Gakpo, el Pichichi que organiza lecturas de la Biblia en la concentración de Países Bajos

Actualizado Miércoles, 10 julio 2024 - 00:22

Si esta noche Cody Gakpo (Eindhoven, 1999) marca un gol a Inglaterra, gritará hacia la grada y levantará el dedo índice de su mano derecha al cielo. En la Eurocopa de Alemania, el delantero de Países Bajos ya le ha dedicado tres goles a Dios. Es el Pichichi del torneo. Más tarde, terminado el partido, será el líder de una sesión de rezo a la que se sumarán la mayoría de sus compañeros, entre ellos el futbolista del Atlético de Madrid Memphis Depay. Es el día a día del vestuario dirigido por Ronald Koeman. La fe como motor hacia unas históricas semifinales contra Inglaterra. «Me llevo la Biblia a todas partes», dice Gakpo.

Estas reuniones religiosas del combinado Oranje surgieron en el Mundial de Qatar, cuando Denzel Dumfries, lateral derecho del Inter, y Depay comenzaron a unirse a las lecturas del propio Gakpo, revelación del torneo. «Empezamos en Qatar. Memphis también es muy religioso, nos enfrentamos a muchas situaciones en el campo y fuera de él y necesitábamos hablar. Quedábamos y debatíamos sobre lo que decía la Biblia. Eso creo que nos unió más como grupo», explicaba Gakpo en una entrevista con ESPN antes del torneo.

En Alemania, Gakpo está repitiendo las actuaciones que le convirtieron en una de las estrellas del último Mundial. A finales de 2022 jugaba en el PSV Eindhoven y había rechazado varias ofertas de la Premier League «por deseo divino», aseguró en su momento.

«señal de Dios para que me quede»

Un día, antes del último partido del mes de agosto de ese año, justo cuando más se hablaba sobre su futuro, decidió que si marcaba un gol se iba al Southampton, si anotaba dos fichaba por el Leeds United y si conseguía un hat-trick, se quedaba. Había logrado dos cuando peleó con un rival y el balón entró en la portería. No sabía si se lo darían. «Le dije a un compañero, si deciden que no es en propia puerta, será una señal de Dios para que me quede. Y así fue», ha explicado.

Se quedó en la liga neerlandesa, explotó con la selección en el Mundial y firmó con el Liverpool en enero de 2023, donde ya es una estrella. Ahora, en Alemania, acumula los mismos tres goles que anotó en Qatar, aunque su selección camina hacia unas semifinales extraordinarias.

Más allá de la fe, la historia de Gakpo se explica desde el deporte. Su padre fue jugador de la selección de fútbol de Togo y su madre, holandesa, jugaba al rugby. Se conocieron en África y se acabaron mudando al país materno, a Eindhoven, donde nacieron Cody y sus tres hermanos. De pequeño, su habitación estaba repleta de fotos de Pelé y Maradona, los ídolos de su padre; y de estrellas del PSV como Phillip Cocu o Ibrahim Afellay. El Philips Stadion fue su segunda casa desde muy pronto.

Van Nistelrooy, clave

Tuvo una adolescente normal hasta que con 14 años conoció a Ruud van Nistelrooy. El ex delantero del PSV, Manchester United y Real Madrid, entre otros, entrenaba en las categorías inferiores del PSV cuando se cruzó con Gakpo y se convirtió en uno de sus mentores. Le entrenó en la categoría sub'17, en sub'19 y en el primer equipo, desde donde dio el salto a Inglaterra, como Ruud.

Gracias a los consejos de Van Nistelrooy, Gakpo pasó de ser uno más en la cantera del PSV a una de las mayores promesas del equipo, donde terminó explotando a partir de los 20 años. Después de cuatro temporadas en Eindhoven, tuvo un inicio extraordinario en la 2022-2023, con nueve goles en 14 partidos antes del Mundial, y sonó para los grandes clubes. El United, club en el que jugó Van Nistelrooy, se interesó por él, pero el delantero terminó aceptando la oferta del Liverpool de Jürgen Klopp y de su compatriota Virgil van Dijk.

En su temporada y media en Anfield acumula 15 goles en 56 partidos, cifras peores que las de la selección nacional pero que espera aumentar a partir del curso que viene, tras la salida de Klopp. «Todavía no he hablado con Slot (el nuevo entrenador), pero la diferencia entre la selección y el Liverpool es que aquí juego como extremo izquierdo. Allí como delantero. Yo prefiero la izquierda, claro», dijo ayer. Hoy, ante Inglaterra, nueva cita.

