Aymeric Laporte, el capitán sin brazalete y el único jugador que se enfrentó a Luis Enrique (y le costó el banquillo)

Aymeric Laporte, el capitán sin brazalete y el único jugador que se enfrentó a Luis Enrique (y le costó el banquillo)

Desde que obtuvo la nacionalidad española por carta de naturaleza, el 11 de mayo de 2021, Aymeric Jean Louis Gerard Alphonse Laporte (Agen, Francia, 30 años), que así se llama en un DNI interminable, ha sido titular siempre que el equipo tenía algo en juego. Bueno, siempre no. Hubo un día en el que no fue titular y no por su rendimiento deportivo, sino porque estaba castigado. Fue en el tercer partido de la fase de grupos del Mundial de Qatar, ante Japón. Laporte, el tipo duro, el hombre fuerte del vestuario de la selección española, vio desde el banquillo aquel choque porque, dos días antes, en la Universidad de Qatar, en el campo base del equipo, se atrevió a enfrentarse a Luis Enrique.

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Más que a enfrentarse, a decirle a la cara que el equipo debía tener un Plan B para cuando las cosas no salieran bien. Al entrenador asturiano, admirador de sí mismo y de su estilo, no le sentó bien. Era la primera vez, y fue la última, en cuatro años, que un futbolista se atrevía a decirle a la cara lo que muchos, la mayoría, pensaban. Así que Laporte fue suplente contra Japón. Y España perdió, por cierto.

El episodio define muy bien a un tipo, Laporte, Ayme para todo el mundo en la concentración, que desde su debut, el 4 de junio de ese 2021, justo antes de la Eurocopa, ha ido labrándose su propio papel en España. De entrada, hoy ante Dinamarca cumplirá su partido número 40 (dos goles). Es, ya de lejos, el jugador nacionalizado que más veces se ha puesto esta camiseta, muy por delante de Alfredo Di Stéfano (31 partidos), Marcos Senna (28), Rodrigo Moreno (27) y Diego Costa (24). Su llegada no fue fácil. En una rueda de prensa en Las Rozas en aquellos días de 2021, se enganchó con un periodista a cuenta de su sentimiento de pertenencia a España. Ahí empezó una difícil relación con la prensa que continúa hoy, y de hecho, durante la pasada Eurocopa, fue el cabecilla del equipo en su rebelión contra una emisora de radio donde, pensaban en el vestuario, alguien les estaba faltando al respeto.

Ascendencia sobre Gavi

Laporte no se calla. Con un toque altivo si no deja a su interlocutor acercarse, es alguien con una personalidad muy marcada. «No voy a depender de lo que pueda pensar la gente para tomar decisiones en mi vida. Si tomo esas decisiones es porque creo que es lo mejor para mí. Puedo acertar o no, pero hay que respetar», decía el pasado miércoles en una entrevista en la Cadena Ser. Por eso, pese a los muchos reproches que encontró en los micrófonos, dejó el Manchester City hace un par de temporadas para fichar por el Al Nassar saudí. Se especuló mucho entonces sobre si el ritmo de competición de una liga tan débil le podía perjudicar para seguir viniendo a la selección, pero siempre ha sido un indisctubile, también para Luis de la Fuente.

Aymeric Laporte.

Aymeric Laporte.PABLO GARCÍARFEF

En la caseta, cuando Ayme habla, los demás escuchan. Especialmente los jóvenes, sobre los que tiene una ascendencia innegable. Y dentro de los jóvenes, Gavi. El centrocampista del Barcelona, que lleva un año fuera de la selección lesionado, es con quien mejor ha conectado el central, hoy en boca de todos porque en enero podría haber noticia. El Real Madrid tiene su nombre encima de la mesa en caso de que se decida a fichar después de la lesión de Eder Militao. A Carlo Ancelotti le vuelve loco, pero quien tiene que soltar el dinero que presumiblemente pedirían los saudíes no lo tiene tan claro. Él, por su parte, se deja querer sutilmente, asumiendo que su ficha en Arabia, por encima de los 20 millones, no sería posible en el Bernabéu.

No se va a poner nervioso, en todo caso, por eso. Es alguien que sabe esperar. De hecho, su pasaporte español llegó en 2021, cinco años después del primer intento, con Julen Lopetegui en el banquillo, en 2016. En aquella ocasión, un par de pesos pesados de aquel vestuario, alineados con un alto cargo de aquella Federación, consiguieron pararlo. Finalmente la unión entre España y Laporte llegó, y llegó hasta el punto de ganar la Eurocopa -«es lo mejor que me ha pasado en la vida», reconoce- y, el pasado mes de octubre, en Murcia, convertirse en el segundo jugador nacionalizado que porta el brazalete de capitán, después de Ladislao Kubala. Hoy, ante Dinamarca, donde un punto le da a España matemáticamente el primer puesto del grupo (ya está clasificada) volverá a ser referencia.

