Sucumbe Mbappé, sucumbe el Madrid

Sucumbe Mbappé, sucumbe el Madrid

Sucumbe Mbappé, sucumbe el Madrid. No es necesariamente el axioma de lo que sucedió en Anfield, pero dada la jerarquía del futbolista y el esfuerzo e inversión del club en el francés, la relación es evidente. Lo fácil es señalar a Mbappé por el penalti errado cuando el Madrid se aferraba a esa acción como un náufrago a un tablón en mitad de la tempestad. Un penalti, sin embargo, lo falla el mejor. Que se lo pregunten a Salah. A Mbappé hay que preguntarle por otras cosas, después de un partido errático, repleto de imprecisiones. También lo hizo Güler, el esperado Güler, pero la espera de uno y otro no tienen nada que ver, ni cuestan lo mismo. [Narración y estadísticas (2-0)]

Mbappé no es el único culpable de esta derrota ante el Liverpool (2-0) que pone al Madrid en una situación muy comprometida en la Champions, destinado a luchar por la pedrea en una primera fase nueva y extraña. El tiempo de los miuras queda lejos y es el tiempo del Madrid, pero la primera feria deja muchas sospechas, tras caer ante el Lille, el Milan, peores equipos que este Liverpool, con pleno en la Champions y líder de la Premier. Siguiente parada, Bérgamo, el Atalanta. De este modo, cualquiera lugar invoca una oración.

Las sospechas se ciernen sobre Ancelotti, por la irregularidad del equipo, y sobre Mbappé. Al primero le excusan las lesiones; al segundo, nada. Sin Vinicius, lesionado, Anfield era la arena para que buscara su lugar en el sol, después de un arranque de temporada tibio, donde apenas ha sido un crack de highlights. Hoy, la distancia entre Vini y Mbappé es un abismo, una sima. La ansiedad del francés, que lo que más cerca estuvo del gol fue de rebote, es un hecho, pero la ansiedad difícilmente es titular en el Madrid.

El 'vietcong' del liverpool

Mbappé era uno de los perfiles ofensivos escogidos por Ancelotti para un Madrid poco ofensivo. Tampoco eso es una coartada. Puede ser un contrasentido o puede ser un ejercicio de realismo, dado el parte de bajas del Madrid y la vocación de un Liverpool capaz de poner Anfield cuesta abajo cuando ataca. El día después de Klopp es el día siguiente, ahora de la mano de un desconocido de los banquillos, Arne Slot, que parece sacado de la carpeta de un head hunter. Se va el divo, se queda la idea.

Presiona y corre, corre mucho el Liverpool, algo que al Madrid le cuesta mucho aguantar con el mismo lenguaje. En Anfield tocaba el Madrid de la resistencia, el Madrid del Etihad, frente a un fuego ofensivo frenético cuando encuentra su ritmo, con futbolistas que alternan posiciones y roles, sin ofrecer referencias, como un ataque del Vietcong. La única solución era romper ese ritmo.

Lo consiguió el Madrid con un buen repliegue, aunque sin impedir las oportunidades que se sucedieron en la primera mitad. Courtois paró a quemarropa ante Darwin Núñez, Rüdiger cortó un centro de gol con el rostro inyectado y Asencio reaccionó a tiempo de sacar el balón sobre la línea después de su propio rechace. Nada más llegar al primer equipo y nada más empezar, era la jugada que puede condenar a quien llega de la cantera, siempre en debate, siempre bajo sospecha y siempre, o casi siempre, demasiado lejos del primer equipo del Madrid. Los centímetros que le podían haber señalado, en cambio, lo elevaron en su autoestima, sólido en su papel y bravo a empujones con Darwin Núñez. Aunque le costara una tarjeta, demostró cuajo en el área de Anfield. No es cualquier lugar. La maniobra de Mac Allister antes del gol lo encontró en el pulso final, pero el problema se había originado con anterioridad, en la falta de anticipación antes de que recibiera el delantero en el área.

Gakpo festeja el 2-0 junto a Van Dijk, Salah y Luis Díaz.