La “decepción” de Mbappé en la caída del muro francés: “Necesito descansar”

Actualizado Martes, 9 julio 2024 - 23:05

Francia había encajado un gol en los 500 minutos que había disputado en esta Eurocopa, ninguno durante las eliminatorias de octavos y cuartos (prórroga incluida) contra Bélgica y Portugal, y España, entre Lamine Yamal y Dani Olmo (y el pie de Jules Koundé) le marcó dos en cinco. Una remonta tan contundente como inesperada para los galos, que se había erigido como la mejor defensa del torneo. Fue su gran hundimiento.

Decía Didier Deschamps en la previa de la semifinal que Kylian Mbappé iba a tener que «adaptarse durante meses a llevar la máscara durante los partidos». Así de claro. El delantero no pudo confirmar la afirmación porque no compareció en rueda de prensa, pero 24 horas después de las palabras de su entrenador se presentó sin ella en el Allianz Arena de Múnich. Durante los tres partidos que ha disputado tras sufrir el percance en su nariz, el delantero del Real Madrid había calentado sin la protección y luego, una vez saludado al equipo rival y al trío arbitral, se la había puesto. Contra España no fue así.

22 días después del golpe recibido ante Austria, y tras temer por su continuidad en el campeonato, Mbappé jugó sin la máscara. «Me impide tener una visión normal», había admitido durante estos días. Y sus estadísticas lo corroboraban. Sólo había anotado un gol, y de penalti, y apenas había participado en el ataque de su equipo, la peor ofensiva de un semifinalista de Eurocopa en todo el siglo XXI.

Quizás por eso la rabia con la que celebró el 0-1 fue mayor. El capitán galo puso un centro perfecto a Kolo Muani para que éste adelantara a Francia. Primer gol de jugada de los galos tras dos en propia puerta y uno de penalti, y primera asistencia de Mbappé.

Caos francés

A partir de ahí, el caos francés, el apagón de Mbappé y la caída del muro galo. Una concatenación de aciertos españoles y errores defensivos que hicieron encajar en cinco minutos más goles que en los 480 anteriores. Sumando los 20 que tardó España en anotar el primer tanto, sería 500 minutos de Francia recibiendo sólo un gol.

En la primera parte contra España, no detuvo ninguno de los dos, porque aunque Koundé se metió en propia puerta el disparo de Olmo, el balón ya había superado a Maignan y encaraba las redes galas. Deschamps estaba desesperado. Llamó a Tchouaméni a la banda aprovechando la pausa por una falta y le estuvo dando indicaciones con mucha intensidad durante unos segundos. Cuando volvió al césped, el centrocampista del Madrid estuvo hablando un minuto con Kanté. No sirvió de mucho porque siguieron sufriendo.

Sin reacción

De hecho, sorprendió a los periodistas franceses el paso atrás de su equipo una vez hechos los cambios. Griezmann se dedicó a bascular detrás de Mbappé en la presión y casi no tocó balón el día que cumplía un récord para su país. Se convirtió, con 36 partidos, en el que más veces ha jugado con Francia en una gran competición por delante de Lloris (35).

La entrada de Barcola fue lo único que levantó a su selección, provocando las mejores ocasiones. Pero Mbappé, y esta Francia, no estaban en su mejor nivel, con la estrella enviando alto un remate bastante cómodo. No ha sido su torneo, justo antes de presentarse ante el Bernabéu.

Francia sufrió su segunda derrota contra España en un gran torneo (Eurocopa o Mundial), después del triunfo ibérico en los cuartos de final de la Eurocopa de 2012. Los galos se llevaron la final de la Liga de Naciones de 2021, el duelo mundialista de 2006 y dos de los primeros enfrentamientos en una Eurocopa (1984 y 2000). En 1996, empate.

España, imperial, se va a Berlín y Francia de vuelta a Clairefontaine. "Necesito vacaciones", admitía Kylian Mbappé en zona mixta. "Es una decepción muy grande, es necesario reaccionar. Tenía la ambición de ser campeón de Europa, pero España merece ir a la final. Ahora necesito descansar, irme de vacaciones y recuperar para volver fresco", explicó.

Del puñetazo de Batum a los pitos a Gasol y Nadal: Francia y España, "mayores enemigos"

Del puñetazo de Batum a los pitos a Gasol y Nadal: Francia y España, “mayores enemigos”

El fútbol todavía no lo ha vivido, quizás porque las mejores generaciones de sus países no han coincidido sobre el césped, pero el baloncesto sí y ha sido una tormenta. El ejemplo perfecto de lo que es la rivalidad entre España y Francia, ampliada, cómo no, a las victorias de Rafa Nadal y Miguel Indurain en Roland Garros y el Tour de Francia, las dos joyas de la corona gala, que han provocado la reacción celosa del público, insinuaciones de dopaje, abucheos y un sinfín de detalles durante años. Vecinos enfrentados. Hoy, nueva edición en Múnich.

