Ronaldo Nazario: “Nunca perdí la sonrisa, las lesiones me hicieron mejor hombre”

Actualizado Domingo, 30 noviembre 2025 - 22:53

Sao Paulo es caótica, su área metropolitana ha crecido hasta los 23 millones de habitantes, el tráfico es intenso y el camino hacia el barrio de Morumbí se alarga casi dos horas desde el aeropuerto. Ahí, en mitad de 'la colina verde' y tras varios controles de seguridad, aparece una puerta encajada en un muro de cuatro metros. Al entrar, aparecen unas escaleras de piedra que conducen al porche principal, donde suena una voz: «¡Bienvenido! ¿Cómo estás?». Es lunes por la mañana y Ronaldo Nazario (Itaguaí, 1976) sonríe como si fuera sábado. Esta semana recibirá celebra la gana benéfica y un torneo solidario con decenas de amigos para su fundación Fenómenosy está contento.

Lleva una camiseta de deporte y un pantalón corto que deja ver las dos grandes cicatrices que se dibujan en vertical sobre sus rodillas, pero las fotos le obligan a cambiarse a algo más formal. «Nunca me han gustado estas sesiones», bromea. «A ella se le dan mucho mejor». Ella es Celina Locks, modelo, empresaria, presidenta de la fundación y mujer del brasileño. «Nuestra casa es vuestra casa», nos insiste. Ambos se sientan con este periódico para explicar el fenómeno detrás de O Fenómeno.

El apodo 'Fenómeno' no le gustaba mucho al principio, ¿no?
No... Como jugador era una presión innecesaria en la vida. Pero poco a poco me fui acostumbrando y lo fui aceptando de alguna manera. Si era así como la gente me veía, pues no podía hacer nada para rechazarlo. No podía rechazar lo que la gente veía de mí. Al principio fue duro, no me gustaba, pero me acostumbré.
¿Cómo recuerda su infancia?
Yo tenía un único sueño, que era ser jugador de fútbol, y desde niño lo peleé. Todos los regalos que tenía siempre eran balones. Era lo que siempre pedía. Y es algo que me ha influido mucho en lo que estoy haciendo ahora. Yo de pequeño quería una oportunidad y ahora queremos es asegurarnos que las oportunidades lleguen a las personas correctas.
Su madre decía que usted le pertenecía más a la gente que a ella.
Sí. Viene del fútbol y de la exposición que te da. La gente se apropia de tu calidad, de tu forma de jugar, de tu manera de ser... Tiene un poder muy grande en la sociedad, pero creo que es algo que entendí desde siempre. Que el ejemplo que debía dar tenía que ser positivo para seguir inspirando a la gente.
¿Qué trabajo hacen en la Fundación?
Cumple 15 años ahora y es algo que yo tenía pensado para cuando dejara el fútbol. Crear una fundación e intentar devolver un poco todas las oportunidades que recibí en mi vida, ofreciendo eso a muchos jóvenes talentos que tenemos en Brasil y que por diversos problemas en los barrios y comunidades pues no tienen la oportunidad que se merecen. Hemos ido creciendo año a año, con mucho trabajo y no siempre ha sido fácil. Llevábamos diez años con déficit, apostando cada año, y desde hace cinco años que está Celina como presidenta estamos en positivo. Cada año creciendo y dando más oportunidades.

"No soy ni tan bueno ni tan malo como la gente dice"

Ronaldo Nazario

Va al Mundial y a Europa con 17 años y en el 98, con sólo 21, tiene la presión del país encima en Francia... Ahora que se habla tanto de salud mental, ¿cómo lo vivió usted?
Creo que es algo importantísimo. Me hubiera gustado tener ayuda cuando era más joven, porque de verdad que llegas tan pronto a ser profesional y la necesitas. En ese sentido el mundo está cambiando, estamos hablando mucho de ello y quiere decir que estamos preocupados y concienciados. Hay momentos de muchísima presión.
¿Nunca perdió la sonrisa?
Absolutamente no. Nunca. Creo que la sonrisa es parte de mi personalidad. He sido muy afortunado de tener tantas oportunidades. Obviamente he luchado y he trabajado mucho para merecerlas y para ganarme mi lugar en el mundo.
¿Quién le ha entendido mejor en su carrera?
Yo siempre he buscado un equilibrio en mi vida, en mis relaciones, en mi trabajo, en mi familia... Un equilibrio entre lo que hago, lo que soy y lo que quiero hacer. Creo que he aprendido mucho en el deporte, y desde el deporte he construido esa filosofía de vida. No soy tan bueno como la gente dice, ni tan malo como algunos también dicen. Busco el equilibrio.
P. ¿Ve muchas veces las imágenes de su lesión?
Cuando me las enseñan las veo, pero no me gustan mucho. Me dan ansiedad. ¿Pero sabes qué? Las lesiones me han enseñado mucho, de verdad. No cambiaría ningún capítulo de mi vida, para nada. Creo que con las lesiones me hice mucho mejor hombre, mucho mejor padre, mucho mejor hijo, mucho mejor amigo... Mucho mejor en todos los sentidos. Quizás no como futbolista, porque eran lesiones muy duras y muy graves, pero en el resto de aspectos mejoré muchísimo.

