De un extremista a un liberal, de un energúmeno a un moderado, Joan podría dirigirse a Florentino en versos de Neruda: "Me gustas cuando callas porque estás como ausente". Pérez, aliado de Laporta, su único socio, en la Superliga europea, calla y otorga en la Supercopa española. Hay silencios atronadores.
Alguna que otra vez, al franquismo le convino que el Athletic de Bilbao (el Bilbao, se decía entonces, como se decía el Gijón, el Santander, el
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En la sala principal del Marriot Hotel de Yeda todo eran dudas. Ni los directivos de la Federación Española de Fútbol ni los medios de comunicación tenían la respuesta a la pregunta que llevaba reenviándose durante todo el día entre los móviles de los responsables: «¿Llegará Florentino Pérez? ¿Si no viene, asistirá Laporta?». La respuesta llegó a las 19:45 de la tarde saudí y fue el inicio, dicen sus protagonistas, de una pequeña tregua institucional. Veremos durante cuánto tiempo.
El jardín del Marriot, situado a escasos 20 minutos del aeropuerto de Yeda, fue el escenario de la recepción oficial ofrecida por Rafael Louzán, presidente de la RFEF, antes de la final de la Supercopa de España. Un acto que gracias al buen hacer de Madrid y Barça en el torneo se lleva repitiendo durante varios años en Arabia Saudí y provoca momentos de máxima morbo para la actualidad futbolística española.
El año pasado, la Embajada de España en Riad se convirtió en el escenario de la paz entre Florentino y Laporta después de 10 meses de críticas y plantones a raíz del Caso Negreira. Y ayer, doce meses después, el Marriot de Yeda, con la presencia del cónsul honorario de España en la embajada en Riad, Sheikh Abdulaziz Kaki como mediador, acogió el reencuentro entre Laporta y Louzán después de los insultos del azulgrana en el palco de la semifinal contra el Athletic, justo después de saber que el CSD le había dado la cautelar en el Caso Olmo y le permitía inscribir al futbolista, al contrario de lo decidido por LaLiga y la RFEF.
Un 'perdón' al estilo Laporta
Laporta no había tenido ningún acto público ni se había dejado ver desde la semifinal, e incluso se había deslizado que si no acudía Florentino, él tampoco lo haría. Hasta en eso parecían ir de la mano. Pero a las 19:45 apareció en la recepción. Se saludó de manera cordial con Louzán, le enseñó el himno del Barça al hijo del cónsul, bromeó con Villar, elogió el 'Beach Club' en el que había comido, saludó a Medina Cantalejo (jefe de los árbitros) y en su discurso, totalmente improvisado, dejó un recado a la Federación y se justificó, a su manera, por los insultos del palco.
El presidente dijo ante los representantes saudíes y los directivos de la Federación que se podía haber evitado la polémica «que ha envuelto esta Supercopa» si «se hubiera aplicado la normativa correctamente, según nuestra opinión». Eso sí, se mostró «satisfecho» porque todo ha terminado saliendo «bien».
Además, reflexionó, sin mencionarlos, sobre sus gestos e insultos en la semifinal asegurando que «el fútbol es pasión, te lleva hasta el límite...». Un 'perdón' al estilo Laporta después de los cortes de manga y los «hijos de puta» en el palco.
En la Federación esperaban una disculpa más contundente, pero el discurso y su presencia han levantado la bandera blanca. La próxima batalla del Barça será cuando se termine la cautelar, y si entre medias puede evitar tener a la Federación en contra, mejor para ellos.
Mientras se firma la tregua entre el Barça y la RFEF, el Madrid se mantiene al margen. El silencio del conjunto blanco después de la concesión de la cautelar al Barça por parte del CSD, también en las ruedas de prensa de Ancelotti y jugadores esta semana, ha sido muy comentado por los clubes de LaLiga y criticado por el presidente de la competición, Javier Tebas. «¿Dónde está Real Madrid TV?», escribió en sus redes sociales.
El Madrid, al margen
Florentino no acudió al Marriot, asegurando el club que todavía no había aterrizado en la ciudad, y en su lugar la directiva del Madrid mostró cordialidad con Laporta y Louzán. José Ángel Sánchez, director general del club, charló durante un minuto con el directivo azulgrana en muy buena sintonía y Butragueño sustituyó a Pérez en el escenario de forma amistosa. Reinó la calma y la comitiva madridista abandonó el lugar a la media hora. Tan amable como rápida.
