De Jong, el símbolo de la ruina del Barça: 42 millones el año pasado y 50 más hasta 2026

De Jong, el símbolo de la ruina del Barça: 42 millones el año pasado y 50 más hasta 2026

Rara vez el contrato de una estrella del Barça rodó tanto de mano en mano desde los pasillos del palco a las redacciones de los periódicos, utilizado como arma arrojadiza entre los diversos clanes del club. Rara vez hubo tanto alboroto como tras la firma de aquel documento de 28 páginas, rubricado el 1 de octubre de 2020, que aseguraba la continuidad de Frenkie de Jong hasta 2026. Desde entonces, los comentarios sobre las astronómicas cifras de aquella renovación han venido intoxicando el ambiente. No sólo porque el rendimiento del holandés quedó lejos del nivel esperado, sino porque desde la llegada de Joan Laporta, el presidente optó por colocar a su jugador en una posición casi insostenible. Tanto, que el propio De Jong tuvo que desmentir el pasado domingo lo que su propia directiva venía filtrando desde hace meses. No, esta temporada no será el futbolista que más cobre de la plantilla, pero sí el más caro para la entidad el curso pasado. El símbolo de una etapa negra que terminó arrastrando a la quiebra a los azulgrana.

El martes pasado, De Jong volvió a disputar un partido 162 días después de su lesión de tobilllo en el Santiago Bernabéu. Aquel clásico del 21 de abril fue el último capítulo de otro curso donde el hombre llamado a guiar el fútbol del Barça pasó más bien desapercibido. Sin embargo, por el mero hecho de acabar la temporada, el club tuvo que pagar 31.974.000 millones de euros brutos a Frenkie, desglosados de la siguiente manera: salario fijo (18 millones), bonus de lealtad (6.820.000 euros), bonus por el diferimiento de su sueldo durante la pandemia (4.654.000 euros), bonus por rendimiento al completar al menos el 60% de los minutos en partidos oficiales (dos millones) y bonus por alcanzar los cuartos de la Champions (500.000 euros). La baja forzosa por su fuerte esguince sólo permitió a De Jong formar en 30 partidos, por lo que cada uno de ellos le costó al club 1.065.800 euros.

Esas cifras del curso pasado colocaron a De Jong por encima incluso de Robert Lewandowski, cuyo salario anual rondaba los 27 millones brutos. Este año, en cambio, la situación se invierte, dado que el polaco ve aumentada su ficha hasta los 33 millones, mientras el Barça reduce la del neerlandés. En total, según el contrato al que también ha tenido acceso EL MUNDO, De Jong percibirá 25,2 millones, en concepto de salario fijo (19 millones), bonus de lealtad (4.200.000 euros) y bonus por el 60% de los minutos (dos millones). La prima por conquistar el triplete (Liga, Champions y Copa) se situaría en dos millones más.

Amortización del fichaje

A estas enormes cantidades conviene añadir el coste por la amortización de su fichaje, un dato que suele pasar inadvertido. El 23 de enero de 2019, seis semanas antes de la célebre eliminatoria de Champions ante el Real Madrid, el Ajax acordó el traspaso de su estrella al Barça a cambio de 75 millones de euros, más otros 11 en variables. De modo, que el club azulgrana tuvo que computar esos pagos en sus cuentas desde 2019 a 2024. El curso pasado esa suma aún superaba los 10 millones, por lo que el gasto total del club en De Jong rebasó los 42 millones de euros.

La ampliación de este jugoso contrato, rubricada aquel 1 de octubre de 2020 por el ex presidente Josep Maria Bartomeu, su director general, Óscar Grau y su director deportivo Javier Bordas, permitió a De Jong doblar sus ganancias hasta situarse un escalón por debajo de Philippe Coutinho y Samuel Umtiti, los mejor pagados de aquella plantilla sólo por detrás de Gerard Piqué y Sergio Busquets. Un negocio redondo para Hasan Cetinkaya, director ejecutivo de HCM Sports Management, la agencia que también manejaba los asuntos de Martin Braithwaite.

A lo largo de sus cinco años en el Camp Nou, donde sólo pudo alzar una Liga (2023), una Copa del Rey (2021) y una Supercopa de España (2023), De Jong ha recibido del Barça algo más de 192 millones de euros. Una cifra muy superior a los 120 millones que el Real Madrid, durante ese mismo periodo (2019-2024), pagó a Luka Modric en conceptos fijos y variables. A los gastos azulgranas cabe añadir el precio de su traspaso, por lo que el monto total se situaría en 278 millones de euros.

