La pasión turca a vista de dron: toda la transformación de Arda Güler llevada a cabo por Xabi Alonso en el Real Madrid

La pasión turca a vista de dron: toda la transformación de Arda Güler llevada a cabo por Xabi Alonso en el Real Madrid

Al observar a Arda Güler uno no piensa en Yaman, el arrebatador protagonista de La pasión turca. Güler es huidizo, de mirada oblicua, tímido, frágil en apariencia, lejos de la exuberancia del personaje de ficción, interpretado en el cine por el galán francés George Corraface, a cuya voluptuosa presencia sucumbe Desideria Oliván, Desi, presa de la rutina de su matrimonio. Antonio Gala, en realidad, se inspiró en el enamoramiento de su secretario por un turco para adaptarlo en la novela al arquetipo de la Penélope de provincias. La pasión, no obstante, era la misma, muy distinta a la pasión turca que seduce al Madrid, en la que la exuberancia no es física, pero exuberante es lo que produce en el Bernabéu.

Esta nueva pasión turca no necesita el sugerente caos de Estambul, una explosión de colores, melodías y aromas que conforman el decorado para la aventura de la buena Desi. Al contrario. La pasión turca de Güler precisa método, grabaciones, atención personal y psicología, mucha psicología. A todo ello se ha empleado Xabi Alonso desde su llegada con especial dedicación, porque necesita la pieza para lo que desea hacer en el Madrid. El tolosarra quiere un juego dominante desde la posición, que lleve sus centrales adelante, al centro del campo. Exige presión en territorio del rival para robar y armar ataques. Entonces, del mismo modo que en las transiciones ofensivas, llega el momento del pase que rompa las líneas. Ahí aparece Güler, que, frente al Valencia, dio a Mbappé su sexta asistencia. No hay mejor socio posible.

El entrenador quiere, pues, control, no caos, y eso abre incógnitas, porque tiene herramientas, jugadores, para ser mejor en el control, pero de lo que no hay duda es de que nadie compite como el Madrid en el caos. Veremos. El cambio de tendencia, de momento en su fase inicial, es el que hace que los especialistas en la conducción, como Valverde o el propio Vinicius, no tengan ya la etiqueta de indiscutibles del pasado. Vini, sin embargo, no es sólo un jugador. Es uno de los principales activos del club, un icono, y eso es algo que Xabi Alonso, un entrenador nada jerárquico, al contrario que Ancelotti, deberá conjugar con su hoja de ruta. De eso dependerá la cohabitación no sólo del técnico con la estrella, también con el presidente, tras la paz firmada en el festín ante el Valencia, un verdadero merengue en el Bernabéu.

El juego posicional

El juego posicional que penaliza a unos, beneficia a otros. No es casual la mejoría que ha experimentado Tchouaméni, del que quiere todavía más, que se avance en lugar de incrustarse entre los centrales, una necesidad convertida en vicio durante la pasada etapa. Xabi Alonso aspiraba a la llegada de un mediocentro, pero estaba claro que las prioridades estaban en la defensa. Florian Wirtz, al que había moldeado en el Bayer Leverkusen, era muy caro, carísimo, y Martín Zubimendi, con el que hizo algo parecido en el Sanse, filial de la Real Sociedad, no recibió el cariño del Madrid que le mostró Arteta. De haber sido de ese modo, estaría, hoy, en el Bernabéu.

En esa tesitura, el tolosarra dio su plácet a Modric para que siguiera un año más, pero el club sabía lo que saben todos: si el croata seguía, jugaría. No hay entrenador que se resista a su capacidad de templar los partidos. Para dar una verdadera alternativa a las inversiones realizadas para el centro del campo, Tchouaméni, Camavinga y Güler, Modric debía marcharse. De hecho, es justo lo que le dijo Juni Calafat al adolescente Güler cuando se avanzó a Deco por su fichaje: «Será difícil al principio porque están Kroos y Modric, pero cuando se marchen tendrás tu verdadera oportunidad en el Madrid, será tu momento».

Al llegar, Güler, muy respetuoso, llamaba abi a Modric. Abi es como se llama a un hermano mayor en Turquía. Ahora ya no necesita hacerlo, y no sólo por la marcha del croata. Pese a sus 20 años, juega como un hermano mayor. Si acaso, algunos en el vestuario lo llaman de ese modo, Arda abi, pero en tono de broma. «Ahora se siente importante, y ese es el cambio fundamental», explican en Valdebebas, además de «un trabajo muy específico con el futbolista».