De Negreira a la Superliga
La relación entre Madrid y Barcelona no deja de sorprender. Amigos en tantas cosas, enemigos en tantas otras. Los blancos se personaron en el juicio del Caso Negreira al sentirse perjudicados, pero están unidos a su rival en el proyecto de la Superliga, en la trinchera contra Tebas y la UEFA y en sus quejas, entre otras, por el acuerdo con el Fondo CVC. «El Barça y el Madrid se tienen que ayudar, lo digo con sinceridad. Es un club que está entre los más grandes del mundo. ¿Por qué nos íbamos a enfadar?», dijo el propio Florentino en la última Asamblea madridista.
Tebas es ahora vicepresidente de la RFEF, una decisión que no ha gustado a Florentino y a Laporta a pesar de que Louzán ha mostrado su «total disponibilidad» para tener, y así lo volvió a recalcar ayer, «una paz duradera».
En algún punto de la fina línea que separa el amor y el odio entre ambos clubes está el momento actual de su relación, con el Madrid manteniendo la calma aunque parte de su afición le exija criticar a su gran rival. Un 'Juego de Tronos' en el que esta noche volverán a ser enemigos en el campo, pero en el palco Laporta y Florentino se reencontrarán para medir las sensaciones de su relación.
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, rompió este sábado su silencio después de la cautelar concedida al conjunto catalán en el caso Dani Olmo y tras sus gestos e insultos en la palco del Estadio King Abdullah de Yeda antes de la semifinal de la Supercopa de España ante el Athletic Club. En la recepción oficial con motivo de la final ante el Madrid, ofrecida por el presidente de la Federación Rafael Louzán, a la que no asistió Florentino Pérez y en la que estuvo EL MUNDO, el directivo azulgrana ha justificado sus acciones y ha reflexionado sobre toda la polémica de la cautelar.
"Esta Supercopa ha estado envuelta por la inscripción de dos jugadores. Pienso que podíamos haber evitado esta situación si se hubiera aplicado la normativa correctamente, desde nuestra opinión. Por suerte, se ha solucionado y podrán jugar. Estamos satisfechos", aseguró Laporta en su discurso.
El presidente culé había convocado una rueda de prensa el próximo martes en Barcelona para hablar del caso Olmo, pero al final optó por emitir una primera reacción en el acto organizado por la RFEF a la medida cautelar dictada por el Consejo Superior de Deportes (CSD) para que el extremo internacional y Víctor pudieran ser inscritos.
No habrá expediente disciplinario
En sus palabras, Laporta también se refirió, sin nombrarlos, a sus actos antes de la semifinal, motivo que obligó a Louzán a "estudiar" una posible sanción. "El fútbol es pasión. Se puede reír, llorar, puedes estar en una situación límite... Lo importante son las emociones y la vida. El fútbol siempre gana porque son emociones", reflexionó. A unos metros estaba Louzán, que finalmente no le abrirá un expediente disciplinario.
Su discurso, en el que no hubo una disculpa esperada por la Federación, insistió en la importancia del Clásico, el partido más importante del mundo. "Son finales apasionantes y es un orgullo enfrentarnos al Madrid. Somos los dos clubes con más aficionados, casi a la par, en el Madrid diréis que tenéis más y nosotros diremos que somos nosotros los que tenemos más", bromeó.
LaLiga ha anunciado que va a recurrir ante la justicia ordinaria el fallo del CSD de conceder al Barcelona la medida cautelar, mientras que el ente federativo no se ha pronunciado tras la resolución.
Para Laporta, las finales entre estos dos equipos "engrandecen y dan un nivel al fútbol". "Es un partido que se disputa en todo el mundo con independencia de la competición en la que se celebre. Es un partido de nivel mundial", ensalzó.
El gran ausente de la recepción fue Florentino Pérez, cuyo avión no aterrizó a tiempo para asistir al evento. En su lugar, José Martínez 'Pirri', presidente de honor, Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales, y José Ángel Sánchez, director general, representaron al Madrid.
Se espera que el máximo mandatario blanco asista a la final de este domingo y siga el partido en el palco junto a su homólogo del Barça y Louzán. En el tradicional intercambio de obsequios, Laporta y Butragueño se intercambiaron las camisetas de sus respectivos equipos.
