Nico Williams: “Mi objetivo número 1 en la vida es la lucha contra el racismo”

Actualizado Domingo, 13 octubre 2024 - 23:09

A Nico Williams (Pamplona, 2002) le encanta empezar las frases por 'obviamente', pero hay pocas obviedades en lo que dice entre carcajada y carcajada. La Eurocopa le ha catapultado a un nivel de popularidad difícilmente alcanzable para quienes juegan fuera de Madrid y Barcelona y su continuidad en el Athletic ha sido uno de los culebrones del verano, sin embargo aparece con una gorra, una sonrisa y una naturalidad que escasean en las alturas del fútbol en que él se mueve ahora. Bueno, las gorras no escasean.

Nico y su 'hijo' Lamine Yamal se han convertido en el rostro alegre de un mundillo que se toma a sí mismo demasiado en serio, pero también en referentes del único tema con el que el extremo se pone grave: la lucha contra el racismo.

Veo tu cara en carteles y marquesinas anunciando hamburguesas por todos lados. ¿Alucinas?
Bufff... Obviamente, es difícil asumir todo esto, ¿no? Es decir, hasta ahora era sólo un chaval medio anónimo, no he acaparado muchas portadas. crecer como famoso me hace súper feliz, para mí es un sueño cumplido y quiero seguir creciendo en ese sentido, pero por otra parte... Joder, impresiona ver tu cara por todas partes. Al menos salgo guapo en lo de Goiko, ¿no? (risas).
Impecable. En tu día a día, ¿notas mucho cambio desde verano?
Sí, un montón. Antes de la Eurocopa sí que me conocía gente en España, pero ahora es algo mundial. Cuando fuimos en Europa League a Italia para jugar con la Roma, yo pensaba que la gente no me iba a conocer allí y, de repente, llego y había bastante gente esperándome y diciendo mi nombre o pidiéndome fotos. Eso me impresionó. Todo es un poco diferente a la vida que llevaba antes, pero lo acepto con mucho gusto. Ojalá todos los problemas de la vida sean esos.
¿Puedes salir aún a la calle a dar una vuelta con amigos o se ha convertido en una odisea?
Aquí en Bilbao la gente suele respetar bastante. En esta ciudad, el hecho de jugar en el Athletic es un privilegio y todo el mundo te trata de maravilla, todo son elogios y no te agobian, pero en otros sitios la cosa se complica. Por ejemplo, siempre me ha gustado ir a Madrid con mis amigos o con mi familia y podía salir de compras como uno más, pasaba un poco desapercibido, pero las últimas veces ya he pasado de ir a la Gran Vía porque todo el mundo quiere fotos, se monta mucho lío y no puedes ni andar. La última vez entré a comprar una gorra en el Bershka con mis amigos y, de repente, me rodeó un montón de gente. Yo no entendía por qué. Ahora entiendo que ha cambiado mi nivel de fama y hay cosas que ya es mejor no hacer, pero en cualquier caso es muy bonito y estoy disfrutando la experiencia. ¿Cómo no te va a gustar que la gente te quiera tanto?
¿Te está teniendo que dar muchas collejas tu hermano Iñaki para que no se te vaya la cabeza?
Bueno, alguna, pero igual que me las daba antes (risas). De verdad creo que soy la misma persona que he sido siempre. No cambió nada mi personalidad ni mi forma de ser, hago las cosas que hacía antes y creo que estoy llevando todo este boom con mucha naturalidad. No me ha tenido que regañar mucho Iñaki.
Al final, eso sí, te has comprado el Porsche que tu madre y tu hermano no te dejaban antes.
Sí, pero me lo he tenido que currar. Gané una apuesta que teníamos mi hermano y yo con permiso de mi madre. Si ganaba la Eurocopa, me daban permiso para comprarme el coche y mira... Al final me lo he comprado con 22 años, he estado bastante con uno más normal. Es un premio que quería hace mucho tiempo porque me encantan los coches, pero me han hecho trabajármelo, como debe ser.
Ahora que han pasado tres meses y se ha enfriado todo, ¿cuál es el principal recuerdo te queda de la Euro?
El compañerismo y los amigos para toda la vida que me llevé de allí. Más de los que yo esperaba al principio, la verdad. Pasas 44 días con las mismas personas, con experiencias y formas de ver la vida parecidas y al final congenias.
La mayor de esas amistades fue con Lamine Yamal, os convertisteis en una especie de dúo cómico inseparable, los Faemino y Cansado centennials.
Buah, nos reímos mucho. Creo que se nota que tenemos las mismas personalidades o muy parecidas y nos gustan las mismas cosas. Es un chaval con el que me llevo de puta madre y al que siempre intento aconsejar lo máximo posible como ha hecho mi hermano Iñaki conmigo. Él está en un gran escaparate y es una estrella mundial con 17 años. Es una locura. Todo lo que le salga bien a Lamine me hace feliz. Es un gran jugador que aún está madurando y creo que no tiene techo si sigue haciendo las cosas como hasta ahora. Es un chaval que, encima, no ha cambiado nada con el éxito. Sigue siendo la misma persona y me alegro muchísimo de tenerle como amigo.
Y, por lo que comentas, de aconsejarle, actuando un poco de hermano mayor. ¿Notas que has madurado?
Obviamente. Más me vale... (risas). Al final, yo era un cabra loca, un chaval que alguna vez sí que la liaba en casa, pero por suerte he tenido a mi hermano para estar allí y frenarme para que no la liase demasiado. Cojo todos los consejos que me da e intento aplicarlos en mi día a día. A él le ha ido muy bien y yo quiero que me vaya igual de bien, así que escucho, aprendo y creo que se me nota.
Esa pareja Nico-Lamine se ha utilizado desde la Euro como imagen de la España actual, un país multirracial y multicultural. ¿Cómo llevas ese peso? ¿Te sientes un símbolo de ello?
Sí. Es evidente, ¿no? Y me gusta serlo. Es importante concienciar a todo el mundo de que mucha gente viene a España a buscarse el pan, a intentar lograr un futuro que no tiene en sus países y a dar una vida mejor a sus hijos. Mi familia hizo ese viaje y lo hemos contado hace poco en una película que creo que explica perfectamente cómo son casi todos los que vienen aquí. Creo que España está avanzando en el buen camino y hay que seguir así. Siempre hay gente que intenta vender otra imagen de los inmigrantes, pero son minoría. Estoy muy contento de ver que se avanza en esa batalla contra el racismo.
Es el único tema con el que te pones realmente serio.
Claro, porque sé que, al ser personaje público, tengo mucha gente que me admira, me sigue y me escucha e intento dar voz a este problema porque es muy importante. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer? Yo miro también por la gente que viene aquí desde África o desde dónde sea y está viviendo la misma situación que he tenido yo en casa. Es gente que merece ayuda y apoyo, no odio. Voy a intentar hacer lo máximo que esté en mi mano para que esas personas puedan tener una mejor vida.
Naciste en Pamplona cuando la situación familiar empezaba a mejorar, pero entiendo que te educaron siendo muy consciente de todo lo que habían pasado tus padres.
Sí, siempre. Para mí, la familia lo es todo. Son todo lo que quiero en esta vida y más. Sin ellos, no podría avanzar en este largo camino. Las situaciones que hemos tenido en casa te hacen unirte todavía más e intentar luchar contra todo para salir adelante. Cuando Iñaki y yo empezamos a jugar al fútbol, nuestro objetivo principal era poder ayudar a mi familia a tener una vida mejor. El primer deseo era sacar a mi madre y a mi padre del trabajo, poder mantenerles y devolverles todo el esfuerzo bestial que habían hecho por darnos una vida buena. Que tus padres estén orgullosos de ti es lo que todo futbolista sueña y nosotros lo hemos conseguido.
¿Te da miedo que la burbuja del fútbol y los sueldos millonarios te hagan olvidar ese origen?
No. Nosotros no funcionamos en base a eso. Mis padres me han inculcado unos valores que van mucho más allá del dinero y de los lujos. La verdad es que tener unos padres y un hermano así me ha hecho afrontar esto del dinero y la fama de una manera muy diferente, entiendo que nada de eso es lo realmente importante y que no soy mejor que nadie por tenerlo. Es verdad que en el fútbol hay de todo, siempre hay gente que puede perder la cabeza, pero en mi caso siempre he sido humilde y por mucho que tenga voy a ser la misma persona y voy a intentar ayudar a todo el mundo. Mi hermano y yo, como personas de raza negra, tenemos una labor importante en esta vida que es la lucha contra el racismo. Es mi objetivo número uno. Como personaje público, para lograr aportar en esa lucha, no puedo despistarme ni convertirme en un flipado y no tener los pies en el suelo.
¿Tiene razón Vinicius en que España es un país racista? ¿Lo es el fútbol?
Obviamente, yo no estoy en la piel de Vinicius y no sé lo que lo que sentirá él. Yo puedo hablar por mí y es cierto que en el fútbol se insulta demasiado. No me gusta que insulten a los demás, ya sea a Vinicius o a Luka Modric. Al campo tienes que ir a disfrutar y a apoyar a tu equipo sin necesidad de insultar a nadie. Últimamente se han visto demasiados altercados en pocos días. Lo del derbi madrileño, lo de las bengalas en Roma... No lo entiendo. No sé, creo que tenemos que reflexionar porque no concibo esos comportamientos y hacen peor el fútbol. Demasiadas veces falta respeto al prójimo.

