El Bayern también golpea en el Parque de los Príncipes, con un doblete y una roja para Luis Díaz

El Bayern también golpea en el Parque de los Príncipes, con un doblete y una roja para Luis Díaz

Actualizado Martes, 4 noviembre 2025 - 23:26

Sólo Antoine Griezmann, en 2021 frente al Liverpool, había reunido en un partido de Champions dos goles y una tarjeta roja, hasta que ayer Luis Díaz quiso emularle en el Parque de los Príncipes. El colombiano decantó con su doblete el triunfo del PSG antes de marcharse expulsado poco antes del descanso tras una dura entrada que lesionó a Achraf Hakimi en el tobillo izquierdo. [Narración y estadísticas (1-2)]

El protagonismo de Díaz, para bien y para mal, no debe eclipsar el formidable triunfo del equipo de Vincent Kompany, que esta temporada enlaza ya 13 victorias consecutivas. Los bávaros supieron defender con aplomo su ventaja, después de que Joao Neves apretara el marcador en el minuto 74. En ese tramo final destacó, como a lo largo de toda la noche, Dayot Upamecano.

Además de su segunda derrota de la temporada, el vigente campeón también tuvo que lamentar la lesión de Ousmane Dembélé. Poco antes de la media hora, el Balón de Oro pareció resentirse de sus problemas en el muslo derecho. Kang-in Lee, su sustituto, no anduvo especialmente inspirado, ni siquiera durante los minutos de superioridad numérica.

Mejor con Ramos

Abrumados por la intensidad física de los muniqueses, el PSG pagó caro su error en el minuto, cuando Díaz aprovechó un disparo de Michael Olise que Lucas Chevalier había rechazado. Traspasada la media hora, el ex del Liverpool se benefició de un grave despiste de Marquinhos para doblar la ventaja. El Bayern, con Harry Kane a los mandos, evidenciaba una superioridad abrumadora.

Quien sí dio otro aire al PSG fue Gonçalo Ramos como principal referencia ofensiva a partir del minuto 66, cuando relevó a Bradley Barcola. El delantero portugués atrajo la atención de los centrales y dio mayor sentido a la pizarra de Luis Enrique. Sin embargo, los minutos de asedio no lograron concretarse ante Manuel Neuer, autor de varias intervenciones de gran mérito, especialmente ante Warren Zaïre-Emery en el minuto 78.

Con este último revés, el PSG encadena cinco derrotas ante el gigante bávaro, su peor racha contra un rival en la Champions. Paradójicamente, su último tropiezo oficial se produjo durante el Mundial de clubes frente al conjunto parisino (2-0).

Kenan Yildiz, el amigo de Huijsen y Güler que estudia y escucha a Del Piero: "Hablamos a menudo"

Kenan Yildiz, el amigo de Huijsen y Güler que estudia y escucha a Del Piero: “Hablamos a menudo”

Cuando Xabi Alonso todavía se ataba las botas en el césped principal de la ciudad deportiva del Bayern de Múnich, allá por el año 2016, pocos meses antes de retirarse, un niño de 11 años trabajaba diariamente por cumplir su sueño y el de su familia en uno de los campos anexos. Era Kenan Yildiz (Ratisbona, 2005), de padre turco y madre alemana, nacido en Bavaria, criado en el Bayern y vistiendo la camiseta de Turquía a nivel internacional. Ese niño de apellido «estrella», que es la traducción de 'Yildiz' al español, desafía ahora al entrenador del Madrid en la Champions. Así ha cambiado la vida en una década.

«Estaba en las categorías inferiores del Bayern cuando yo estaba allí. Le conozco y ha tenido una progresión fantástica, tanto en la Juventus como con Turquía», aseguró Alonso en la rueda de prensa de ayer. El tolosarra mencionó a la Juve y no al Bayern porque el turco decidió dejar Múnich a los 17 años, en 2022, en una subasta que finalmente ganó el conjunto italiano. Convertido en uno de los jóvenes más prometedores de Europa, la familia Yildiz situó el sueldo de Kenan en una cifra «imposible» para el Bayern. «Nos hubiera gustado seguir acompañándole, pero imposible. No hemos podido satisfacer sus exigencias», dijo Hasan Salihamidzic, su director deportivo.

