar el cuarto de la tarde para empatar a Lewandowski. El francés, entendiendo Ancelotti que esto va más de sensaciones que de físico, disputó los 90 minutos y envió un balón al palo en el 85.

kpd