Una lupa sobre Ancelotti: la posición de Bellingham, los minutos de Güler y Endrick, la presión de Mbappé...

Una lupa sobre Ancelotti: la posición de Bellingham, los minutos de Güler y Endrick, la presión de Mbappé…

El Real Madrid no encajaba tres o más goles en dos partidos seguidos jugados en el Santiago Bernabéu desde mayo de 2009: un histórico 2-6 contra el Barcelona y un 1-3 contra el Mallorca que sentenciaron el futuro de Juande Ramos en el banquillo del conjunto blanco. Fue una crisis sin precedentes que provocó el regreso de Florentino Pérez a la presidencia. Estos días, el 0-4 encajado en el clásico y el 1-3 del martes ante el Milán han vuelto a revolver las aguas de Chamartín, donde hay «preocupación», admiten fuentes cercanas al vestuario.

La situación no es tan dramática como entonces, pero la acumulación de derrotas, dos en Champions League en cuatro partidos, la distancia de nueve puntos con el Barça en Liga (a expensas de lo que suceda en el Valencia-Real Madrid que queda por disputarse) y, especialmente, la imagen del equipo en las últimas semanas preocupan en las altas esferas del club.

Ancelotti insiste en que el mayor problema es defensivo, y en los números es evidente. Pero hay muchos más. A estas alturas de la pasada Liga, el Madrid sumaba 29 puntos en 12 jornadas, había empatado dos partidos y había perdido uno, el derbi del Metropolitano contra el Atlético. Su cuenta goleadora se cifraba en 23 tantos y los encajados eran sólo ocho. Todo habiendo perdido a Benzema, encajando a Bellingham en el puzle y sufriendo las lesiones de Courtois, Alaba y Militao.

Este curso, el Madrid ha pasado de ese cambio Benzema-Bellingham a uno que ha trastocado más su estilo: Kroos por Mbappé. El conjunto blanco suma 24 puntos en 11 jornadas, con tres empates y una derrota, 21 goles a favor y 11 en contra. En números, parece que no ha cambiado tanto. Si igualamos aquella derrota del Metropolitano con el fracaso de este año en el clásico, encontramos dos noches negras en liga.

La realidad de la Champions

La gran diferencia está en la Champions. Hace doce meses, el Madrid acumulaba cuatro victorias en cuatro partidos, con triunfos de nivel en Nápoles o Braga antes de terminar la fase de grupos de forma inmaculada. Estos meses, los blancos han caído en Lille, han remontado al Dortmund tras una horrible primera parte y han caído con estrépito ante el Milán. Y no hay otra cosa que se valore más en Valdebebas que la imagen continental. Algo que preocupa mucho en una Champions que ahora tiene formato liguilla. El Madrid está en la zona media, fuera de los ocho primeros y en un puesto que le obligaría a disputar el playoff previo a los octavos.

De la derrota contra el Milán el club ha sacado varias sentencias negativas. Ancelotti volvió a probar un centro del campo alternativo y le salió mal. Sentó a Camavinga y centró a Modric con Tchouaméni, dejando las bandas para Bellingham y Valverde. Ninguno en su sitio natural. Arriba, centró de nuevo a Vinicius, más pegado a Mbappé y lejos de la cal, donde ha brillado en los últimos años. Y atrás, el mayor dolor de cabeza de estas semanas es el lateral derecho. Se valora a Lucas por su entrega, pero los partidos ante Dortmund, Milán y Barça han dejado claro al club que debe reforzar la posición en invierno.

A su lado, el nivel de Militao, Mendy y Rüdiger ha bajado, como el de todos, algo colectivo que pone en la lupa a Ancelotti. El italiano, que se ha ganado el tiempo para darle la vuelta a la imagen de la plantilla, tiene la confianza de club y vestuario, pero en sala de prensa ya deslizó que sus jugadores estaban «vagos». «El año pasado fuimos campeones así», dijo también. Pero la llegada de Mbappé ha lastrado la presión del equipo.

En los cuatro partidos de Champions ha sumado menos kilómetros que su rival y volvió a dejar sin minutos a Arda Güler y Endrick, dos jóvenes a los que la directiva y la afición quieren ver sobre la hierba, pero que parecen olvidados por el técnico desde Lille. El martes salieron Ceballos y Fran García antes que ellos. Eso, junto a la posición de Bellingham, que ha jugado ya en todas las posiciones menos en la que brilló el año pasado, se mira con lupa estas semanas.

