Sagnol, el discípulo de Ancelotti que tiene una espina clavada con España y al que Zidane le ‘debe’ un Mundial

Actualizado Viernes, 10 octubre 2025 - 23:30

El último Mundial que vivió Willy Sagnol (Saint-Étienne, 1977) lo acabó derrotado y encerrado en el baño del vestuario para sacudirse la frustración. «Me fumé 250 cigarrillos en diez minutos», confesó años después. La razón era que Zinedine Zidane había cometido la torpeza de asestarle un cabezazo a Materazzi en la final, con un 1-1 en el marcador de la prórroga, que acabó descentrando a Francia y costándole el título de campeona del Mundo en los penaltis. Dos años estuvo sin hablarle al astro francés y 20 lleva buscando cómo volver a estar en un Mundial. Una lesión en el tendón de Aquiles lo sacó del campo en 2009, pero lo puso en el banquillo. Hacer historia con Georgia es el camino que tiene para volver a la gran cita. Si lo hizo llevándola por primera vez en su historia a una Eurocopa, ¿por qué no confiar si tiene la mejor generación?

No será un reto fácil. En el camino se cruza con Turquía, Bulgaria y, sobre todo, la España más avasalladora, esa que le metió un 1-7 en Tiflis en un partido que el francés conserva y ha puesto más de una vez a sus jugadores para que no les volviera a pasar. No lo hizo en la Eurocopa, cuando se cruzaron en octavos. Perdieron 4-1, pero no salieron humillados ni arreciaron las críticas contra un técnico que, por las dudas en las primeras jornadas, se incendió: «Ahora algunos idiotas me insultan todos los días sin ninguna razón futbolística y no puedo soportarlo. Estoy harto», confesó entonces públicamente. El país, inmerso en una batalla política contra la influencia rusa y el recorte de libertades, miraba con lupa sus alineaciones, por si desde la Federación le obligaban a pasar factura a jugadores como Zivzivadze por su postura política antirusa.

La confianza en el técnico francés sigue intacta desde febrero de 2021, cuando Georgia fue a buscarle. «Puedo decir que el discurso de los líderes georgianos me marcó. Además, ya sea el presidente o el vicepresidente, son ex jugadores de la Bundesliga cuando yo estuve allí», explicó entonces Sagnol. Se refería a Levan Kobiashvili, ex jugador del Schalke y del Hertha, y a Aleksandr Iashvili, ex delantero del Friburgo y seleccionador Sub-21.

Sagnol no se había sentado en el banquillo desde que ejerció como ayudante de Carlo Ancelotti en 2017 en el Bayern y tuvo que dirigir al equipo en un partido tras su destitución. El conjunto bávaro no confió en él y llamó a Heynckes pese a que había tenido un paso reconocido por el Girondins de Burdeos y había sido seleccionador Sub-21 en Francia. Por eso la propuesta de Georgia le sedujo.

«Siento que todo el mundo está poseído por ese deseo de traspasar un umbral. Por supuesto, eso pasará por lograr resultados convincentes, porque son los que dan confianza. Hay mucho orgullo entre los georgianos; y hay jugadores que empiezan a irrumpir en la escena europea, y que deben servir de locomotora», explicaba entonces. Ya tenía en marcha a Kvaratskhelia, creciendo en Rusia, Mikautadze en Francia o Kochorashvili en España. Por el camino se encontraría a Mamardashvili como cerrojo para la portería. El futbolista georgiano empezaba a tener presencia, tanto es así que, de los convocados en esta ventana para enfrentarse a España y Turquía, su verdadera final, solo el tercer portero y un centrocampista siguen jugando en Georgia. Cuando Sagnol llegó, había mucho trabajo hecho en las academias de los principales clubes, en parte gracias a españoles como Andrés Carrasco. Al físico, siempre importante en el deporte georgiano, ya se había unido la táctica y el trabajo para potenciar la calidad. Solo había que ordenarlo todo. «Controla mucho la parte mental y nos da mucha libertad en el campo», describía Kochorashvili antes de una Eurocopa que fue una revolución.

Georgia había rozado la Euro de 2020 y se quedó lejos de Qatar, por eso la clasificación para Alemania fue un estallido del júbilo en todo el país que ahora se quiere repetir consiguiendo una de las 48 plazas que la FIFA pone en juego, 16 europeas. Con España en el grupo, la aspiración es ser segundos, algo que les abriría la puerta de manera directa a la eliminatoria de playoffs en la que se jugarán las últimas cuatro plazas.

La primera ventana dejó muy claro que su rival será Turquía, con la que perdió el primer partido en Tiflis y a la que volverá a enfrentarse el próximo martes. Más complicada tienen la última 'bala' que ofrece la UEFA a través de la Nations League, porque aunque está encuadrada en el grupo B, en esa 'repesca' podrán participar también los cuatro equipos mejor clasificados en la pasada edición. Y hay muchos candidatos del grupo A que pueden pasar apuros.

Rafa Mir, a un paso del banquillo por dos presuntos delitos de agresión sexual

Actualizado Miércoles, 8 octubre 2025 - 13:36

Rafa Mir está a un paso del banquillo por dos presuntos delitos de agresión sexual cometido el 1 de septiembre de 2024. La jueza de Llíria que ha instruido el caso durante un año ha dictado auto de procesamiento contra el jugador del Elche, cedido por el Sevilla, y su amigo Pablo Jara, al que también se le acusa de un delito de agresión, en su caso, con empleo de violencia.

