El Real Madrid, entre el gol y la ira, pone en riesgo el liderato en El Sadar

El Real Madrid, entre el gol y la ira, pone en riesgo el liderato en El Sadar

Un Madrid entre el gol y la ira puede haberse dejado el liderato en El Sadar. El gol lo representa Mbappé, que crece y crece mientras intenta alejarse de lo tóxico. Difícil. La ira la personifican, esta vez, Bellingham y Ancelotti. El inglés, expulsado presuntamente por un insulto o menosprecio a Munuera Montero sin el balón de por medio; el italiano, amonestado, lejos de su temple en la banda, incluso contenido por su hijo Davide. El empate en inferioridad ante Osasuna no puede disociarse de una actuación del equipo arbitral deficiente, con un posible penalti no señalado a Vinicius, el corregido por el VAR en el área contraria, tras una acción de Camavinga, y la expulsión de Bellingham. La Liga se calienta, y no para bien. [Narración y estadísticas (1-1)]

Bellingham lo hace solito. Ya se le ha visto dirigirse airadamente a jugadores o colegiados en otros partidos. Debe corregir esa impronta. La situación de Ancelotti, en cambio, es más sintomática y significativa del estado de nervios en que vive el Madrid en la Liga, no en la Champions, donde no sospecha. Con razón o sin ella por los errores arbitrales, que los hubo en El Sadar, no es algo que le convenga, porque resta energía a quien tiene la mejor. La discusión iguala a los equipos. La calidad los diferencia.

Sin discutir, el Madrid no es que fuera superior, es que abrumó a Osasuna con un arranque autoritario, de tirano, mucho más que de líder. Eso no es fácil en El Sadar, un lugar con electricidad esté como esté Osasuna. La intensidad es la primera característica de su idiosincrasia. Con Modric y Camavinga en el centro del campo, el Madrid se hizo con el mando del partido, amenazante, rápido en el movimiento de la pelota. Vinicius protestó una mano en la primera jugada y falló lo más claro en la siguiente jugada. No se habían alcanzado aún los tres minutos. El Madrid era un ciclón.

Jugada residual

Vinicius fue objeto, poco después, de una entrada de Moncayola en el pico del área. El desplazamiento fue claro, pero ni Munuera Montero señaló penalti ni el VAR recomendó al colegiado que lo revisara. Extraño. Era, al menos, para verlo. La comparación de esa jugada con la que el VAR pidió al árbitro que fuera a ver al monitor por la acción de Camavinga, en una jugada residual, da argumentos al Madrid en sus protestas. La única justificación reglamentaria es que, al ser amonestado con la tarjeta amarilla, haya de señalarse el penalti. De nuevo, una pena máxima por acciones de interpretación. El Madrid la suma a la que recibió en el derbi, por el pisotón de Tchouaméni con el balón pasado, y a la no roja a Romero sobre Mbappé en Cornellà, con la carta del club de por medio.

El gol de Mbappé fue, pues, como un espejismo, en una de las pocas acciones limpias, libres de protestas, que tuvo el partido. Valverde, de nuevo como lateral, cazó un rechace y puso la directa. Pocas conducciones en la Liga son tan imparables. El uruguayo es como un expreso. Corrió, centró y Mbappé llegó a la anticipación al central para colocar el balón justo bajo el larguero. Tremendo el remate del francés, activo, medido en los espacios para evitar el fuera de juego. La progresión, parada y centro que había hecho poco antes para Vini demostraban que está afinado. Lástima que la ira pueda llevárselo por delante.

Courtois, tras la concesión del penalti por el VAR.

Courtois, tras la concesión del penalti por el VAR.AFP

La amarilla a Ancelotti y la expulsión de Bellingham cambiaron el decorado, por la inferioridad y la crispación. Osasuna comenzó a aparecer, con Bryan Zaragoza por la izquierda y las llegadas de Aimar Oroz, que provocó la primera intervención salvadora de Courtois, mano abajo con fuerza, la suficiente para que el balón saliera por encima del larguero. Una parada de valor gol. El regreso del descanso trajo la misma tendencia, apoyado el equipo navarro en su superioridad y con Asencio como anticuerpo. Crece el central de la cantera. A Osasuna le convenían los quilombos en el área madridista. El polémico penalti de Camavinga, VAR mediante, llegó en ese contexto. Courtois había vuelto a evitar el empate, pero en los 11 metros ante Budimir, nada pudo hacer.

La igualada era ya una amenaza para el líder, que empezó el choque con uno y dos puntos sobre Atlético y Barcelona, respectivamente. Una vez consumada, el Madrid debía volver al juego. Ya habría tiempo de protestas. Lo hizo el equipo de Ancelotti, con un Mbappé que apurada sus fuerzas hasta la extenuación y forzaba lo mejor de Herrera bajo palos, y un Vinicius en estado puro, determinado, sin sonrisas irónicas. No las tuvo hasta el final ni las tiene un Madrid encorajinado, entre el gol y la ira.