Hablemos un poco de fútbol. Otra de las consecuencias de vuestra irrupción en la Eurocopa fue la jubilación del tiki taca. Habéis llevado a la selección española a la modernidad futbolística.
Pues un poco y yo estoy superfeliz de que cambiase el estilo de juego porque este me favorece mucho más. Soy un jugador al que le gusta recibir en banda, encarar a mi rival, romper al espacio y el juego más vertical. La verdad es que me vino como anillo al dedo y estoy muy feliz de poder ayudar lo máximo posible a la selección.
¿Te diviertes jugando tanto como antes o ya pesa la presión?
Hay altibajos, la vida del futbolista son picos. Un día estoy superfeliz y me lo paso grande y otro, estoy más triste o más preocupado o agobiado. Es inevitable y cuanto más te miran más lo notas, pero mi pasión es el fútbol y disfruto como un niño cada vez que juego a la pelota. Me gustaría hacerlo muchos más años.
Hombre, te queda recorrido...
Sí, sí, aún no tienes que preguntarme eso que preguntan tanto de qué voy a hacer cuando me retire. Ni se me pasa por la cabeza (risas).
Te sucedió en el Barcelona-Athletic algo que jamás había visto. Tras todo un verano especulando con tu fichaje desde el propio Barça, sin que tú dijeras nada, te llevaste una pitada constante por seguir en tu equipo.
Me sorprendió, no te voy a mentir. Pero bueno, no le di mayor importancia porque cuando vas a un campo rival es habitual que te piten, lo que pasa es que esta vez fue personal. No pasa nada, creo que eso también es divertido siempre que no sean insultos. Que te silben es la esencia del fútbol y lo llevo bastante bien.
¿Y cómo llevas todo el culebrón en torno a tu continuidad en Bilbao?
Al final, tienes que vivir con esto. El fútbol funciona así, con muchos intereses de los clubes, de los medios, de los jugadores... y siempre hay ruido. No es ni malo ni bueno, es lo que hay y no me afecta en mi rendimiento. Sigo haciendo el mismo trabajo que he hecho hasta ahora. En lo personal, también han sido momentos duros en los que te paras a pensar en muchos escenarios y es difícil, pero tengo una familia y unos amigos increíbles que me apoyan. Quiero pensar que esto no va a pasarme cada verano.
Pues tiene pinta. La afición del Athletic está intranquila con que dijeras que habías decidido quedarte "un año más".
Yo no estoy pensando en eso ahora. El aficionado está muy contento de que me quede aquí y yo estoy muy contento de poder estar aquí. Bilbao es mi casa, quiero seguir disfrutando de ella y la verdad es que estoy muy feliz. Siempre he tenido las cosas muy claras y creo que la gente lo ve. Creo que lo estoy haciendo realmente bien e intentando llevar al Athletic a lo máximo en España y en Europa, con esa final en San Mamés que nos ilusiona tanto. Eso es lo único que importa ahora.
Pensaba pagar un clausulazo por ti en la Fantasy esta noche. ¿Te compro o no?
No sé yo, casi mejor no, porque esto del Fantasy empieza a ser peligroso. La gente se lo toma muy en serio y lo mismo luego me insultas si pagas mucho y no marco gol.
¿Estáis recibiendo muchos insultos por esto?
Es increíble, una locura. Lo dijo el otro día Luis García Plaza, el entrenador del Alavés, y firmo debajo. A la gente se le está yendo la olla con el Fantasy. Cuando estaba un poco más flojo por la lesión, me decían de todo. Te diría que el 99% de los jugadores de la Liga recibimos insultos de fanáticos de la Fantasy.
Muchos futbolistas también juegan. ¿Tú no?
Sí, en el vestuario tenemos una liga, pero es de la Premier, así que nos ahorramos problemas (risas).
Tras este 2024 que te ha cambiado la vida, ¿qué objetivos te pones para 2025?
Seguir creciendo en la misma línea que durante este año. Mi prioridad es incrementar la cantidad de goles y asistencias porque creo que es algo que puedo hacer y me lo exijo día a día. Tanto el míster [Ernesto Valverde] como la gente que tengo alrededor me aprietan porque saben el potencial que tengo si afino eso. Y en cuanto a lo personal, seguir siendo la misma persona que soy hoy, estar con los míos y no fallar a toda la gente que me sigue y me observa.
Supongo que eres consciente de que Lamine, Cucurella y tú os habéis convertido en los preferidos de los niños de toda España.
Obviamente, para mí es una ilusión increíble. No sé, creo que soy un chaval alegre, divertido y natural y eso los niños lo notan y se sienten más parecidos a mí. Al final, yo he sido ellos, un niño de esos al que le gustaba llevar las camisetas de sus ídolos y, para mí, poder hacer más feliz la infancia de alguien es lo máximo a lo que puedo aspirar. Inspirar a un chaval a que algún día sea mejor que yo es lo más bonito que se me ocurre.