La jueza concluye así la instrucción tras haber practicado todas las diligencias requeridas por las partes y tomar testimonios de las víctimas, los denunciados así como vecinos, policías locales de Bétera y seguridad de la urbanización donde el delantero residía. Aunque tanto Mir como su amigo tendrán que volver a declarar el próximo 13 de octubre -el jugador lo hará por vía telemática-, la magistrada aprecia que "existen indicios y no meras sospechas" que apuntan a que Rafa Mir agredió sexualmente en dos ocasiones a una de las dos chicas a las que él, Pablo Jara y otro amigo, habían conocido aquella noche en una discoteca de Valencia.

El goleador mantuvo relaciones sexuales consentidas con una de las chicas y, después, se lanzó a la piscina de su casa con la otra, le hizo tocamientos con acceso carnal, según la denuncia, acto que repitió después en el cuarto de baño de la casa. Mientras, su amigo Pablo también hizo tocamientos a la otra chica a la que, además, propinó un puñetazo tras echarlas de la casa al haberse negado a consentir la relación. Por eso, también está acusado de un delito leve de lesiones.

La jueza ha requerido a Mir que preste una fianza de 12.500 euros, mientras que la de Jara será de 5.000 euros, para asegurar el pago de la responsabilidad civil en caso de ser condenados.

El procesamiento pone al jugador del Elche al borde del banquillo, aunque ahora serán todas las partes personadas en la causa las que eleven sus escritos, que llevarán de nuevo a la jueza a decretar, o no, la apertura de juicio oral contra el futbolista y su amigo.

Tras su detención, Rafa Mir no fue sancionado ni por el Sevilla, dueño de sus derechos federativos, ni por el Valencia, donde jugaba cedido, al no haber una sentencia condenatoria. Le fue retirado el pasaporte, pero la jueza aceptó devolvérselo para que pudiera desarrollar su actividad profesional tanto en España como fuera.

Con este procesamiento, su situación sigue siendo la misma y su contrato no podría ser rescindido, salvo que haya cláusulas que así lo indiquen, hasta que no haya una condena por sentencia firme o el club se enfrentaría a una demanda por parte del jugador. El Elche aún no se ha pronunciado sobre si tomará alguna medida disciplinaria, algo poco probable porque ya lo incorporó inmerso en este proceso judicial.

Los mensajes de Ron Gourlay al vestuario del Valencia: más liderazgo, más competencia "contra 14 o 15 equipos" y Europa será una exigencia para estrenar el Nou Mestalla

Los mensajes de Ron Gourlay al vestuario del Valencia: más liderazgo, más competencia “contra 14 o 15 equipos” y Europa será una exigencia para estrenar el Nou Mestalla

Ron Gourlay aterrizó como director general de fútbol del Valencia hace tres meses y ya se enfrenta a la primera crisis. Las derrotas ante el Oviedo en Mestalla y en Girona han abierto una brecha entre la afición y el equipo que el escocés ha querido suturar con un mensaje de unidad que ha alcanzado a todos, desde los seguidores a los jugadores. Eso sí, ha repetido durante hora y media su confianza en la plantilla y el cuerpo técnico, ha reclamado que se le juzgue a final de temporada, se ha querido sacudir el peso del pasado de Meriton en el club y, regañadientes, ha reconocido que en los planes no está la exigencia de volver a Europa hasta la temporada de traslado al Nou Mestalla, fijada para la 27/28.

"Entiendo la frustración de los aficionados cuando las cosas no van, pero estamos en un momento de transición. Hemos identificado cuáles son los retos y ahora se trata de abordarlos", explicó. "Llevo muchos años en el mundo del fútbol y este equipo no se encuentra en la clasificación donde merece. Pero el entrenador, los jugadores y el staff tenemos muy claros los objetivos y no tengo duda de que evolucionaremos como equipo. La unión del equipo es increíble y Carlos [Coberán] hizo un trabajo importante la temporada pasada y lo conseguirá de nuevo", resumió.

¿Cuáles son esos errores? Gourley apunta a las "22 transacciones" que hubo en el mercado de verano, que dejó a jugadores sin pretemporada, pero también apuntó, aunque tímidamente, a los jugadores. "Hay que valorar gestión de los partidos, por qué concedemos gol en los últimos minutos. Los jugadores están comprometidos, pero tienen que estarlo todos los minutos. Debemos ser más competitivos y tenemos que aprender a matar los partidos", sentenció.

Esa es labor del entrenador, a quien Gourley describe como el hombre con autoridad en el vestuario. "Estamos en los compases iniciales de esta fase de transición. El equipo tiene un entrenador muy capaz de lidiar en el vestuario y hablo con él cada día. Soy el jefe, y podría jugar esa carta, pero no es necesario. Tengo absoluta confianza en los jugadores y en el técnico. Necesitamos hombres, no niños. Líderes. No es momento de apuntar con el dedo a nadie y Carlos tiene todo el apoyo del club. Nadie le hace la cama, porque es una mentalidad que no está permitida en este club", aseguró.