Mbappé abraza a Güler tras una asistencia.

Mbappé abraza a Güler tras una asistencia.OSCAR DEL POZOAFP

Los entrenamientos del Madrid son grabados por drones y después editadas las imágenes en vídeos con los que Xabi Alonso hace encuentros individualizados con quien lo cree necesario. En Güler es uno de los que invierte más tiempo, durante las estajanovistas jornadas del entrenador y su staff, desde las ocho de la mañana hasta mediada la tarde. Dónde posicionarse, cuándo girarse o cómo presionar son las cuestiones en las que más ha insistido al turco.

Clave en el balón parado

En las oportunidades que tuvo en el último año con Ancelotti, después de desencuentros, malentendidos y advertencias del italiano a su entorno, Güler hacía esfuerzos excesivos, aunque muchas veces sin rumbo. La clave ahora no es correr mucho, sino correr correctamente. El turco no es el único jugador al que Xabi Alonso explica la necesidad de dosificar los esfuerzos. También a Bellingham, de un despliegue físico brutal y de regreso a su mejor versión tras solucionar sus problemas de hombro en el quirófano. Había jugado mermado.

En un Madrid que quiere llegar a controlar todos los detalles, Güler se convierte, asimismo, en herramienta clave para el balón parado. Nadie tiene su precisión en las faltas indirectas o los saques de esquina. Es técnica en estado puro, pero eso no basta. Ahora vemos a un Güler sacrificado, que se repliega, y a un Güler más fuerte, que ha ganado peso de la mano de Ismael Camenforte, el preparador físico que está detrás de la energía del líder. Este nuevo Güler al que Montella ha puesto ya al mando de la selección de Turquía, aspira a ser el eje del juego del equipo que tiene la mejor selección de Champions.

Arda Güler es como el Betadine

Arda Güler es como el Betadine

Arda Güler fue de lo poco presentable, si es que lo hubo, en el impresentable Madrid del Metropolitano. Fue el actor principal en el espejismo blanco, con una asistencia y un gol, y en el baño de realidad, al cometer un penalti sin saber muy bien lo que hacía. El derbi puso en cuestión buena parte de los argumentos de la reconstrucción de Xabi Alonso, especialmente la solidez defensiva. Pero no la apuesta por un jugador especial, aunque ante el Atlético el turco no estuviera en el lugar donde nada escapa a la percepción de su mirada perdida. De vuelta a los medios, en el partido de curarse las heridas ante una cenicienta de la Champions, Güler fue como el Betadine.

Una vez bajó el ímpetu del Kairat Almaty y el Madrid movió la pelota, quedó claro cuál es el futbolista que le ofrece la mejor dirección en las transiciones ofensivas. Cuanto más centrado, más amplía su prisma. Güler recibe, se gira y pasan cosas, cosas distintas. Mbappé, que ha marcado cinco de los siete goles del Madrid en los dos partidos de Champions, es el que mejor lo ha entendido en este inicio de curso, con movimientos intencionados en cuanto recibe el jugador turco, lo que ha propiciado ya una interesante conexión para el Madrid. Mbappé habla el mismo idioma que Tchouaméni, pero cuando la pelota llega al mediocentro francés, no pasan cosas distintas.

Es posible que Güler no tenga todas las condiciones que se exije a un pivote, rol que, ayer, realizaron Thouaméni y Ceballos, pero, con semejante visión de juego, cuanto más campo tenga en el periscopio, mejor. No son comparables, porque no lo es, por ahora, el rango de los jugadores, pero es la misma razón por la que Hansi Flick coloca a Pedri en la base del juego, en lugar de adelantarlo a la zona de los interiores, donde suele jugar con la selección. En las dos posiciones es sobresaliente. En la segunda, está más cerca del gol, pero en la primera impone su personalidad al juego.

La de Güler, de 20 años, está por formarse en el terreno de juego, después de un tiempo extraño, de adaptación, desencuentros con Ancelotti e inseguridades. Todo indica que Xabi Alonso se ha puesto a la tarea, en el intento de construir un Madrid más coral, y esa es la razón por la que pierde pie Valverde, el rey de las conducciones. Xabi quiere combinación, velocidad y presión. Las necesita, porque no en todas partes, como en los apeaderos de la Liga o la Champions, basta con el solista Mbappé.