Los inesperados efectos de la nueva liguilla de la Champions: crisis para Guardiola y Ancelotti y promoción de los modestos

Los inesperados efectos de la nueva liguilla de la Champions: crisis para Guardiola y Ancelotti y promoción de los modestos

La renovada la Champions azota a los grandes y promueve a los modestos. Aleksander Ceferin se congratula por la repercusión de su invento. El paso por el ecuador de los ocho partidos de la nueva liguilla ha provocado crisis imprevistas entre los dos principales favoritos. El Manchester City, humillado el martes por el Sporting de Portugal, es 10º. El Real Madrid, barrido por el Milan en el Bernabéu, es 18º. Ambos se encuentran apeados de la zona alta de la tabla, esa en la que los ocho primeros quedan exentos de disputar los dieciseisavos de final.

Guardiola reconoce que atraviesa por uno de sus momentos más críticos. «Nos cuesta marcar. Creamos ocasiones y concedemos sin que los rivales hagan mucho. Emocionalmente no hemos sido estables y en esta competición tienes que serlo», dijo tras perder en Lisboa. Esa ha sido la tercera derrota consecutiva en la presente temporada, una racha negativa desconocida en los últimos seis años.

Ancelotti también anda preocupado. En los últimos tres partidos, todos en casa, el Real Madrid ha recibido nueve goles. «Ahora tenemos que empezar a recuperar nuestra mejor versión. Es normal que los jugadores estén hundidos, como lo estoy yo», incidió el italiano tras caer con el Milan.

El pleno del Liverpool

También sufre Luis Enrique, incapaz de buscar las causas del decepcionante camino del PSG, que es 24º. «Llevo 30 años en el fútbol y no consigo explicar esto. Es mala suerte. En toda la Champions hemos sido infinitamente superiores a nuestros adversarios», señaló tras perder con el Atlético en el último minuto. Ese triunfo sacó al grupo de Simeone de la zona crítica.

En estas cuatro jornadas de la liguilla, el Liverpool es el único que ha logrado el pleno de victorias, con 10 goles a favor y sólo uno en contra. Hasta el miércoles, el Aston Villa compartía liderato, pero su derrota ante el Brujas le ha descendido a la octava plaza. Esta es la mejor muestra del gran valor que atesoran los triunfos en este nuevo formato. En el anterior modelo, las derrotas podrían se aliviadas con los partidos de vuelta. Ahora, sin el goal average particular, hay que buscar triunfos y cifras elevadas de goles. En este apartado, los más acertados son el Liverpool y el Barcelona (máximo goleador, con 15).

En el selecto grupo de los ocho primeros se han metido tres inesperados visitantes. El Brest, que se presentó en el sorteo de la Champions con el peor coeficiente (13,366) de los 36 clasificados, es cuarto gracias a las victorias ante Sturm Graz (2-1), Salzburgo (0-4) y Sparta de Praga (1-2) y el empate ante el Leverkusen (1-1). Su próximo rival será el Barcelona. Esta modesta formación, en la que comenzó a despuntar Franck Ribéry, ascendió a la Ligue 1 en 2019.

Cautivador Sporting

El tercer puesto es para el Mónaco del austriaco Adi Hütter, que suma los mismos goles que el Liverpool. Cámara, Embolo y el japonés Takumi Minamino son las piezas básicas de un conjunto que marcha segunda en la Ligue 1.

La segunda plaza es para el Sporting de Portugal, que cautiva por su juego, la efectividad goleadora del sueco Viktor Gyökeres (cinco) y la estrategia de Rúben Amorim, un técnico que ya ha sido elegido para resucitar el Manchester United.

El Atalanta también sorprende con su noveno puesto. El equipo de Gian Piero Gasperini no conoce la derrota, permanece imbatido y tiene ocho puntos, uno más que el Leverkusen y dos más que el Bayern. El equipo bávaro (17º) es otro de los grandes que necesita remontar el vuelo en esta liguilla que levanta dolores de cabeza a los grandes.

Correa, el protagonista de la "broma de mal gusto" a Luis Enrique: "Cuando entra en el campo siempre pasan cosas"

Correa, el protagonista de la “broma de mal gusto” a Luis Enrique: “Cuando entra en el campo siempre pasan cosas”

"Ha sido una broma de mal gusto. Necesitamos 20 ocasiones claras para marcar gol y el rival nos estornuda y nos marca". Con ese cabreo se expresó Luis Enrique tras la derrota en el último suspiro de su PSG a manos del Atlético y a pies de Correa.