El nuevo CEO, que aseguró haber dedicado el 80% del tiempo que lleva en el Valencia al mercado, quiso sacudirse de las promesas incumplidas de Meriton en la década que lleva en el club. "Yo no puedo responder del pasado. Hacer promesas en el fútbol no es bueno, pero hay que ser competitivos, agresivos y valientes. Se me juzgará a final de temporada. Ahora tenemos que estar tranquilos y establecer objetivos que podemos cumplir. Es muy importante ser realistas y recordar que no se hace magia ni hay secretos. Todo el mundo en el club ambiciona estar en Europa. Pero tenemos que ganarlo siendo competitivos en cada partido", insistió.

Insistió Gourley en el plan a "cinco o diez años" que le ha trazado la familia Lim, para hacer crecer el equipo, la academia, "muy importante en la estabilidad del club", y la expectativas que genera el nuevo estadio. Llegar al Nou Mestalla es las mejores condiciones deportivas parece el objetivo.

"El Nou Mestalla está muy cerca y queremos tener una excelente plantilla para cuando lo inauguremos. Tenemos cuatro ventanas de mercado para hacer el equipo más fuerte, una de un mes y otra interrumpida por un Mundial. No va a ser fácil. Necesitamos tiempo, pero todos estamos comprometidos. No juzgo al pasado. Estoy enfocado en lo que va a pasar en los próximos dos, tres años y que se me juzgue entonces. Tengo el apoyo del presidente para llevar el club adelante y se me han dado las herramientas", reconoció sin poder rehuir el discurso sobre el regreso a las competiciones europeas.

"No voy a prometer que vamos a conseguir estar en Europa. No se llega a un club y en cuatro meses se está en Europa. No tenemos una varita mágica. Es importante reconocer dónde estamos. No podemos compararnos con cuatro o cinco clubes, que tienen más nivel económico, pero contra 14-15 clubes deberíamos estar compitiendo", advirtió.

Para Gourlay, el momento en que Europa será imprescindible está claro: "Creo que en un estadio del calibre del Nou Mestalla, debemos estar en Europa. Vine a trabajar al Valencia para garantizar que en el nuevo Mestalla se juegue en Europa", insistió. Eso, según los planes del club, debería ocurrir en la campaña 27/28, porque la previsión es el que nuevo campo esté listo en julio de 2027. Queda, por tanto, toda esta temporada y la próxima para conseguir ese objetivo. Encaja con los cuatro mercados a los que también se refirió el CEO, que ahora pide "paciencia" y unión a la grada.

"Necesitamos la energía de Mestalla. Sabemos que si cumplimos con nuestro trabajo, no habrá silbidos, pero eso solo se podrá lograr juntos. Lo siento si antes habéis escuchado palabras similares a las mías, pero me siento optimista y tenemos las herramientas, la calidad. Ahora todos sentimos la frustración, los jugadores también, pero, sin dar fechas, sé que veremos la mejoría. Veo la luz al final del túnel", aseguró.

El Valencia sigue dando pasos atrás y resucita al Girona

El Valencia sigue dando pasos atrás y resucita al Girona

El Valencia sigue siendo un espectro en los campos, sin identidad y transparente para los rivales que, aunque vivan angustiados, encuentran la manera de imponerse y hacerle daño en el marcador... y en el orgullo. Sin demasiado esfuerzo o, incluso, sin merecerlo. Eso fue lo que hizo el Girona, resucitar amparado en Gazzaniga y exprimiendo cada una de las ventajas que se encontró. Cuatro disparos entre los tres palos y dos goles, máxima efectividad del conjunto de Michel, que acabó con 10 en el campo. [Narración y estadísticas: 2-1]

En Montilivi, el equipo de Corberán volvió a tropezar en la misma piedra. Sin juego, sin patrón y sin tensión. Ni en jugada ni a balón parado. Como ante el Espanyol o el Oviedo. Solo durante diez minutos de la segunda mitad se vio algún brote verde, arrancado de cuajo y sin piedad. La cura que necesitaba el vestuario después de tanto arañazo acabó convertida en más sal en las heridas.

El técnico mandó mensajes, quizá demasiados para la necesidad que tenía el equipo de reconciliarse consigo mismo y con la propuesta que desde el banquillo se viene haciendo. Sentó a Javi Guerra, Gayà, Almeida y Hugo Duro, y mandó al campo a un tierno Thierry que pronto salió en la foto de los errores groseros, letales.

No tardó ni tres minutos el Girona en avisar de que quería curarse de un mal inicio de temporada que le mantenía en la cola de la tabla justo en este partido. Portu se coló entre Jesús Vázquez y Diakhaby, obligando al central a una carrera que le reventó el isquio y a Agirrezabala a atajar la pelota con un palmeo extraño. La lesión del guineano provocaba otro cambio con la salida de Copete en una línea donde solo Tárrega tiene el mando. Y no es infalible.

Despiste de Thierry

Al Valencia le penalizan cada uno de sus errores porque le falta jugar al fútbol. Ni Pepelu ni Santamaría ni Lucas Beltrán hilvanaban un pase que pudiera dejar en ventaja a Danjuma o encontrar a Diego López y Rioja en los costados. Era misión imposible y el Girona lo aprovechó. Una pelota en largo de Vitor Reis buscando a Asprilla a la espalda de Thierry. Con el portugués despistado, la encontró de manera literal, y el rebote lo cazó Vanat incorporándose al área con un derechazo a la escuadra. Dos disparos había tenido el Girona en 18 minutos y uno fue gol.

