Regatear hacia el banquillo

Regatear hacia el banquillo

Más que un preparador físico, un psicólogo u otro sistema de juego, la temporada de Kylian Mbappé la salvaría una brújula. Le salen todos los regates en horizontal. Zigzaguea potente, se quita rivales en dribbling o manoteando, avanza en ilusionante carrera hasta que el espectador, a la vez que sus rivales y compañeros, advierte que su destino parece el banquillo o la propia cámara de televisión. Cuando intenta avanzar en vertical el desenlace es

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Vinicius sufre una lesión muscular y es baja hasta la Intercontinental

Vinicius sufre una lesión muscular y es baja hasta la Intercontinental

Nuevo problema para el Real Madrid. El conjunto blanco ha anunciado que Vinicius Júnior sufre una lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda. El futbolista brasileño se perderá, como mínimo, cinco partidos y la idea del cuerpo técnico de Carlo Ancelotti es que esté listo para la Copa Intercontinental, que se disputará el próximo 18 de diciembre en Doha.

"El loco calendario... A recuperar", ha escrito el delantero en sus redes sociales. La realidad es que Vinicius ha sido el tercer jugador más utilizado por Ancelotti durante este primer tramo de la temporada, sólo superado por Rüdiger y Fede Valverde. El ex del Flamengo acumula 1.522 minutos en 18 partidos, en los que ha anotado 12 goles y ha dado ocho asistencias.

El partido más importante que se perderá Vinicius será el de este miércoles en Anfield ante el Liverpool, duelo clave para el Madrid en la liguilla de la Champions League. Los blancos son 18º en la clasificación tras dos victorias y dos derrotas, y se enfrentan a unos 'reds' que lideran la tabla con cuatro triunfos en cuatro encuentros.

El brasileño, que no presentaba síntomas de lesión ante el Leganés, disputó los 90 minutos en Butarque tras haber viajado con Brasil en el parón de selecciones. Buscaba el gol el delantero, al que Ancelotti dejó en el campo mientras retiraba a Mbappé, que no había sido llamado con Francia para los duelos internacionales.

No es una lesión nueva para Vinicius, que durante el curso pasado ya sufrió molestias parecidas en dos momentos de la temporada. Se perderá Anfield, los duelos ligueros ante Getafe, Athletic y Rayo y el de Champions en Bérgamo contra el Atalanta.

En su lugar, Ancelotti valora apostar por Arda Güler, Brahim o Rodrygo, si el brasileño se recupera a tiempo.

Gol de terapia para Mbappé en una plácida victoria del Madrid ante el Leganés

Gol de terapia para Mbappé en una plácida victoria del Madrid ante el Leganés

Hay sitios donde no se debe jugar al corro de la patata. El ataque del Madrid es uno de esos lugares. Altimira hizo algo peor. Giró sobre sí mismo, invirtió el sentido de la salida del balón y dirigió la pelota hacia Dmitrovic, su portero. En la maniobra tenía el peor acompañante posible: la duda. Los depredadores la sienten, la huelen. Los depredadores son Belligham, Vinicius o Mbappé. La muralla de Butarque había caído y ya no volvería a levantarse. Todo lo contrario.

A Bellingham correspondió el robo, a Vinicius el pase y a Mbappé el gol. Nadie en el Madrid lo necesita tanto, porque ya son siete goles en 14 jornadas, uno cada dos partidos, pero pocos para el francés. Lo sabe. La ansiedad ha atrapado a su juego, algo apresurado en el regate y en la definición, por lo que este gol le puede permitir serenarse en un contexto distinto, con el Barça más cerca tras su empate en Balaídos. Sin embargo, se fue con mala cara, después de perder un mano a mano, otro más. La diferencia en la clasificación, de cuatro puntos, es engañosa por el partido aplazado en Mestalla debido a la DANA. El Madrid no puede pensar que es uno, pero uno significaría la práctica igualdad en la cabeza de una Liga que vuelve a empezar.

El Madrid lo hace con carencias por su parte de bajas, hecho que derivó en un once de circunstancias en Butarque. Asencio apareció en defensa, solvente, para proclamar que hay vida en la cantera, Valverde se situó como lateral en la izquierda y Fran García fue titular en la derecha. El único titular de verdad en la línea era Rüdiger. Ancelotti no cerró la opción de ir al mercado de invierno, pese a la resistencia del club. Los resultados lo decidirán, en la Liga como en la Champions. El choque de Anfield, el miércoles, llevará al extremo esos déficits. Algunos de los titulares en Butarque pueden no serlo ante el Liverpool. Veremos.

