Correa, el protagonista de la "broma de mal gusto" a Luis Enrique: "Cuando entra en el campo siempre pasan cosas"

Correa, el protagonista de la “broma de mal gusto” a Luis Enrique: “Cuando entra en el campo siempre pasan cosas”

"Ha sido una broma de mal gusto. Necesitamos 20 ocasiones claras para marcar gol y el rival nos estornuda y nos marca". Con ese cabreo se expresó Luis Enrique tras la derrota en el último suspiro de su PSG a manos del Atlético y a pies de Correa.

Decía el argentino que llegó "asfixiado" a ese último contraataque, pero que sintió que pudo ser una "buena oportunidad de marcar", como finalmente ocurrió. Y ocurrió porque el delantero, con un recorte, paró el tiempo y se echó el equipo a la espalda en ese último minuto.

Otra vez, Correa. Como en Bilbao, como en el Metropolitano ante el Real Madrid y como en el Parque de los Príncipes. El argentino ha hecho tres goles esta temporada que han valido dos victorias en el último minuto y un empate. "Siempre trato de estar bien preparado cuando me toque ayudar al equipo", expresó el protagonista en zona mixta tras finalizar el duelo en París.

Un delantero que reclamó más protagonismo en una temporada en la que sigue siendo la cuarta opción para Simeone. "Cuando entra en el campo siempre pasan cosas. Discutimos, se lo digo, porque él quiere jugar los 90 minutos, como todos los jugadores. Pero él sabe lo importantísimo que es el 12 del equipo", dijo de él su técnico.

Sólo ha disputado 580 minutos frente a los 772 de Sorloth, los 1.012 de Julián Álvarez o los 1.235 de Antoine Griezmann, su asistente esa noche, pese a que no había tenido su mejor partido, aunque no fuera ninguna de las sustituciones.

"Me avala en esta oportunidad la asistencia de Griezmann. Sería injusto decir que se quedó por eso, pero necesitábamos igualar los esfuerzos de cada jugador", expresó Simeone sobre su estrella, aunque no pudo obviar su flojo encuentro: "Hoy salió bien pese a Griezmann no estuvo tan fino, pero cuando está en el campo algo puede pasar".

Pasó lo que parecía imposible. Esta es la tercera victoria del Atlético de Madrid en Champions en los últimos tres años: 2022 contra el Manchester United, 2023 frente al Feyenoord y esta ante el PSG. Una victoria que no se explica en los números.

El PSG realizó 22 disparos frente a los cuatro del Atlético de Madrid. Tuvo unos expected goals de 1,92 frente al 0,55 de los rojiblancos y es que fueron nueve tiros a puerta de los franceses frente a tres de los españoles. "Es el fútbol", explicó el central parisino, Pacho, al término del duelo.

Pero el Atlético contó con los guantes de Oblak. Inconmensurable en París. El esloveno fue un muro y explicó que el equipo se colocó "como le dejó el PSG". "Sufrimos hasta el final y conseguimos los tres puntos que son muy importantes. A veces el fútbol te da y otras te quita, como contra el Lille", comentó el guardameta.

Futuro dispar

Esta victoria reconecta a los rojiblancos en la clasificación de la Champions y saca al PSG de los 24 equipos que pasan a la siguiente fase. Ahora son los colchoneros los que ocupan el puesto 23 frente al 25 de los franceses, que tienen un calendario complicado para clasificarse para la siguiente fase. Les restan el Bayern, el City, Stuttgart y el Salzburgo. Mientras que al Atlético le queda el Sparta de Praga, el Slovan de Bratislava, el Leverkusen y el Salzburgo.

Simeone, sobre lo ocurrido en Valencia: "Estamos tristes, con una amargura enorme"

Simeone, sobre lo ocurrido en Valencia: “Estamos tristes, con una amargura enorme”

No es de Valencia y tampoco de nacionalidad española, aunque ha vivido gran parte de su vida en nuestro país, pero Diego Simeone sigue "muy triste" por lo que está viviendo la gente de Valencia afectada por la terrible DANA después de manifestar que la jornada previa de Liga no debería haberse jugado. "Hay una amargura enorme, ojalá la gente siga ayudando para que se pueda solucionar en un tiempo relativamente corto", expresó el técnico en la rueda de prensa previa al partido ante el PSG sobre su sentir y el de todo el vestuario.

El argentino, que debe centrarse en el fútbol toda vez que lleva dos derrotas consecutivas en Champions, se enfrenta el miércoles a uno de los pocos entrenadores contra los que tiene un balance negativo de enfrentamientos. Luis Enrique le ha vencido en nueve de los 14 duelos en los que se han encontrado mientras que el argentino sólo ha podido salir vencedor en tres de ellos. "Tranquilidad, competir como en todos los encuentros y que sea lo mejor en el partido de mañana", comentó el técnico.