No fue hasta pasada la media hora cuando el Valencia empezó a reaccionar, tímidamente. Un disparo de Diego López tras un ataque comandado por Danjuma, otro de Jesús Vázquez desde la frontal a las manos de Gazzaniga y Agirrezabala apareciendo para evitar que Portu, otra vez por el pasillo entre Copete y Vázquez, se plantara en la línea de fondo.

Algo tenía que hacer el banquillo valencianista para espabilar, y fue mover las fichas del frente de ataque. Con Danjuma pegado a la orilla izquierda ganó presencia y hasta un disparo que rozó el larguero. Pero los errores se sucedían y Tárrega, obligado a ser quien sacaba la pelota, puso en apuros a su portero, antes de salir cual general de caballería, para forzar una falta en la frontal que Pepelu no pudo ajustar.

Reacción en la segunda parte

En el descanso, el Valencia se encomendó a Javi Guerra y despertó. Sus arrancadas buscando el área intimidaban, y de una de ellas, aunque a trompicones, nació un disparo de Diego López al travesaño. Avisó el asturiano y no tardó el golpear cuando Danjuma telegrafió un centro al primer palo que convirtió en el empate. La irrupción del centrocampista y la decisión de acostar a la banda al neerlandés hizo que el Valencia sometiera al Girona. Sufrió Gazzaniga para sacar un derechazo desde la frontal de Guerra con el que arrancaron seis minutos de locura.

El guardameta argentino vio cómo Tárrega le ponía en aprietos con una media volea, Thierry estrelló un zurdazo en el larguero y Copete a punto estuvo de sorprender con un testarazo. Pareció que el Valencia había encontrado el camino... pero no fue así. Salió el Girona del agobio para encontrarse con una falta que se sacudió Agirrezabala ante el primer remate de Vanat pero, mientras Thierry miraba, apareció Arnau con más colmillo. Otra vez al equipo le penalizaba la pelota parada, la falta de tensión y competitividad, como hizo Puado en el 90+6 en Cornellá y como imitó Ilic en Mestalla en el 86.

Competir era la única manera que tenía el Valencia de remontar, con Hugo Duro, Ramazani y la ventaja que le daba la expulsión de Iván Martín, por doble amarilla. No pudo rentabilizarla a pesar de un asedio muy improductivo.

El Oviedo remonta y noquea al Valencia en un minuto con dos zarpazos

Actualizado Martes, 30 septiembre 2025 - 22:16

Un minuto le bastó al Oviedo para desnudar a un Valencia obtuso, que solo jugó a ráfagas, sin acierto, ni de penalti, y con falta de mucha calle. Como si fuera el recién ascendido. Se le escaparon entre los dedos tres puntos por errores groseros defendiendo un balón parado, del que se aprovechó Ilic, y permitiendo la carrera a la espalda de la defensa del veterano Salomón Rondón. Dos zarpazos que provocaron los pitos de una afición desesperada. [Narración y estadísticas: 1-2]

Se relamió Mestalla cuando, en solo cuatro minutos, su equipo tomó ventaja con un picotazo de muchos quilates. Danjuma, de media bolea, cazó un centro que el diablillo Luis Rioja se sacó dentro la línea de fondo bregando con la defensa carbayona. Apenas había pasado el balón por las botas valencianistas, pero el brillo de su estrella auguraba una noche plácida, despejada como el cielo tras la tormenta. En la grada se frotaron las manos cuando otra vez el neerlandés, esta vez asistido por Gayà al primer palo, forzó a Aarón a mantener con vida al Oviedo. Sin embargo, las expectativas murieron muy rápido. El Valencia ya no volvió a tener una ocasión clara antes del descanso.

Si bien es cierto que el Oviedo no encontró balón en los primeros 15 minutos, condenado a perseguir sombras, también lo es que poco a poco se acercó al área de Agirrezabala y, sobre todo, fue capaz en su pelea hombre a hombre, de ganar todos los duelos a un Valencia que parecía desbravado tras el gol. No se encontraban los de Corberán, dubitativos e incapaces de dar un paso al frente que les devolviera el control.

Así, entre los remates de Federico Viñas y hasta del lateral Lucas, comenzó en runrún en Mestalla, que poco tardaron en convertirse en pitos. Demasiada debilidad estaba mostrando el Valencia, que solo se estiró una vez más con una carrera por la orilla izquierda de Danjuma para sentar a Hassan y a Lucas sin que su centro encontrara rematador. Tanto creció el Oviedo que fue Paunovic quien se echó las manos a la cabeza cuando Colombatto forzó a Agirrezabala en la mejor ocasión para los asturianos al filo del descanso.

Como si no hubieran pasado por vestuarios, el partido regresó con el mismo guion. El Oviedo se volcaba buscando el empate y encontrando la manera de provocar que todo el estadio se desesperara con los errores que iban acumulando sus jugadores. El banquillo lo detectó y rompió esa dinámica reforzándose. En el centro del campo con Pepelu y en la banda con Diego López, además de Lucas Beltrán para apretar en ataque. El Valencia volvió a dominar a su antojo, sin prisas... y con poca claridad. Al Oviedo le quedó un centro-chut cruzado en exceso de Brekalo. Justo lo mismo que hizo Danjuma cuando Diego López lo dejó mano a mano con Aarón.