"En casa es Ronaldo, no 'O Fenómeno'"

Celina Locks, mujer de Ronaldo

A su lado, Celina escucha con atención mientras uno de los cinco border collie que tienen juegan a su alrededor. Se casaron en 2023 tras siete años de relación, un tiempo que ha coincidido con el mando de Ronaldo en el Cruzeiro y en el Valladolid, equipos que decidió vender el año pasado para volver a la calma de su casa en Brasil. «En casa es Ronaldo, no O Fenómeno», bromea Celina. «Aquí manda ella», responde él con una sonrisa. «Ella ha vivido esta última etapa a mi lado, años bastante duros con el Cruzeiro y el Valladolid, pero de un aprendizaje increíble. La gente nos amaba o nos odiaba cada semana», explica.

¿Le sigue gustando el fútbol?
Sí, obviamente. El fútbol es mi gran pasión. Me estoy tomando un descanso de estar en posiciones complicadas, porque en los últimos ocho años estuve al frente de dos clubes muy importantes y fue una experiencia muy rica en todos los sentidos, pero también muy intensa.
A este Madrid le llaman 'Galácticos 2.0'. ¿Qué cree que es lo más importante para lidiar con los egos en un equipo de tantas estrellas?
Yo lo que sé es que se llevan todos bastante bien. Y el Madrid te lo deja muy claro siempre: lo primero es el club y su gente. Los egos deben quedar en un segundo plano. Esto pasó también con nosotros. Nos llevábamos muy bien entre todos los Galácticos y los Pavones. Es lo que tiene que ser. Y luego es que siempre va a ser mejor juntar a jugadores muy buenos que a los malos. Me encanta el Madrid como equipo y como institución y lo sigo mucho. Y Florentino es un gran ejemplo de gestión y como amigo.
Tiene al frente de Brasil a Carlo Ancelotti, al que conoce, ¿cómo lo ve?
Creo que le ha dado otra cara a la selección, que venía de algunos años con muchos problemas. Tiene mucha experiencia, sabe de todo en el fútbol y es un gestor espectacular de personas. Creo que va a sacar lo mejor de cada uno.
¿Un equipo de estrellas necesita más un gestor que un entrenador?
Yo creo que es muy importante un gestor de grupo. Y un entrenador tiene que tener ese tipo de virtud. No solo los entrenamientos, la táctica o el estilo, que también son importantes, sino manejar bien el día a día. Eso es clave.
Ounahi, el '8' marroquí del Girona que encandiló a Luis Enrique

Ounahi, el ‘8’ marroquí del Girona que encandiló a Luis Enrique

Actualizado Sábado, 29 noviembre 2025 - 17:20

La historia de Azzedine Ounahi (Casablanca, 2000) es curiosa. Hace tres años, cuando Marruecos eliminó a España en la tanda de penaltis de su cruce en los octavos del Mundial de 2022, después de que el partido acabara con 0-0, Luis Enrique, no escatimó elogios para el habilidoso futbolista marroquí. «Me ha sorprendido gratamente el número 8, no recuerdo cuál es el nombre, lo siento. ¡Madre mía! ¿De dónde ha salido ese muchacho?», aseguró el entonces seleccionador. Cualquiera habría dicho que su progresión iba a ser fulgurante. El Olympique de Marsella, en enero de 2023, pagó ocho millones de euros para llevárselo del Angers. Su paso por el estadio del Vélodrome, con todo, estuvo lejos de alcanzar la brillantez.

En las siete apariciones que tuvo con el equipo marsellés antes de permanecer varios meses de baja por la fractura de un dedo de un pie que sufrió en un amistoso ante Brasil, apenas hizo nada. Y eso que le bastaron 16 minutos para estrenarse con gol ante el Nantes en el que fue su debut con el equipo marsellés. En la temporada siguiente, la 2023-24, las cosas no fueron a mejor.

Hasta tal punto, que en el arranque de la campaña 2024-25 el técnico del Olympique, Roberto de Zerbi, le abrió la puerta para que se marchara al Panathinaikos para afrontar, en calidad de cedido, un periplo por la competición helena en el que logró tener algo más de protagonismo, si bien los números volvieron a resistirse a hacer justicia a su calidad. Por eso, no fue extraño que el club francés lo traspasara el pasado agosto por seis millones de euros, más una parte de los beneficios de una posible venta, a un Girona donde sí parece haber encontrado su sitio.

"No juego por dinero"

Su salto al fútbol europeo se produjo en 2018, a través de las filas de un Racing de Estrasburgo con el que nunca llegó a jugar en el primer equipo. Antes, su formación pasó por el Raja y por la Academia Mohamed VI, inaugurada por el monarca marroquí en 2009 como parte de una iniciativa para promover y mejorar las infraestructuras futbolísticas de un país que, junto con España y Portugal, organizará el Mundial 2030. Un evento contra el que muchos jóvenes marroquíes están protestando, al entender que otros ámbitos, como la sanidad, deberían ser ahora prioritarios en lugar de las infraestructuras. Unas protestas a las que Ounahi se sumó.

Desde la perspectiva del talentoso centrocampista, el fútbol tiene más que ver con la ilusión que con el dinero. «Desde que era un niño, soñaba con jugar para un club grande. Ahora, viviré esa experiencia aquí. No juego por dinero, sino para disfrutar y para crecer como profesional», aseguró durante su presentación con el Girona. Un fichaje en el que, además, tuvo mucho que ver un compañero de selección con pasado en el Atlético de Madrid, el Sevilla y el propio equipo gerundense: Bono.