Ceballos, junto a Camavinga

Ceballos podría ser uno de ellos. Ancelotti lo situó junto a Camavinga, pero con un rol secundario para el español. Necesita su manejo de balón en una línea que lo pide a gritos, pero el manejo de verdad es para Camavinga, que ya se asienta como vértice principal. Tchouaméni, lesionado, no ha ofrecido en esa posición lo esperado y, dadas las circunstancias, podemos volver a verlo en muchos partidos como central, una vez regrese recuperado. Camavinga estuvo dinámico y solidario en el repliegue, pese a las escasas amenazas del Leganés, pero asentarse en ese lugar requiere tiempo y aprendizaje. No es el primero en adaptarse. Ni Kroos ni Modric llegaron como mediocentros puros al Bernabéu.

Con Camavinga hay dinamismo, pero Ancelotti necesita que también haya orden. El Madrid empezó eléctrico, especialmente cuando alcanzaba los tres cuartos, donde Mbappé progresó por la izquierda con Vinicius más centrado. Son dos futbolistas de un patrón similar, que alternan la banda y el área, aunque al francés no se le ha visto cómodo en el centro durante partidos anteriores. Si eso ha contribuido a su ansiedad, es difícil saberlo. La mejor terapia en esas situaciones, sin embargo, es volver al origen. Ancelotti no es terapeuta. Le basta con ser entrenador.

El cañón de Valverde

Mbappé pudo marcar en una acción al espacio, pero el fuera de juego volvió a devolverle a la casilla de salida. El gol fue mucho más sencillo, un regalo del Leganés puesto en la cajita por Vinicius. Cuando el Leganés suspiraba por su primera victoria con la igualada en el descanso, el error de Alti lo condenó. Los hombres de Borja ya no encontrarían argumentos para cambiar el decorado. El cañón de Valverde, tan duro como preciso, aumentó la ventaja y Bellingham se aprovechó del desgaste defensivo en el desenlace para cerrar una victoria plácida, sin sobresaltos antes de la batalla de Anfield.

Lo intentó Mbappé hasta el final, pero sin capacidad de desborde ni demasiada claridad, a pesar de estar más activo. En el mano a mano que le permitió un gran pase de Vinicius, el ganador fue Dmitrovic. Acto seguido dejó el campo, sustituido por Modric. Suma el francés, pero todavía se le espera.

Otro de los más esperados es Güler, no por su juego, sino por la decisión del técnico. Ancelotti le dio la banda derecha y el turco respondió con una acción de estrella en el área. Dmitrovic, por dos veces, le impidió marcar, pero el turco tiene cosas que este Madrid no debe despreciar, como las que aporta Brahim, mientras espera todavía al gran Mbappé. Anfield, un lugar ideal.

Vinicius revienta una tarde de calamidades ante Osasuna

Vinicius revienta una tarde de calamidades ante Osasuna

Después de tantas calamidades, el Madrid encontró un respiro ante Osasuna. Tres goles de Vinicius, tres, para que el Bernabéu le cantase lo que en otros estadios sonará a mofa. "¡Balón de Oro!" A quién le importa si el brasileño lo merece más que Rodri o si lo recibirá alguna vez en su vida. Lo mejor que le puede pasar al Madrid es contar largos años con su 7 en la camiseta. Hoy, en este otoño negro, Vinicius es nave nodriza, mascarón de proa, jugador franquicia. Incluso en un sábado marcado por el infortunio de las lesiones, sólo él hace lo que nunca le sale a Mbappé. [Narración y estadísticas (4-0)]

No había nada de festivo en el ambiente, sino más bien tonos fúnebres en el día de la patrona. Al homenaje a las víctimas por la DANA y al recuerdo de las debacles ante Barça y Milan hubo que sumar las lesiones de Rodrygo, Militao y Lucas Vázquez. Tras notar un desgarro en el muslo derecho, el delantero debió ceder su sitio a Brahim en el minuto 20. Si se le había escapado alguna lágrima, su desdicha pareció una broma tras escuchar los alaridos del central. A la media hora, Militao salía en camilla, con pánico generalizado en torno a su rodilla derecha.