Gakpo festeja el 2-0 junto a Van Dijk, Salah y Luis Díaz.AFP

El tanto fue la consecuencia del asedio que el Madrid no pudo impedir con el break del descanso. Fue peor. El segundo tiempo arrancó, de hecho, con la mejor intervención de Courtois, mano abajo, continuó con el gol y, de inmediato, la lesión de Camavinga, hasta entonces el mejor futbolista del Madrid, junto con Courtois.

Una serie negra que, sin embargo, dio paso a los cambios y a una ocasión aparecida de la nada gracias a uno de sus protagonistas. Lucas Vázquez saltó al campo para que Valverde, inicialmente lateral, pasara al centro del campo, junto a Ceballos. La primera vez que pisó el área, Lucas Vázquez provocó un penalti de Robertson. Mbappé dio entonces continuidad a su partido. Lo lanzó mal, como lo haría Salah, pero con mejores antecedentes. La mejora del Madrid fue insuficiente frente al gol de Gakpo. Mbappé miró al césped sin respuestas. A él lo mira el madridismo.

El plan de Florentino para convertir a los socios del Madrid en accionistas: una sociedad mercantil con el 49% del club, el control en la Fundación y futuras ampliaciones de capital

El plan de Florentino para convertir a los socios del Madrid en accionistas: una sociedad mercantil con el 49% del club, el control en la Fundación y futuras ampliaciones de capital

Los propietarios reales no son los propietarios del sentimiento, son los dueños del dinero. Escuchar a uno de los prohombres del dinero, Florentino Pérez, decir que es necesario convertir a los socios del Real Madrid en los «propietarios reales» del club es abrir una nueva era que hasta ahora era considerada anatema, sacrilegio, puesto que el mecanismo para hacerlo es crear una sociedad mercantil y añadir a la condición de socio la de accionista.

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Gol de terapia para Mbappé en una plácida victoria del Madrid ante el Leganés

Gol de terapia para Mbappé en una plácida victoria del Madrid ante el Leganés

Hay sitios donde no se debe jugar al corro de la patata. El ataque del Madrid es uno de esos lugares. Altimira hizo algo peor. Giró sobre sí mismo, invirtió el sentido de la salida del balón y dirigió la pelota hacia Dmitrovic, su portero. En la maniobra tenía el peor acompañante posible: la duda. Los depredadores la sienten, la huelen. Los depredadores son Belligham, Vinicius o Mbappé. La muralla de Butarque había caído y ya no volvería a levantarse. Todo lo contrario.

A Bellingham correspondió el robo, a Vinicius el pase y a Mbappé el gol. Nadie en el Madrid lo necesita tanto, porque ya son siete goles en 14 jornadas, uno cada dos partidos, pero pocos para el francés. Lo sabe. La ansiedad ha atrapado a su juego, algo apresurado en el regate y en la definición, por lo que este gol le puede permitir serenarse en un contexto distinto, con el Barça más cerca tras su empate en Balaídos. Sin embargo, se fue con mala cara, después de perder un mano a mano, otro más. La diferencia en la clasificación, de cuatro puntos, es engañosa por el partido aplazado en Mestalla debido a la DANA. El Madrid no puede pensar que es uno, pero uno significaría la práctica igualdad en la cabeza de una Liga que vuelve a empezar.

El Madrid lo hace con carencias por su parte de bajas, hecho que derivó en un once de circunstancias en Butarque. Asencio apareció en defensa, solvente, para proclamar que hay vida en la cantera, Valverde se situó como lateral en la izquierda y Fran García fue titular en la derecha. El único titular de verdad en la línea era Rüdiger. Ancelotti no cerró la opción de ir al mercado de invierno, pese a la resistencia del club. Los resultados lo decidirán, en la Liga como en la Champions. El choque de Anfield, el miércoles, llevará al extremo esos déficits. Algunos de los titulares en Butarque pueden no serlo ante el Liverpool. Veremos.

Ceballos, junto a Camavinga

Ceballos podría ser uno de ellos. Ancelotti lo situó junto a Camavinga, pero con un rol secundario para el español. Necesita su manejo de balón en una línea que lo pide a gritos, pero el manejo de verdad es para Camavinga, que ya se asienta como vértice principal. Tchouaméni, lesionado, no ha ofrecido en esa posición lo esperado y, dadas las circunstancias, podemos volver a verlo en muchos partidos como central, una vez regrese recuperado. Camavinga estuvo dinámico y solidario en el repliegue, pese a las escasas amenazas del Leganés, pero asentarse en ese lugar requiere tiempo y aprendizaje. No es el primero en adaptarse. Ni Kroos ni Modric llegaron como mediocentros puros al Bernabéu.