La fiscalía pide dos años y medio de cárcel para Raúl Asencio

La fiscalía pide dos años y medio de cárcel para Raúl Asencio

Actualizado Viernes, 1 agosto 2025 - 20:52

La fiscalía solicita dos años y medio de cárcel para Raúl Asencio, futbolista del Real Madrid, al atribuirle dos delitos contra la intimidad de las dos mujeres que participaron en un encuentro sexual consentido. A los otros tres futbolistas implicados, según informa la cadena Ser, les adjudica otro delito de distribución de pornografía infantil, al ser menor de edad una de las víctimas.

El proceso penal, puesto en marcha el pasado mayo en un juzgado de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), se inició contra Asencio y otros tres canteranos del Real Madrid (Andrés García, Ferrán Ruiz y Juan Rodríguez) por grabar imágenes sexuales de dos mujeres, una de ellas menor, y difundirlas sin su consentimiento.

El escrito del fiscal detalla que García, Ruiz y Rodríguez mantuvieron relaciones sexuales consentidas con dos chicas en el reservado de un hotel situado al sur de Gran Canaria.

15 de junio de 2023

Asencio no participó en el citado encuentro sexual, aunque sí quiso el vídeo para mostrárselo a un amigo. Inmediatamente después borró su contenido. No obstante, la fiscalía cree que esta conducta no debe quedar impune, aunque no tenga la misma intensidad que la solicitada para los otros tres acusados.

Los hechos sucedieron el 15 de junio de 2023 y las presuntas víctimas, de 16 y 18 años en aquel momento, sufren sintomatología postraumática, según la resolución judicial.

El pasado 15 de mayo, Asencio emitió un comunicado donde defendía su inocencia. "No he participado en ningún comportamiento atentatorio contra la libertad sexual de ninguna mujer, y mucho menos de menores de edad", argumentaba en su escrito.

Del debut, al Mundial de clubes

Tras su debut en el primer equipo el pasado 9 de noviembre, durante un partido ante Osasuna en el Bernabéu, Asencio se consolidó como un pilar defensivo para Carlo Ancelotti. A lo largo del curso disputó 46 partidos en seis competiciones, formando pareja en el eje de la zaga junto a Antonio Rüdiger.

Sin embargo, tras aquel prometedor comienzo, su rendimiento comenzó a caer con el avance de la temporada. Durante el pasado Mundial de clubes, Asencio protagonizó dos clamorosos errores ante Pachuca y PSG. El primero, ante Salomón Rondón, le costó la roja directa en el minuto 11. Frente el vigente campeón de la Champions, el central se despistó en el minuto 9, dejando en bandeja el 2-0 a Ousmane Dembélé.

Davide Ancelotti, hijo de Carlo Ancelotti, nuevo entrenador del Botafogo de Brasil

Davide Ancelotti, hijo de Carlo Ancelotti, nuevo entrenador del Botafogo de Brasil

Actualizado Miércoles, 9 julio 2025 - 01:33

Davide Ancelotti, hijo del seleccionador de Brasil, el italiano Carlo Ancelotti, es el nuevo entrenador del Botafogo en reemplazo del portugués Renato Paiva, anunció este martes el club de Río de Janeiro.

Davide, de 35 años, tendrá su primera experiencia como técnico principal, tras acompañar a su padre como asistente en los banquillos de Real Madrid (2021-2025), Everton (2019-2021), Nápoles (2018-2019) y Bayern de Múnich (2016-2017).

"¡Bienvenido, Ancelotti!", publicó el Botafogo en redes sociales, con un emoticono de la bandera de Italia. "Firmó contrato con el Glorioso hasta el final de 2026", agregó.

En una nota en su web, el Fogão le definió como un "entrenador joven, preparado y con fuerte ambición de construir su propio legado" y resaltó "su perfil global" por su "experiencia en los mayores clubes del mundo" como auxiliar de su padre.

El contrato, sin embargo, le permite a Ancelotti mantener parcialmente su puesto como auxiliar en la selección brasileña, que asumió hace un mes, como miembro de la comisión técnica que dirige su padre, Carlo Ancelotti.

En un comunicado divulgado simultáneamente, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) informó que fue comunicada de las negociaciones y que liberó a su profesional, pero que llegó a un acuerdo que le permite "convocarlo puntualmente para la preparación final rumbo al Mundial de 2026".

El entrenador italiano de 35 años de edad sustituye en el conjunto de Río de Janeiro al portugués Renato Paiva, despedido después de la eliminación del equipo en los octavos de final del Mundial de Clubes de Estados Unidos.

De acuerdo con Botafogo, el nuevo entrenador desembarcó en Río de Janeiro en la mañana de este martes y en la tarde conoció a los jugadores del equipo profesional y dirigió su primer entrenamiento.

