El Madrid sucumbe a su impotencia y Ancelotti inicia el 'via crucis'

El Madrid sucumbe a su impotencia y Ancelotti inicia el ‘via crucis’

Quien no ha tenido una pareja o un amante que siempre llega tarde, que te desespera en la espera. Cien veces decides irte y cien veces decides quedarte, porque crees que el final de la noche será único. Cuando no acude, lo maldices, pero sabes que volverás al mismo lugar, con la misma excitación, en la siguiente cita. Esa pareja o amante es el Madrid. Lo saben todos los que formaron la larga procesión secular al Bernabéu, esperanzados en una remontada que esta vez no se produjo, porque la cita exigía pasión, claro, pero a las mejores pasiones las acompañan las caricias, y nadie del Madrid se las ofreció a la pelota. El Arsenal lo hizo lo justo, suficiente no sólo para pasar a semifinales de la Champions, también para ganar en el Bernabéu. El Jueves Santo no va a impedir las maldiciones, aunque el fútbol tenga querencia por las estaciones de la Semana Santa: martirio y resurrección. El creyente Ancelotti tiene difícil la segunda. Ha empezado su via crucis. [Narración y estadísticas (1-2)]

El entrenador había hablado, entre medias sonrisas, de la cabeza, el corazón y los cojones. La máxima de las cuatro C la acuñó Seve Ballesteros. Ancelotti se olvidó de citar la primera: la calidad. El Madrid no la encontró en ningún momento, como si esta vuelta de cuartos fuera la metáfora y la hipérbole, ambas a la vez, de la temporada. La sobreexcitación no ayudó. De hecho, el Madrid empezó el partido por el final. Necesitaba tres goles para igualar la eliminatoria, tres goles en 90 minutos, y escogió la montonera. Está bien algo de descontrol, pero si es para descontrolar al contrario en la salida de toriles, en un arranque a fuego. Pasado ese tiempo, es necesario el juego.

El problema no es que el Madrid no lo encontrara en el Bernabéu, es que prácticamente no lo ha hecho en toda la temporada. El choque fue el collage de todos sus problemas estructurales a los que Ancelotti no ha encontrado solución desde la marcha de Kroos. La entrada de Modric, tardía, no sirve de nada porque no es el mismo Modric, y porque el croata no siente ya la jerarquía de antaño. Ceballos pasa por el centro del campo como unos padres por la habitación de un adolescente. Pone las cosas en su sitio, nada más.

Demasiados centros

Esta eliminación, esta derrota y esta impotencia va a pesar sobre la figura del italiano, cuando al via crucis le quedan dos paradas decisivas: la final de Copa y el clásico en Montjuïc, ambas ante el Barcelona, con ventaja en la Liga. Después de haber perdido ya dos este curso ante los azulgrana, el mayor aliado del Madrid es la estadística, porque es difícil perder cuatro. Ese Barça necesitaba un estímulo nuevo en el vestuario la temporada pasada y lo encontró. A Florentino Pérez le corresponde reflexionar acerca de si lo necesita el Madrid, con todo el respeto por el entrenador que más títulos ha ganado en la institución. Difícil análisis.

Ancelotti optó por lo esperado, con Valverde en el centro del campo, aunque ello supusiera dar el lateral a Lucas Vázquez. Pese a sus lagunas defensivas, fue de los más activos en su despliegue ofensivo, aunque una vez en los tres cuartos, el Madrid abusó de los centros, frontales muchos de ellos y fáciles de defender para el Arsenal. Ni un balón comprometido tuvo que sacar Raya de la portería del Arsenal en todo el primer tiempo. Courtois, en cambio, detuvo un 'penaltito' cometido por Asencio, cantado como un gol en el coliseo blanco, a Saka, un Panenka confundido, y otro disparo cruzado de Martinelli tras una contra.

Poco más hicieron los de Arteta, a la espera de que pasaran los minutos frente a la frustración blanca. Es el equipo de la Premier menos goleado, el que mejor defiende. Se siente cómodo en esa situación. La impresión es que mostró menos de lo que tiene, porque no lo necesitó, en el aspecto ofensivo. En una de sus triangulaciones se encontraron Odegaard, Mikel Merino y Saka para elevar sobre Courtois y redimirse del penalti. El efecto psicológico, pasada la hora, lo emborronó el propio Arsenal, con un error de Saliba que ofreció el gol a Vini.

Los futbolistas del Arsenal festejan el 1-2 en el Bernabéu.

Los futbolistas del Arsenal festejan el 1-2 en el Bernabéu.EFE

Nada cambió, en realidad, porque no había ideas con que cambiarlo, mientras el Arsenal, inteligente, intentaba jugar más tiempo en campo del Madrid, alejarlo de su área y refugiarse en largas posesiones. El control que pretendía Ancelotti, sin conseguirlo pese a dar entrada a Ceballos o Modric, lo tuvo siempre Arteta, un entrenador español de nueva generación que se presenta a lo grande en el mejor escenario posible. Martinelli culminó, a la contra, lo que el juego decía. Sólo se trataba de esperar el momento.

A Arteta le aguarda el PSG de Luis Enrique. El PSG en el que ya no juega Mbappé, que llegaba después de una patada de impotencia ante el Alavés. La impotencia continuó. El francés vino para ganar Champions después de ganar todo el dinero posible. Tendrá que esperar. Se movió por todas partes, pero sin la precisión adecuada, y dejó el campo lesionado. Tampoco acometió escaladas individuales, como intentó Vinicius desde el inicio, pero siempre perdedor frente a Timber, Saliba o Declan Rice, goleador en la ida y pletórico en la vuelta. La cruz que porta Ancelotti es también su cruz.