Osasuna, quinto en la Liga con sólo una victoria menos que los blancos, se presumía un rival temible. En la actual dinámica, cualquier equipo con piernas frescas y extremos veloces puede destrozar la pizarra de Ancelotti. Así que a la media hora, con Brahim y Raúl Asencio ya sobre la hierba, la situación se antojaba ideal para los navarros. No habían inquietado a Lunin, pero tampoco sufrían en su área. El Madrid no sabía cómo nutrir a su delantera.

El regreso de Camavinga

Por desgarradora que parezca, la realidad no ha de ser enmascarada. Sin aquellos centrocampistas que marcaron una época en la Champions, los actuales ni siquiera se han ganado aún cierto estatus. Incluso Camavinga, el más capacitado para la posición de mediocentro, que regresaba a la titularidad tras su suplencia ante el Milan. El francés otorga otro ritmo y hoy parece el único capacitado para la exigencia física que requiere el puesto. Sin embargo, ni siquiera bajo su supervisión conseguía el Madrid cimentar un plan medianamente competitivo. Con la vuelta al 4-3-3, Bellingham y Valverde tampoco aportaban nada relevante en la creación.

Con Vicente Moreno cumpliendo su sanción desde uno de los palcos, Dani Pendín alentaba a sus muchachos desde el área técnica. Osasuna había desconectado a Vinicius y Mbappé. Durante la primera media hora, la mejor noticia para ambos fue su cifra de fueras de juego: cero. Entonces, cuando peor pintaba, Vinicius se sacó un as bajo la manga. Una maravilla de velocidad y precisión ante Sergio Herrera. Uno de esos goles por los que suspira Mbappé.

Militao, sobre la hierba, tras su lesión de rodilla.

Militao, sobre la hierba, tras su lesión de rodilla.AFP

La ventaja tuvo un efecto cicatrizante para el equipo y la afición. Cuando Asencio quiso aventurarse en campo rival, con el cuello erguido, hubo algún gesto de asombro. Y cuando colocó un envío de 50 metros para que Bellingham definiera el 2-0, retumbó el aplauso unánime. Rüdiger, Camavinga y Lucas acudieron prestos a abrazar al chico. El ánimo ya ni siquiera a decaer tras el infortunio del capitán. Se había lastimado en el aductor izquierdo, pero el coruñés quiso aguantar hasta el descanso. Ni aun así pudo darse una alegría Bryan Zaragoza, del que tanto se esperaba.

Los intentos de Mbappé

Ancelotti recompuso la línea dando entrada a Modric y con el remiendo de Valverde en el lateral. Ya nada ni nadie iba a importunar a Lunin. Ni una sola parada le exigió Osasuna, así que, cumplida la hora de juego, el ucraniano bajó un córner con autoridad y regaló un balón medido para el 3-0. No había modo, reglamentario o no, de sujetar a Vinicius. Mbappé había querido emularle con una soberbia arrancada ante Areso frenada a duras penas por Catena. Cuando el francés tomó el balón en la frontal para animarse con el libre directo, nadie esperaba un disparo tan enclenque. En la siguiente, tras dejar sentado a Aimar Oroz, volvió a trastabillarse ante Moncayola. Al francés le falta el remate y le sobra el regate.

Mientras el Bernabéu se rompía en aplausos con Camavinga, por el simple hecho de presionar tras una pérdida, Mbappé chutaba contra el lateral de la red. Diríase que Vinicius también suspiraba por hacerle feliz. O incluso los centrales de Osasuna, que regalaron una salida de balón para que Brahim dejase en bandeja el 4-0 al brasileño. En la acción siguiente tampoco supo el astro francés imponerse ante Boyomo. Consciente de su sus carencias, Ancelotti se negó a retirarle. Restaban 20 minutos para Güler, Endrick y el anhelado gol de Mbappé, pero ni por esas.

