El juez que investiga al FC Barcelona por el pago de comisiones en fichajes durante la presidencia de Josep Maria Bartomeu ve indicios de administración desleal y falsedad en el pago de 15 millones al Atlético de Madrid para frenar su denuncia por haber negociado con Antoine Griezmann teniendo contrato en vigor con el club rojiblanco.
El Juzgado de Instrucción número 32 de Barcelona, que ha imputado recientemente a Bartomeu y a algunos de sus principales directivos, considera en un auto al que ha tenido acceso EL MUNDO que “debe añadirse” a la causa “el fichaje del jugador de fútbol Antoine Griezmann por parte del FC Barcelona”.
Recuerda el instructor que “supuestamente se negoció con un futbolista con contrato en vigor con otro club”, tal y como desveló EL MUNDO, que publicó los correos electrónicos de la negociación secreta. De esta forma, considera el juez que el Barça “se saltó la normativa FIFA” que establece que “los clubs no pueden contactar con un deportista con contrato vigente si antes no se ha hablando con su equipo” y subraya que “se exceptúan los últimos 6 meses de contrato del futbolista, que no es el caso que nos ocupa”.
El juez añade que el Atlético de Madrid “lo denunció a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ya que tenía indicios importantes de que el club había negociado con el jugador directamente entre febrero y marzo de 2019“. Un “periodo técnicamente prohibido”, resalta el auto.
“A fin de evitar una posible sanción de la RFEF, supuestamente, por parte de los investigados, se negoció directamente con el Atlético de Madrid y llegaron a un acuerdo donde se valoraba el pago de 15 millones a cambio de no aportar pruebas al procedimiento que se había incoado”, abunda la resolución judicial.
“Para dar aspecto lícito a los pagos se simuló presuntamente que se adquiría un derecho de tanteo prioritario sobre diferentes jóvenes futbolistas del Atlético de Madrid”, prosigue el juez, que concluye que una vez firmado el contrato de tanteo, “el Atlético de Madrid, presuntamente, desistió de aportar pruebas ante la RFEF sobre la denuncia presentada contra el FC Barcelona”. “Dichos hechos podrían integrar el delito de administración desleal y/o falsedad contable“.
Quizás en otras temporadas se vería a un jugador más alicaído, más frustrado, perdido en el campo después de estar mes y medio sin marcar, seis partidos entre Liga y Champions. Ese jugador ya no existe. La familia y la ayuda de un coach han transformado a uno de los delanteros españoles más importantes. Quizás el más importante actualmente.
Álvaro Morata apenas llevaba cinco minutos en el partido ante el Girona, en el que había salido para sustituir a un lesionado Saúl, y le llegó el primer balón franco. Condujo el madrileño la contra del Atlético con jugadores desplegándose a ambos lados e intentó abrir a Correa, pero el balón no llegó al argentino y se fue rechazado hacia el córner. Lo peleó hasta salvarlo sobre la línea y puso un centro perfecto a la cabeza de Correa.
Era el gol la remontada rojiblanca ante el tercero de la liga. El que afianzaba el cuarto puesto del Atlético y el que le ponía a cuatro puntos de los catalanes. También un gesto del madrileño para su amigo Correa. "Es un delantero de calle, que le puedes poner entre los centrales o a girarse, a mí me parece un jugador espectacular y estoy muy contento por el pase de gol y porque ha metido gol Angelito y hemos ganado el partido", admitía Morata tras el encuentro.
Sobre todo, era un gol que daba la razón a su entrenador y a sus compañeros, las personas que más respaldan su labor dentro del campo. "Hay cosas que no se pueden explicar, son naturales. Álvaro hizo seis meses impresionantes. Hoy está en un momento más difícil porque no encuentra el gol, pero está trabajando para lo que el equipo necesita y acabará llegando", decía Simeone tras el partido ante el Borussia de Dortmund.
La defensa del Dortmund tapona un disparo de Morata.THOMAS COEXAFP
"Aunque no haya hecho gol, entró muy bien y es lo que necesitamos de él", apostilló su compañero y amigo Antoine Griezmann en el postpartido del Girona. Su principal socio dentro del campo y con el que consiguió atemorizar a las defensas en Liga y Champions la primera parte de la temporada.
Las frías cifras dicen que Álvaro Morata iba camino de pulverizar la mejor marca de goles de su carrera. En los primeros seis meses, como decía el Cholo, el madrileño sumaba 20 goles y tres asistencias. Hoy sólo suma una asistencia más, la citada a Correa ante el Girona. Parece que el delantero se ha atascado en la cumbre.
Su último gol se lo hizo al Betis en casa el pasado 3 de marzo cuando moría la primera parte. Desde ese día, ha jugado ante el Cádiz, el Inter, el Barcelona, el Villarreal, el Dortmund y el Girona, seis encuentros, dos de ellos de Champions League, en los que ha tenido numerosas ocasiones, pero ha sido incapaz de materializarlas.