Botafogo también contrató como auxiliares de Ancelotti al español Luis Tevenet y al británico Andrew Magan y como preparador físico al italiano Luca Guerra.

Antes de ser asistente, Davide trabajó como preparador físico junto a Carletto en el Real Madrid (2013-2015) y el Paris Saint-Germain (2012-2013).

"Mucha suerte en tu nueva aventura. Te seguiremos de cerca con todo el cariño del mundo. ¡Fuerza!", le felicitó en redes sociales su padre.

Menores a precio de estrella mundial: Estevao, fichado por el Chelsea al ‘estilo Vinicius’ por 45 (y 20) millones, es la última esperanza del Palmeiras

Actualizado Viernes, 27 junio 2025 - 22:57

Cuando sólo tenía 10 años, los representantes de Nike se presentaron en las instalaciones del Cruzeiro y le ofrecieron un contrato con la marca, convirtiéndole en el futbolista brasileño más joven en ser parte de la compañía. A través de ese dato se entiende la trascendencia y la presión que ha sufrido Estevao (Franca, Sao Paulo, 2007) desde que era un niño. Ahora tiene 18 años y no ha dejado de acumular peso sobre sus hombros. Lidera en el Mundial al Palmeiras, el club más laureado del país, que estrena hoy los octavos ante el Botafogo.

Será su último servicio al 'Verdao' antes de volar a Londres para jugar en el Chelsea, que ha pagado 45 millones por él, más 20 en variables. Una cifra histórica para el fútbol sudamericano, sólo superada por los 88 del Barça por Neymar, y que vuelve a poner de relieve la ansiedad de los equipos europeos por pescar talento adolescente al otro lado del charco.

Estevao debutó con el Palmeiras en diciembre de 2023. Tenía 16 años y ya levantaba interés en la mayoría de direcciones deportivas del viejo continente. En apenas unos meses, el Chelsea puso sobre la mesa una operación que puede llegar hasta los 65 millones. Las negociaciones fueron una guerra en la que también participaron Barcelona y Madrid pero que se terminaron llevando los 'blues' al poner más dinero. Simple.

"Va a ser el mejor de la liga"

Andre Cury, representante del brasileño y de Neymar, y hombre de confianza del conjunto azulgrana en el país durante años, intentó realizar la operación con los culés, pero su economía no pudo competir.

En el caso del Madrid, el overbooking en esa posición hizo imposible el fichaje. Rodrygo estaba en su mejor momento y los blancos venían de firmar a Güler. Además, el conjunto del Bernabéu ya había pescado en Palmeiras con el fichaje de Endrick.

Messinho, como le llaman desde niño por su parecido con Leo Messi, es un mediapunta zurdo, ágil y con regate, que ha ido evolucionando su físico en los últimos meses para competir en la Premier League. «Va a ser el mejor jugador de la liga», decían miembros del Palmeiras en el último encuentro del equipo en Miami.

El foco mediático con Estevao ha sido total durante los últimos meses. Tanto, que Carlo Ancelotti le entregó la titularidad en su primer partido como seleccionador de Brasil, que fue también el debut del joven delantero con la selección. «Veo lo que todo el mundo ve, un jugador especial con un talento extraordinario», dijo el italiano. «Tiene un estilo similar al de Lamine Yamal, un gran potencial», aseguró Willian, ex del Chelsea.

Vinicius, Rodrygo y Endrick

La llegada de un niño como Estevao a Europa no ha sido la única en los últimos años. En esa plantilla brasileña ya era indiscutible Endrick, que había fichado por los blancos el año anterior a los 16 años y por 35 millones y 20 en variables. Como Vinicius, Rodrygo: negociación y anuncio del fichaje cuando era menor de edad y aterrizaje en el equipo al cumplir 18 años. Así lo hará Estevao, que sopló las 18 velas hace un par de meses.

Una forma de actuar que es cada vez más común. El Madrid, por ejemplo, lo tiene como su buque insignia, con Franco Mastantuono como último caso. Estar cerca del futbolista desde que da sus primeros pasos en el fútbol profesional y apostar por él antes de los 18 y antes de que otro club europeo lo haga. Un modus operandi que se compensa con operaciones de menor coste con jugadores más experimentados, como en el caso de Courtois, Rüdiger o Trent.

