El regreso feliz de Rafa Nadal en Barcelona: "¡Cómo estoy sacando!

El regreso feliz de Rafa Nadal en Barcelona: “¡Cómo estoy sacando!

En la pista, prudencia. En el banquillo, prudencia. En las gradas, en los despachos, en las taquillas, prudencia. Incluso en las calles, prudencia. Años atrás la zona alta de Barcelona recibía el abril con carteles de Rafa Nadal en las marquesinas, las vallas y las farolas. Llegaba el torneo Conde de Godó y Nadal no sólo era el favorito, era el dueño. Hasta 12 veces levantó el trofeo, sólo en Roland Garros celebró más éxitos. Pero este año, prudencia, prudencia, prudencia.

Por Pedralbes y Sarrià, allí donde la ciudad luce bonitos jardines, anchas avenidas y pisos enormes, esta vez la imagen Nadal está acompañada por fotos de Stefanos Tsitsipas, Casper Ruud, Andrey Rublev y, por supuesto, por Carlos Alcaraz pese a su baja de última hora. Para toparse con el hoy número 646 del ranking ATP hay que darse un buen paseo por Via Augusta arriba y abajo. Si el próximo domingo Nadal vuelve a proclamarse campeón en Barcelona quizá sea extraño su escasa presencia por la ciudad, pero el pasado miércoles, en su primer entrenamiento, pocos hubieran apostado que jugaría siquiera.

Aquel día Nadal dejó sensaciones contrapuestas en la pista que lleva su nombre. Entre obreros taladrando y martillando, montando los palcos VIP para el torneo, Nadal apareció más delgado que nunca, exhibió su derecha de siempre ante el sparring David Jordà -298 del mundo- y disfrutó del tenis, pero reclamó intimidad al público y a la prensa cuando le tocaba practicar su saque. Como mucho dejó que se vieran unos ejercicios de volea.

Enric FontcubertaEFE

Si el entorno de Nadal siempre fue hermético, estos días lo fue más. No hubo pistas sobre su estado más allá de las molestias abdominales reconocidas o de las palabras de su tío y ex entrenador, Toni Nadal, en un acto en Segovia: «Tiene molestias a la hora de sacar, con lo demás ningún problema». De hecho, de aquella primera sesión en Barcelona, Nadal salió lanzando un mensaje de cautela en Instagram que todavía planteaba más dudas sobre su participación en el Godó. «Importante decir que no quiero confirmar que jugaré, ojalá que sí», escribió el ganador de 22 Grand Slam en la red social.

La mejoría de Nadal

Pero en los días posteriores la percepción general cambió. El jueves se ejercitó con todo un Top 20 del ranking ATP, el argentino Sebastián Báez, y ya dejó ver su saque. El viernes siguió trabajando junto a Alejandro Davidovich y anteayer, el sábado, venció por 6-1 a Andrey Rublev, seis del mundo, en un set de práctica. El resultado fue anecdótico porque el ruso está hundido en una crisis anímica considerable desde su descalificación del ATP 500 de Dubai y apenas se esforzó. Pero el servicio de Nadal desató la euforia. Incluso hubo un ace que levantó una ovación entre el público presente en las pistas de entrenamiento del Real Club de Tenis de Barcelona, la mayoría adolescentes.

El periodista de RTVE Ignasi Rosell, con una posición cercana al banquillo, desvelaba que el propio tenista había reconocido su entusiasmo a sus entrenadores, Carlos Moyà, Marc López y Gustavo Marcaccio. «¡Cómo estoy sacando!», le habría dicho en consonancia con lo que se veía sobre la pista. Luego se marchó a comer con su mujer Mery y su hijo, Rafael, presentes en Barcelona y por la tarde fue la mano inocente del sorteo.

Rivales jóvenes, rivales complicados

Ofreció suerte para el resto, no para él. Más allá de pensar en quien se encontraría en las semifinales o en la final, sus rivales en las primeras rondas son jóvenes con motivación y dotes en la tierra batida. El primero, el italiano Flavio Cobolli, con quien se encontrará este martes (no antes de las 16.00 horas, Teledeporte), fue campeón de dobles en el Roland Garros junior de 2020 y el año pasado se metió en el cuadro final del Grand Slam parisino para enfrentarse a Carlos Alcaraz. El segundo, el hispano-uruguayo-australiano Alex de Miñaur, está a las puertas del Top 10 de la ATP y viene de ganar su segundo ATP 500 en Acapulco.