Rodri superó a Vinicius en el Balón de Oro por 41 votos, tan sólo un 0,6% del total

Rodri superó a Vinicius en el Balón de Oro por 41 votos, tan sólo un 0,6% del total

Actualizado Viernes, 8 noviembre 2024 - 19:01

Sólo 41 puntos separaron a Rodrigo Hernández de Vinicius en el reciente Balón de Oro, según el detalle de la votación divulgado por France Football y L'Equipe. El centrocampista del Manchester City logró 1.170 puntos mientras que el delantero del Real Madrid obtuvo 1.129, lo que supone el resultado más apretado desde 2019, cuando Leo Messi superó a Virgil van Dijk.

En términos porcentuales, Rodri consiguió el 17,6 % de los votos, frente al 17 % de Vinicius. Entre los 99 miembros del jurado que votaron, tras la ausencia de Siria, 15 no colocaron a Rodri o a Vinicius en primer lugar de su lista particular de los 10 mejores, con una predilección especial para otros futbolistas del Real Madrid.

Los 10 seleccionados por cada uno de los 99 periodistas recibieron, respectivamente, 15, 12, 10, 8, 7, 5, 4, 3, 2 y 1 punto.

Jude Bellingham (cinco veces), Dani Carvajal (4) y Toni Kroos (2) fueron los más votados en primer lugar aparte del dúo de cabeza. Con una sola mención al frente de una lista estuvieron Kylian Mbappé, Erling Haaland, Lautaro Martinez y Ademola Lookman. Además, solo cinco miembros del jurado no colocaron a Rodri entre sus 10 elegidos, mientras que Vinicius fue ignorado por tres.

Como curiosidad, ningún miembro del jurado coincidió con el 'top 10' exacto de este año, y solo siete lo hicieron con los cuatro primeros: Rodri, Vinicius, Bellingham y Carvajal. El Balón de Oro 2024 se entregó en una gala celebrada el pasado 28 de octubre en París.

Una lupa sobre Ancelotti: la posición de Bellingham, los minutos de Güler y Endrick, la presión de Mbappé...

Una lupa sobre Ancelotti: la posición de Bellingham, los minutos de Güler y Endrick, la presión de Mbappé…

El Real Madrid no encajaba tres o más goles en dos partidos seguidos jugados en el Santiago Bernabéu desde mayo de 2009: un histórico 2-6 contra el Barcelona y un 1-3 contra el Mallorca que sentenciaron el futuro de Juande Ramos en el banquillo del conjunto blanco. Fue una crisis sin precedentes que provocó el regreso de Florentino Pérez a la presidencia. Estos días, el 0-4 encajado en el clásico y el 1-3 del martes ante el Milán han vuelto a revolver las aguas de Chamartín, donde hay «preocupación», admiten fuentes cercanas al vestuario.

La situación no es tan dramática como entonces, pero la acumulación de derrotas, dos en Champions League en cuatro partidos, la distancia de nueve puntos con el Barça en Liga (a expensas de lo que suceda en el Valencia-Real Madrid que queda por disputarse) y, especialmente, la imagen del equipo en las últimas semanas preocupan en las altas esferas del club.

Ancelotti insiste en que el mayor problema es defensivo, y en los números es evidente. Pero hay muchos más. A estas alturas de la pasada Liga, el Madrid sumaba 29 puntos en 12 jornadas, había empatado dos partidos y había perdido uno, el derbi del Metropolitano contra el Atlético. Su cuenta goleadora se cifraba en 23 tantos y los encajados eran sólo ocho. Todo habiendo perdido a Benzema, encajando a Bellingham en el puzle y sufriendo las lesiones de Courtois, Alaba y Militao.

Este curso, el Madrid ha pasado de ese cambio Benzema-Bellingham a uno que ha trastocado más su estilo: Kroos por Mbappé. El conjunto blanco suma 24 puntos en 11 jornadas, con tres empates y una derrota, 21 goles a favor y 11 en contra. En números, parece que no ha cambiado tanto. Si igualamos aquella derrota del Metropolitano con el fracaso de este año en el clásico, encontramos dos noches negras en liga.

La realidad de la Champions

La gran diferencia está en la Champions. Hace doce meses, el Madrid acumulaba cuatro victorias en cuatro partidos, con triunfos de nivel en Nápoles o Braga antes de terminar la fase de grupos de forma inmaculada. Estos meses, los blancos han caído en Lille, han remontado al Dortmund tras una horrible primera parte y han caído con estrépito ante el Milán. Y no hay otra cosa que se valore más en Valdebebas que la imagen continental. Algo que preocupa mucho en una Champions que ahora tiene formato liguilla. El Madrid está en la zona media, fuera de los ocho primeros y en un puesto que le obligaría a disputar el playoff previo a los octavos.