En estos momentos, Ounahi es uno de los grandes argumentos de Míchel para conseguir que el Girona consiga salir del pozo de la clasificación, con dos victorias, cinco empates y seis derrotas. Por lo menos, lleva sin perder desde que cayó frente al Barcelona por 2-1. Esta noche recibe a un Madrid que ha recuperado a Thibaut Courtois, Eder Militao, Antonio Rüdiger y Franco Mastantuono. Raúl Asencio es duda por un virus intestinal.

'El Loco' acude al rescate del Madrid y Xabi Alonso se congratula por la ''unidad'' del equipo

‘El Loco’ acude al rescate del Madrid y Xabi Alonso se congratula por la ”unidad” del equipo

La base se desquebraja y toda la estructura se resiente. El enemigo se filtra entre la grietas, burla la resistencia y desnuda la debilidad del sistema. Xabi Alonso se inquieta con la vulnerabilidad de lo que ahora denominan «bloque bajo». El aforismo «La defensa es el comienzo de todo» se incumple en el Real Madrid y el sufrimiento se impone. Elpasado miércoles encajó tres tantos en Antenas, poco antes recibió dos en Elche. La bajas de Militao, Huijsen, Carvajal, Alaba y Rüdiger han mermado la efectividad de la línea de contención.

El técnico tolosarra apura los márgenes para recuperar efectivos. Este domingo, en Girona regresará Rüdiger. El alemán no ha vuelto a jugar desde mediados de septiembre, cuando ingresó en la enfermería por una lesión en el recto anterior de su pierna izquierda. Dos meses y medio de soledad en el gimnasio y en la sala de recuperación. El Loco acude al rescate de la defensa y con la intención de desprenderse de una incómoda mochila. En esta temporada sólo ha disputado un partido, los 90 minutos de la visita a Oviedo (0-3). Fue suplente en el encuentro en el Bernabéu contra el Mallorca (2-1).

El Madrid, muy dependiente de la eficacia goleadora de Mbappé, ha echado en falta la contundencia de Rüdiger. En sus estadísticas figuran un 50% de acierto en balones aéreos y en duelos individuales. También sobresale por la precisión en el pase, con sólo un 5% de errores. Rambo, como le conocían por su dureza en las calles de su Berlín natal, otorga confianza a Courtois, que vuelve tras superar una gastroentiritis, y a Asensio, que viaja a Girona con molestas provocadas por un virus intestinal.

«Muy sólidos desde dentro»

Alonso se congratuló por la recuperación de activos. El preparador confirmó que también podrá disponer con Montilivi de Militao, el gran baluarte defensivo, ausente en el grupo en las últimas dos semanas por un contratiempo muscular, y con Franco Mastantuono, que parece que va superando una incómoda pubalgia.

Xabi, en la sala de prensa de este sábado, dejó un mensaje de unidad sobre su equipo al ser preguntado por el respaldo de sus jugadores en los últimos días y aseguró: «A pesar de todo lo que suene y lo que quieran, somos muy sólidos desde dentro. Yo siempre he sentido que el equipo estaba muy unido, con el objetivo claro. Si queremos llegar a abril y mayo con posibilidades tenemos que estar muy conectados en el día a día; estando juntos en los momentos malos también. Tenemos una buena comunicación y conexión».

El preparador también contestó a las declaraciones de Joan Laporta en las que aseguraba que el conjunto blanco tiene "barcelonitis". ''Estos son mensajes populistas que caen para su parroquia. Nosotros nos centramos en lo nuestro, lo importante es lo que pasa en el campo, ganando de forma deportiva y merecida. Y cada partido es una prueba para ello'', declaró.

El aviso del club, las charlas en el Marriot y los tres abrazos entre Xabi y Vinicius: así reaccionó el vestuario del Madrid

El aviso del club, las charlas en el Marriot y los tres abrazos entre Xabi y Vinicius: así reaccionó el vestuario del Madrid

Hay tres abrazos que reflejan bastante bien lo sucedido en las 33 horas que el Real Madrid pasó en Atenas. La capital de Grecia, victoria ante el Olympiacos mediante, ha supuesto un respiro para el conjunto blanco, tanto a nivel de resultados como de sensaciones. Las dudas internas y las quejas que siempre ven la luz en las derrotas habían protagonizado los últimos días mediáticos del equipo, pero el viaje al otro lado del Mediterráneo ha servido para poner todas las cartas sobre la mesa, para hablar y para retomar la «conexión» que pedía el club. «Xabi es fuerte. Es el momento de que los jugadores den un paso adelante o el foco se dirigirá a ellos», se animaba en Valdebebas tras el empate ante el Elche. Así fue, y los tres abrazos de Vinicius, uno de los líderes emocionales del vestuario, con Alonso durante el encuentro lo demuestran.

El primero fue en la celebración del cuarto gol de Mbappé, conseguido después de la segunda asistencia del brasileño. «¡Cuatro!», gritó Vini, haciendo el gesto del número con la mano. Al acercarse a la banda, Xabi dejó el área técnica para felicitar al brasileño. El segundo sucedió tras el cambio de Vinicius por Fran García, ya en el descuento del partido. Alonso, de nuevo, dejó el límite de su zona y se acercó al delantero, que entraba ya en el banquillo, para un nuevo abrazo. Minutos después, y ya con el triunfo en el bolsillo, el tolosarra volvió a caminar hacia su estrella, con la que más polémicas ha tenido este curso, para abrazarse.

