Los datos que explican la fiebre por Sergio Ramos en Rayados: “Su fichaje ha sido un regalo”

Actualizado Lunes, 30 junio 2025 - 22:23

Después de cada partido de Rayados de Monterrey en el Mundial de clubes, Sergio Ramos cumple con su rutina. Se ausenta del entrenamiento del resto del grupo y hace un trabajo específico en el hotel o en el gimnasio. A sus 39 años, no hay otra manera de aguantar el ritmo de minutos que ha tenido en el torneo. Lo ha jugado todo, brazalete en el brazo, ha marcado un gol y ha liderado al conjunto mexicano a los octavos de final, donde esta próxima madrugada se mide con el Borussia Dortmund.

Sus días alejado de los compañeros podrían haber decepcionado a los cientos de aficionados de Rayados que cada mañana se dan cita a las puertas del hotel y de las instalaciones esperando a ver unos segundos al de Camas mientras baja o se sube al autobús para pedirle un autógrafo, pero el central español se ha encargado de cumplirles el deseo.

Cuando no acude al entrenamiento, un empleado de Rayados se encarga de coger algunas camisetas y carteles, siempre con el nombre del sevillano, y se las acerca al defensa para que las firme, llevándolas de vuelta a los aficionados al terminar. Es el jugador más buscado y el que más peticiones recibe de autógrafos y entrevistas. Una fiebre.

«quiero terminar ganando»

«No hace falta decir lo que Sergio representa para el club, para los compañeros, para los aficionados y para el mundo del fútbol», explicó estos días Lucas Ocampos, compañero en Monterrey.

Sobre el césped, el que fuera capitán del Real Madrid está mostrando su mejor versión. Es el tercer futbolista más veterano entre todos los que todavía siguen vivos en el Mundial y no quiere ni hablar de retirada. Por delante, sólo Manuel Neuer, portero del Bayern, y Luka Modric, su amigo y ex compañero. «En mis últimos años quiero terminar ganando», aseguró hace unos días.

De momento, ha conseguido un triunfo ante el Urawa Red Diamonds y dos empates extraordinarios contra Inter y River. Nadie ha podido con Rayados, donde el español Doménec Torrent ha creado un muro defensivo sostenido por Ramos. El de Camas gana 2,7 balones aéreos por partido, la misma cifra que Dean Huijsen o Robin Le Normand, y realiza dos intercepciones por encuentro. En ambos apartados está dentro del top 15 del Mundial.

«Caja de resonancia mundial»

Siguiendo con los datos, según la plataforma de análisis estadístico WhoScored, que tiene en cuenta distintos apartados, Ramos es el segundo mejor defensa del torneo, sólo superado por Alexander Barboza, del Botafogo. Mantiene a cero su casillero de tarjetas, es el quinto jugador del Mundial con más pases largos realizados con éxito y está también en el top 15 en balones despejados.

«Poder aportar con la mejor versión en un Mundial de clubes con tanta repercusión, con los equipos más grandes del mundo, es un plus», dijo tras sellar el pase a octavos. «Fichar a Sergio ha sido un regalo, genera una caja de resonancia mundial y tiene eco, tanto a nivel mediático como en el campo», ha asegurado el presidente de Rayados, José Antonio Noriega.

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Debutó un 22 de febrero después de nueve meses sin competir y con apenas unos días de puesta a punto en México, pero Rayados le entregó el brazalete y casi la ciudad entera a Sergio Ramos, número 93 en la espalda y en varios tatuajes a lo largo y ancho de su cuerpo, y el defensa se convirtió en referente del club desde el minuto uno. Martín Demichelis, por entonces entrenador del equipo, le había llamado hacía unos meses para River Plate, pero Ramos desestimó la oferta buscando el destino correcto. Lo encontró en Monterrey, la segunda ciudad más grande de México, y en el equipo que hoy debuta en el Mundial de clubes ante el Inter de Milán. Rival de Champions y competición fetiche para Ramos, que ganó cuatro de los antiguos Mundialitos vestido de blanco, metido ahora en su laboratorio personal el último año para aguantar el día a día del fútbol a sus 39 años.