Tentado por el Barcelona, Yildiz terminó en Turín, donde se convirtió en uno de los mejores amigos de Dean Huijsen en la cantera de la Vecchia Signora. Comparten año de nacimiento, 2005, y podrían celebrar su cumpleaños casi a la vez: el español suma años el 14 de abril y el turco el 5 de mayo. Estuvieron en el mismo vestuario durante casi dos temporadas, saltando entre el filial y el primer equipo de la Juve hasta que Huijsen salió cedido a la Roma, punto de inflexión en su carrera, porque ya no volvería al vestuario de Turín. Dejó el club por 19 millones para irse al Bournemouth y doce meses después el Madrid pagó 62 millones por él.

Cuatro técnicos en dos años

Mientras, Yildiz mantuvo la calma en Italia y se fue haciendo con un sitio como nueva estrella de la Juventus, un equipo a la deriva después de rozar la Champions League en varias ocasiones durante la última década. El cuadro juventino no gana la Serie A desde 2020 y su mejor resultado en Europa han sido los octavos de final de Liga de Campeones y las semifinales de Europa League de 2023. En los últimos dos años, cuatro entrenadores: Allegri, Montero, Motta y Tudor, jefe ahora de un vestuario liderado por Yildiz.

Lleva el número 10, arranca desde el costado izquierdo y se mueve por toda la mediapunta, por lo que la primera comparación para la deseosa grada de la Juventus no ha sido poca: el nuevo Del Piero. En 2024 Yildiz se estrenó como goleador en Champions a los 19 años y 136 días y rompió el récord del propio Del Piero, que evita meterle presión en medio del delicado momento del equipo. «Me gusta que le comparen conmigo. Me gusta su valentía y le deseo suerte, la necesita», explicó hace unas semanas. El turco, por su parte, admite que ha «estudiado» al exjugador. «Él es una leyenda y yo estoy empezando. Le he estudiado mucho, hablamos a menudo y nos vemos de vez en cuando. Pero luego cada uno tiene su propio camino. Yo soy yo y no me comparo con nadie», ha dicho esta semana el turco.

Yildiz explotó en 2024 después de su primer año completo con el primer equipo de la Juventus. Había anotado cinco goles con su club, pero la gran Eurocopa de Turquía le puso en otro nivel. A él y a Arda Güler, ambos, como Huijsen, de 2005. Amigos dentro y fuera del campo, la joven pareja de la Juve y del Madrid lideró al cuadro otomano en el verano alemán, donde llegaron hasta cuartos de final y se transformaron en nuevos iconos de un país entregado.

Regreso espiritual

Hijo de un inmigrante turco que acabó en Alemania, como millones de trabajadores que se mudaron al centro de Europa en busco de un futuro mejor, el rechazo de Yildiz a la selección germana y su deseo de jugar con Turquía representan el regreso espiritual a casa de varias generaciones de inmigrantes, que se cuentan por millones en Alemania.

Después del torneo, Yildiz asentó su liderazgo en la Juventus: 12 goles, tres de ellos en el Mundial de clubes, y siete asistencias en un equipo revuelto, en constante crisis por ser incapaz de igualar a Nápoles e Inter, los dominadores del Calcio en los últimos años. Ahora, el 'nuevo' Del Piero amenaza al Madrid.

Watzke, el cerebro que creó el Dortmund: un plan de salvación en un aeropuerto y 335 millones por tres traspasos

Watzke, el cerebro que creó el Dortmund: un plan de salvación en un aeropuerto y 335 millones por tres traspasos

Hace 10 días, Hans-Joachim Watzke decidió mantenerse en segundo plano durante la ceremonia de entrega del Balón de Oro, aunque bien podría haber sacado pecho por seis futbolistas que él mismo había criado en Dortmund. De Ousmane Dembélé, triunfador indiscutible en París, hasta Erling Haaland, Robert Lewandowski, Jude Bellingham, Achraf Hakimi o Serhou Guirassy, cuyos nombres también se escucharon como candidatos al premio de France Football en el Théâtre du Châtelet. El CEO del Borussia también podría haber aprovechado la oportunidad de compartir protagonismo con Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, con quien no sólo le une una estrecha amistad, sino también decisivas responsabilidades en el seno del organismo, donde ejerce como vicepresidente y miembro del Comité Ejecutivo. Sin embargo, desde hace meses, Watzke pretende alejarse progresivamente de los focos. O más bien dirigirlos a su conveniencia.

