No habrá duelo entre los equipos españoles de Champions en los octavos de final de la Copa del Rey, tal y como decidió el sorteo celebrado este miércoles en el salón Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Aunque ya no había restricciones, Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid se evitaron en la siguiente ronda de la competición, que todavía se disputará a partido único. El Real Madrid se enfrentará en casa al Celta, el Barcelona se medirá también como local al Betis y el Atlético visitará a uno de los dos equipos de Segunda aún en liza, el Elche.
Del resto del sorteo destacaron los emparejamientos del Pontevedra de Segunda RFEF con el Getafe y del Ourense de Primera RFEF con el Valencia, clasificado este martes después de ganar al Eldense. Real Sociedad-Rayo Vallecano, Athletic-Osasuna y Almería-Leganés fueron los duelos que cerraron la composición del cuadro. Todos los encuentros se disputarán la próxima semana, entre el martes y el jueves, con días y horarios aún por definir.
Atlético y Barcelona deberían jugar el miércoles 15 porque el martes siguiente tienen encuentro de Champions y, con esa obligación, muy posiblemente el Real Madrid pasará al jueves 16, aunque eso obligará a cambiar el horario del partido del Celta-Athletic de Liga -que iba a ser el sábado 18-. En todo caso el viernes 17 ya está programado el sorteo en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas que deberá determinar los cuartos de final, aunque todavía no se fijará el cuadro. En la última edición, que acabó con victoria del Athletic en la final ante el Mallorca, a esa ronda ya sólo llegaron equipos de Primera.
El Valencia resolvió con dos zarpazos un duelo copero ante el Eldense que se presentaba como un examen trampa. Corberán está en periodo de prueba y genera expectación comprobar si puede levantar al equipo. No es la Copa de Rey sea una prioridad yendo penúltimo en la tabla, pero sirvió para seguir creciendo, la respuesta que, a modo de letanía, da el entrenador a cada pregunta ansiosa. Para eso y para algo más. [Narración y estadísticas: 0-2]
Ante el Eldense, con sus propias necesidades en la cola de la clasificación en Segunda, el técnico sometió a una prueba a futbolistas de temporada mediocre que pueden tener una nueva oportunidad. Alineó un once de titulares para engrasar automatismos en el que Sergi Canós, Hugo Guillamón y Jesús Vázquez tenían deberes extra. Los tres tienen que dar un paso adelante. Dos dio Sergi Canós. En el minuto 9 le encontró en la frontal Diego López y, con un zurdazo a la media vuelta y por la escuadra, puso el partido de cara a los valencianistas.
Crecía el Valencia, pero el Eldense encontró su talón de Aquiles: la banda izquierda que Jesús Vázquez era incapaz de sostener. De allí nació un centro que remató Collado a bote pronto para que el balón rozara el poste y de nuevo Gámez, a la media hora de juego y con los alicantinos crecidos, cruzó al área otra pelota que Juanto remató, se le escapó a Dimitrievski y no llegó a cazarla Jorquera.
Justo en ese momento de zozobra volvió a aparecer Canós para cruzar un balón de banda izquierda a la lateral derecho del área donde esperaba Diego López para convertirlo en el segundo tanto valencianista e irse al vestuario con ventaja.
Ajustó Corberán al equipo para afrontar una segunda mitad que debía ser cómoda. Taponó la vía de agua en la banda derecha y movió el banquillo para repartir minutos y ver a Sadiq con la camiseta del Valencia por primera vez. Lejos de que se viera que el Valencia aceleraba en ataque, le costó acomodarse y el Eldense, que también se refrescó, comenzó a verse con opciones de apretar el resultado. Fue más la sensación de peligro que llegaba desde los costados que las ocasiones y los valencianistas se rehicieron para controlar de nuevo el duelo. Hasta tuvieron la más clara.
Una falta de Gámez a Jesús Vázquez en el lateral del área la centró Pepelu, el rechace de la defensa del Eldense lo enganchó en la frontal Almeida y batió a Dani Martín, pero con Sadiq en fuera de juego. Se sacudían así los nervios y Canós tuvo ocasión de marcar su segundo tanto con un disparo que marchó rozando el palo. Con la misma intensidad lo buscó el nigeriano, que dio muestras de su potencia que, con mayor control, puede dar mucho al ataque valencianista.