Debuta como estrella publicitaria con Goiko

Tras la Eurocopa, la imagen de Nico se ha disparado y las marcas no han tardado en darse cuenta. Acaba de estrenar su primera campaña publicitaria como protagonista y lo hace con Goiko, la cadena de hamburgueserías gourmet más grande de España. El eslogan cuadra a la perfección con la forma de ser del pequeño de los Williams: 'Más burgers, menos dramas'. «Verme ahí como imagen de una marca como Goiko es un orgullo y me encanta la frase del anuncio: 'No te comas la cabeza, mejor cómete una Kevin Bacon'. Totalmente a favor», se ríe el nuevo icono publicitario.

De la Fuente desconvoca a Lamine Yamal por sobrecarga y llama a Rodrigo Riquelme para el duelo ante Serbia

Actualizado Domingo, 13 octubre 2024 - 17:07

"No vamos a poner en riesgo a los jugadores". Palabra que Luis de la Fuente ha cumplido. El seleccionador ha mandado a Barcelona a Lamine Yamal después de que se retirara cojeando del estadio Enrique Roca de Murcia tras el duelo ante Dinamarca. El joven futbolista sufre una sobrecarga en el isquiotibial de la pierna izquierda y ha sido desconvocado. En su lugar el seleccionador ha llamado a Rodrigo Riquelme.

El cuidado a Lamine Yamal es algo que se venía reclamando después de ver la plaga de lesiones que azota a los internacionales que disputaron la Eurocopa y son imprescindibles para sus clubes. En apenas dos meses de competición, lleva disputados 14 partidos y 1.107 minutos.

Ya se cuestionó que disputara 90 minutos ante Serbia con un césped en mal estado, aunque tuvo 45 minutos de descanso frente a Suiza. Los daneses, sin embargo, se esforzaron en pararle de todas las formas posibles, incluso con duras faltas.

De regreso a Madrid, el jugador fue sometido esta mañana a una resonancia magnética que, según ha comunicado la Federación, "no han detectado una lesión estructural y los servicios médicos de la RFEF confirman que se trata de una sobrecarga".

"Priorizando la salud del jugador y para evitar cualquier riesgo de lesión, ante la inmediatez del partido contra Serbia, se decide desconvocarlo", añaden.

Era justo lo que el FC Barcelona pretendía: que el futbolista regresara cuanto antes para empezar su recuperación porque al equipo se le empina el calendario. El domingo recibirá al Sevilla en en Montjuic, un partido al que es probable que no llegue, al menos por precaución, pero tres días después aparece el duelo en Champions ante el Bayern para acabar la semana visitando el Bernabéu para el Clásico.

Llamada a Riquelme

La baja de Lamine Yamal se suma a las sobrevenidas en plena concentración de Nico Williams y Yeremy Pino. Por eso, la decisión de Luis de la Fuente de liberar al jugador ha estado acompañada de la llamada de Rodrigo Riquelme porque el seleccionador quiere tener más alternativas. El jugador del Atlético a mediodía ya estaba en la Ciudad del Fútbol para entrenar con el equipo.

Riquelme es un futbolista que conoce muy bien de su etapa en la Sub-21 que forma parte de ese "futuro" que el seleccionador recuerda que otorga tranquilidad a España. De hecho, debutó como internacional absoluto hace un año en los partidos de clasificación para la Eurocopa ante Chipre y Georgia. Después no volvió a ser convocado.

Los golpes ponen a Lamine Yamal en duda para el duelo ante Serbia: “Con su edad y su talento tratan de intimidarlo, es la ley del fútbol”

Actualizado Domingo, 13 octubre 2024 - 01:45

La protección a Lamine Yamal, por su edad y por la atracción que genera en los rivales, se ha convertido en un debate recurrente en las convocatorias de la selección pero ayer dejó el plano teórico y pasó al práctico. El joven jugador salió el estadio Enrique Roca de Murcia cojeando de la pierna izquierda después de haber jugado 93 minutos y haber recibido entradas le costaron tarjeta amarilla a los defensas daneses.