Errores groseros

Que no iba a ser una noche cómoda para los valencianistas quedó claro cuando hasta Danjuma falló desde el punto de penalti. El VAR avisó a De Burgos de un codazo en el cuello a Diakhaby y el neerlandés le pidió a Pepelu, con el balón agarrado, ser él quien se plantase ante Aarón, que le adivinó el lanzamiento en el minuto 74. El Valencia solo tenía que agarrarse y defender su marcador ante un equipo que había marcado dos goles en siete partidos, pero no lo hizo. Lo peor acababa de empezar. En un minuto, el Oviedo se metió los tres puntos en el bolsillo.

Fue primero Ilic en el que, tras un saque de esquina que Rondón cabeceó para meterlo en el área pequeña, cazó de rebote el mal despeje de Santamaría para empatar el duelo. Al marcador le dieron la vuelta los asturianos robándole la pelota a Gayà -desde entonces pitado- por intentar un mano a mano en el lateral de su área sin que De Burgos viera falta. La pérdida provoca que el Oviedo lance una contra perfecta para que su veterano delantero venezolano se fajara con Tàrrega y tumbara al Valencia.

El Valencia demanda a Netflix por vulnerar su “derecho al honor” en el documental sobre Vinicius

Actualizado Lunes, 29 septiembre 2025 - 22:27

El Valencia CF interpuso la pasada semana en el Juzgado de Instrucción número 1 de Valencia una demanda para defender el honor del club y el de sus aficionados ante Netflix y la productora 'Conspiraçao Filmes' por el documental Baila, Vini. El club considera que en la cinta, estrenada hace unos meses en la plataforma, vulnera su derecho fundamental al honor y, según ha podido confirmar este diario, solicita ser compensado con una indemnización económica, así como corrección de los subtítulos de algunas imágenes que aparecen en el documental y la publicación de la sentencia en caso de que haya condena.

Todo nace del partido entre el Valencia y el Real Madrid disputado en mayo de 2023 en Mestalla, cuando el jugador brasileño denunció haber recibido insultos racistas por parte de algunos seguidores en la grada, circunstancia por la que se paró el partido. Tres de estos aficionados fueron identificados y se reanudó el partido, pero Vinicius no lo acabó porque fue expulsado con roja directa por una agresión a Hugo Duro. El estadio clamó "tonto, tonto" pero el jugador, en sus redes sociales, publicó imágenes de las gradas subtitulando el cántico como "mono, mono", algo que se amplificó porque Carlo Ancelotti, en la rueda de prensa, lo repitió, provocando así que toda la afición del Valencia fuera tachada de racista.

Para el club, como recoge en su demanda, adelantada por el diario As, ese vídeo, que aún está visible en las redes del jugador, fue recogido en el documental con subtítulos "manipulados y falsos", que son los que utilizó el jugador. Y lo hace como última opción, ya que el pasado 19 de mayo solicitó por escrito "una rectificación inmediata" a la productora del documental "en defensa de la injusticia y falsedades cometidas con la afición valencianista", porque las imágenes que salen de Mestalla, aseguran, "no se corresponden con la realidad". Ni la productora ni la plataforma accedieron a esta solicitud, por lo que el Valencia ha acudido a la justicia.

Después de aquellos insultos a Vinicius, el club colaboró activamente en la identificación de los tres aficionados que acabaron siendo juzgados y aceptando una condena por conformidad de ocho meses de prisión por un delito contra la integridad moral con agravante de discriminación por motivos racistas. En esta causa, el Real Madrid actuó como acusación particular.

Además, el fallo llevaba aparejado la prohibición de acceder a estadios de fútbol durante dos años, aunque previamente el club había tomado la decisión de expulsarlos de por vida de Mestalla por el daño, económico y de imagen, que habían causado.

La extraordinaria temporada de Alexia Putellas que la Eurocopa no coronó

La extraordinaria temporada de Alexia Putellas que la Eurocopa no coronó

Nadie dudó de que Alexia Putellas se cargó España a su espalda en buena parte de la Eurocopa, pero el final amargo para la jugadora, y no solo por la derrota en el final ante Inglaterra que privó a la selección de su primer gran título europeo y a una generación de jugadoras de completar un palmarés envidiable. Alexia brilló en Suiza, su fútbol fluyó para hacer disfrutar a los espectadores que la idolatraban en la grada y a ella misma en el campo. "Me analizo ahora, esta temporada, y creo que tomo mejor las decisiones de cada acción. Juego a lo que toca en todo momento y creo que estoy decidiendo mucho mejor", reconocía en una entrevista a El Mundo a puertas de los cuartos de final del torneo.

Los números avalaron esas sensaciones hasta el final. Alexia acabó la Euro como segunda máxima goleadora, con tres tantos, detrás de Esther González con cuatro. Fue además la máxima asistente, entregando cuatro goles a sus compañeras. Esa efectividad la llevó a convertirse en la única jugadora de la historia de la competición en marcar dos goles y dar dos asistencias en el mismo partido.