Los blancos no son los únicos. El City fichó a Echeverri, de River, con 17 años. El West Ham a Luis Guilherme, del Palmeiras, el Chelsea a Kaua Elias, del Fluminense, el Chelsea al ecuatoriano Kendry Paz, de 16 primaveras, del Independiente del Valle; el Benfica a Gianluca Prestianni, de Vélez... Y hace unos años, los casos de Gabriel Martinelli, firmado por el Arsenal con 18 y ahora indiscutible, o Vitor Roque, por el que el Barça se dejó 30 millones (con otros 30 en variables) a los 18 años y ahora está de vuelta en el fútbol brasileño. Ya no hay pasos intermedios, de niños a estrellas.

El primer taconazo de Xabi Alonso

El primer taconazo de Xabi Alonso

Cuando a Xabi Alonso le preguntaron por el taconazo de Vinicius a Valverde, dijo que la jugada le pareció «muy buena», pero que, «con todo el cariño», como suele decir su presidente, se quedaba con el de Guti en Riazor, que presenció en directo. Aquella jugada de la que se benefició Benzema ha pasado a la videoteca de las excelencias en el área, por lo que no debe extrañar la preferencia del tolosarra. Pero la declaración de alguien que mide muy bien todo lo que dice, carga otra intención: la equidistancia con el elogio excesivo que alimenta los egos. El de Vini es proporcional a su calidad. Inmenso.

Fue, pues, una declaración de tacón, sutil, pero que marca el terreno. A Laporta lo despejó con otro taconzano, a propósito de la libertad y la democracia, aunque cuando ha querido lanzar un libre directo, Xabi no ha dudado: «Defendemos todos». No es cualquier declaración en un Madrid donde, al menos dos, Vinicius y Mbappé, estaban liberados de servicio con Ancelotti. El Madrid está ya en otra pantalla, en la que se corre la bomba.

Aunque es pronto, empiezan a observarse algunos esbozos tácticos del nuevo entrenador. Güler asumió dotes de mando en tierra del mediocentro ante el Pachuca y Tochuaméni contribuyó a la formación de tres centrales ante el Salzburgo. Una fórmula que ha sido anatema en el Madrid, pero preferida por el técnico como demostró en Leverkusen. Si tus laterales son Alexander-Arnold y Fran García o el esperado Carreras, con más razón, puesto que atacan mejor que defienden. Busca con ello más control, más preción, pero necesita más coordinación. Eso es tiempo.

El debut ante el Al Hilal dejó un aroma decepcionante por continuista, aunque con una novedad: la alineación de Gonzalo por la baja de Mbappé. Una circunstancias adversa que abrió una puerta a la cantera, en lugar de a otro futbolista adaptado al puesto, y constató una certeza, y es lo bien que le sienta siempre al Madrid un delantero puro de área, porque en su idiosincrasia está el vértigo, el torbellino ofensivo y, si se puede, el tacón.

El proceso de Arda Güler en el foco del Madrid, entre la timidez y los idiomas: “Ahora… I don’t know, sólo quiero jugar”

Actualizado Lunes, 23 junio 2025 - 22:11

"Hablad despacio, está un poco nervioso". Y ahí sale Arda Güler, con la sonrisa tímida de quien se estrena en una zona mixta, rodeado de preguntas y cámaras. Lleva dos temporadas en el Real Madrid, pero para el turco de 20 años este Mundial de clubes está siendo una pequeña revelación dentro y fuera del campo. La llegada de Xabi Alonso parece haberle convertido en el nuevo centro de gravedad del conjunto blanco, sumando una segunda parte consistente ante el Al Hilal, y el club, consciente de la pasión turca que se genera en redes sociales, le abrió en la previa del Pachuca las puertas del foco mediático por primera vez desde la rueda de prensa de su presentación y repitió presencia tras su gol a los mexicanos.

"In english", pide a los periodistas. Sus respuestas son concretas, cortas y en un acento fácil de entender, manteniendo las manos detrás de la espalda. Posición recta para calmar la tensión. "¿Qué quieres?", bromea en castellano cuando le piden alguna palabra en el idioma. "Con míster todo bien ahora. Vamos a ver", se ríe por su español. "Mejor centro que banda", analiza, y cuando el periodista insiste por su puesto, mezcla idiomas por el nerviosismo lógico del momento: "Ahora... I don't know. No sabe, no sabe. Yo quiero sólo jugar. Buen feeling". Y se va, agradeciendo a los medios el trato en su debut como portavoz del Madrid.