El PSG se encuentra décimonoveno en la clasificación de la Champions League con una victoria, un empate y una derrota, mientras que los rojiblancos están fuera de los puestos que dan acceso a la fase de eliminatorias en el puesto 27, con una victoria y dos derrotas. "Uno siempre está apurado, pero estamos empezando. La temporada es larga y los números se hacen al final. Lo importante es llegar a los objetivos y cumplir con lo que hay que hacer. Este es un partido muy importante para los dos", detalló.

"Humildad para el corazón"

Otra derrota complicaría mucho la clasificación de los rojiblancos o les obligaría, al menos, a ganar los partidos de casa y sacar algo fuera. No obstante, el argentino sigue confiando en unos jugadores a los que sigue inculcando sus valores 13 años después. "Entiendo en la vida que la humildad despierta al corazón y así está claro que siempre se rinde y buscamos esa humildad para que el corazón pueda latir", detalló de cómo consigue motivar a los suyos incluso tras todos los años que lleva al frente del banquillo rojiblanco.

Uno de ellos es Rodrigo De Paul, jugador muy discutido por la grada actualmente y al que han pitado en los últimos duelos en el Metropolitano. El mediocentro argentino, de trazo fino en el pase, está siendo criticado por lo que se considera una falta de actitud en el campo.

"Está bien que exijan"

No obstante, el argentino responde que entiende "los pitos". "Está bien que exijan, eso quiere decir que puedo dar más. Bienvenido sea para que todos demos más y que así el Atlético sea más grande y podamos crecer todos", expresó el jugador en las tres preguntas que le hicieron a este respecto en la rueda de prensa previa al encuentro de Champions.

Otro de los que formará en el eje con el argentino, es raro que un jugador salga en rueda de prensa si luego no juega el partido, es Pablo Barrios. Barrios fue alabado por el mediocentro, pero cree que "no hay que cargarle de responsabilidades" por su joven edad. "Ojalá podamos hacer que crezca más", concluyó De Paul.

Giuliano Simeone le enseña el camino al Atlético en su victoria ante Las Palmas

Giuliano Simeone le enseña el camino al Atlético en su victoria ante Las Palmas

En el vaivén de este Atlético, que todavía no sabe quién es y tampoco tiene muy claro quién quiere ser, como mínimo puede recordar quién fue. A Giuliano Simeone le ha costado dos años ganarse un puesto en la plantilla, pero ahora ya asentado, titular e incluso imprescindible, es el que pone la lucha, el arrojo, el carácter. El cholismo está en él como en pocos: lo lleva en la sangre. Por mucho que el equipo busque otro juego, que abrace otro estilo, que trate al balón de otra manera, en la esencia del Atlético se mantiene la pelea y por eso la irrupción del hijo pequeño del entrenador, Diego Simeone, es una bendición: este es el camino, aunque se pueda recorrer de muchas formas.

En una semana crucial en el calendario colchonero, Giuliano Simeone resolvió el encuentro ante Las Palmas (2-0) y dejó al Atlético en tercera posición de la Liga a sólo un punto del Real Madrid -con el partido aplazado ante el Valencia-. El próximo miércoles ante el PSG habrá dudas en el once titular, con múltiples opciones en la delantera, pero una cosa está clara: por la derecha batallará el joven Simeone.

En su segundo encuentro jugando desde el inicio llegó su primer gol: la media es excelente. En el minuto 37 de la primera parte, Simeone amagó con ir hacia atrás para recibir el balón del lateral, Nahuel Miranda, arrancó a correr en dirección a la portería contraria y el excelente pase por alto del mismo Miranda le dejó en un mano a mano. En su posición, en ocasiones Simeone parece un jugador nervioso, no siempre toma la mejor decisión, pierde más balones de lo recomendable, pero cerca del área raramente falla. Ante Jasper Cillessen, el portero de Las Palmas, no perdonó. El ex del Barça se quedó en el primer palo y Simeone la envió al segundo para desatar una celebración cholísima. Puños cerrados, gritos, golpes al aire. Sería raro, muy raro, que el Metropolitano no le adore al acabar la temporada.

El mismo Giuliano Simeone habló de eso al acabar el encuentro: "Para ser un ídolo del Metropolitano hay que hacer muchas cosas, como lo hicieron los grandes jugadores que pasaron por acá. Es un sueño cada día que me despierto y voy a entrenar o a jugar con el Atlético". Más allá del gol, el interior generó peligro constante por su banda, como hizo Javi Galán por la izquierda, e incluso pudo marcar un segundo gol en la segunda parte. Entonces, ya muy cómodo, el joven incluso se atrevió a arengar a los espectadores como hace su padre desde hace más de un década.

