Once años le ha costado al Milan volver a colarse en la élite europea, en los cuartos de final de la Champions. Stefano Pioli sacó el manual de rocoso equipo italiano y protegió su gol de ventaja sin que Conte pudiera evitarlo. UN empate a cero en Londres que tenía un premio gigantesco. [Narración y estadísticas]
Se había propuesto el Milan anestesiar el duelo y se sirvió del resultado que logró en San Siro (1-0) para mantener la calma necesaria, para no arriesgar. Sin hundirse en su área y con Giroud de ariete guerrero contra todos, apostó por provocar la desesperación de un Tottenham que cayó en la trampa.
El equipo de Conte tuvo el control a ráfagas, pero apenas pisaba área y, cuando lo hacían, era de manera muy estéril. De hecho, la mejor ocasión de la primera parte fue del Milan en una falta ensayada que desaprovechó Junior Messias. Conseguían los italianos que no pasara nada porque no se desataban Harry Kane, Perisic o Emerson. Apenas un disparo mordido del capitán que se estrelló en la pierna de Maignan y la rémora de ver cómo sus centrales se cargaban de tarjetas en la batalla con Giroud. Una preocupación extra para un equipo tan necesitado como desordenado.
Parecieron despejarse los ingleses tras el descanso, jugándose por primera vez la expulsión de Romero y buscando la profundidad en la banda de Pedro Porro. Se estiraron los Spurs y Hojbjerg obligó al meta rossonero antes de que Conte se decidiera a echar mano de Richarlison para no verse eliminado. Ni eso funcionó.
Expulsión y revolución en el añadido
El Milan mantuvo el guion trazado por Stefano Pioli y, además, se que se vio con un hombre más por la segunda amarilla de Romero tras una entrada a Theo Hernández.
Todo se les ponía de cara para romper con una larga racha expulsado de la mesa europea de los mejores. Incluso que a Theo Hernández no le pitaran penalti por una entrada a Davison Sánchez, que a Tonali se le escapara la contra perfecta para sentenciar la eliminatoria y que, en el tiempo añadido, el testarazo de Kane lo salvara Maignan antes de que Origi estrellara en el poste la mejor ocasión del Milan. Más ocasiones en seis minutos que en 90.
Casi simultáneamente al primer gol de Robert Lewandowski ante el Young Boys llegó el tanto de Gündogan en Bratislava. El Manchester City instaló el campamento cerca del área del Slovan y apenas se movió de allí. Circulaba bien la pelota con el alemán al mando de las operaciones y Doku percutiendo por la banda derecha. Al cuarto de hora los de Pep Guardiola ya ganaban por 0-2, gracias al tanto de Phil Foden. Pudieron ser tres antes del descanso si el palo no se hubiera entrometido en un fino disparo de Doku.
Después del empate en casa ante el Inter de Milan y tras las dudas generadas por la igualada frente al Newcastle, el equipo británico necesitaba demostrar que puede ofrecer garantías tras perder a Rodri para el resto del curso. Refrendó su autoridad con un nuevo tanto de Haaland y otro del debutante McAtee, tras una entrega mimosa de Foden: 0-4. También rotó el campeón de la Premier: Ederson, Ruben Dias, Bernardo Silva y Walker empezaron desde el banquillo. Sólo Dias y Walker tuvieron algunos minutos.
Derrota del PSG ante el Arsenal
El Paris Saint Germain pasó más que un mal rato en su visita al Arsenal. Havertz adelantó a los gunners con un cabezazo que dejó bajo sospecha a Donnarumma. Aún con el runrún de la ausencia de Dembélé por motivos disciplinarios, el equipo francés, que pudo empatar con un remate de Nuno Mendes rechazado por el poste, vio cómo una falta botada por Saka desde la derecha se deslizaba por un bosque de piernas hasta convertirse en el segundo tanto local.
En el minuto 63 entró Mikel Merino, en su debut con la camiseta del Arsenal. Casi de inmediato Joao Neves se topó con el travesaño. Los de Arteta habían dado un paso atrás y lograron administrar su ventaja. Al Borussia Dortmund se le cayeron los goles ante la debilidad de un Celtic que se fue al descanso con un 5-1 y acabó recibiendo siete. Adeyemi hizo tres. El Bayer Leverkusen de Xabi Alonso derrotó por 1-0 al Milan (Boniface, minuto 51), que sale de la segunda jornada sin un solo punto.
Quizás la frase más célebre de George Best, uno de los mejores futbolistas británicos de todos los tiempos sea: "Gasté mucho dinero en coches, mujeres y alcohol. El resto lo malgasté". Como leitmotiv para adolescentes, puede resultar muy graciosa, pero cuando ya se peinan canas o se tiene una familia detrás, es muy peligrosa. "No mueran como yo", fue su mensaje de despedida postrado en la cama de un hospital. Tenía 59 años.
