Fabio Capello: “La arrogancia de Guardiola le ha costado varias Champions”

Actualizado Jueves, 6 marzo 2025 - 21:28

Fabio Capello (1946) pasea por el hotel Palace de Madrid como si fuera su casa. Los empleados le saludan, él ejerce de guía por sus pasillos y el agua con gas le espera en la mesa de la sala Matahari (yo no elijo los nombres) antes de que se siente a charlar con EL MUNDO. La leyenda italiana está en la ciudad como embajador de los premios Laureus, cuya gala se celebrará el 21 de abril en el Palacio de Cibeles con gran presencia española entre los nominados (selección masculina de fútbol, Real Madrid, Aitana Bonmatí, Lamine Yamal, Carlos Alcaraz…).

El ex entrenador de Milan y Real Madrid, entre otros, cita a Nelson Mandela para explicar su vinculación con los Laureus ("Como él, creo firmemente que el deporte tiene el poder de cambiar el mundo") y demuestra su amor polideportivo comentando el último partido de voleibol que ha visto y recordando sus tiempos como fotógrafo submarino "cuando era joven, ya no tengo ni fuerzas ni tiempo", explica, casi resignado. Desde su retirada de los banquillos, en 2018, es comentarista estrella de la tele italiana y da charlas a empresas. "Me llaman de todos sitios", refunfuña con media sonrisa.

Siendo un hombre culto y con fama de bon vivant, ¿no le apetecía desengancharse del fútbol y dedicar su jubilación a cualquier otra cosa?
El problema es que el fútbol me viene natural aunque no quiera. Intento hacer cosas diferentes. Viajar, estar con gente, leer mucha Historia... Antes sólo tenía tiempo en verano para disfrutar de todo esto y ahora tengo algo más, pero tampoco mucho. Al final, eres lo que eres y yo soy un futbolista y un entrenador. No puedo evitarlo.
Un entrenador que, tras recoger el testigo de Sacchi y ganar la Champions con el Milan, dirigió al Real Madrid dos veces y en ambas ocasiones ganó la Liga (96-97 y 06-07) y duró sólo un año. ¿Cómo se explica esto?
Cada una fue diferente. La primera vez, ganamos el título y me llamó Berlusconi para pedirme que volviera a Milán. Se lo debía por la oportunidad y la confianza que me había dado al principio de mi carrera como entrenador. Por eso regresé. Se lo expliqué al presidente, Lorenzo Sanz, me entendió y así empaté las cosas con Berlusconi. La segunda vez, volví a ganar la Liga pero el club se había precipitado. En un momento de muchas dificultades que pasamos a mitad de temporada, ficharon ya a otro entrenador para el año siguiente (Bernd Schuster) y aunque luego remontamos y fuimos campeones, me echaron. La verdad es que no tenía buena relación con el presi, Ramón Calderón, y fue bastante bonito ganar esa Liga y demostrar que no sabía mucho de fútbol. El Madrid llevaba tres años sin ganar un título y decide despedir al que les da la Liga…
El trasfondo ambas veces fue que usted era un técnico defensivo y estricto en un estadio que pedía fútbol de ataque y unos vestuarios llenos de estrellas con una actitud, digamos, laxa.
Hay mucho tópico con eso de los estilos. Yo jugaba para ganar. Punto. Y ganaba. La cosa más importante para mí, la primera palabra que siempre salía de mi boca al llegar a un vestuario, no era defensa ni ataque, era respeto. El respeto por encima de todo. Todos tenemos problemas, todos podemos quejarnos, pero el respeto hacia la gente que trabaja en el club, hacia el staff y hacia el compañero es la base de todo. No quería retrasos, no quería malos gestos, no quería sobrepeso. A partir de ahí, para mí sólo existen el campo y el entrenamiento. Me da igual tu nombre. Este estilo lo cogí de Helenio Herrera, que siempre decía que se juega como se entrena. Pero a partir de ahí, cuando se duchaban y se iban a casa, cada uno era libre de hacer la vida que quisiera.
Su primer Madrid era el de la Quinta del Ferrari. Mijatovic y Suker nunca han ocultado que les gustaba salir con frecuencia.
Sí, pero luego entrenaban muy bien. Mi primera pelea con ellos fue porque les quité la botella de vino de las comidas. Protestaron, negociamos y me pidieron por favor que al menos les dejara tomar una caña antes de cenar. A eso les dije que sí [risas]. Pero la más gorda fue cuando vino un directivo y me dio el nombre de tres jugadores que habían salido por la noche.
¿Quiénes?
No te lo voy a decir y te explico por qué. Estábamos en un momento clave, recuperando puntos al Barça y me cogí un gran cabreo. Al día siguiente reúno a todo el equipo antes del entrenamiento y empiezo a echarles la bronca: "Aquí hay jugadores que no son deportistas serios, os gusta demasiado la noche, os da igual ganar y esto no puede ser porque es una falta de respeto al resto. Tú, tú y tú no podéis seguir con nosotros". Y en esas sale Fernando Hierro y dice: "Míster, déjelo, estuvimos todos". Me mató, sólo le pude decir: "Serás hijo de puta". Y a entrenar como si nada hubiera pasado [risas].
¿Es cierto que Raúl se quejó de que Mijatovic y Suker no le pasaban?
No sólo es cierto que se quejó, es cierto que no se la daban. Al principio le dije que eso era una tontería, pero después de cuatro o cinco partidos fijándome vi que era descarado. Llamé a Pedja y Davor y me lo negaron todo, pero les puse el vídeo: "Venid para acá. Mira, mira, mira, mira, mira, mira. Todos esos pases claro no se los habéis dado". "No le hemos visto", me decían. ¿Ninguna? Les exigí que no volviera a pasar y a los tres partidos ya estaban otra vez igual. Esta vez ya me puse serio y les dije que si pasaba una sola vez más, uno de los dos se iba al banquillo. Sólo así pararon.
El ex entrenador italiano, en el hotel Palace de Madrid.

El ex entrenador italiano, en el hotel Palace de Madrid.