Desde ese 22 de febrero han pasado muchas cosas en Rayados, donde Ramos comparte vestuario con viejos conocidos como Sergio Canales, Oliver Torres y Lucas Ocampos. Demichelis ya no es el entrenador, ahora manda Domènec Torrent, técnico catalán que fue durante años asistente de Pep Guardiola en el Barcelona y en el Manchester City. «No me sirve lo que he hecho anteriormente yo ni lo que ha hecho Sergio Ramos. Empezamos desde cero. Pero es un jugador top a nivel mundial. Me he enfrentado muchas veces a él y todo el mundo sabe que es un líder, un jugador profesional, que aprieta, en el buen sentido, a sus compañeros», explicó en su presentación el entrenador. «Vamos a ver», respondió el propio Ramos, cauto, cuando le preguntaron.

El equipo no ha cuajado una buena temporada, eliminado en octavos de la Copa de Campeones de la CONCACAF y lejos de los mejores en el Apertura y Clausura nacional, pero Ramos ha rendido. Ha marcado cuatro goles y no ha soltado el brazalete, que llevará también esta noche en el Rose Bowl de Pasadena, y hasta recibió una tarjeta roja. Cuestión de tradiciones.

«Ese ejemplo contagia»

Su secreto lleva de vuelta a su gran pasión: los caballos. «Es un purasangre», le definen en Monterrey, donde hace unos días se presentó de imprevisto y de forma voluntaria para entrenar antes del Mundial de clubes. La decisión sorprendió en las instalaciones de El Barrial, pero el de Camas quería tener sesiones personalizadas de entrenamiento antes del día marcado por el club para que la plantilla volviera de vacaciones. «Ese ejemplo contagia», dicen en el equipo.

Desde que dejó el Sevilla al final del curso 2023-24, ha entrenado como si estuviera en un equipo, con sesiones de mañana y tarde en gimnasio y con balón. Sin descanso, esperando la mejor oportunidad e invirtiendo miles de euros en personas y herramientas que le ayuden a mantener su puesta a punto: tratamiento con fisioterapeutas, baños de contraste entre frío y calor, baño turco, sauna, cámara hiperbárica... Cosas que ha repetido día tras día en sus épocas en Madrid, París y Sevilla. Incluso ha añadido la famosa luz roja que ha puesto de moda Marcos Llorente, una técnica terapéutica que se utiliza para estimular las células y promover una mayor regeneración de los tejidos.

Ramos, que ya lo ha ganado todo, todavía no observa el final de su carrera y quiere estirar lo máximo posible su etapa futbolística, pero Monterrey ha sido el primer riesgo para él, después de decisiones lógicas como firmar por el Real Madrid, irse luego a París y volver después a Sevilla para reconciliarse con el Sánchez Pizjuán. El caso de México, animado por el Mundial de clubes, por la cultura y el estilo de vida, ha sido su primera decisión incómoda.

Extremar la seguridad

«Tengo la suerte de haber estado muchos años en Madrid, después en París y en Sevilla, y era un paso importante, un cambio muy gigante en mi vida. Y me gustan los retos y conquistar nuevas cosas», dijo nada más llegar a Rayados.

Pero de momento es feliz. Su familia no se ha establecido en el país por las dificultades del año escolar, aunque ha ido a visitarle en varias ocasiones. Vive en una zona residencial con mucha seguridad, lógico en una ciudad de ese calibre que obliga a casi todo el mundo con cierto nivel económico a circular en coche blindado. Está cerca de la ciudad deportiva, evita pasear, algo que tampoco podía hacer en Madrid o París, y cuando va al campo como espectador le rodean varios miembros de seguridad, porque no hay un pasillo privado para acceder al palco y la gente le rodea para hablarle, pedirle fotos o simplemente tocarle.