Carlo Ancelotti dio el pistoletazo de salida a las cuatro ruedas de prensa que se vivirán en la previa de la final de la Supercopa de España, que este domingo disputan el Real Madrid y el Barcelona (20:00 horas). Después del italiano llegarán Hansi Flick, Fede Valverde y Pedri. "Si perdemos, la temporada sigue. El equipo ha mejorado, nadie lo puede dudar, y no retrocederá si hay una derrota", analizó el técnico transalpino.
El recuerdo del 0-4 liguero del Camp Nou estuvo sobre el ambiente de la sala de prensa del King Abdullah de Yeda, donde Ancelotti aseguró que "hemos hecho una evaluación bastante clara de lo que hicimos en el último clásico". "Tenemos que intentar repetir lo bueno y no repetir lo malo. Es una final y hay más presión", insistió.
Los últimos clásicos han tenido muchos goles, algo que para Ancelotti lo provoca la calidad de los futbolistas. "Prevalece la calidad individual más que el equilibrio y el juego del equipo. Creo que si defiendes bien, tienes más probabilidades de ganar", dijo.
El italiano volvió a defender los vídeos de Real Madrid Televisión, de la que reconoció que "tiene el mismo derecho que vosotros a dar su opinión", y se refirió a la presencia de Dani Olmo en el encuentro del domingo. "Si marca, pasaría que no hemos sido capaces de frenar a un jugador que es muy bueno. Si juega, pensaremos cómo defenderle".
Preguntado sobre los días en Yeda, compartiendo hotel durante cinco noches con sus futbolistas, algo inusual en la temporada, Ancelotti reconoció que "prefiero darles libertad". "No les empujo mucho con los vídeos, que es lo que más hacemos ahora y no duran mucho más que 15 minutos. Se lo pasan bien juntos, hay un buen ambiente... No sé qué hacen en la habitación, ni lo quiero saber", bromeó.
Flick: "Tenemos mucho ruido alrededor"
Hansi Flick, entrendor del Barcelona, admitió que tienen "mucho ruido alrededor" del equipo, en un momento en el que el Caso Olmo protagoniza la mayoría de las portadas. "Aún así el equipo ha estado unido, ha sido fuerte... Contra el Athletic hicimos un gran partido, jugamos por Dani y por Pau. Los jugadores están muy unidos", explicó.
El técnico alemán también se refirió a la polémica alrededor de Iñaki Peña, suplente en la semifinal contra el Athletic por haber llegado tarde a la sesión previa. "Aquí en España tenéis una mentalidad diferente, pero para mí es básico. Es la tercera vez que alguien llega tarde", explicó, en referencia a las dos veces que Koundé también llegó más tarde.
Con respecto al partido, Flick admitió que "como jugamos en el Bernabéu es como queremos jugar", y que ganar la final sería "conseguir motivación" para el resto de la temporada.
El PP ha pedido explicaciones al Gobierno por la decisión del CSD de conceder la medida cautelar urgente solicitada por el FC Barcelona y por los jugadores Dani Olmo y Pau Víctor en la que se solicitaba la suspensión de la cancelación de las licencias deportivas de dichos jugadores para que puedan jugar.
El grupo popular entiende que el Gobierno "debe dar explicaciones por adulterar La Liga a través del CSD, que ha pervertido la competición con una decisión sin precedentes. La intervención política para permitir la inscripción de los futbolistas Dani Olmo y Pau Víctor por parte del Fútbol Club Barcelona ensucia la reputación del principal y más popular campeonato deportivo de España. Algo intolerable y que ha llenado de indignación a millones de aficionados al fútbol en nuestro país".
Por ello, el PP registró este jueves ante la Mesa del Congreso de los Diputados, una serie de preguntas al Gobierno, agrupadas en ocho epígrafes, de las que desea obtener respuesta por escrito.
"¿Tiene constancia el Gobierno del acuerdo de la Comisión de Control Económico de La Liga y los parámetros por los que se consideró que el F.C. Barcelona incumplía los requisitos presupuestarios del llamado "fair play"? ¿Qué diálogo se ha mantenido con LaLiga y la RFEF respecto a la concesión de esta medida cautelar? ¿Qué impedirá a partir de ahora, a juicio del Gobierno y del CSD, que cualquier club incorpore a jugadores rompiendo las normas que todos los clubes se han autoimpuesto para después hallar amparo, siquiera de forma cautelar, en base a la protección de sus intereses económicos y de la carrera deportiva de los jugadores?", son algunas de las preguntas que recoge el escrito.