Ese verano vuelve al Milan y el Madrid gana la Séptima la temporada siguiente. ¿No le dio rabia?
No, porque hice lo que debía, pero parte de esa Champions es mérito mío porque ese Madrid llevaba tres años sin ganar nada cuando yo llegué y construimos un equipo nuevo y campeón con chavales, como Víctor [Sánchez del Amo] o Álvaro [Benito], hasta su lesión, y buenos fichajes. Porque no era un Madrid con tanto dinero como ahora y teníamos que acertar mucho. El fichaje que lo cambia todo es el de Roberto Carlos al Inter, que todavía no entiendo cómo pasó.
¿Por qué?
Acababa de fichar por el Madrid, aún estaba en Milán, me llama un representante y me dice: "Fabio, el Inter vende a Roberto Carlos". Respondí: "No es verdad, nadie es tan tonto". Y me insiste: "Te lo prometo y cuesta 500 millones de pesetas". Yo no me lo podía creer, es que ni siquiera era caro. Le dije que sólo me lo creía si me mandaba un fax con los papeles del Inter escritos y firmados. Eran las cuatro de la tarde y a las ocho me llegó el fax a casa. De verdad pensaba que era una broma. Llamé de inmediato a Lorenzo Sanz y le dije que viniera en el primer vuelo, porque como se supiera que lo vendían a ese precio iba a ser la guerra. A las 11 de la mañana del día siguiente estaba todo firmado. Fue el fichaje más rápido de la historia, pero es que una oportunidad así te cambia el destino. A veces el fútbol es incomprensible… porque está lleno de gente que no lo entiende.
Su segunda etapa fue la famosa Liga del clavo ardiendo, el Tamudazo y los goles decisivos de Reyes.
Aquello fue, de verdad, una remontada única e histórica en la que superamos muchos problemas.
Era el ocaso de los Galácticos, una idea de equipo que chocaba con usted.
No, no, ya ni Galácticos ni nada. Zidane y Figo ya no estaban. Roberto Carlos ya estaba acabando y tuvimos el problema de Beckham. Había firmado ya para irse a Los Ángeles y en el Madrid eso no había gustado nada porque le habían ofrecido renovar, así que Calderón y Mijatovic me pidieron que no volviera a jugar. Al principio obedecí, pero después de diez días viendo que Beckham entrenaba, entrenaba y entrenaba como el que más pese a estar apartado, dije: "Hasta aquí. Es un jugador de Madrid y va a jugar". No sentó muy bien en el club, pero me dio igual. Era lo justo.
Y estaba Ronaldo.
El mejor jugador al que he entrenado. Lo eché.
¿Cómo se despide a uno de los más grandes de la Historia?
Soy yo. Él estaba gordo, no quería bajar de peso y le gustaba demasiado la vida alegre. Además, lo peor no era eso, era que arrastraba a esa vida a los compañeros de equipo y me acababa creando un problema aún más grave. Le di la opción de adelgazar y comportarse, no quiso, fuera. No hay más. Pero igual que te cuento esto, te digo que Ronaldo, sin las lesiones y cuidándose, hubiera sido el número uno de la Historia, al nivel de Messi y Maradona. Por un lado no pudo y por otro no quiso. Hay futbolistas que son así. ¿Recuerdas a Guti?
Claro.
Un talento increíble, podía haber sido lo que le diera la gana. Yo hablaba con él todo el rato: "¿Por qué no te sacrificas un poco, llevas un tiempo una vida ordenada y con 36 años, cuando lo hayas hecho todo, ya te dedicas a disfrutar?". Y él me respondía: "Míster, hay que pasarlo bien ahora que luego es tarde". No hubo manera de convencerle. Y era talento puro porque mira la carrera que hizo sin poner interés. Por jugadores como Ronaldo o Guti me gusta destacar siempre lo importantísimo que ha sido Raúl en el Madrid. Cuando el equipo estaba durmiendo, él se ponía a correr, a presionar y los despertaba a todos. No tenía el talento puro de los otros, pero era tan inteligente y tan ambicioso que daba lo mismo. Ese es el futbolista que yo quiero.
El que lidia ahora con las estrellas del Madrid es su alumno Carlo Ancelotti.
Pero lo lleva de maravilla. Es el mejor del mundo en eso. Carlo ha sido inteligente como jugador y ahora es inteligentísimo como entrenador. Entrenar al Madrid no es fácil y a un Madrid con muchas estrellas es aún más difícil, pero él lo hace, como decís aquí, de puta madre. A veces la gente que no sabe de fútbol le desprecia, pero los que sabemos lo tenemos muy claro. Sabe cuándo necesita hablar alto y cuándo de cachondeo. Esa es la inteligencia que le ha permitido triunfar en todos los sitios. Como jugador, él se retira conmigo, en el Milan, y le ofrezco incorporarse de inmediato a mi equipo, pero ya tenía un compromiso con Arrigo [Sacchi] para ser su ayudante en la selección italiana. Como verás, los dos entrenadores que mejor le conocíamos ya sabíamos el gran técnico que iba a ser.
¿Será capaz de encontrar la fórmula para que Mbappé y Vinicius den su máximo nivel a la vez?
Seguro. Los grandes futbolistas siempre pueden jugar juntos… [Capello medita unos segundos]. Bueno, igual eso es un tópico. Cuando tuve en el Madrid a Van Nistelrooy y Ronaldo pensé: "Estos dos me meten goles, los pongo juntos y ya se arreglarán". Fueron titulares tres partidos y perdimos los tres. Así que los grandes futbolistas pueden jugar juntos menos Van Nistelrooy y Ronaldo [risas]. Ahora Mbappé se ha adaptado y ya no va a bajar el nivel porque es así de bueno. Vini tiene que lograr que no le afecte todo el ruido que hay a su alrededor. En lo del racismo tiene más razón que un santo, pero se descentra con mucha facilidad con cosas deportivas: los rivales, la grada, los gestos… Tiene mucho carácter y eso es bueno si sabe enfocarlo sólo al juego porque el talento le sobra.
Sin embargo, usted defendió el Balón de Oro a Rodri.
Sí, creo que fue el justo ganador: la Premier, la Eurocopa... Todo el mundo ha visto que es el director de orquesta de cada equipo en el que juega, que sin él todo funciona peor. ¿No estás viendo al City ahora?
Sí, claro. Usted nunca ha sido muy guardiolista, ¿está disfrutando esta caída?
[Risas] No, no, para nada. Además yo valoró mucho a Guardiola como entrenador, ha hecho cosas maravillosas. Yo he vivido tres revoluciones en el fútbol, una cada 20 años o así: el Ajax de Cruyff, el Milan de Sacchi y el Barça de Guardiola. No tengo ningún problema en decirlo.
El embajador de los Premios Laureus posa para la entrevista.