La polémica del VAR y los cinco minutos que apagaron la llama de un campeón impotente: "El Madrid volverá siempre"

La polémica del VAR y los cinco minutos que apagaron la llama de un campeón impotente: “El Madrid volverá siempre”

Cinco minutos lastraron las esperanzas de remontada del Real Madrid ante el Arsenal. Un logro casi imposible después del 3-0 de Londres que se deshizo en los 300 segundos que tardó la sala del VAR en comprobar el penalti de Rice sobre Mbappé y en los pocos instantes que necesitó el colegiado francés François Letexier para decidir que el agarrón del inglés sobre el delantero madridista no era pena máxima. Protestó todo el Madrid, pero no sirvió.

Ese momento apagó la llama de la esperanza blanca, empujada hacia la épica por la parada deCourtois a Saka en el primer penalti, la primera jugada polémica de una noche que tuvo de todo.

Antes del pitido inicial, más de diez mil personas recibieron al autobús del Madrid rodeando la plaza de los Sagrados Corazones hasta la Castellana. Bajo la lluvia y las bengalas, la afición del conjunto blanco intentaba marcar el primer gol del partido. En la memoria, las eliminatorias de 2022 ante PSG, City y Chelsea o la del curso pasado contra el Bayern.

El ambiente durante el calentamiento fue de minuto 90. Gritos de «Sí se puede», «cómo no te voy a querer» y un tifo gigante que rezaba «la fábrica de los sueños, haz el nuestro, Real». Ya en el césped, la locura. Mbappé marcó en el 2 bajo el delirio del Bernabéu, pero fue anulado por fuera de juego.

Las acciones del VAR

Y en el 10, la primera gran polémica. El Arsenal sacó un córner y la jugada siguió con normalidad hasta que un minuto después Letexier paró el juego e hizo el gesto del VAR. Al principio nadie sabía muy bien qué se estaba comprobando ni en qué área, así que reinó la incertidumbre. Y de repente, el colegiado galo señaló el punto de penalti del Madrid. Agarrón de Asencio sobre Merino y pena máxima. Momento para la capa de Courtois.

El belga, que se movió de lado a lado antes del lanzamiento de Saka, adivinó el Panenka del inglés mientras Asencio corría hacia el delantero para gritarle. Una vez más, el portero evitaba el drama y ampliaba la esperanza.

Diez minutos más tarde llegó la revisión del penalti a Mbappé y el inicio de los nervios del Bernabéu y del cuerpo técnico, que protestó cada pérdida de tiempo de los británicos y apretó al colegiado, que terminó sacando amarilla a Raya por sus constantes pausas. La tensión subía de nivel, pero el marcador seguía 0-0 y Arteta sonreía, viendo cómo Martinelli y Saka volvían a ser superiores a Lucas y Alaba.

El partido aterrizó en el descanso con rabia local, reflejada en el enganchón que tuvo Carvajal, vestido de calle, con Saka en la entrada al túnel. El español le recriminó algo, seguramente el Panenka, y el inglés le encaró, sin llegar a más.

Tras el intermedio y viendo que el único tiro a puerta de su partido era un tímido disparo de Vinicius, Ancelotti movió el árbol. El italiano encomendó a Fran, Ceballos y Endrick la remontada exprés, pero el tanto de Saka terminó por hundir al Bernabéu a pesar del gol de Vini, el primero en la historia del Madrid al Arsenal en 337 minutos (los dos enfrentamientos de 2006 y este año).

No hubo épica. Hubo silencio. Mbappé se lesionó el tobillo y Martinelli, como Henry en el 0-1 de 2006, sentenció. Los blancos se despiden de la Champions antes de semis por primera vez desde 2020 tras una racha extraordinaria de cuatro años jugando dos semis y dos finales. Toca la Liga, la Copa y mucha reflexión.

"Somos responsables, pero el Madrid volverá siempre", aseguró Lucas Vázquez a pie de campo. "Nos ha faltado más claridad con balón, algo de paciencia a la hora de llevar el balón de lado a lado para penetrar en una defensa que estaba muy organizada". "El madridismo sabe que nos dejamos la piel siempre, puede salir bien o mal, siempre damos la cara. Queda mucha temporada", añadió.

El Inter minimiza al Bayern y se pide al Barça para semifinales

El Inter minimiza al Bayern y se pide al Barça para semifinales

A veces apelar a la historia y a la nostalgia funciona. Kompany, con poco de eso como entrenador, pero mucho como jugador, llamó a filas a Müller, el goleador en la ida, el perro viejo, para obrar el milagro en la vuelta. Pero el Inter es viejo por decreto. Sabe jugar cientos de partidos, porque los ha jugado todos. No siempre los gana, pero nunca los regala y, si le espolean, te mata. Como hizo ayer al ex rodillo alemán.

Los primeros minutos fueron de tanteo, aunque se jugó a lo que quiso el Inter, con ventaja en la eliminatoria. Aparecieron sus estrellas de manera esporádica, casi siempre a la contra y con un Lautaro Martínez que es un jugador diferente y que organiza el ataque como nadie y, en muchas ocasiones, también lo finaliza. Aunque fue una falta la primera gran ocasión del encuentro que marró Thuram tras una prolongación de Darmian. Respondió el Bayern con una doble ocasión que terminó desbaratando Sommer. Poco más reseñable en una primera mitad soñada y planteada por los italianos.