«Quería darle una buena razón para tirarse». Nicolas Batum estaba fuera de sí. Durante los últimos segundos del España-Francia de los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el alero francés le propinó un puñetazo en el estómago a Juan Carlos Navarro y provocó la mayor tángana de esta rivalidad. El jugador galo venía caliente desde la Eurocopa de fútbol, cuando había publicado en sus redes sociales un mensaje de apoyo a la selección portuguesa durante las semifinales contra España: «Por favor, Portugal, ¡Por favor!».

Ese puñetazo todavía se recuerda. «Debe de ser duro perder contra el mismo equipo todo el rato», manifestó esa noche Pau Gasol. España no se calló, respondió con palabras y con juego durante toda la década.

Lille, infierno y cielo para Gasol

El conjunto español y Francia se han enfrentado sobre el parqué 11 veces desde 2009, con ocho victorias ibéricas. «España es nuestro mayor enemigo», admitió Vincent Collet, seleccionador galo, antes del duelo del último Eurobasket, donde también cayeron.

«Hay un amor-odio entre nosotros», aseguró Fournier en 2017. Dos años antes, en el Eurobasket de 2015, Pau Gasol, en un pabellón de Lille que fue un infierno para los españoles, se hizo eterno en la prórroga de las semifinales para catapultar a los de Scariolo a una final y un título extraordinarios. «Dura derrota, pero es difícil jugar cuando no puedes tocar al rival», se quejó Rudy Gobert sobre los árbitros. «El árbitro no ha dejado defender a nuestros pívots», criticó Collet.

Cuando Gasol recogió el MVP del torneo todo el público le abucheó. A su lado, Rudy Fernández sonreía pensando en ese titular ya icónico sobre él, publicado en 2014 en la revista Basket Hebdo: «El jugador más detestado de Europa».

«No han tenido nunca un detalle»

En 2015 le tocó a Gasol en Lille, pero antes, en 2009, había sido el turno de Nadal en París, en Roland Garros. «Es una pena que este público no haya tenido nunca un detalle conmigo. Ojalá un año lo tengan», dijo el balear después del apoyo incondicional de la grada francesa a Robin Soderling, el primero que le ganó en la Philippe-Chatrier. «Los franceses nos tienen envidia, al público le molesta que un español triunfe aquí», declaró un enfadado Toni Nadal tras aquel partido.

Una situación que ha tardado en reconducirse, hasta que Nadal ganó tanto y tantas veces que a París no le quedó más remedio que rendirle pleitesía y olvidarse de todos los rumores y suposiciones de dopaje que dejaron caer durante años. «Tienen una poción mágica», dijo el ex tenista Yannick Noah en 2015. «Ha dicho en alto lo que mucha gente no se atreve a decir», publicó Le Monde en un editorial posterior a esas declaraciones. Mientras, los famosos sketchs de Canal+ Francia mostraban a deportistas españoles como Nadal, Gasol o Casillas venciendo a superhéroes de Marvel. «Toman cosas», decía en la escena de ficción Thor.

Queda, por último, el primer gran sufrimiento del deporte francés con España: ver ganar cinco Tours seguidos a Indurain, que se retiró en 1996 mientras Francia deslizaba que se había dopado: «Digno en la derrota, Indurain terminó 11º el Tour, se retiró, dejó que el ciclismo se hundiera hasta el asunto Festina y se llevó consigo sus secretos nunca confesados», escribió Liberation en un artículo publicado en 2016 y titulado «Indurain se cayó y huyó».

Esta noche, en Múnich, Francia observará de nuevo su eterna lucha deportiva contra España, ahora llevada al fútbol, a una Eurocopa en la que son claros favoritos y a un equipo español al que apenas conocen.

'Le Mur' Maignan, la "crème de la crème" de una Francia en sequía: el peor ataque de un semifinalista de Eurocopa este siglo

‘Le Mur’ Maignan, la “crème de la crème” de una Francia en sequía: el peor ataque de un semifinalista de Eurocopa este siglo

Sucedió en enero de este año. Primero avisó al árbitro y diez minutos después, como la situación no cambiaba, Mike Maignan inició su camino hacia el banquillo. Se negó a jugar hasta que se detuvieran los gritos racistas de la grada del Stadio Friuli de Udine. Sus compañeros le siguieron hasta la banda y el Udinese-Milan estuvo suspendido durante unos minutos. Era el primer futbolista en parar un partido del Calcio por un incidente racista. Unos meses después, el guardameta del Milan es el salvador de esta histórica Francia, el peor ataque de un semifinalista de Eurocopa en el siglo XXI, sostenido por Le Mur, como le apodan. Sólo Robert Lewandowski, y de penalti, ha sido capaz de superarle en este torneo.