El temor es que sea una sobrecarga muscular por el esfuerzo y los golpes que acumula el futbolista, imprescindible tanto para el Barça como para la selección. Si Hansi Flick sólo ha renunciado a su titularidad ante Osasuna -la única derrota en Liga de los azulgrana-, Luis de la Fuente le ha alineado no sólo en los tres duelos disputados en esta Nations League ante Serbia, Suiza y Dinamarca, sino que en la Eurocopa sólo prescindió de él ante Albania. Como campeón de Europa y a sus 17 años, Yamal lleva disputados 14 partidos y 1.107 minutos en apenas dos meses de competición.

Además, ser la estrella de España, el jugador más diferencial, le ha puesto en el foco de los rivales, que tienen la intención de pararle como sea. Los daneses lo hicieron con muchas ayudas... y también a base de patadas. "Le dan patadas... como decía un amigo mío: ¿qué queréis que le dé besos?", trataba de naturalizar De la Fuente. "Los rivales se emplean contra él con dureza, hasta el límite del reglamento, es cierto. Ante ese talento y esa edad, lo que tratan es de intimidar y buscar el contacto. Es la ley del fútbol. Él tendrá que aprender de esto y tratar de quitarse el balón antes para evitar esas entradas", auguró el seleccionador.

No será consuelo su argumentación si debido a esos problemas musculares pierde a otro futbolista para el partido en Córdoba ante Serbia que puede dejar encarrilado la clasificación para los cuartos de final de la Nations League sin esperar a los duelos de noviembre ante Dinamarca en Copenhague y Suiza en Tenerife.

Porro y Morata

Otros dos nombres propios de la victoria de España en Murcia fueron Álvaro Morata. Las confesiones del delantero sobre sus problemas de salud mental coparon la previa y se convirtieron en una ola de cariño hacia él. Las 29.000 personas que acudieron al Enrique Roca corearon su nombre en algún momento del partido y le ovacionaron cuando De la Fuente lo sacó del campo. "Eso es lo que buscábamos, que le transmitieran cariño y seguridad, y estoy orgulloso de que los aficionados hayan reaccionado así. Ojalá se repita en otros campos", deseó el seleccionador.

El otro protagonista, esta vez más por lo que hizo en el campo que por la reacción de la grada, fue Pedro Porro. El extremeño pudo quitarse el peso de encima de no haber jugado ni un solo minuto como internacional en el que España fuera ganando el partido. Su debut ante Escocia fue estrepitoso, como el de todo el equipo, y ante Dinamarca, por la baja de Carvajal y la retirada de Navas, De la Fuente volvió a darle la confianza.

El lateral se convirtió en mucho momentos en un buen arma ofensiva del equipo, con desparpajo. "Con Pedro siempre hemos contado, pero en otros momentos hemos tenido la visión subjetiva de que Dani y Jesús estaban mejor. Ahora está en unas circunstancias tiene que aprovechar y está muy bien en el Tottenham", explicó el seleccionador.

La victoria ante Dinamarca deja a España como líder de grupo y la encarrila hacia los cuartos de final, a los que llegarán el primero y segundo de cada grupo. Pero, además, tiene gusto a superación por la cantidad de bajas que acumula el equipo. "Todos los proyectos se consolidan mejor desde la victoria. Hay jugadores en la recámara muy talentosos que nos permiten mirar el futuro de manera tranquila. Teníamos un bloque cohesionado y ahora hay que construir otro edificio". Palabra de seleccionador.

Lamine Yamal abandona el estadio cojeando y es duda ante Serbia

Lamine Yamal abandona el estadio cojeando y es duda ante Serbia

Actualizado Domingo, 13 octubre 2024 - 00:33

Lamine Yamal abandonó el estadio Enrique Roca con una clara cojera por molestias musculares en la pierna izquierda tras jugar ante Dinamarca, que hacen que sea duda para el partido del martes de España en Córdoba frente a Serbia, en el que puede firmar el pase de ronda en la Liga de Naciones de manera matemática.

La imagen de Yamal al pasar por la zona mixta sin atender a los medios de comunicación habló por sí sola por la dificultad del jugador al caminar sin cojear. Disputó prácticamente todo el partido, siendo sustituido por el seleccionador Luis de la Fuente en el tiempo añadido tras ser víctima de varias entradas de jugadores daneses.

El domingo, ya en la Ciudad del Fútbol, adonde regresa la selección española en la madrugada del sábado, Yamal será revisado por los doctores para que Luis de la Fuente tome una decisión sobre su continuidad en la concentración o su regreso a Barcelona, con su club muy pendiente del estado del futbolista.

El 'boom' mediático de la selección, el hilo con la Generación Z y un "cóctel perfecto" para las marcas: Lamine, Nico, Cucurella...

El ‘boom’ mediático de la selección, el hilo con la Generación Z y un “cóctel perfecto” para las marcas: Lamine, Nico, Cucurella…

La Federación Española, protagonista de mil novelas extradeportivas durante los últimos meses, encontró a su patrocinador principal para la Eurocopa dos días antes del inicio del torneo, la operadora de móvil española Silbö. Así de delicada era la situación en Las Rozas, donde se disfrutaba el título de la última Liga de Naciones pero se lamentaba la mala imagen que dejaba ante las marcas todo el revuelo montado alrededor de Rubiales. Cuatro meses después de aquello, la situación ha dado un giro de 180 grados. La campeona de Europa ha vuelto a estar en la diana de las empresas y sus estrellas, con Lamine Yamal y Nico Williams a la cabeza, son los nuevos niños bonitos de la industria.

Sólo ha bastado un trofeo, un simple y complicado trofeo, para cambiar la realidad de la Federación, de la selección y de sus futbolistas. Uno por uno, unos muchísimo y otros mucho, todos los internacionales han notado el peso mediático de la Eurocopa, tanto a nivel de patrocinios como de seguidores. Lamine Yamal fue el futbolista que más followers ganó en Instagram durante el torneo, 6 millones, por los 1,8 de Nico, segundo icono del conjunto hispano. En total, la selección de De la Fuente fue la que más seguidores nuevos acumuló en el mes de competición (11,7), por encima de Inglaterra (5,2). Un boom que han notado también en sus bolsillos.