Vinicius obliga al Madrid a cometer un gran error

Vinicius obliga al Madrid a cometer un gran error

Actualizado Lunes, 28 octubre 2024 - 23:06

En el primer himno del Real Madrid de la época de Santiago Bernabéu se cantaba: Enemigo en la contienda / cuando pierde da la mano / sin envidias ni rencores / como bueno y fiel hermano [...] Caballero del honor. Es evidente que el Real Madrid ha perdido la esencia de un club que creó la Copa de Europa, con ayuda de L'Equipe. Un diario que era poderoso y que ahora está carcomido por el dinero de Qatar.

Hay que recordar que la revista France Footb

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Kylian Mbappé, en la trampa de Hansi Flick: dos goles anulados y ocho fueras de juego

Kylian Mbappé, en la trampa de Hansi Flick: dos goles anulados y ocho fueras de juego

Era la noche tanto tiempo esperada por Kylian Mbappé, autor de seis goles con el PSG en sus cuatro partidos previos ante el Barça. Era el clásico ideal para su juego, basado en la potencia al espacio. El mejor modo de acabar con una defensa adelantada. Por tanto, el equipo de las cinco grandes ligas europeas que más hace caer a sus rivales en fuera de juego (6,95 por partido) debía extremar los cuidados ante los desmarques del francés. El riesgo exigía precisión extrema y antes de la media hora, el banderín del juez de línea frustró tres veces a Mbappé, incluido el gol anulado por el VAR. Apenas el preámbulo de una noche aciaga para el gran fichaje de Florentino Pérez.

En los primeros 45 minutos, la trampa de Flick hizo caer ocho veces al rival en off-side (seis de Mbappé, uno de Vinicius y otro de Jude Bellingham). De este modo, las oleadas del Madrid no cuajaron en un solo disparo legal ante Iñaki Peña. Tras el descanso, el ex futbolista del PSG vio anulado otro gol, por partir en clara posición adelantada desde el perfil derecho. Sólo cinco minutos después, estrelló su último mano a mano ante el guardameta azulgrana. Tampoco hubo consuelo para Bellingham, que venía con saldar con pleno de victoria sus tres clásicos, donde sumaba tres goles y una asistencia. Su clamoroso error tras un libre directo de Luka Modric ilustró también la debacle madridista.

El campeón debió inclinarse ante un líder implacable, un Barça que además salvó la memoria del pasado. Entre abril de 2017 y mayo de 2018, el equipo dirigido primero por Luis Enrique y más tarde por Ernesto Valverde había enlazado 43 partidos de Liga sin perder (34 victorias, nueve empates). La última derrota del Real Madrid se remontaba al 24 de septiembre de 2023 (3-1 en el Metropolitano), pero tras 31 victorias, 11 empates, los hombres de Carlo Ancelotti entregaron las armas ante su gran némesis.

Impecable Casadó

Ni siquiera hubo modo de apelar a la heroica del Bernabéu, ni a los arrebatos con los que Vinicius había zarandeado al Dortmund. A la espera de recoger el lunes el Balón de Oro, el brasileño nada pudo hacer ante Jules Koundé, el mejor defensa azulgrana desde el arranque de curso. Tampoco ante Marc Casadó, cuya irreprochable labor destructiva sólo iba a empañarse con una amarilla en el minuto 43. Esa supuesta debilidad ni siquiera hizo titubear a Flick, que tras el descanso prescindió de Fermín López para dar entrada a Frenkie de Jong. El regreso del holandés, después de seis meses, al escenario donde sufrió una grave lesión de tobillo. Con el brazalete de capitán cedido por Raphinha, la primera acción del ex futbolista del Ajax fue tirar al suelo a Vinicius.

Casadó, con mando en plaza, trazaría con el tiralíneas para el 0-1 de Robert Lewandowski. Alejandro Balde, básico para dar amplitud desde la izquierda, dejaría el 0-2 en la cabeza del polaco. Son ya 17 goles en 14 partidos para el máximo realizador del continente, que además ha aportado el tanto de la victoria en seis jornadas ligueras para el Barça. Los 406 aficionados en la zona visitante, algo así como la mitad de las solicitudes azulgranas, gritaban hasta el delirio en un Bernabéu teñido de notas fúnebres. Desde el techo cerrado, en el flamante videomarcador de 360º, lucía el 0-4, gracias también a Lamine Yamal y Raphinha.