El próximo 23 de noviembre, Watzke presentará su renuncia a la asamblea general ordinaria del Borussia, el único club alemán que cotiza en Bolsa. De este modo pondrá punto final a dos décadas como director ejecutivo y asumirá como presidente, sustituyendo en el cargo a Reinhold Lunow, con quien ha protagonizado agrias disputas en los últimos tiempos. Según informó el diario Bild, durante el Mundial de clubes, Lunow quiso alojarse en Cincinnati en un hotel diferente al del equipo. De hecho, se negaba a coincidir en cualquier acto público con Watzke, indignado ante la incompetencia de su presidente, que durante una reunión había preguntado por la sede del Mundial de clubes 2026, pasando por alto que ese torneo se disputa cada cuatro años.

Semejante pulso por el poder se dilucida hoy al calor de cifras astronómicas. Durante el ejercicio 2023/24, cuando disputó la final de la Champions ante el Real Madrid, el Borussia generó un beneficio bruto consolidado de 639 millones de euros, un 24% más que el curso anterior. Cifras que refrendan la estrategia de Watzke, empeñado en consolidar Dortmund como el mejor entorno para el desarrollo de las estrellas del futuro. Sólo Dembelé (2017), Haaland (2022) y Bellingham (2023) dejaron 335 millones de euros por sus traspasos al Barcelona, Manchester City y Real Madrid, respectivamente. Las perspectivas para la venta de Guirassy, autor de 38 goles la pasada temporada, se estiman ahora por encima de los 75 millones. "Nuestra actividad principal es reconocer el potencial de los jóvenes. Y si no podemos retenerlos, potenciarlo", admite Watzke.

Acusaciones de nepotismo

Sin embargo, estos florecientes datos contrastan con otra realidad, la más cotidiana, la de un club instalado en el conformismo, que el pasado verano festejó casi como un título su cuarta plaza en la Bundesliga. Los aficionados del Signal Iduna Park ya se ha acostumbrado a que sus futbolistas sólo desplieguen todo su potencial en partidos como el de hoy ante el Ahtletic.

Y parecen haber perdido la esperanza de que asome algún talento de su cantera, al modo de Aleksandar Pavlovic o Jamal Musiala en el Bayern. Célebres por sus multitudinarias concentraciones en Friedensplatz, los hinchas siguen sin entender las concesiones a dos veteranos como Niklas Süle y Emre Can. Ambos, bajas hoy por lesión, apuran su último año de contrato, a razón de 10 millones y ocho millones brutos, respectivamente. También abundan las críticas al nepotismo de Watzke, que colocó a Sebastian Kehl como director deportivo y Lars Ricken como director administrativo. Ambos viejos conocidos durante su etapa con la camiseta amarilla.

"En el lado correcto de la historia"

No obstante, el fútbol ha cambiado mucho desde el 14 de marzo de 2005, el día que Watzke salvó de la quiebra al Dortmund. Un agónico lunes en una sala del aeropuerto de Düsseldorf, cuando logró vender el Westfalenstadion a un fondo de inversión del Commerzbank. Para ese plan de saneamiento, no dudó en pagar una renta a dicho fondo y a recomprar las acciones. Soluciones milagrosas, en la línea de las que ofrece hoy la Superliga, un torneo al que Watzke se opone con furibunda determinación. "Supo mantenerse firme en el lado correcto de la historia cuando el fútbol europeo dijo no a los intentos de privatización de un pequeño grupo de ricos", escribió Ceferin con motivo del 65º cumpleaños de Aki, el apodo con que trata a su viejo camarada.

Desde su tropiezo el 15 de marzo ante el Leipzig, este Dortmund enlaza 13 partidos sin derrota en la Bundesliga. En las cuatro últimas jornadas ni siquiera ha encajado un gol, aunque hace dos semanas desperdició un 2-4 en Turín antes de ceder un empate en el añadido frente a la Juventus. A sus seis bajas, el Athletic suma una más, porque en las últimas horas Ernesto Valverde perdió a Alex Berenguer y Mikel Vesga.

Olise apaga el sueño de la Bombonera de Miami y Boca Juniors necesitará un milagro en la última jornada

Actualizado Sábado, 21 junio 2025 - 05:12

El Bayern Múnich, y en concreto Michael Olise, apagó el sueño de la Bombonera de Miami, nombre con el que se conoce estos días al Hard Rock Stadium de los Dolphins de la NFL, inundado una noche más por decenas de miles de aficionados de Boca Juniors. Una fiesta xeneize al grito de "Dale Boca" que contra el Benfica empujó al equipo al empate y que ante los alemanes aguantó hasta el minuto 84, momento en el que el delantero galo anotó el definitivo 2-1. Boca necesitará un milagro en la última jornada: golear al Auckland City por más de seis goles y esperar un triunfo alemán ante Benfica.