Eso fue lo que acabó en gol, pero la catalana también acabó el campeonato con la mayor cantidad de ocasiones creadas en una edición: 19. Alexia fue la jugadora que estuvo involucrada en más goles de la Eurocopa, el 40% de los que marcó España. La fase de grupos la finalizó siendo elegida dos veces como la mejor jugadora del partido y su camino hacia el tercer Balón de Oro se despejaba.

Cuando comenzaron los cruces, todos los rivales entendieron la necesidad de engrisecer a Alexia para asfixiar a España. Por eso acabó la Euro como la jugadora que recibió mayor número de presiones de sus rivales (307) y la que, pese a eso, más precisión tuvo en el pase bajo presión (87%).

Estos números no fueron suficientes para evitar que Montse Tomé la mandara al banquillo en el minuto 71 de la final, justo cuando España necesitaba empujar de nuevo a Inglaterra para no verse forzada a jugarse el título en una prórroga y penaltis, como así sucedió. Alexia siempre es una de las designadas para los lanzamientos, pero no estaba en el campo cuando llegó la tanda.

A la decepción de la derrota se unió la escasa valoración que se hizo de sus números a la hora de elegir a la mejor jugadora del torneo. Alexia sumaba, además, dos MVP, pero el grupo de observadores técnicos de la UEFA, formado por los entrenadores Britta Carlson, Lluís Cortés, Irene Fuhrmann, Jayne Ludlow, Ioan Lupescu, Tanya Oxtoby, Anna Signeul y Martin Sjögren, no eligió a la mejor entre las campeonas, sino que optó por entregárselo a Aitana, mermada por la meningitis durante buena parte de la primera fase.

Esta decisión puso un punto agridulce a una temporada en la que Alexia ha marcado en todas las competiciones que ha disputado con el Barça y con España. En total, 28 goles y 21 asistencias. Sus cifras con el Barça la han llevado a ser la tercera máxima goleadora de la historia del club con 212 tantos, solo por detrás de Messi y César.

Una selección con futuro... ¿y Montse Tomé en el banquillo?: del abrazo de Rafael Louzán a la fecha límite del 31 de agosto

Una selección con futuro… ¿y Montse Tomé en el banquillo?: del abrazo de Rafael Louzán a la fecha límite del 31 de agosto

Ganar la Eurocopa hubiera supuesto para España un triplete que impulsaría aún más a una generación de oro que volverá a llegar en plenitud al Mundial de Brasil 2027. Ese es el objetivo y, aunque hay un grupo de jugadoras que anticipan que el futuro puede ser igual de brillante, el proyecto está en el aire. Montse Tomé acaba su contrato como seleccionadora el próximo 31 de agosto y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) guarda silencio sobre cuál puede ser su futuro, que deberá resolverse prácticamente de forma inmediata, dada la premura de la fecha de caducidad.

No quiso abrirse ese debate después de obtener el billete para la fase final de la Nations League, porque la Eurocopa se echaba encima, pero tampoco lo zanjó cuando España alcanzó la primera final de su historia. Quizá porque se esperaba un título que despejara todas las dudas y se convirtiera casi en una renovación automática.

«Montse Tomé ha hecho un trabajo encomiable y con mucha valentía. En todo momento ha estado a la altura. Se hablará después de su futuro», reconoció el presidente Rafael Louzán en algunos micrófonos, ayer en Basilea. Antes, durante la amarga ceremonia de trofeos, el presidente de la RFEF recibió a Tomé en el podio con un sentido abrazo.

«No es algo en lo que piense»

Louzán, que también habló para TVE en el descanso de la final, cuando España ganaba por un gol de ventaja, no sólo se refirió al juego, sino a la atmósfera y buen ambiente que la entrenadora asturiana había contribuido a crear en el seno de la selección, después de toda la crisis de la que venía el equipo tras la convulsión generada, dos años atrás, por el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, el plante anterior de las 15 y todo lo que sucedió con posterioridad. Para Tomé ha sido como entrenar en arenas movedizas durante este tiempo.

La decisión que debe tomar no puede demorarse mucho porque el contrato expira. «No es algo en lo que piense... y no quiero pensar. Siempre he comentado que es algo que lo lleva mi grupo de trabajo externo», aseguró la seleccionadora, algunas de cuyas decisiones fueron cuestionadas. La primera, el cambio de Alexia Putellas en el minuto 70. La segunda, mandar a Vicky López y Salma Paralluelo al campo cuando apenas había tiempo para evitar la prórroga. Tampoco se entendió que, instaladas en el área rival, no echara mano de una 9 pura rematadora como Cristina Martín-Prieto, que ha sido una de sus incorporaciones y que permanecía esos minutos en el banquillo. Y lo último fue confiarle un penalti a Salma después de la cantidad de ocasiones que no acertó durante los minutos que estuvo en el terreno de juego.

Preguntada acerca de eso en la rueda de prensa posterior a la final, Tomé fue clara: «Todas me dijeron que tenían confianza para lanzar». En su descargo cabe decir que no falló únicamente Salma, ya que también lo hicieron dos de los pesos pesados del equipo, Aitana Bonmatí, doble Balón de Oro y nombrada mejor jugadora del torneo, y Mariona Caldentey, que ha acabado la temporada como mejor futbolista en Inglaterra tras su fichaje por el Chelsea.

Una de las paradas de Cata Coll en la final ante Inglaterra.