Decía el argentino que llegó "asfixiado" a ese último contraataque, pero que sintió que pudo ser una "buena oportunidad de marcar", como finalmente ocurrió. Y ocurrió porque el delantero, con un recorte, paró el tiempo y se echó el equipo a la espalda en ese último minuto.

Otra vez, Correa. Como en Bilbao, como en el Metropolitano ante el Real Madrid y como en el Parque de los Príncipes. El argentino ha hecho tres goles esta temporada que han valido dos victorias en el último minuto y un empate. "Siempre trato de estar bien preparado cuando me toque ayudar al equipo", expresó el protagonista en zona mixta tras finalizar el duelo en París.

Un delantero que reclamó más protagonismo en una temporada en la que sigue siendo la cuarta opción para Simeone. "Cuando entra en el campo siempre pasan cosas. Discutimos, se lo digo, porque él quiere jugar los 90 minutos, como todos los jugadores. Pero él sabe lo importantísimo que es el 12 del equipo", dijo de él su técnico.

Sólo ha disputado 580 minutos frente a los 772 de Sorloth, los 1.012 de Julián Álvarez o los 1.235 de Antoine Griezmann, su asistente esa noche, pese a que no había tenido su mejor partido, aunque no fuera ninguna de las sustituciones.

"Me avala en esta oportunidad la asistencia de Griezmann. Sería injusto decir que se quedó por eso, pero necesitábamos igualar los esfuerzos de cada jugador", expresó Simeone sobre su estrella, aunque no pudo obviar su flojo encuentro: "Hoy salió bien pese a Griezmann no estuvo tan fino, pero cuando está en el campo algo puede pasar".

Pasó lo que parecía imposible. Esta es la tercera victoria del Atlético de Madrid en Champions en los últimos tres años: 2022 contra el Manchester United, 2023 frente al Feyenoord y esta ante el PSG. Una victoria que no se explica en los números.

El PSG realizó 22 disparos frente a los cuatro del Atlético de Madrid. Tuvo unos expected goals de 1,92 frente al 0,55 de los rojiblancos y es que fueron nueve tiros a puerta de los franceses frente a tres de los españoles. "Es el fútbol", explicó el central parisino, Pacho, al término del duelo.

Pero el Atlético contó con los guantes de Oblak. Inconmensurable en París. El esloveno fue un muro y explicó que el equipo se colocó "como le dejó el PSG". "Sufrimos hasta el final y conseguimos los tres puntos que son muy importantes. A veces el fútbol te da y otras te quita, como contra el Lille", comentó el guardameta.

Futuro dispar

Esta victoria reconecta a los rojiblancos en la clasificación de la Champions y saca al PSG de los 24 equipos que pasan a la siguiente fase. Ahora son los colchoneros los que ocupan el puesto 23 frente al 25 de los franceses, que tienen un calendario complicado para clasificarse para la siguiente fase. Les restan el Bayern, el City, Stuttgart y el Salzburgo. Mientras que al Atlético le queda el Sparta de Praga, el Slovan de Bratislava, el Leverkusen y el Salzburgo.

Dembélé, el rebelde (hoy) con causa, estrella del primer PSG sin cracks en los últimos siete años

Dembélé, el rebelde (hoy) con causa, estrella del primer PSG sin cracks en los últimos siete años

El verano de 2017, Ousmane Dembelé (Vernon, 1997) decidió no presentarse a los entrenamientos del Borussia Dortmund para forzar al club alemán a que le vendiese al FC Barcelona, que venía con los 222 millones de euros que el PSG había pagado por Neymar. El joven y brillante delantero francés, se había salido en la Bundesliga y llegaba como una gran promesa al conjunto culé. Promesa que ha tardado siete años en consolidarse y, encima, en el equipo que propició su llegada a la entidad blaugrana.

Pese a una primera batalla ganada por Xavi para retenerle un año más, el extremo francés terminó fichando por el PSG por 50 millones de euros en el verano de 2023. El Barça no recuperaba los 105 más 30 en variables que pagó por el galo, pero su presencia en el conjunto culé, tan intermitente como díscola, se daba como amortizada. Su no renovación y los continuos episodios de lesiones, se perdió más de 60 partidos en los primeros 30 meses con los azulgrana, no terminaron por enamorar a la parroquia barcelonista.