Con Camavinga hay dinamismo, pero Ancelotti necesita que también haya orden. El Madrid empezó eléctrico, especialmente cuando alcanzaba los tres cuartos, donde Mbappé progresó por la izquierda con Vinicius más centrado. Son dos futbolistas de un patrón similar, que alternan la banda y el área, aunque al francés no se le ha visto cómodo en el centro durante partidos anteriores. Si eso ha contribuido a su ansiedad, es difícil saberlo. La mejor terapia en esas situaciones, sin embargo, es volver al origen. Ancelotti no es terapeuta. Le basta con ser entrenador.

El cañón de Valverde

Mbappé pudo marcar en una acción al espacio, pero el fuera de juego volvió a devolverle a la casilla de salida. El gol fue mucho más sencillo, un regalo del Leganés puesto en la cajita por Vinicius. Cuando el Leganés suspiraba por su primera victoria con la igualada en el descanso, el error de Alti lo condenó. Los hombres de Borja ya no encontrarían argumentos para cambiar el decorado. El cañón de Valverde, tan duro como preciso, aumentó la ventaja y Bellingham se aprovechó del desgaste defensivo en el desenlace para cerrar una victoria plácida, sin sobresaltos antes de la batalla de Anfield.

Lo intentó Mbappé hasta el final, pero sin capacidad de desborde ni demasiada claridad, a pesar de estar más activo. En el mano a mano que le permitió un gran pase de Vinicius, el ganador fue Dmitrovic. Acto seguido dejó el campo, sustituido por Modric. Suma el francés, pero todavía se le espera.

Otro de los más esperados es Güler, no por su juego, sino por la decisión del técnico. Ancelotti le dio la banda derecha y el turco respondió con una acción de estrella en el área. Dmitrovic, por dos veces, le impidió marcar, pero el turco tiene cosas que este Madrid no debe despreciar, como las que aporta Brahim, mientras espera todavía al gran Mbappé. Anfield, un lugar ideal.

Florentino Pérez anuncia un referéndum para que los socios sean los “propietarios reales” del Real Madrid

Actualizado Domingo, 24 noviembre 2024 - 20:07

Florentino Pérez propondrá a los socios una nueva fórmula societaria para garantizar que sean los propietarios reales del Real Madrid, según anunció en la Asamblea de compromisarios, en la que volvió a lanzar sus críticas a la Liga y a Javier Tebas, así como a la UEFA y a la FIFA. Al referirse a los "propietarios reales", aludió también a que lo sean económicamente, hecho que apunta a un reparto accionarial que implicaría, al menos, la transformación de una parte del club en sociedad mercantil. El dirigente añadió que el proceso concluiría en un referéndum.

El propósito, según el dirigente, es blindar el Madrid frente a leyes que podrían hipotecar los ingresos futuros del club, y en ese sentido apuntó a la Liga y a su presidente. Volvió a censurar, asimismo, el acuerdo con el fondo CVC como un embrión de las amenazas del futuro, y agradeció a Barcelona y Athletic su firmeza, junto al Madrid, en su oposición, además del apoyo político de PSOE y PP.

''Nuestro deporte está herido de gravedad. Nunca la situación estuvo tan deteriorada como ahora. La subasta de los derechos de la liga italiana quedó muy por debajo de las expectativas. El desastre vino en la liga francesa, esta es la única liga europea que, junto a la española, esta participada por el fondo CVC y cuya operación que está siendo investigada por presunta corrupción", advirtió.

El problema de los conciertos

Florentino no vinculó la propuesta futura a una situación acuciante en lo económico, ya que presumió de fortalece financiera: "La temporada pasada hemos tenido unos ingresos récord de 1.073 millones de euros". Del mismo modo, negó que los problemas de insonorización del Bernabéu que han provocado la cancelación de conciertos, sean un problema para las arcas del club: "Suponen un 1% de los ingresos". En los mismos términos se refirió a la paralización de las obras del parking anexo al Bernabéu, que vinculó a un servicio a la ciudad y al barrio de Chamartín.