El embajador de los Premios Laureus posa para la entrevista.

Entiendo, pues, que el choque es más personal que futbolístico, ya discutieron cuando coincidieron como entrenador y jugador en la Roma.
No discutimos nada. El vino a decirme cómo tenía que hacer mi trabajo y yo le respondí: "Ponte a correr y luego hablas". Es que andaba por el campo y yo no iba a sacarle antes que gente que tenía muchas cosas mejor que él. Sin más. Ahí se acabó el debate. ¿sabes lo que no me gusta de Guardiola? Su arrogancia. La Champions que ganó con el City fue la única en la que no intentó nada raro en los partidos decisivos. Pero todos los demás años, en Manchester y en Múnich, en los días clave siempre quería ser el protagonista. Cambiaba cosas y hacía inventos para poder decir: "No ganan los jugadores, gano yo". Y esa arrogancia le ha costado varias Champions. Yo lo respeto, pero eso lo veo claro. Además, aunque eso ya no es culpa suya, ha hecho un daño tremendo al fútbol.
¿Por qué?
Porque todo el mundo se ha pasado 10 años intentando copiarle. Eso se ha cargado el fútbol italiano, que ha perdido su naturaleza. Yo decía: "¡Parad ya, no tenéis los jugadores de Guardiola!". Además se impuso la idea absurda de que jugar bien sólo era eso. Toque, toque, toque, toque, toque, toque, toque, toque... ¡Ahora en el fútbol italiano el portero juega el balón! Un desastre y además un aburrimiento que ha espantado a mucha gente del fútbol, les basta con ver los highlights. ¿Para qué vas a ver 90 minutos de pases y pases horizontales sin lucha, sin carreras…? Por suerte el fútbol está cambiando. Lo ha cambiado, la primera, España al ganar la Eurocopa con dos extremos y jugando rápido.
Supongo que está al día de la que hay montada en España con los árbitros.
En España, en Italia, en Francia… Donde menos en Inglaterra, por cultura, y ya empiezan a caer en esto también.
¿Cómo valora que el Real Madrid diga que existe una campaña arbitral en su contra?
Yo no creo en esas cosas. Al Madrid, como a todos, un día le perjudican y otro le favorecen y no es algo premeditado. Lo que pasa es que si hablamos de lo que ha pasado con los árbitros y el Barcelona, es normal que la gente sospeche porque todo lo demás son sólo teorías, pero que el Barcelona pagó al vicepresidente de los árbitros está demostrado.
Sus dos etapas en el Madrid coincidieron con esos pagos a Negreira. ¿Alguna vez sospechó?
No, ¿cómo iba a pensar algo así? Ni se me pasaba por la cabeza que alguien pudiera hacer eso.
Bueno, usted vivió un caso similar en Italia, el Calciopoli, en el que varios equipos fueron sancionados por manipular las designaciones arbitrales. La más castigada fue la Juventus que usted dirigía, a la que descendieron a segunda y le quitaron dos ligas.
Eso fue… [Resopla] Ganamos el título porque teníamos un equipazo, no necesitábamos ayudas ni teníamos ni idea de lo que podía estar haciendo la directiva. De todos modos, las sanciones fueron poco serias, porque se demostró que eran todos los clubes grandes de Italia y a unos nos castigaron mucho más que a otros. Lo del descenso, sin se hizo que se pague, lo injusto fue que nos quitaran los scudettos porque fueron legítimos. En la final de ese Mundial 2006, Italia-Francia, había nueve jugadores de la Juventus. Éramos los mejores.
¿Le sorprende que no haya habido castigo deportivo al Barça?
Sí, me sorprende mucho que no haya pasado nada. La justicia normal va lento, vale, ¿pero para qué está la justicia deportiva? Es un caso muy grave y no se entiende que el Barcelona pueda salir de algo así sin ninguna sanción, me da igual los años que hayan pasado, que tampoco son tantos.
Alcaraz, en su paraíso en California y el dificilísimo regreso al número uno: "Es un objetivo"

Alcaraz, en su paraíso en California y el dificilísimo regreso al número uno: “Es un objetivo”

Cuando la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) anunció su pacto con Jannik Sinner, tres meses de suspensión por haber dado positivo por clostebol, muchos tenistas -Novak Djokovic, Alexander Zverev, Stan Wawrinka y por supuesto Nick Kyrgios- criticaron que la ausencia de verdaderas consecuencias. Más allá de un parón en su temporada, el italiano no perdía ningún título, ni tenía que devolver sus premios. Si acaso, subrayaba alguno, como el propio Zverev, ponía en juego el número uno del ranking ATP que posee desde el pasado 10 de junio.

En tres meses, Sinner se perderá el Masters 1000 de Indian Wells que acaba de empezar, el próximo Masters 1000 de Miami y el inicio de la gira europea de tierra batida, con otros dos Masters 1000, Montecarlo y Madrid, y torneos menores como el Trofeo Conde de Godó. En principio dejará escapar un saco de puntos que deberían bajarle de lo más alto de la lista mundial. Pero la calculadora insinúa que tampoco llorará esa pena: en realidad, lo lógico es que Sinner llegue como número uno a Roland Garros pese a haber cumplido con la suspensión.

Después de celebrar sus éxitos en el último US Open y el último Open de Australia, su ventaja actual es enorme, pero también hay otros factores que le dan tranquilidad. En primer lugar, para él, este inicio de primavera era la mejor época del año para dejar de jugar. Pese a que su 2024 fue para enmarcar, en abril sufrió una lesión de cadera y la gira de arcilla apenas sumó en su liderato.