Así, El Mosquito, llegaba a París convencido de que, esta vez sí, éste era su momento. "Hablé con Luis Enrique y con el presidente Nasser Al Khelaïfi. Me hablaron de su proyecto. Estoy encantado de volver a Francia. Las cosas van muy bien en el Paris Saint-Germain", contó en una entrevista en la televisión francesa.

Y lo cierto es que el 10 del PSG parecía tener razón en sus palabras y arrancó con goles o asistencias en los primeros siete partidos de la Ligue 1 y reclamando el puesto de superestrella que había dejado vacante Kylian Mbappé. No obstante, el carácter le volvió a jugar una mala pasada. Como en aquel episodio de Dortmund y como el que protagonizó también en el Rennes cuando el Salzburgo preguntó por él cuando apenas era mayor de edad. Aquel verano se perdió la pretemporada del conjunto galo por una sospechosa gastroenteritis.

Así, con el francés a velocidad de crucero, Luis Enrique le deja en Francia en el partido de Champions ante el Arsenal en Londres en el que caen derrotados por dos goles a cero. Y, el entrenador "cuyo discurso" provocó su fichaje por el PSG, le lanzó a los leones en la explicación de su ausencia: "Soy muy sincero, pero no voy a hacer una telenovela de esto. No hubo ninguna discusión entre el técnico y el jugador, eso es completamente falso. Sólo hay un problema de compromiso del jugador con el equipo y no entre el jugador y el entrenador".

La calma tras la tempestad

Pero tras la tempestad y tras una disculpa, volvió la calma. Así, el delantero francés retornó a la dinámica de grupo y pareció que nunca se hubiera ido. Desde su episodio, el 10 lleva 1 gol y dos asistencias, con los que suma cinco tantos y seis pases de gol en 11 partidos. En el último, su gol sirvió para conseguir la victoria del equipo parisino ante el Lens, que les permitió afianzarse aún más en el liderato de la clasificación tras el tropiezo del Mónaco o el del Olympique de Marsella en la jornada anterior.

Lo cierto es que Dembélé es el líder indiscutible de este PSG en el que por primera vez desde 2017 no cuenta en sus filas con una superestrella mundial. Terminó la época de los galácticos franceses con la salida de Messi a Estados Unidos, Neymar a Arabia Saudí y Mbappé al Real Madrid. No obstante, el valor de la plantilla actual es el mismo que el de la última en la que coincidió la MMS. Según Transfermarkt, la temporada 2022/23 la plantilla del PSG elevaba su coste a 891,1 millones de euros por los 892 de la actual. La del 2023/24, en cambio, fue la del máximo valor en la historia del conjunto francés con 1.002 millones de euros.

El fútbol moderno de Luis de la Fuente: 61 jugadores, un remate cada 22 pases y sin Madrid, Barça y Atlético

El fútbol moderno de Luis de la Fuente: 61 jugadores, un remate cada 22 pases y sin Madrid, Barça y Atlético

"Otro en estas circunstancias no te quiero ni contar. Tiraría de carisma y apaga y vámonos- Yo soy humilde, soy educado y no voy a cambiar. Ahí la tienes, báilala". Balanceándose y riéndose, casi a medianoche en la asfixiante sala de prensa del Nuevo Arcángel, Luis de la Fuente soltó esa frase para sorpresa del jefe de prensa de la selección que, a su lado, arqueó las cejas, sonrió y debió pensar algo así como 'hala venga'. ¿A quién se refería Luis de la Fuente con lo del carisma? No se puede demostrar, pero Luis Enrique, su antecesor, tiene muchas papeletas de ser el destinatario del sarcasmo. No se sabe si por él mismo, por Luis Enrique, o por lo que algunos dentro de la Federación elogian del ex técnico.

En todo caso, las comparaciones son inevitables en el fútbol, y transcurridos algo menos de dos años desde la llegada del actual seleccionador para suplir al anterior, puede ser un buen momento para ellas, para las comparaciones. El fútbol desplegado ante Serbia bajo la lluvia de Córdoba, uno de los mejores de los últimos tiempos de la selección, permite sacar la lupa y acudir a las estadísticas de FIFA y UEFA. ¿Y qué dicen esos números? Que el equipo de De la Fuente es mucho más divertido que el de Luis Enrique.

Se sustenta la afirmación en algo tan sencillo como que el fútbol, para que sea divertido, ha de tener tiros a portería, que luego serán gol o no, pero por lo menos tiros a portería. Frente a Serbia, España completó 625 pases y tiró 29 veces, de modo que lo intentó una vez cada 21,5 pases. En estos cuatro partidos de la Nations, esa media resulta de dividir los 2.213 pases entre los 85 disparos, uno cada 26,3 pases. ¿Y en la Eurocopa? Pues en la Eurocopa la media sube un poco, concretamente hasta hacer un remate cada 40,9 pases. En el Mundial de Qatar, la selección de Luis Enrique hacía un tiro por cada 74,8 pases. Casi el doble.