El primero en aprovechar el tirón fue Cucurella, famoso por su gran actuación y por su flamante melena, que protagonizó una campaña con la conocida marca de cosmética Garnier. Su mes en Alemania reforzó su posición importante como imagen de Puma, de la que también es estrella Dani Carvajal. El lateral de Leganés, lesionado ahora para todo el año, anunció a los pocos días un nuevo proyecto con Ok Mobility.

"Si una marca pudiera elegir, Lamine, Nico o Alcaraz"

Pero sin duda, a los dos a los que les ha cambiado la vida la Eurocopa son a Lamine Yamal y Nico Williams, estrellas de la selección y representantes de la Generación Zen el vestuario nacional. Y es que el futbolista del Barça y el del Athletic ya no son ni millennials, esa cacareada palabra usada para aquellos nacidos en los 80 y los 90. Lamine nació en 2007 y Nico en 2002, son extremadamente jóvenes, buenos futbolistas y, lo que es casi más importante para las marcas, usan las redes sociales como las usaría cualquier otro adolescente de nuestro país.

«Si ahora mismo una marca pudiera elegir, buscaría a Lamine, a Nico o a Carlos Alcaraz, son diamantes en bruto. Son el cóctel perfecto para las marcas en esta era de la publicidad», explica Pablo Burillo, experto en el sector y director del MBA en Gestión de Entidades Deportivas de la Escuela Universitaria Real Madrid. «Ahora el marketing está asociado a lo digital, a las redes sociales, porque el target de las marcas está ahí. Lamine y Nico son jóvenes, ellos mismos usan las redes, cuentan lo que les pasa en cada momento... Por eso la publicidad que se haga con ellos en sus redes es más natural, no parece impostado, tiene muchas más interacciones que cualquier otro, más seguimiento y mucha mayor acogida», desarrolla.

Adidas y Nike, por Lamine y Nico

Lamine y Nico son ahora mismo unas de las caras principales de Adidas y Nike en Europa, con todo lo que eso implica. En el caso del futbolista del Barça, ha cogido el testigo de Leo Messi, casi nada, y ya ha protagonizado varias campañas con la marca alemana. Además, ha llegado a un acuerdo de colaboración con la Kings League, la liga de Gerard Piqué en la que los presidentes de los clubes son youtubers e influencers, y que es seguida por adolescentes en todo el mundo a través de las plataformas digitales. El cóctel, de nuevo, parece perfecto: un chico de 17 años que usa Instagram y TikTok como cualquiera siendo imagen de un producto destinado a adolescentes. En el caso de Nico, ha reforzado su acuerdo con Nike y ha sido la imagen de la última campaña de Goiko, una de las hamburgueserías más conocidas entre los jóvenes.

Sucede con todos los futbolistas de la selección porque hay pocas cosas como el deporte, y un deportista, para las marcas. «Las marcas buscan emocionar y el fútbol es pasión. Cada semana tienes una película nueva, cuando un actor tiene que esperar meses o años, y está asociado al éxito. Cuando asocias tu marca con un deportista de éxito, el usuario piensa que la marca le dará esa emoción», desarrolla Burillo.

Un boom que también vivieron los campeones del Mundial 2010, aunque a otro nivel. Había menos redes sociales y los anuncios se centraron más en la televisión y los periódicos. «Ha cambiado el medio pero todo se vuelve a repetir, aunque este medio, las redes, es más natural para los protagonistas. Son jóvenes, guapos, con dinero... Es un tema aspiracional mezclado con el deporte», reflexiona Burillo.

En su momento, pudimos ver a Del Bosque anunciando Danone, a Iniesta helados Kalise o a Casillas cervezas Mahou. «El fútbol tiene una fidelización que difícilmente existe en otro sector. Ahora cada vez hay más personas que son seguidores de jugadores, no tanto de equipos. Pocas industrias pueden decir eso», finaliza el experto. Tiempos de bonanza en la Federación.

De Jong, el símbolo de la ruina del Barça: 42 millones el año pasado y 50 más hasta 2026

De Jong, el símbolo de la ruina del Barça: 42 millones el año pasado y 50 más hasta 2026

Rara vez el contrato de una estrella del Barça rodó tanto de mano en mano desde los pasillos del palco a las redacciones de los periódicos, utilizado como arma arrojadiza entre los diversos clanes del club. Rara vez hubo tanto alboroto como tras la firma de aquel documento de 28 páginas, rubricado el 1 de octubre de 2020, que aseguraba la continuidad de Frenkie de Jong hasta 2026. Desde entonces, los comentarios sobre las astronómicas cifras de aquella renovación han venido intoxicando el ambiente. No sólo porque el rendimiento del holandés quedó lejos del nivel esperado, sino porque desde la llegada de Joan Laporta, el presidente optó por colocar a su jugador en una posición casi insostenible. Tanto, que el propio De Jong tuvo que desmentir el pasado domingo lo que su propia directiva venía filtrando desde hace meses. No, esta temporada no será el futbolista que más cobre de la plantilla, pero sí el más caro para la entidad el curso pasado. El símbolo de una etapa negra que terminó arrastrando a la quiebra a los azulgrana.

El martes pasado, De Jong volvió a disputar un partido 162 días después de su lesión de tobilllo en el Santiago Bernabéu. Aquel clásico del 21 de abril fue el último capítulo de otro curso donde el hombre llamado a guiar el fútbol del Barça pasó más bien desapercibido. Sin embargo, por el mero hecho de acabar la temporada, el club tuvo que pagar 31.974.000 millones de euros brutos a Frenkie, desglosados de la siguiente manera: salario fijo (18 millones), bonus de lealtad (6.820.000 euros), bonus por el diferimiento de su sueldo durante la pandemia (4.654.000 euros), bonus por rendimiento al completar al menos el 60% de los minutos en partidos oficiales (dos millones) y bonus por alcanzar los cuartos de la Champions (500.000 euros). La baja forzosa por su fuerte esguince sólo permitió a De Jong formar en 30 partidos, por lo que cada uno de ellos le costó al club 1.065.800 euros.