Las opciones de Zverev

Si ahora mismo en su cuenta hay 11.330 puntos, cuando regrese tendrá 9.730, una cifra también exagerada. Sólo habrá perdido lo conseguido en Miami (1.000), Montecarlo (400) y Madrid (200) y regresará justo para sumar desde cero en el Masters 1000 de Roma, en su casa. Además, en Roland Garros, donde cayó en las semifinales de la última edición, tampoco tendrá la exigencia del título así que podrá volver sin apuros.

Únicamente una racha prodigiosa podría apartar a Sinner del número uno. Y sólo hay dos candidatos a la misma. Uno es Zverev, que necesitaría ganar en Indian Wells -donde debuta este viernes ante Tallon Griekspoor- o Miami para asaltar el trono en Montecarlo y Madrid, donde apenas defiende puntos.

CLIVE BRUNSKILLGetty Images via AFP

Y el otro es Carlos Alcaraz. Las matemáticas indican que el español puede volver a un puesto que ya ocupó durante 30 semanas entre 2022 y 2023, pero esas matemáticas le exigen ganarlo todo. En Indian Wells, donde debuta este sábado ante el vencedor del duelo entre Quentin Halys y Pablo Carreño, fue campeón hace un año y eso le complica las cosas. Debería repetir éxito, sumar uno más en Miami y luego triunfar también en Montecarlo. Con eso sumaría 2.800 nuevos puntos, alcanzaría los 9.310 y se quedaría en disposición de ser nuevamente número uno en Madrid o Barcelona.

«En cuestión de la sanción, hay poco que opinar. Juegue Jannik o no intentaré hacerlo bien en cada torneo porque el número uno es un objetivo», comentó Alcaraz ya en California, una de sus plazas favoritas. Allí, como sólo ocurre en Wimbledon, suele alquilar una casa entera para dormir acompañado de su equipo y parte de su familia y allí disfruta de los muchos campos de golf que rondan Indian Wells. Volver a la cima del tenis durante la suspensión de Sinner es muy difícil, pero sí puede acercarse.

Diego Botín, el vacío de un campeón olímpico en París: "Lo que no comías, ahora te lo comes"

Diego Botín, el vacío de un campeón olímpico en París: “Lo que no comías, ahora te lo comes”

¿Para qué entrenar más si ya tienes un oro olímpico en la estantería? Ganar en unos Juegos es la recompensa a toda una vida de sacrificios, pero también se parece demasiado a un final. Llegó el pasado septiembre y Diego Botín, campeón de la clase 49er junto a Florian Trittel en París, descubrió que tenía que volver al mar y, lo que es peor, a levantar peso en el gimnasio y a reprimirse ante la nevera.

¿Cuánto le costó?
Bastante, bastante, de hecho aún me cuesta. No he llenado ese vacío post-olímpico. En las primeras semanas era fácil porque había muchas cosas que hacer, muchos actos, muchas entrevistas, pero a la que se calmaron las cosas... Durante muchos años tu mente sólo piensa en una cosa, el oro, el oro, el oro, y cuando lo consigues ya no sabes muy bien qué hacer. Tengo motivación a largo plazo, pienso en los Juegos de Los Ángeles 2028, pero el día a día cuesta más que antes. Aquello que no te comías antes, ahora igual te lo comes.

Ricardo PintoSAIL GP

A los 30 años, Botín estará en los próximos Juegos Olímpicos y es posible que lo haga de nuevo con Trittel en la clase 49er, pero para eso todavía queda mucho. De hecho, incluso para el próximo Mundial falta un año y medio. Por eso busca estímulos entrenando con otros barcos, como el pequeño MOD, y compitiendo en otras categorías, especialmente en SailGP, la llamada Fórmula 1 del agua, que sigue en crecimiento. Con él como patrón, hace dos años el equipo español acabó último y parecía más fuera que dentro, pero el año pasado se volvió la revelación y venció ante países plagados de leyendas de las regatas como Australia o Nueva Zelanda.

Ganar el día que no toca

Ganaron SailGP el 14 de julio de 2024, el mismo día que España ganó la Eurocopa y Alcaraz en Wimbledon. Mal día para salir en las portadas.
Es cierto. Por un lado, es así, la repercusión se difumina, nos hubiera ido mejor otro día, pero también fue un honor. Formamos parte de un día histórico para España, con la Eurocopa, Wimbledon y creo que Sergio García también ganó [el LIV Golf Andalucía]. A mí me pareció bonito.
Ya no les vale lo de ir de tapadillo.
Totalmente. Las sensaciones son muy distintas a las del año pasado. Llevamos tres eventos [la temporada de SailGP se compone de 14, acabará en noviembre] y vamos terceros. Pero creo que nos falta trabajo para ser regulares. Tenemos días muy buenos y errores demasiado grandes. Necesitamos consistencia. Pero podemos volver a pelear por el título.
El equipo que patronea lleva junto casi desde la Copa América junior de Bermudas, en 2017. ¿Es demasiado?
No, no. Esa es la raíz del equipo y creo que su principal fortaleza. Hemos crecido navegando juntos y por eso nos entendemos muy rápido y nos adaptamos a cualquier cosa. En aquella Copa América estaban Florian, Joel [Rodríguez] o Joan [Cardona, bronce en los Juegos de Tokio], no está mal. Con Florian hemos compartido muchísimo, más en la última campaña olímpica, y no nos cansamos. Si hablamos de motivación, con todos ellos es más fácil porque nos empujamos los unos a los otros.

Ya en su quinta temporada, SailGP ha crecido en pruebas alrededor del mundo (Dubai, Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos, Brasil, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Suiza y en España, Cádiz, el 4 y 5 de octubre), en audiencias y en patrocinios, pero todavía necesita que los equipos se sustenten solos. Al principio pertenecían a la organización y poco a poco fueron vendiéndose a inversores privados: de los 12 en liza, ocho ya tienen dueño. El equipo alemán, por ejemplo, es copropiedad del cuatro veces campeón de Fórmula 1 Sebastian Vettel. Pero hay otros conjuntos que todavía están a la espera de capital. El equipo español es uno de ellos y si no lo consigue es posible que la próxima temporada desaparezca. A Botín no le faltaban contactos -es sobrino segundo de Ana Botín, presidenta del Banco Santander-, pero la inversión es seria: ronda entre los 20 y los 30 millones de euros.