Boca gritó, lo hizo su gente, sin parar durante los 90 minutos, en la previa y en el post, pero en el verde, donde se decide el fútbol, el Bayern fue superior durante gran parte del duelo. Después del 10-0 al Auckland City, los alemanes no bajaron el ritmo, asentaron su juego sobre el regate y la velocidad de Coman y Olise, siempre al son de Kimmich, y vio por fin cómo Harry Kane se estrenaba como goleador en el torneo.

La primera parte se disputó en el campo de Boca, especialmente cerca de la meta de Marchesín. Olise anotó un gol olímpico al poco de empezar el partido, pero el colegiado lo anuló, tras revisión de VAR, por falta al portero.

Antes del minuto 20, Harry Kane encontraba un rechace en el área tras un centro y definía de zurda, forzado pero efectivo, al palo izquierdo de Marchesín. El tanto fue un golpe a Boca, que no pudo reaccionar.

Los de Russo apenas pasaron del círculo central en los primeros 45 minutos y Coman casi puso el segundo un minuto más tarde. Olise no dejaba de hacer daño a la espalda de la defensa, siempre en un uno contra uno contra su par. Demasiado fácil para el francés, talentoso y técnico.

El galo tuvo la más clara de la primera parte cuando se plantó solo ante Marchesín tras un buen pase en largo. Trato de regatear al guardameta, pero el portero estuvo ágil para agarrar el balón.

Reaccionó Boca por un instante, con una ocasión de Zenon que despejó Neuer. Un espejismo en los 45 primeros minutos. Al descanso se llegó tras dos intentos de falta de Olise y Kane y con la misma superioridad germana.

El intermedio encontró a Boca en plena reflexión. El Benfica venía de ganar 6-0, por lo que más allá de los puntos eran importantes los goles. En la última jornada los lusos se miden al Bayern y los argentinos al débil Auckland City, por lo que cada gol era importante en el desenlace del grupo.

Despertó Boca, empujado por su gente, y Merentiel se inventó el golazo de la noche en el 66. El delantero recibió un pase al espacio, dobló con un autopase a Tah y definió con clase ante Neuer para hacer estallar al Hard Rock Stadium.

El empate no detuvo a Boca, que se vio superior por momentos a un Bayern tocado. Kompany metió a Musiala en el campo, pero el mediapunta alemán se volvió a lesionar. Y cuando parecía que Boca llegaba al Dorado del empate, Olise culminó una buena jugada colectiva, aprovechó un balón muerto en el área y de zurda completó un extraordinario partido.

Las cuentas de Boca son tan simples como difíciles en la última jornada: debe esperar un triunfo del Bayern contra el Benfica (los alemanes tienen los octavos asegurados pero necesitan una victoria o un empate para ser líderes de grupo) y golear al Auckland City para recuperar la diferencia de goles con los lusos. Ahora mismo Benfica tiene +6 y Boca -1. Si Benfica pierde por un gol, por ejemplo, Boca necesitaría ganar por siete, porque en el empate a diferencia de goles, las tarjetas amarillas perjudican a los xeneizes.

El Inter minimiza al Bayern y se pide al Barça para semifinales

El Inter minimiza al Bayern y se pide al Barça para semifinales

A veces apelar a la historia y a la nostalgia funciona. Kompany, con poco de eso como entrenador, pero mucho como jugador, llamó a filas a Müller, el goleador en la ida, el perro viejo, para obrar el milagro en la vuelta. Pero el Inter es viejo por decreto. Sabe jugar cientos de partidos, porque los ha jugado todos. No siempre los gana, pero nunca los regala y, si le espolean, te mata. Como hizo ayer al ex rodillo alemán.

Los primeros minutos fueron de tanteo, aunque se jugó a lo que quiso el Inter, con ventaja en la eliminatoria. Aparecieron sus estrellas de manera esporádica, casi siempre a la contra y con un Lautaro Martínez que es un jugador diferente y que organiza el ataque como nadie y, en muchas ocasiones, también lo finaliza. Aunque fue una falta la primera gran ocasión del encuentro que marró Thuram tras una prolongación de Darmian. Respondió el Bayern con una doble ocasión que terminó desbaratando Sommer. Poco más reseñable en una primera mitad soñada y planteada por los italianos.