La Liga no fue únicamente objeto de sus críticas, también la UEFA y la FIFA, a las que acusó de ampliar los calendarios y poner en riesgo la salud de los jugadores con un afán únicamente lucrativo. Citó a la UEFA a propósito del Balón de Oro, que "debería haber ganado un jugador del Madrid". "Rodri lo merecía, pero el año pasado, no éste".

"Hay periodistas que no los conoce nadie y han entrado a votar este año, sin los votos de periodistas de estos países como Uganda, Namibia, Albania y Finlandia, Vinicius habría ganado el Balón de Oro", recalcó el presidente.

"Estamos orgullosos de un jugador como Vinicius. Para muchos, el mejor jugador del mundo. Querido Vini, quiero que sepas que el madridismo esta orgulloso de ti, de todo lo que has tenido que soportar en muchos momentos, de manera injusta. Todo esto te ha hecho ser el jugador que eres", dijo en su discurso.

En su opinión, la nueva Champions no ha enriquecido la competición y en un contexto de crisis de las grandes Ligas, en su opinión, volvió a presentar el proyecto de la Superliga como la solución de futuro.

El paraíso perdido de Sergio Ramos: el entrenador de los milagros, ofertas a la baja, música, inversiones y la llamada imposible de Florentino

El paraíso perdido de Sergio Ramos: el entrenador de los milagros, ofertas a la baja, música, inversiones y la llamada imposible de Florentino

A este a Sergio Ramos que sube cuestas a la carrera en mitad de la noche, observado por una incrédula Pilar Rubio, sólo le falta la piedra, la piedra de Sísifo que vuelve a caer por la misma cuesta, inexorable, una y otra vez, como inexorable es el paso del tiempo. En esa lucha se encuentra este dios del estadio, que talla su cuerpo como si fuera un retablo barroco, con la misma minuciosidad de siempre, pero en una realidad muy distinta. Una realidad que se niega a aceptar, del mismo modo que prefiere no escuchar a quienes le ponen frente al espejo. A los 38 años, no quiere la limosna de la gloria, quiere la gloria entera, el paraíso perdido.

Las lesiones en la defensa del Madrid, una plaga bíblica, han invocado su nombre, del mismo modo que lo ha hecho el futbolista y quienes le asesoran en materia de comunicación con los oportunos vídeos de sus entrenamientos en redes sociales. En el Bernabéu no ha habido movimientos. Ni los habrá. La llamada de Florentino Pérez era la llamada más deseada por Ramos. El presidente no pretende variar, salvo sorpresa, la política de evitar el mercado de invierno. No suele salir bien. La última vez, con Kepa, fue el postrero ejemplo. El presidente, además, no perdona. La salida del jugador del Madrid, que exigía una renovación más prolongada, se produjo entre malas caras durante la forzada ceremonia del adiós, como una boda entre montescos y capuletos.

Sergio Ramos, en una imagen de sus redes sociales.

Sergio Ramos, en una imagen de sus redes sociales.E.M.

Para el jugador era la oportunidad de un final de cuento, por lo que ha llegado a decir que al Madrid iría gratis. El regreso al Sevilla, de hecho, tenía mucho de emocional y reparador, por una cifra menor a la de su caché entonces. Ante la tesitura de continuar, algo que podría haber hecho, ya resultaba poco. Todas las ofertas que le han llegado con posterioridad también lo eran, en su opinión, pese a que algunas personas de confianza le intentan convencer de que, a los 38 años, es imposible obtener ingresos mayores a los dos millones de euros por temporada. Del Madrid se fue con 12,5 millones netos.

Besiktas o Fenerbahce, en el fútbol turco; San Diego, en Estados Unidos, o hasta el Como italiano, a cuyo mando está Cesc Fàbregas, con el que compartió la trilogía de la selección, mostraron su interés en vano. Ni siquiera en Arabia estaban dispuestos a pagar lo mismo que a Nacho o Laporte, pese a los contactos establecidos, incluso con el Al Qadsiah de Míchel. Nacho tiene cuatro años menos; Laporte, ocho.