¿Sobrevivirá el equipo?
Vamos en buen camino. SailGP es una competición muy joven, pero se está afianzando en muchas partes del mundo y el equipo español es un equipo importante. Tenemos conversaciones prometedoras y estamos trabajando fuerte. Creo que vamos a ser un equipo sostenible, que vamos a seguir, pero no lo puedo asegurar.
La reacción final permite a la Real llegar viva a Old Trafford

La reacción final permite a la Real llegar viva a Old Trafford

Tiene lo que tiene esta Real Sociedad exigida cuando vienen curvas en la carretera. Si la pasada semana un Real Madrid alternativo salía vencedor en Anoeta en las semifinales de Copa, este jueves al menos evitó la derrota ante el Manchester United, que había vuelto a señalar las limitaciones del equipo de Imanol Alguacil. Con todo, el tanto de penalti de Oyarzabal en el minuto 68 tras una mano de Bruno Fernandes, en el primer disparo a puerta del equipo vasco, le permitirá batirse en Old Trafford la próxima semana con alguna esperanza de alcanzar los cuartos de final de la Liga Europa. Antes, un disparo de Zirkzee desde fuera del área en el 58, frente al que pudo hacer bastante más Remiro, había dado ventaja a los británicos, mejores en el global del encuentro, pese a la reacción local a raíz del empate, que obligó a dos buenas intervenciones de Onana.

Bien armado atrás, con una línea de cinco, el Manchester United vivió cómodo en la primera mitad antes de tomar el mando en el tramo inicial del segundo tiempo. Se dejaba querer, protegido en su terreno, a la espera de alguna salida rápida por las bandas. La Real manejaba la pelota sin encontrar espacios ni hacer circular la pelota con velocidad. Ni Kubo ni Barrene prosperaban por las bandas, sujetados por los laterales. En tiempos difíciles, no se le puede reprochar al conjunto británico orden y compromiso. Hasta Bruno Fernandes, el faro del grupo, se acercaba a achicar agua cuando la situación lo requería.

Profunda crisis

Víctima de una profunda crisis deportiva e institucional, el Manchester United no encuentra la salida. Acaba de ser eliminado por el Fulham de la FA Cup, donde defendía el título conquistado ante el City en la pasada edición, y es decimocuarto en la Premier League, muy lejos del estatus que se le demanda a un tricampeón de Europa, con una formidable historia a sus espaldas. Nada acaba de funcionar en el conjunto británico. Tampoco el relevo en el banquillo, con la llegada de Ruben Amorim, que sustituyó a Erik Ten Hag en noviembre, ha surtido efecto. Estamos ante el peor United en más de medio siglo, después de que en 1974 perdiese la categoría. La Liga Europa, donde está invicto, es la única vía para intentar regresar a Europa la próxima temporada.

Fue Fernandes quien gozó de la mejor oportunidad, en el minuto 36, pero Elustondo sacó el balón casi en la línea de gol, con Remiro ya vencido tras el pase de Dalot. El lateral no se conformaba con neutralizar a Barrene sino que se estiraba con criterio. Si algún equipo anduvo cerca del gol en ese tramo del duelo ése fue el United, pues el juego posicional de los locales resultaba estéril. Sin Zubimendi, finalmente baja, el asunto se complicaba aún más para la Real.

En una noche grande en Anoeta, con el estadio lleno y la hinchada a la altura de la cita, la Real se sostuvo gracias a un buen tramo final del encuentro, en el que incluso pudo haber sacado un resultado superior a los méritos contraídos. Contribuyeron también a su reacción las decisiones de su técnico. Con Becker y Oskarsson en el campo y Oyarzabal desplazado a la banda, crecieron los guipuzcoanos, que pelearán por su porvenir en uno de los templos futbolísticos del continente.

Álvaro Negredo cuelga las botas a los 39 años

Álvaro Negredo cuelga las botas a los 39 años

Actualizado Jueves, 6 marzo 2025 - 16:07

El futbolista español Álvaro Negredo, de 39 años y que estaba sin equipo desde su salida del Real Valladolid al final de la pasada temporada, anunció este jueves su retirada del fútbol.

"Gracias fútbol", señaló Negredo, formado en las categorías inferiores del Real Madrid, en un vídeo publicado en las redes sociales en el que llega a un vestuario, se quita las botas y las cuelga.

Con dos décadas en el fútbol profesional, el 'Tiburón' Negredo jugó en el Rayo Vallecano, Sevilla, Manchester City, Valencia o Cádiz, entre otros. Su última estación fue el Real Valladolid, con el que logró el ascenso a Primera División la pasada temporada.

Como internacional, Negredo jugó 21 partidos con España y marcó diez goles. Formó parte de la Roja que ganó la Eurocopa 2012, último trofeo del ciclo dorado que incluyó los triunfos en el torneo continental de 2008 y en el Mundial 2010.

Negredo, un delantero centro potente, marcó 290 goles en 755 partidos como profesional.

La Fiscalía recurre la sentencia de Rubiales y pide condenarle a dos años y medio de cárcel o repetir el juicio por el beso a Jenni Hermoso

La Fiscalía recurre la sentencia de Rubiales y pide condenarle a dos años y medio de cárcel o repetir el juicio por el beso a Jenni Hermoso

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha presentado este jueves un recurso de apelación contra la sentencia que condenó a Luis Rubiales a una multa de 10.800 euros por el beso a la jugadora Jenni Hermoso en la final del Mundial.

El Ministerio Público plantea tres opciones a la Sala de lo Penal de la Audiencia: que directamente eleve la pena hasta los dos años y medio de prisión, que acuerde la repetición del juicio con un nuevo juez y que ordene al mismo magistrado que dicte una nueva sentencia corrigiendo los errores que detecta.