El texto también destaca que la resolución del CSD llegó pocas horas después de que Pilar Alegría "declarara públicamente que el estudio de los 52 folios y 60 documentos de la pieza sería "un trabajo tedioso" y que la RFEF y LaLiga podrían formular alegaciones antes de la resolución de la medida cautelar", lo que, a juicio del PP indica "que esta decisión de carácter político podría haber estado ya decidida".
Desde el partido de Feijóo entienden que "la admisión de la medida cautelarísima por parte del CSD no sólo incumple las más elementales reglas de fair play, también consagra el trato de favor de un Gobierno empeñado en generar desigualdades, a tratar de forma diferente a unos frente a otros. Pero esta nueva amnistía, como la anterior, no se va a producir con el silencio cómplice del PP. No nos vamos a quedar de brazos cruzados mientras el Gobierno trata de corromper también el deporte, fuente algunos de los mejores valores sociales".
Hay siete kilómetros entre el Hotel Marriot de Yeda, sede de la Federación Española de Fútbol durante esta Supercopa de España, y el Assila Luxury Collection, cuartel general del Fútbol Club Barcelona. Siete kilómetros que separan las trincheras de la nueva guerra del fútbol español, que vivió en la noche del miércoles y la mañana del jueves sus horas más tensas. La decisión del Consejo Superior de Deportes de conceder la cautelar para inscribir a Dani Olmo y la exaltación, insultos a directivos federativos mediante, de Joan Laporta en el palco del Estadio King Abdullah torpedearon la paz recién estrenada con las elecciones en la Federación y provocaron multitud de mensajes, llamadas y mucha presión sobre todos los responsables. Vuelve el barro, si es que alguna vez se fue.
Mientras, a lo lejos, relajado en el Park Hyatt del paseo marítimo de la ciudad, el Real Madrid espera acontecimientos. Un silencio que es entendido por sus críticos como un apoyo al conjunto catalán. Así lo argumentó Javier Tebas, presidente de LaLiga, desde Madrid. No le importó la distancia al que ahora también es vicepresidente de la RFEF, enfrentado durante años al ente que dirigía Rubiales y ahora parte de la Federación, para situarse de nuevo contra el equipo blanco y el CSD. En Chamartín, personados en el Caso Negreira contra los culés, prefieren mantenerse al margen de momento mientras el resto de clubes de LaLiga se revuelven por lo que consideran "una decisión política". Esos son los bandos, aquí los hechos.
La noche del 4 de enero, mientras volvía en su coche desde Barbastro hacia Barcelona, Joan Laporta, acompañado en el vehículo por Alejandro Echeverría, su mano derecha, tuvo una conversación por teléfono con Rafael Louzán, presidente de la Federación. En esa llamada, el dirigente culé le agradeció al federativo su trabajo durante el intento de inscripción de Olmo a pesar de que no se podía conseguir. Había, en teoría, buena relación.
Cuatro días después, ambos se encontraron en persona en el palco de Yeda, justo antes del Athletic-Barça, donde la situación fue diferente. Louzán llegó a la sala VIP del King Abdullah unos segundos después de que Laporta gritara varios "hijos de puta" a los directivos de la Federación y a varios presidentes territoriales. "Sinvergüenzas, cobardes, acojonados", fueron, según pudo confirmar este periódico, algunos de los insultos que propinó el presidente azulgrana.
Mala imagen para la Federación... Y posible sanción
Una imagen "impresentable" y "violenta", definen varios testigos de la escena, en la que Laporta "estaba fuera de sí" y que "sorprendió", aseguran, a los representantes del Gobierno saudí presentes en el palco. Una acumulación de actos, los insultos, los golpes, la mala imagen hacia los dirigentes locales y la decisión del CSD, que provocaron una noche de miércoles y una mañana de jueves frenéticas.