"ser preciso a una velocidad tan alta"

Transita España, pues, por un fútbol moderno, vistoso. En la última década, este deporte ha ido cada vez más hacia el vértigo dejando atrás épocas de fútbol control como pudo representar en su día la España campeona del mundo y de Europa. "Aquí la clave es ser preciso a una velocidad tan alta", contaba durante la Eurocopa Pablo Amo, el segundo de Luis de la Fuente. El seleccionador, a sus 63 años, ha puesto a España en el fútbol de 2024.

Para los 25 partidos que ha dirigido, ha llamado a 61 jugadores y han tenido al menos un minuto 54 de ellos. Mucha gente. Mucha gente que dibuja un primer trazo de otro de los pilares del entrenador: el concepto de familia. En esta concentración, en Madrid, el equipo recibió la visita de Rodrigo, Dani Carvajal y Le Normand, lesionados, los dos primeros para muchísimo tiempo. En Córdoba, quien apareció en el hotel de concentración en la mañana del martes fue Jesús Navas para recibir un homenaje del equipo. Son detalles que hablan de la importancia del sentimiento colectivo en este equipo. Por cierto, que en el vestuario de Las Rozas había fotos de Rodrigo y Carvajal, las dos bajas de larga duración, y estos días se ha hablado mucho de ellos ahí dentro.

Luis de la Fuente da instrucciones a Cucurella ante Serbia.

Luis de la Fuente da instrucciones a Cucurella ante Serbia.EFE

En el partido del martes, en el once inicial no había ningún jugador del Real Madrid. Ni del Barcelona. Ni del Atlético de Madrid. Sólo cuatro jugaban en España, por los otros siete que lo hacen fuera. Baena marcó un gol de falta, algo que no sucedía en España desde 2017 (salvada la excepción de aquel partido contra Lituania que jugó la sub'21 como absoluta antes de la Eurocopa de 2021 porque la absoluta estaba aislada por Covid). Jugó gente como Pedro Porro o Bryan Zaragoza, a priori fuera del foco del gran público. "Lo que me sorprende es que sean desconocidos para algunos profesionales" dijo De la Fuente, y en esos profesionales hay que leer periodistas.

España se jugará solamente el primer puesto el próximo mes de noviembre ante Dinamarca en Copenhague (día 15) y ante Suiza en Tenerife (18). Para esa ventana, volverá a haber algo de perezoso ruido acerca de qué jugadores son llamados o cuáles juegan más minutos. "Ya os lo adelanto, para que no haya dudas. En noviembre van a venir los mejores porque esto es la selección española de fútbol y queremos ser primeros de grupo. ¡Queremos ser primeros!", resumió el técnico, que mientras va mandando mensajes crípticos que hacen arquear las cejas al jefe de prensa espera que se resuelva pronto el galimatías de las oficinas de la Federación para firmar su nuevo contrato.

Porque esa es otra, este equipo moderno y familiar que enfila el próximo Mundial con una sonrisa sobrevive en mitad del desgobierno más esperpéntico en las oficinas.

Luis Enrique y los medios

Luis Enrique y los medios

Actualizado Jueves, 3 octubre 2024 - 12:36

11S, Le Pen, Vox, cambio climático, salvajismo, pérdida de autoridad, despolitización, violencia en los estadios, impunidad de los ultras, 'procés', despilfarro político, desinterés por el fútbol, piratería, deuda pública, Mediapro, COVID, la guerra en Yemen... Es simple, al final de cualquier conversación siempre es culpa de los mismos: los periodistas. Ya sea porque hablan mal de un tema del que «no saben nada» o porque no hablan de algo que cl

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Un gravísimo error de Gazzaniga en el 90 arruina el debut del Girona ante el PSG

Un gravísimo error de Gazzaniga en el 90 arruina el debut del Girona ante el PSG

Actualizado Miércoles, 18 septiembre 2024 - 23:03

El fútbol, demasiadas veces, es cruel para los porteros. De nada le sirvió a Paulo Gazzaniga firmar grandes intervenciones ante Ousmane Dembélé o Achraf Hakimi. Justo cuando parecía que nada ni nadie podría evitar que el Girona se llevara un punto de París en su gran estreno en la Champions, el argentino no logró atrapar un disparo de Nuno Mendes que, tras pasar el balón entre sus piernas, acabó por convertirse en el gol que le daría el triunfo a un PSG que se las había visto canutas hasta entonces para batir al portero. [1-0: Narración y estadísticas]

Para saber más

El gesto del portero, desencajado, desconsolado, llevándose sus enguantadas manos a la cara consciente de lo caro que había salido su error, quedará marcado para siempre en la historia del equipo de Míchel.