En el interior de un AVE no se tiene la sensación de viajar a alta velocidad. Es necesario contrastarlo, observar desde la ventanilla a otro convoy o vehículo. El Madrid pertenece a la alta velocidad del fútbol, con independencia de quien se encuentre sobre el terreno de juego. La calidad y la imaginación son cosas distintas. Si la pone en práctica, la diferencia frente a un equipo de otro segmento es como una sima. La Copa ofrece esa oportunidad y la posibilidad de la sorpresa, pero una sorpresa imposible si el Madrid entra en el campo sobre las vías del AVE camino de los octavos.
La Deportiva Minera, pese a jugar en Segunda RFEF, la cuarta división, no pertenece a otro fútbol, porque fútbol solo hay uno, pero sí a otra realidad del fútbol. En su día de Reyes no quiso traicionarse y en su lealtad al juego estuvo su prematura sentencia, con 0-4 en el descanso y 0-5 en el desenlace. Con la seriedad con la que se empleó un Madrid con buena parte de meritorios que son estrellas, salvo los canteranos, habría caído de cualquier forma. La voluntad por jugar el balón desde atrás, a lo grande, o el deseo de la presión alta, propiciaron errores y espacios que el Madrid no desperdició, con transiciones rápidas y pegada en el área. El caudal de goles pudo ser una riada de no ser por Fran Martínez, ganador en la mayoría de situaciones de uno contra uno para frustración de Endrick o Brahim. Activo el brasileño, únicamente le falto el gol. Es el alimento del delantero.
Los cambios de Ancelotti
Ancelotti recurrió a las rotaciones, por supuesto, pero sin desfigurar en exceso al Madrid, cuyo centro del campo podía ser el de un día cualquiera, con Camavinga como pivote y Modric y Valverde a los costados, con Brahim entre dos aguas. Las noticias estaban en defensa, con Lorenzo y Diego Aguado, más Asencio y Fran García. Todos son de su cantera, aunque el último regresara después de una etapa en el Rayo. Diego Aguado, de 17 años, pertenece al juvenil A y es uno de los futbolistas de las categorías inferiores en los que más confía el 'staff' de Ancelotti, que lo ha incorporado en más de una ocasión a los entrenamientos. Es la zona donde más necesarios son los relevos, en especial para Rüdiger, al que dejó en Madrid. Lunin aparecía por detrás de todos ellos.
Si la defensa se convirtió en una alternativa de aspirantes a un puesto, el ataque lo era para los aspirantes a estrellas, Endrick, Güler y Brahim. Todos son jóvenes, pero su estatus es distinto. Brahim tiene mucho más recorrido hecho, y lo demostró en el propio partido. Se adapta al ataque como al centro del campo, polivalente, intenso, rápido y goleador. En Cartagonova le dio velocidad al juego por el interior, en combinación con Modric, mientras que Fran García lo hacía desde la banda, como un trueno. Brahim apuró la banda en el centro para Valverde en el primer gol, nada más empezar, y se exhibió en el tuya-mía con el croata en el cuarto. Al internacional marroquí tan sólo le faltó el tanto, pero cuando más cerca estuvo apareció Fran Martínez, portero de principio a fin.
Güler, dos goles
Para la Deportiva Minera nada cambiaba con el gol de Valverde, llegado antes de los cinco minutos, pues salió a jugar como siempre. Cambiaba, en cambio, para el Madrid, que pese a su buen tono necesitaba despejar cualquier duda cuanto antes. El segundo gol tuvo similitudes con el primero, al iniciarse por errores del rival en la salida de balón y acabar con el remate de un centrocampista en el área, en este caso Camavinga. A Güler no le ocurrió como a Endrick y a Brahim, y pudo finalmente batir a Fran Martínez en dos ocasiones.
Omar Perdomo pudo darle a la Deportiva Minera ese gol que hubiera sido más que un gol, al observar a Lunin adelantado y lanzar desde el centro del campo. Hay cosas que un futbolista puede y debe permitirse, aunque juegue en un equipo que no alcanza un millón de presupuesto frente a otro en el entorno de los 1.000 millones. Ni siquiera el equipo murciano pudo jugar en su estadio, en el Llano, por falta de aforo, por lo que se trasladó a Cartagena, en cuya grada todos los habitantes de su pueblo no cubrirían una décima parte de la grada. Había más personas, en realidad, para seguir al Madrid en un lugar donde sólo lo ven por televisión, y a ellos no fue ajeno Ancelotti cuando, ya con una renta de cuatro goles, decidió que saltaran al campo Vinicius o Mbappé, además de al joven Chema, aunque el AVE aminorara ya su velocidad camino de la estación victoria.