Vinicius, por quien suspira Arabia Saudí, atemoriza a Osasuna, equipo al que más goles marca

Vinicius, por quien suspira Arabia Saudí, atemoriza a Osasuna, equipo al que más goles marca

El expansivo fútbol de Arabia Saudí altera la convivencia en el Real Madrid con nuevos mensajes que insisten en la contratación de Vinicius con una oferta económica imposible de igualar por los clubes europeos. El brasileño, unido a la entidad blanca hasta 2027, dice que su intención es seguir alargando su palmarés en el club del Santiago Bernabéu y quiere centrarse en los compromisos más inmediatos. El primero es el partido de este sábado contra Osasuna (16.15 horas), en el que el Madrid defiende el liderato de Primera División.

Tradicionalmente, Osasuna ha sido un adversario propicio para el delantero brasileño: en 11 encuentros ha anotado nueve goles, ocho en la liga y uno en la Copa del Rey. En la última cita en Pamplona marcó dos tantos. El Sadar tiembla con el extremo. En el partido de ida de esta temporada, el Madrid ganó 4-0 y Vinicius firmó un triplete.

Vinicius afila la puntería para la tarde del sábado y Carlo Ancelotti se harta por la insistencia, en las conferencias de prensa, de las preguntas relacionadas con el futuro del jugador. «Estoy cansado, sí. Pero no me preocupa, yo le veo feliz y con ganas de hacer historia en este club. Este es un tema del que se habla fuera, no aquí. Tampoco lo hace él. Vinicius está con muchas ganas de hacer las cosas bien, como en Manchester, y seguirá así, porque, tras las lesiones, empieza a tener una forma física buena. Lo veo muy motivado. Ante el City tenía mucha presión y marco la diferencia», señaló el preparador.

Ancelotti también advirtió de la importancia del partido de hoy: «Tenemos un equipo que entiende muy bien el momento en el que tenemos que apretar... Hay una liga muy competida con rivales muy cerca, si no entendemos que el partido ante Osasina es vital, nos equivocaremos».

Por su parte, Vicente Moreno no podrá contar con el sancionado Flavien-Enzo Boyomo.

El Manchester City de Pep Guardiola, roto en defensa: 1,53 goles, el peor balance tras pérdida y 60 millones por Nico González

El Manchester City de Pep Guardiola, roto en defensa: 1,53 goles, el peor balance tras pérdida y 60 millones por Nico González

«Todos se fijan en mis datos ofensivos, pero los que más me interesan son los defensivos. La defensa refleja tu trabajo como entrenador». Esta frase, recogida por Martí Perarnau en Dios salve a Pep (Corner, 2023), comprime una de las grandes obsesiones de Pep Guardiola. El técnico que ha llevado a lo más alto el fútbol ofensivo en el siglo XXI sufre ante cualquier contratiempo cerca de su área. Por lo tanto, cuando se siente vulnerable intenta minimizar el peligro con la mera posesión del balón. Sin embargo, desde la lesión de Rodri toda su estructura se ha desmoronado. En 32 partidos de Champions y Premier League, ha encajado 49 goles (1,53 de promedio). Sin su Balón de Oro, el Manchester City es el equipo de la liga inglesa al que más disparan al contragolpe. Precisamente, el punto fuerte del Real Madrid que hoy visita el Etihad.

El pasado sábado, el City se expuso a 13 disparos del Leyton Orient, un rival de tercera división, antes de cerrar su apurado pase a la quinta ronda de la FA Cup (1-2). «Es difícil terminar con Rico [Lewis] como lateral izquierdo y Bernardo [Silva] como lateral derecho», admitió Guardiola sobre su línea defensiva, parcheada con dos centrocampistas no precisamente fuertes ni altos. Una semana antes ya había sido vapuleado por el Arsenal (5-1), en la derrota más abultada a domicilio del City en la Premier desde 2008. Era el cuarto partido de la temporada en que Guardiola recibía cuatro o más goles. El peor registro de toda su carrera en los banquillos.

Kylian Mbappé, Vinicius y Rodrygo encarnan hoy el peligro del Madrid, un equipo que no necesita elaborar para plantarse frente al portero. Hace menos de un año, los brasileños ya desestabilizaron en el Bernabéu a un City sin Nathan Aké y Kyle Walker, sus dos pilares defensivos. Hoy, el holandés arrastra una lesión muscular que le apartó de los cuatro últimos partidos, mientras el lateral, muy criticado por los hinchas, fue traspasado al Milan. Guardiola también cuenta con la duda de Rúben Dias, víctima de un problema en la cadera. Con sus centrales titulares entre algodones, podría llegar el turno de Abdukodir Khusanov, incorporado en el mercado invernal. Sin embargo, el debut del uzbeco en la Premier, con un par de errores groseros ante el Chelsea, no invita precisamente al optimismo.