Best, conocido como el Quinto Beatle, fue un magnífico y fugaz futbolista cuya calidad y fortuna se perdió por el alcohol. Algo parecido a lo que le pasó a otro genio británico como Paul Gascoigne, que actualmente vive en casa de su representante, Katie Davies, tras haber terminado arruinado por sus adicciones. Ambos, y otros muchos jugadores, han dilapidado auténticos dinerales cuando han colgado las botas. ¿Cómo puede ser?
No se disponen de cifras de futbolistas que terminan en bancarrota tras abandonar el deporte. La única investigación conocida es la realizada por la asociación Xpro en Reino Unido en la que hablan de que tres de cinco, que ganaron de media 33.000 euros a la semana, terminan declarándose en bancarrota cinco años después de retirarse, pero es un estudio de hace una década.
"Tendemos a pensar que son muchos los deportistas de élite que se arruinan, pero el porcentaje es el mismo que cualquier otro negocio". Ignacio Chinarro, director Económico-Financiero en la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) explica a EL MUNDO que, al ser figuras públicas, parece que son más los deportistas que, tras terminar su carrera, acaban con problemas económicos.
Cafú, en su época de futbolista.
El caso más reciente es el de uno de los mejores laterales derechos de la historia, el mítico Cafú. El brasileño tiene que subastar su vivienda, la segunda propiedad en menos de un año, por las deudas que le acechan después de que su agencia de representación se fuera a pique en 2019. Se calcula que el futbolista debe hacer frente a acreedores que le reclaman más de 3,5 millones de euros.
Cafú desarrolló gran parte de su carrera en Italia entre la Roma y el Milan. Ganó dos ligas y una Champions League, entre otros trofeos y se retiró con 38 años. "La ruina de un futbolista es el conjunto de varias malas decisiones", cuenta Chinarro sobre una carrera que "genera mucho dinero en poco tiempo y que luego hay que intentar que dure", apostilla. Los problemas financieros le han llegado al brasileño con 53 años, apenas 15 después de su retirada.
Factores
Las claves de los problemas financieros de los futbolistas pasan por la edad en la que generan sus ingresos, normalmente entre los 20 y los 30 y tantos, por el entorno que les rodea y, tras la retirada, por el descenso drástico de ingresos que se produce.
Desde el sindicato AFE, en colaboración con Tressis, ofrecen formación a los deportistas y asesoramiento financiero al que recurren desde jóvenes que empiezan hasta jugadores que ya han colgado las botas. "Nos llegan de todas las edades y para obtener estrategias profesionalizadas, nunca es pronto. Cuanto antes empieces, más lejos vas a llegar", apunta Javier Arizmendi, ex futbolista de Mallorca y Deportivo de la Coruña y hoy asesor financiero en Tressis.
Arizmendi sabe que la vida del futbolista es una "burbuja" en el periodo de actividad y de la que es muy difícil salir. "Adquieres un nivel de vida en los años de fútbol al que no te gusta renunciar. Puede ser costoso de digerir, ya que se cierran ingresos y el grifo de gastos sigue abierto. También se pueden dar inversiones fallidas...", apostilla.
Al referirse a inversiones fallidas, el asesor financiero de Tressis es consciente de que los futbolistas suelen ser una fuente de ingresos a la que recurren familiares y amistades con todo tipo de negocios. "Si no tienes dinero nadie te pide para invertir, pero si tienes te llaman de todas partes para hacerlo y hay que hacerlo bien", apunta Chinarro.
Ronaldinho, en un partido benéfico.Elvis GonzálezEFE
Ronaldinho fue uno de los mejores jugadores brasileños de la historia, con un prime muy corto para la calidad que tenía, pero que le dio para jugar en grandes clubes como el PSG, el Barcelona o el Milan antes de volver a Brasil e incluso pasar por México y la India. No obstante, eso no le ha dado para mantener el alto nivel de vida y tampoco para evitar problemas financieros.
Recientemente, el diario The Sun publicó que la Hacienda brasileña intentó cobrar unas deudas del jugador y que sólo encontraron seis dólares en sus cuentas. Por lo que, siempre según el tabloide, tuvieron que embargarle dos propiedades. "Tener un buen entorno favorece que esas cosas no ocurran, aunque no tienes que haber sido un cafre para arruinarte", comenta Javier Arizmendi.
Así, los expertos aconsejan a los futbolistas que no sólo se preocupen de la preparación física o la alimentación durante sus carreras y también contraten asesoría financiera para poder estirar lo que generan durante su periodo activo. "Es un ciclo de ingresos muy atípico y hay que saber optimizarlo", concluye Arizmendi.