En El Llano del Beal apenas llueve. Los cauces de sus ramblas bajan secos y el agua, un bien precioso, sólo llega a través de una red de canales secundarios del trasvase Tajo-Segura. La carestía hidrológica se agudiza por el campo de golf de La Manga Club, situado a escasos 10 minutos en coche. Sin embargo, en El Llano del Beal, el Año Nuevo amaneció bajo un manto de lluvia. Una bendición para una pedanía donde a lo largo de todo 2024 apenas se recogieron 150 l/m². Sus 1.349 habitantes recibieron el agua como un don del cielo. El anticipo del gran regalo de Reyes. Hoy, el Real Madrid juega ante la Deportiva Minera en la Copa del Rey.
El partido se disputará en Cartagena, 20 kilómetros al oeste, donde su equipo ya eliminó en segunda ronda al Deportivo Alavés. Toda una hazaña para el octavo clasificado del Grupo 4 de Segunda RFEF, la cuarta categoría del fútbol español. Bajo un cielo encapotado, pero sin riesgo de precipitaciones, la Deportiva Minera medirá fuerzas con el campeón de Europa. Para la ocasión, sus aficionados más veteranos recuperarán un grito de guerra: «El Llano resiste». Una proclama con la que ellos mismos lograron salvar sus propias casas del avance descontrolado de la minería.
«Todo empezó cuando cortamos durante 30 horas un camino de servicio para impedir el paso de la maquinaria pesada», arranca Antonio Vidal, actual directivo de la Deportiva Minera y líder histórico del movimiento vecinal en El Llano. Corría 1985, España apuraba su entrada en la Comunidad Europea y la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya ultimaba sus sondeos en El Llano para la extracción de plomo y zinc. «Seis vecinos fueron procesados, pero sin mayores consecuencias. En 1987 plantearon una cantera nueva, con voladuras diarias de dinamita en la parte sur del pueblo, así que tuvimos que mantener la movilización durante casi cuatro años», continúa Vidal, en conversación con EL MUNDO.
«El equipo y el pueblo somos uno»
El símbolo de aquella lucha fue La Cabaña, un humilde puesto de vigilancia, levantado con maderas y plásticos, desde donde los lugareños hacían guardia día y noche. Por allí desfilaron Julio Anguita, líder de Izquierda Unida, Álvaro Gil Robles, Defensor del Pueblo o Marcelino Oreja, eurodiputado por el PP. Los afectados no cejarían en el empeño. A las acampadas y encadenamientos en la sede del gobierno de la Región de Murcia, se añadiría un viaje en autobús al Parlamento Europeo. «Nos enseñaron una maqueta en la que, según sus previsiones de excavación, iban a desaparecer, literalmente, 15 o 20 viviendas. Entonces empezamos las reuniones con partidos políticos. Además, en Cartagena nos diseñaron una pegatina que rezaba "Cuidado con El Llano"».
En aquellos días, tal y como recuerda Vidal, la Deportiva Minera salió a calentar en alguno de sus partidos con ese mismo lema en la camiseta. «Una muestra de que el equipo y el pueblo somos uno. Una familia», apunta Vidal. Tras las consabidas escenas de tensión con los antidisturbios, la matriz francesa de Peñarroya liquidó su división española y vendió sus instalaciones por un precio simbólico a Portmán Golf, una promotora inmobiliaria que cerraría las minas en 1991. Hoy, 34 años después, seis depósitos de residuos mineros abandonados, con sus arrastres de metal, aún suponen un riesgo para la población de El Llano. Al menos, el pasado 10 de diciembre, sólo unas horas después del sorteo de Copa, dieron comienzo las ansiadas obras de regeneración. El Ministerio de Transición Ecológica destinará 110 millones de euros para reforestar 700 hectáreas.
A los 72 años, Vidal también encabeza la renovación de la Deportiva Minera, debutante este curso en Segunda Federación. «El club es muy humilde y aquí quedan pocas empresas solventes que puedan ayudarnos. Hay que pelear mucho para poder sacar adelante al equipo», sostiene el directivo. Sin embargo, las miras se han ampliado desde la llegada de José Blaya. En 2023, este empresario de 45 años asumió la presidencia en un momento crítico. Tras salvar el descenso a Preferente, apostó por un ambicioso proyecto con el que lograría la promoción. Este curso ha doblado el presupuesto hasta los 800.000 euros. Conoce El Llano desde niño, porque fue alumno del Colegio San Ginés de la Jara, donde Vidal ejercía entonces como director. Es un hombre hecho a sí mismo. Trabajó en la mar y ahora ejerce como patrón mayor de la Cofradía de San Pedro del Pinatar. Fue niño y perdió a dos hermanos durante un naufragio.