9,3% de la masa salarial

A día de hoy, la crítica situación financiera del Barça debería obligar a una solución drástica con un futbolista que acapara el 9,3% de su masa salarial. Es decir, más que la suma de Lamine Yamal, Ronald Araújo y Gavi. Hasta 2026, Laporta aún deberá pagarle 50,2 millones (25,2 millones en 2025 y 25 en 2026). Una nómina que resulta inasumible incluso para el Manchester United -dirigido por Erik ten Hag, su ex entrenador en el Ajax- u otros ilustres de la Premier League. En caso de conseguir un traspaso, incluso muy a la baja, el club lograría algo de oxígeno para afrontar los problemas de liquidez que este verano le obligaron a múltiples malabarimos para inscribir a Dani Olmo.

De Jong, durante el partido del miércoles en Montjuïc.

De Jong, durante el partido del miércoles en Montjuïc.EFE

En cuanto a lo puramente deportivo, De Jong tampoco puede vislumbrar un horizonte despejado. Hansi Flick ha logrado cimentar su nuevo centro del campo con jóvenes de la cantera como Marc Casadó o Pablo Torre, competencia directa del holandés. Si a este factor sumamos los próximos regresos de Gavi y Fermín López, el panorama se complica más.

Porque ni siquiera después de cinco años hay unanimidad acerca de su posición ideal. Como mediocentro, a su estilo algo efectista le falta velocidad en la salida del balón. Y actuando en posiciones más adelantadas, sus estadísticas en 214 partidos se reducen a 18 goles y 21 asistencias. Durante el triunfal curso 2022-2023, cuando Xavi Hernández apostó por él como cuarto centrocampista, De Jong ofreció su mejor nivel, pero menos de año y medio después, hay razones para considerarlo un futbolista sobrevalorado.

Hansi Flick: el último extranjero novato en el potro de tortura

Hansi Flick: el último extranjero novato en el potro de tortura

Actualizado Miércoles, 14 agosto 2024 - 23:58

Hansi Flick se convertirá este sábado en el último técnico extranjero que se estrena en el fútbol español. Lo hará desde el banquillo de un Barcelona que en los últimos años ha sido una montaña rusa de emociones. Y, también, un potro de tortura. Dos leyendas de la entidad azulgrana, Ronald Koeman y Xavi Hernández, acabaron triturados por la exigencia de un puesto para el que no se tiene memoria. Ni paciencia. El primero, dejó la entidad por la puerta de atrás tras ganar una Copa del Rey. El segundo fue despedido tras sumar una Liga y una Supercopa de España y poco después de ser ratificado en su cargo.

El banquillo azulgrana supone un desgaste tremendo. Incluso a nivel físico. Basta con ver fotografías de Pep Guardiola, Luis Enrique o Ernesto Valverde, al inicio y al final de sus respectivas etapas, para comprobarlo de manera tremendamente esclarecedora. Para esta entidad que el primer equipo cierre una temporada en blanco es imperdonable. A sus seguidores no les importa lo más mínimo que la caja del club esté atravesando por un largo proceso de recuperación. Algo que condiciona las operaciones que pueden llevarse a cabo para conseguir los refuerzos adecuados para pelear por todo. Por lo pronto, el club ha cerrado este verano, hasta ahora, únicamente dos llegadas: Pau Víctor y Dani Olmo. Y, al menos hasta ayer, ninguno de los dos estaba convenientemente inscrito para jugar el sábado ante el Valencia en el estadio de Mestalla.

Cambios en el estilo

Las lesiones de Pedri o Frenkie de Jong, la Eurocopa y los Juegos Olímpicos han provocado que Flick se viera obligado a afrontar los primeros amistosos sin muchos jugadores clave. Y, cuando por fin pudo contar con algunos de ellos, sobre todo con uno que ha tomado tanta trascendencia como Lamine Yamal, llegó la derrota más dura y clara. Con el 0-3 encajado ante el Mónaco, el alemán escuchó los primeros pitos de una grada que va a ser muy exigente. Desde el primer minuto. Los seguidores barcelonistas quieren victorias y buen juego, y les trae sin cuidado que el libro de estilo del ex entrenador del Bayern (bajo su dirección derrotó 2-8 al Barcelona en la Champions de 2020) y de la selección germana (estuvo desde 2021 a 2023) tenga en principio poco que ver con aquello a lo que se han acostumbrado en las últimas décadas.