Un terrible revés para Carlo Ancelotti y la confirmación definitiva de Flick, que aún tuvo tiempo para pedir prudencia a sus suplentes y colaboradores durante la celebración del tanto del brasileño. La alineación del alemán, idéntica a la del miércoles ante el Bayern, promediaba 24 años y 188 días. Otro dato que presagia una nueva dinastía azulgrana. Al menos, en esta Liga donde ya cuenta con seis puntos de margen. Joan Laporta, desde el palco, sólo pudo echar de menos ese 0-5 de tan simbólicas connotaciones.

Espacio para Mbappé, la obsesión del cuerpo técnico del Madrid: acumulación en el lado derecho, intercambios con Vinicius...

Espacio para Mbappé, la obsesión del cuerpo técnico del Madrid: acumulación en el lado derecho, intercambios con Vinicius…

Kylian Mbappé es el máximo goleador del Real Madrid esta temporada. Suma ocho tantos en los 12 partidos que ha disputado, cinco en los últimos siete. Cifras decentes pero no extraordinarias, que es lo que busca el conjunto blanco en un fichaje de su envergadura. El futbolista mejor pagado de la plantilla es también la gran pieza del puzle global de Ancelotti, un rompecabezas que de momento no termina de encajar y que busca cada semana nuevas soluciones. Y es que el cuerpo técnico lleva ya tres meses instalado en una obsesión: la liberación de Mbappé. Un pensamiento que lo condiciona todo. Hoy, ante el Dortmund, vivirá una nueva prueba.

El delantero francés ve puerta cada 121 minutos y dispara más que nadie, pero más por ansia individual que por las ocasiones que el equipo genera para él. Tres de sus ocho goles han llegado de penalti y se le nota encajonado en el embudo del Madrid. Todos parecen estarlo y romperlo es la obsesión de Ancelotti y sus asistentes. Pero, ¿cómo?

El Madrid, salvo en Balaídos, no ha cambiado demasiado de sistema, pero sí de piezas. Sigue jugando en 4-4-2 con rombo o en 4-3-3 con Rodrygo en la derecha, pero la salida de Kroos y la llegada de Mbappé han trastocado el sistema, la ocupación de los espacios y el estilo de juego del equipo. Sin el alemán y con el galo, Ancelotti ha sumado un delantero más y ha perdido a un centrocampista en salida de balón, obligando a situar a Mbappé entre Vinicius y Rodrygo y retrasando a Bellingham a la medular, alejándole de la frontal del área y haciendo más difícil su llegada a la frontal, salvadora para el Madrid el año pasado. El británico todavía no se ha estrenado este curso y su frustración es cada día más evidente.

El problema de juego de los de Ancelotti es claro, pero también es obvio que el Madrid morirá con estas piezas, de ahí las mil pruebas en este inicio de curso y el pequeño caos que sufrió el equipo en Vigo al intentar el sistema de tres centrales. ¿Para qué? Por los espacios.

Acumulación en el lado derecho

Una de las situaciones que ha observado el cuerpo técnico es precisamente esa acumulación de jugadores en tres cuartos de campo. Demasiada. Tchouaméni, Camavinga, Valverde, Bellingham, Vinicius y Mbappé, con Rodrygo como alternativa a uno de los centrocampistas franceses. Son seis hombres para el ataque, los mismos que el año pasado, pero solapados.

Hasta este verano, Kroos asumía el lado izquierdo en salida, Tchouaméni o Camavinga el eje, Valverde el interior derecho, Vinicius y Rodrygo las bandas, siempre en diagonal hacia el centro, y Bellingham tenía para él todo el frente de ataque para moverse en libertad hacia el área o para ayudar en salida. Desde agosto, nada cuadra.

El mapa de calor de los futbolistas ante el Celta fue contundente. La zona más pisada por los jugadores del Madrid fue el interior derecho, ahí intentaron conectar Valverde, Bellingham, Tchouaméni e incluso Camavinga. La izquierda, toda para Vinicius y para las apariciones de Mbappé, y nadie en el lado zurdo en salida de balón. Ni siquiera Bellingham, que ha jugado en ese lado en varias ocasiones pero al que Ancelotti quiere en la derecha. ¿Por qué? Por Mbappé. «A Kylian le gusta caer a la izquierda, a Jude le queremos por la derecha con Rodrygo», explicó ayer el técnico.