El recurso de la teniente fiscal Marta Durántez considera que el juez Central de lo Penal no aplicó correctamente al caso los delitos de agresión sexual y de coacciones. Pide a la Sala que lo haga y dicte una sentencia que imponga al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) un año de cárcel por el primero y año y medio por el segundo.

El mismo recurso plantea otra posibilidad al tribunal encargado de revisar la sentencia: que anule el juicio y ordene su repetición por parte de un nuevo magistrado. Alega para ello que hubo prueba "indebidamente denegada" por el juez. Y que, "indebidamente" también, el magistrado denegó muchas de las preguntas del Ministerio Público en la vista oral.

Otro motivo para anular el juicio es que la actuación del magistrado en la vista oral reflejó una falta de apariencia de imparcialidad. "Se utilizó de forma reiterada un tono irrespetuoso con las acusaciones y en concreto con la Fiscal ahora recurrente, haciendo imposible el desarrollo de su función", protesta Durántez.

Añade que tuvo que aguantar "estoicamente" insinuaciones ofensivas de los letrados de las defensas sobre su actuación, como la de aplicar el derecho penal de autor, propio de la Alemania nazi. Cierra este punto la fiscal diciendo que nunca antes había visto a los acusados despedirse dando la mano al juez.

La tercera posibilidad que plantea el Ministerio Público en su apelación es que la Sala estime que el magistrado dictó sentencia sin tener en cuenta algunas de las pruebas que esgrimía. Por ello, el mismo juez debería dictar otra sentencia en la que sí haga una valoración de todos esos elementos omitidos en la primera.

"El Juzgador no hace mención alguna en la sentencia a varias cuestiones fundamentales sobre las que se practicó prueba en el acto del juicio, como si tales pruebas no hubieran existido, pues no hace referencia alguna a ellas, no las valora, ni en un sentido ni en otro, porque ni las refiere", dice la teniente fiscal.

El pasado 20 de febrero, el magistrado José Manuel Clemente condenó a Rubiales a 18 meses de multay le absolvió de las coacciones posteriores a la jugadora de la selección de fútbol. Los otros tres acusados por las coacciones también fueron absueltos y para ellos pide igualmente la fiscal que se les condene a año y medio de prisión. Se trata del ex entrenador de la Selección femenina Jorge Vilda y los ex empleados Albert Luque y Rubén Rivera.

Pedri, ante la supervivencia del Barça: "Sczcesny nos ha salvado muchas veces"

Pedri, ante la supervivencia del Barça: “Sczcesny nos ha salvado muchas veces”

Actualizado Miércoles, 5 marzo 2025 - 23:57

En Da Luz, Raphinha repitió en su papel de héroe, marcando otra vez el gol que le dio el triunfo al Barça ante el Benfica. Pero incluso por encima del brasileño, que sigue atravesando un momento de juego muy dulce, quien se alzó como la figura clave de los azulgrana fue un Wojciech Szczesny que se resarció de la mala velada vivida en su última visita a Lisboa, en la que encajó cuatro goles, dejando la portería a cero frente a un rival que llegó a tener hasta ocho ocasiones muy claras de gol. Muy especialmente, desde que Pau Cubarsí, con 18 años y 42 días, se convirtió en el segundo expulsado más joven de la historia de la Champions, solo por detrás de Celestine Babayaro.

"La última vez no se fue muy contento de aquí y hoy Szczesny nos ha salvado muchas veces. Sobre todo, recuerdo una en los primeros minutos, de esas en que, si marcan, empiezas el partido mal. Para muchos es muy grande y es muy agradecido tenerlo con nosotros", señaló tras el partido en declaraciones a Movistar Liga de Campeones un Pedri que, por su capacidad de llevar de cabeza a los rivales con su capacidad para conservar el balón y templar el juego, acabó por llevarse el MVP del partido. "Él ha conseguido el trofeo, pero creo que me puedo llevar la mitad a casa", bromearía por su parte tras el partido el polaco, a quien nada parece capaz de sacarle de un gesto calmado, casi imperturbable.

"Estamos muy felices, pero el trabajo no ha terminado todavía. Queda un partido y tenemos que acabarlo de manera profesional, como hemos hecho hoy", recalcó el arquero barcelonista, quien tuvo palabras de elogio para la actitud mostrada por todo el equipo. "Hemos entendido lo que teníamos que hacer, no podíamos jugar abiertos, hemos estado compactos y hemos evitado sus contraataques. Ha sido un gran esfuerzo por parte de todos y hemos demostrado que podemos ganar luchando. Se ha visto la otra cara que también tiene este equipo", recalcó el polaco, quien está más que convencido de sus capacidades. "Lo mejor está por llegar", advirtió.

"Lo tengo en el Fantasy y creo que me ha dado bastantes puntos", apuntó por su parte un Raphinha tan feliz como extenuado al término del partido. "Es imposible no estar cansado después de un partido como este. Teníamos una idea y la expulsión lo cambió todo", apuntó el brasileño. "Lo que me pasó por la cabeza es que iba a ser aún más complicado, que íbamos a sufrir y que tendríamos que defender para lograr la victoria. Al final, nos llevamos un resultado muy importante para Barcelona", abundó el delantero.

"Estoy muy orgulloso. Después de jugar con uno menos desde el minuto 22, con uno menos, hemos visto una gran actuación del equipo", valoró tras el duelo un Hansi Flick que repartió elogios entre todos. "La mentalidad ha sido clave, hemos tenido un buen portero, que ha estado fantástico para nosotros y lo hemos hecho genial. Hemos defendido como una unidad y estoy muy contento", insistió el alemán, quien, además, quiso destacar también el juego de Pedri. "Ahora mismo, está a un nivel brutal, increíble, y estamos muy felices de tenerlo", apostilló. El canario, mientras, advirtió que aún queda trabajo por hacer en Montjuïc. "Estamos muy satisfechos por cómo se ha dado el partido, pero aún queda la mitad del trabajo. Hay que ganar en casa y pasar ronda", sentenció.