11 derrotas en 37 partidos

«Sus jugadores de arriba son excepcionales. Tienen capacidad para jugar en corto y en largo, así que deberemos imponer nuestro fútbol», vaticinó ayer Guardiola. «Podemos jugar bien, aunque no seamos tan consistentes como antes. No puedo negar que confío en quienes fueron tan buenos en la última década», admitió, en referencia a Ilkay Gündogan (34 años), Kevin de Bruyne (33), Mateo Kovacic (30) o Bernardo Silva (30). El pasado 25 de enero, su veredicto resultaba mucho menos alentador: «Me encantaría no conceder tanto, tener más control, pero por las ausencias que tenemos, somos un equipo viejo».

Después de 37 partidos oficiales, Guardiola suma ya 11 derrotas, a sólo una del peor dato de su carrera, allá por 2020. Quinto en la Premier, a 15 puntos del liderato, su único objetivo realista pasa por asegurar el top-4. En sus 17 temporadas como entrenador, jamás terminó una liga por debajo de la tercera plaza. Por eso, tampoco puede permitirse deslices en este agotador febrero, donde aún esperan Newcastle, Liverpool y Tottenham. El vigente campeón de Inglaterra, que enlazó nueve derrotas en 12 partidos a finales de 2024, ni siquiera parece fiable cuando el viento sopla a favor: fue incapaz de ganar nueve partidos en los que anotó el 1-0.

Entre todas las urgencias, ninguna tan acuciante como la de su fragilidad atrás. Con 1,45 goles en contra, la defensa de Guardiola sólo supera a nueve en la Premier. Esta abrumadora estadística duplica las de sus días de gloria. Durante aquellas cuatro temporadas en el Camp Nou, Pep encajó 0,73 tantos de media, haciendo del Barça el equipo menos goleado de LaLiga. Tras su marcha a Múnich, aún pulió esa cifra, consolidando al Bayern como la mejor defensa de la Bundesliga (0,69 de promedio).

Stones, Kovacic y Lewis, durante el 5-1 ante el Arsenal.

Stones, Kovacic y Lewis, durante el 5-1 ante el Arsenal.MANCHESTER CITY

Desde noviembre, el City sufre lagunas de concentración a la hora de coordinar su línea de atrás. Se vio, por ejemplo, en la visita al Brighton (2-1) o durante su tétrico paso por Anfield, donde debió recibir un castigo mucho mayor (2-0). Incluso en situaciones de uno contra uno, el City parece incapaz de defenderse con rigor en el área.

Aun siendo notorias estas deficiencias, ninguna tan grave como la lentitud en los repliegues y la incapacidad de interrumpir el juego tras cualquier pérdida. Antes de la desgracia de Rodri, el City había recibido tres disparos en transiciones. Desde entonces, suma 26, el peor registro de la Premier. Hoy, sus esperanzas pasan por Nico González recién comprado al Oporto a cambio de 60 millones. El canterano del Barça, que ayer se ejercitó con normalidad tras superar un golpe, es un todoterreno que destaca por su agresividad en la recuperación y sus hábiles conducciones. Un perfil similar al de Kovacic, cuyas aptitudes como pivote han quedado más de una vez en evidencia.

El doble pivote de 2023

Así que Guardiola, el estratega que hizo de Joshua Kimmich un central de garantías, busca a la desesperada una solución como la que en 2023 le guio al triplete. Aquel curso pudo redondearse de modo triunfal gracias al doble pivote formado por Rodri y John Stones. Con sus 188 centímetros, decisivos a la hora de defender el balón parado, y su elegancia en el toque, el centrocampista inglés protagonizó una excelsa final ante el Inter. La labor de mediocentro posicional es muy específica y él mismo ha admitido que le encanta. Ahora parecía la opción idónea. Sin embargo, durante sus 13 partidos del curso, sin excepción, Stones ha jugado como central.

Guardiola, durante la rueda de prensa del lunes en Manchester.

Guardiola, durante la rueda de prensa del lunes en Manchester.AFP

Entre tantos desajustes hoy no queda ni rastro de aquella presión tras pérdida con la que el Barça, entre 2009 y 2013, ahogaba a sus adversarios. En torno a seis segundos de promedio, a tenor de cálculos posteriores. Tampoco el rol de los defensas, descritos por Perarnau en Dios salve a Pep. «Han de saber convivir con otro riesgo: una vez que han conseguido el objetivo de asentarse en campo rival, deben permanecer cerca del círculo central, a 50 metros de su portero, para seguir empujando hacia arriba. Han de ser veloces, atrevidos y capaces de asumir el riesgo».