Esas cifras del curso pasado colocaron a De Jong por encima incluso de Robert Lewandowski, cuyo salario anual rondaba los 27 millones brutos. Este año, en cambio, la situación se invierte, dado que el polaco ve aumentada su ficha hasta los 33 millones, mientras el Barça reduce la del neerlandés. En total, según el contrato al que también ha tenido acceso EL MUNDO, De Jong percibirá 25,2 millones, en concepto de salario fijo (19 millones), bonus de lealtad (4.200.000 euros) y bonus por el 60% de los minutos (dos millones). La prima por conquistar el triplete (Liga, Champions y Copa) se situaría en dos millones más.

Amortización del fichaje

A estas enormes cantidades conviene añadir el coste por la amortización de su fichaje, un dato que suele pasar inadvertido. El 23 de enero de 2019, seis semanas antes de la célebre eliminatoria de Champions ante el Real Madrid, el Ajax acordó el traspaso de su estrella al Barça a cambio de 75 millones de euros, más otros 11 en variables. De modo, que el club azulgrana tuvo que computar esos pagos en sus cuentas desde 2019 a 2024. El curso pasado esa suma aún superaba los 10 millones, por lo que el gasto total del club en De Jong rebasó los 42 millones de euros.

La ampliación de este jugoso contrato, rubricada aquel 1 de octubre de 2020 por el ex presidente Josep Maria Bartomeu, su director general, Óscar Grau y su director deportivo Javier Bordas, permitió a De Jong doblar sus ganancias hasta situarse un escalón por debajo de Philippe Coutinho y Samuel Umtiti, los mejor pagados de aquella plantilla sólo por detrás de Gerard Piqué y Sergio Busquets. Un negocio redondo para Hasan Cetinkaya, director ejecutivo de HCM Sports Management, la agencia que también manejaba los asuntos de Martin Braithwaite.

A lo largo de sus cinco años en el Camp Nou, donde sólo pudo alzar una Liga (2023), una Copa del Rey (2021) y una Supercopa de España (2023), De Jong ha recibido del Barça algo más de 192 millones de euros. Una cifra muy superior a los 120 millones que el Real Madrid, durante ese mismo periodo (2019-2024), pagó a Luka Modric en conceptos fijos y variables. A los gastos azulgranas cabe añadir el precio de su traspaso, por lo que el monto total se situaría en 278 millones de euros.

9,3% de la masa salarial

A día de hoy, la crítica situación financiera del Barça debería obligar a una solución drástica con un futbolista que acapara el 9,3% de su masa salarial. Es decir, más que la suma de Lamine Yamal, Ronald Araújo y Gavi. Hasta 2026, Laporta aún deberá pagarle 50,2 millones (25,2 millones en 2025 y 25 en 2026). Una nómina que resulta inasumible incluso para el Manchester United -dirigido por Erik ten Hag, su ex entrenador en el Ajax- u otros ilustres de la Premier League. En caso de conseguir un traspaso, incluso muy a la baja, el club lograría algo de oxígeno para afrontar los problemas de liquidez que este verano le obligaron a múltiples malabarimos para inscribir a Dani Olmo.

De Jong, durante el partido del miércoles en Montjuïc.

De Jong, durante el partido del miércoles en Montjuïc.EFE

En cuanto a lo puramente deportivo, De Jong tampoco puede vislumbrar un horizonte despejado. Hansi Flick ha logrado cimentar su nuevo centro del campo con jóvenes de la cantera como Marc Casadó o Pablo Torre, competencia directa del holandés. Si a este factor sumamos los próximos regresos de Gavi y Fermín López, el panorama se complica más.

Porque ni siquiera después de cinco años hay unanimidad acerca de su posición ideal. Como mediocentro, a su estilo algo efectista le falta velocidad en la salida del balón. Y actuando en posiciones más adelantadas, sus estadísticas en 214 partidos se reducen a 18 goles y 21 asistencias. Durante el triunfal curso 2022-2023, cuando Xavi Hernández apostó por él como cuarto centrocampista, De Jong ofreció su mejor nivel, pero menos de año y medio después, hay razones para considerarlo un futbolista sobrevalorado.

Raphinha invita al Barça a un festín europeo ante el Young Boys

Raphinha invita al Barça a un festín europeo ante el Young Boys

La sensación de control es la más poderosa en la vida y en el fútbol. Sólo desde la convicción de que todo fluye como se planea se puede crecer y desatar el talento. Se suelta lastre y se vuela, que es justo lo que hizo el Barça ante el Young Boys. Se olvidaron los golpes en Europa, el vapuleo en Pamplona y la retahíla de bajas para disfrutar ante un rival que le sirvió la goleada en bandeja. [Narración y estadísticas (5-0)]

Hansi Flick ha hecho de psicólogo de un equipo que, pese al talento que acumula, se empequeñecía ante la adversidad. Su Barça aún no es perfecto porque ni siquiera está armado, pero se ha despojado de ataduras con dos líderes del descaro, Raphinha y Lamine Yamal que acaban contagiando al resto. Esta vez el técnico alemán dejó a un lado el excel de minutos y puso sobre el césped a sus mejores peloteros, buscando cómo hacerles hueco a todos.

Antes de que el Young Boys asimilara que estaba en Barcelona, ya se vio con un gol en contra en una jugada perfecta en la que intervinieron todos ellos. De primeras buscó Casadó a Ferran, que en un toque se apoyó en Lamine para, sutilmente, dejar a Raphinha en posición de trazar un centro al segundo palo donde apareció Lewandowski. La pelota fue de bota en bota hasta el fondo de la portería como si hubiera una máquina de pinball sobre el césped.

Defensa transparente

Se sacudieron la tensión los jugadores y fueron empujando a los suizos, alejándolos de Peña, escrutado por la mirada desde el palco de su rival Szczesny. El partido se jugó en 50 metros, con el Barça encontrando con facilidad los huecos que dejaba una defensa transparente que se sabía expuesta a un vendaval. Suelto Pedri, alimentaba a Lamine, que vive en un duelo permanente, y a Ferran, que probó sin fortuna con un disparo raso. Escaneando las debilidades suizas andaba siempre Raphinha, asumiendo con soltura su capitanía y un liderazgo de estreno que le sienta como un guante.