Y el tercero, posiblemente Arthur Fils, la mayor promesa del tenis francés, de sólo 19 años, está creciendo sobre arcilla de la mano de Sergi Bruguera, su entrenador desde el invierno. Los tres pueden ser adversarios ideales para adquirir ritmo de competición. Los tres pueden ser adversarios peligrosos por su talento y motivación.

En todo caso, como Nadal ha subrayado en todos los actos en los que ha participado, irá partido a partido. Si regresan los dolores en el abdomen no forzará para evitar un parón más largo. Su objetivo era, es y será competir en Roland Garros a partir del 20 de mayo, es decir, en poco más de un mes, y entre medias no hay nada fijo. Como en cualquier momento el español podría retirarse del Godó, en cualquier momento podría darse de baja del Mutua Madrid Open y del Masters 1000 de Roma.

Con Alcaraz entre interrogantes y el tenis español en crisis -en el Godó sólo juegan ocho locales y cuatro, Martín Landaluce, Dani Rincón, Roberto Bautista y Albert Ramos, han sido invitados por la organización-, en la Caja Mágica confían en que Nadal se mantenga sano esta semana para verle jugar la siguiente. Pero no hay nada seguro. Prudencia, prudencia, prudencia.

Nadal regresa en la pista que lleva su nombre

Nadal regresa en la pista que lleva su nombre

No hace tanto, sólo un par de años, la tierra aún giraba alrededor de Rafael Nadal. El mejor especialista que ha conocido este deporte pasaba con discreción por los torneos previos a Roland Garros, ausente en Montecarlo, ausente en Barcelona, cuartos de final en Madrid, neutralizado por la explosión de Carlos Alcaraz, y tercera ronda en Roma Escaso bagaje tras ciclos de dominio estremecedor, para llegar a París con el desenlace acostumbrado: decimocuarta corona en el templo de la arcilla, vigesimosegundo título del Grand Slam, último hasta la fecha.

Tras ausentarse del circuito durante un año debido a una lesión en el psoas ilíaco de la pierna izquierda, desde la derrota ante Mackenzie McDonald en segunda ronda del Abierto de Australia, el 18 de enero de 2023 hasta el triunfo contra Dominic Thiem en su regreso en el ATP 250 de Brisbane, el pasado 2 de enero, y verse obligado de nuevo a aparcar la competición por una microrotura muscular sufrida en cuartos de final de ese mismo torneo ante Jordan Thompson, el ex número 1 del mundo volverá el martes en el Open Banc Sabadell.

Nadal reaparecerá en la pista que lleva su nombre, en el Real Club de Tenis Barcelona, su club de toda la vida, en un torneo que ha ganado en 12 ocasiones, que solía ser botín asegurado en sus espectaculares periplos sobre el polvo de ladrillo. Lo hará ante el italiano Flavio Cobolli, 63º, 21 años, cuya mejor carta de presentación esta temporada son los cuartos de final de Delray Beach y de Montpellier.

Objetivo París

Vuelve Nadal, que el 3 de junio cumplirá los 38, dispuesto a afinar en la que, salvo felices imprevistos, será su última temporada en el circuito. Lo hace desde el puesto 646, dispuesto a afilar la raqueta para enfrentar esta temporada un doble desafío en tierra de sobra conocida: Roland Garros, desde el 20 de mayo al 9 de junio, y los Juegos Olímpicos de París, que se disputarán en el mismo escenario del 26 de julio al 11 de agosto.

El Conde de Godó adquiere, así, un peso aún mayor del habitual, el que le distingue como uno de los torneos con mayor tradición. No sólo reaparece Nadal sino que también lo hace Carlos Alcaraz, defensor de la copa y ganador de las últimas ediciones, que se bajó de Montecarlo debido a una lesión en el antebrazo derecho. Es la primera que ambos, que se midieron el 3 de marzo en una exhibición en Las Vegas, coinciden en el cuadro de un torneo desde el Masters 100 de Paris-Bercy de 2022. Entonces, Nadal cayó de entrada contra Tommy Paul y Alcaraz se despidió en cuartos, lesionado cuando perdía frenta a Holger Rune. En Barcelona no se cruzarían hasta unas hipotéticas semifinales.

Siempre a la espera de su evolución tras jugar tan sólo tres partidos oficiales en los últimos quince meses, Nadal también está inscrito en el Mutua Madrid Open, que se jugará en la Caja Mágica del 22 de abril al 5 de mayo, y en el torneo de Roma, del 8 al 19 de mayo. De momento, lo que si está garantizado es que el campeón del torneo en 2021 regresa a Barcelona tres años después, en esta ocasión con la prioridad de poner a prueba sus reservas tras el largo tiempo en el arcén.

