Si alguien esperaba a Christian Horner metido en su caparazón o rehuyendo a las cámaras, a menudo impertinentes, es que no conoce su carácter. Antes del mediodía de ayer, el jefe de Red Bull se pavoneaba por el paddock con la frente alta y una amplia
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El despliegue de la energía eléctrica a través del ERS causó una mala pasada a Fernando Alonso en Losail. Tras una salida donde pareció desafiar a Carlos Sainz y Sergio Pérez en busca de la sexta plaza, el asturiano quedó relegado hasta la duodécima posición tras el periodo de safety car por culpa del mencionado problema de deployment. "Aunque hayas cambiado los ajustes, el coche se confunde y piensa que sigue tras el coche de seguridad. Tras la bandera verde no tienes potencia eléctrica y durante los primeros segundos de aceleración te ves sin 160 CV entre una jauría de coches", admitió el campeón.
No se trata de una novedad en la escudería de Silverstone, que viene arrastrando este déficit desde antes del fichaje de Alonso. También durante el Mundial 2023, cuando Fernando alertó a sus ingenieros en una sesión libre del GP de Gran Bretaña. "Pensábamos que estaba solucionado, pero hoy he perdido tres posiciones por ello", apuntó, recordando su impotencia ante Lewis Hamilton, Yuki Tsunoda y Kevin Magnussen.
Esa vulnerabilidad del AMR24 supuso el único punto negro para el bicampeón, capaz de resarcirse ante el japonés de Visa Cash App RB con un precioso adelantamiento a final de recta. Por entonces, sus estrategas habían apostado por una llamativa estrategia. Su primera parada fue para colocar el neumático duro, del que se deshizo rápidamente para montar el medio.
Acierto estratégico
"El equipo lo tenía más claro que yo. Si hubiese sido por mí no habría parado, así que hay que darles crédito", comentó Alonso, que no aumentaba su casillero desde el GP de Singapur. "Se ha presentado la oportunidad, gracias a los abandonos, los safety car, la penalización de Lando Norris... Todo esto siempre abre oportunidades y estábamos ahí para cogerlas", concluyó.
La novena plaza de Alonso, que no se juega nada en el Mundial desde hace meses, parece un calco a la de su equipo, instalado en la quinta posición, lejos del alcance de Alpine y Haas. "Gracias a una buena estrategia, nuestra paciencia ha merecido la pena", analizó Mike Krack, más que satisfecho con los seis puntos del ovetense.
En cualquier caso, el team principal lamentó el adiós prematuro de Lance Stroll, penalizado con 10 segundos tras un contacto con Alex Albon que el luxemburgués consideró un mero "incidente de carrera". A su juicio, Stroll "seguramente también habría sumado puntos". Todo un hito para el hijo del dueño, que no se cuela en el top-10 desde el pasado 21 de julio, en el GP de Hungría.
Se oyó un grito de pura felicidad a través de la radio. "¡Adoro conducir, adoro conducir en este circuito!", exclamó ayer Fernando Alonso, entre carcajadas, tras concluir séptimo en la sesión clasificatoria del GP de Mónaco. Por segunda semana consecutiva, el bicampeón se colaba en el top-10, territorio vedado durante las seis primeras carreras del Mundial. "Un día especial en la temporada. Definitivamente un buen paso", concluyó.
Ese salto cualitativo del que hablaba el asturiano obedece a las mejoras implementadas por Aston Martin. En sus manos, el AMR25 ya puede codearse con Williams o Racing Bulls para liderar la zona media. Y resulta más que pertinente adjudicarle esa cuota de mérito porque Lance Stroll partirá hoy penúltimo. El canadiense cayó de mala manera en la Q1 y además fue penalizado con tres posiciones. Sólo la sanción de 10 puestos a Oliver Bearman le evitará el indecoroso farolillo rojo.