Entre tanto, el Young Boys no era capaz de superar la línea de medios. Su primera ocasión llegó a la media hora con un centro de Blum que Colley remató sin fe para que se paseara por el área. Ese aviso desató aún más al Barça y afiló el colmillo del brasileño del Barça, alejado de la banda pero igual de desequilibrante.

De un saque en corto con Lamine, buscó a Pedri para que armara su tiro, lo salvó de cabeza Itteri y aún lo cazó el capitán para marcar el segundo tanto. Tres minutos después, Iñigo Martínez apareció para cabecear un falta telegrafiada con la maestría de Pedri. Era imposible que los suizos salieran con vida de Montjuïc, y eso que su guardameta Keller evitó el cuarto de Ferran y le ganó un mano a mano a Lamine, algo forzado, para no irse al vestuario humillados. Sólo era cuestión de tiempo.

Con el viento a favor

En el arranque de la segunda mitad, Raphinha volvió a agitar su zurda para pone un córner al segundo palo que, si bien no remató Iñigo Martínez, lo empujó Lewandowski. El duelo, absolutamente inclinado, le daba a Flick la oportunidad de mirar al banquillo y rescatar a Ansu Fati, al que llevaba semanas buscándole hueco. Se lo hizo en el lugar que también ha inventado para Pedri: en el centro del campo junto a Casadó. Eso sí, ante un rival como los suizos, con libertad para asomarse al área.

Lewandowski anota el 4-0, el martes en el Lluis Companys.

Lewandowski anota el 4-0, el martes en el Lluis Companys.AP

No asomó de nuevo la gallardía del campeón de Suiza, hoy penúltimo en su liga, hasta el minuto 66, cuando Monteiro logró escaparse por banda y estrellar la pelota en el larguero y que Casadó salvara el rechazo casi bajo palos. No era un partido para perdonar las pocas ocasiones que le dejó crear un Barça que no alzaba el pie del acelerador.

Con el viento a favor, Flick empezó a gestionar descansos y encendió las luces largas. El duelo, cómodo, iba a tener un segundo propósito: acelerar la dinámica de juego de algunas piezas que serán claves. Primero fue Fati, después Frenkie De Jong. El neerlandés volvió a un terreno de juego después de cinco meses de lesión dando un respiro a un centro del campo magullado en este inicio de campaña. Fue la primera ocasión para encandilar a un entrenador que ha demostrado que es capaz de resucitar a jugadores con necesidad de encontrar su mejor versión, nunca vista como azulgranas.

Eso es lo que ha logrado Raphinha con una regularidad desconocida. Fue el brasileño quien sirvió el festín europeo al que puso la guinda el gol en propia puerta de Camara para culminar el despropósito de su equipo, que sólo marcó en el añadido y fuera de juego.

Hansi Flick y la paradoja de las rotaciones: "Es mi responsabilidad proteger a los jugadores"

Hansi Flick y la paradoja de las rotaciones: “Es mi responsabilidad proteger a los jugadores”

Actualizado Lunes, 30 septiembre 2024 - 22:01

Hansi Flick lo tiene muy claro: las rotaciones van a seguir formando parte de sus planes. Por lo menos, en este arranque de la temporada. El alemán es muy consciente de que, con tantos lesionados entre sus efectivos, es mejor dosificar los minutos en lugar de arriesgarse a aumentar la lista de la enfermería. Ahora mismo, contando también a un Ter Stegen que estará varios meses de baja, y que, muy seguramente habría rotado lo mínimo, hay seis jugadores en el dique seco: Ronald Araujo, Andreas Christensen, Marc Bernal (quien no volverá a jugar en principio hasta el curso que viene), Gavi (apura su recuperación), y Dani Olmo, que debería estar a punto tras el parón por las selecciones. Frenkie de Jong, mientras, según confirmó el propio técnico, podría tener ya sus primeros minutos este martes ante el Young Boys (21:00 horas), en un partido en el que buscará tanto la primera victoria en la Champions, tras la derrota frente al Mónaco, como reencontrarse con sus mejores sensaciones después del varapalo encajado frente a Osasuna.

Para saber más

«Creo que es mi responsabilidad proteger a los jugadores, porque acumulan muchos minutos, pero no esperaba que jugáramos así. A pesar de todo, le he dicho al equipo que hay que seguir adelante. Jugamos dos partidos por semana y estamos en el camino correcto», analizó Flick tras la derrota en Pamplona. El entrenador azulgrana, de hecho, si no contamos al veteranísimo Robert Lewandowski, alineó un equipo tremendamente joven en El Sadar, con una media de casi 22 años. Sabe muy bien que, a estas edades, no hay que cargar demasiado los futbolistas, para evitar problemas que puedan hacerse crónicos.

Por eso prefirió dejar en el banquillo a un Lamine Yamal determinante en este arranque de temporada, así como a Alejandro Balde, que padeció una grave lesión muscular la temporada pasada. Los más veteranos, desde luego, tampoco son inmunes a las sobrecargas. De ahí, seguramente, que también estuvieran de inicio en el banco el incansable Raphinha y el imprescindible Íñigo Martínez. Y, también, apostó por cambiar al polaco, por mucho que eso supusiera renunciar a mucha pólvora.

«Sin razón» para estar «deprimidos»

La tecnología, omnipresente ya en el mundo del fútbol, es una gran ayuda para saber qué nivel de desgaste acumulan los jugadores. Y, por supuesto, para obrar también consecuencia, por mucho que algunos percances, como la mala caída de Ter Stegen, sean del todo impredecibles. Por eso, no descarta seguir aplicando rotaciones este martes en la Champions.

«Jugaremos con el equipo que creamos que puede ser el mejor. Tenemos confianza suficiente como para decir que siempre queremos ganar. El primero se perdió, pero no es razón para estar deprimidos, porque hubo razones que explican lo que pasó. Ahora mismo, no sabemos cómo será este nuevo modelo de Champions y por eso hay que sumar los máximos puntos posibles», aseveró el técnico, a quien le tocó también, cómo no, hablar de la llegada del polaco Wojciech Szczesny, por mucho que tratara de ahorrarse el trago.

«No hablo de jugadores que no están en el equipo, y él no lo es, de momento. Lo que está claro es que ningún jugador tiene la garantía de ser titular y ser el número uno», aseveró el alemán, dejando así más que entreabierta la opción de que el ex portero de la Juventus pase en breve por delante de un Iñaki Peña a quien hasta ahora le habían asegurado que sería la primera opción hasta el final de la temporada.