Rafa Nadal se medirá a Cobolli en su regreso a las pistas en Barcelona: "Estoy contento de estar aquí"

Rafa Nadal se medirá a Cobolli en su regreso a las pistas en Barcelona: “Estoy contento de estar aquí”

Actualizado Sábado, 13 abril 2024 - 15:10

Rafael Nadal se enfrentará al italiano Flavio Cobolli en la primera ronda del Trofeo Conde de Godó, en su regreso a las pistas desde enero.

El español de 37 años, 12 veces vencedor en Barcelona, sufrió una lesión abdominal en Brisbane, y desde entonces ha tenido que renunciar sucesivamente a varios torneos.

El sorteo ha impedido que el torneo pueda tener la final soñada, entre el mallorquín y Carlos Alcaraz, ganador de las dos últimas ediciones, ya que ambos se enfrentarían en semifinales.

"Estoy contento de estar aquí. Barcelona me ha dado muchas alegrías, he pasado muchas épocas de mi vida y este es mi club. Pasar días aquí, ver a la gente y poder entrenar con los jugadores es una alegría", declaró Nadal tras el sorteo.

El balear, que lleva desde el miércoles preparando su regreso a las pistas en el RCT Barcelona, se enfrentaría en segunda ronda al cuarto cabeza de serie, el australiano Alex de Miñaur.

Alcaraz, que llegará este domingo a la capital catalana y probará cómo se encuentra de la lesión en el brazo derecho que le obligó a renunciar a Montecarlo, debutará el miércoles ante el francés Luca Van Assche o el chino Zhizhen Zhang. En octavos podría enfrentarse al croata Borna Coric y en cuartos al griego Stefanos Tsitsipas.

La parte baja del cuadro parece, a priori, menos complicada, con dos 'top-ten' como el ruso Andrey Rublev (6) y el noruego Casper Ruud(10) como principales favoritos para ser finalistas.

El Athletic tratará de gestionar la ansiedad para ganar ante el resiliente Mallorca su primera Copa en 40 años

Actualizado Viernes, 5 abril 2024 - 21:01

Cuarenta años y seis finales después, el Athletic busca de nuevo la Copa del Rey, un torneo al que ha intentado poner cerco en las últimas temporadas sin lograr el éxito que se le niega desde el 5 de mayo de 1984, cuando el equipo de Zubizarreta, Goikoetxea,Dani y compañía, dirigido por Javier Clemente, figura medular en los primeros ochenta, se impuso al Barcelona de Maradona y Schuster para lograr la vigesimotercera.

Tampoco en esta ocasión lo tendrá fácil. Detrás del decimoquinto clasificado de la Liga, sólo seis puntos por encima de los puestos de descenso, se esconde un Mallorca de lija, capaz de dejar atrás al Girona, la gran sensación del curso, y a la Real Sociedad, ganador del torneo en la edición de 2020. Con todo, en esta ocasión el conjunto que entrena Ernesto Valverde parece tener el título más a tiro que en las recientes balas perdidas. De las seis finales que se le escaparon, cuatro las disputó frente al Barcelona, una ante la Real y otra, ya muy lejana, en 1985, contra el Atlético de Madrid.

En su segunda temporada en esta tercera etapa al frente del equipo vizcaíno, Valverde dirige un grupo en continuo crecimiento, en el que, como ha comentado en más de una ocasión, muchos jugadores han dado un paso adelante. Como sucediera en 2022, cuando dejó en el camino al Real Madrid y al Barcelona antes de varar en semifinales con el Valencia, el Athletic se deshizo de nuevo de los azulgrana para liquidar después, ya a doble partido, al Atlético de Madrid, con quien litiga por una plaza en la próxima edición de la Liga de Campeones.

Avalancha de aficionados

El Athletic rock and roll prometido por Jon Uriarte cuando tomó la presidencia ha tardado una temporada en llegar, tras un curso de discreta transición, pero aquí está, acompañado por cerca de 70.000 seguidores, 30.000 de los cuales habrán de conformarse con seguir el encuentro desde la fan zone habilitada fuera de La Cartuja. En Sevilla sólo se ven banderas rojiblancas y seguidores bilbaínos ataviados con toda la parafernalia propia de estas ocasiones. Resulta difícil dar con algún hincha mallorquín, cuya representación se estima más de tres veces inferior.