En este angustioso contexto, Guardiola se aferra a la Champions con la esperanza de que eliminar al Madrid supondría «un gran impulso para lo que queda de temporada». Su última derrota como local en Champions se remonta al 19 de septiembre de 2018 ante el Olympique de Lyon (1-2). Desde entonces 30 victorias y cinco empates, por lo que sigue al acecho de los récords de Bayern, invicto durante 43 partidos entre 1969 y 199, y Barça, con 38 entre 2013 y 2020.

La epifanía de Ancelotti, el Triángulo de las Bermudas y la mímica de Asencio

La epifanía de Ancelotti, el Triángulo de las Bermudas y la mímica de Asencio

El Bernabéu ejerce una función civilizadora. Venía el derbi como un huracán, con la ciudad eléctrica, los whatsapps llenos de insultos y la M-30 engalanada de pancartas. El Madrid le había mandado una carta a Sánchez, el Atlético respondió prestándole su cuenta de Twitter a Kanye West y, en la comida de directivas, Cerezo saludó a Florentino como Trump saluda a Macron. Dominando con la mano derecha, imponiéndole la izquierda sobre el hombro. Demasiado populismo, pensó Ancelotti, que durmió la emoción poniendo el once que todo el mundo sabía que iba a poner y nadie quería que pusiera. Consiguió su objetivo. Calmó la guerra y convirtió el partido en un bodrio que solo se agitó como cualquiera con nociones de sociología habría adivinado que se agitaría según avanzaba la semana: con un penalti para el Atlético de Madrid.

Activado el despertador, Simeone ordenó mandar los aviones a ese Triángulo de las Bermudas que es la banda derecha del Real Madrid, un polo magnético terrible que imantaba hasta a Vinicius, separándole del costado opuesto y diluyéndole en la maraña. El agónico camino hasta el descanso tuvo a Carletto en el alambre, a punto de privarle de volver a poner a los mismos once en la inminente eliminatoria contra el Manchester City.

La única manera de poder seguir haciendo lo mismo era cambiarlo todo, así que en el descanso debió producirse una epifanía. De repente, un extremo se pegaba a una banda. Otro extremo a la otra. En la primera jugada, por la derecha con Rodrygo, empató Mbappé. En la segunda, con Vinicius por la izquierda, la estampó Bellingham en el larguero. Pero al ajedrez del Madrid le faltan fichas, así que la defensa seguía siendo una invitación orgiástica, con ese emocionante Asencio apagando fuegos y haciendo mímica de Sergio Ramos con el hijo del Cholo.

Una especie de magia negra iba abriéndose paso entonces. El madridismo seguía temblando con Lucas y gritándole a Ceballos que dejase de girar sobre la pelota. Cuando Simeone ya había agotado todos sus cambios, Ancelotti hizo los primeros y quitó a los dos, asumiendo un riesgo kármico inmenso. Si salía mal, la culpa no sería suya sino de la mente colmena madridista, que por entonces ya detectaba que las Bermudas ahora revoloteaban sobre Fran García. Cuando la pizarra pedía a Brahim o Arda, el hincha ultraconservador fantaseaba con sacar al Mendy de otras épocas. Al final, otro empate. El mismo derbi de siempre.

Ancelotti, vete ya, por favor

Ancelotti, vete ya, por favor

Actualizado Domingo, 2 febrero 2025 - 00:11

Una vez más, el desquiciado Ancelotti fue el culpable de que el Madrid perdiera ante un vicecolista, como en un sainete. Si tuviera sentido de la responsabilidad hoy mismo debería presentar su dimisión.

Pero tiene tan poca vergüenza como técnico que no lo hará, porque se cree todavía el mejor del mundo. No admite ni una sola crítica. Sin darse cuenta de que todos los de su gremio tienen fecha de caducidad.

Sólo un rabioso enfado de Florentino podría acabar con tanta paciencia con el italiano El presidente tiene, desde hace muchos partidos, la idea de liquidarlo. Porque no puede seguir un partido más. Pero no se atreve.

Un Espanyol colérico, que se extralimitó con patadas, con faltas perpetuas, se pertrechó con una serie de penaltis, de los que Muñiz Ruiz ni quiso enterarse. Ni consultar el VAR. El gol de Vinicius clama al cielo como una gran perversidad. Para el Espanyol, con no perder era suficiente

Por supuesto, el árbitro gallego es un Negreira boy perteneciente al gran nido de víboras. La UEFA y la FIFA, que conocen la contaminación de los árbitros españoles, no hacen nada. Y nadie puede destruir ese Comité que se considera siempre inviolable.