En lo estrictamente cuantitativo, la progresión de Aston Martin puede contabilizarse en 63 centésimas: del 1:11.563 con el que Stroll marcó la referencia el año pasado en Q2 a este 1:10.924 de Alonso. Sólo Haas, con 91 centésimas respecto a la pasada edición supera a la escudería de Silverstone.
"Extremadamente contento"
En la parrilla de hoy se espera con expectación a Adrian Newey, el ingeniero más laureado de la historia, que estrena en el Principado su uniforme verde. En una vieja libreta, el británico volverá a anotar cada detalle de los rivales. "Algunas de nuestras herramientas son débiles, particularmente el simulador", ha advertido el gurú del diseño este fin de semana. A pesar del aviso y de los dos años en los que ha cifrado la viabilidad del proyecto, se percibe otro ambiente en el garaje.
Ahora ese optimismo hay que trasladarlo a la pista durante 78 vueltas. Sin titubeos estratégicos, porque hoy, por primera vez, habrá que cumplir dos paradas obligatorias en el Principado. "Podemos tener suerte y acabar cuartos o quintos, o tenerla mala y terminar de nuevo fuera de los puntos", vaticinó el doble vencedor en Le Mans. En caso de cumplir otra carrera fuera del top-10 superaria sus funestos registros de 2015 y 2017 con McLaren.
En cualquier caso, Alonso admitía ayer sentirse "extremadamente contento" por su rendimiento en la qualy. Sin una sola queja por esa milésima que le separaba de Isack Hadjar, un novato que sigue encandilando con su Racing Bulls. "Ha sido genial verle. Ha disfrutado mucho con esas vueltas, siendo el único que ha pasado a la Q2 con los neumáticos medios", recalcó Andy Cowell, CEO y máximo responsable de las operaciones en pista de Aston Martin.
Alonso, con el AMR25, el sábado en Mónaco.ASTON MARTIN
Ahora, el AMR25 presume de prestaciones incluso en un entorno tan hostil como Mónaco, plagado de curvas lentas, la debilidad por antonomasia de Aston Martin. Según las previsiones de Newey, a comienzos de julio llegará otro paquete de actualizaciones aerodinámicas en el GP de Gran Bretaña. Asimismo, el próximo viernes, la FIA aplicará una nueva directiva técnica en Montmeló relativa a los alerones delanteros. Si Aston Martin sabe adaptarse a estos criterios de flexión, aún puede acercarse más a los puestos de cabeza.
En lo más alto del Mundial continúa McLaren, que ayer festejó a lo grande el éxito de Lando Norris. Fue la primera pole en Mónaco para la escudería de Woking tras 18 años. Un bonito homenaje para Alonso, que se la había apuntado en 2007, cuando compartía box con Lewis Hamilton. Por contra, el heptacampeón cerró ayer la jornada con una sanción de tres puestos, por interferir a Max Verstappen en las inmediaciones de Beau Rivage.
¿Labor de equipo de Hadjar?
Mad Max se vio incapaz de seguir el rastro de Charles Leclerc y Oscar Piastri, segundo y tercero, aunque en carrera podría contar el apoyo de Hadjar, que parte justo detrás. Si el francés de Racing Bulls, escudería hermana de Red Bull, ejerce de muro de contención frente a Alonso, Hamilton y Esteban Ocon podría generarse un hueco idóneo para la primera parada de Verstappen.
A esa ruleta de las estrategias lanzará también sus dados Aston Martin. Queda por saber la magnitud de la apuesta. ¿Asumirá todos los riesgos o se conformará con un plan más conservador? Desde luego, poco o nada tiene que perder el equipo, séptimo en el Mundial a 37 puntos de la quinta plaza de Williams. Bastante más delicada se antoja la decisión de los candidatos a la victoria. Pese a la superioridad de efectivos de McLaren, nadie debería descartar a Leclerc. Entre otros motivos porque Norris únicamente convirtió en victoria cuatro de sus 10 poles previas.