Lo curioso es que ese bajón anotador no ha venido desde el tanto al Betis. Habría que remontarse al 22 de enero cuando el madrileño marcó ante el Granada. Era el segundo partido anotando ya que en el anterior, precisamente ante el Girona, consiguió su primer y único hat trick de la temporada. Era su momento cumbre. En el que se apuntaba a que superaría el mejor año anotador de su vida.
Mejores temporadas
Álvaro Morata sólo ha llegado a los 20 goles por temporada en dos ocasiones. Hablamos de la 2020/21 con la Juventus de Turín en la que también sumó nueve asistencias y en la 2016/17 que lo consiguió con el Real Madrid y a la que hay que añadirle seis pases de gol. Esta sería la tercera, y a juzgar por el ritmo anotador que llevaba, parecía que iba a pulverizar ese récord. Y todavía está a tiempo de hacerlo.
Necesita el Atlético que Morata se lo proponga. La baja de Memphis y la irregular temporada de Correa, un jugador que estuvo a punto de marcharse en el mercado invernal al fútbol saudí, le convierte en el socio imprescindible de Griezmann, mejor jugador y leyenda rojiblanca. Además, el equipo afronta este tramo final de temporada con dos grandes objetivos en mente.
La peor racha
El primero se aclaró bastante tras la victoria el sábado ante el Girona, que es terminar en puestos Champions. El segundo es un sueño, pero qué sueño. Tras tres finales perdidas, la parroquia rojiblanca suspira con la máxima competición continental tras la victoria en la ida de cuartos ante el Borussia de Dortmund. "Necesitábamos ganar ante el Girona para llegar bien al partido de esta semana", contaba el protagonista.
En el Atlético confían en el delantero y esperan que no se alargue más tiempo su racha de partidos sin marcar. Su periodo más largo sin hacerlo fueron 115 días, fue conla Juventus de Turín en Italia, y la rompió con un doblete ante el Inter en la Coppa de Italia. "Me estaba volviendo loco, es la primera vez desde que empecé a jugar que pasaba tanto tiempo sin marcar", comentó en aquel momento. No es el mismo equipo, no son los mismos compañeros y, sobre todo, no es el mismo Morata.
El Atleti se estrenó en el Mundial de clubes ante el mejor equipo del momento con una banda izquierda formada por Javi Galán y Samu Lino. No es una errata: Galán y Lino. Para sorpresa de absolutamente nadie, no salió bien. Tres pérdidas seguidas del brasileño espabilaron a un PSG aún con leve resaca y el resto fue un paseo. Si necesita meter ocho, los mete. O nueve.
El sector groupie del cholismo lleva sacando pecho desde noviembre por una victoria en Champions en París que fue un milagro: 22 tiros cayeron ante cuatro remates y una genialidad, otra más, de Correa. Creer que esos triunfos accidentales dicen algo del nivel real del Atleti ha sido un mal crónico en esta época mustia de la era Simeone, pero lo grave al comparar ambos duelos es ver la evolución de unos y de otros desde entonces.
En estos meses, Luis Enrique trabajó su modelo, pulió a Doué y el PSG ficho a Kvaratskhelia. Miguel Ángel Gil Marín decidió no reforzar las obvias carencias en invierno, cuando aún podía ganar tres títulos, ni hacer un esfuerzo previo a este Mundial. Baena y Cardoso llegarán, pero el club prefiere ahorrarse un par de millones por cabeza y traerlos en agosto que mostrar un mínimo de dignidad y ambición para un torneo que, tal vez, no vuelva a jugar en mucho tiempo. Eso es este Atleti.
Si usted fuera Julián Álvarez, ¿se quedaría?
Simeone hace tiempo que decidió ser buen soldado y tragar con la mediocridad de su directiva (que cada cual decida si es víctima o cómplice), pero lo que nadie le ordena desde el palco es sacar de titular y dar 90 minutos a Griezmann, que lleva 17 partidos sin marcar, y dejar sentado a un Sorloth que, con sus limitaciones, lleva 12 goles desde el último de Antoine. En el descanso, 2-0 abajo y con Gallagher en el banquillo, apostó por Koke como revulsivo. En 2025. El inglés y el noruego llegaron el verano pasado por 40 millones cada uno como miembros clave del plan renove, pero el técnico prioriza a dos iconos en declive. ¿Recuerdan cuando aplicaba la meritocracia?
Si usted fuera Baena, ¿ficharía?
Y así el Atleti va a lograr un hito: masacrar la innegociable ilusión de sus aficionados antes incluso de empezar la temporada. Nuevo récord mundial de mala gestión.
Si usted fuera abonado, ¿renovaría?
Bueno, esto sí porque el club ya se ha encargado de cobrar el carnet antes de mandar al equipo a América a hacer el ridículo. Mediocres sí, pero tontos ni un pelo.