El proyecto deportivo, con Antonio Martínez al frente, se sustenta en futbolistas con experiencia, como Omar Perdomo, Francis Ferrón, Damián Petcoff o Arturo. Tipos curtidos en las divisiones inferiores y fichados este verano gracias al talonario de Blaya. De los cuatro, el único de la zona es Arturo Juan Rodríguez Pérez-Reverte, sobrino del académico de la Lengua. Un delantero de 35 años que en 2014 ascendió a Primera con el Córdoba, antes de probar fortuna en el Dundee United. Hace dos temporadas se quedó a un paso del ascenso a Segunda con el Deportivo de la Coruña.
Cartagenero y madridista
«Nunca se me dio la oportunidad de jugar contra el Madrid en la Copa, así que ahora, al final de mi carrera, este partido es un premio a tantos años», explica Pérez-Reverte a EL MUNDO tras el último entrenamiento. Aún renqueante de una lesión muscular que le ha apartado de los recientes compromisos de la Minera, Arturo se ha limitado a tranquilizar a los más noveles del vestuario. «Intento enseñar a los jóvenes que hay que trabajar mucho para poder vivir esto. Pero también soy de los que cree que si se da normalidad a todo lo que rodea, eso nos ayudará a tener menos presión».
Cartagenero de nacimiento y madridista de corazón, Pérez-Reverte aún se emociona al hablar de su camiseta blanca que le regalaron de crío. El cuello lila, el escudo bordado y sin publicidad en el pecho. «No voy a negar mis preferencias, pero ahora defiendo a la Minera y espero que ellos lleguen algo cansados tras el esfuerzo en Mestalla». Arturo se llama Arturo por su abuelo, que también dio nombre al novelista. «Nunca me ha incomodado el peso del apellido. Todo lo contrario. Tampoco me ha ayudado. A mi tío no le gusta demasiado el fútbol, pero ha hablado con mi madre y sabe de la importancia que tiene este partido para toda la familia».
Hoy, los Pérez-Reverte vivirán con intensidad lo que suceda sobre el césped de Cartagonova, castigado por el trajín del Cartagena-Leganés de ayer (1-2). Los 512 socios de la Minerica (38% de la población del pueblo), apoyarán a su equipo desde las gradas. Algunos, como Vidal, llevan animando desde los tiempos de Minera Celdrán, la empresa que se hizo de oro gracias a sus exportaciones de plomo durante la Segunda Guerra Mundial. «En casa siempre se habló de los dos años gloriosos en Tercera (1956 y 1957), cuando ganamos 4-1 al Elche», rememora el dirigente. Por entonces, todos los gastos del club los asumían Francisco y Miguel Celdrán, nacidos en El Llano. Así que bautizaron el estadio Ángel Celdrán, en honor a su padre. Paco, hijo de Miguel, hizo carrera en el PP, ejerciendo como presidente de la Asamblea Regional de Murcia entre 1995 y 2015.
Sin embargo, ni siquiera la figura de Celdrán pudo cambiar el sesgo ideológico de una pedanía que aún presume orgullosa de su Casa del Pueblo, alzada en 1913 por los militantes de la UGT. «Desde la llegada de la democracia, el PP nunca ha ganado aquí las elecciones, aunque en las municipales de 2023 ya se quedaron cerca», subraya Vidal. Unas semanas más tarde, el pacto entre los populares y Vox arrebataría al PSOE, por primera vez, la junta vecinal. «El Llano siempre ha sido un pueblo con una gran tradición reivindicativa», finaliza el directivo. Ahora queda por saber si ese espíritu rebelde, el que evitó que un pueblo fuese borrado del mapa, es suficiente ante el Real Madrid.
Un día después de que el Pontevedra tumbase al Mallorca, vigente subcampeón, el Almería, bien situado para pelear por el ascenso a la máxima categoría, pasó por encima del Sevilla y se clasificó para los octavos de final de la Copa del Rey. Tres tantos del colombiano Luis Suárez y uno de Marezi dieron la concluyente victoria a los locales (4-1), gracias a su gran reacción en la segunda parte. Isaac Romero hizo el tanto del equipo que entrena García Pimienta, que se adelantó en el marcador en el minuto 4.
El Almería salió desatado en la segunda mitad. Tras el empate logrado por Marezi, Bruno Langa puso el balón a Luis Suárez para que hiciera el primero de su hat trick. Es la segunda ocasión esta temporada en la que logra tres tantos en un partido, pues ya lo hizo en la Liga ante el Racing de Ferrol.