Y cuando nada había pasado y cuando el Bayern menos lo había merecido, Kane se inventó un gol para pelear contra su maldición y contra el tiempo. Los alemanes metían la historia en la balanza y el británico, en sus hombros. Pero ese tanto despertó la voracidad italiana. Así, Lautaro comenzó el arreón y Pavard lo continuó para poner patas arriba el Giuseppe Meazza. Ambos tantos de córner, la supuesta fortaleza alemana. Ambos errores defensivos alemanes.

En otro error, este italiano, llegó el empate del Bayern. Lo hizo Dyer al segundo palo para poner algo de picante en la eliminatoria. Hubo otro intento de Olise y varios córners en los que el público local contuvo la respiración, pero el oficio de los transalpinos en estos menesteres es complicado de igualar tengas la historia que tengas.

El Inter se agarra a Lautaro para conquistar Alemania

El Inter se agarra a Lautaro para conquistar Alemania

Da igual que cambie el formato, que evolucione la competición y que se abra a otras opciones, a estas alturas de la Champions, la aristocracia futbolística europea vuelve a la palestra. Un Bayern - Inter es un duelo de lustre antiguo y como tal se comportaron estos dos nobles de Alemania e Italia. Demasiado respeto hasta la locura final en la que reinaron los italianos. Fratessi puso la puntilla a los alemanes que habían conseguido mediante Müller igualar el primer tanto de Lautaro. [Narración y estadísticas, 1-2]

El duelo comenzó con mucho respeto entre ambos, como si jugaran los 22 con el peso de las camisetas y de la competición. Un Inter algo más agazapado, pero sacando el balón siempre con criterio y un Bayern con mayor iniciativa, pero sin querer descubrirse atrás. No obstante, dispuso Kane de la primera clara de los bávaros tras una gran jugada. El delantero inglés terminó con un cabezazo flojo a las manos de Sommer.

Los alemanes buscaban la jugada elaborada, mientras que los italianos recurrían a las contras, que solían terminar en disparos de fuera del área de Calhanoglu. Por la parte bávara, las ocasiones vinieron a cargo de Olise y Guerreiro. El portugués, casi toda su carrera en el ala izquierda, se encontró de enganche, función que no terminó de desarrollar con eficacia.

Aunque fue Kane el que marró la primera gran ocasión del encuentro tras una cesión de Sané. El inglés se debió de ver tan sólo ante Sommer y con tanto tiempo que se pasó al ajustar la mirilla y su disparo se marchó pegando en el palo. Lleva 34 tantos esta temporada y 10 en Champions, cuesta creer que a un killer así se le escapara semejante oportunidad. Respondió el Inter con sus armas, dos contras fulgurantes que no pudieron concretar. Augusto la estrelló en el lateral y Lautaro se resbaló en su recorte para encarar a Urbig.

No falló el argentino poco después tras una gran dejada de Marcus Thuram. Apareció el delantero en el punto de penalti para poner el exterior y adelantar a los italianos. Era la culminación del crecimiento del Inter en el partido, venían los transalpinos mejorando tras el ecuador de la primera parte y lo materializaron antes del descanso.

El Inter salió con más confianza en el segundo tiempo, con el resultado a favor y un poso que no tiene este Bayern de Kompany. Lautaro perdonó el segundo en los primeros 10 minutos y los bávaros no eran capaces de amenazar a Sommer. Está muy bien trabajado el equipo de Inzaghi tanto en fase defensiva como en ofensiva y los italianos son capaces de acelerar y frenar el ritmo del partido a voluntad.

Le faltaban al Bayern sus aceleradores habituales, especialmente Musiala, la gran estrella que está por llegar ausente por lesión. Sané estuvo desaparecido todo el encuentro y Kompany decidió recurrir al sempiterno Müller para agitar un poco el recio tronco azzurro. Se mantuvo recio e inerme a las tímidas acometidas bávaras. ¿Dónde está el famoso rodillo alemán que tantos equipos apabulló en este Allianz?

Locura final

Apareció tímidamente en los últimos 10 minutos, consciente de que llevar una eliminatoria en desventaja al Giuseppe Meazza era un mal negocio para las aspiraciones de este equipo en la máxima competición continental. Kane perdonó un disparo franco desde el borde del área y la defensa italiana bloqueó otro a Müller.