De todas formas, un Espanyol muy flojo, casi bucólico, ni siquiera quiso la victoria, pero ganó tres puntos con la absoluta colaboración de Lucas Vázquez y el impresentable Tchuaméni.

Cuando no tiene el día el poder fabuloso de sus fenómenos, dado que Ancelotti ayuda tácticamante, El Madrid queda reducido hasta la desintegración. Bellingham no dio ni una. Vinicius tampoco y Mbappé un poco, con un Rodrygo también irregular.

Sigo en mi idea: Vinicius desarma a Rodrygo y Mbappé, No son compatibles y ya ha quedado patente. Con Vinicius, el Madrid juega peor ofensivamente. Rodrygo y Mbappé quedan muy desaprovechados.

Y es que lo de Ancelotti no tiene ninguna solución, salvo su dimisión, casi imposible. Se ha quedado otra vez sin un defensa como Rüdiger, producto de su fractura defensiva, mientras que le niega la sal a Asencio, su mejor defensa actualmente.

Lo más idignante para mi fue que buscara la salvación en Modric, de 39 años, mientras entierra a Endrick y Arda Guler. Es absolutamente patético. Y lo peor es que no veo salida a la mezquindad de Ancelotti, que sólo defiende a sus viejas glorias.

No sé si se dan cuenta en la Casa Blanca, pero los partidos que se avecinan al Madrid son tétricos. ¿Cómo quiere ganar al Atlético y al City? El Madrid está desgarrado, atrozmente capado.

Y no me creo que eso de que el club tiene dinero, cuando es el vigésimo equipo de la élite que más ha gastado en fichajes. Es todo un esperpento. Me dicen que la soberbia de Florentino le haga rechazar los fichajes de invierno. Pero es difícil de creer.

Su estadio de lujo y el fichaje de Mbappé eran los proyectos imprescindibles, pero ahora corre el riesgo de arruinar la temporada. Ya se encargó Ancelotti de fracasar y no ganar millones en la Champions. Se cargó al principio las posibilidades durante esa liguilla, absolutamente injusta, porque el sorteo primitivo lo pervierte todo.

Gavi, que será titular en Lisboa, un guerrero al límite que suma episodios conflictivos

Gavi, que será titular en Lisboa, un guerrero al límite que suma episodios conflictivos

Actualizado Lunes, 20 enero 2025 - 19:58

Gavi no sabe de medias tintas. Su carácter y su garra en el terreno de juego lo llevan a vivir prácticamente cada partido al límite, a 200 pulsaciones por minuto. Si cuentas con alguien así en tu equipo, es muy posible que lo adores mientras el resto de aficiones, muy seguramente también, lo detesten. En LaLiga podemos encontrar un gran número de futbolistas y ex futbolistas que encajan en este perfil.

El ex seleccionador Luis Enrique, grandes ex estrellas de este deporte, como Hristo Stoichkov, Hugo Sánchez o incluso un Vinicius a quien le cuesta horrores quedarse callado cuando algo no le cuadra, serían algunos ejemplos.

El joven centrocampista está una y otra vez en el ojo del huracán. Y no sólo en su club, por mucho que algunas de las tormentas tengan mucho que ver con su exacerbado barcelonismo. En junio de 2023, por ejemplo, fue recibido con fuertes insultos por una minoría de seguidores cuando quiso dedicar unas palabras a los asistentes durante los actos de celebración por el triunfo de la Roja en la Liga de Naciones.

Sus prácticamente continuos encontronazos con Vinicius en toda una retahíla de clásicos, el golpe que le propinó a Ceballos como represalia tras una fuerte entrada del madridista sobre Robert Lewandowski, o la dureza con que se emplea en el terreno de juego, muchas veces al límite del reglamento y jugándose la posibilidad de ver cartulinas tanto amarillas como rojas, tal vez, tuvieron algo que ver con ello.

Discusiones ante el Madrid

En el clásico de Liga disputado el pasado 26 de octubre, Gavi se mofó de Vinicius al recordarle la dureza del marcador que estaba encajando el Real Madrid en el Bernabéu mostrándole cuatro de los dedos de su mano izquierda después de que el delantero tuviera uno de sus enésimos roces con los azulgrana. El brasileño contraatacó esgrimiendo que, al lunes siguiente, iba a recoger su primer Balón de Oro. Así parecían garantizarlo todas las quinielas. El trofeo, no obstante, fue finalmente a parar a manos de Rodri.