El Barça se agarra al instinto de Raphinha y al ‘jubilado’ Szczesny para asestar el primer golpe al Benfica

Actualizado Miércoles, 5 marzo 2025 - 23:25

Si no se puede ser brillante hay que ser práctico. Eso fue lo que logró el Barça para salir vivo de Lisboa en un duelo que se complicó mucho en apenas 20 minutos por la expulsión de Cubarsí. Necesitó para lograrlo la mejor versión de Szczesny, un portero jubilado que se agigantó para hacer milagros, y del despertar de Raphinha, un futbolista determinante casi más por carácter que su fútbol, que es mucho. Se arremangaron los azulgranas demostrando que saben jugar de frac y con el mono de obreros. [Narración y estadísticas (0-1)]

Fue el meta polaco el primero que recordó al Barça el valor de lo que estaba en juego en Lisboa. De nada serviría una brillante liguilla si un tropiezo en octavos te condena a ver la competición por la tele. No habían pasado ni 30 segundos cuando la primera pelota que tuvo el Benfica se convirtió en un disparo de Aktürkoglü que salvó una mano milagrosa. El susto espabiló al equipo de Flick, que había puesto en el campo a todo su talento. Por primera se encontraban De Jong, Pedri y Dani Olmo. Suyo fue el primer el aviso a los portugueses con un remate que salió rozando el palo. Incluso se animó a probar Cubarsí con un flojo cabezazo que atajó Trubin. El central sería protagonista en negro poco después, pero el guardameta ucraniano arrancó antes los vítores del estadio con una triple parada a todo el frente de ataque culé: despejó el tiro de Olmo a pase de Raphinha, escupió el rechazo que cazó Lewandowski y, reptando para tapar portería, atajó también el tercer intento de Lamine Yamal.

Aunque el Benfica pareció querer enloquecer el juego, el Barça le iba cogiendo el pulso y se engrasaba con la pelota en los pies buscando la grieta de un rival que no se descomponía. De hecho, trataron de acercarse los lisboetas, siempre con el instinto de Pavlidis, explotando su velocidad a la espalda de los adelantados centrales. Fue así como asestó el primer mazazo al Barça en el minuto 22. Se había colado por el eje de la zaga y envió a Cubarsí al vestuario con roja directa por frenarle. El plan que tenía Flick tenía que cambiar. Sacrificó a Olmo para poner en el campo a Araújo y la tarea de buscar las cosquillas al Benfica se complicó. Aún así cogió aire porque los locales no supieron aprovechar su superioridad.

Una estrella al ralentí

De Jong y Pedri trataron de dormir la pelota echando mano de galones. Había que resistir. Hasta la aparición de bengalas en las gradas contribuyeron a darles un respiro para adaptarse. De las botas del neerlandés y del canario salieron las mejores asistencias que Raphinha, por primera vez, interpretó mal durante muchos minutos y a un Lamine Yamal al ralentí.

Mientras, el Benfica no sacaba provecho porque Pavlidis siguió con el punto de mira desajustado y otra vez Szczesny apareció, esta vez disfrazado de Gonzalo Pérez de Vargas, para salvar un testarazo a bocajarro de Aktürkoglü. Pese a todo, el Barça tuvo una clara ocasión al filo del descanso cuando un taconazo de Pedri pegado a la orilla izquierda permitió a Raphinha encarar a la carrera el área. Lo que merecía un zurdazo inapelable lo convirtió en una asistencia estéril a un tibio Lamine.

Necesitaba el Barça intimidar más en la segunda parte y lo que se encontró fue un Benfica más entero y con las ideas muy claras. Una de ellas es que debía empezar a aparecer Carreras. Asomó para poner un centro raso a Pavlidis y Flick entendió que era el momento de mandar a Yamal al banquillo y buscar el colmillo de Ferran. El equipo, mientras, se sostenía en su portero, al que nadie se atreve a cuestionar.

Raphinha festeja el gol del triunfo en Da Luz.

Raphinha festeja el gol del triunfo en Da Luz.AP

Fue entonces cuando Raphinha recordó lo estelar que fue, en este mismo estadio, hace unos meses y se sacudió la nube negra que lo ofuscaba. Titubeó el Benfica en una salida de pelota y el brasileño apareció para robar y soltar un latigazo desde la media luna que batió a Trubin. En el peor escenario, el Barça había vuelto a aparecer.

Ya no pudieron los azulgranas salir del asedio lisboeta. Vivieron pegaditos a su área pequeña y refugiados en el acierto del guardameta polaco, a quien nadie puede recuerda que volvió del retiro. Volvió a amargar a Aktürkoglü, un fuera de juego de Pavlidis le libró de un penalti por tumbar al griego y todo el equipo se amuralló a su alrededor para resistir el bombardeo a base de saques de esquina. Puro oficio para mantener una meritoria ventaja.

Un Liverpool con mil vidas deja en nada el recital del PSG

Un Liverpool con mil vidas deja en nada el recital del PSG

Es un deporte cruel el fútbol y a veces se ceba con quien hace del juego ofensivo una sinfonía casi perfecta. El PSG remató 28 veces y botó 14 saques de esquina frente al Liverpool antes de caer fulminado por un disparo de Harvey Elliott. Resultaría superfluo juzgar la justicia o los merecimientos. Aún más absurdo reducir una actuación memorable a la demoledora lógica del gol. Pero el acierto, al fin y al cabo, es lo que único que cuenta. [Narración y estadísticas (0-1)]

Al Liverpool le bastó un balón colgado hacia la cabeza de Darwin Núñez y un zurdazo de Elliott en el minuto 87 para consolidar su fama de superviviente. También para destrozar los sueños del PSG, que no pudo acumular más méritos para acudir a Anfield en ventaja. Grande o pequeña. Como su fútbol o como su puntería.

Poco más se puede reprochar a Luis Enrique, con un 4-3-3 con tres fabulosos mosqueteros: Khvicha Kvaratskhelia, Bradley Barcola y Ousmane Dembélé. Desde el arranque, el ex barcelonista iba a mostrarse imparable. Desde el perfil derecho o acelerando por el centro. Pasado el cuarto de hora ya forzó un saque de esquina, que él mismo botaría para gestar un golazo de Kvaratskhelia. Claro que merecía el 1-0 el PSG, pero desde el VAR descubrieron un pie adelantado del georgiano.