A sus 29 años, Maignan está ante la oportunidad de su vida. La retirada del eterno Hugo Lloris le ha entregado la titularidad de la selección francesa, aunque el entorno de la Federación ha dudado un poco de él. Una lesión en el aductor derecho a finales de abril hizo encender las alarmas en Clairefontaine, donde su suplente es Alphonse Areola, ex del Real Madrid.

Cuatro semanas más tarde, ya en mayo, una luxación en el dedo meñique de la mano izquierda, su quinto problema físico en una temporada en la que no había sido tan constante como en las anteriores. El Milan encajó 49 tantos en 38 jornadas y vio cómo el odiado Inter levantaba el Scudetto.

15 paradas

La respuesta de Maignan en la Eurocopa ha sido impecable. Francia es la selección menos goleada del torneo. Ha recibido un tanto, y de penalti ante Polonia, en cinco partidos y ha rechazado los otros 15 disparos a puerta que han realizado sus rivales. El mejor ratio del torneo. Es, obviamente, el mejor portero de esta edición hasta ahora. En el encuentro de cuartos contra Portugal mantuvo con vida a su selección hasta los penaltis, donde Joao Félix envió al palo su lanzamiento y los galos obtuvieron el pase a la final.

«Maignan nos salva cuando la defensa no hace el trabajo», le elogió William Saliba, líder de la zaga francesa y líder también de la defensa del Arsenal, el conjunto menos goleado de la última Premier. Francia es un muro por Le Mur Mike (El muro Mike), como le apodan en la concentración.

«Tenemos a Mike, chicos, calma», gritaba Marcus Thuram a sus compañeros en el corrillo previo a los penaltis contra Portugal. «Tenemos un gran portero. Mike es la crème de la crème. Somos buenos defensivamente, pero cuando consiguen pasarnos él está ahí», admitía Aurelien Tchouaméni hace unos días en la zona mixta de Hamburgo tras ganar a Portugal. Buena defensa, pero mejor portería.

25% de acierto en los penaltis

En Paderborn, hogar de la selección francesa durante la Eurocopa, destacan su trabajo con los pies. Acierta en el 82,9% de sus pases, el tercer mejor dato del torneo tras Diogo Costa y Koen Casteels. «Nos da mucha tranquilidad tenerle ahí detrás, habla mucho y da mucha información», explicaba su compañero Jonathan Clauss. Estos últimos días, además, se le ha visto perfeccionando su técnica para las tandas de penaltis, algo que también ha mejorado con los años. A lo largo de su carrera le han marcado 33 penaltis y ha detenido 11, por lo que tiene un extraordinario 25% de acierto.

«Es un portero de gran nivel. Es bueno bajo palos, con los pies, lanzándose al suelo o yendo por arriba. Es un líder», le elogió Didier Deschamps en Múnich, durante la previa de la semifinal.

Problemas en ataque

Pero todo lo bien que está Francia en defensa lo sufre en ataque. Es la selección semifinalista de una Eurocopa con menos goles a favor de todo el siglo XXI. Hasta ahora era Grecia en 2004 (sin octavos), cuando había anotado cinco y terminó ganando el torneo con siete. Los bleus sólo acumulan tres: dos en propia puerta de sus rivales y uno de penalti, el de Mbappé ante Polonia. «Escucha, pues si te aburres, ve otra cosa», contestó ayer el seleccionador, siempre amable. «No estáis obligados a ver los partidos de Francia».

Ahora, Maignan, criado en la cantera del PSG, se enfrentará al ataque de España, que con 11 goles es la mejor ofensiva de la Eurocopa. Y lo hará en unos días complicados para él, porque ayer se supo que cuatro ladrones intentaron robar en el domicilio de sus padres en Soisy-sous-Montmorency, en Val-d'Oise, al norte de París. Rompieron una ventana y no pudieron completar su idea por la alerta de los vecinos.

Un partido y un torneo especiales para uno de los porteros más valiosos del mundo. 38 millones que subirán, seguro, si siguen salvando a Francia en la Eurocopa.

Un calendario “inviable” y una Eurocopa de poco nivel: “Más partidos, más dinero… Pero cansancio físico y mental”

Actualizado Domingo, 7 julio 2024 - 23:20

«Es un calendario inviable. Es imposible que los jugadores mantengan el nivel todo un año jugando cada tres días». Dani Carvajal lo dejó muy claro, es inviable. Si España llega a la final, el defensa del Real Madrid disputará en Berlín su partido número46 de la temporada. Un curso que empezó para él el 12 de agosto de 2023 y que terminaría el 14 de julio de 2024, con sólo un par de semanas de vacaciones para iniciar de nuevo la temporada el 14 de agosto en Varsovia, donde el conjunto blanco disputará la Supercopa de Europa.