El centrocampista azulgrana tampoco se mordió la lengua en el Coliseum Alfonso Pérez Muñoz. En un partido de altísima tensión, en el que Alejandro Balde denunció incluso haber recibido insultos racistas desde la grada, el de Los Palacios no dudó tampoco en tratar de echarle sal a la herida de un Getafe que está peleando para mantener la categoría con mensajes de «¡A Segunda!», proferidos, según señalaron varios futbolistas azulones, tapándose la boca.

«Gavi nos ha dicho: 'A Segunda, a Segunda'. Encima se tapaba la boca. Yo le decía que si era tan mayorcito para decirlo, que se quitara la mano», lamentó Juan Iglesias tras el duelo. El centrocampista azulgrana, además, es fiel a su perfil combativo tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. El año pasado, aun estando lesionado, también cargó contra Paco González después de que el comunicador acusara a Pau Cubarsí de haber exagerado una jugada dentro del área rival para provocar un penalti.

Omar Mugharbel, CEO de liga saudí: “Vinicius sería un gran fichaje para cualquier club de nuestro país”

Actualizado Viernes, 10 enero 2025 - 19:24

La Saudi Pro League se ha convertido en una de las competiciones que más interés despierta, no tanto por su día a día a nivel deportivo como por su continua presencia en el mercado de fichajes. Su hombre clave es Omar Mugharbel, CEO de la competición y máximo responsable de la liga. El ejecutivo se sienta con EL MUNDO en Yeda en un momento en el que se rumorea con una supuesta oferta por Vinicius.

Han pasado dos años desde la llegada de Cristiano, un antes y un después. ¿Cuál es la situación de la liga saudí?
En ese momento nos pusimos en marcha para transformar la liga en diferentes ámbitos. En cuanto a gobernanza, licencias, la relación entre clubes, comercialización, desarrollo de jugadores... La gente se ha fijado en los jugadores que hemos fichado, pero es importante lo que hemos construido dentro de la liga. El interés ha crecido enormemente por parte de aficionados, clubes y jugadores, emitimos la liga en más de 160 países, la audiencia crece, hemos cuadriplicado los seguidores en nuestros canales digitales, hemos duplicado los ingresos comerciales, los clubes ya son motores comerciales también, el nivel de juego ha aumentado... Tenemos una liga competitiva y sostenible.
El primer paso fueron las estrellas, ¿cuál es el siguiente?
Las estrellas son una constante. En la próxima ventana de fichajes los clubes evaluarán sus necesidades y veremos. Queremos atraer jugadores jóvenes y por eso hemos añadido dos puestos para menores de 21 en cada plantilla, queremos que se desarrollen con la liga. Y luego mejorar infraestructuras y la parte digital. Vamos a organizar el Mundial 2034, así que todo va a mejorar mucho todo el ecosistema.
¿Tiene la sensación de que son los europeos los que dan el primer paso para negociar con el fútbol saudí por una necesidad económica?
Bueno, no voy a decir eso exactamente, pero creo que el diálogo nunca ha sido tan fuerte como ahora. Hay una relación establecida desde hace dos años y el beneficio para todos es muy grande, tanto a nivel de traspasos como de experiencias.
La Administración saudí parece haber cambiado su idea con respecto a la inversión: menos inversiones en el extranjero, como el Newcastle, y más a nivel local. ¿Cómo influye eso en la liga?
Ese es otro departamento, no es competencia de la liga, pero lo que puedo decir es que en la liga no hay escasez de inversión y va a seguir siendo así por el Mundial de 2034. Se trata de construir una industria y acelerar su crecimiento dentro de nuestro país.
¿El objetivo de cara a 2034 es ser la mejor liga del mundo?
El objetivo es seguir mejorando y aprovechar nuestras oportunidades. Tenemos el Mundial y van a pasar grandes cosas en los próximos 10 años y no estaremos donde estamos hoy, obviamente. Vamos a mejorar instalaciones, la visibilidad y el atractivo del fútbol saudí. Vamos a ser mejores. Cuanto más fuerte sea la liga, mayor será el talento de la selección.
Para ser una de las mejores ligas se necesita a los mejores jugadores. Uno de ellos es Vinicius. ¿Es cierto que hay un interés de Arabia Saudí en el brasileño?
Tengo que ser honesto. Estamos interesados en cualquier que quiera ser parte de nuestro viaje. Los jugadores son parte del éxito de una liga, eso es así. No voy a hablar de ningún jugador en concreto porque luego eso es decisión del club, que identifique un talento deportivo o comercial y se produzcan conversaciones. Nosotros sólo facilitamos el proceso. Obviamente, alguien como Vini sería un gran fichaje para cualquier club saudí.
¿Cómo funciona el sistema de fichajes en la liga saudí? ¿Es cierto que es la liga quien elige el club de destino del jugador?
Hay un Fondo en el que se apoyan los clubes y luego tienen sus propios presupuestos para fichajes. Nuestro objetivo es asegurarnos de que el proceso de identificación de talento, evaluación del valor, contrato, llegada al club y demás sea correcto. No llegamos y decimos «este jugador tiene que jugar en este club». Eso no. Ayudamos en el proceso con un programa que se lleva 'Centro de Adquisición de Jugadores'.
Están privatizando los clubes de la liga. ¿Cómo afecta eso a toda la competición?
El objetivo es que todos terminen siendo privados. Ahora mismo hay ocho. Afecta mucho, porque con la privatización la mentalidad de los clubes cambia desde el punto de vista comercial. Ayudará a acelerar el camino que queremos seguir.
Vinicius podrá jugar la Supercopa: Disciplina le impone dos partidos por su expulsión en Valencia