«Sergio es un caso único, de laboratorio. Mantiene una fisiología pocas veces vista. Su masa muscular, su fuerza, su intensidad y rapidez son de primer nivel, pero destaco su ambición y su carácter competitivo», dijo sobre él Demichelis. Al llegar a Los Ángeles, Ramos concedió una entrevista a la FIFA en la que aseguró que quiere acabar sus últimos años de fútbol «ganando». «El equipo tiene facilidad para jugar este tipo de competiciones y a mi gen competitivo le gusta», explicó, siempre como capitán. «Los líderes los deciden los grupos, pero por mi carácter siempre tuve esa facilidad para tirar del carro cuando el equipo lo necesita, para aconsejar también por mi experiencia. Me siento bien con ello», finalizó. Inter de Milán, River Plate y Urawa Red Diamonds le esperan en el Mundial de clubes.

Sorloth amarga al Sevilla en el último minuto del añadido

Sorloth amarga al Sevilla en el último minuto del añadido

Actualizado Sábado, 11 mayo 2024 - 19:33

Un gol de Alexander Sorloth en el último minuto del tiempo añadido permitió al Villarreal romper la buena racha del Sevilla y prolongar el sueño de lograr una plaza para competir en Europa. En un final frenético, con penaltis y goles anulados por el VAR, el equipo de Marcelino tuvo más fe y pegada para llevarte un partido repleto de alternativas, suspense y ocasiones. [Narración y estadísticas (3-2)]

El Sevilla, sin control del balón, supo sufrir para capear el dominio inicial castellonense y en su primera llegada encontró un premio inesperado en un penalti cometido por Kiko Femenía, al que el balón golpeó en el brazo tras un salto con Suso. En-Nesyri definió desde los 11 metros, pero la alegría visitante apenas duró cinco minutos. Sorloth convirtió en gol, con un cabezazo picado, un preciso servicio de Cuenca. El empate desató al Villarreal, que recuperó la chispa inicial, aunque el Sevilla no rehusó la pelea y también comenzó a asomarse.

Jesús Navas encontró un filón en su banda y comenzó a nutrir de balones a sus delanteros. Ocampos, con una chilena, desperdició el primer servicio del lateral, pero En-Nesyri no perdonó, ya al límite del descanso, con un cabezazo inapelable. El final de la primera parte aún deparó otra sorpresa desagradable para el Villarreal, que perdería en el añadido a Coquelin, lesionado.

De todas las formas posibles

Los locales repitieron el guion del primer periodo y salieron en tromba tras el descanso. En apenas un minuto, Álex Baena iba a desperdiciar dos ocasiones para el 2-2. En la primera, se topó con los reflejos de Nyland, salvador en el mano a mano, y en la segunda envió fuera de volea tras un pase al espacio de Parejo.

El Villarreal, desbocado, rozó el empate con un remate de cabeza de Cuenca y en un disparo de Guedes, tras un pase de fantasía de Baena, que Nyland volvió a salvar. El Submarino lo intentó de todas las formas posibles, con centros al área, balones filtrados y disparos lejanos, pero no encontró la forma de derribar la muralla del Sevilla hasta que Mosquera cazó un balón en el primer palo.

Rectificación del VAR

Con siete minutos aún por delante, y conscientes de que el punto no valía, ambos equipos se enzarzaron en un desenfrenado intercambio de golpes. En-Nesyri remató al palo y, poco después, el VAR rectificó un penalti señalado a favor del Sevilla por una mano de Capoué que resultó ser de Agoumé.

Terrats, ya en el descuento, también vio cómo Díaz de Mera le anuló el 3-2 por fuera de juego. En plena locura ofensiva, Baena volvió a frotar la lámpara para asistir a Sorloth, que no perdonó para tumbar al Sevilla, mantener vivo el sueño europeo y luchar por el Pichichi LaLiga. De momento suma 19 tantos, uno menos que Artem Dovbyk.