Una de las paradas de Cata Coll en la final ante Inglaterra.AFP

En la decisión de renovar o no a Tomé, Louzán estará auxiliado por Reyes Bellver, la directora de fútbol femenino que llegó recientemente a la RFEF, y María Pry, coordinadora deportiva de las selecciones. En la balanza se pondrá que muchas jugadoras, sin estar entregadas a la entrenadora asturiana, que siempre guarda las distancias, si bien han apartado cómo llegó al cargo, no lo han olvidado. Fue la segunda de Jorge Vilda, despedido tras la crisis del beso. Otras, las más jóvenes, ni lo tienen en cuenta.

Y es que esta selección inició una renovación que ya da sus frutos. En Suiza, Irene Paredes, Alexia, Esther y Martín-Prieto han sido las veteranas, pero junto a ellas han ido creciendo Vicky, Pina, María Méndez, Jana, Zubieta o Athenea, y asoman por detrás las campeonas del Europeo sub-20. El futuro es esperanzador, por el relevo y por el dominio que el equipo ha mostrado en el juego durante toda la Eurocopa, mayor al que se observó en el Mundial, aunque entonces ganaran, justamente, a Inglaterra.

generar una afición fiel

Mimbres hay, y fe en ellos, sólo falta quien los teja. Para que este proyecto ganador, nacido en 2023, llegue a Brasil revitalizado dentro de dos años, la RFEF tiene que sostener la estructura de apoyo al fútbol femenino que ha levantado en apenas seis meses. Sobre ello no hay duda. Y eso pasa por dar estabilidad a la selección, algo que no encaja con un cambio de entrenadora cuando en noviembre, y en semifinales ante Suecia, España defenderá su título en la Nations League. Una seleccionadora a la que se le ha reforzado su staff y que cuenta con resultados, aunque se haya escapado el título más jugoso delos dos últimos años, para el que España ejercía como favorita.

El sostenimiento en la pelea por todos los títulos había provocado que la RFEF se fijara como prioridad cuestiones más allá del césped, como generar una afición fiel que siga a la selección femenina de manera militante, y no sólo al calor de la expectativa que generan los títulos y que llene estadios, como ha sucedido en esta Eurocopa ejemplar en Suiza. La tarea no parece fácil. Y menos si se sacuden unos cimientos que parecen asentados.

Las lágrimas de rabia, la seriedad extrema de Alexia y la sinceridad de Patri Guijarro: “Debimos meter un gol antes”

Actualizado Lunes, 28 julio 2025 - 02:22

Los ojos de Aitana Bonmatí estaban enrojecidos. Como los de Patri Guijarro y los de Irene Paredes. Era fruto de un estado de ánimo que se movía entre la rabia y el llanto. Lágrimas hubo muchas sobre el césped, con una desconsolada Mariona y una rota Athenea, y en el vestuario, a donde la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, acompañadas por la ministra de Deportes, Pilar Alegría, bajaron para dar consuelo a las jugadoras por una gran Eurocopa. "Por suerte, hemos ilusionado", decía Guijarro.

Ninguna podía quitarse de la cabeza qué había pasado para que, jugando mejor y creando más ocasiones que las inglesas, hubieran tenido que jugársela a cara o cruz en una tanda de penaltis con un rival que llegó a la final a golpe de fe... y suerte.

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No la tuvo España. Aitana, con la cabeza aún baja, pedía perdón por el penalti fallado, por la decisión "en una décima de segundo" que hizo que su disparo los desviara Hannah Hampton. Ni siquiera le consuela haber sido elegida mejor jugadora de la Eurocopa.

"nunca hay que darlas por muertas"

Desfilaban las jugadoras camino del autobús con un hondo pesar. Irene Paredes seguía dándole vueltas a lo cómodas que estuvieron las inglesas, incluso cuando España más las atacaba. Se acordó de las pérdidas de tiempo, y de cómo se permiten para cortar el ritmo de los rivales. Todo con la medalla al cuello. "No me la pienso quitar, porque tiene mucho valor", destacaba la capitana conteniendo el llanto. Y es que alzar la Eurocopa hubiera una bonita manera de cerrar si etapa internacional.

La cabeza más fría la tuvo Patri Guijarro, en el campo y después. "Debimos meter un gol antes. A las inglesas nunca hay que darlas por muertas", recordó. Porque, aunque España fue mejor, ellas revivieron. "Así es el fútbol, ya lo sabíamos. En la mayoría de los momentos hemos tenido el control, hemos tenido muchas ocasiones. No he visto las estadísticas, pero quiero verlas porque hemos tenido muchas ocasiones. Nos veréis con cara de rabia porque duele. Es una pena que no haya entrado el balón, pero hay que darle valor a lo que hemos hecho porque no es nada fácil", destacó la mallorquina.

Hubo una jugadora que no rompió a llorar, pero acabó el partido con una mirada que helaba. Alexia Putellas salió del campo en el minuto 70. Fue el primer cambio de Montse Tomé para poner en el campo a Clàudia Pina. Una decisión valiente que apartó en los minutos decisivos a una de las mejores jugadoras del mundo. Cierto es que no estaba siendo determinante, pero ese cambio puede tener consecuencias porque a la jugadora no le agradó.

Aitana, cariacontecida, con su trofeo de MVP de la Eurocopa.