Intercambios con Vinicius

Lo ideal, reflexiona el cuerpo técnico, es que los seis de ataque intercambien posiciones, como en el gol de Vinicius para el 1-2 en Vigo, donde el brasileño se desmarcó en diagonal para terminar definiendo en la derecha del área. Crear espacios para que las estrellas puedan potenciar su gran virtud: correr al hueco. Pero eso no está pasando, ni siquiera al poner a Tchouaméni como tercer central para centrar a Camavinga y Valverde y generar más espacios por dentro para Mbappé y Bellingham. Esa es la teoría, pero a la práctica le quedan muchas pruebas. «No lo he explicado bien», asume Ancelotti.

En Lille se vio la peor imagen del equipo. El 4-4-2 con Camavinga, Valverde, Tchouaméni y Bellingham fracasó, con los tres primeros ocupando prácticamente la misma zona del campo. Ahí nació la idea de jugar con tres centrales en Vigo, pero en defensa no funcionó.

Mbappé, mientras, busca su espacio. En el PSG fue delantero y extremo izquierdo, en Francia disfrutó escorado al lado zurdo con Thuram en punta... En Madrid, parece clave su comunicación con Vinicius para intercambiar posiciones y alternar egos.

¿Jugó en Balaídos el campeón de Europa?

¿Jugó en Balaídos el campeón de Europa?

Actualizado Sábado, 19 octubre 2024 - 23:57

Dos fogonazos, uno de Mbappé y una genialidad de Modric, salvaron al Real Madrid de una derrota muy tóxica. El equipo de Ancelotti siempre puede jugar peor, sea cual sea el enemigo. Y sólo se salvan los grises-morados con un par de destellos. El Madrid actual es una calamidad.

A veces, me pregunto si este equipo es el campeón de Europa. Es imposible. Es una blanca palidez del año pasado. Cada vez más perjudicado por los estúpidos inventos de Ancel

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Bellingham y los problemas del Madrid: 0 goles en 10 partidos frente a los ocho del año pasado

Bellingham y los problemas del Madrid: 0 goles en 10 partidos frente a los ocho del año pasado

El estreno que pulverizó todos los récords ya es un página releída en el libro de los mejores recuerdos. Cambio radical en sólo un año para Jude Bellingham. La polivalencia del británico impactó en el inicio de la anterior temporada, con una efectividad superior a la del insaciable Cristiano Ronaldo. A estas alturas del curso 2023-24, en la jornada octava de la Liga, una antes a la previa del parón por los compromisos de las selecciones, el internacional inglés sumaba seis goles en el campeonato doméstico y dos en la Champions y tres asistencias. Casi llegó a un gol por partido.

«Es increíble. Ha nacido para jugar en el Real Madrid y para marcar una época en el equipo más grande del mundo. Ojalá que nuestra conexión dure muchos años porque creo que vamos a jugar juntos aquí durante mucho tiempo. Estoy encantado con él», dijo entonces Vinicius sobre su nuevo compañero. «Tenemos la suerte de haber fichado a un jugador espectacular. Es muy inteligente y aprende muy rápido», añadió Carlo Ancelotti

Los guarismos asombrosos de hace un año contrastan con los pobres resultados del presente. Bellingham aún no ha marcado esta campaña, en la que ha disputado cuatro partidos en la Liga y dos en la Champions. Esa falta de eficacia es una de las causas del bajón exhibido durante el último mes y medio por el equipo de Ancelotti, que este sábado recibe (21:00 horas), al Villarreal, tercero en la clasificación.

«nos falta intensidad con balón»

En la Liga, Bellingham, mermado por una lesión muscular en la pierna derecha, sólo ha participado en cuatro citas, en todas ellas jugando como titular, con un total de 351 minutos y una media de 87,7 minutos por encuentro. Ha sumado una asistencia y ha lanzado a portería en cinco ocasiones, tres de ellas entre palos.

Para Ancelotti, el inglés, por su versatilidad, se ha consolidado como una pieza básica porque se desenvuelve con soltura tanto en la medular como en la línea de ataque. En este momento de juego muy discreto, el técnico pide a todos más intensidad.