Unas horas después, Alonso le dio la titularidad en el segundo duelo del Mundial, Güler brilló, marcó su primer gol en el torneo, fue el eje del Madrid y volvió a zona mixta más relajado, haciendo un gesto y riéndose al ver de nuevo a los periodistas. "¿In spanish?", bromeó de primeras. "Muy bien pase de Trent, muy bien pase Gonzalo, muy bien entrado... Y muy bien", respondió sobre su gol, también entre risas. "Más contento porque yo en el medio", vuelve a analizar en tímido castellano.

Alaba y Rüdiger, claves

Con estas dos zonas mixtas de Arda Güler se entienden algunas cosas de los dos años que ha vivido en el Madrid. Meses de no jugar, de aguantar, de mejorar físicamente y de momentos en los que parecía no entenderse con Ancelotti: "Veo a un jugador que trabaja, aprende y quiere jugar. Esto es una pequeña parte del tiempo que yo paso con él y él pasa mucho tiempo con otras personas. Esto es una falta de comunicación", declaró el italiano en febrero de este año, cuando el caso Güler estaba en las portadas.

Esa falta de comunicación se plasmó en el inicio del día a día de Arda, que llegó al club con 18 años, hablando poco inglés y sin idea de español. Se pegó a David Alaba y a Antonio Rüdiger, que hablaban algo de turco al crecer con inmigrantes en Viena y Berlín, y a Thibaut Courtois, que jugó con Arda Turan en el Atlético y sabía algunas palabras, pero le costó.

El remate de Güler que valió el 2-0 ante el Pachuca en Charlotte.

El remate de Güler que valió el 2-0 ante el Pachuca en Charlotte.AP

En el vestuario le llaman "Arda Abi" también por otro problema de comunicación. El turco, "un chico muy muy educado", cuentan en Valdebebas, empezó llamando 'Abi' a veteranos como Luka Modric, una palabra que en turco significa "hermano mayor", y algunos en el vestuario creían que se usaba para todo el mundo. "Buenos días, Arda Abi", le dicen ahora.

Así que después de dos años, 'Arda Abi' ha saltado del banquillo al campo y del vestuario a las zonas mixtas. Asume el foco del Madrid y Xabi Alonso lo agradece: "Es de esos jugadores que debe estar cerca del balón. Cuantos más toques dé, mejor va a jugar. El otro día firmó un gran partido", aseguró el técnico.

"Queda mucho Arda", respondió Güler en sus últimas palabras ante los medios. Un fin de semana que le empuja hacia los focos.

Un empate del pasado en el debut del futuro

Un empate del pasado en el debut del futuro

Lo mejor del debut es olvidarlo y volver a empezar, aunque la impresión es que para los buenos comienzos habrá que esperar a que pase este Mundial de clubes. Por algo Xabi Alonso quería llegar después. Todo lo que quiere hacer necesita tiempo, entrenamientos y, si es posible, no realizados en una caldera como la de Miami. Pedir tiempo en el Madrid, sin embargo, es como pedir el cielo. Imposible.

El tono inicial del equipo fue el tono del tardomadrid de Carlo Ancelotti, hasta que en la segunda parte lo acaleró la entrada de Arda Güler y es de suponer que unas palabritas del entrenador. Incluso el gol había llegado del mismo modo que siempre, en una contra que en este equipo no necesita entrenarse, porque forma parte de su instinto. El Madrid corre sin pensar. Lo que hay que valorar es qué hace a partir de lo que piensa su nuevo entrenador. La respuesta está pendiente.

La presión está en su cabeza y la prueba es la intención que partía de la posición inicial ante la salida de balón del Al Hilal. Cuando el rival la superaba, el desconcierto. Como antes. Dice Xabi Alonso que quiere que Jude Bellingham sea más centrocampista, es decir que juegue más atrás. En Miami no vimos exactamente dónde.

Más centrocampista fue Dean Huijsen, el jugador de los mejores pases interiores en la salida de la pelota. El suyo fue un debut emergente en el bajo tono general. Sin embargo, hablamos de un central, un defensa, y la línea de la que formó parte estuvo mal, y no sólo por el penalti de Raúl Asencio, a merced de las combinaciones ofensivas en el arranque del Al Hilal, mejor equipo de lo que piensan quienes miran con desdén lo que se cuece en Arabia. Simone Inzaghi lleva en su banquillo tan poco tiempo como Xabi Alonso. Al contrario que Huijsen, la première de Trent Alexander-Arnold fue inocua. Su profundidad ha de llegar. En la banda opuesta, cada día está más claro la necesidad de un fichaje, sea Álvaro Carreras u otro.