De la derrota contra el Milán el club ha sacado varias sentencias negativas. Ancelotti volvió a probar un centro del campo alternativo y le salió mal. Sentó a Camavinga y centró a Modric con Tchouaméni, dejando las bandas para Bellingham y Valverde. Ninguno en su sitio natural. Arriba, centró de nuevo a Vinicius, más pegado a Mbappé y lejos de la cal, donde ha brillado en los últimos años. Y atrás, el mayor dolor de cabeza de estas semanas es el lateral derecho. Se valora a Lucas por su entrega, pero los partidos ante Dortmund, Milán y Barça han dejado claro al club que debe reforzar la posición en invierno.

A su lado, el nivel de Militao, Mendy y Rüdiger ha bajado, como el de todos, algo colectivo que pone en la lupa a Ancelotti. El italiano, que se ha ganado el tiempo para darle la vuelta a la imagen de la plantilla, tiene la confianza de club y vestuario, pero en sala de prensa ya deslizó que sus jugadores estaban «vagos». «El año pasado fuimos campeones así», dijo también. Pero la llegada de Mbappé ha lastrado la presión del equipo.

En los cuatro partidos de Champions ha sumado menos kilómetros que su rival y volvió a dejar sin minutos a Arda Güler y Endrick, dos jóvenes a los que la directiva y la afición quieren ver sobre la hierba, pero que parecen olvidados por el técnico desde Lille. El martes salieron Ceballos y Fran García antes que ellos. Eso, junto a la posición de Bellingham, que ha jugado ya en todas las posiciones menos en la que brilló el año pasado, se mira con lupa estas semanas.

Historia del boicot al Balón de Oro: la filtración del City al Madrid, un avión con 50 personas y el “no vamos” que provocó un cisma en París

Actualizado Martes, 29 octubre 2024 - 01:12

El avión tenía que despegar del Aeropuerto de Barajas a las tres de la tarde, pero unos minutos antes un mensaje llegó a los móviles de los responsables del vuelo, de varios jugadores, de algunos directivos y de Carlo Ancelotti. En total, 50 personas preparadas para volar: «No vamos». Así comenzó el histórico boicot del Real Madrid a la gala del Balón de Oro tras enterarse, gracias a varias filtraciones, algunas provenientes del Manchester City, de que el ganador del trofeo iba a ser Rodrigo Hernández y no Vinicius Júnior o Dani Carvajal. «Una falta de respeto», aseguran fuentes del conjunto blanco a este periódico, que provocó una tarde delirante en las calles de París.

La capital francesa esperaba al brasileño en el altar del Teatro du Chatelet. Le esperaba París, le esperaba gran parte del fútbol europeo, le esperaba el Madrid y lo esperaba el propio futbolista. Parecía un secreto a voces y estaba todo controlado. Así lo deslizaban todas las partes, incluida la organización de la gala, que tenía confirmadas a 50 personas, entre deportistas, directivos y familiares, del conjunto madrileño en el centro de la ciudad. El entorno del delantero tenía visto un local en París para celebrar el trofeo en la noche del lunes, la ropa e incluso iba a ser el protagonista de la inauguración de una tienda Nike en la Gran Vía madrileña esta semana, evento cancelado ahora. «Está muy decepcionado», admiten los que mejor le conocen.

El público sabrá que el ganador del Balón de Oro se suele filtrar semanas antes del evento para realizar las clásicas fotos que luego serán portada de France Football, pero este año la organización del premio había cambiado por completo. La UEFA se ha encargado de todas las acreditaciones, tanto de los medios como de los deportistas y demás invitados, y la responsabilidad de recopilar los votos ha caído sobre el diario L'Equipe. Sobre el papel, nunca mejor dicho, una premisa que todo el mundo debía cumplir: sólo dos personas debían saber el ganador antes de la nueve de la noche del lunes 28 de octubre. Después de años de filtraciones, la organización quería una resolución en directo y que ni siquiera los protagonistas lo supieran. Y todo siguió su curso hasta el domingo por la mañana.