René Ramos, hermano y agente de Sergio, ha gestionado con acierto su carrera y ha sido receptor de muchas de esas ofertas, aunque desde hace un tiempo, realmente, el jugador se gestiona a sí mismo, mientras René ha dimensionado su agencia y su condición profesional al margen de su hermano. Son familia y siguen juntos, pero no a todas partes.

El dinero no es la razón

«No es únicamente el dinero. Es el destino, el proyecto deportivo, el tiempo, la oferta...», afirman desde el entorno del futbolista, donde no todos le dicen lo que quiere escuchar. La experiencia en el PSG, familiarmente, no fue buena. Sergio mira lo que ganan Messi o Busquets en el Inter Miami y responde. Pero Messi es único, como Cristiano, y Busquets, dos años más joven. La pasada temporada, el ex azulgrana cobró siete millones de dólares, algo excepcional en la MSL. Jordi Alba percibe 1,5.

A pesar del dinero gastado en la cría de caballos y obras de arte o alguna inversión inmobiliaria, sugerida por familiares cercanos, que no salió como se esperaba, la cantidad a ganar no es la razón de las negativas, ya que Sergio posee un patrimonio, la mayor parte invertido, cercano a los 100 millones de euros que puede hacer líquido cuando lo desee. Bien aconsejado y asesorado, fue uno de los futbolistas de su generación con menos conflictos con Hacienda. La mayoría de los campeones del mundo, en cambio, hicieron frente a duros procesos bajo la amenaza del delito fiscal.

El jugador no habla de la retirada, ni se ha puesto plazos. Mantiene sus entrenamientos personalizados con Bernardo Pérez, 'Berni', preparador personal al que conoció en Sevilla y con el que ha trabajado siempre a lo largo de su carrera. Sergio introdujo a Berni en el Madrid durante la etapa de Zidane en el banquillo y lo puso en contacto con otros jugadores, como Karim Benzema. El francés cambió su físico y alcanzó entonces la cima de su carrera. Los entrenamientos que realiza actualmente con Sergio son estajanovistas, muy duros, desde el punto de vista físico. Las incógnitas nacen de su falta de partidos.

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La rumba latina de Los Yakis

Al margen de la dedicación a los caballos, Sergio también ha incrementado su actividad en el mundo de la música, algo que se ha planteado hacer de forma más profesional una vez se retire del fútbol. Al margen de los cameos que ya ha realizado en el pasado, podría vincularse como promotor. El 'showbusiness', en general, le atrae, como demostró en su acompañamiento al último combate de Ilia Topuria.

Próximo al grupo Los Yakis, formado por tres hermanos, que fusiona el flamenco con los ritmos latinos, el jugador participó en el vídeo de uno de sus éxitos, No me contradigas. Es justo lo que Sergio les dice a quienes le advierten del inexorable paso del tiempo.

España es un carnaval

España es un carnaval

Tres de 11. Únicamente tres de los futbolistas que fueron titulares en la final de la Eurocopa, hace cuatro meses, repitieron en el Parken de Copenhague: Laporte, Cucurella y Dani Olmo. Sólo uno más de los que se enfrentaron a Dinamarca, Mikel Merino, tomó parte en la finalísima frente a Inglaterra, al entrar desde el banquillo. La razón no es una revolución sobre la revolución promovida por De la Fuente, que el hombre tiene poco de revolucionari

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Todo lo que hay en juego en la jornada de selecciones: el pulso de Francia sin Mbappé, una muesca más para Cristiano y la agonía de Inglaterra

Todo lo que hay en juego en la jornada de selecciones: el pulso de Francia sin Mbappé, una muesca más para Cristiano y la agonía de Inglaterra

Con Alemania y España clasificadas ya para los cuartos de la Nations League, el resto de las clásicas potencias europeas buscan su clasificación en esta ventana, y lo hacen en circunstancias muy distintas. Francia lo hace sin su líder y capitán, Kylian Mbappé, en una peligrosa crisis de reputación en su país. Portugal, en cambio, lo hace liderada por el incombustible Cristiano, que ha sabido poner siempre en paralelo su ambición personal con el compromiso con su selección, con su país. Como Messi. Para sucederlos la próxima era, Mbappé sabe que necesita a Francia.