En la madrugada, Louzán y Tebas hablaron por teléfono para intentar marcar los siguientes pasos a seguir, conscientes ambos de que los clubes y los directivos iban a presionarles durante el jueves. Así fue. En la mañana de ayer, el presidente federativo tuvo una reunión en su hotel de Yeda con representantes de los 47 clubes no profesionales invitados por la RFEF a la Supercopa, y no tardó en salir el tema del ataque de Laporta, prometiendo Louzán "estudiar" la apertura de un expediente disciplinario al presidente ante el enfado de algunos directivos y presidentes.
El gallego, en una conversación con tres medios de comunicación entre los que se encontraba este periódico, aseguró que instará al culé a pedir perdón para evitar una sanción que escale la tensión. De momento, Laporta ha anunciado una rueda de prensa para el próximo martes, ya en Barcelona, rechazando hablar en Yeda, y el domingo, en el clásico, habrá encuentro con ambas directivas.
Mientras, Louzán trata de aliviar la rabia de los clubes. Cinco equipos, con el Athletic Club a la cabeza, llamaron en la mañana de ayer al presidente federativo y a Tebas para quejarse por una decisión que, consultados por este periódico, "rompe el Control Económico de LaLiga". Los clubes consideran, aunque de momento lo dicen en bajito, nada de hacerlo público, que la cautelar genera "un precedente peligroso" en el fútbol español y piden responder de manera administrativa al CSD, algo que están estudiando LaLiga y la RFEF. Sólo la U.D. Las Palmas hizo público ayer su enfado a través de un comunicado en el que decía que la decisión del Gobierno "supone un grave peligro para la integridad de la competición". Se unió, horas después, el Atlético de Madrid. El club rojiblanco considera que la decisión del CSD es una «intervención gubernamental» y avisa que «crea un precedente muy peligroso». «El Atlético mantiene su compromiso con el rigor -continúa-. Sin unas normas claras e iguales para todos, no hay competición justa posible».
Del "situaciones esperpénticas" del presidente del Athletic, Jon Uriarte, al "¡hijos de puta!", corte de mangas incluido, de Joan Laporta, hay una decisión que ha removido el mundo del fútbol en España. La cautelarísima que permite inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor ha sido, a juicio de los expertos en derecho deportivo consultados por EL MUNDO, una "decisión inusual" tomada con una "urgencia innecesaria" en la que ha mediado "cierta intervención
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El miércoles de Yeda fue el delirio de Joan Laporta, arrebatado por la alegría de la cautelar que le permitirá inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor. Un júbilo que le encontró en pleno acceso al estadio King Abdullah de Yeda, justo antes de la semifinal de la Supercopa de España ante el Athletic Club. Allí, rodeado de directivos propios y rivales, de presidentes territoriales y de todo tipo de autoridades, soltó toda la rabia acumulada.
La noticia sorprendió a la expedición del Barça en su trayecto desde el hotel al campo. El Consejo Superior de Deportes (CSD) acababa de conceder la libertad a Olmo y Víctor, que volverán a ser inscritos «hasta que se resuelva definitivamente» el recurso presentado por el club azulgrana.
A poco más de una hora para el inicio de la semifinal de la Supercopa, el Barça y Laporta recibían la decisión del CSD en un clima de euforia. Poco importaba que con esos plazos tan ajustados Flick no pudiese incluir a Olmo y Víctor en la convocatoria ante el Athletic. En el interior del estadio, Joan Laporta se abrazaba con Enric Masip y Alejandro Echevarría, dos de sus asesores de confianza. Casi fuera de sí, el presidente azulgrana acompañó su alegría con un estrafalario corte de mangas camino al palco.
Eufórico abrazo
Allí, Jon Uriarte, presidente del Athletic Club, estaba tildando la decisión del CSD de «esperpéntica», definición que aterrizó en el seno del Barça para enfrentar todavía más a dos directivas que hace tiempo que no se tragan. «Es una decisión provisional tomada por un órgano político y ahora son LaLiga y la Federación quienes deberán defender la decisión que tomaron», insistió el dirigente rojiblanco en los micrófonos de Movistar.
En la sala anterior al palco llegó el show de Laporta. Según adelantó Marca y pudo confirmar este periódico, el presidente del Barça se transformó cuando vio a Dani Olmo acercarse a él. Abrazó con euforia a su futbolista y, rodeado de multitud de dirigentes, comenzó a gritar al aire «¡Hijos de puta, hijos de puta!». Fue una situación que algunos testigos consultados por este periódico tildan de «violenta». Después de los insultos, el máximo mandatario culé comenzó a golpear varias sillas mientras los demás no daban crédito.