No consiguieron rechazar el segundo, a medio metro de la línea de gol. El tanto de toda la vida. Aprovechando un despiste de la defensa italiana, el único y llegó en el minuto 84. Despiste que le devolvieron los germanos casi desde el saque italiano. Barella filtró un pase al espacio para Augusto que vio cómo llegaba Fratessi como un trailer. Gol y conquista en Alemania. Toca remar en Italia, pero este barco no es el de otras épocas.

Harry Kane, en busca de romper su maldición: ningún título en su carrera y seis finales perdidas

Harry Kane, en busca de romper su maldición: ningún título en su carrera y seis finales perdidas

"Siento fuego en el estómago cuando pienso en las finales perdidas, me gustaría volver atrás para intentar dar un paso más". Estas palabras podrían reflejar la actitud de cualquier deportista que ha sufrido dolorosas derrotas que "se quedan para siempre en tu vida", pero en la boca de Harry Kane suenan especialmente desgraciadas. Uno de los mejores delanteros de la historia de Inglaterra no ha podido ganar ningún título en 14 años como profesional y ha perdido seis finales en ese periodo: la maldición de Kane.

Si nos referimos sólo a los títulos que se dirimen en finales, Kane ha perdido con el Tottenham dos Carabao Cup ante Chelsea en 2015 y Manchester City en 2021 y la final de Champions frente al Liverpool en 2019. Con Inglaterra ha sido derrotado en las Eurocopas de 2021 y 2024, la primera en penaltis ante Italia y la segunda en la prórroga contra España. Y la última, la Supercopa de Alemania en 2023 ante el Leipzig tras su mudanza a Múnich.

El fichaje de Kane por el Bayern en el verano de 2023 pareció un movimiento estratégico del delantero inglés para romper con esa preocupante sequía. El Tottenham, club en el que había jugado casi toda su carrera, no había ganado un título desde 2008, mientras que el conjunto bávaro había vencido en las últimas 11 Bundesligas y nada hacía presagiar que no consiguiera la duodécima seguida.

71 goles con su selección

"Las expectativas son ganar algo cada año, es lo que sentí el pasado", declaró el delantero en una entrevista a ESPN. Pero emergió el Bayer Leverkusen, con aquella histórica racha de imbatibilidad, y borró a los muniqueses del torneo. Así, el inglés recordó: "Como no ganamos hubo mucho ruido alrededor del club y con razón, así que cuando estás en estos sitios los estándares son altos tanto para ti como para el equipo".

Lo cierto es que los estándares de Kane han estado siempre muy por encima de la media. El delantero británico es el máximo goleador de la historia de su país con 71 tantos en 105 partidos. Para poner en perspectiva esa cifra hay que situar al segundo, que es Wayne Rooney con 53 en 120 duelos, o al mítico Bobby Charlton, tercero, con 49 en 106. Sus goles, además, han llegado en grandes torneos como en el Mundial de Rusia de 2018 o la última Eurocopa en los que fue el pichichi de ambos torneos con seis y cinco tantos respectivamente, aunque en la cita alemana empató con el español Dani Olmo.

En los dos clubs en los que ha militado, el Tottenham y el Bayern, sus cifras anotadoras han sido siempre sobresalientes. En el conjunto británico es el máximo goleador histórico con 280 tantos y ha sido el pichichi de la Premier tres temporadas. En la escuadra bávara, en su primer año, casi alcanzó un gol por partido, y en este lleva 32 en 36 encuentros.

Gran asistente

Pero Kane no es un killer al uso. El británico añade a su juego una capacidad inmejorable para interpretar el fútbol, de ahí que año tras año esté también entre los mejores asistentes del club en el que milita. De hecho, en la temporada 2020-21 fue el máximo asistente de la Premier League con 14 pases definitivos. En el Tottenham completó 59 en 435 partidos y en el Bayern lleva 21 en 81.

Todo ello hace presagiar que este año la suerte de Kane pueda cambiar. Pese al batacazo en Copa ante el Leverkusen, marcado por la temprana expulsión de Manuel Neuer, parece que la Bundesliga, con seis puntos de ventaja sobre los chicos de Xabi Alonso a falta de 18 por disputarse, romperá esa larga sequía.