Javier Aguirre se siente cómodo en el papel que le corresponde a su equipo, sin renunciar al que podría ser el mayor triunfo de su dilatada carrera en los banquillos. «Del Athletic me preocupa su velocidad; al espacio son letales. Te equivocas en una salida de balón y te matan. Son muy dinámicos y cualquiera te la puede liar. Es el equipo de primera división que más balones roba y que más daño hace cuando lo consigue», comenta. «No basta con la ilusión. Hay que hacer un partido casi perfecto».

Con la única probable baja de Yeray, lesionado en el último encuentro de Liga, en el Bernabéu, el Athletic tratará de marcar pronto para obligar a su adversario a ser más propositivo de lo que acostumbra. La victoria del Athletic por 4-0 en el último partido de Liga entre ambos equipos resulta excepcional en una secuencia reciente que arroja tres empates, dos de ellos a cero. Con el vértigo de los Williams y la inteligencia de Guruzeta, que suma 15 goles esta temporada, el Ahtletic, que destaca por el equilibrio en todas sus líneas, tratará de buscarle la vuelta al Mallorca. Ahora bien, deberá gestionar la ansiedad, el ferviente deseo de volver a surcar la gabarra después de cuatro décadas

En el plano institucional, será una final marcada por las turbulencias en la Federación Española de Fútbol. Tras la dimisión de Pedro Rocha y la convocatoria de elecciones para el 6 de mayo será Rafael del Amo, presidente de la junta gestora, quien se siente en el palco. Ahí estará Rafael Nadal, dos días después de anunciar que tampoco estará listo para reaparecer en el Masters 1000 de Montecarlo.

Rafa Nadal no estará en el Masters de Montecarlo: "Mi cuerpo no me deja"

Rafa Nadal no estará en el Masters de Montecarlo: “Mi cuerpo no me deja”

Actualizado Jueves, 4 abril 2024 - 18:38

Rafa Nadal todavía no está listo. El mundo del tenis comienza su gira de tierra este domingo en Montecarlo, en el primer Masters 1000 de la temporada de arcilla, y el balear se ha apresurado a descartarse para el evento antes de que la afición se siga haciendo más ilusiones. El tenista español, de baja desde el pasado mes de enero, ha anunciado hoy que no está listo para jugar en Mónaco. "Simplemente mi cuerpo no me deja", ha explicado en redes sociales.

"Hola a todos! Están siendo tiempos difíciles para mí deportivamente hablando. Desgraciadamente os comunico que no voy a jugar en Montecarlo. Simplemente mi cuerpo no me deja", expresó, añadiendo que "aunque sigo trabajando y esforzándome al máximo cada día con la ilusión de poder competir en torneos que han sido muy importantes para mí, la realidad es que a día de hoy no puedo". "No os imagináis lo difícil que es para mí no tener la oportunidad de poder jugar estos eventos una vez más", ha admitido.

Observando al futuro, el de Manacor ha reconocido que "no me queda más que aceptar la situación e intentar mirar hacia el futuro inmediato manteniendo la ilusión y las ganas para intentar darme la oportunidad de que las cosas mejoren.

Nadal, que ya estuvo de baja durante muchos meses el año pasado por una operación en la cadera y en el psoas ilíaco, regresó a las pistas a finales de diciembre, cuando apareció en Brisbane. Primero en dobles, junto a su entrenador Marc López, y luego en el cuadro individual, donde alcanzó los cuartos de final y perdió ante Jordan Thompson. Fue ahí, en ese encuentro de más de tres horas, cuando sufrió un microdesgarro muscular.

No disputó el Open de Australia y tampoco el Masters de Miami ni de Indian Wells, hasta donde viajó aprovechando su exhibición contra Carlos Alcaraz en Las Vegas. "No me encuentro listo para jugar al más alto nivel", dijo desde California.

Alcaraz se luce ante Carballés en un cómodo debut en Miami

Alcaraz se luce ante Carballés en un cómodo debut en Miami

Son ya 11 las victorias consecutivas de Alcaraz ante jugadores españoles. El número dos del mundo no pierde contra ninguno de sus compatriotas desde las semifinales de Indian Wells de 2022, cuando Rafael Nadal hubo de comprometer su físico para desembarazarse de él en un durísimo partido a tres sets. Han transcurrido tan sólo dos años, un tiempo que el murciano ha rentabilizado hasta convertirse en el jugador que hoy es, un doble campeón del Grand Slam que busca en Miami su sexto Masters 1000 y, de paso, ingresar como el primer tenista español capaz de redondear en una misma temporada victorias en Indian Wells y en el torneo que ahora nos ocupa.