Y cuando nada había pasado y cuando el Bayern menos lo había merecido, Kane se inventó un gol para pelear contra su maldición y contra el tiempo. Los alemanes metían la historia en la balanza y el británico, en sus hombros. Pero ese tanto despertó la voracidad italiana. Así, Lautaro comenzó el arreón y Pavard lo continuó para poner patas arriba el Giuseppe Meazza. Ambos tantos de córner, la supuesta fortaleza alemana. Ambos errores defensivos alemanes.

En otro error, este italiano, llegó el empate del Bayern. Lo hizo Dyer al segundo palo para poner algo de picante en la eliminatoria. Hubo otro intento de Olise y varios córners en los que el público local contuvo la respiración, pero el oficio de los transalpinos en estos menesteres es complicado de igualar tengas la historia que tengas.

Ju Wenjun, impasible y despiadada, gana su quinto Mundial de ajedrez y se equipara a las grandes de la historia

Ju Wenjun, impasible y despiadada, gana su quinto Mundial de ajedrez y se equipara a las grandes de la historia

Actualizado Miércoles, 16 abril 2025 - 14:05

El Mundial Femenino de Ajedrez ha terminado en Chongqing con la victoria de Ju Wenjun, que revalida su título por cuarta vez y puede compararse ya con las mejores de la historia. Con solo 34 años, es una de las cuatro ajedrecistas que han logrado cinco coronas o más de ajedrez absoluto. Es la primera vez, además, que lo logra con gran ventaja sobre su oponente. El 6,5 a 2,5 final recuerda a grandes jugadoras del pasado, como Vera Menchik, primera campeona de la historia, que solía ganar sus títulos con enorme ventaja.

El duelo jugado en China y con dos representantes de aquel país se presentaba igualado. Las dos rivales pertenecen a la misma generación (Tan Zhongyi tiene 35 años), tienen experiencia como campeonas y se conocen a la perfección. La aspirante se adelantó en la segunda partida, lo que daba aún más emoción al campeonato, pero luego Ju Wenjun se encargó de liquidar sus esperanzas por la vía rápida.

Ju Wenjun, campeona desde 2018, igualó el marcador en la siguiente partida, sin permitir que Tan consolidara su ventaja, luego resistió de forma heroica en la cuarta y ahí encadenó una racha de cuatro victorias seguidas. Cada día que pasaba, el Mundial estaba más sentenciado. El 6,5 a 2,5 final es de los resultados más contundentes de las últimas ediciones, por la ventaja final de cuatro puntos y, más aún, por el altísimo porcentaje de victorias. Son cinco partidas ganadas, frente a tres tablas y una única derrota, lo que da idea de su dominio, como mínimo matemático. Como suele ocurrir, la realidad fue algo más igualada, al menos al principio, cuando la campeona tuvo la «suerte» de salvarse en un par de partidas críticas.

Solo en la última partida del Mundial, este miércoles, Ju Wenjun ha estado conformista, sabedora de que las tablas le daban el título de forma automática. Pese a todo, los cronistas presentes en China aseguran que se podía percibir cierta tensión, con Tan Zhongyi dispuesta a dejarse la piel en su última oportunidad, sin nada que perder. La campeona exhibió su pragmatismo y se dedicó a ir cambiando piezas, sin comprometer su seguridad. No le costó demasiado lograr el medio punto definitivo.

El poder de la concentración

Más allá de su excelente estado de forma, el triunfo de Ju Wenjun es el de la seriedad en el tablero. Algo menos espectacular que su oponente, solo cuando servía para rematar las partidas se permitía algún sacrificio, concesiones necesarias al espectáculo que servían para rematar las partidas. Uno de sus características en este Mundial ha sido también la concentración, rasgo que ella misma resaltaba hace unos días. Apenas se levantaba de la silla en las cuatro o cinco horas de lucha. No se ha permitido la menor distracción, con una actitud que se ha demostrado rentable.

Ju Wenjun se une así al selecto grupo de ajedrecistas que han ganado el Mundial Femenino cinco veces o más: Vera Menchik, Nona Gaprindashvili y Maia Chiburdanidze fueron las anteriores. Susan Polgar es otra pentacampeona, aunque sumando otros títulos diferentes al de ajedrez clásico. La húngara, sin embargo, no se puede considerar inferior a las citadas, dado que solo quiso participar en el Mundial Femenino para callar a sus críticos, que decían que era la número uno del mundo porque jugando contra hombres era más sencillo ganar puntos Elo. En su única participación, ganó con enorme claridad, con otro 6-2, además de cinco tablas, frente a la china Xie Jun.

Con las hermanas Polgar retiradas, en cualquier caso, el ajedrez chino mantiene su hegemonía, aunque las jugadoras indias ganaron la Olimpiada y parecen el relevo natural. La última campeona del mundo de otro país fue la ucraniana Mariya Muzychuki, en 2015.