Frente a Israel, hoy, la selección francesa tiene un reto sencillo en lo deportivo, aunque el foco estará en las grandes medidas de seguridad en París. El castigo de Didier Deschamps a Mbappé es un pulso, pero en el que cuenta con el apoyo de buena parte de la prensa y la opinión pública. Con Cristiano no hay debate, no todavía, porque no lo ha permitido Roberto Martínez. Jugar en Arabia no es ya un problema. Laporte, con España, es un ejemplo. A Portugal le basta un punto ante Polonia, con la que se medirá mañana, y en la que no estará Lewandowski. Líder de la selección polaca, no estará por problemas físicos. A Lewandowski su selección no le ayuda a dimensionar su carrera como a Cristiano o Mbappé.

En la misma circunstancia está Italia, imbatida, gracias especialmente a la victoria que obtuvo a domicilio ante Francia. El primer intento es conseguirlo, hoy, en Bélgica, donde sobre la crisis de su selección ya se empieza a debatir acerca del retorno de Courtois. De no conseguirlo, deberían hacerlo ante Francia, en casa, en el segundo partido de la ventana, enmarcadas todas claramente en el grupo más duro de esta Liga de Naciones.

Italia, imbatida

Países Bajos y Hungría, en el grupo de Alemania, y Dinamarca y Serbia, en el de España, van a jugarse dos plazas en una primera categoría de esta competición en la que no se encuentra Inglaterra. Los pross se juegan la credibilidad, especialmente tras su derrota ante Grecia en Wembley, después de que una plaga de lesiones haya levantado sospechas sobre el compromiso de los futbolistas, justo antes de que se produzca el relevo en el banquillo con la llegada de Thomas Tuchel, a partir de enero.

Alexander-Arnold (Liverpool), Declan Rice y Saka (Arsenal) Foden y Grealish (Manchester City), Palmer y Colwill (Chelsea) y Ramsdale (Southampton) no estaban disponibles, según la FA. El madridista Bellingham volverá a ser el líder, como ya ocurrió en la Eurocopa. Serán los dos últimos partidos del técnico interino Lee Carsley, en los que para volver a la primera categoría, perdida en 2022, deberán imponerse en Atenas, hoy, con al menos dos goles de ventaja, y vencer a Irlanda el domingo.

La mala conciencia del fútbol tras la DANA: falta de unidad y "vergüenza" en los whatsapps de jugadores y entrenadores

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La mala conciencia ocupa a los exploradores del alma desde mucho antes de que Nietzsche acuñara la expresión y atribuyera su creación a un «ser prisionero y desesperado». En opinión del padre del psicoanálisis, sin embargo, al hombre contemporáneo le preocupa más la mala reputación que la mala conciencia. El fútbol español sufre ambas. Señalado por mantener su circo y sus carruseles en un país arrasado por la DANA emocional que sucedió a la DANA,

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Morata baila en el Bernabéu para superar a un Madrid en el que Ancelotti no encuentra el rumbo

Morata baila en el Bernabéu para superar a un Madrid en el que Ancelotti no encuentra el rumbo

Son días difíciles para el fútbol. No hace falta que lo diga Ancelotti, señor en la sala de prensa, con la verdad que todos compartían, todos menos la Liga, pero extraviado en el banquillo, sometido por un Milan que nada tiene que ver con aquellos en los que jugó o dirigió. Ese Milan desconocido, sin italianos, bailó en un Bernabéu que parecía un paisaje lunar, lleno de cráteres, al son que marcaron Morata y Reijnders. [Narración y estadísticas]

La carga emocional era inevitable en el Bernabéu, reverencial en el silencio de homenaje a las víctimas de Valencia. A las emociones que importan se iban a unir, una vez rodó la pelota, otras que importan menos, por la vuelta a la escena de Vinicius después del no Balón de Oro y el regreso de Morata a un lugar donde lo han querido y lo han pitado, pero para la condición humana, en general, es más común el recuerdo de lo malo. Está en su derecho Morata, después de un exorcismo emocional que lo ha liberado, y está como nunca. Hiperactivo en todas partes, también en el gol, llevó al Madrid a los límites en los que vive peligrosamente, después de encajar siete goles en el Bernabéu en los dos últimos partidos, ante Barça y Milan. Morata pasó, marcó y hasta taconeó al larguero frente a un Madrid que también le resultó desconocido.