La entrada de Güler llevó a Tchouaméni al central, otra maniobra conocida, aunque es la prueba de que el entrenador, un ex mediocentro, sabe por dónde hay que dinamizar el juego del Madrid. A ese tramo le faltó gol, no únicamente el que falló Fede Valverde en el penalti. Nadie sabe si lo habría encontrado Mbappé, resfriado. Gonzalo marcó el suyo en una aparición que sí marca diferencias con el pasado.

Vinícius regala la clasificación a Brasil y la primera victoria a Ancelotti

Vinícius regala la clasificación a Brasil y la primera victoria a Ancelotti

Actualizado Miércoles, 11 junio 2025 - 07:22

Primera victoria para Carlo Ancelotti y billete asegurado para el Mundial de 2026. Brasil superó este martes, por 1-0, a Paraguay con un tanto de Vinícius al filo del descanso que alivió a un equipo lejos aún de su mejor versión, en la decimosexta jornada de las eliminatorias suramericanas.

La Canarinha llevó la batuta de principio a fin en el estadio Neo Química Arena de Sao Paulo, pero solo consiguió batir la portería de 'Gatito' Fernández en una internada de Matheus Cunha que remató con fe el extremo del Real Madrid.

La Albirroja y su afinado sistema defensivo desesperó a la pentacampeona del mundo. Solo las individualidades de los brasileños le privaron de sacar al menos un punto que le habría dado la clasificación anticipada.

Los dirigidos por Gustavo Alfaro pusieron fin así a una racha de nueve partidos sin perder en las eliminatorias.

No obstante, muy mal lo tienen que hacer para no conseguir una plaza directa para la gran cita de Canadá, Estados Unidos y México.

Con esta derrota se quedan con 24 puntos. Venezuela, séptima colocada, plaza que da derecho a jugar la repesca, tiene 18 y solo faltan dos jornadas por disputarse.

Después del decepcionante empate sin goles en Ecuador, Ancelotti puso toda la carne en el asador en su estreno ante la afición brasileña. Sacó a cuatro delanteros de una tacada: Cunha, Vinícius, Gabriel Martinelli y Raphinha.

Richarlison, Gerson y el joven Estêvão fueron los sacrificados con respecto al choque de Guayaquil, donde la Canarinha se mostró impotente en ataque.

En Sao Paulo, la historia fue otra, pero antes hubo que sudar para disolver la telaraña paraguaya, picar mucha piedra y llevarse algún susto.

Los de Ancelotti presionaron muy alto y convirtieron el arranque en un partido de balonmano, con todo Paraguay encerrado atrás y Brasil moviendo el balón de una banda a otra.

En los primeros diez minutos acumularon una falta lateral peligrosa, un tiro flojo de Raphinha, un córner y un pase envenenado raso de Cunha que por poco no mete Vinícius. Esa misma conexión daría sus frutos más tarde.

Antes, Martinelli se cansó de desbordar por la izquierda. El atacante del Arsenal hasta se inventó un remate de espaldas cuerpeando con Gustavo Gómez que se marchó cerca del palo.

Los locales rondaban el área rival, pero faltaba el gol y ese nerviosismo lo aprovechó la Albirroja para crecer pasado el minuto 30.

El despertar paraguayo estuvo liderado por Enciso, tremendamente escurridizo y al que solo le pudieron parar tirándolo al suelo. El público también aguantó la respiración con las jugadas a balón parado. En una de esas, Cáceres remató cerca del punto de penalti.

Si bien la selección brasileña encontró finalmente el ansiado gol en el minuto 44, en una internada de Cunha que culminó Vinícius anticipándose a la zaga.

Un alivio para el extremo del Real Madrid, criticado por su discreto tramo final de la temporada, y para el nuevo delantero del Manchester United, que minutos antes había fallado un cabezazo a pocos metros de la línea de gol con Gatito vencido.

Y un disgusto para Juan Cáceres y Diego Gómez, que se afanaron con ahínco en la retaguardia.

En la segunda mitad, Brasil repitió guion. Mucho ímpetu al inicio, momentos de dudas y arreones esporádicos. Pudo aumentar distancias por medio de Bruno Guimarães, que superó a 'Gatito' con un remate bombeado, pero Cáceres salvó sobre la línea de gol.

Los visitantes salieron de la cueva con Sanabria. El artillero del Torino disparó demasiado flojo como para sorprender a Alisson. Paraguay continuó intentándolo también en las jugadas de estrategia, en las que Brasil siempre tembló. Otro capítulo en el que tendrá que trabajar 'Carletto'.