Su aparición fue, de hecho, lo más interesante de un partido que empezó entretenido y se fue apagando y apagando y apagando. En la primera parte, Las Palmas buscó el juego directo hacia su delantero, Fabio Silva, y llegó a inquietar a Oblak, pero en la segunda parte prácticamente no hubo duelo. De hecho en ese periodo el conjunto visitante no creó ni una sola ocasión de gol.

En una jugada entre el discutido Rodrigo de Paul y Nahuel, el segundo golpeó a Cillessen en la cabeza y el partido estuvo detenido durante nueve minutos. El portero, que se sentía indispuesto, tuvo que ser retirado finalmente en camilla y en su lugar entró el croata Dinko Horkas. Con la mente ya puesta en la Champions y en la necesidad de sumar más puntos en Europa, el Atlético tampoco hizo gran cosa hasta que en el minuto 83, aprovechando la calma canaria, otro pase de De Paul dejó a Sorloth sólo ante Horkas y éste sentenció el encuentro.

Julián Álvarez evita el sonrojo del Atlético en Vic

Julián Álvarez evita el sonrojo del Atlético en Vic

Actualizado Jueves, 31 octubre 2024 - 21:20

La Unió Esportiva Vic soñó durante 80 minutos con firmar toda una hazaña. Frente a un Atlético que no pasa precisamente por un buen momento de forma y juego, solo le faltó algo más de puntería en los metros finales para que la historia hubiera tenido un final muy diferente.[Narración y estadísticas (0-4)]

El conjunto catalán, que milita en lo que sería el equivalente al sexto nivel del fútbol español, tuvo en su portero, Agustín Mora, a su gran baluarte para instalar la incertidumbre por el desenlace casi hasta el final. Julián Álvarez, transformando un discutido penalti sobre Giuliano Simeone y culminando una acción al contraataque cuando el partido moría, se encargó de solventar la papeleta para los de Simeone. Un pase a segunda ronda que cubre del todo las carencias rojiblancas.

En un campo en el que no faltaron precisamente las esteladas, algo lógico en un feudo tan independentista como la ciudad de Vic, el conjunto local se las arregló para marcharse al descanso con el partido mucho más que vivo. Además contaron con el favor del árbitro, que pasó por alto una clamorosa mano de Nil Pradas ante Alexander Sorloth. No obstante, los rojiblancos se mostraron a lo largo del primer tiempo incapaces de batir la portería del inspiradísimo Mora.

El recital de Mora

Su intervención más brillante sería la que rubricó a un remate de Conor Gallagher tras saque de falta ensayado de Rodrigo Riquelme, justo al límite de los primeros 45 minutos. Más fácil, eso sí, lo tendría en el otro extremo del campo el meta colchonero, Juan Musso, para desbaratar las opciones de un Vic al que le faltó algo más de puntería. De haberla tenido, las cosas se les habrían puesto muy complicadas a los visitantes.

Y, por mucho que Diego Simeone se decidiera a dejar de reservar a varias de sus figuras clave para encarar la segunda parte, las cosas no cambiaron mucho. O, si lo hicieron, fue de hecho para que fuera el Vic el que se atreviera incluso a llevar algo más de peligro. De nuevo, eso sí, con mucha más voluntad que acierto en el área pequeña, donde se deciden realmente los partidos. Mientras, en su portería, Mora insistía en erigirse como el hombre del partido dando continuidad al recital de intervenciones que había firmado en la primera parte.

Sorloth, el jueves, en el Hipòlit Planàs de Vic.

Sorloth, el jueves, en el Hipòlit Planàs de Vic.EFE

De ellas, la más lúcida sería la plástica estirada con la que envió por encima del travesaño un tan potente como lejano disparo de Nahuel Molina en los primeros compases del segundo periodo. Las cosas, además, se le complicarían un poco más a Simeone con las molestias de Thomas Lemar, uno de los revulsivos tras el descanso y que fue sustituido por Antoine Griezmann tras pasar solo 17 minutos sobre el césped.

Pero, justo cuando las cosas parecían ponérsele más cuesta arriba al Atlético, llegó la acción más determinante de la tarde. Giuliano Simeone cayó dentro del área, aparentemente cazado por Gil Bertrana. Cuadra Fernández no dudó: señaló penalti, muy discutido tanto por el Vic como su afición, y mandó a Alfons Senyé a los vestuarios tras mostrarle la que era su segunda amarilla por sus protestas. Sin VAR de por medio, Julián Álvarez no desaprovechó la oportunidad. A pocos segundos para que se cumpliera el tiempo reglamentario, él mismo se encargaría de ampliar culminando una acción a la contra para anotar el definitivo 0-2.