«La relación entre Vini y yo es muy buena. Nos vamos conociendo mejor y le necesitamos. Hablamos antes de cada partido. Él sabe lo que pienso y yo sé lo que piensa él», había asegurado Xabi en la previa, más natural en su discurso sobre Vini.

"Han pasado cosas positivas en el vestuario"

Son detalles, pero son detalles que dicen mucho. Según reconoció Alonso en la rueda de prensa posterior al partido, durante las horas previas al duelo ante Olympiacos «han pasado cosas dentro del vestuario que son positivas». «Han sido unas horas previas muy productivas y nos han ayudado a seguir creciendo, a saber convivir con los momentos difíciles. Me quedo con eso, con los tres puntos y con la unión y la implicación que tienen los jugadores», respondió el técnico.

En esas horas previas en el hotel Marriot de Atenas, Alonso se acercó individualmente a varios futbolistas con los que quizás había perdido un poco el feeling en las últimas semanas. Como informó este periódico, algunas de las estrellas del equipo no estaban del todo de acuerdo con las ideas del técnico, algo que unido a los malos resultados les había distanciado. «Necesitan ganar. Las victorias lo arreglan todo», explicaban fuentes cercanas al vestuario madridista.

El empate en Elche dejó paso a un lunes importante a nivel mediático, con muchas noticias sobre el plano interno del vestuario, con dudas sobre la autoridad de Alonso y la actitud de algunos futbolistas. La llamada de Florentino al entrenador el martes, confirmada por el propio técnico, asentó la necesidad de unir fuerzas entre cuerpo técnico y vestuario, y de ganar en Atenas.

Los futbolistas entendieron los mensajes de las últimas horas, públicos y privados, y el 3-4 ante Olympiacos ha cambiado las sensaciones, al menos hasta el próximo partido. «Así es el Madrid», admiten en el club. «Hay que proteger a los jugadores y al entrenador. Debemos estar todos unidos», dijo Mbappé, líder sobre el campo, después de marcar su primer póker en Champions.

Mbappé “protege” a Xabi Alonso tras su póker en Atenas: “Debemos estar juntos”

Actualizado Jueves, 27 noviembre 2025 - 00:04

El segundo hat-trick más rápido en la historia de la Champions League revivió al Real Madrid en el infierno griego de Atenas. Lo hizo Kylian Mbappé, claro, en seis minutos y 42 segundos, 30 más lento que Mo Salah (6:13 en 2022 contra el Rangers). Los goles del delantero francés descruzaron los brazos de Xabi Alonso, inmóvil después del inicial de Chiquinho para el Olympiacos. "Me quedo con los tres puntos y con las cosas que han pasado dentro del vestuario, con la unión y la implicación de los jugadores", admitió el técnico tolosarra.

Durante 14 minutos, entre el ocho y el 22, el conjunto blanco perdió en Grecia, ampliando su crisis de resultados y sensaciones y situando a este proyecto al borde del precipicio. Ahí surgieron los futbolistas. Arda Güler, Fede Valverde y Vinicius trataron de animar a sus compañeros, aplaudiendo, pidiendo calma y reclamando más combinaciones.

En unos minutos, el estadio Georgios Karaiskakis fue testigo de la reacción madridista, digna de un equipo que, a pesar de las críticas de los últimos días y de las dudas y problemas que han ido surgiendo estos meses, no se dejó llevar. Vinicius, en una de sus mejores versiones, Güler y Camavinga asistieron a Mbappé y el proyecto de Alonso resistió.

"Debemos estar juntos"

"Yo veo bien al equipo, pero claro que hay cosas que mejorar. Cuando juegas en un club como el Madrid es normal que la gente hable. Los jugadores tenemos que proteger al entrenador. Debemos estar juntos", reflexionó Mbappé en el césped del estadio. A unos metros, Camavinga también defendió a su entrenador: "Estamos más unidos que nunca. Haremos todo por ganar y por ayudar al míster. El resto son cosas de la prensa".

El Marriot de Atenas acogió a la expedición del Madrid, sin Florentino Pérez pero con José Ángel Sánchez, director general, al mando. Era un viaje demasiado largo para el presidente, que ya no se suma a vuelos de larga distancia en fase de grupos, pero la llamada admitida por Xabi Alonso en la previa descubrió un punto de apoyo hacia el técnico.

Todavía en el hotel, las molestias de Jude Bellingham en el sóleo dejaban un ataque con menos colapso que otras veces. Alonso apostó por Tchouaméni, Camavinga, Valverde y Vinicius, suplentes todos contra el Elche, y aunque el inicio fue un tanto dramático, los futbolistas más vigilados dieron un paso adelante, algo que también pedía el club durante esta semana. "Es su momento", se repetía desde el Marriot.

Camavinga, ante Podence, en el Georgios Karaiskakis.

Camavinga, ante Podence, en el Georgios Karaiskakis.EFE

Así fue. Xabi recuperó a Ferland Mendy, que disputó su primer partido desde el pasado 26 de abril, cuando se lesionó en los primeros 10 minutos de la final de Copa contra el Barça.