La mejoría de los jugadores de Rubí ya se atisbó mediado el primer tiempo. Antes del descanso, en una falta en la frontal el disparo de Melamed se marchó por encima del larguero de la meta hispalense. Fue sólo un indicio de lo que estaba por venir ante un rival superado y sin apenas respuesta.
El Athletic necesitó los penaltis para eliminar al Logroñés, de Primera Federación. No hubo goles ni durante los 90 minutos ni en la prórroga. Los rojiblancos, que ganaron el título en abril ante el Mallorca en los penaltis, se vieron abocados a ellos de nuevo. Unai marcó el definitivo, después de que hubieran fallado los locales Gualda (parada de Agirrezabala) y Sarriegi, que lo envió fuera. También erró Nico.
En las otras eliminatorias, Osasuna y Betis hicieron valer su papel de favoritos y eliminaron en el tiempo reglamentario a Tenerife y Huesca, respectivamente. Los de Pelegrini, con algo más de sufrimiento que los de Arrasate, pero ambos conjuntos están ya en los octavos de final de la Copa.
No está el Atlético para sustos y le permite el calendario, además, no arriesgarse a tenerlos pese a lo apretado del marcador final. Salía Simeone, sin Supercopa a la vista, con un equipo titularísimo para doblegar a un Marbella peleón, pero claramente inferior al, hasta el viernes, líder de Primera División. Griezmann abrió la lata pronto y el resto del partido fue mantener la ventaja con una sobriedad propia de este nuevo y serio Atlético. [Narración y estadísticas, 0-1]
Los colchoneros fueron con todo desde el inicio, buscando presionar y combinar como el sistema engrasado que son desde hace 12 partidos, ahora 13. Tras varios amagos de ataques sin finalización, llegó el primer picotazo de Griezmann después de un disparo de Giuliano. Los malagueños lejos de arredrarse adelantaron líneas y subieron la presión.
La primera parte no dio mucho más de sí. El Marbella solo hizo un remate a portería, y blando, aunque Ohemeng fue un dolor de cabeza para Javi Galán. Respondía también ofensivamente la banda derecha rojiblanca, con Molina y Giuliano intercambiando posiciones y revoloteando el área andaluza. Con algo más de precisión podrían haberse ido con más renta a la caseta. En las filas andaluzas, lo más peligroso eran los balones parados sacados por el ex madridista Callejón. Pero ninguno encontró rematador.
Otros años, otras épocas, otras plantillas, habrían vuelto con dudas ante un equipo de Primera Federación. Ya no hay Albacetes, Cornellás o Recreativos de Huelva para sacar los colores a un equipo que, si bien le costó tanto en Vic como en Cáceres, es fiable como un reloj suizo. Un conjunto, el colchonero, que ya no tiembla en las alturas ni tampoco en empresas menores, como terminó demostrando en La Rosaleda.
A los cinco minutos ya había puesto el segundo en el marcador, pero fue un espejismo ya que De Paul se ayudó con la mano izquierda para controlar el balón antes de alojarlo en la red. Casi lo logra el argentino diez minutos después con una preciosa volea que detuvo con complicaciones Martín, el balón le rebotó a Griezmann, pero no pudo orientarla a puerta.
El partido no fue bueno por parte del Atlético, pero sí serio. Algo que se le pide siempre a los equipos de superior categoría. Con pocas oportunidades claras, salvo la que tuvo Gallagher que se la escupió el palo. Las estrellas atléticas no brillaron, resultaron efectivas nada más. Que, insistimos, en otros tiempos, con eso no les bastaba. El que estuvo más fallón, con dos pases claros para ampliar la ventaja fue Giuliano. Sorloth, que había salido por Julián, se desesperaba porque era un destino fácil y lógico para esos balones.
Duelo trabado
El partido se fue trabando aún más y desde el banquillo se quisieron buscar soluciones ofensivas, sobre todo para evitar sustos finales que puedan provocar nervios e introducir desazón en una dinámica positiva histórica. Hablamos de 13 victorias consecutivas, igualadas a las ya conseguidas por Simeone en 2013, aunque el sábado estuviera en la banda Nelson Vivas por la expulsión del argentino ante el Cacereño.
Correa y Sorloth quisieron seguir dando emoción al partido tras fallar dos ocasiones clarísimas tras asistirse recíprocamente. Afortunadamente, no les hicieron falta. Sigue la racha. Sigue el Atlético en Copa.