«No creo que al equipo le falte un jugador de toque. Camavinga, Modric, Valverde, Bellingham tienen toque. Tchouaméni es fundamental en el aspecto defensivo del equipo. Tenemos mucha variedad, pero nos falta intensidad con balón. Tiene que haber una circulación más rápida para llegar a los delanteros. También hay que tener más intensidad a nivel defensivo», apuntó ayer el italiano, que espera estirar la racha de 40 partidos consecutivos sin perder en Primera División. Para seguir invictos y cautivar al público de Chamartín se antoja necesaria una conexión fluida entre Mbappé, Vinicius y Bellingham.

Las dudas del Madrid ante un mes crítico: la mitad de kilómetros que el Dortmund, Kroos, las estrellas...

Las dudas del Madrid ante un mes crítico: la mitad de kilómetros que el Dortmund, Kroos, las estrellas…

En el Santiago Bernabéu los problemas se miden en derrotas. Y a veces, cuando el éxito es demasiado constante, incluso en empates. «El empate es la antesala de la crisis», define siempre Ancelotti. Y claro, una derrota es el agujero negro del madridismo. Un lugar en el que destruirlo todo: al entrenador, a las estrellas, a los asistentes, a los futbolistas de rotación... Nadie sirve. Ni siquiera acumulando 36 partidos sin perder entre todas las competiciones y habiendo ganado hace unos meses Liga y Champions. Quizás por eso, el italiano pidió «mente fría» y no tirar «todo a la basura» después de caer en Lille. Una derrota dolorosa por las sensaciones repetidas durante varios momentos de este curso: «Ojalá sea un gran toque de atención», admitió el italiano. Van varios y en Valdebebas ya deslizan la necesidad de un punto de inflexión.

El Madrid suma ya bastantes dudas en su calendario. Su mejor noche fue la de la Supercopa de Europa, cómo no, con la motivación de un título. Después llegaron los empates en Mallorca y Las Palmas, las primeras partes de 0-0 en casa contra Valladolid y Betis, la irregularidad contra el Stuttgart, el caos final contra el Alavés... Situaciones en las que el conjunto blanco no brilló a pesar de las victorias y comenzaron a ser germen de las reacciones a la derrota del miércoles en Francia.

Las lagunas del equipo son evidentes y el cuerpo técnico es el primero en admitirlas. «No hemos encontrado un sustituto deKroos. Es así», reconoció Ancelotti antes del duelo continental. Con el alemán también se sufría, sí, y basta retroceder doce meses para encontrar triunfos agónicos en septiembre y octubre gracias a los goles de Bellingham, pero la plantilla parecía tener las ideas más claras.

El nivel de las estrellas

El alemán bajaba en salida de balón al lado izquierdo, Bellingham era la punta del famoso rombo, Rodrygo mezclaba entre la punta y la derecha, Camavinga, Tchouaméni y Valverde se repartían con sentido el centro del campo... El cuadro de Ancelotti parece haber perdido esa química, al menos de momento. Bellingham se ve obligado a bajar demasiado, Tchouaméni parece lento por momentos, Camavinga acaba de regresar de lesión, Valverde se pega en exceso al carril diestro tapando a Carvajal... Los defectos en Lille fueron excesivos.

Y por último, Vinicius y Mbappé. El primero está todavía cogiendo el punto de ritmo que le hace diferencial. Sin eso, parece costarle repetir esos esfuerzos que le van a convertir en Balón de Oro. Y Mbappé, que es el máximo goleador del equipo, todavía no mezcla con naturalidad con sus compañeros. En Lille, el centro del campo jugó demasiado lento en un equipo pensado para que sus delanteros sean rápidos y verticales al espacio. Lo reconoció Ancelotti: «Nuestros atacantes necesitan un juego más vertical».

El Madrid perdió hace un año en el Metropolitano con Kroos de titular y en Valdebebas se niegan a pensar que no hay solución posible a los problemas de juego sin el alemán. Admiten los errores pero miran también a los futbolistas de manera individual y esperan que este mes sea «un punto de inflexión» en el nivel de cada uno. Los jugadores del Madrid son de los que menos corren tras las dos primeras jornadas de Champions, según los datos de la UEFA. 108 kilómetros de media, por los 115 del City o Liverpool o los 224, el doble, del Dortmund.