Aitana, cariacontecida, con su trofeo de MVP de la Eurocopa.AFP

Acabó el partido con rabia Cata Coll, que vio a Chloe Kelly guiñarle un ojo y celebrar en su cara el último penalti que las hacía campeonas. Distinto el gesto de Sarina Wiegman, que fue a buscar a Montse Tomé para saludarla antes de lanzarse a bailar con sus ayudantes y con la grada, pero alejada de las jugadoras.

A las dos selecciones les toca mirar al futuro, al Mundial. A las inglesas se lo pidió Carlos III. "Bien hecho, Leonas. La próxima tarea es traer a casa la Copa del Mundo en 2027, ¡si es posible!", escribió en redes sociales. A los españoles se lo prometió Aitana Bonmatí: "Volveremos".

El ‘shock’ de Aitana y el dolor de la capitana Paredes: “Es un momento durísimo”

Actualizado Domingo, 27 julio 2025 - 21:15

Por primera vez desde 1984, año de la primera edición de la Eurocopa femenina, el título se resolvió desde los 11 metros. Entonces, el torneo se decidía aún con una final a doble partido, resuelta a favor de Suecia en Kenilworth Road, estadio del Luton, en la tanda de penaltis. Más de tres décadas después, Inglaterra obtuvo un pequeño desquite gracias a Chloe Kelly, su gran estrella. En 2022, un gol suyo había decantado el título en el minuto 110 ante Alemania en Wembley. Tres años después, la delantera del Arsenal, que había entrado poco antes del descanso en el puesto de Lauren James, volvió a resolver el triunfo de Las Leonas. En el minto 57 asistió a Alessia Russo para el 1-1 y en el quinto turno de la tanda, frente a Cata Coll, largó un descomunal disparo que dejaba a España sumida en el desconsuelo.

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«Con esta frustración y este dolor, parece que todo lo que hemos hecho es malo, pero hemos realizado el mejor fútbol del torneo. Somos el equipo de mayor talento, el que gusta más de ver, aunque esto no sea suficiente», analizó Aitana Bonmatí, que erró el tercer disparo ante Hannah Hampton. La doble ganadora del Balón de Oro, según admitió ella misma, se encontraba «un poco en shock». «Estamos jodidas, primero por nosotras, pero también por toda la gente que nos sigue», reveló la centrocampista del Barça sobre el césped de St. Jakob Park, nada más recoger el premio de mejor jugadora de la Eurocopa. Su rictus, arrasado por la tristeza y la incredulidad, compendiaba las sensaciones de España. El buen fútbol, el dominio y el gol inicial, resultaron insuficientes frente a Inglaterra.

Mariona Caldentey, algo lejos de su mejor nivel durante la Eurocopa, había premiado la confianza de Montse Tomé con el 1-0. De este modo, la mallorquina se convertía en la primera mujer que anotaba de cabeza en la final de un Mundial o una Eurocopa desde Abby Wambach, que había colaborado en el triunfo de Estados Unidos ante Japón en la Copa del Mundo de 2011.

«Nos han metido un gol evitable»

España cumplió rigurosamente con su presencia en el área, ya que con 24 remates clavó su promedio a lo largo del torneo (siete de ellos bien dirigidos). Sólo el mal tino en la prórroga de Salma Paralluelo frustró el asedio ante un rival que enlazaba tres prórrogas consecutivas. Otro hecho insólito en la historia de la Eurocopa. El quinto periodo suplementario en 14 finales.

El Príncipe de Gales abraza a Chloe Kelly tras la final de Basilea.

El Príncipe de Gales abraza a Chloe Kelly tras la final de Basilea.AFP

Inglaterra no sólo se había recuperado de una derrota en el debut frente a Francia, sino que supo remontar ante Suecia, por primera vez en la historia, dos goles en un cruce de cuartos. El 2-1 contra Italia, resuelto con goles en el minuto 90+6 y 119, suponía otra muestra de su gen competitivo. «Nos han metido un gol evitable. Ellas se sentían cómodas llegando a los penaltis. No hemos estado como sabemos que podemos estar. Es una gran faena», reconoció Irene Paredes, sin rubor a la hora de definir el estado de ánimo del vestuario. «Es un momento durísimo. Lo hemos intentado por todos los medios, pero no hemos estado bien en los penaltis. Esto va de tener esa pizca de suerte que Inglaterra ha tenido a lo largo de todo el torneo», reveló la capitana.

Un reconocimiento a la capacidad de supervivencia de la selección de Sarina Wiegman, que cuenta con futbolistas de la talla de Lucy Bronze, que ayer disputó su 36º partido en un torneo mayor de selecciones, récord absoluto en su selección. La lateral del Chelsea, que no titubeaba siquiera con una amarilla, sólo cedió por una lesión en el minuto 106. El tercer entorchado continental consecutivo para Wiegman, que ya había levantado un resultado adverso en la final de 2017, cuando dirigía a Países Bajos.

«Nos hemos vaciado todas, es un poco cruel. Pedir perdón, una vez más, por mi fallo. Hemos hecho un buen partido, en juego y ocasiones hemos sido superiores, pero si no la metes, se te puede ir por los penaltis. Con el paso de los días lo iré asimilando. No siempre se puede ganar», finalizó Aitana.