En el día de su trigésimoprimer cumpleaños, Roberto Carballés no pudo detener esa secuencia triunfal. Fue en Miami, poco después de aquella derrota ante Nadal, donde Alcaraz consiguió su primer gran título, el despegue de una carrera que vuelve a repuntar tras algunos meses menos brillantes, condicionados por los problemas físicos y por la evolución lógica de un tenista de 20 años. Alcaraz venció por 6-2 y 6-1, en una hora y 25 minutos, clasificándose para la tercera ronda.

Ritmo insoportable

Desde las tres bolas de que dispuso para igualar a uno tras perder su saque en el juego de inicio, Carballés no volvió a contar con opciones de equilibrar un partido dominado con autoridad por su rival, que impuso un ritmo insoportable para el canario, 64º del mundo. Alcaraz desplegó todos sus recursos y, a partir de la holgura con la que dominó, experimentó con distintas variantes de su juego, siempre con acierto y alegría a la hora de aproximarse a la red.

Ausente Novak Djokovic, el jugador de El Palmar es el principal favorito para un triunfo que tratarán de discutirle Jannik Sinner, a quien venció en semifinales de Indian Wells, y Daniil Medvedev, defensor del título, al que superó en la final. Carballés trató de ir con todo a medida que avanzaba el duelo, sin escatimar riesgos, pero volvió a ceder su saque de entrada en el segundo parcial, deslizándose ya de manera irremediable por la pendiente, aunque sin bajar nunca los brazos. Se dio el gusto, al menos, de llevarse un punto con dejada, contradejada y réplica, en el juego que vino a continuación. Leve paréntesis en el festival de su adversario, que reanudó su afinada tarea y espera rival del partido entre Gael Monfils y Jordan Thompson.

El asalto de Arabia al tenis mundial: 2.000 millones y 90 días para contestar

El asalto de Arabia al tenis mundial: 2.000 millones y 90 días para contestar

Ya es sabido: Arabia Saudí quiere adueñarse del deporte a toda prisa. Primero fue la Fórmula 1, con un Gran Premio propio y una oferta para comprar el Mundial. Luego el fútbol, con los fichajes de Cristiano Ronaldo, Karim Benzema o Neymar. Después el golf, con la creación del LIV Golf y el acuerdo con estrellas como Jon Rahm. Recientemente el boxeo, con las últimas veladas de Tyson Fury y Anthony Joshua. ¿Y qué toca ahora? El tenis.

Antes del Masters 1000 de Madrid de mayo, la ATP, la WTA y varios de los torneos más grandes del mundo deben decidir si se venden al archimillonario fondo soberano del país árabe (PIF) o si siguen su propio camino. La primera opción es más fácil: el dinero todo lo simplifica. La segunda opción es romántica: el deporte mantendría su independencia. ¿Qué se decidirá? Nadie sabe. Pero parece que Arabia Saudí se saldrá con la suya.

La vía más idealista es demasiado compleja. Desde hace varios meses, los cuatro Grand Slam trabajan para crear un circuito nuevo llamado Premier Tour que otorgue más importancia a los Masters 1000 y blinde el calendario: habría 14 torneos para los 100 primeros y las 100 primeras del ranking y el resto, los actuales ATP 500 y ATP 250, quedarían reservados para jóvenes y aspirantes. Con ello, se aseguraría a las televisiones más duelos entre los mejores del mundo, se evitaría la actual sobresaturación de partidos, se pondría orden en el actual caos organizativo y se avanzaría en la fusión entre ATP y WTA. El problema, como siempre, es el presupuesto.

Para desarrollar el proyecto se necesitan inversores, que todos los torneos ganen más que ahora y, entre otras cosas, convencer a los jugadores. El circuito masculino genera 270 millones de euros anuales por los 105 millones que genera el circuito femenino y unirlos podría suponer un perjuicio para los tenistas.

Millones para todos

Por eso la oferta de Arabia Saudí se supone vencedora. Según informaba esta semana 'The Telegraph', el PIF ha ofrecido 2.000 millones de dólares a la ATP, la WTA y a los organizadores de torneos para crear un circuito unificado de hombres y mujeres con premios abundantes para todos. Como en el Premier Tour sólo jugarían los y las 100 mejores, se ordenaría el calendario, se multiplicarían los beneficios y se obtendría un deporte igualitario, pero habría una diferencia: los Grand Slam no estarían al mando.