El Dortmund y el Milan, en el Bernabéu

En las próximas semanas, el Madrid recibirá al Villarreal, visitará Vigo, recibirá al Dortmund y al Barça, viajará a Valencia y jugará ante el Milan en el Bernabéu. Seis duelos, cuatro de Liga y dos de Champions, claves para el devenir madridista en ambas competiciones.

Y entre medias, la entrega del Balón de Oro el próximo 28 de octubre en París, justo dos días después del clásico. Si nada cambia, Vinicius se llevará el galardón, en lo que será un momento de euforia para el futbolista y para el club y, veremos, si un momento de inflexión en la temporada del Madrid. Lo necesitan por puntos y sensaciones.

Ancelotti cada vez avergüenza más al Madrid

Ancelotti cada vez avergüenza más al Madrid

Actualizado Jueves, 3 octubre 2024 - 00:04

Un Real Madrid ahorcado por un Ancelotti vergonzoso hizo bueno al modesto Lille, que ni en sus mejores sueños podía pensar en ganar y dejar en ridículo al campeón de la Champions. El equipo blanco equipo está hundido y abocado a la falta de credibilidad. Porque no juega al fútbol. La soberbia del club no ha querido fichar dos centrales imprescindibles y dos medios que puedan genera calidad en el centro del campo.

A Ancelotti ya le pueden fichar a

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La fe del Madrid en Tchouaméni: “no” a los millones de la Premier, virtudes como central y madurez personal

Actualizado Martes, 1 octubre 2024 - 23:33

El pasado mes de julio, mientras Francia avanzaba rondas en la Eurocopa y él era vital para Didier Deschamps, una llamada llegó a los despachos del Santiago Bernabéu. «¿Podríamos negociar por Aurelien Tchouaméni?», preguntaron directivos de un club muy importante de la Premier League. La respuesta del Real Madrid fue simple: «No está en venta». La cifra que ponían en la mesa del conjunto blanco desde las islas británicas rondaba los 150 millones de euros. Ni así.

El centrocampista galo parece estar bajo sospecha entre el entorno madridista, juzgado por un estilo de juego más pausado que el de Valverde o Camavinga, más encajonado en la posición de cinco, de eje, menos suelto, menos bravo para presionar o para llegar a la portería rival. Menos vistoso, pero necesario, a fin de cuentas, para cualquier entrenador. Por eso para la dirección técnica de Chamartín y para el cuerpo técnico liderado por Carlo Ancelotti, Tchouaméni es absolutamente insustituible.

Cuentan desde Valdebebas que el salto personal ha llegado antes incluso que el salto futbolístico. Que la madurez que ha mostrado durante estas dos temporadas en el día a día del equipo, uniendo al grupo de franceses y españoles gracias a su perfecto castellano y siendo ahora anfitrión de Mbappé cuenta casi tanto como lo que hace sobre el campo. «Es insustituible», ha contestado varias veces esta temporada Ancelotti. «Es intransferible», contestan en los despachos.

«no podemos hacer todos todo»

A sus 24 años, todos tienen claro que le queda otro escalón por elevar en su juego. Lo sabe el club, lo saben los entrenadores y lo sabe el propio futbolista, que ayer fue el protagonista en la rueda de prensa previa al duelo contra el Lille. «Tenemos que entender que en un equipo no podemos hacer todos todo, hay un plan del entrenador, hay jugadores con mucha calidad y a veces tenemos que entender nuestra responsabilidad y hacer lo mejor para el equipo, que puede no ser lo mejor para mí», reflexionó, honesto, en castellano

«Para mí lo máximo es ayudar al equipo delante de la defensa, recuperar balones, conseguir intercepciones... Si juegas es un equipo como el Madrid es porque tienes calidad, no hay regalos aquí. Es la única cosa que puedo decir», terminó, con personalidad y contundencia.

Si vamos a los números, Tchouaméni es el segundo futbolista de las cinco grandes ligas que más intercepciones realiza por partido, 2,6, por las 2,8 de Lisandro Martínez, central del Manchester United, y es el sexto centrocampista que más pases da por encuentro (72). En el Madrid todo pasa por él, aunque el adiós de Toni Kroos ha cambiado la salida de balón del conjunto blanco y ha llenado al galo, a Valverde y a Bellingham de más responsabilidades en la construcción. Sin el alemán, todos sufren un poco más.