El Atlético de Madrid presenta una queja formal a la UEFA por el inexplicable penalti ante el Lille

El Atlético de Madrid presenta una queja formal a la UEFA por el inexplicable penalti ante el Lille

"Ojalá encontremos algo para decir que fue penal. Porque primero dijo el árbitro que fue mano y luego que hubo algo de Koke". Esas eran las palabras de Diego Simeone tras la conclusión del encuentro en el que su equipo cayó derrotado ante el Lille en el Metropolitano por 1-3. Pero, 12 horas después, nadie la ha encontrado.

Así, el club rojibanco ha decidido presentar una queja formal a la UEFA por la resolución de una jugada que marcó el devenir del partido en el feudo colchonero. El tercer gol francés ya llegó en el último minuto de partido con los de Simeone volcados en el área de Chevalier.

Al volver al minuto 74, nadie del mundo del fútbol encuentra una explicación no sólo a lo que sucedió, tampoco a lo que se interpretó. En la salida de un córner, un balón llovido cae entre Koke y los jugadores franceses, Alexsandro y André. El esférico golpea en la mano de André y queda muerto entra las piernas de los tres hasta que el capitán rojiblanco consigue sacarlo con la puntera tras varias patadas al aire.

Un momento después, Marco Guida, señala el punto de penalti y se desata la locura dentro y fuera del campo. En un inicio el italiano parece indicar que fue un toque con la mano el que le inclina a pitar penalti, algo inverosímil ya que el responsable es un jugador francés. Entonces, y tras unos minutos de deliberación con la sala VAR y sin acudir a la pantalla del videoarbitraje, el colegiado reitera su decisión.

"No sé, él ha dicho que la mano, pero al final no sé qué ha pitado. Nadie entiende, espero lo entienda él", afirmó Jan Oblak a los medios depués del encuentro. Y Julián Álvarez añadía el factor de la mano en ataque como un elemento que excluye todo lo que ocurre posteriormente. "Fue decisiva en el partido", afirmó el argentino. Y Simeone sentenciaba poco después: "No fue nada, muchacho".

En el club rojiblanco están indignados con una jugada que no tiene explicación. Consideran que es una acción sin zonas grises ni interpretaciones limítrofes. A su juicio es claro que "nadie ve nada punible" y reiteran, como afirmaba Julián, que esa mano previa anularía cualquier circunstancia posterior.

Desde la entidad colchonera no comprenden por qué la tecnología no sirvió en la señalización de este penalti, que les deja fuera de los puestos de clasificación de la Champions League. Una competición en la que no deberían ocurrir situaciones como esta.

Un fondo sur 'sin' el Frente, un tridente sin fortuna y un penalti escandaloso: "Ojalá encontremos algo para poder decir que fue penal"

Un fondo sur ‘sin’ el Frente, un tridente sin fortuna y un penalti escandaloso: “Ojalá encontremos algo para poder decir que fue penal”

Le resultó raro a estadio, jugadores y técnico. Faltaban casi 5.000 almas, y las más ruidosas, animando ante el Leganés. Volvieron frente al Lille en Champions. Cumplida la sanción impuesta por Disciplina, el Metropolitano ya no debía nada a nadie, pero el Frente Atlético sí.

"En vista de los constantes ataques sufridos desde todo el Nacionalmadridismo, aceptados y comprados por una parte del mundo Atlético", comenzaba el comunicado que el grupo ultra lanzó en redes sociales criticando a los que no piensan como ellos. Para, posteriormente, solidarizarse con "esos Atléticos que sin ser ultras, comparten y entienden esta forma de vida igual que nosotros, y que han sido perjudicados sin motivo". Y anunciar, finalmente que "para poder reflexionar detenidamente, y tener tiempo para pulsar a esas peñas, colectivos y aficionados que buscan como nosotros una unión inquebrantable, esta noche no animaremos".

En el resto del comunicado, el grupo pedía unión y ofrecía asesoramiento legal para todos aquellos perjudicados por la prohibición autoimpuesta de cinco partidos sin poder comprar entradas para duelos visitantes.

"¿Cómo lo han visto todos?"