Podrían unirse al proyecto, sí, pero no serían los impulsores y está por ver su importancia en el calendario. El sábado pasado, en los primeros días del Masters 1000 de Indian Wells, el actual presidente de la ATP, el ex jugador Andrea Gaudenzi, se reunió con los responsables de los Masters 1000 para explicarles la propuesta e invitarles a responder lo más rápido posible. La propuesta de Arabia tiene 90 días de caducidad y el tiempo corre.

Ahora es el momento de las negociaciones,. La ATP ya había firmado un extenso patrocinio con el PIF, varios eventos ya tenían empresas saudíes como sponsors y muchas estrellas ya han sucumbido ante los encantos saudíes. Rafa Nadal, embajador del país, es el gran ejemplo, pero Novak Djokovic, Carlos Alcaraz, Daniil Medvedev, Jannik Sinner y Holger Rune también habían aceptado jugar un torneo de exhibición allí el próximo otoño.

En realidad, en el tenis, de momento, sólo ha aparecido una voz realmente contraria a Arabia Saudí. Craig Tiley, el responsable del Open de Australia, era el ideólogo del Premier Tour y ahora su proyecto, su figura e incluso su Grand Slam están en riesgo. Arabia Saudí siempre ha querido un Masters 1000 y si acaba montando su propio circuito organizará un torneo en invierno, cuando el clima allí es más aceptable. Si eso ocurre, el evento de Melbourne podría volver a perder su relevancia, su prestigio, su cartel. En definitiva, como le pasó antes a otros deportes, el tenis está ahora en la encrucijada: o venderse a Arabia Saudí o seguir su propio camino.

Rafa Nadal renuncia al torneo de Indian Wells: "No me siento preparado para jugar al máximo nivel"

Rafa Nadal renuncia al torneo de Indian Wells: “No me siento preparado para jugar al máximo nivel”

En la retransmisión del Netflix Slam, David Ferrer lanzó un primer aviso: Rafa Nadal llevaba unos días con una contractura en la espalda que no le permitía entrenar su servicio. En las redes sociales los aficionados de Indian Wells mostraron un segundo aviso: en sus primeras sesiones en California, el español apenas podía sacar, lo hacía muy levemente. Y al final llegó la mala noticia: en la madrugada de este jueves, sólo 24 horas antes de su debut, Nadal se retiró del Masters 1000 de Indian Wells.

Pese a ser pista dura, por las características del lugar y por el cemento, era el torneo ideal -allí ganó tres veces- para regresar antes de la gira de tierra batida, pero no pudo ser.

"Es con mucha tristeza que tengo que retirarme de este fantástico torneo. Todos saben cuánto me gusta este sitio y cuánto me gusta competir aquí en Indian Wells", informó Nadal en una nota publicada por el torneo. "He estado trabajando duro y entrenando y todos sabéis que he hecho una prueba este fin de semana, pero no me encuentro listo para jugar al máximo nivel en un evento tan importante", agregó.

Nadal había aterrizado en Estados Unidos con toda su familia casi dos semanas antes de su estreno en Indian Wells y sólo había dejado de entrenar para trasladarse a Las Vegas y disputar el Netflix Slam contra Carlos Alcaraz. Allí no mencionó ningún problema físico y, de hecho, gracias a la escasa intensidad del duelo, éste no quedó en evidencia, aunque ya le dolía. Este miércoles, antes del anuncio, sólo permitió un indicio por su parte: no se presentó a la rueda de prensa previa pese a estar confirmado.

En primera ronda del Masters 1000 yankee le esperaba Milos Raonic, otro veterano castigado por su propio cuerpo, un rival propicio, aunque en segunda ronda aguardaba un duro adversario, Holger Rune, compañero generacional de Sinner y Alcaraz, número siete del mundo.

"No es una decisión fácil, es dura, pero no puedo mentirme a mí mismo ni mentir a los miles de aficionados", escribió Nadal. "Todo el mundo sabe cuánto me gusta este lugar y cuánto me gusta jugar aquí. Esa es también una de las razones por las que vine muy temprano al desierto para entrenar e intentar prepararme".