Precisión, velocidad, fantasía

Con semejante torrente, bastante hacía el Liverpool con sujetarse los machos en torno a Alisson Becker. Y en depositar su fe en Davide Massa, el árbitro italiano que hizo oídos sordos a las reclamaciones por un penalti sobre Kvaratskhelia y por un empujón de Ibrahima Konaté sobre Barcola que bien pudo juzgarse como tarjeta roja. Cuando se cumplía la media hora, llegó otra triple ocasión local, resuelta entre Alisson, decisivo ante Dembélé y dos malas decisiones de Barcola.

Si algún osado quisiera incluir el fútbol entre las bellas artes, bien podría tomar nota de ese primer tiempo del PSG. Un festival de precisión, velocidad, ambición y fantasía. No fue fútbol moderno, sino fútbol eterno. Empujaban los hombres de Luis Enrique en busca de su sexta victoria consecutiva en la Champions, un hito inalcanzable para ellos desde 1995. Pero si sus cinco triunfos previos se saldaron con 21 goles, el Liverpool alcanzó el descanso con el 0-0. Las dos últimas ocasiones de Kvaratskhelia las taponó Alisson gracias a su soberana categoría.

Los reds no sabían por dónde empezar para contener sus vías de agua. Su inferioridad en el centro del campo se acentuaba por culpa de Achraf Akimi, que abandonaba el lateral para escoltar a Vitinha y Fabián Ruiz. El portugués dictaba el tempo y el español sacaba la zurda como el solista su violín. En caso de pérdida, que alguna había, la línea de presión, perfectamente sincronizada, actuaba de inmediato para borrar al adversario.

Alisson busca el contragolpe con un saque rápido en París.

Alisson busca el contragolpe con un saque rápido en París.AFP

No hubo rastro de Mo Salah, el delantero directamente implicado en 52 goles tras 39 partidos. Nuno Mendes no le dio opción. Luis Díaz y Diogo Jota correteaban hacia atrás, presas del pánico. Arne Slot, comandante de un barco a la deriva, sólo podía confiar en un último recurso: el cansancio del rival. Y la segunda parte le dio toda la razón.

Claro que el PSG siguió disparando con peligro, gracias a Kvaratskhelia y a un intento de córner olímpico de Dembélé salvado bajo palos por Dominik Szoboszlai. Sin embargo, la orquesta parisina ya dejaba alguna nota fuera del compás. No empujaba con la misma energía, ni se protegía con tanto orden.

Luis Enrique, más consciente que nadie, retiró a Barcola para dar paso a Désiré Doué, un chico de 19 años que obligó a Alisson a otro esfuerzo descomunal. Corría el minuto 83 y Dembélé aún probó al guardameta brasileño con su intento postrero, a mitad de camino entre el centro y el remate. No había medias tintas que valiesen. Bien lo sabían Núñez y Elliott.

El Manchester United y su ruina deportiva y económica: 450 despidos y lejos de los puestos europeos

Actualizado Miércoles, 5 marzo 2025 - 22:31

El Manchester United no es solo uno de los equipos con mayor fama mundial, hasta el punto de que, hace apenas dos años, tenía el mayor número de seguidores del mundo en Facebook, solo por detrás del Madrid y del Barcelona. También es uno de los equipos más quebrados. El club que vista hoy (18.45 horas) el estadio de Anoeta para enfrentarse a la Real Sociedad en la Europa League tiene un pasado glorioso, pero un futuro marcado por el peligro de la suspensión de pagos.

Hace 15 años, el United era el segundo club de fútbol del mundo que generaba más ingresos, sólo por detrás del Madrid, según la consultora Deloitte. Hoy es un barco al borde del hundimiento que ha perdido 300 millones de libras (casi 375 millones de euros) en los últimos tres años.

La situación es lo suficientemente desesperada como para que el club esté en peligro de incumplir esta misma temporada la regulación financiera de la Liga de Fútbol inglesa, lo que podría implicar la pérdida de puntos, la intervención de sus finanzas, o incluso, en el peor de los casos posibles, la bajada de categoría. Los problemas del Manchester United no son sólo con las autoridades deportivas británicas. Si el equipo no mejora sus estados financieros, también violará las normas de la UEFA.

La llegada en 2024 al club del multimillonario Jim Ratcliffe no ha arreglado las cosas, a pesar de que su entrada en el capital del United como socio minoritario con cerca del 30% de las acciones fue vista por una parte de la afición como la luz al final del túnel.

Ratcliffe lo tenía todo. Había nacido en el área urbana del Gran Manchester, y era un socio de probada fidelidad al equipo. Para una hinchada ferozmente leal a las raíces locales del club, Ratcliffe era la antítesis de la familia de multimillonarios estadounidenses Glazer, que llevan controlando la entidad desde que la compró por 800 millones de libras (casi mil millones de euros) en 2005.

Los hinchas jamás han tragado ni en pintura a los Glazer, así que el aterrizaje de Ratcliffe, máxime cuando se acordó que se encargaría de supervisar los aspectos deportivos, fue saludado con una oleada de optimismo. Pero el héroe local también, llegó con las tijeras de podar gastos, en especial de personal, lo que volvió a hundir en la depresión a los pobres fans. Además, el Machester United no tiene un problema de gastos de personas, dado que invierte en esa partida menos que la media de los equipos de la Premier League.

El problema del United es muy básico: no gana, y no se clasifica para la Champions. Sin esas dos premisas, no consigue llenar el estadio de Old Tratford, y no logra derechos de retransmisión sustanciales. Y, si no genera caja, el equipo es incapaz de hacer frente a una deuda monstruosa. El United tiene beneficios operativos. Pero eso no sirve de mucho cuando se deben 731,5 millones de libras, o sea, 875 millones de euros. La pasada semana fueron despedidos 200 trabajadores, el año anterior se prescindió de 250.

El problema de la deuda del equipo es consecuencia, precisamente, de la adquisición por los Glazer, que la financiaron por medio de deuda que después cargaron al club, poniéndole una losa de 500 millones de libras. En estos 20 años, el United ha pagado 750 millones de libras en intereses, para encontrarse con que debe prácticamente el 50% que cuando fue adquirido.