Pasados unos minutos, Laporta encontró la serenidad, ya con Rafael Louzán, nuevo presidente de la Federación, al lado. Se intercambió un detalle protocolario con Uriarte, siempre con Louzán en el medio, y caminó hacia su asiento en el palco. Desde allí observó la victoria del Barça mientras sus contrarios comenzaban a reflexionar sobre las razones de la cautelar, mirando directamente a esa «decisión política» que reclamaba el presidente rojiblanco.
Los intereses de la selección
A esta tesis, la de la injerencia política, podría aferrarse quien examine con algún detenimiento los razonamientos jurídicos del CSD. Porque el órgano gubernamental apeló al artículo 27 de la Ley del Deporte, según el cual los deportistas profesionales tienen derecho «a una carrera deportiva conforme a sus potencialidades y con todas las garantías y certidumbre». Sin embargo, pasa por alto el hecho de que el Barça haya burlado el control económico que el resto de clubes cumplen a rajatabla.
No conforme, el órgano presidido por José Manuel Rodríguez Uribes aprovecha la presencia del Barça en la Supercopa para argumentar que dejar fuera a Olmo y Víctor «causaría un perjuicio económico y deportivo grave para el club y, sobre todo, para los futbolistas». «Esto podría dañar también los intereses de la selección española, así como del resto de las competiciones nacionales, incluida LaLiga», añade.
Uriarte, con aficionados del Athletic, en el King Abdullah de Yeda.ATHLETIC CLUB
De momento, la principal certeza para el Barça es que sus dos futbolistas podrán disputar la final del domingo en Yeda. Y la próxima jornada liguera, el próximo sábado 18 ante el Getafe en el Coliseum. Sin perder de vista el carácter provisional de esta cautelar, dado que en un plazo máximo de tres meses deberá resolverse definitivamente el recurso de alzada del Barça.
En cualquier caso, la decisión del CSD supone un duro golpe para Javier Tebas, presidente de LaLiga, que mostró su «absoluta disconformidad» con el CSD, al tiempo que no descartaba «plantear los recursos que procedan».
Casi en las antípodas de esta contundencia, la Federación Española no quiso entrar en más honduras. «Respetamos las decisiones de un órgano como el CSD, pero no podemos entrar en este tema. Cuando podamos conocer su escrito profundidad haremos una valoración», adelantó Rafael Louzán en Movistar, donde el flamante presidente reiteró que la RFEF había cumplido «escrupulosamente lo establecido».
El Barcelona ya espera al Real Madrid o al Mallorca en la final de la Supercopa de Arabia, coronación de mitad de temporada que sirve para elevar las penas o empeorar las sensaciones. Gavi y Yamal, con dos goles en el inicio de ambas partes, hundieron a un Athletic débil y errático, lastrado por la baja inicial de Nico Williams y la ausencia de Sancet. Lo intentó en el tramo final cuando el Barça tiró de cautela, aprovechando la actualidad, se relajó y reservó a sus estrellas pensando en la final. Polémico gol anulado a Iñaki Williams. [Narración y estadísticas (0-2)]
Empujado por la alegría, peineta mediante de Laporta, de la 'cautelarísima' para inscribir a Dani Olmo, el Barça arrancó el duelo dominando al Athletic al ritmo de Pedri. El ex del Leipzig no fue convocado para el partido a la espera de la inscripción definitiva, pero parece que tendrá el permiso del Consejo Superior de Deportes (del Gobierno) para disputar la final del domingo y las próximas jornadas de Liga y Copa.
Aún así, a Hansi Flick no le hizo falta Olmo. El técnico alemán volvió a sentar a De Jong, situó a Gavi en la mediapunta y retrasó un poco al canario, que compartió medular con Casadó y fue el timón del conjunto azulgrana. De las botas del de Tegueste nació el asedio inicial de los culés, que bajó varios metros su tradicional defensa adelantada para evitar la velocidad de Iñaki Williams.
sin Nico ni Sancet
Pedri siempre encontró a su espalda a Prados o Unai Gómez, pero su habilidad para sortear la presión, girarse y conectar con Raphinha y Yamal desestabilizó al Athletic en los primeros minutos. Raphinha tuvo el 0-1 en varias ocasiones, una al rematar alto un centro y otra tras un saque de falta que desvió Unai Simón, pero el primer gol del Barça no tardaría en llegar. En el 16, Raphinha recibió en tres cuartos, evitó la entrada de un Lekue que perdió la marca en su carril, el brasileño cedió a Pedri, el canario aceleró hacia el área, vio la llegada de Balde en libertad y el lateral asistió a Gavi para que anotara por bajo ante Simón. Una acción rápida y vertical, máximo deseo de Flick.