Once meses de esfuerzo constante que, aún así, no convierten a Carvajal en uno de los futbolistas de Europa con más partidos, gracias a las rotaciones de Ancelotti. Quizás por eso, el de Leganés está siendo uno de los mejores defensas del torneo.

Quienes han sufrido y están sufriendo mucho en Alemania son Gündogan (67), Foden, Havertz, Gakpo, Xhaka o Rice, futbolistas que acumulan 65 o más encuentros en esta campaña. El primer español es Lamine Yamal, a sus 16 años, con 62. «Creo que este tema no es sólo para Lamine, sino para cualquier futbolista que juegue tres competiciones. Tanto la UEFA como la FIFA deberían plantearse que un jugador no puede disputar 60 partidos al año», insistió el lateral derecho de la selección.

Las quejas vuelan por todas las concentraciones de la Eurocopa y son una de las razones del poco nivel futbolístico que estamos viendo en las eliminatorias. En los cuartos, tres de los cuatro partidos se fueron a la prórroga, con el Inglaterra-Suiza y el Portugal-Francia siendo de todo menos encuentros con ritmo. Dos empates, 1-1 y 0-0, para continuar por la senda de las últimas semanas. Los de Southgate han metido cinco goles (dos de Bellingham, dos de Kane y uno de Saka), mientras que los galos llevan sólo tres (dos de ellos en propia puerta y uno de Mbappé).

«Tenemos limitaciones en cuanto a lo que podemos hacer por nuestra condición física», ha admitido Southgate, que terminó retirando a Kane y Foden, exhaustos, en el tiempo extra, lo mismo que Deschamps con Mbappé. «Estaba muy cansado. Ha sido un año muy duro para él». ¿Merece la pena un torneo sin estrellas?

El sindicato de jugadores FIFPro ha amenazado a la FIFA con tomar acciones legales si no responde a esta «emergencia». «Es uno de los problemas principales de nuestro deporte. Querer más partidos, más competiciones y más dinero nos ha llevado a problemas muy serios de cansancio físico y mental», declaró hace unos días David Terrier, presidente de la división europea del sindicato.

A falta de tres partidos, Alemania y España son las selecciones más goleadoras del torneo con 11 tantos, por los nueve de Países Bajos, los cinco de Portugal y los tres de Francia. Sólo España aspira a empatar los 14 de Francia en la Eurocopa de 1984, una cifra que en la última edición españoles e italianos con 13 y daneses con 12 casi igualan.

Todo antes de una temporada, la próxima, en la que la FIFA estrenará la Intercontinental, el nuevo Supermundial de Clubes (junio y julio) y el nuevo formato de la Champions con una fase de grupos hasta enero.

España y Francia, de la “máxima rivalidad” de 2006 por la “jubilación” Zidane a dos vestuarios amigos

Actualizado Domingo, 7 julio 2024 - 23:20

«Y llega delante de Casillas, ¡Vamos muchacho! ¡Sí! ¡Dentro de la portería! ¡El primer gol de Ribéry con la selección de Francia!». Ese «¡Vamos muchacho (Vas-y mon petit)!» forma parte de una de las narraciones deportivas más recordadas de la historia del fútbol francés, la del empate del conjunto galo ante España en los octavos de final del Mundial de 2006. Un partido en el que, como todos recordarán, íbamos a «jubilar a Zidane». Así tituló el d

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Países Bajos apaga la revolución turca en Berlín y se medirá a Inglaterra en semifinales

Países Bajos apaga la revolución turca en Berlín y se medirá a Inglaterra en semifinales

Países Bajos apagó la revolución turca en Berlín. El conjunto otomano, revelación de la Eurocopa, se adelantó con un tanto de Akaydin a pase de la joya Güler y estuvo a unos minutos de dar la sorpresa y plantarse en las semifinales del torneo, pero entre De Vrij y Muldur, éste último en propia puerta, le dieron la vuelta a su sueño. [Narración y estadísticas (2-1)]

Cada partido de Turquía es una fiesta en Alemania, donde viven casi tres millones de inmigrantes otomanos que cada tarde en cada estadio hacen resonar ese «Ohhhhh Turkiye». Berlín volvió a ser suya, empujando a una selección intensa y divertida sobre el césped, con una sorprendente base de futbolistas del Fenerbahce y el Galatasaray y con Arda Güler y Calhanoglu como estrellas. Sus pies fletan balones que hacen volar a sus centrales, revolución de este torneo y detenidos en la orilla de las semifinales por una poderosa selección de Países Bajos, capaz, como los campeones, de levantarse cuando estaba hundida.