La hija de Maradona denuncia que los médicos que lo trataron apartaron y engañaron a la familia

La hija de Maradona denuncia que los médicos que lo trataron apartaron y engañaron a la familia

Actualizado Miércoles, 16 abril 2025 - 02:09

Dalma Maradona, una de las hijas de Diego Armando Maradona, ha denunciado, durante el juicio por la muerte de su padre, que los médicos que lo trataban cuando falleció obstaculizaron el contacto del ídolo argentino con su familia y los engañaron "de la manera más cruel" sobre su última internación.

Dalma, una de las dos hijas que el ex futbolista tuvo con su ex mujer, Claudia Villafañe, ha acudido al Tribunal de lo Criminal Número 3 de San Isidro, provincia de Buenos Aires, y brindó testimonio por primera vez desde el comienzo del juicio contra siete profesionales de la salud por la muerte de su padre el 25 de noviembre de 2020, según ha informado Efe.

La hija del ídolo argentino cuestionó con dureza al equipo médico que estuvo a cargo de los cuidados de su padre durante la internación domiciliaria, posterior a una operación en la cabeza el 3 de noviembre de 2020, y acusó que limitaron el contacto que ella y otros familiares podían tener con Diego.

"Muchas veces yo dije que no reconocía a mi papá en el ultimo tiempo porque ya no se reía, se perdía, si estábamos en una videollamada no sabía quién estaba del otro lado", relató Dalma, quien alertó de esta situación al equipo que trataba a su padre.

"Los médicos decían que era normal, que eran semanas, pero que iba a estar bien y obviamente durante todo ese último tiempo nos cortaron todo tiempo de contacto", añadió, y precisó que quienes obstaculizaron el contacto con su padre fueron su médico de cabecera, Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz.

Consultada por su participación en la toma de decisiones sobre el equipo médico del ex futbolista y los procedimientos a los que fue sometido, Dalma explicó: "Nosotras no teníamos mucha injerencia, podíamos decir lo que nos parecía pero no decidíamos nada".

Según comentó, tras la operación de Maradona el 3 de noviembre, Luque le dijo a la familia que la única opción para el proceso de recuperación era una internación domiciliaria, mientras que descartó la posibilidad de una internación -voluntaria o por la fuerza- en la Clínica Olivos, en las afueras de la ciudad de Buenos Aires.

"Discutimos las 3 opciones, no nos parecía tan mal porque nos prometieron lo mismo (en la internación domiciliaria) que en la Clínica Olivos, y nunca pasó. Nos engañaron de la manera más cruel", señaló Dalma, que aseguró que las condiciones de la vivienda en la que fue internado su padre no se ajustaban a lo que les habían prometido.

Dalma denunció además que Matías Morla, abogado de Maradona; Maximiliano Pomargo, asistente del ex futbolista; y Vanesa Morla, hermana de Matías, que manejaban los asuntos de su padre, también obstaculizaron el contacto con la familia durante la última internación.

"Él me llamaba y me decía 'no venís nunca, vení, traeme a la nena (su nieta)'. Pero fui y desde la puerta empiezo a llamar y me dicen que está dormido, me vine en el auto con una bebé y no me dejan entrar, a mí no me hagan esto", expresó Dalma, quien describió otras instancias en las que tanto Pomargo como el psicólogo Díaz impidieron que visitara a su padre.

"Nos decían que estaba todo bien"

"Nos decían que estaba todo controlado y que estaba todo bien, pero no nos permitían el ingreso por lo cual no podíamos corroborar que eso era verdad", añadió, mientras se quejaba de la falta de atención a su padre durante sus últimos días.

Ante la consulta sobre en cuántas ocasiones se le negó acceso, Dalma respondió que "muchas, muchísimas veces", y enfatizó que Diego no le creía cuando se lo contaba.

Además de Luque, Cosachov y Díaz, son juzgados en este proceso la doctora y coordinadora de la empresa Swiss Medical, Nancy Forlini, el médico Pedro Di Spagna, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y el enfermero Ricardo Almirón. La enfermera Gisela Madrid también está procesada pero enfrentará un juicio por jurados, tal y como solicitó.

Los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach deberán determinar si siete de los ocho acusados son culpables del delito de homicidio simple con dolo eventual, que tiene una pena máxima de 25 años de prisión.

La inoportuna vuelta a las andadas del Real Madrid que le condena a un match ball contra el Bayern: "Necesitamos a Tavares"

La inoportuna vuelta a las andadas del Real Madrid que le condena a un match ball contra el Bayern: “Necesitamos a Tavares”

El mismo equipo que hacía sólo 12 días le había proporcionado una noche de éxtasis como las de antaño, una fiesta de 209 puntos entre ambos, fue ahora un puñal que le frenó en 73, que le sacó los colores y le devolvió a una realidad que empezaba a olvidar. El Real Madrid dubitativo, gris y endeble del comienzo de la temporada cayó ante el París Basketball, de fiesta en el Palacio, y se la jugará sin red ante el Bayern de Múnich, que no es un cualquiera.

Para saber más

Será el Viernes Santo (20.45 h.), de nuevo en el Movistar Arena, en busca de un ardor, tanto en las tribunas como en la cancha, que no tuvo en una primera bola de partido marcada por "la ansiedad". Esa fue la palabra más utilizada por Chus Mateo en la reflexión posterior, asumida con elegancia la superioridad del rival que ha sido y es el mejor animador de la presente Euroliga. En las travesuras de TJ Shorts se esconde la magia del París.