La otra oportunidad llega hoy, ante el Inter en los cuartos de la Liga de Campeones, el torneo preferido de Kane. "Ganarla ha sido mi sueño desde pequeño, tenemos la oportunidad este año y además en casa frente a nuestros fans del Allianz, lo que la haría aún más especial", apuntó. El torneo, que los germanos han conquistado en seis ocasiones, lo comenzaron de manera irregular, pero ahora son uno de los favoritos. Pero con sus antecedentes, el sueño podría convertirse en pesadilla.

Thomas Müller anuncia su salida del Bayern tras 25 años: "El club ha decidido no negociar un nuevo contrato"

Thomas Müller anuncia su salida del Bayern tras 25 años: “El club ha decidido no negociar un nuevo contrato”

Actualizado Sábado, 5 abril 2025 - 10:50

El alemán Thomas Müller, dos veces campeón de la Champions League (2013 y 2020), ha anunciado este sábado su marcha a final de temporada del Bayern de Múnich, club en cuya cantera se enroló en el 2000. El delantero logró la cifra récord de 12 títulos de la Bundesliga con el club.

En un mensaje subido en sus redes sociales en forma de carta enviada a los aficionados del Bayern, Thomas Müller, de 35 años y campeón del mundo en 2014 con Alemania, explica que hubiera deseado estar una temporada más en el club de su vida, pero que la dirección decidió no ofrecerle un nuevo contrato.

"Después de que en los últimos días hayan circulado muchos rumores sobre mí, quiero aportar claridad", empieza el mensaje de Instagram en el que confirma informaciones que habían aparecido en los medios de comunicación.

"Incluso después de todos estos años, independientemente de los minutos que juegue, me sigue gustando mucho estar en el campo con los muchachos y luchar juntos por títulos para nuestro equipo. Podría haberme imaginado fácilmente asumiendo este papel también el año que viene", afirma el delantero, que ha visto reducirse drásticamente sus minutos de juego en las dos últimas temporadas, y ahora sólo desempeña un papel secundario a las órdenes del entrenador Vincent Kompany.

"Sin embargo, el club decidió conscientemente no negociar un nuevo contrato conmigo para la próxima temporada. Aunque esto no coincidía con mis deseos personales, es importante que el club siga sus convicciones. Respeto este paso, que la directiva y el consejo de vigilancia no han tomado ciertamente a la ligera", afirma Müller.

El delantero llegó a las categorías infantiles del Bayern en 2000. En 2008 debutó en el primer equipo y en 2009 se convirtió en titular y dio el salto a la selección alemana absoluta con la que sería campeón del mundo en 2014.

El centrocampista ha jugado 743 partidos con el Bayern y es el jugador que más veces ha vestido la camiseta del club bávaro.

Müller no quiso revelar sus planes para el futuro y dijo que, de momento, quiere concentrarse en lograr las metas de la temporada.

"Ahora hay que concentrarse en las metas de la temporada. Sería un sueño volver a ganar la Bundesliga y alcanzar la "final Dahoem (la final en casa en dialecto bávaro) de la Liga de Campeones. Gracias por todo lo que ha sido y lo que vendrá", subrayó.

De las noches negras de Los Galácticos al muro anti-remontadas de los últimos 17 años: la esperanza del Real Madrid en el Metropolitano

De las noches negras de Los Galácticos al muro anti-remontadas de los últimos 17 años: la esperanza del Real Madrid en el Metropolitano

El Real Madrid, y especialmente la plantilla actual, es un club experto en remontadas. Lo lleva en la sangre. Ahí están las de la Champions de 2022 y 2024 como grandes gestas de los últimos años, dándole la vuelta al marcador de la eliminatoria en el Santiago Bernabéu, convertido en el manicomio de lo inexplicable. Pero la virtud de este Madrid que ha sido campeón de Europa seis veces en las últimas once ediciones es también transformarse en un muro infranqueable en la casa del rival. Así ha conquistado también el continente, evitando una y otra vez que su enemigo golpee en último lugar en campo propio. Antes del derbi de esta noche, la estadística clama contra la historia: si ha ganado la ida en Chamartín, nadie le remonta al Madrid desde el Bayern de Múnich en los octavos de final de la 2006-2007.

Son 17 temporadas sin venirse abajo en Europa cuando se ha llevado un resultado favorable del Bernabéu. Desde entonces el Madrid ha tenido noches negras en los partidos de vuelta, obviamente, como el 4-0 de Manchester hace dos años o el 2-0 de Stamford Bridge en 2021, pero en ambos casos la ida había terminado en empate.