Confirmación fallida

El Madrid, convencido de la victoria de Vinicius, comenzó a tantear a los responsables el domingo por la tarde, y al no tener una respuesta concreta empezó a sospechar. También Vinicius, que durante el día intentó confirmar su premio sin éxito, asumiendo que la respuesta era más negativa que positiva.

En el mediodía del lunes saltó la noticia. Varios directivos del Real Madrid comenzaron a recibir filtraciones sobre la elección de Rodri, una de ellas por parte de miembros del Manchester City. La exclusiva, que otros años aparecía semanas antes, se descubrió a seis horas del inicio de la gala, cuando los jugadores estaban camino de Valdebebas para coger el autobús hacia el aeropuerto. «La UEFA y el Balón de Oro no respetan al Real Madrid y el Real Madrid no está donde no se le respeta», fue la frase que dominó la conversación en Valdebebas.

El avión no despegó y las 50 personas se quedaron en Madrid, rompiendo los esquemas de la organización: «Nos sorprende mucho esta ausencia», comentaban en el Hotel du Collectionneur, donde se alojaron los invitados. La gala quedó algo descafeinada con las ausencias madridistas, muchos huecos vacíos. No viajó nadie, ni siquiera Butragueño, un fijo en estos eventos. Así de mayúsculo fue el enfado del conjunto blanco, molesto por Vinicius y enrabietado por Carvajal, al que consideraban mejor candidato español que Rodri.

Mensajes de apoyo

Mientras el centrocampista del City levantaba el trofeo, los futbolistas de la plantilla del Madrid empezaron a apoyar al brasileño en sus redes sociales. "La política del fútbol. Hermano, eres el mejor jugador del mundo y ningún premio puede decir lo contrario. Te quiero", escribió Camavinga.

Militao escribió "eres el mejor y nadie te lo puede quitar", como Tchouaméni: "Nada te quitará lo que has conseguido. No están preparados para lo que vas a dar". Fede Valverde también le apoyó: "No hay premio que acredite lo bueno que eres. Y no sólo estoy estoy hablando de tu calidad como jugador, sino fuera de la cancha también".

Incluso Ancelotti tuvo un mensaje para él al agradecer el premio a Mejor Entrenador. "Me gustaría agradecer a mi familia, mi presidente, mi jugadores... y por encima de ellos a Vini y Carvajal". Después de ellos, Vinicius dejó una publicación contundente en sus redes: "Lo haré x10 si es preciso. No están preparados".

Las razones que explican el éxito del fútbol español, en el mejor momento de su historia

Las razones que explican el éxito del fútbol español, en el mejor momento de su historia

La coronación de Rodri como Balón de Oro 2024 representó la cúspide de un triunfo de alcance planetario para el fútbol español. En la gala celebrada ayer en París también fueron premiados Lamine Yamal (mejor futbolista sub-21), Aitana Bonmatí (Balón de Oro femenino), el Real Madrid (mejor club masculino) y el Barça (mejor club femenino). Asimismo, Dani Carvajal (cuarto) y Lamine (octavo) entraron en el top-10 del Balón de Oro, al igual que Salma Paralluelo (tercera), Mariona Caldentey (octava) y Alexia Putellas (décima). Sin olvidar a Pep Guardiola, Luis de la Fuente, Xabi Alonso y Jonathan Giráldez, que optaban al premio de mejor entrenador o Unai Simón, finalista en el Trofeo Yashin. Una extraordinaria representación que evidencia el estado de nuestro fútbol, en el mejor momento de su historia. Estas son cinco razones de un éxito mundial.

Títulos de selecciones

Quizá ningún argumento con tanto peso para valorar a una potencia como el balance de sus selecciones. En categoría masculina, España es la vigente campeona de cuatro torneos: la Eurocopa (2024), los Juegos Olímpicos (2024), la UEFA Nations League (2023) y el Europeo sub19 (2024). Hay que añadir un título más en categoría femenina, donde ostenta el Mundial (2023), la Nations League (2024), el Mundial sub17 (2022), la Eurocopa sub19 (2024) y la Eurocopa sub17 (2024). Este bagaje, que concilia los éxitos de los mayores y los jóvenes, multiplica el optimismo para el Mundial de EEUU (2026) y el Mundial de Brasil (2027).