Los de Koeman saltaron al Olympiastadion con ganas de enfrentarse a Inglaterra en la previa de la final. En el primer minuto, Memphis Depay erró una clara ocasión dentro del área y el equipo dominó durante el tramo inicial. Schouten y Reijnders asumieron la posesión y los neerlandeses fueron mejores. Pero Turquía despertó.

Güler se acercó a Montella, hablaron y el conjunto otomano cambió. Dejó jugar a los centrales rivales y presionó cuando Gakpo, Simons o Reijnders tuvieron la pelota. Intensos y generosos en cada esfuerzo, así le dieron la vuelta a las sensaciones del partido.

Ritmo muy alto

Conscientes de que con combinaciones no podrían superar a Países Bajos, Turquía comenzó a buscar balones largos a la espalda de Aké y De Vrij con esos cohetes que tiene en las bandas: Muldur y Kadioglu, a los que Dumfries y Gakpo no seguían en las marcas. El duelo aceleró a un ritmo muy alto, diferente a lo visto en los encuentros de Francia e Inglaterra. Turquía mordió y encontró premio.

Después de un par de centros que murieron en el corazón del área pequeña sin que nadie los rematara, Güler por fin encontró destinatario a sus extraordinarios pases. En el 35, recogió el rechace de un córner y puso un balón magnífico con la derecha al segundo palo de Verbruggen, que dudó lo suficiente como para no llegar y que Akaydin, como hiciera Demiral en octavos, cabeceara a la red.

El shock de Países Bajos fue tan brutal como la locura turca en las gradas. El tanto fue merecido al empeño otomano en buscar el partido, en no tantear a su rival, en asfixiar la insulsa posesión neerlandesa. Baris se hizo grande en punta, forcejeando con el gigante Van Dijk y dando salida a los ataques de su equipo. La pregunta era cuánto tiene podría aguantar Turquía esa sexta marcha.

Gunok, ante Gakpo, tras la acción del 2-1.

Gunok, ante Gakpo, tras la acción del 2-1.AFP

La respuesta, en la segunda parte. El conjunto de Montella se encerró en un 5-4-1 convertido en muro y Países Bajos pasó de jugar al fútbol al balonmano. Posesiones eternas de izquierda a derecha en las que se estrellaban una y otra vez con la defensa. Koeman introdujo a Weghorst para tener un referente y juntó a Depay con Gakpo por el carril izquierdo para generar superioridades, pero Turquía todavía tenía oxígeno para más.

Güler, en una falta provocada por él mismo tras una contra, estrelló un zurdazo extraordinario en el palo neerlandés. Podría haber sido otro milagro. Entre él y Baris Yilmaz volvieron locos a Aké y Van Dijk y rozaron el 0-2 en varias opciones, pero el fuelle, como decíamos, no iba a ser eterno.

Heroico Verbruggen

Mientras Turquía bajaba sus pulsaciones, Países Bajos las aumentaba. Toque, toque, toque y toque buscando el espacio y el error rival. Primero Weghorst no estuvo acertado al rematar un centro de Schouten, pero los de Koeman empatarían el partido tras un gran cabezazo de De Vrij a centro de Memphis. 1-1 y el partido cuesta abajo hacia Ámsterdam.

Era el minuto 70 y Turquía parecía K.O. Un par de jugadas más tarde, en el 75, una desconexión de los otomanos en el rechace de un córner terminó con Dumfries poniendo un balón raso al segundo palo que entre Gakpo y Muldur empujaron a la red de Günok.

En el tramo final, Turquía lo dejó todo. Pudo empatar en millones de ocasiones, todas salvadas por un enorme Verbruggen, héroe de su país y verdugo otomano con varias manos casi imposibles, una de ellas a Kilicsoy cuando la grada gritaba gol. Van de Ven, con un pie salvador, también evitó las tablas en los minutos finales. Llora Turquía y sonríe la infinita afición neerlandesa, feliz hacia una semifinal de máximo nivel contra Inglaterra.

Las lágrimas “de dolor y tristeza” de Pepe y Cristiano y el relato de Francia: “España es el mejor equipo”

Actualizado Sábado, 6 julio 2024 - 02:19

Cuando Theo Hernández anotó el quinto penalti de Francia, Pepe terminó desconsolado en el hombro de Cristiano Ronaldo. Cinco Eurocopas había jugado uno, seis el otro. Y ahí, en su última vez, se abrazaron. "Es un momento de mucha tristeza y dolor. Al contrario de lo que mucha gente piensa, sentimos mucho todo esto. La frustración de no poder ganar un partido y caer eliminado en una competición tan grande como esta sabiendo que tenemos mucha calidad. Todo lo que sentimos es dolor", admitió el defensa, tras un partido sobrenatural, en una zona mixta abarrotada y dividida en dos: la alegría francesa, la tristeza portuguesa.