Rechazar la remontada rival es una característica de esta generación madridista, comandada primero por Zinedine Zidane y ahora por Carlo Ancelotti. Una virtud clave para reinar en Europa que nunca tuvieron Los Galácticos, acostumbrados a sufrir en campo enemigo cuando tenían las eliminatorias de cara. Quizás Zizou aprendió de los errores de esa época, que terminaron lastrando el legado futbolístico de la primera galaxia de Florentino Pérez.

Aquel Madrid, por ejemplo, se puso por delante en las semifinales de 2003 contra la Juventus, en los cuartos de 2004 ante el Mónaco y en octavos de 2005, otra vez frente a la Juventus, y fue incapaz de mantener la ventaja en la vuelta. Cayó en Turín las dos veces y en el Principado, cuando era el gran favorito a levantar una Champions que terminó ganando el Oporto de Mourinho.

Dos sufrimientos

Una serie de actuaciones inexplicables que contagiaron el ambiente y se repitió en 2007, ya sin varios galácticos, contra el Bayern en octavos. El Madrid venció en la ida por 3-2 y perdió en Múnich por 2-1.

Fue la última remontada en contra. 17 años después, sólo dos equipos han estado cerca de repetir un triunfo así contra el conjunto blanco: el Borussia Dortmund en los cuartos de 2014 y el Atlético de Madrid en las semifinales de 2017.

En 2014, los alemanes le dieron un susto gigante al Madrid de Ancelotti, que soñaba con la ansiada Décima. Los blancos ganaron con contundencia la ida por 3-0, con goles de Bale, Isco y Cristiano, y acumularon sufrimiento en una vuelta agónica, en la que el Dortmund se puso 2-0 al descanso. La actuación de un joven Casemiro, colosal para apuntalar el muro defensivo, fue vital para aguantar.

Sólo un cero en la portería

Tres años después, el extraordinario zigzagueo de Benzema sobre la línea de fondo del Calderón despidió al estadio y al Atlético de la Champions. Fue el último encuentro continental de los rojiblancos en el Manzanares y el mayor intento de remontada sobre la meta madridista. En la ida, un hat-trick de Cristiano parecía decidir todo, pero Saúl y Griezmann marcaron en el primer cuarto de hora y calentaron el ambiente. Isco, tras la obra de arte de Benzema, recortó distancias, pero el Atlético no dejó de empujar.

Esos dos muros levantados por el Madrid se convirtieron en dos Copas de Europa. Este año sólo ha conseguido dejar la portería a cero en una ocasión en Champions, así que Ancelotti necesitará recuperar su viejo muro para volver a sobrevivir a su competición fetiche. Enfrente, el hambre de Simeone y del Atlético.

El Bayern se lleva un susto antes de acercarse a los octavos

El Bayern se lleva un susto antes de acercarse a los octavos

Actualizado Miércoles, 12 febrero 2025 - 23:05

El Bayern de Múnich se llevó un susto de inicio, con un gol del Celtic a los 25 segundos que fue anulado por fuera de juego de Adam Idah, pero después no permitió más sorpresas. El equipo alemán controló el encuentro y se impuso para poner un pie en los octavos de final de la Champions (1-2). En los últimos minutos de la primera parte Michael Olise adelantó al conjunto que dirige Vincent Kompany con un potente disparo que entró por la escuadra de la portería escocesa y al empezar la segunda parte Harry Kane sentenció el partido y prácticamente la eliminatoria. En un córner que sacó Joshua Kimmich, Kane se encontró solo en el segundo palo y no perdonó el tanto.

Como le ocurrió al Real Madrid, el Bayern venía de dejar algunas dudas en la fase de liga de la competición, pero ayer resolvió como debía. Sólo en el último tramo del encuentro, cuando el Celtic se lanzó a por su salvación, le permitió su espacio e incluso un gol, obra de Daizen Maeda. También fue después de un saque de esquina, aunque éste fruto de un lío en el área que sólo supo desenredar Maeda.

El otro partido destacado del día fue la victoria del Brujas ante la Atalanta con polémica y protagonismo español (2-1). El conjunto belga se impuso con un gol de Nilsson en el descuento en un penalti muy discutido. El defensa del conjunto italiano Isak Hien rozó en el área la cara de Nielsson y la repetición por vídeo obligó a señalar la pena máxima. Antes Ferran Jutglà había marcado su sexto gol de esta temporada, el primero en Champions, y Pasalic había empatado el partido todavía en la primera parte.