El Barça vivió una plácida eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Barbastro. El equipo que dirige Hansi Flick, sin pasar grandes apuros, se las arregló para imponerse por 0-4 a un equipo local que amenazó con darles un tremendo susto el año pasado. Robert Lewandowski con dos tantos, Eric García, el encargado de abrir el marcador, y Pablo Torre, tras un error del guardameta local, se encargaron de marcar los goles para un conjunto azulgrana que, en esta ocasión, no dejó ni el más mínimo resquicio para la sorpresa. [Narración y estadísticas, 0-4]
Una forma excelente, además, de ganar una buena dosis de moral con vistas a la Supercopa que se disputará a partir de este miércoles en Arabia Saudí, por mucho que la plantilla se vea también algo trastabillada por la rocambolesca situación que están viviendo Dani Olmo y Pau Víctor, actualmente sin opciones para ponerse bajo las órdenes del técnico germano más allá de en los entrenamientos.
El conjunto barcelonista, con el polaco Wojciech Szczesny por primera vez bajo los palos y Ronald Araujo como titular en el centro de la defensa, saltó al terreno de juego más que dispuesto a acosar la portería rival.
Inicialmente, a sus llegadas les faltaba encontrar opciones claras de remate. Por lo menos, hasta que Eric García, tras un saque de falta y después de que Araujo prolongara el balón, encontrara al fin el camino para poner el 0-1 en el marcador cuando el reloj se encaminaba hacia el minuto 21.
Lewandowski, 10 minutos después, también de cabeza y después de que su remate se estrellara con el brazo de Arroyo, se encargó de anotar el 0-2. Con algo más de puntería ante un Arnau Fàbrega con mucho trabajo, los azulgrana podrían haberse marchado al descanso con más renta en el bolsillo, si bien el resultado parecía dejarlo todo claramente decidido.
Lewandowski, nada más empezar la segunda parte y al límite del fuera de juego, se encargaría de anotar un 0-3 que dejaba el camino aún más despejado para los barcelonistas al aprovechar una buena asistencia de Pablo Torre y plantarse solo ante Arnau Fàbrega.
No mucho más tarde, un escalofrío recorrería la grada tras un choque entre Íñigo Martínez y Jaime Ara en el que el jugador del Barbastro quedó conmocionado y tuvo que ser evacuado, ya consciente, para pasar una revisión médica exhaustiva. Aún con los ecos de esa acción en el ambiente, Pablo Torre aprovecharía un fallo con los pies del meta local para poner el 0-4 en el luminoso.
Los locales, ya sin nada que perder, trataron de estirar un poco más sus líneas para llevarse, por lo menos, un gol que les permitiera salvar la honra. La zaga azulgrana, no obstante, lejos de mostrar las peligrosas lagunas de no hace tampoco tanto tiempo, se las arregló para desbaratar una y otra vez sus intentos y vivir un final de partido tranquilo que propició el debut oficial, con 16 años, de otra joven perla barcelonista: un Toni Fernández que apunta muy buenas maneras como extremo derecho.
El Almería eliminó este sábado al Sevilla en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey al golearlo por 4-1 en el UD Almería Stadium con tres tantos del colombiano Luis Suárez y uno del serbio Marezi.
El Sevilla tuvo una buena arrancada y se adelantó en el marcador en el minuto 5 con un gol de Isaac Romero, pero perdió el control del partido en el último cuarto de hora de la primera parte, en la que los almerienses empezaron a sitiar el área de los de García Pimienta aunque sin gol.
La segunda parte fue coral del equipo de Rubi, que salió desatado. Marezi puso las tablas en el 49 y, tras una gran jugada de Bruno Langa, puso el balón a Luis Suárez para que hiciera el primero de su 'triplete' porque firmaría su segundo este curso tras el logrado en Ferrol. El colombiano hizo el 3-1, a pase de Arnau y haría el 4-1 de penalti.
Los errores defensivos le costaron caros al Almería en el primer tramo del duelo, en el que además del gol de Isaac, propiciaron acciones por la banda de Lukebakio e Idumbo para encontrar espacios. En el 7, la acción la salvó Pozo, mientras el Almería jugaba con mucha precipitación en la salida de balón.
Mejoró un tanto el Almería mediada la primera parte, en la que dispuso de acercamientos al área rival, aunque sin que apareciera el peligro. En el 44, en una falta en la frontal, el disparo de Melamed se marchó por encima del larguero de la meta hispalense, en la última acción de la primera parte.
El equipo local, sin un disparo entre los tres palos en la primera parte, empató en el primero de la segunda en una acción individual de Marezi que, desde más de 20 metros, se sacó un zapatazo que empató el duelo. Y sin mucho más tiempo, una acción coral de Melamed con Langa, deparó el 2-1. El mozambiqueño se la puso a Pozo, éste a Marezi, que apareció por banda, y el serbio se la cedió a Luis Suárez para que cruzara al fondo de las mallas, en el 54.