La Eurocopa de Portugal se terminó en el palo de Joao Félix, el único futbolista que falló su disparo en la tanda de penaltis. Empezó lanzando Francia porque así lo quiso Cristiano Ronaldo, que señaló a Kanté cuando el árbitro le pregunto quién quería que tirara primero. El capitán portugués ganó el sorteo, pero eligió disparar después de su rival y perdió la tanda.

En la banda, Kylian Mbappé observaba de rodillas la ronda de lanzamientos. Él no iba a ser uno de los cinco elegidos porque pidió el cambio en la segunda parte de la prórroga. "Fue sincero", reconoció Deschamps. El delantero amenaza ahora a España lejos de su máximo nivel de forma y preocupado por una máscara que no le deja jugar a pleno rendimiento. "Hablé con el seleccionador al final de los 90 minutos y le dije que lo iba a intentar, pero en la mitad de la prórroga no me sentía bien y le avisé de que estaba demasiado cansado", explicó el futbolista ante los medios, donde recordó, en perfecto castellano, que España "es un gran equipo lleno de jugadores de mucha calidad".

El delantero, que sólo ha marcado un gol, el penalti contra Polonia, admitió que no está en buena forma física, pero espera recuperarse antes del martes. "Espero poder ayudar al equipo en la semifinal. Depende de mí ponerme a tono contra España", explicó. Deschamps le defendió: "No es fácil con todo lo que ha tenido este año. Está cansado, obviamente, y muscularmente está sufriendo. Kylian siempre ha sido honesto conmigo y con el grupo y ha pedido el cambio"-

Al lado de Mbappé, Aurelién Tchouaméni tuvo un momento para acordarse de Toni Kroos: "Muchas gracias, Toni, por todo lo que nos has dado. Por todos los momentos. Ha sido un orgullo haber compartido equipo con uno de los mejores centrocampistas de la historia", dijo, también en castellano. Tchouaméni volvió a ser el eje de una Francia a la que le cuesta atacar, pero que es sólida en defensa. "Merecido o no, lo más importante era ganar. No todo es perfecto, tenemos que mejorar en muchos aspectos, pero tenemos que estar satisfechos con la clasificación. Estamos en semifinales sin marcar, eso es histórico... pero creo que vamos a tener que marcar algún gol", bromeó sobre el partido ante España.

Y es que los goles de Francia han llegado en propia puerta (uno ante Austria y otro ante Bélgica) o de penalti (el de Mbappé contra Polonia). Tres tantos para plantarse en semifinales. "No pensábamos en eso, la verdad, pero sí, vamos a analizarlo y siempre manteniendo nuestra solidez defensiva", advirtió Mbappé. Francia sólo ha encajado un gol, el anotado por Lewandowski de penalti.

En sala de prensa, Deschamps elogió a España: "Es el mejor equipo, sin duda. He visto algunos partidos y están haciendo cosas muy buenas. Lucharemos para estar en la final, como siempre. No era favorita al principio, pero viendo sus partidos hay que felicitarles".

‘Einstein’ Xhaka, el soldado suizo de Xabi en guerra eterna por sus raíces albano-kosovares

Actualizado Sábado, 6 julio 2024 - 00:13

Ragip Xhaka protestó contra el gobierno yugoslavo en 1986 y terminó recibiendo palizas en una cárcel de Belgrado hasta que su condena terminó. Tres años y medio que su mujer esperó por él para irse juntos a Basilea, en Suiza. Allí, 1992, nació su hijo Granit, hoy capitán histórico de Suiza, una vez más revelación de un torneo internacional.

Inglaterra será la próxima piedra en el camino de Xhaka, al que le dan igual los obstáculos porque los conoce desde la infancia. No olvida su origen albano-kosovar y lo defiende en cada partido contra Serbia como si los Balcanes todavía estuvieran en guerra. Para él sí. "En Suiza no teníamos nada ni conocíamos a nadie. La gente no entiende el efecto de algo así. Es parte de mi carácter porque me hizo una persona fuerte. No escapo de los problemas", admitió él en una entrevista con 'The Guardian'. Por eso cuando se midió a Serbia en el Mundial de Qatar mostró la camiseta de su compañero Jashari, que comparte apellido con el fundador del Ejército de Liberación de Kosovo.