Así, aunque sus bufandas sí ondearon en el himno rojiblanco, su actitud fue "pasiva" durante todo el encuentro como explicaron en el mismo texto. No animaron cuando salieron los jugadores al campo, dejando el protagonismo al resto del estadio que brindó una sonora pitada al himno de la Champions. Aunque sí aplaudieron cuando se desplegaron los rojiblancos antes de comenzar el encuentro. "¿Cómo se ha vivido? ¿Cómo lo han visto todos?", contestó lapidario el entrenador cuando le preguntaron por el ambiente del Metropolitano.

Era el resto de la grada la que entonaba las clásicas arengas en el estadio rojiblanco mientras desde el Frente asistían impasibles al espectáculo que estaba brindando el Atlético en el verde aupado a su tridente más esperado. Apenas habían jugado 118 minutos juntos de los 990 que había disputado el Atlético de Madrid esta temporada. A juzgar por lo visto ante el Lille, tanto en ataque como en defensa, una ventaja para los rivales. Funcionó de maravilla y podrían haber matado al Lille si Sorloth hubiera estado más entonado.

Vista del Metropolitano en el gol del Atlético.

Vista del Metropolitano en el gol del Atlético.JUANJO MARTINEFE

Tuvo tres ocasiones clarísimas que marró por dos cucharitas mal ejecutadas y un remate alto. Julián, la que consiguió la enchufó, mientras que Griezmann estuvo en la sala de máquinas para generar dos de las tres de Sorloth y un remate forzado que no pudo concretar. "No es un chico y sabe convivir con estas situaciones", comentaba Simeone tras los fallos del noruego.

Momento paranormal

Ocasiones aparte, el partido lo inclinó Marco Guida, el colegiado de la contienda, con un penalti que nadie se explicó ni en el campo ni fuera de él. Nadie supo si fue mano, si hubo contacto de Koke... Y la losa de fallar oportunidades y ese penalti en contra.

"Vi el vídeo y me parece mano del jugador del Lille, no sé si lo roza Koke, pero primero es mano y me parece que debería haberla ido a ver", comentaba Julián Álvarez en el postpartido. Tanto es así que el propio Cholo tuvo que decir: "Ojalá encontremos algo para poder decir que fue penal". Hasta que luego, ya cansado, admitió: "No fue nada, muchacho".

Bruno Genesio, entrenador del Lille, aseguraba de manera muy política y correcta que no había visto la jugada y no podía valorarla. "No he hablado con mis jugadores del penalti y aún no he podido ver las imágenes", explicó.

El Atlético se queda con tres puntos de nueve posibles y, además, ala diferencia de goles le coloca en el puesto 26 de 24, con lo que estaría fuera de los equipos que se clasifican para los dieciseisavos de final. "Estamos en un momento complicadísimo de la Champions", admitió el Cholo. Toca ganar ante el PSG en París para volver a los puestos de privilegio.

Sorloth, el 'sicario' errante, ha jugado en 11 equipos en poco más de una década: "Turquía era como entrar en un campo de guerra"

Sorloth, el ‘sicario’ errante, ha jugado en 11 equipos en poco más de una década: “Turquía era como entrar en un campo de guerra”

Era el minuto 56 en el partido ante el Leganés, cuando el árbitro del encuentro, José Luis Munuera Montero, avisó de cambios en el Atlético de Madrid. Alexander Sorloth (Trondheim, 1995) miró al banquillo con tristeza. Sabía que le tocaba abandonar el terreno de juego, el noruego no había jugado completo ni un encuentro con la camiseta rojiblanca. Entonces, en la planilla salió el 10 y no el nueve que él porta y el gesto le cambió. "Tras cocnocer el cambio de Correa, se sintió más fuerte al ver que tenía todo el partido por delante y cumplió con lo que necesitamos de él", notó también Simeone.

Y es que el Atlético fichó no sólo al segundo máximo goleador de la temporada pasada, también a un delantero centro con movilidad, presencia en el área y juego de espaldas. Pero un jugador que, según sus propias palabras: "Soy muy impaciente, si no juego muchos minutos no me siento parte del equipo", explicó en una entrevista anterior en la que añadió que si perdía confianza en sí mismo "un cambio de aires puede ser positivo para un cambio de rumbo".

Parece ser la máxima de este nómada del fútbol. Sorloth nunca ha jugado más de dos temporadas en un equipo y lo ha hecho ya en 11 clubes en los mismos años de carrera profesional. El Rosenborg, entidad en la que empezó, le firmó su contrato profesional el mismo día de su debut con la primera plantilla. Un día, por cierto, en el que lo hizo marcando. Luego vinieron: FK Bodø/Glimt (Noruega), FC Groningen (Países Bajos), Midtjylland (Dinamarca), Crystal Palace (Reino Unido), Gante (Bélgica), Trabzonspor (Turquía), RB Leipzig (Alemania), Real Sociedad y Villarreal.