Los estrenos siempre son complicados. Muy especialmente, ante a un PSG que, sin Mbappé, sigue siendo un rival temible. El equipo que de Luis Enrique manda con puño de hierro en su liga, contando sus partidos por victorias y sumando 16 goles a favor y solo tres en contra. Con esas premisa, no es nada raro que el conjunto parisino tardara nada y menos en meterle el miedo en el cuerpo al Girona con una incursión de Barcola que la defensa visitante acabó por desbaratar como pudo. De poco les sirvió a los de Michel responder poco después por medio de Bryan Gil. Los locales consiguieron mandar en la posesión a lo largo de unos primeros 45 minutos en los que se acercaron con serio peligro a las inmediaciones de un Gazzaniga que, pese a todo, no se vio demasiado exigido bajo los palos. El PSG llegaba, pero le faltaba finalización. El Girona, mientras, tuvo que esperar para silenciar, al menos por unos instantes, la grada del Parque de los Príncipes. Su posesión más larga no sólo le permitió reconciliarse con sus esencias, sino que culminó con un centro cargado de intención que Safonov, relevo bajo los palos del lesionado Donnarumma, le quitó prácticamente de la cabeza a un Stuani que ya se relamía pensando en el remate.

Luis Enrique, durante el partido.

Luis Enrique, durante el partido.FRANCK FIFEAFP

Las cosas se le complicaron un poco a Luis Enrique con la inesperada lesión muscular de un Marco Asensio que, de hecho, había protagonizado una de las muchas llegadas de los parisinos al área conraria. La entrada en el terreno de juego de Kolo Mouani, no obstante, no contribuyó en primera instancia a cambiar decisivamente un panorama que acabó con la primera parte marchándose al descanso sin que ni unos ni otros lograran hacer subir por lo menos un gol al marcador. El Girona, eso sí, tenía al menos en parte el consuelo de haber sobrevivido a un acoso en toda regla de un PSG que, de haber encontrado una opción de remate clara, podría haberle amargado su tan deseado debut en la máxima competición europea. Algo que, apenas unos pocos años atrás en el tiempo, parecía poco menos que una quimera y que se hizo realidad con una temporada 2023-24 de ensueño para los gerundenses.

Tras el descanso, el PSG y el Girona empezaron a lanzarse golpes para deshacer la igualada en unos primeros minutos del segundo tiempo en que la mejor ocasión pasó por las botas de un Dembélé tan voluntarioso como desesperante. El ex azulgrana, con el rival volcado en el área parisina, cruzó casi medio campo con el balón controlado sólo para ver cómo Krejci, inasequible al desaliento y sin hacerle falta, acababa por rebañarle el esférico justo cuando se plantaba solo ante Gazzaniga en una acción defensiva tan valiosa como un gol. Volvería a intentarlo poco después el Mosquito, con un disparo lejano que acabaría por morir en manos del meta argentino, tan solvente como de costumbre a pesar de algún que otro titubeo. Por lo menos, hasta el final y, sobre todo, frustrando de nuevo al francés cuando trató de sorprenderlo buscando la escuadra. De nada le sirvió tampoco pedir penalti por mano, no sancionado por el árbitro al entender que su posición era natural.

Con los locales cada vez más nerviosos, el Girona podría haber encontrado sus opciones para enmudecer completamente al Parque de los Príncipes, en un ocaso en el que Kolo Mouani y Achraf rozaron también el gol. A la postre, sería Mendes, en el añadido, quien acabaría por aprovechar el único gran error de Gazzaniga para condenar a los gerundenses a marcharse de vacío de París.

Luis Enrique, años II en París: sin la mochila de Mbappé, ''formando estrellas'' y hasta con palabrotas

Luis Enrique, años II en París: sin la mochila de Mbappé, ”formando estrellas” y hasta con palabrotas

«No tenéis ni puta idea». No puede haber mejor título para el documental de Movistar sobre la aventura de Luis Enrique en el PSG. En esa frase queda reflejada la arrogancia del entrenador y su estudiada distancia con la prensa, a la que soporta por servidumbres contractuales. En el programa, que se estrena el próximo día 30, se muestra la actividad diaria del asturiano en las instalaciones del poderoso club controlado por el emirato de Qatar. También se hace una emotiva incursión en el ámbito familiar.