El ex entrenador del Real Madrid sacó su lado más italiano en los últimos minutos. Se olvidó de los cuatro delanteros y metió a Gerson para darle más equilibrio al centro del campo.

Amarró así tres puntos que valen una fase final de un Mundial. Será el primero como técnico para 'Carletto', que finalmente celebró hoy su 66 cumpleaños como quería, con una victoria.

Debut gris de Ancelotti con una Brasil que no pasa del empate ante Ecuador

Debut gris de Ancelotti con una Brasil que no pasa del empate ante Ecuador

Actualizado Viernes, 6 junio 2025 - 07:46

Las montañas se escalan poco a poco y la que que tiene enfrente Carlo Ancelotti con la selección de Brasil es muy alta. Eso sí, el sello del técnico italiano comenzó a verse ya en su debut como este jueves ante Ecuador, pero no le alcanzó para ganar un partido que la 'Canarinha' empató 0-0 con un juego deslucido y carente de la magia que hace años la pentacampeona del mundo abandonó.

La Verdeamarela saltó al Estadio Monumental, de Guayaquil, con un planteamiento muy clásico del ex trenador del Real Madrid: un bloque ordenado, presión adelantada y un juego directo y vertical que tanto perfeccionó en el equipo blanco.

La idea inicial se fue desdibujando con el paso de los minutos hasta perder la iniciativa del juego y quedar a merced de un rival que no tenía armas en ataque para inquietar la portería de Alisson Becker, debido a la lesión de Enner Valencia, prácticamente el único hombre capaz de hacer goles en Ecuador.

Desde el pitazo inicial, Ancelotti siguió el partido de pie en el área técnica y en pocos momentos se sentó en el banquillo, atento al desarrollo de un juego que la Verdeamarela comenzó bien plantada sobre la cancha, sin dejar sorprenderse por el combinado local.

Sin embargo, apenas generó peligro a Ecuador, que tiene la mejor defensa de las eliminatorias, y ha recibido cinco goles en quince partidos.

La pentacampeona del mundo apenas tuvo dos ocasiones claras de gol, primero en un remate forzado de Vinícius Júnior dentro del área y luego en un disparo desde fuera del área de Casemiro que no tomó suficiente fuerza.

En la víspera, Ancelotti ya había anticipado que esperaba poder lograr "la mejor versión de Vinícius", esas de las grandes noches del Santiago Bernabeú, y frente a Ecuador fue el jugador más destacado dentro de un equipo que brilló poco en la faceta ofensiva.

El delantero del Real Madrid fue el más desequilibrante desde la banda izquierda, tal como reconoció 'Carletto' al terminar el partido, pero tampoco pudo dominar ese flanco del campo y por momentos cayó por la banda derecha sin tampoco encontrar la jugada que inclinase el partido.

El italiano ya había advertido que buscaba un equipo que atacase y defendiese de manera colectiva, porque por mucho talento que pueda tener Brasil "las individualidades ya no son suficiente en el fútbol moderno", como señaló el técnico en la previa.

Uno de los más implicados en esta misión fue Estevao, el joven extremo derecho del Palmeiras, que hizo su debut con la selección absoluta sin que le pesara la Verdeamarela al demostrar una buena sintonía con Richarlison y Vini. Gracias a una recuperación de Estevao llegó la única oportunidad que tuvo el jugador del Real Madrid en sus pies.

El segundo tiempo no cambió la dinámica y, con el cambio de sistema de Ecuador, que pasó a jugar con tres defensas y dos carrileros, la 'Canarinha' se vio más presionada e incómoda.

Así, pasada la hora de juego llegaron as variantes en la Verdeamarela y el italiano optó por renovar los compañeros de ataque de Vinícius al poner en la cancha a Matheus Cunha en lugar de Richarlison y a Gabriel Martinelli en detrimento del debutante Estevao.

"Era para dar energía al equipo", explicó después en rueda de prensa, donde destacó el compromiso y esfuerzo defensivo de los dos atacantes titulares que fueron sustituidos. Al que se le notó más frustrado por el cambio fue a Richarlison, a quien 'Carletto' ya tuvo bajo sus órdenes en el Tottenham Hotspur.

En la recta final, la selección brasileña se contentó con el empate como visitante ante Ecuador, como sostuvo Ancelotti en la rueda prensa posterior, en la que calificó su debut como seleccionador de Brasil de "muy especial" y prometió trabajar para mejorar el juego ofensivo. "Es un buen punto, ahora a ganar a Paraguay", apuntó.