La segunda parte dejó el susto del 2-3, pero el duelo se sentenció con el cuarto de Mbappé, su primer póker en la Champions y el sexto en la historia del Madrid. El francés va a la sombra de otras leyendas del conjunto blanco, como Alfredo Di Stéfano o Ferenc Puskas, que lo consiguieron dos veces, o como Cristiano, que lo logró en una ocasión. "Para los rivales es una pesadilla defender a Vini", elogió sobre su compañero, diferencial.

El brasileño asistió al galo en el cuarto de la noche y fue felicitado por Alonso en la celebración del tanto, en su sustitución y al final del encuentro. Tres abrazos de paz después de las polémicas de las últimas semanas y de su suplencia, la cuarta del curso, en Alicante.

El Real Mbappé salvó a Xabi Alonso

El Real Mbappé salvó a Xabi Alonso

Actualizado Miércoles, 26 noviembre 2025 - 23:48

¿Qué sería del Madrid sin Mbappé? Pues. Un guiñapo, un muñeco, un equipo, sin equipo. Es una barbaridad que al Madrid le puedan meter tres goles, un equipo que en España sólo sería un Segunda División.

Alonso tiene la defensa que que no tiene defensa. No están los titulares. Ni el portero. Aun así, un Real Madrid debe tener un esquema, un sistema para salvar las circunstancias. Pero no tiene nada, sólo pompas de jabón. Aunque no tenga los titulares.

No es justo que ni los cuatro goles de Mbappé de ese fenómeno llamado Mbappé, no sean suficientes para golear a un Olympiacos, que roza el rídículo en Europa. Y que el Madrid acabara pidiendo la hora en los angustiosos minutos finales.

No entiendo a un desesperado y desquiciado Alonso ante un equipo tan simple. Jamás entiendo sus cambios y como destroza a su equipo en las segundas parte. No se acuerda que es el entrenador del Real Madrid.

Lanza al inútil Ceballos, que es un desastre y sólo es un incordio. Para mí es como un agente doble, con órdenes de otro equipo para destrozar al Madrid. Y sólo quería Alonso calmar el partido ante un rival de broma. De locos.

Y en pleno desaste de Xabi Alonso quita a Asencio y mete a Tchouaméni en la defensa, con lo que destroza el centro del campo y lo suple nada menos que por Brahim. Ese cambio es sólo una barbaridad de un entrenador al borde del abismo.

Un equipo como el Madrid no puede pedir la hora ante un mediocre adversario. Es como si imaginativamente, Alonso quisiera anular los cuatro goles de Mbappé, que no es sólo es el héroe. Es un mago como Houdini.

El genio hizo un triplete en siete minutos. Una goleada de locos. Algo de un dios que juega con él.Y mete un cuarto que es como si hiciera besar al cielo. Una locura. Como decir Olympiacos 3 - Mbappé 4. No ha existido otra historia.

Creo que Xabi está con la marca de la sospecha en todo lo que hace. Le apoya la Casa Blanca sólo diplomáticamente, cuando todos sabemos que al todopoderoso no le gusta. Y lo ha sentenciado.

Se salva por Mbappé, pero eso no puede ser cada partido. Cuando desaparezca Houdini, Alonso va a la calle. Tiene demasiados problemas en la mente, demasiadas balas fallidas. No sabe qué hacer con el Madrid y es como si no supiera todavía qué banquillo ocupa.

Y me dirán que sigue ganando, que está entre los ocho primeros de la Champions. Pero no es el Real Madrid. Es auténticamente el Real Mbappé

El Madrid encuentra su catarsis ante Olympiacos gracias a Vinicius y Mbappé

El Madrid encuentra su catarsis ante Olympiacos gracias a Vinicius y Mbappé

En tierra de catarsis buscó el Madrid el verdadero significado de esta palabra griega: purificación. La encontró a medias, porque la victoria frente al corajudo Olympiacos de Mendilibar cambia la tendencia, pero no cambian las sensaciones, con dos caras distintas, la de la sociedad de la catarsis, Mbappé y Vinicius, y la de la calamidad en defensa, pese a las bajas, con preocupantes desconexiones del equipo que pusieron en riesgo el triunfo. [Narración y estadísticas (3-4)]

Xabi Alonso tiene el mejor y el peor trabajo del mundo. Ya lo sabía, dice, pero ahora lo sabe de otro modo. La condena no la intuyen del mismo modo el reo y su abogado. Líder de la Liga y en el Top 8 de la Champions, reforzada su posición por este triunfo, el técnico no la temía, no por ahora, pero necesitaba cambiar la tendencia en Atenas, después de tres partidos sin ganar, too much en el Madrid.

Esta media catarsis tapa una fuga de agua pero no detiene la lluvia. Deja certezas y dudas que el entrenador no puede obviar. Que el gol es cosa de Mbappé lo tiene claro. Que la determinación es cosa de Vinicius es conveniente que lo asuma, porque habrá más catarsis, y no precisamente a la griega, sino más difíciles. Las dudas nacen de la pérdida de control, con dos remontes de Olympiacos y dos remates en una isla desierta que exigen trabajo, más allá de las ausencias, y ese sí es trabajo de entrenador.