La preparación física es vital para un entrenador que exige a los suyos que desplieguen una presión asfixiante por todo el terreno de juego. Por eso, las cargas de trabajo están siendo muy fuertes. Ante el Mónaco, los azulgrana parecieron no tener fuelle suficiente durante muchos minutos. Puede que su equipo vaya a ir de menos a más. Pero, aun así, ganar ante el Valencia es vital. Si no, descubrirá muy pronto la peor cara de ser técnico azulgrana.

Pedri: "Cuando no pueda más pediré el cambio"

Pedri: “Cuando no pueda más pediré el cambio”

Actualizado Lunes, 15 abril 2024 - 17:48

Con todo. Y con Pedri. Al Barcelona no le queda otra que poner su equipo de gala para meterse en las semifinales de la Liga de Campeones. El 2-3 conseguido frente al Paris Saint Germain le da una ventaja mucho más tímida que antaño y el canario, quien firmó la asistencia que le permitió a Raphinha igualar el partido a dos, formará, salvo sorpresa, parte de un once titular en el que no podrán estar ni Sergi Roberto ni Christensen, ambos baja por acumulación de amonestaciones tras ver sendas amarillas en París. Ahora, deben andarse con mucho ojo Frenkie de Jong, Ferran Torres, Joao Félix, Araujo y Lamine Yamal. Una cartulina, en su caso, les privaría de estar en la ida de las semifinales si los azulgrana consiguen culminar su pase de ronda.

«Cuando vuelves de lesión, notas el cansancio, pero me siento con fuerzas y tengo muchas ganas. Cuantos más minutos sean, mejor, pero puestos a elegir, prefiero jugar 80 y hacerlo al 100% antes que acabar a medio gas. Cuando no pueda más, pediré el cambio», aseveró Pedri en la rueda de prensa previa al duelo de este martes en Montjuïc. Por ahora, el canario parece haber exorcizado de una vez por todas los demonios de sus problemas físicos. «Cuando salgo al campo, no pienso en las lesiones que he tenido. El pase del otro día es parecido al que hice la última vez que me lesioné. Me doy cuenta luego. Ahora, tengo ganas e ilusión, que lo suplen todo», recalcó el centrocampista, consciente de la gran importancia de este partido. «Este y las semifinales de la Eurocopa serán los más importantes de mi carrera. Ojalá vengan muchos más. La afición se lo merece y estoy convencido de que nos ayudará con su apoyo», recalcó.

Ilusión recuperada

«Todos los que estén en la convocatoria de este martes están para jugar. Pedri debe ser muy importante», deslizó por su parte un Xavi que, junto con la plantilla, recibió la visita sorpresa de Joan Laporta, en la sesión de entrenamiento. El presidente, en un momento crucial de la temporada, le dio un abrazo. «Es un momento importante para el barcelonismo, hay ilusión, se nota en la calle. El presidente es un fanático del club, lo siente. Nos ha querido transmitir confianza, está emocionado, como todos. Hemos recuperado la ilusión que tanto ha faltado durante la temporada», abundó el técnico azulgrana, quien recalcó el gran peso que tendrán los jugadores en el encuentro. «Esto va de futbolistas, no de entrenadores. Y nuestros futbolistas estuvieron a un nivel brillante en la ida, todos. El trabajo de los entrenadores es inspirarlos», apuntó, consciente, además de que será fundamental templar los nervios.

«Visualizo un partido muy parecido al de la ida. Tendremos una guerra futbolística importantísima y habrá momentos en los que el equipo va a sufrir», explicó un Xavi que, de nuevo, quiso destacar la importancia del anuncio de su adiós en el cambio de imagen del equipo. «Ha sido bueno para mí, para los futbolistas e incluso también para la prensa. Se ha liberado todo el mundo. Todos han tenido más sentimiento de pertenencia, hacia el club y al equipo. Ha ido fenomenal», sentenció.