El no de Dovbyk

Su estallido llegó el año pasado con el conjunto groguet, donde anotó 26 goles, 23 de ellos en LaLiga, a uno del pichichi, Artem Dovbyk. Especialmente recordado fue su póker al Real Madrid en 17 minutos en la penúltima jornada, con los blancos, eso sí, ya campeones en aquel momento. Quizás fueron esos cuatro tantos los que le trajeron al Metropolitano. Esos y el no del ucraniano a recalar en el conjunto de Simeone tras deshojar la margarita durante un mes.

"Uno de los clubes más grandes del mundo", según contó el noruego, pero sobre todo con "un gran grupo" que le acogió muy bien, algo que él siempre ha necesitado. Otra de las cosas que destaca el delantero es el ambiente en el Metropolitano, una afición que la conoce bien tanto en contra, fue el primer campo en el que marcó cuando recaló en España como jugador de la Real Sociedad, como a favor. Dice que le recuerda a su época en Turquía "una de las experiencias más locas de su vida" en las que entrar en un campo era como hacerlo "en una zona de guerra".

Tranquilo y familiar

Quién hubiera dicho que un noruego silencioso y errante, el primero de la historia del Atlético de Madrid y cuyo máximo divertimento es estar con su novia y su hija recién nacida, tranquilos, disfrute de ambientes muy diferentes a su modo de vida y a su Trondheim natal. Una ciudad cuyo termómetro puede bajar hasta los -13 grados centígrados en invierno en el que apenas hay siete horas de luz al día, por las más de 20 que hay en verano. De ahí que, de pequeño, Sorloth fuera también un gran patinador de velocidad.

No obstante, aunque también probó en el balonmano, con 14 años se decidió por el fútbol, deporte que mejor porvenir le ofrecía y en el que se veía más cualidades, pero siempre que en el equipo en el que esté le den confianza. Confianza que se traduce en minutos y en partidos completos porque la impaciencia del noruego se muestra en su carácter.

"Estaba muy feliz. Es importante para él. A partir de ahora, en su cabeza va a sentirse liberado". Era Witsel, el compañero que deslizaba la importancia de la confianza para la mente de Sorloth, Alex, dentro del vestuario tras su doblete ante el Leganés. Algo atenazaba al noruego con sólo un gol en su casillero pese a sus 24 disparos en 12 partidos, siete más que el segundo del equipo que es Julián. Ahora, con tres tantos, las circunstancias cambian y el noruego vuelve a ser el sicario de Simeone, como le apodó el entrenador.

Simeone: "Puedo no estar de acuerdo con Courtois en la forma de ver las cosas"

Simeone: “Puedo no estar de acuerdo con Courtois en la forma de ver las cosas”

Casi se cumple un mes desde los incidentes del derbi, pero las ruedas de prensa en una y otra acera siguen visitando los incidentes que obligaron a suspender provisionalmente el encuentro entre Atlético y Real Madrid. No ayuda que los protagonistas se sigan lanzando dardos en las comparecencias previas a su partido de Champions League como en la de este mediodía antes del partido ante el Lille.

"Courtois merece el lugar que tiene. Es de los mejores porteros del mundo. Podemos no estar de acuerdo en las formas de ver situaciones, pero estoy agradecido por el trabajo que hizo aqui. Jugamos una final de Champions y ganamos una liga con él", respondió Diego Simeone a las palabras del belga en la aseguraba que sus ideas de provocación no coinciden.

Unos incidentes que también se vio obligado a recordar José María Giménez. El central uruguayo fue uno de los que acudió al fondo sur para intentar apaciguar los ánimos tras los lanzamientos de mecheros al portero del Real Madrid y también de los que, al término del encuentro, fue a agradecer el apoyo al mismo sector. "Fui a transmitir tranquilidad, que era lo que necesitábamos en ese momento porque teniamos confianza de empatar. Era una situación incómoda", apuntó el jugador rojiblanco.

El uruguayo también se alegró de que el miércoles, ante el Lille, puedan contar de nuevo con el Metropolitano al completo. "Significa mucho que esté el estadio con nosotros en un partido como el de mañana, los necesitamos a todos", comentó el futbolista que, probablemente, ocupe el centro de la zaga, lugar en el que se acumulan las bajas para el Atlético de Madrid. Le Normand, Azpilicueta y Lenglet serán baja en la línea defensiva rojiblanca.

El conjunto francés viene de subidón en esta competición después de la victoria ante el Real Madrid en su estadio. Y eso que se coló en la fase de grupos después de ganar por la mínima al débil Slavia de Praga. Simeone alabó al rival por su "fútbol vistoso y atractivo" y por su capacidad de competir los encuentros.