La boya del centro del campo

La determinación de Vinicius fue colosal desde el salto al campo, aunque un salto inicial en el que no tuvo el acompañamiento de los suyos, erráticos, incómodos por la presión alta del rival. Es una seña de identidad de Mendilibar, de pierna dura y duelos a fuego. Le dio resultado en el arranque y en el desenlace, aunque en el ecuador dejó un páramo atrás cuando sus jugadores erraban y no llegaban a tiempo en el repliegue, lo que en ocasiones obligaba a Tzolakis, su portero, a adelantarse al centro del campo. En ese contexto, Vini era como un guepardo en el Serengueti.

Xabi Alonso recuperó a una pieza clave para lo que desea en el Madrid. Se trata de Tchouaméni, la boya de su centro del campo. Las bajas en defensa, a las que unió la de Courtois, podían llevar al Madrid al centro de la defensa, como había ocurrido en el pasado con Ancelotti, pero el técnico tolosarra prefirió mantener a su mediocentro y mover a Carreras hacia el centro y colocar a Mendy como titular. Las maniobras implicaban riesgos, acrecentados por las debilidades defensivas de Trent en la derecha. De momento, sabemos de su buen pie como asistente. Hace falta más para hacerse con la banda derecha del Bernabéu. Mucho más.

En las dudas iniciales que generaban las mutaciones y los antecedentes, supo pescar Olympiacos, simple pero eficaz. Primero con lanzamientos largos de su portero para buscar la presión arriba y tener opciones sin necesidad de elaborar, dado que su calidad es muy inferior a la del Madrid. Al final, con centros que no encontraron oposición en una defensa de blandiblue.

Vinicius pugna por un balón con Retsos.

Vinicius pugna por un balón con Retsos.AFP

El gol local nació de esa presión, pero, en cambio, maduró en una acción combinativa de gran precisión, coronada con el disparo de Chinquinho, seco, sin dar tiempo a los reflejos de Lunin. Ese tanto en un día difícil no destempló al ucraniano, firme frente a otro disparo del mismo jugador en un momento crítico.

A la belleza de la jugada le había acompañado la candidez de los defensores del Madrid, poco intensos, contemplativos. Ese Madrid era el Madrid de los últimos partidos y de los peores presagios. Vinicius, sin embargo, había decidido ser el Vinicius que se espera, no el que se reprocha. Ya lo hizo en el disparate de Elche cuando saltó al terreno de juego desde el banco, pero sin tiempo ni compañía. En Atenas las tenía.

'Hat-trick' exprés

El brasileño corrió, se desmarcó y pasó, todos menos marcar en un día en el que lo marcó todo Mbappé. No le pesó, al contrario. Para empezar, aprovechó una recuperación, con todo Olympiacos volcado, para lanzar en el espacio a Mbappé, como gusta al francés. Al primer disparo, gol. Hasta cuatro veces, tantas como goles marcó el Madrid, respondió con la misma frialdad y eficacia. No hay otro goleador igual en el mano a mano. En siete minutos había marcado tres goles, un hat-trick exprés, el más rápido de su carrera. En el segundo tiempo añadió el cuarto tanto, asistido también por Vini.

La catarsis parecía completa, y eso creyó también Xabi Alonso, que llevó a Tchouaméni a la defensa, retiró a Asencio e introdujo a Bellingham, suplente por unas presuntas molestias. El equipo, que ya había vuelto a las dudas para permitir a Taremi apretar una vez el marcador, se cayó del todo. El Kaabi volvió a marcar de cabeza para hacer peligrar el esfuerzo de la sociedad de la catarsis.

Una minipretemporada en Valdebebas para resetear la “confianza” de Alexander-Arnold: “Liverpool era su vida”

Actualizado Martes, 25 noviembre 2025 - 23:20

Trent Alexander-Arnold pasó en Liverpool los primeros 27 años de su vida. Nació en el barrio de West Derby, a tres kilómetros de Anfield, y entró en las categorías inferiores del conjunto red a los ocho años. Casi dos décadas después y tras ganar la Champions y la Premier con el equipo de su ciudad, cambió Inglaterra por España y Liverpool por Madrid. Nuevo club y nuevo idioma. Un desafío personal al que se sumó la pérdida de Diogo Jota, uno de sus mejores amigos, y un inicio irregular en el Bernabéu, lastrado por las lesiones y por sus tres ausencias con la selección inglesa camino del Mundial. Por eso ahora, terminando noviembre, tras una pretemporada en Valdebebas y con Dani Carvajal lesionado, Trent observa en el horizonte sus semanas más importantes en el Madrid.

El reseteo del lateral derecho británico comenzó ante el Elche, donde fue titular por primera vez desde el 30 de agosto y por tercera ocasión en este curso, todas en la Liga (Osasuna, Mallorca y ahora). La rotación con Carvajal, primero, y una lesión en los isquiotibiales después le han obligado a pasar demasiado tiempo en la grada y en el banquillo. Pasó siete encuentros en la enfermería y cuando regresó tardó otros dos en tener minutos, volviendo a pisar césped en un estadio doloroso.

Los 10 minutos que disputó en Anfield ante el Liverpool los sufrió, habiendo homenajeado a Jota en la previa, siendo abucheado en cada acción y perdiendo el partido. Unos días después, disputó ocho minutos ante el Rayo en Vallecas. Xabi Alonso, que apostó por Fede Valverde en la posición, no le veía para más. Al menos en ese momento.