Pitada al himno de la Champions

La rabia concentrada por la decepción del Balón de Oro llevó al Bernabéu a pitar el himno de la competición que da sentido a su historia. Son esas contradicciones de las que es peligroso emborracharse. El caldo de cultivo, añadido al 0-4 de clásico, como cuatro puñales, propiciaba la salida del Madrid como una salida de toriles. La presión alta apareció donde no siempre lo hace, hecho que provocó pérdidas iniciales en el Milan, con un riesgo excesivo por parte de Maignan con los pies. Si no obtiene su fruto y el rival la supera, entonces el Madrid repliega de forma defectuosa, corre más de la cuenta, sin tener muy claro cómo y dónde presionar, lo que ofrece muchas alternativas de pase a los oponentes. Con un tipo como Reijnders enfrente, mejor santiguarse. El gol que logró el holandés, tercero de su equipo, después de recorrer medio campo y combinar con Leao para matar a Lunin, retrata los males del Madrid. No es la primera vez que sucede esta temporada. Ahí aparece un trabajo pendiente por parte de Ancelotti.

Lo sabe el técnico, que ha hecho de su centro del campo esta temporada un 'Tiovivo'. Modric volvió a la titularidad, con la intención de que el croata encontrara los pases verticales para Vinicius y Mbappé, y diera equilibrio a la línea. En el descanso, visto el fracaso y por debajo en el marcador, cambió al unísono a sus dos acompañantes, Valverde y Tchuoaméni, pitado en el Bernabéu. Más tarde retiraría también al croata.

No es habitual en el italiano, con toda una parte por delante, hecho que convertía la decisión en un mal síntoma. Camavinga y Brahim fueron lo sustitutos, en busca de más dinamismo y profundidad. El peligro era el espacio, convertido el campo en un páramo para que corrieran Leao y Theo. Con una desventaja mínima y mucho tiempo por delante, sorprende que el Madrid no tuviera otro plan que el de tocar la corneta.

La imprecisión de Vinicius

Alineados por Paulo Fonseca en la izquierda, Theo y Leao anunciaban por dónde debía llegar el peligro del Milan, un equipo de buen pie. Morata, en cambio, tiene un rol mucho más coral, retrasado hasta en acciones defensivas, con movimientos que dan alternativas, pero sin perder el sentido del gol, como ocurrió para rematar el despeje de Lunin en el segundo gol visitante. El primero, en cambio, no llegó por ninguna de esas vías, sino a través de una acción a balón parado. Thiew cabeceó entre Tchouaméni, paralizado, y Militao.

Vinicius buscaba las réplicas, pero quien tuvo las más claras fue Mbappé. En la mejor encontró a Maignan bajo los palos. Intermitente el francés, sus apariciones dependían de que el Madrid lo encontrara. Lo hizo Modric en la segunda mitad, pero el disparo salió desviado. El francés, muy ansioso, necesita utilizar más recursos para estar presente. Lo hace Vinicius y lo hizo Morata, pese a tener el gol como misión. El brasileño, sin embargo, no estuvo preciso. Apenas encontró una opción clara en la que fue objeto del penalti. El lanzamiento, a lo 'Panenka', le daba al Madrid la igualada, pero nada más. Un disparo de Rüdiger quiso activar la épica, pero el VAR dijo no. La épica no se cena todos los días, aunque ahora esta Champions va a necesitar sus atracones, ya que Ancelotti no encuentra el menú.

La Liga fuera de la realidad

La Liga fuera de la realidad

Los minutos de silencio son una muestra de respeto hacia las personas que nos dejan, pero, en esta ocasión, una muestra insuficiente por parte de un fútbol que se ha situado fuera de la realidad. No es la primera vez. La Liga debió haber aplazado la jornada al completo, no únicamente los partidos afectados directamente por la DANA.

El fútbol es una industria, es cierto, pero una industria del entretenimiento, no una actividad económica imprescind

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