Fue una vuelta a las andadas, porque hacía mucho que Tavares no conseguía no dominar una partida. Su zancada hacia adelante de las últimas semanas había sido la del propio Madrid. Y que el gigante se viera persiguiendo ratones toda la noche, marcado por las faltas y la desesperación, fue el peor de los síntomas. "Hemos sentido mucho ciertos minutos la ausencia de Edy, que es un referente ahora mismo para nosotros en la zona interior. Le hemos echado de menos por momentos. Si bien es cierto que Serge (Ibaka) y Usman (Garuba) han sido capaces de suplir los minutos que ha estado fuera a buen nivel, creo que ahora mismo a Edy lo necesitamos", confeso el técnico blanco.

Tavares quedó marcado por su segunda falta temprana, por los cambios en el juego 2x2 con TJ Shorts (esos alley oops con Kevarrius Hayes) y por los triples de Jantunen jugando de falso cinco. Fue como si Tiago Splitter, que algo sabe de pívots, se hubiera empeñado en torturar al único jugador del Madrid contra el que no tenía par. Pero, además del caboverdiano, hubo dos tipos que otra vez fallaron en el momento más inoportuno. La noche de los Brates fue de esas de tirar a la basura.

Hezonja, errático y ansioso, y Musa, desaparecido (justo la semana que se disparan los rumores sobre su no renovación). Llull estuvo fallón, pero puso todo su corazón en intentar al menos la heroica. La buena noticia fue el paso adelante de Campazzo y la buena labor de Ibaka en la pintura y de un Andrés Feliz que tuvo problemas musculares.

El Bayern, que sufrió hasta la prórroga (97-93) en casa contra el Estrella Roja y que ha ido desinflando su pujanza en las últimas semanas, será un rival sin margen al despiste el viernes. Carsen Edwards es su referente, pero cuenta con jugadores contrastadísimos como Devin Booker, Weiler-Babb o Lucic.

El Real Madrid naufraga ante el París en una noche para olvidar y ya sólo le queda una vida en Europa

El Real Madrid naufraga ante el París en una noche para olvidar y ya sólo le queda una vida en Europa

Fue un naufragio rotundo, una noche de frustración y fantasmas de vuelta para un Real Madrid al que ya sólo le queda una bala en esta Euroliga. El sorprendente Paris Basketball, el equipo más fresco y divertido de la competición, le torturó en el Palacio en el primer partido del play-in. Los de Tiago Splitter se enfrentarán al Fenerbahçe en cuartos y los blancos el viernes, de nuevo en casa, al Bayern (que ganó al Estrella Roja) para no quedar eliminados. [73-81: Narración y estadísticas]

Para saber más

La peor versión del colectivo de Chus Mateo regresó en el momento menos oportuno. El grupo que desde la final perdida de Copa se reencontraba a sí mismo se estrelló de lleno contra el mago TJ Shorts y sus compinches. Un grupo salvaje que desubicó al Madrid con su desparpajo, que le hizo dudar de todo y perder un partido que no entraba en ningún plan. Y que, de salvar la vida el viernes, le condena a un playoff contra el Olympiacos.

No hubo ni resquicio para la épica, tal el desastre. Una noche para olvidar de casi todos, especialmente alguno de los que deben tirar del carro. Hezonja, Tavares, Musa... hasta Llull. Tan desaparecidos que quedaron en evidencia ante la energía del París Basketball, que no tembló en unas alturas que nunca ha pisado. Domó el duelo desde el primer acto y no lo saltó jamás, liderado por ese genio que es TJ Shorts, imparable (23 puntos y nueve asistencias).

Como un mal augurio, a la noche le costó entrar en ebullición, que se creara el ambiente que requería la ocasión. No ayudaron los parones en el primer cuarto por los fallos en el cronometraje, como un palo en la rueda de la inercia con la que el Real Madrid pretendía entrar en el partido, golpear de inicio para no dejar crecer mentalmente a un rival con mucho menos que perder, el debutante que asombra en la Euroliga.

Pero cuando lo supo, era ya tarde. Estaban los blancos enredados en la trampa parisina, un equipo único, de ritmo vertiginoso, cambios de tres en tres y lanzamientos cuanto más rápidos mejor. Todo comandado por un pequeño diablo, el jugador más sorprendente de la competición. Tavares se cargó con dos faltas por una protesta tan temprana como absurda y sin el gigante, el único elemento contra el que los de Splitter tienen poco que hacer, el caos: un parcial de 3-12 que desorientó completamente al Madrid para los restos.

Campazzo

La primera pequeña reacción, con Campazzo sobre Shorts y Garuba al cinco, fue de nuevo contrarrestada por el París, dos triples como puñales de Hifi -el mismo día que fue nombrado mejor joven de la temporada- y una canasta final en uno contra uno de Shorts que fue el síntoma de todo lo que no estaba bien en el Madrid. Ni capacidad de defender individualmente, ni de dominar el rebote ni tampoco de atacar, 14 puntos apenas en el segundo acto (seis en toda la primera mitad de los 'Brates'). Al vestuario los blancos se fueron conscientes de que estaban metidos en un lío.

Hifi celebra el triple que sentenció el partido.

Hifi celebra el triple que sentenció el partido.MariscalEFE

Y de no sencilla solución. Porque el retorno fue un poco más de lo mismo, TJ y frustración. Otro acercamiento, basado en el trabajo de Abalde, fue contestado de forma contundente por el pequeño base californiano, que además sacó la cuarta de Tavares. Fueron Feliz e Ibaka, dos secundarios, los que volvieron a tocar a rebato, esta vez con el París fallando, que no era lo normal hasta ese instante.