"Trent necesita un poquito más de tiempo después de la lesión. Seguro que en el parón va a poder prepararse bien para lo que viene", avisó el técnico. Y así ha sido. Igual que Jude Bellingham en septiembre, ha aprovechado el parón por las selecciones para realizar una minipretemporada en Valdebebas, tanto a nivel físico como mental, para recuperar el ritmo y la titularidad en el Madrid, algo que no consigue desde el Mundial de clubes.

Dos asistencias en el Mundial

En su momento, Alonso insistió para que el lateral llegara al club para el torneo americano. Su contrato con el Liverpool terminaba el 30 de junio, pero el Madrid apretó y pagó (cinco millones de euros) para que Trent participara con el equipo en el evento, donde fue indiscutible. Se notó su poca adaptación al sistema de juego y a sus compañeros, pero fue titular en los cinco encuentros previos a la semifinal contra el PSG, donde no pudo jugar por una lesión muscular. En el Mundial fue de menos a más y terminó con dos asistencias, confirmando que mantenía una de sus grandes virtudes: el pase.

Eso quiere recuperar ahora Alonso, necesitado de gente con visión en una plantilla que sufre para crear juego. La mejor versión de Trent, generando jugadas desde la zona derecha y situándose como interior al lado de Arda Güler y Aurelien Tchouaméni, parece clave para eso. El inglés todavía no se ha estrenado como goleador o asistente este curso y fue el más insistente del Madrid ante Elche, enviando centro al área y diagonales sin parar. "Es una cuestión de confianza, de autoconfianza", analizan fuentes cercanas al vestuario madridista, donde esperan su mejor versión y que sea capaz de adaptarse lo más pronto posible al día a día de un club como el Madrid.

"Ya era muy tímido en Liverpool"

El futbolista, a sus 27 años, realiza varios días por semana clases de español para mejorar la comunicación con el vestuario, el cuerpo técnico y los miembros del club, aunque su timidez fuera del campo es evidente. "Ya era muy tímido en Liverpool, pero se transformaba cuando entraba al campo. Ahí estaba muy seguro de sí mismo", explica a este periódico Aadam Patel, periodista del Daily Mail. "El Liverpool era su vida, vivió muchos años cerca de la ciudad deportiva y fue un referente para los jóvenes. La adaptación es dura, pero lo conseguirá".

La ayuda de Bellingham en el día a día es clave. Ambos se conocen de la selección y el ex del Dortmund fue una de las piezas importantes para convencer al lateral de fichar por el Madrid.

Xabi Alonso: “He hablado esta mañana con Florentino, no es necesario un mensaje de apoyo”

Actualizado Martes, 25 noviembre 2025 - 19:01

48 horas después del empate en Elche, Xabi Alonso cambió la sala de prensa del Martínez Valero por las paredes del estadio Georgios Karaiskakis, en El Pireo, Atenas, cuna de la democracia y obligado punto de inflexión para un Real Madrid necesitado de alegrías. Frente a decenas de periodistas, el técnico de Tolosa admitió la pequeña crisis de su equipo, pero se mostró fuerte, con ganas y sin necesidad de ningún empujón institucional. "No es necesario ningún mensaje de apoyo, he hablado por la mañana con el presidente y hablo a menudo con José Ángel", reconoció.

Las últimas noticias del entorno del conjunto blanco apuntaban a un vestuario un tanto dividido con el entrenador, con futbolistas que se encuentran cómodos y otros que no terminan de encontrar su sitio en el estilo de juego del vasco, pero Alonso descartó cualquier cama hacia el entrenador. "Hay que tener mucho respeto por los jugadores. No voy a hablar de eso. Tienes que convivir con el ruido externo y lo intentamos hablar y manejar. Pero no nos tiene que hacer perder el foco de lo que es importante. Podemos controlar cómo entrenamos, cómo nos relacionamos, cómo superar estos resultados, que sabemos las consecuencias que tienen, pero que no nos saquen del camino que queremos", reflexionó.

Puntualizando en las circunstancias de la plantilla y en los problemas que están sufriendo internamente, Alonso declaró que "estamos evolucionando personal y futbolísticamente". "A veces hay una línea recta y una curva, y hay que saber tomar bien las curvas. Los resultados no son lo que esperábamos y somos autocríticos, tanto el cuerpo técnico como los jugadores, pero mañana tenemos otra oportunidad", explicó.

"Un orgullo y un privilegio"

Alonso reconoció que la gestión de los egos "es tan importante como la idea futbolística y el trabajo táctico y físico". "Es un proceso que tiene diferentes curvas y hay que saber tomarlas. En el Madrid es fundamental. Es un trabajo exigente, con momentos buenos y momentos en los que necesitas esa concentración y mostrar una reacción, y ahora estamos en uno de ellos. Lo estoy disfrutando con todo el pack, es un orgullo y un privilegio", añadió.