La serie de tres capítulos profundiza en la volcánica personalidad de un técnico que abronca a sus jugadores en el vestuario por su falta de compromiso, que golpea con violencia las botellas de agua que hay encima de la mesa, que se encara con Kylian Mbappé, a quien llama Kiki, por el juego «desastroso» o «catastrófico» del equipo.

«Cuanto más mierda y más barro hay, me encuentro mejor», exclama, haciendo honor a ese talante provocador tan característico. También hay tiempo para presentar su perfil más cercano, recordando a su pequeña hija fallecida. «Xanita era increíble, competitiva, muy valiente, muy graciosa, como su padre», dice con una sonrisa.

Luis Enrique es un apasionado de la preparación física y del ciclismo. Ha participado en carreras amateurs de alto nivel y le gusta ir a trabajar en bicicleta. Hace años que practica el earthing- grounding, un método de relajación que consiste en andar descalzo sobre el campo para sentir la «conexión con la naturaleza». En el programa de Movistar aparece en un día lluvioso en París caminando sin calzado por el campo de entrenamiento del equipo y explicando los beneficios que le ha aportado esta terapia: «Tenía alergias, moquillo, tenía que dejar de ir en bici... Desde que lo hago, todo eso desapareció».

El ex seleccionador se siente a gusto con su trabajo en el PSG, a pesar de la enorme carga que recae sobre él, por esa insistencia de Qatar en conquistar la Champions. En su segunda etapa en la entidad parisina parece menos tensionado por la marcha de Mbappé. Ya no tiene que lidiar con aquellas permanentes preguntas sobre el futuro y el estado de forma del ídolo en las conferencias de prensa de la temporada pasada. Convivió sin excesivos problemas con el goleador e incluso, aseguran, ayudó al delantero en su enfrentamiento con la dirección del club, que veía ofensiva su fuga al Real Madrid.

La marcha del francés fue como soltar un lastre. En esta nueva temporada ya ha comenzado a diseñar una plantilla a su manera. En el mercado de verano, el PSG se gastó 180 millones en fichajes, sólo le superó el Atlético, con 185. Contrató al centrocampista portugués Joao Neves (60 millones pagó al Benfica), al delantero francés Desire Doué (60 millones al Rennes), al portero ruso Matvey Safonov (20 al Krasnodar) y al central ecuatoriano William Pacho (40 al Eintracht).

Ahora su margen de maniobra es mayor, como reconoció ayer: «En el Barça viví una etapa maravillosa, pero llegué a un equipo hecho. Todos los entrenadores queremos tener influencia en donde estemos. Aquí tenemos que crear nuestras propias estrellas. Tenemos que adaptarnos, convencer a los jugadores de la forma de jugar. Es un proyecto más maleable. Tengo más influencia con el presidente y con Luis Campos para construir esta estructura y generar algo».

En la víspera del partido contra el Girona, el asturiano valoró positivamente al debutante conjunto español: «Soy fan del Girona. El año pasado vi todos sus partidos y era uno de los equipos más divertidos. Juega muy bien. Es uno de los pocos equipos que nos puede disputar el balón. Me gustan los entrenadores jóvenes como Michel, que tienen la valentía de jugar al ataque». Lucho, en estado puro, tan arisco y, al mismo tiempo, tan cariñoso.

Hansi Flick: el último extranjero novato en el potro de tortura

Hansi Flick: el último extranjero novato en el potro de tortura

Actualizado Miércoles, 14 agosto 2024 - 23:58

Hansi Flick se convertirá este sábado en el último técnico extranjero que se estrena en el fútbol español. Lo hará desde el banquillo de un Barcelona que en los últimos años ha sido una montaña rusa de emociones. Y, también, un potro de tortura. Dos leyendas de la entidad azulgrana, Ronald Koeman y Xavi Hernández, acabaron triturados por la exigencia de un puesto para el que no se tiene memoria. Ni paciencia. El primero, dejó la entidad por la puerta de atrás tras ganar una Copa del Rey. El segundo fue despedido tras sumar una Liga y una Supercopa de España y poco después de ser ratificado en su cargo.

El banquillo azulgrana supone un desgaste tremendo. Incluso a nivel físico. Basta con ver fotografías de Pep Guardiola, Luis Enrique o Ernesto Valverde, al inicio y al final de sus respectivas etapas, para comprobarlo de manera tremendamente esclarecedora. Para esta entidad que el primer equipo cierre una temporada en blanco es imperdonable. A sus seguidores no les importa lo más mínimo que la caja del club esté atravesando por un largo proceso de recuperación. Algo que condiciona las operaciones que pueden llevarse a cabo para conseguir los refuerzos adecuados para pelear por todo. Por lo pronto, el club ha cerrado este verano, hasta ahora, únicamente dos llegadas: Pau Víctor y Dani Olmo. Y, al menos hasta ayer, ninguno de los dos estaba convenientemente inscrito para jugar el sábado ante el Valencia en el estadio de Mestalla.