Fue un repentino fundido tan negro como su camiseta (seis minutos sin un solo punto), aunque los de Splitter no iban a dejar de seguir jugando como si sólo tuvieran una bala en la recámara. Y una técnica al entrenador brasileño acercó más que nunca al Madrid (61-62). Pero ponerse por delante iba a ser otro asunto para el Madrid.

De hecho, le resultó imposible. Ni cuando volvió Tavares. Los triples de Jantunen y uno final precioso de Hifi -junto a Ward y Kevarrius Hayes, claves- y el dominio de Shorts dieron un triunfo histórico al París y otro buen sofocón al Madrid.

El milagro de Paulina Biegun, la alpinista que sobrevivió a una caída de 650 metros en los Pirineos: "Me reventé de la mejor manera posible"

El milagro de Paulina Biegun, la alpinista que sobrevivió a una caída de 650 metros en los Pirineos: “Me reventé de la mejor manera posible”

En el valle de Arán crece una leyenda: cuentan los bomberos que la rescataron y los sanitarios que la atendieron que es imposible, que tendría que estar muerta. Pero Paulina Biegun no sólo vive, también disfruta. Ha vuelto a la montaña pese a que el pasado 26 de diciembre la montaña casi acaba con ella. Desde lo más alto del corredor Milhomes que sube a la Forcanada, un pico de los Pirineos de poco menos de 3.000 metros, sufrió un resbalón, cayó, cayó y cayó y la encontraron 650 metros más abajo.

«Dentro de la tragedia, he tenido mucha suerte porque no me han quedado secuelas», celebra en conversación con EL MUNDO quien tiene una relación muy profunda con el alpinismo. Polaca de nacimiento, residente en España desde hace 20 años, apenas había pisado el monte cuando una desgracia la empujó a buscar lo que ahora considera su «refugio».

¿Qué recuerda del día del accidente?
Casi todo. Iba con un compañero, Jonatan García, y el día era malo, la nieve estaba transformada, pero nos confiamos porque la Forcanada no es una montaña de mucha altitud. Hicimos la subida muy rápido y, en la bajada, destrepando, sin llegarnos a encordar, empecé a caer. Al principio no sabía qué pasaba. Luego quise agarrarme a Jonatan que estaba más abajo. Y al final empecé a rodar, y rodar, y rodar cada vez más rápido. De hecho, salté un repechón y bajé hasta el ibón, así que descendí toda la montaña. Quería decirle a Jonatan que estaba bien, que no me había matado, pero no podía levantarme. Luego estuve dos horas sobre el hielo, semidesnuda, sintiendo cada vez más frío y más sueño. Recuerdo escuchar el helicóptero y pensar: «Ya está, ya estoy salvada».
La trasladaron a la UCI del Hospital Arnau de Vilanova en Lleida. El parte médico allí es terrible.
Llegué en hipotermia, estaba a 32 grados, y estuve cinco días en la UCI. Me rompí cinco vértebras, lo que me obligó a llevar un corsé durante dos meses, ocho costillas, la muñeca derecha, los pómulos y la nariz y sufrí muchas quemaduras y muchísimos hematomas. Perdí la cuenta de las transfusiones que me hicieron.
Y con todo eso fue un milagro.
Completamente. Es raro decirlo, pero la caída me reventó de la mejor manera posible. Además, hubo muchos factores a mi factor: era mediodía, el cielo estaba despejado para que pudiera volar el helicóptero, las piedras eran redondas, no me metí en el ibón... y así muchas. Jonathan se acababa de comprar un nuevo iPhone, de los que pueden conectarse al satélite, y gracias a eso pudo enviar el mensaje a Emergencias. Tuve mucha suerte por muchas razones; alguien me protegió desde arriba.

MUNDO

Su marido.
En 2017 lo perdí por culpa del cáncer. Teníamos muchos planes de futuro, acababa de nacer mi hija pequeña y todo se fue al traste. Hubo un momento que, para hacer algo, empecé a ir al gimnasio, conocí a gente que me invitó a probar la escalada deportiva, luego la escalada en roca, el alpinismo, fui por primera vez al Nepal... En la montaña encontré mi refugio, la tranquilidad que necesitaba. También descubrí que se me daba bien y que podía hacer rutas súper largas con mucho desnivel.
¿Antes no hacía nada de montaña?
Hacía senderismo como mucho. Nací en 1985 en una zona minera muy pobre de Polonia, recuerdo ir con mi padre a tirar pintura a un monumento de Stalin. Vine a España con 19 años para trabajar de aupair para una familia de Sant Cugat. Me gustó y decidí quedarme. Trabajé en tiendas de lujo en el Paseo de Gracia de Barcelona, en la inmobiliaria Engel&Volkers... nada que ver como la montaña. Ahora sí, vivo en Benasque y me dedico a la distribución por toda Europa de varias marcas polacas de alpinismo.
¿Ha vuelto a La Forcanada, la montaña del accidente?
No, pero quiero hacerlo. Quiero estudiar por dónde caí y recuperar mi casco, que lo perdí en el descenso. De momento no he podido hacer mucha montaña por culpa del tobillo. Curiosamente no me lo rompí, pero es lo que me está dando más problemas. Sufrí un desgarro muscular y todavía me baila. En verano espero estar ya recuperada del todo porque en julio quiero unirme a una expedición para subir al Pico Lenin, en el Pamir, una cima de 7.100 metros.
¿No le ha cogido miedo?
La mente es muy poderosa y no me quiero hundir. Si me hubiera venido abajo cuando caí no sé si hubiera sobrevivido. La caída me ha cambiado la visión de la vida, porque estoy decidida a vivir el ahora, pero también me ha supuesto un aviso. No me puedo volver a confiar en la montaña, tengo que ser más precavida. Tengo un hijo de 17 años y una hija de 10 años que ya no tienen padre y casi les dejo también sin madre. Eso no puede pasar, debo mantener el respeto a las alturas.
El Día D y la Hora H de Mbappé: la sombra de las remontadas de Cristiano y Benzema y 26 goles en eliminatorias