El Sevilla buscó las tablas en el marcador en una acción con fallo de Maximiano, en la salida de balón, que cogió Isaac, aunque en el minuto 77 llegó el 3-1 en una acción en la que el equipo local ya manejaba el partido a su antojo, ante un Sevilla llegando tarde.
Marc Pubill puso un balón a la banda derecha, por la que entró Puigmal, que tocaba el primer balón en el partido, y el centro lo aprovechó Luis Suárez para hacer el doblete, con el Almería disfrutando y tratando de aumentar las diferencias. El cafetero, ya en el descuento, fue objeto de un penalti de Badé que él mismo transformó en el 4-1.
Era el minuto 13, rozaba el 14, en aquella tarde del 25 de mayo de 1996 en el Vicente Calderón cuando Diego Simeone peinaba un balón a la red del Albacete en el último partido de liga. El entonces mediocentro del Atlético de Madrid corría como un poseso mostrando la camiseta mientras el presidente rojiblanco, Jesús Gil y Gil, murmuraba: "El primero, el primero", para después pedir calma. En esa camisola, en grandes letras azules figuraba un nombre: "Marbella". Ese patrocinio fue el principio del fin para Gil tanto en el club como en el consistorio andaluz.
Pese a que fue el tanto más feliz para Simeone, según reveló en una entrevista, ya que era el que certificaba el doblete Liga y Copa con Radomir Antic en el banquillo, ese mismo año, la concejal socialista, Isabel García Marcos, denunciaba las posibles irregularidades en los patrocinios deportivos del ayuntamiento de la Costa del Sol. Querella respaldada posteriormente por la Fiscalía Anticorrupción.
Mientras la Justicia comenzaba su investigación, el nombre de Marbella, que presidía las camisetas del equipo colchonero, también aparecía en la de clubes andaluces como el Sevilla y el propio Atlético Marbella, controlado en la sombra por Jesús Gil. Y hasta en equipos de baloncesto como el Joventut. "Valoro negativamente que una ciudad de fuera tenga que patrocinar al equipo más emblemático de Badalona. No se trata más que de una maniobra de Gil y Gil, que más que un político es un showman y un folclórico, para introducirse en Cataluña con vistas a las próximas elecciones generales", declaró en su momento Xavier García Albiol, representante del Partido Popular en Badalona.
14 de octubre de 1998
En el Atlético, el nombre de Marbella lució de 1991 a 1993, de 1994 a 1996 y la campaña 1998/99. Pero sería un 14 de octubre de 1998 cuando todo estalló. La Guardia Civil entró a las 12 del mediodía de manera simultánea en las oficinas del Vicente Calderón y en las del consistorio andaluz. Había serias sospechas de que Jesús Gil, presidente del Atlético y alcalde de la localidad, desviara fondos públicos hacia el club.
Según la investigación, Gil había falsificado los contratos de patrocinio del Ayuntamiento de Marbella respecto al club rojiblanco. El juez Santiago Torres mandó a prisión provisional al mandatario colchonero porque, en la instrucción, encontró indicios del trasvase de 450 millones de pesetas (2,7 millones de euros) de la entidad pública al Atlético de Madrid. Prisión de la que Gil saldría gracias al abono de una fianza de 100 millones de pesetas (6 de euros) y debido a su teórico delicado estado de salud.
No se libraría en cambio de la pena. En el año 2000, la Audiencia Provincial de Málaga condenaría al mandatario en lo que se bautizó como el caso Camisetas a 28 años de inhabilitación por cuatro delitos de prevaricación, dos de ellos en concurso con tráfico de influencias. Sin embargo, resultó absuelto de los delitos de malversación y falsedad. Esa condena fue ratificada por el Tribunal Supremo dos años después y eso terminó forzando la dimisión de Gil al frente del consistorio marbellí. Aguantaría un año más al frente de la entidad rojiblanca.
Durante ese proceso judicial, el club viviría el mismo desarrollo que su presidente, un mandatario volcánico para el que "echar un entrenador es como tomar una cerveza". Si aquel mayo de 1996, el Atlético holló la cumbre, apenas cuatro cursos después, en el Tartiere, descendió a los infiernos. Dos temporadas estuvo el club en Segunda División de la que conseguiría salir gracias a Luis Aragonés el mismo año en el que el Supremo ratificaba la sentencia de las Camisetas contra Gil.