Al Athletic, sin Nico ni Sancet, le costó despertar tras el tanto del andaluz. El Barça siguió fluyendo en la medular, superando la débil presión rival y aprovechándose de los errores en salida de Prados y Jaureguizar, que no consiguieron hacer suyo el juego. La tardanza rojiblanca en asentarse sobre Yeda casi le permitió al Barça alejarse en el marcador, pero Raphinha y Lamine no estuvieron acertados ante Simón.
Ante las dificultades para combinar, el Athletic optó por los balones largos a la espalda de los centrales azulgrana. Perdió muchas posesiones, pero se acercó con peligro cuando consiguió ganar las segundas jugadas y decantó el partido hacia el área rival durante unos minutos, hundiendo al Barça en su área, siendo más intenso en la presión sobre Pedri y teniendo un arreón al final de la primera parte en busca del empate, pero falló ante el gol.
Szczesny neutraliza una ocasión de Iñaki Williams.EFE
Ahí se encontró con Szczesny, titular en lugar de un Iñaki Peña castigado por Flick por llegar tarde a la sesión matutina en el hotel. En el 34, Yuri llegó a línea de fondo, puso un centro fuerte por bajo hacia Guruzeta y el portero polaco estuvo ágil para poner una mano fuerte que evitó el remate del delantero.
El descanso reinició sensaciones y la segunda parte arrancó como la primera. Con el Athletic demasiado errático en salida y con el Barça presionando y aprovechando los errores de su rival. Raphinha tuvo la primera opción en el 48, pero su disparo ante Simón salió mordido, y Yamal amplió la renta cinco minutos después.
Jaureguizar quiso conectar con Guruzeta en el círculo central, su pase no salió perfecto e Iñigo saltó al corte. El balón aterrizó en Gavi, que se giró y buscó a Lamine en la frontal. Medio gol. La joven estrella azulgrana controló hacia Simón, tuvo segundos para pensar y batió al rojiblanco para delirio de la grada saudí, que llenó hasta la mitad el Estadio King Abdullah. Entrada pobre a la espera de un posible clásico.
Dos goles anulados
Y de nuevo, se volvió al guion de la primera parte. Un paso atrás del Barça y una marcha más de los bilbaínos, sin éxito en sus acercamientos. Flick retiró del campo a un Yamal que volvía a jugar tras estar lesionado y el partido se igualó. Apretó el Athletic, más por la inercia del partido y por la entrada de Nico, al que Valverde dio media hora después de ausentarse en el entrenamiento previo..
La cautela del Barça hacia la final hizo crecer al Athletic, que se encontró con varias oportunidades. Falló Jaureguizar, falló Vesga, falló Nico... Y falló Iñaki Williams. El delantero voleó desviado un centro y no acertó a asistir con acierto a Nico Serrano en una contra, precipitándose el canterano al rematar desde lejos.
El tramo final tuvo polémica. Ortiz Arias anuló dos tantos al Athletic por fuera de juego. Uno a De Marcos, en clara posición antirreglamentaria, y otro a Iñaki después de un error de De Jong, que pasó el balón hacia atrás. El VAR avisó al colegiado de que Djaló había rozado la pelota del holandés y por tanto la jugada no podía ser válida. Protestó el Athletic, pero no sirvió. El Barça está en la final.
La cautelarísima a Dani Olmo es una medida muy política, en todos los sentidos, para la que los servicios jurídicos del CSD han tenido que forzar los argumentos sin entrar en cuestiones jurídicas más profundas y peligrosas. Política porque política se hace también en el deporte, donde ahora están enfrentados el padre de la norma por la que se impedía la inscripción del jugador, Javier Tebas, y el secretario de Estado, José Manuel Rodríguez Uribes
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