Para los rojiblancos no hay dudas respecto a su juego y Giménez ha querido destacar que el análisis dependerá de lo que ponga el electrónico. "Cuando termine el partido y tengamos un gol mas que el rival dirá si hemos jugado bien o mal. Lo importante es ganar. Sumar de a tres para afianzarse y seguir confiando en nosotros", declaró el jugador.

Es cierto que este nuevo formato de la Champions es, quizás, más benévolo con los tropiezos como el de Lisboa. Una derrota dolorosa en el que "no juegas bien" y se cometieron muchos errores desde el "trabajo colectivo", según detalló Simeone.

Dos de los jugadores que mañana espera la afición colchonera son Julián Álvarez y Antoine Griezmann. Del primero su entrenador reveló que está cada vez más cómodo tanto con sus compañeros como en la ciudad y del segundo se alegró de no tener que dividir el talento con Francia y que le vendrá muy bien esa descarga de minutos de no jugar con su selección.

De padres a hijos, las famosas sagas como la de los Simeone en el Atlético: "Tiene cosas por mejorar, pero tiene hambre"

De padres a hijos, las famosas sagas como la de los Simeone en el Atlético: “Tiene cosas por mejorar, pero tiene hambre”

Si hay una capacidad que se hereda en los Simeone es la de conectar con el público. El Metropolitano no vivía ante el Leganés su mejor tarde y, hasta el minuto 81, se escuchaban casi más pitos que aplausos. Entonces, Giuliano persiguió un balón imposible y, lanzándose con todo, lo alcanzó antes de que saliera por el córner. Los aplausos por el esfuerzo se tornaron en ovación cuando el pequeño de los Simeone puso un centro medido a Griezmann para el 2-1 del Atlético de Madrid.

"Es su trabajo, es lo que tiene que hacer. Tiene muchas cosas por mejorar, pero tiene hambre", concedía el padre poco después en rueda de prensa. Y el hijo respondía que la posición de carrilero, en la que le dispuso su progenitor, es un puesto en el que tendrá que trabajar "día a día" porque está en el Atlético para "sumar minutos" desde cualquier lugar.

La procesión va por dentro, que dirán algunos, pero a Zinedide Zidane, otra de las leyendas que ha entrenado a sus hijos, decía que eso le gustaba y le "parecía bonito", pero que era "más exigente" con ellos. Enzo fue el único de los cuatro vástagos, Theo, Luca y Elyad, del francés que debutó a sus órdenes. Lo hizo en un duelo de Copa del Rey en 2016 ante la Cultural en el que, además, marcó.

"un amor total por el fútbol"

No son pocas las sagas que han perpetuado su nombre en el fútbol. Sí que es cierto que, habitualmente, es difícil que los hijos lleguen a superar la magnitud del padre. Por ejemplo, en el FC Barcelona Jordi Cruyff nunca pudo alcanzar la leyenda de Johan. Y eso que él tuvo que pelear con el Registro Franquista para poder ponerle Jordi, un apelativo catalán, de nombre. Ambos coincidieron en el conjunto culé dos años en los que no hubo buenos resultados y terminaron por salir a la vez en 1996.

Otro caso similar es el de Míchel y Adrián González, un dúo que coincidió en Castilla, Getafe y Málaga. "Cuando era más joven, en cantera, lo que él me trasladó siempre fue un amor total por el fútbol y un gran conocimiento táctico del juego", comentó el vástago sobre su progenitor en una entrevista. La experiencia juntos en el equipo del sur de Madrid no acabó de la mejor manera. "Adrián fue despedido por ser mi hijo", llegó a declarar Míchel después de que Ángel Torres no renovara su contrato. Tampoco en el conjunto andaluz en el que se prescindió del padre por los malos resultados. A día de hoy comparten cuerpo técnico en el Al Qadisiya de la liga saudí.

En el caso de la saga Alonso, Mikel, entrenado por su padre en la Real Sociedad, tampoco pudo acercarse a la leyenda de Periko, uno de los mejores mediocentros donostiarras y cerebro en el campo de la mejor época del conjunto txuri-urdin con dos ligas consecutivas (1980-81 y 81-82). No sólo se acercó sino que la superó su hijo Xabi, hoy entrenador del Leverkusen. No obstante, el poco tiempo en el banquillo de la Real de Periko (apenas diez duelos entre Javier Clemente y John Toshack) y la cesión del menor de los Alonso al Eibar, impidió que ambos compartieran vestuario.