La transformación del Marbella
La caída del Atlético Marbella, en cambio, fue anterior. El filial de Gil en la Costa del Sol llevaba el proceso contrario a su hermano mayor. Venía de estar cuatro años en su cumbre, la Segunda División, cuando en la temporada del doblete del Atlético de Madrid encadenaría dos descensos consecutivos que llevaron, junto con una deficiente gestión económica culminada con una relegación administrativa a Regional Preferente por impagos a jugadores, a su desaparición en 1997 tras declararse en quiebra.
El club se refundó como Unión Deportiva Marbella ese mismo año y cambió de nombre a Marbella Fútbol Club en 2013 tras ser comprado por el millonario ruso Alexander Grinberg. Ahora la entidad pertenece al empresario chino Zhao Zhen y aspira a llegar al fútbol profesional, algo que no ha logrado en sus 27 años de historia.
Este sábado a las 21.30, en La Rosaleda, estadio en el que debutó el Cholo como entrenador rojiblanco hace justo 13 años, se enfrentan esos dos hermanos unidos por un pasado turbulento. Que sólo se habían cruzado una vez en el camino, también en Copa del Rey, y en el que los colchoneros ganaron a los andaluces tanto en el partido de ida como en el de vuelta. Si repiten los colchoneros, serían 13 victorias seguidas e igualarían la mayor racha en la historia del Atlético, conseguida también por Simeone en la temporada 12/13.
El subcampeón de Copa, el equipo que perdió por penaltis ante el Athletic en la final de la pasada edición del torneo, sucumbió en dieciseisavos contra el líder del Grupo I de Segunda Federación. El Pontevedra venció al Mallorca en Pasarón con goles de Dalisson, Yelko Pino y Rufo. [Narración y estadísticas (3-0)]
Decepcionante actuación del conjunto que dirige Jagoba Arrasate, que el jueves disputará ante el Real Madrid las semifinales de la Supercopa de España. "Nadie pensaba en la Supercopa. Cuando pierdes 3-0 contra un rival de inferior categoría puede parecer que estás pensando en otra cosa, pero no es así. Es una dura derrota, hay que aceptarla y que nos duele porque estábamos centrados en este partido. Teníamos mucha ilusión puesta en la Copa, pero el Pontevedra ha sido mejor", subrayó el técnico visitante.
El equipo gallego jugó al ritmo que marcó el hispano-brasileño Dalisson, también destacado en la anterior eliminatoria, frente al Villarreal. Su disparo desde 25 metros supuso el primer tanto de la noche, a los 22 minutos. Fue el premio al esfuerzo de un Pontevedra valiente.
El repertorio de Dalisson
Antes, Chiqui ya había asustado con un disparo que se le marchó fuera por poco. Pero incluso con 1-0, el Pontevedra siguió atacando, como si fuese el equipo de Primera. Dalisson se tomó el partido como un escaparate para mostrar todo su repertorio. De sus botas nacieron casi todas las jugadas de ataque.
A la media hora, un pase suyo al espacio dejó solo a Xabi Domínguez ante el central, al que no consiguió driblar. Y acto seguido, el Mallorca dispuso de su única oportunidad del primer tiempo, clarísima. La defensa del Pontevedra reclamó fuera de juego, pero Hernández Hernández no señaló nada. Abdón Prats se quedó solo ante Manu Vizoso, aunque su remate se fue lamiendo el poste izquierdo.
El Mallorca mejoró con el paso de los minutos, pero el Pontevedra, que había perdido por lesión a Chiqui, golpeó nada más arrancar el segundo acto con otro golazo de Yelko Pino, una promesa de la cantera del Celta que no logró asentarse en el fútbol profesional.
Otra ocasión para Abdón Prats
En el minuto 55, antes de que Arrasate diese aire a su ataque con Muriqui, Dani Rodríguez y Larin, Abdón Prats desperdició una gran ocasión para el 2-1 con un remate que se le escapó por centímetros.
Entre el minuto 60 y el 67, el Pontevedra tuvo la sentencia. Con un sutil taconazo, Dalisson dejó solo a Álex González ante Leo Román, pero el capitán granate eligió la peor opción al buscar a Iago Novo en vez de rematar.
Y minutos después, Leo Román evitó el 3-0 con una gran mano al disparo desde la frontal de Dalisson y una espectacular estirada minutos después al potente tiro de Garay. El Mallorca respiró, pero no demasiado. Un monumental error de Copete al ceder el balón a su portero dejó solo al veterano Rufo, que no falló ante Leo Román.