Su ADN se rio de Luis Enrique

Su ADN se rio de Luis Enrique

Actualizado Jueves, 11 abril 2024 - 00:01

Gran partido del Barça. El mejor de hace muchos años. Siempre jugó mejor al fútbol que el lánguido PSG, que demostró que una cosa es jugar en la Ligue 1 y otra competir en Europa. Tanto ADN barcelonista de Luis Enrique, que tuvo que bailar al ritmo de una sardana.

Una vergüenza escandalosa para el entrenador del PSG, que tiene un equipo lento, incluso agotado física y mentalmente al final, para un estrepitoso fracaso. Hasta Mbappé paseó como una

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Xavi, ante la plaga de lesiones que mina al Barcelona ante el Mallorca: "El trabajo de prevención es impecable"

Xavi, ante la plaga de lesiones que mina al Barcelona ante el Mallorca: “El trabajo de prevención es impecable”

Actualizado Jueves, 7 marzo 2024 - 22:41

El centro del campo del Barcelona parece estar poco menos que gafado. Ante el Athletic, Xavi perdió de golpe dos de sus argumentos preferidos para la creación de juego: Pedri y Frenkie de Jong. El primero sufrió el enésimo percance muscular de su llegada a la entidad barcelonista, mientras que el segundo padeció un esguince de tobillo por una mala caída. Con este panorama, y con Gavi como baja de larga duración por la grave lesión de rodilla sufrida en noviembre del año pasado, al técnico no le quedará otra que buscar la mejor forma de reinventar la medular. Así lo confesaba en la rueda de prensa previa al partido de este viernes (21.00 h., Dazn) frente a un Mallorca que jugará el día 6 de abril ante el Athletic la cuarta final de Copa de su historia.

«No hay mucho donde elegir en el medio del campo. Medios naturales tenemos a Fermín, a Gündogan y poco más. Hay que reinventar, como sucedió con Christensen, que lo está haciendo bien como mediocentro. Podemos readaptar a Joao Félix, a Raphinha, a Ferran o alguno más», aseveró el entrenador azulgrana, quien no dudó en confesar que las de Pedri y De Jong son bajas «muy sensibles». En el caso del canario, quiso apuntar que se está haciendo todo lo posible para poner fin a esta mala racha de problemas musculares, a la que también quiso quitarle hierro. Sobre todo, apelando a que es algo que también les ha pasado a otros futbolistas en los inicios de su carrera deportiva.

«Hemos hecho un trabajo impecable, sobre todo Pedri. Le he dicho que ésta será la última lesión. Es menos grave de lo que parece y ojalá pueda volver pronto. Tenemos que hacer todo lo posible, y él quien más, para que no vuelva a pasar, ponerle los cinco sentidos. No es el primer jugador que tiene lesiones en el primer tramo de su carrera y está viviendo mucha presión con muy poca edad», argumentó un Xavi que está convencido de que la clave, ante todo, es la paciencia. «Tiene que ser positivo y convencerse de que se recuperará. No le veo problema alguno. Lo importante es que se recupere bien, al 100%, y que no piense ni en el clásico, ni en la Eurocopa», sentenció.

Fermín, un "perfeccionista"

El entrenador azulgrana, por otro lado, no escatimó elogios para un jugador que ahora tendrá más minutos y que acabó el partido frente al Athletic con muy malas sensaciones por el empate: Fermín. «Tiene una personalidad muy grande. Es muy perfeccionista y se autoimpone muchas cosas. El otro día no acabaría contento en San Mamés, como el resto del equipo. Te enfadas si no estás al nivel y él ya ha demostrado que tiene el nivel necesario para jugar en el Barça».

Las circunstancias, además, pueden obligarle a variar un poco su esquema. La filosofía, con todo, es innegociable. «El sistema se puede cambiar, pero el modelo, no. Tenemos que ser ofensivos, tener el balón. Eso no lo cambiaremos. La verdad es que no hemos tenido nunca juntos a los centrocampistas y eso nos ha pesado», recalcó un Xavi que, pese a la distancia de ocho puntos con Real Madrid, se resiste a tirar la toalla en la Liga.

«Lo vamos a intentar hasta el final, hasta que los números digan que no», aseguró un Xavi que, pese a la trascendencia del partido del martes frente al Nápoles, quiere que sus jugadores estén centrados al máximo en el campeonato de la regularidad. «Yo no creo que la Liga esté perdida», ése es el mensaje.