Sagas internacionales

"Es fantástico lo que hemos hecho por el nombre Blind". Es Daley, jugador que milita en el Girona, el que alababa la contribución que él y su padre, Danny, han hecho por su apellido. Juntos estuvieron en la selección de Países Bajos, pero cuando coincidieron en el vestuario no han tenido mucha suerte. La selección no se clasificó para la Eurocopa de Francia en 2016 y eso terminó con la destitución del progenitor.

Aunque si hay una saga que se prolonga aún más que de padres a hijos es la de los Maldini. Cesare, el primero del mítico apellido italiano, entrenó a su hijo en la selección y en el Milan. De rossoneri no terminaron de conseguir buenos resultados, pero en la Nazionale alcanzaron los cuartos del Mundial de 1998, donde fueron eliminados por Francia. La estrella de los Maldini corresponde al vástago. Paolo es una leyenda del Milan con cinco Champions y siete ligas entre otros trofeos. Recientemente, debutó Daniel, hijo de Paolo, y quién sabe si coincidirá con su padre en un futuro.

Ha habido y habrá otras sagas porque, si hay algo claro, es que el fútbol es como la religión. Una pasión que se transmite de padres a hijos.

Así vivió el Metropolitano su partido de sanción sin fondo sur: "Cuando faltan 5.000, el ambiente es menos caliente"

Así vivió el Metropolitano su partido de sanción sin fondo sur: “Cuando faltan 5.000, el ambiente es menos caliente”

Tuvo que ser el Día de las Peñas, en el encuentro ante el Leganés. El día que el Atlético de Madrid tiene reservado para sus aficionados en el que se debió cumplir la sanción de un partido de cierre parcial que falló el Comité de Apelación de la Real Federación Española de Fútbol tras rebajar los tres que había decretado inicialmente el de Disciplina por los incidentes en el derbi ante el Real Madrid.

Al ambiente festivo de fuera, siguió el luto en el interior del Metropolitano. Faltaban los casi 5.000 que integran cada 15 días los sectores 127 a 133 del fondo sur del Metropolitano. No obstante, la entrada fue muy alta, sobrepasando por poco las 60.000 butacas.

El club intentó en su recurso que el cierre se limitara al centro de la grada, los sectores que van del 129 al 131, pero Apelación no estimó sus argumentos al referir el árbitro en el acta que el lanzamiento de objetos vino del "fondo sur bajo".

En el 130, zona en la que se suele ubicar el Frente Atlético, especialmente en su parte inferior, una lona gigante de LaLiga con la frase: "El fútbol que queremos". 350 asientos para lanzar un mensaje a los violentos y una grada entera para que paguen justos por pecadores, según valoró Diego Simeone en rueda de prensa.

"Primero, es una pena que esos 5.000 hayan tenido que pagar por seis, cinco, siete u ocho. Por otro lado, el estadio estuvo maravilloso, la gente se sintió presente. Esperemos ser más fuertes cuando estemos todos como siempre hemos sido", explicó el técnico argentino al acabar el choque.

Lo cierto es que el estadio rojiblanco fue mucho menos bullicioso que otras veces, pese a las palabras del Cholo. Y eso que el equipo necesitó su aliento tras verse 0-1 en el marcador a la media hora de juego.

Hasta pasada la hora de partido, lo más destacable que salió de la grada fueron pitos al equipo en ciertos momentos de manera general y a De Paul de manera particular. También se silbó y mucho a la megafonía cada vez que se recordaba que no estaban permitidos actos violentos o racistas. Entonces, con el empate de Sorloth viró la actitud del respetable y, esta vez sí, el Metropolitano volvió a ser una caldera.

"El apoyo ha estado bien, pero cuando faltan 5.000 se queda un poco menos caliente. Aún así la afición ha estado espectacular. Cuando pierdes 0-1 no es fácil, pero el público apoya hasta el final", declaró Axel Witsel al finalizar el choque.

Los decibelios del Metropolitano fueron creciendo acorde a las ocasiones y, sobre todo, los goles del equipo. Las gradas casi se vienen abajo en el tanto de Griezmann, que era el que certificaba la remontada y luego en el segundo del delantero noruego.

Futuro incierto

Lo peor puede estar por venir. La sanción de la RFEF era la más liviana contra el club rojiblanco por el lanzamiento de objetos durante el derbi al portero del Real Madrid, Thibaut Courtois, que obligó a suspender el encuentro durante 14 minutos.

Queda la sanción de Antiviolencia. No son sólo 65.000 euros, sino que habla del cierre total del estadio durante dos semanas. Al ser un proceso largo, podría no haber dictamen final ni siquiera esta temporada. Si el Metropolitano escuchó el silencio ante el Leganés, vacío puede ser como vivir en la nada.