El Día D y la Hora H de Mbappé: la sombra de las remontadas de Cristiano y Benzema y 26 goles en eliminatorias

Históricamente, el Día D y la Hora H eran el 6 de junio de 1944 y las 06:30 de la mañana. Dos términos usados para referirse al desembarco de las tropas estadounidenses en las playas de Normandía, momento que supuso el inicio de la liberación de las zonas ocupadas por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Para Kylian Mbappé y el Real Madrid, su Día D y Hora H serán las nueve de la noche de este 16 de abril, cuando la nueva estrella del conjunto blanco busque liderar una remontada casi imposible ante el Arsenal en los cuartos de Champions.

El 3-0 de la ida en el Emirates convierte esta noche en una liturgia extrema para el madridismo, pisando el miércoles santo en un lugar que ha visto ya demasiados milagros en los últimos años. Todos, eso sí, sin Kylian Mbappé en la plantilla. Para el francés será su debut oficioso en el manicomio de Chamartín, en el terreno de lo casi imposible.

A la sombra del delantero, una temporada espectacular en números (33 entre todas las competiciones, a cuatro del récord de Zamorano en su primer año) e irregular en sensaciones, condicionada esta semana por la roja recibida en Vitoria tras una durísima entrada sobre Antonio Blanco. Pidió perdón a sus compañeros y a su rival, agachó la cabeza, «fastidiado», según fuentes cercanas al vestuario, y tendrá que aguantar el partido de sanción que le puso ayer Competición, perdiéndose la cita contra el Athletic, clave en la lucha por la Liga y por el Pichichi.

El Barça (70) le saca cuatro puntos al Madrid (66) y Lewandowski (25) tres goles al galo (22). Y es que en ese curso de sensaciones irregulares para Mbappé, ahora mismo el delantero camina sobre arenas movedizas. No marca desde el 29 de marzo contra el Leganés, acumulando dos jornadas de Liga, tres encuentros de Champions y uno de Copa del Rey sin ver puerta. 540 minutos, contando las prórrogas contra el Atlético y la Real Sociedad, y la hora que se perdió ante el Alavés, sin producir ni un tanto ni una asistencia para su equipo, que siente como nunca su ausencia goleadora.

26 goles en eliminatorias

Su hat-trick al Manchester City en el playoff, cuatro en total si contamos el anotado en el Etihad, parecían colocarle en el timón continental del Madrid en las eliminatorias, pero ha desaparecido desde entonces. Una situación similar a la que vivió en París durante su última temporada. Marcó tres goles en octavos y dos en cuartos, pero contra el Dortmund, en semifinales, se quedó en blanco mientras los alemanes conseguían el billete para la final.

En blanco se quedó también en los octavos de la 2022-23, cuando el PSG quedó eliminado ante el Bayern, en las semifinales de la 20-21, perdidas por los franceses ante el City, en las semis y la final de 2020, donde cayó ante el Bayern, y en los octavos de la 17-18 contra el Madrid.

A pesar de esas noches, Mbappé, con 26 goles, se sitúa ya entre los mejores de la historia en las eliminatorias. Lejos de Cristiano Ronaldo (67) y de Messi (49), pero en el camino de batir a Thomas Müller (28), Lewandowski (34) y Benzema (34), los únicos que tiene por delante más allá de los dos grandes de la última década. De su generación, mejora a Haaland (16), su gran rival.

Cristiano ante el Wolfsburgo, Benzema ante el PSG

En el horizonte, las escenas gloriosas de sus ídolos en el Bernabéu, empezando por Cristiano Ronaldo y siguiendo por Karim Benzema. Ambos protagonistas de extraordinarios momentos de fe con la camiseta blanca. Jugadores que hicieron suyas las remontadas, como espera hacer Mbappé.

Cristiano y Benzema tienen a sus espaldas varias noches históricas en la Castellana. El portugués marcó dos goles en la vuelta de semifinales de 2012 ante el Bayern, perdidas en los penaltis; tres en la remontada ante el Wolfsburgo en 2016, 3-0 tras el 2-0 en Alemania; tres en los cuartos de 2017 contra el Bayern, decididos en la prórroga; uno en la vuelta de cuartos de 2018, ante la Juve... y tres en finales, en 2014 y 2017.

También Benzema, de menos a más en su carrera madridista, coronada con un Balón de Oro tras una serie de eliminatorias extraordinarias en 2022, cuando enlazó 10 goles entre octavos, cuartos y semifinales que le valieron el trono del fútbol mundial. Hat-trick para remontar al PSG en octavos, gol para recuperar la ventaja perdida ante el Chelsea y gol en la prórroga contra el City.