Con su baja de Indian Wells, Nadal, que ya no estaba inscrito en el Masters 1000 de Miami, deja un calendario entre interrogantes. Ya había confirmado su presencia en el Masters 1000 de Montecarlo y en el Trofeo Conde de Godó de Barcelona -donde también estarán Alcaraz, Zverev y Tsitsipas- y quedaba por ver si se inscribiría al Mutua Madrid Open y al Masters 1000 de Roma. Si lo hiciera, disputaría cuatro torneos en menos de un mes, una exigencia física exagerada hoy por hoy. Irá semana a semana. El objetivo sigue siendo llegar a Roland Garros en el mejor estado posible.

El fantasma que amenaza el regreso de Nadal: "Una cosa es mi tenis y otra..."

El fantasma que amenaza el regreso de Nadal: “Una cosa es mi tenis y otra…”

En el casino Mandalay Bay de Las Vegas era el actor de un espectáculo, representaba un papel, un intérprete más de Netflix, pero el fuego le quemaba por dentro: en el primer set del partido de exhibición entre ambos, Carlos Alcaraz conectó una derecha y él, Rafa Nadal, no pudo más que correr a por ella, devolverla como tantísimas otras veces y completar un passing digno de otro escenario, la Philippe Chatrier, de la final de Roland Garros. «Una cosa es mi nivel de tenis y otra, el fantasma de las lesiones. Estoy con altos y bajos», aceptó Nadal durante el mismo Netflix Slam y antes del reto que afronta ahora: ¿Cómo ser Nadal con cuidado?

La intensidad del tenista más intenso de la historia no encaja con la precaución que necesita en el Masters 1000 de Indian Wells que empieza este jueves, pero no le queda otra. «Lo prioritario es intentar salir ileso. Lo que me tenga que dejar, me lo dejaré en la tierra batida», comentaba Nadal, y sobre ese equilibrio deberá mantenerse. Por un lado, ser Nadal, por el otro, vigilar no hacerse daño.

Deberá adaptar su juego y, lo que es más difícil, su mentalidad. Sobre su tenis, tal y como analiza su equipo, lo primordial es acortar los intercambios, ser más agresivo que nunca. En el ATP 250 de Brisbane de enero, el único torneo que ha jugado en los últimos 12 meses, cumplió con el plan ante Dominic Thiem y Jason Kubler, pero regresaron los dolores en cuanto un rival, Jordan Thompson, alargó los peloteos. La estrategia se ha complicado en los últimos días porque no ha podido entrenar su servicio por culpa de una contractura, pero tenis le sobra. Lo más complicado seguirá siendo conformarse.

"Se lo intentamos meter en la cabeza"

«Espero tener la capacidad de no exigirme lo que me he exigido durante toda mi carrera», escribía en su Instagram semanas atrás y su entrenador, Carlos Moyà, subrayaba el desafío. «Por mucho que se lo intentamos meter en la cabeza, él cuando entra a pista es un animal competitivo. Gran parte de mi trabajo y del equipo es pararle», confesaba el técnico con una cifra en mente: 10 partidos. Antes de ganar e incluso disfrutar, 10 partidos. Después de sus lesiones anteriores Nadal siempre triunfó de inmediato, pero esta vez require rodaje, ritmo, preliminares.

De hecho, el objetivo ahora no es ganar Indian Wells ni mucho menos. Sólo es jugar los máximos partidos posibles. Su rival en primera ronda la madrugada del jueves al viernes (3.00 horas, Eurosport), el canadiense Milos Raonic, otro tenista veterano lastrado por su cuerpo, se espera propicio y después habrá que ver. Si vence Nadal se encontrará en segunda ronda a Holger Rune, compañero de generación de Alcaraz y Jannik Sinner a sus 20 años, actual siete del mundo.

Imaginarle después ante Daniil Medvedev en cuartos de final, Novak Djokovic en semifinales o Alcaraz o Sinner en la final es demasiado. El único objetivo es seguir probándose y mantenerse de una pieza para afrontar la gira de arcilla. Todavía quedan dos meses y medio para el inicio de Roland Garros -el 20 de mayo-, pero otro parón ahora sería desastroso.

La gira de tierra batida

Después de Indian Wells, Nadal no estará en el Masters 1000 de Miami, pero su calendario será apretado. Ya ha confirmado su presencia en el Masters 1000 de Montecarlo y en el Trofeo Conde de Godó de Barcelona -donde también estarán Alcaraz, Zverev y Tsitsipas- y queda por ver si se inscribirá al Mutua Madrid Open y al Masters 1000 de Roma. Si lo hace, disputaría cuatro torneos en menos de un mes y muy posiblemente alcanzaría esos 10 partidos previos necesarios antes de empezar Roland Garros. Allí sí, en París será el momento de darlo todo.