Vinicius podrá jugar la Supercopa: Disciplina le impone dos partidos por su expulsión en Valencia

Han sido varios días de análisis semántico por unos y otros de lo que César Soto Grado había indicado en el acta del Valencia - Real Madrid del pasado viernes respecto a la expulsión de Vinicius por empujar en el cuello a Stole Dimitrievski. La clave en la redacción del documento estaba en las expresiones: "fuerza no insignificante" y "sin estar el balón en disputa".

El Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol ha interpretado la más leve para los intereses del Real Madrid y el delantero brasileño. Así, ha calificado la acción como una conducta violenta incluida en el artículo 130 del Código Disciplinario de la RFEF por la que le impone, al ser una roja directa, dos partidos de sanción que se cumplirán en la competición en la que se produjo la misma.

Además, esta sanción lleva adscrita una multa pecuniaria para el club de 700 euros y de 600 euros al jugador infractor, en este caso el propio Vinicius, en aplicación del artículo 52 del citado código.

El futbolista brasileño, cuya sanción se movía en un arco de dos a tres partidos, se perderá los duelos de liga ante Las Palmas el próximo 19 de enero en el Santiago Bernabéu y ante el Valladolid el día 25 del mismo mes en Zorrilla.

El Comité considera que la acción ante el portero valencianista se ha producido sin haber posibilidad de disputar el balón o el juego detenido, como refleja Soto Grado, y también que la fuerza empleada por el brasileño no era excesiva. Por eso la han encuadrado bajo el amparo del 130 y no del 103, que es el que habla de una "agresión" con la "circunstancia de que la acción tenga lugar estando el juego detenido" a la que se le aplica una sanción de cuatro a 12 partidos.

Esta última circunstancia, hubiera elevado el cumplimiento de la sanción a todas las competiciones organizadas por la Federación Española por lo que Vinicius no hubiera podido disputar la Supercopa en Arabia, torneo al que el Real Madrid ha viajado esta misma mañana tras su victoria copera del lunes ante la Unión Deportiva Minera.

Alegaciones del Real Madrid

No obstante, el Real Madrid ha querido recurrir la expulsión de su jugador y que se deje sin efecto la expulsión porque considera que concurre "un error manifiesto en el acta arbitral" ya que se basó "en una valoración incompleta y sesgada de los acontecimientos".

Explica el club que, antes del lance con Dimitrievski, se produjeron insultos racistas no recogidos en el acta así como una "provocación previa mediante agresión del jugador del Valencia". Mencionan también, como atenuante, el arrepentimiento del jugador al terminar el encuentro.

El Comité responde al Real Madrid que el propio club no niega la acción que realiza Vinicius, que es la que se debe juzgar en el caso que ocupa, y que el colegiado pudo visionar toda la acción, incluido el gesto inicial del guardameta valencianista, que también se ha tenido en cuenta en la resolución.

Por último, Disciplina informa de la recepción por parte de LaLiga de un informe en el que se recogen cánticos vejatorios producidos en Mestalla y que "incoará el oportuno expediente extraordinario para que pueda dilucidarse en el mismo, con todas las garantías, los hechos que puedan acreditarse y la imposición, en su caso, de las sanciones que correspondan".

El nuevo empujón de Arabia Saudí: tentar a Vinicius, una Superliga de ciclismo, 100 millones para boxeo y “no tirar el dinero”

Actualizado Martes, 7 enero 2025 - 20:15

Arabia Saudí fichó a Cristiano Ronaldo, tentó sin suerte a Kylian Mbappé y persigue ahora a Vinicius, que mientras perfila su próxima renovación con el Real Madrid tantea su valor de mercado en tierras árabes. Sabe el brasileño, y especialmente sus agentes, que el Gobierno saudí lo dará todo por convertir su país en una potencia mundial a todos los niveles. Y eso incluye el fútbol y el deporte. El príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, de sólo 39

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Vinicius se desquicia en Mestalla, pero el acta del colegiado puede ''salvarle' de un castigo ejemplar