Los plazos con Szczesny

Por lo pronto, Szczesny aterrizó este lunes en Barcelona para pasar las pruebas físicas. Y, dado que lleva sin jugar desde la pasada Eurocopa, todo invita a pensar que su hipotética presencia bajo los palos se retrasará por lo menos hasta después del parón por las selecciones, justo en puertas de los partidos contra el Sevilla y el Real Madrid en la Liga y el duelo frente al Bayern en la Champions. O, quizás, puede que no tarde tanto.

«He hablado con él, pero no diré nada más. En los próximos días firmará. El sábado ya hablaremos de eso. Ahora, no», dejó caer el entrenador barcelonista, quien recalcó el gran ambiente que reina en la plantilla azulgrana. «Veo a los jugadores concentrados, se divierten, disfrutan entrenándose, lo veo cada día. Y yo disfruto trabajando con ellos», sentenció el alemán.

Bryan Zaragoza se ceba con el Barça en El Sadar

Bryan Zaragoza se ceba con el Barça en El Sadar

Actualizado Sábado, 28 septiembre 2024 - 23:16

La buena racha del Barça en la Liga llegó a su final en El Sadar. Un Osasuna inasequible al desaliento supo sacarle partido al olfato goleador de Ante Budimir, autor de dos tantos, el segundo de ellos de penalti, a la calidad de un Bryan Zaragoza a quien se le dan muy bien jugar contra los azulgrana y que, además, marcó el 2-0, y a un zapatazo final de Abel Bretones para cortarle las alas al equipo de Hansi Flick. Pau Víctor, en su estreno como titular en el campeonato, y Lamine Yamal fueron los goleadores para un conjunto que escribió en Pamplona sus peores minutos en lo que llevamos de temporada. [Narración y estadísticas (4-2)]

Los azulgrana empezaron a condenarse a la derrota en la primera parte. Más allá de que Flick dejara en el banquillo a jugadores que habían sido clave como Raphinha, Íñigo Martínez o Lamine Yamal, lo cierto es que el Barça se vio desbordado a lo largo de la primera parte por un Osasuna dispuesto a dejarse la piel sobre el césped.

La actitud de los locales, además, se vio complementada por el buen hacer de un Bryan Zaragoza que el año pasado ya hizo estragos ante los barcelonistas vistiendo la camiseta del Granada en Los Cármenes. Suyo fue el centro con el que Budimir, ganándole la espalda a Pau Cubarsí, se encargó de abrir el marcador. Una acción notable que se vería seguida, 10 minutos más tarde, por una genialidad del malagueño para el 2-0.

Capacidad de destrucción

Tras una finta cargada a partes iguales de calidad y sutileza ante un Iñaki Peña al que encaró prácticamente solo tras una fabulosa asistencia de Pablo Ibáñez, sólo tuvo que empujar el balón a la red. De nada les sirvió a los azulgrana protestar una posible falta de Torró sobre Pau Víctor en el arranque de la jugada. Ni el árbitro, Cuadra Fernández, ni el VAR consideraron que la acción, por mucho que el centrocampista rojillo acabara pisando al joven delantero, fuera merecedora de castigo.

Pero, más allá de la falta de solidez en defensa, lo que más sorprendió de la primera parte del Barça fue su incapacidad para generar peligro genuino ante la portería contraria. Algo con lo que también tuvo mucho que ver, desde luego, el enorme desgaste en tareas destructivas que exhibió el equipo de Vicente Moreno a lo largo de unos 45 minutos en los que se vaciaron físicamente.

Tras el descanso, el Barça peleó por meterse en el partido acosando el área local. Pau Víctor, aprovechando la recuperación de Gerard Martín tras un mal saque de Sergio Herrera, tuvo toda la suerte que le faltó al meta osasunista para poner un 2-1 en el marcador que significaba su primer gol en la Liga y la mejor forma de celebrar su primera titularidad en el campeonato.

Los futbolistas del Barça, tras el 3-1 de Budimir.

Los futbolistas del Barça, tras el 3-1 de Budimir.AP

Tras el tanto, Flick movió el banquillo para dar entrada tanto a Lamine Yamal como a Raphinha y los rojillos pidieron penalti por un forcejeo entre Eric García y Pablo Ibáñez que ni el árbitro ni el VAR consideraron punible. Lo mismo sucedió con una entrada contundente de Jules Koundé sobre Budimir en la que el francés, todo sea dicho, tocó el balón. Y, también, con un contacto de Gerard Martín con Bryan Zaragoza.

La zurda de Lamine Yamal

Lewandowski, mientras, entre todas esas acciones, había rozado el gol en un disparo finamente bien salvado por un Herrera que se emplearía más tarde a fondo para salvar una internada de Ferran Torres. Budimir, tras un penalti de Sergi Domínguez, acabaría por cortar el arreón visitante desde los 11 metros. Un golpe definitivo para el líder, que aún debería sufrir un último sopapo. Bretones, en la recta final, largó una volea de zurdas que pilló desprevenido a Peña.

El Sadar enloquecía ante un resultado histórico, aunque aún tuvo que sufrir en los siete minutos del añadido. Todo por la inspiración de Lamine Yamal, que se inventó un golazo a la escuadra desde la media luna. Pese a los dos goles de margen, los nervios atenazaron a la defensa local, que tampoco supo detectar a Ferran Torres en el segundo palo. En ese cabezazo al palo derecho se extinguió definitivamente la noche para el Barça.

¿Qué quiere ser Vinicius?

¿Qué quiere ser Vinicius?

Viéndole levantar el partido contra el Espanyol, me descubrí pensando algo a lo que me he resistido todo lo humanamente posible: "Mierda, qué bueno es Vinicius". Cambió el partido en cuanto salió y el pase del 2-1, brillantísimo, no se le habría ocurrido hace un año, ni hablemos ya de ejecutarlo con precisión. Mbappé es el mejor del mundo, pero el brasileño, con Lamine aproximándose a todo trapo, es el más desequilibrante pues, a diferencia del f

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