«Está claro que Roland Garros siempre ha sido su torneo fetiche, un torneo que le hace muchísima ilusión», afirmaba su entrenador, Moyà, sobre el objetivo clave. A los 37 años, un decimoquinto título en París le podría llevar a apuntarse a los Juegos Olímpicos -que se disputarán en las mismas pistas- y a replantearse la retirada. Pero para llegar a ello antes tiene que afrontar el reto: ¿Cómo ser Nadal con cuidado?

Alcaraz se lleva el Netflix Slam en el regreso de Nadal a las pistas

Alcaraz se lleva el Netflix Slam en el regreso de Nadal a las pistas

Actualizado Lunes, 4 marzo 2024 - 00:28

Sacar conclusiones de un partido amistoso suele ser un ejercicio engañoso. Y si el partido se juega en Las Vegas, con un gran show montado alrededor, más todavía. La principal es que Rafael Nadal volvió a las pistas tras su lesión en los cuartos de final de Brisbane, hace casi dos meses, y que Carlos Alcaraz parece haberse recuperado del tobillo derecho, buena noticia de cara a su participación en Indian Wells la semana que viene. El resto es anecdótico.

Alcaraz derrotó a Nadal en el encuentro bautizado como el Netflix Slam, celebrado en el Michelob Ultra Arena del casino Mandalay Bay. Es parte de la irrupción del gigante del streaming en el negocio de los deportes en vivo. Y solo es el comienzo de la apuesta de la plataforma por este modelo de espectáculos. Hubo repartos de sets (3-6 y 6-4) y un súper tie break que cayó del lado del murciano de 20 años. Hasta cierto punto previsible.

Alcaraz comenzó dubitativo, cediendo una doble falta que le costó el primer break, sin demasiado ritmo y levantando el freno del acelerador, con la sensación de haberse llevado el choque con más facilidad de haber apretado un poco más los dientes. Parecía mostrar más ganas el manacorí.

El reciente campeón de Wimbledon no pareció querer reaccionar y fue a remolque en un parcial que duró 45 minutos y donde apenas tuvo tensión competitiva. Baste el dato de las nulas oportunidades de break que arrancó el de El Palmar en ese set y su inconsistencia en el saque. 6-3 en 38 minutos.

Y casi como si estuviera en el guión, el actual número dos del mundo apretó un poco y puso las cosas del cara en el segundo, con Nadal cediendo su saque con una doble falta. Un calco del primer set, solo que al revés, como mandan los cánones del espectáculo. Fue ahí, cuando se impuso cierta sensación de exigencia, cuando se notó lo justo de físico la leyenda del tenis mundial. El jueves, cuando debute en Indian Wells, sabremos más de sus verdaderas opciones de volver a dar guerra en el circuito ATP.

Aún faltaría un último giro de tuerca, un inesperado break por parte de Nadal para apretar la manga (5-4) y alargar algo más el espectáculo. No solo eso, cuando más apretaba el murciano, el veterano de 37 años se sacó un passing paralelo que puso al público en pie, marca de la casa. No pudo evitar, eso sí, que el partido se fuera al desenlace tras 48 minutos de segundo parcial.

El desempate fue, sin duda, lo más reseñable del partido, con un buen nivel de tenis entre ambos. Alcaraz tuvo cinco bolas de partido y el balear las salvó todas. La segunda, con otro passing demoledor sobre la subida del murciano a la red, puso al estadio de pie, volcados con las dos estrellas españolas. Hizo falta la sexta para cerrar el partido en poco menos de dos horas (14-12).

En general fue una experiencia grata para el público presente, con mucha presencia de hispanos en un estado, Nevada, donde son la principal. Nadal tuvo unos cuantos gestos hacia la grada que normalmente no se permite y concedió entrevistas entre juegos. Alcaraz, por su parte, regaló varios puntos a su admirado rival que, en condiciones normales, no dejaría escapar. Y todos contentos.

Tampoco faltó el baile de estrellas, con representación del mundo del deporte y del cine. Pau Gasol, Ona Carbonell, Charlize Theron, Catherine Zeta-Jones, Michael Douglas, Danai Gurira, Colin Kaepernick y un largo etcétera, en un estreno en Las Vegas para ambos jugadores que podría abrir la puerta a espectáculos similares en el futuro, a tenor de la respuesta y el entusiasmo del público.