Cambios en el estilo

Las lesiones de Pedri o Frenkie de Jong, la Eurocopa y los Juegos Olímpicos han provocado que Flick se viera obligado a afrontar los primeros amistosos sin muchos jugadores clave. Y, cuando por fin pudo contar con algunos de ellos, sobre todo con uno que ha tomado tanta trascendencia como Lamine Yamal, llegó la derrota más dura y clara. Con el 0-3 encajado ante el Mónaco, el alemán escuchó los primeros pitos de una grada que va a ser muy exigente. Desde el primer minuto. Los seguidores barcelonistas quieren victorias y buen juego, y les trae sin cuidado que el libro de estilo del ex entrenador del Bayern (bajo su dirección derrotó 2-8 al Barcelona en la Champions de 2020) y de la selección germana (estuvo desde 2021 a 2023) tenga en principio poco que ver con aquello a lo que se han acostumbrado en las últimas décadas.

La preparación física es vital para un entrenador que exige a los suyos que desplieguen una presión asfixiante por todo el terreno de juego. Por eso, las cargas de trabajo están siendo muy fuertes. Ante el Mónaco, los azulgrana parecieron no tener fuelle suficiente durante muchos minutos. Puede que su equipo vaya a ir de menos a más. Pero, aun así, ganar ante el Valencia es vital. Si no, descubrirá muy pronto la peor cara de ser técnico azulgrana.

Rodri, en la justa pelea por un Balón de Oro (casi) imposible

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 23:55

El «ordenador perfecto», el «mejor centrocampista del mundo», la «clave de España», «el jugador que manda en los partidos»... La lista de elogios de entrenadores, compañeros y rivales hacia Rodri Hernández se antoja interminable. Es el centrocampista total, que ha trasladado su brillo desde el Manchester City a la selección. Y hay quienes le ven como el mejor situado en la carrera hacia el Balón de Oro. No es algo fácil para un jugador clásico, alejado de las redes sociales, sin un gran perfil comercial y que nunca se muerde la lengua ante los periodistas.

Hace un año fue el mejor español en la lista de candidatos. El Balón de Oro volvió a manos de Leo Messi, por delante de Erling Haaland y Kylian Mbappé tras su éxito en el Mundial de Qatar. Cuarto fue Kevin de Bruyne y quinto, Rodri. Era su primera nominación. Se había acercado al podio y desbancado a Vinicius, que acabaría sexto. ¿Puede escalar ahora? Por números, sí, aunque sus principales adversarios (Jude Bellingham y Vinicius) lleguen avalados por una Champions y una Liga con el Real Madrid. Además, el inglés aún podría aumentar hoy su cuenta en la final de Berlín.

Rodri no presume esta temporada de una Champions, aunque sí de una Premier League y un récord que habla por sí mismo. Se trata del futbolista que más partidos consecutivos ha disputado sin perder. Desde marzo de 2023 jugó 80, con un balance de 63 victorias, 16 empates y sólo una derrota. La del derbi de la final de la FA Cup ante el United. Aunque detrás de esa cifras ya había quedado claro que, cuando no pudo jugar, el City tampoco carburaba.

Revisando vídeos

A las órdenes de Pep Guardiola, con quien disputó 257 partidos en cinco temporadas, ha superado dos desafíos: el de la adaptación al físico y la velocidad de la Premier y a lo que el técnico de Santpedor siempre requiere de un pivote. Un listón más elevado que en el Villarreal y el Atlético.

Rodri representa la calma para la selección. La seguridad, la interpretación del juego y el análisis. Su titularidad es indudable desde la marcha de Sergio Busquets, aunque nunca ha rechistado por comenzar como suplente o como central. Durante el Mundial 2022, Luis Enrique le retrasó a la zaga y él se preparó para cumplir revisando vídeos sobre su nueva posición.

En Alemania, vuelve a visualizar cada partido en vídeo, analiza su juego y el de sus compañeros. «Sin esa visión de Rodri, España no sacaría tanto rédito a la verticalidad de Nico y Lamine», cuentan desde el vestuario. Por eso todos lo quieren al lado, incluso Dani Carvajal lo ficharía para el Madrid. Desde Luka Modric en 2018, el Balón de Oro no ha vuelto a recaer en un centrocampista. Por eso Rodri no lo espera: «Si me quieren reconocer, bienvenido. Pero no me molesta».