En ese punto de la rueda de prensa, una de las más complicadas de los seis meses que lleva en el cargo, Xabi recordó a Carlo Ancelotti y José Mourinho. "Es un trabajo exigente, está claro, pero seguro que no soy el primer entrenador que tiene que convivir con esto. Pienso mucho en cómo lo llevarían Carlo o Mou. No son situaciones nuevas y hay que saber convivir con ellas. No estamos contentos con los últimos partidos, pero también vemos cómo estamos en Liga y en Champions y a dónde queremos ir", argumentó, y volvió a incidir en la importancia de los jugadores. "En todos los equipos los más importantes son ellos. Nosotros tenemos un papel importante en prepararles, pero lo decisivo es la calidad de los jugadores. Les acompañamos y tenemos que estar al lado de ellos. Estar conectados con ellos".

Sobre el vestuario, no quiso responder a si se siente respaldado por los futbolistas, pero incidió en que "sabemos el momento que es y también la situación que tenemos en Liga y Champions". "Me preocupa lo que pasa en Valdebebas y en el campo, lo otro no". "Todo proceso no sucede inmediato, si miramos los partidos hay cosas que no me han gustado, pero mas atrás hay cosas buenas, así que vamos a intentar tirar de ese hilo de intensidad y de idea colectiva. No hemos sido constantes con balón y sin balón y por eso hemos tenido malos partidos", comentó.

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Hace año y medio, Carlo Ancelotti clamaba a los cuatro vientos que su vestuario en el Real Madrid, campeón de Europa en Wembley en 2024, era «el más sano» que había visto nunca. Todo encajaba sobre el césped, pero lo más importante era lo que sucedía fuera de él: las relaciones entre los jugadores y el cuerpo técnico fluían a la perfección. Se entendían en el triunfo y en la derrota y el entrenador tenía mando en plaza para gestionar a los futbolistas y a las personas. Era «un padre», y así lo recuerdan.

Unos meses después y según ha podido saber este periódico, parte de aquel vestuario «sano y sin egos» vive revuelto y tensionado bajo el gobierno de Xabi Alonso. El vasco había heredado una plantilla enrabietada por las importantes derrotas de la última temporada con Ancelotti y por circunstancias extradeportivas como el Balón de Oro, pero también descolocada en lo futbolístico tras la salida de Toni Kroos y el fichaje de Kylian Mbappé, guinda del último proyecto galáctico de Florentino Pérez y pieza que ha movilizado roles y egos. Y el tolosarra no ha podido, de momento, gestionar filias y fobias, todavía con más nubarrones tras los dos empates ante Rayo y Elche y la derrota en Anfield ante el Liverpool.

De la ilusión a las dudas

Esa herencia de emociones en el vestuario ha chocado de frente con la idea de Xabi Alonso, un entrenador joven, intervencionista y exitoso con su proyecto más personal: el Bayer Leverkusen, al que hizo campeón de Alemania y subcampeón dela Europa League. Un técnico que convenció a las altas esferas del Bernabéu por sus triunfos, por su fútbol moderno, por su pasado en Chamartín y por la promesa de una gestión férrea, nacida de su unión deportiva y emocional a José Mourinho. Todo gustaba y la ilusión era total.

Pero en estos primeros seis meses, parte de la galaxia y Xabi no encajan. Después de los brotes verdes del Mundial de clubes, los resultados, las sensaciones y la forma de gestionar la plantilla han fracturado algunas relaciones que son claves para el día a día del equipo. Hay futbolistas que no comparten sus métodos de entrenamiento, lo encima que está en las sesiones o las horas extra de vídeo y charlas, y estrellas que, según el cuerpo técnico, no han estado a la altura de lo que les pide su técnico.

Vinicius, suplente en cuatro ocasiones en este curso, no ha ocultado sus enfados en público ni en privado. Si la relación entre el brasileño y Ancelotti era de padre e hijo, con Alonso es «profesional», dicen fuentes cercanas al vestuario. La conexión entre el delantero y el vasco ha sido el foco de la polémica, y siendo Vinicius un jugador tan popular dentro de la plantilla, el debate sobre su gestión ha recorrido todas las taquillas de Valdebebas.

Entre la autocrítica y la desconexión

En el vestuario hay dos corrientes. Una autocrítica, que considera que este año y medio desde la final de Wembley ha sido un desastre en gran parte por méritos propios, sin importar quien esté en el banquillo, y que cree que ha faltado y falta actitud. Pero claro, la actitud se consigue con la motivación, y la motivación llega, en gran medida, por la conexión que se tenga con el técnico y por lo que fluya el balón o no. Y ahí, la otra corriente duda de la idea de Alonso para esta plantilla.

Valverde, que brilló como extremo derecho en la Champions de 2022, o Bellingham, tercero en el Balón de Oro de 2024 liberado como falso nueve, no terminan de encontrar su sitio. Son todocampistas y no consiguen destacar en un fútbol más posicional que el de Ancelotti. Una situación similar con Camavinga o el propio Vinicius. Tres de esos cuatro fueron suplentes ante el Elche. Mientras, otros como Tchouaméni, Güler o Mbappé sí han rendido y sí se sienten cómodos, lo que les ha llevado a asentar su relación con el técnico.

En el club, por su parte, observan preocupados su gestión y no faltan algunas críticas, aunque en voz baja y pidiendo algo más a sus futbolistas. No gustó la polémica con Vinicius ni se entiende la desconexión de otras estrellas, pero los resultados ponen al Madrid líder en Liga y en el Top-8 europeo. «Es el momento de los jugadores», dicen. El día del City (12 de diciembre) aparece como último examen de la primera evaluación.