Vinicius se desquicia en Mestalla, pero el acta del colegiado puede ”salvarle’ de un castigo ejemplar

Mestalla es un estadio en el que Vinicius Jr. se desquicia y acaba expulsado por roja directa. Las dos únicas que ha visto desde que juega en España se las mostraron ante el Valencia en el campo de la Avenida de Suecia. Le ocurrió hace dos temporadas después de, con el marcador en contra, perder el control y dar un manotazo a Hugo Duro. Se marchó del campo denunciando insultos racistas, que aún se investigan en un juzgado, y con gestos de 'a segunda' a la grada. Aquella roja le fue retirada por el comité de competición y no conllevó castigo. La que vio anoche lo tendrá, pero cómo el colegiado justificó su decisión en el acta le puede 'salvar' de una sanción ejemplar.

Vinicius fue expulsado en el minuto 79 tras una agresión a Dimitrievski. El meta valencianista le tocó la espalda para que se levantara tras una fallida jugada de ataque, anulada por fuera de juego previo, y el brasileño se revolvió con una agresión. Soto Grado zanjó la polémica con dos amarillas, pero desde el VAR Muñiz Ruiz le avisó de que lo ocurrido podía ser "conducta violenta".

Los audios publicados por la RFEF recogen que el árbitro confirma que va a sacar roja, "por golpear con los brazos en la cara del portero" y pregunta si el balón está parado, a lo que su compañero responde: "Efectivamente". En una revisión minuciosa, se ve que el momento en que el árbitro pita fuera de juego en la acción previa y el momento de la agresión son prácticamente el mismo.

Sin embargo, en la redacción del acta, Soto Grado hace una matización que puede beneficiar al jugador del Real Madrid. "En el minuto 79 el jugador Vinicius fue expulsado por el siguiente motivo: golpear a un adversario en la cabeza de manera deliberada, sin estar el balón en disputa, empleando fuerza no insignificante. Una vez expulsado, dicho jugador tuvo que ser sujetado por miembros de su club y retirado a vestuarios mientras continuaban sus protestas".

La clave para la interpretación de los comités es que si balón está parado, la sanción puede ir de cuatro a 12 partidos, como le ocurrió al jugador del Leganés Óscar Rodríguez por agarrar del cuello a Yeremy Pino, porque se le aplicaría artículo 103: "Agredir a otro/a, sin causar lesión, ponderándose como factor determinante del elemento doloso, necesario en esta infracción, la circunstancia de que la acción tenga lugar estando el juego detenido o a distancia tal de donde el mismo se desarrolla que resulte imposible intervenir en un lance de aquél, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos".

Pero si la consideración es que la agresión se produce "sin estar el balón en disputa", el castigo puede quedarse en dos partidos.

Sea cual sea la interpretación, el Real Madrid va a recurrir para evitar una sanción que, si supera las dos jornadas, puede afectarle en Copa, el próximo domingo ante el Deportiva Minera en Cartagena, o en la Supercopa de España, que arranca el próximo jueves ante el Mallorca en Jeddha.

Ancelotti: "Eran dos amarillas"

Ancelotti espera al jugador porque ni siquiera vio expulsión. "Vamos a recurrir. Lo que pensamos es que no era roja, que eran dos amarillas. Ha sido un toque de Dimitrievski antes y un empujón de Vini luego, con dos amarillas el tema se acababa. No quiero decir que ha caído en la trampa. Ha intentado hacer las cosas como siempre, hacer su partido. A veces le sale bien y a veces un poco menos. Y nada más, sigue siendo un jugador determinante para nosotros", justificó el técnico italiano, que no ocultó la mala primera parte del Real Madrid. "Es difícil explicar lo mal que lo hicimos en la primera parte y lo bien en la segunda con uno menos. No podemos mostrar estas dos caras", se lamentó, como también por los penaltis fallados. "Creo que tengo que tomar yo la responsabilidad de elegir quién va a tirar", advirtió.

A Vinicius le ayudó que su compañeros fueran capaces de remontar el partido y, por eso, les pidió "perdón" y les dio las "gracias" en redes sociales. Sin embargo, ese post no estuvo exento de polémica.

El brasileño añade un emoticono de dos dedos, un gesto que dirigió a la grada de Mestalla durante varios momentos del partido en los que le silbaban o coreaban la burla 'Balón de playa, Vinicius, balón de playa'.

De manera disimulada, pero recogida en imágenes de partido, el delantero hacía el gesto que ya reprodujo hace dos años en Mestalla. Esta vez, los jugadores del Valencia no se dieron cuenta, pero Hugo Duro le mandó un mensaje: "Que se dedique a jugar, que lo hace bastante bien, y que no se meta en guerras que no son suyas".