"La plantilla cree"

En el vestuario se espera un paso adelante de Mbappé y de todos, reconociendo los errores de Londres y de algunos instantes de esta temporada, y empujando hacia la remontada: «La plantilla cree», se repite desde Valdebebas. Ayer, en sala de prensa, Bellingham admitió que la palabra más repetida en el vestuario durante los últimos días es «remontada». «Hemos visto los vídeos que ha hecho la gente y estamos motivados. Queremos formar parte de esta historia», dijo el inglés.

Mientras, Ancelotti y su cuerpo técnico buscan convencer desde el plano emocional para recuperar esa «actitud» que tantas veces ha pedido a su plantilla. A Mbappé el primero. Del francés necesita implicación e intensidad en la presión, y así se lo ha dejado claro después de la roja de Vitoria. El ejemplo de sus ídolos está escrito, ahora necesita escribir su propia página en la historia del Madrid. Le ficharon para eso.

El PSG resiste en Birmingham colgado de Donnarumma

El PSG resiste en Birmingham colgado de Donnarumma

Lo que iba para baile, terminó entre sudores fríos. Un par de intervenciones, casi sobrenaturales, de Gianluigi Donnarumma salvaron al PSG de una debacle en Villa Park, donde antes de la media hora se había adelantado con dos goles. Estas son las curas de humildad de la Champions. El aprendizaje que todo aspirante, por muchas ínfulas que gaste, debe asumir. Sólo colgado de su portero, descomunal en un mano a mano ante Marco Asensio, el equipo de Luis Enrique pudo esquivar la prórroga. [Narración y estadísticas (3-2)]

Maldijo la afición de Birmingham la celeridad con la que se esfumaron los tres minutos de añadido decretados por Sánchez Martínez. No hubo recompensa al asedio inglés, truncado por un despeje bajo palos de Pacho ante la volea de Ian Maatsen. Si quiere competir con seriedad en las semifinales, el PSG no puede permitirse desvanecimientos así. Hasta la media hora había manejado el partido a su antojo. Cuando bajó un punto su nivel, el Aston Villa se lo llevó por delante. Todo el crédito para Unai Emery, que imploraba de rodillas a la fortuna esquiva.

El primer deber de su equipo era meter en temperatura a Villa Park, un escenario con 128 años de historia, sobre el que sigue impreso un lema: "Donde nuestros héroes son villanos". Por allí se cuentan historias de la Copa de Europa arrebatada al Bayern. Para excitar aquella magia, Emery necesitaba un par de incursiones tempranas con las que enardecer a la afición. Esas buenas intenciones se vinieron abajo en el minuto 10.

Vulnerables a la espalda

Fue un balón al espacio de Nuno Mendes hacia la cabalgada de Bradley Barcola por la izquierda. Demasiado espacio abierto ante Emiliano Martínez, cuyo mal despeje fue aprovechado por Achraf Hakimi. Un martillazo para el estadio. Más terrible aún que el fallo de la megafonía, que durante la ceremonia de presentación de los equipos hizo sonar el himno de la Europa League.

El castigo se suponía acorde al riesgo asumido por una defensa tan adelantada. Pretendía el Aston Villa imponer el músculo de Boubacar Kamara y Amadou Onana, a riesgo de mostrar una alarmante vulnerabilidad a la espalda de sus mediocentros. Con tanto campo por delante, los laterales del PSG desplegaban sus alas. Así que no fue casual que Mendes, antes de la media hora, ajustase con la zurda a la red un balón servido por Ousmane Dembélé.

El defensa portugués, autor del 3-1 en la ida, compendiaba todas las virtudes de este PSG, que cuando no domina con la posesión también penaliza los fallos del rival. Un equipo que sólo había perdido uno de sus últimos 30 partidos. Desde el pitido final en París, Luis Enrique venía avisando de sus intenciones para la vuelta. No maneja más alternativa que la victoria. Del mismo modo que no admite otra alternativa ante la presión que el balón jugado.

El remate de Nuno Mendes para el 0-2 en Villa Park.

El remate de Nuno Mendes para el 0-2 en Villa Park.AP

Cuando pisaba campo rival, Hakimi volvía a filtrarse entre sus centrocampistas para dar superiodad. Cuando Mendes buscaba la superioridad con Barcola, Vitinha retrocedía para tapar a su lateral zurdo. Los movimientos acompasados del PSG excedían con mucho la resistencia del Villa, que bastante hizo al encontrarse, traspasada la media hora, con un afortunado remate de Youri Tielemans tropezado en Pacho.

Con todo perdido, Emery empleó el descanso para reforzar la moral de sus muchachos. No hizo ni un solo cambio, pero el Villa pareció otro equipo, con un ritmo frenético, una agresividad distinta, una convicción casi suicida. Un disparo de John McGinn, rozado de nuevo por Pacho, galvanizó al príncipe de Gales en el palco. Dos minutos más tarde, Donnarumma salvó un gol cantado de Marcus Rashford. A la salida de ese saque de esquina, el ex delantero del United sirvió el 3-2 con un lacito a Ezri Konsa.

En las tribunas, la gente llegaba al delirio. Como cuando Dennis Mortimer alzó la Orejona al cielo de Rotterdam en 1982. Con Asensio y Maatsen ya en liza, la gente de Birmingham vio la prórroga en sus manos, pero Donnarumma se interpuso a tiempo.