«hablamos todo el rato»

«Toni fue muy importante y tenemos más responsabilidades en salida de balón, pero vamos a mejorar y a hacerlo bien», admitió el centrocampista, que el curso pasado sufrió varios problemas en el pie izquierdo pero está recuperado. «Me siento mejor poco a poco y ya no tengo dolor», dijo.

El galo lo ha jugado casi todo en este inicio de temporada y sólo se ha perdido un partido, el duelo de San Sebastián ante la Real Sociedad, donde fue baja por un golpe en el pie. Por lo demás, 90 minutos en siete de las nueve citas en las que ha participado y la confianza total de Ancelotti, clave desde su aterrizaje y gran valedor de su juego. «Ancelotti es muy importante para mí, hablamos todo el rato. Trabajar con un entrenador como Carlo es un placer, me ayuda mucho con y sin balón», reflexionó el francés sobre la relación que le une al técnico.

Un técnico que, aunque a Tchouaméni no le guste, le ve bastante futuro como central. Una reflexión que también comparte la dirección técnica. Gusta su poderío aéreo y su salida de balón y creen que podría ser uno de los mejores del mundo. Mientras, seguirá siendo el eje sobre el que se mueva el Madrid.

El equipo ideal de Bellingham, el "habla en español" de Endrick, "Bobby, Bobby"... Lo mejor de la fiesta del nuevo EA SPORTS FC 25

El equipo ideal de Bellingham, el “habla en español” de Endrick, “Bobby, Bobby”… Lo mejor de la fiesta del nuevo EA SPORTS FC 25

Madrid acogió ayer la presentación del nuevo EA SPORTSFC 25, el videojuego de fútbol más famoso de todos los tiempos y antes conocido como 'FIFA'. EA Sports, compañía que tiene sus derechos, eligió a Jude Bellingham como portada de la edición de esta temporada y seleccionó la capital de España, hogar del inglés y del Real Madrid, para dar el pistoletazo de salida al curso.

Bellingham estuvo acompañado por Endrick, que es, según la compañía, "la imagen de la nueva generación". A su lado, Aitana Bonmatí, "la mejor futbolista del mundo", actual Balón de Oro y estrella del Barcelona. Y como padrinos de excepción, Zinedine Zidane y Eden Hazard, "icono" y "héroe" en este videojuego.

La noche tuvo de todo. Bellingham fue el primero en salir al escenario para analizar su momento actual y sus estadísticas en el videojuego: "Jugaba a este juego con mi hermano todo el tiempo mientras crecía, y siempre he pensado en lo increíble que sería aparecer algún día en la portada", admitió. Y eligió su equipo ideal si tuviera que jugar un cinco contra cinco: Zidane, Roberto Carlos, Beckham, el propio Jude y Casillas en la portería.

Después fue el turno de Endrick, que a sus 18 años es un "apasionado" del videojuego. "Estoy muy bien, marqué gol en el Bernabéu en mi partido de debut y también en Champions League. No me importa ser el jugador más joven en marcar. Solo espero ayudar al Madrid". "Y marqué en Wembley, eso Jude lo sabe bien", bromeó el brasileño, autor de un tanto en el Inglaterra-Brasil de hace unos meses. "Eso fue un regalo", le contestó el británico.

Endrick es conocido dentro del vestuario del Madrid con el apodo de 'Bobby', por Bobby Charlton, así que Bellingham no paró de repetirle al oído y de corear a su lado lo mismo que cantaba la gente: "Bobby, Bobby". El ex de Palmeiras le aconsejó "hablar en español, que estás en España", pero el inglés, que ya entiende el idioma, todavía no se desenvuelve con soltura en público como para atreverse.

Aitana reconoció que su carta del videojuego "podría tener un poco más de defensa", "pero es un honor ser la mejor jugadora del FC 25", añadió. Zidane, por su parte, admitió que Madrid es "su casa", mientras que Hazard elogió a la capital de España: "Siempre es especial estar aquí".

Llegó entonces el momento de probar el videojuego. Endrick y Bellingham hicieron un equipo junto a los youtubers DjMariio y Riverss contra Hazard, el cantante JBalvin y el influencer Luva de Pedreiro, con victoria para los madridistas y celebración 'a lo Bellingham' de todos.

El día finalizó con un espectacular concierto de JBalvin y la llamada a todo el mundo para ver el derbi madrileño de este domingo en el Metropolitano.