Una idea desde abajo

El fútbol base español y la aplicación de una idea común llevan años sirviendo como ejemplo en todos rincones del planeta. Desde finales del pasado siglo, las instituciones públicas y la Federación (RFEF) iniciaron un triple cambio: de estructuras (con canchas de fútbol-siete de hierba artificial y pabellones cubiertos de fútbol sala), de entrenadores (con licencia desde la base) y de paradigma (con el balón como protagonista). Y hoy, sencillamente, se recogen los frutos a todos los niveles. Que el actual momento de gloria coincida con el peor de la Federación explica, mejor que nada, la fuerza y la resiliencia de nuestro fútbol.

El poder de LaLiga

El nivel de los equipos de LaLiga se demuestra a través de su nivel en los torneos continentales, donde lucen una racha demoledora. Porque desde los tropiezos de Valencia y Alavés en la Champions y la Copa de la UEFA de 2001 ante Bayern y Liverpool se han enlazado 19 finales sin derrota ante adversarios europeos. Desde el 2-1 del Real Madrid al Leverkusen en Hampden Park (2002) al más reciente 3-1 de los blancos frente al Dortmund en Wembley. Entre medias, los triunfos de la selección absoluta en tres Eurocopas (2008, 2012, 2024) y una Copa del Mundo (2010).

El valor de ellas

Por primera vez desde 2018, año de la creación del Balón de Oro femenino, un país ha acaparado las dos máximas distinciones individuales. Rodri y Aitana se repartieron la gloria en París. Sin embargo, el factor diferencial en nuestro país a lo largo de la última década lo han marcado ellas. No sólo a través de los logros colectivos de la selección o del Barça, con tres Champions desde 2021, sino con su masiva representación en el Balón de Oro. Alexia Putellas ganadora en 2021 y 2022, ha cedido ya su trono a Aitana, mejor futbolista en 2023 y 2024. Asimismo, las menciones de honor para Salma Paralluelo (tercera en 2023) y Jennifer Hermoso (segunda en 2021 y Premio Sócrates 2024 en reconocimiento a su compromiso para la construcción de una sociedad más justa e inclusiva).

Dos buques insignia

La supremacía de Real Madrid y Barça, los dos grandes transatlánticos españoles, se escenificó ayer en el Théâtre du Châtelet. Pese a la decisión de no viajar, en protesta por la derrota de Vinicius ante Rodri, el equipo blanco fue proclamado como el mejor del año, con Carlo Ancelotti como mejor entrenador, con Jude Bellingham tercero en el Balón de Oro y con Kylian Mbappé, sexto y Premio Gerd Müller al máximo anotador del curso (52 goles). El Barça, mejor club femenino, pudo añadir a Dani Olmo, decimotercero, Pau Cubarsí, quinto en el Trofeo Kopa, más Giráldez, Lucy Bronze y Ewa Pajor en categoría femenina. Si Florentino Pérez ha consolidado al Madrid como el de mayores ingresos en Europa, según los últimos datos de Deloitte, Joan Laporta aún lucha por reflotar a un club en situación crítica, pero que hoy ya parece preparado para asaltar todos los títulos en juego.

Vinicius obliga al Madrid a cometer un gran error

Vinicius obliga al Madrid a cometer un gran error

Actualizado Lunes, 28 octubre 2024 - 23:06

En el primer himno del Real Madrid de la época de Santiago Bernabéu se cantaba: Enemigo en la contienda / cuando pierde da la mano / sin envidias ni rencores / como bueno y fiel hermano [...] Caballero del honor. Es evidente que el Real Madrid ha perdido la esencia de un club que creó la Copa de Europa, con ayuda de L'Equipe. Un diario que era poderoso y que ahora está carcomido por el dinero de Qatar.

Hay que recordar que la revista France Footb

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El Madrid y el Balón de Oro: "Cuando pierde da la mano, sin envidias ni rencores..."

El Madrid y el Balón de Oro: “Cuando pierde da la mano, sin envidias ni rencores…”

«Cuando pierde da la mano, sin envidias ni rencores...», dice el himno del Madrid, el himno antiguo, como antiguo es el concepto del señorío. Hace tiempo que estamos en otros tiempos. El Madrid pierde el Balón de Oro, que consideraba hecho para Vinicius, y en lugar de dar la mano al vencedor, llama a Barajas para que no suban el catering al avión y se pague lo que se deba. Una decisión impropia de una institución que no representa a un futbolista

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