A pesar de que su corazón late por sus raíces y que su hermano Taulant sí representa a Albania, Granit defiende a Suiza desde las categorías inferiores, donde levantó un Mundial sub'17 en 2009. En esa edición venció, entre otros, a la Alemania de Mario Götze. A su lado, parte de la columna vertebral de la generación que ha llenado de orgullo al país: Ricardo Rodríguez o Seferovic. "Jugamos todos juntos desde muy, muy pequeños. Por eso conocemos la parte buena y mala de cada uno. Eso nos permite abordar cosas que nos pueden doler, pero al final nos ayuda a todos", explicó estos días el delantero Steven Zuber.

Tras Iniesta y Cristiano

En Alemania, Xhaka, al que llaman 'Einstein' en el vestuario por su inteligencia en el juego y su interés por la ciencia, está a punto de igualar un récord de Cristiano Ronaldo y Andrés Iniesta, que acumulan seis premios a Mejor Jugador del partido en las Eurocopas. Xhaka lleva cinco, símbolo de su constante importancia.

Contra Inglaterra completará su círculo. Nunca ha sido capaz de ganar a los británicos (se ha enfrentado en cinco ocasiones) y es el equipo ante el que debutó en 2011. Además, es el país que le vio crecer en el Arsenal de Arsene Wenger y Mikel Arteta antes de volar al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, donde es capitán general.

"Siempre quiere aprender"

El tolosarra se reconoce en el suizo , especialmente por los últimos años de su carrera. "Puedo ver en sus ojos que siempre quiere aprender. Y esto me pasó exactamente en la última fase de mi carrera como jugador en activo. Quiere convertirse en entrenador y eso se ve claramente. Creo que será un gran entrenador", declaró el técnico español. El suizo ha compaginado el doblete con el Leverkusen con el curso de entrenador que está realizando en Dusseldorf. "Es un honor que me comparen con Xabi", admite.

No ha habido tantos elogios de Xhaka a su seleccionador nacional, Murat Yakin, con el que cenó en el mes de febrero para solucionar los problemas internos del combinado suizo. Antes de Navidad, el centrocampista realizó unas declaraciones criticando la forma de entrenar del cuerpo técnico y eso provocó un cisma dentro de la selección. Yakin, sin embargo, consiguió lidiar con la situación, cenó con el futbolista en Alemania en el mes de febrero y "con un vino y un plato de comida solucionamos lo que había que solucionar". Ahora amenazan a Inglaterra.

Joao Félix estrella su penalti en el palo y empuja a Francia a las semifinales contra España

Joao Félix estrella su penalti en el palo y empuja a Francia a las semifinales contra España

Francia será el rival de España en semifinales de la Eurocopa tras superar a Portugal en los penaltis de un partido lento, gris y aburrido. Después de firmar un poco apasionante 0-0 durante 120 minutos, galos y lusos se retaron en una tanda en la que sólo falló Joao Félix, estrellando su disparo en el palo. [Narración y estadísticas (0-0, 3-5)]

Francia juega feo. Ni mejor ni peor, feo. Fue así cuando levantaron el Mundial en 2018 y está siendo así ahora en Alemania mientras tienen en el vestuario la supuesta mejor plantilla del torneo. Así es y así lo quiere Deschamps. Porque jugar feo también implica jugar un poquito bien. Porque Francia, que juega feo, también juega bien: defiende de forma extraordinaria, es el cuadro más sólido de la competición y es extremadamente difícil sorprenderle en transición. Aunque seas Portugal.

Deschamps, cauto en sus nuevas ideas, introdujo dos cambios en su supuesto once ideal. Uno obligado, el de Camavinga por el sancionado Rabiot, y otro por la inercia de los partidos, dándole la oportunidad a Kolo Muani, goleador ante Bélgica, en lugar de Thuram. Enfrente, Roberto Martínez fue fiel a su alineación de gala, con Cristiano Ronaldo en punta.

Lo «feo» que juega Francia se vio en una primera parte táctica, lenta, predecible y sin ocasiones claras. Como contra Bélgica, se trata del escenario favorito de Deschamps, porque a pesar de que Portugal fue la selección que propuso más sobre el césped, acumuló más posesión y más córners, llegó al descanso sin realizar ningún disparo a puerta.

Duelo de mínimos

Después del sofocón que fue la prórroga del España - Alemania en la tribuna de prensa, los ojos se cerraron durante un primer cuarto de hora de pura indiferencia. Futbolistas del máximo nivel mundial agazapados en un duelo de mínimos. Portugal asumió la posesión y quiso morder, pero el físico francés es superior a todo en esta Eurocopa. Implacable. Sólo Leao, fino, fue capaz de crear peligro venciendo en el choque de la noche a Koundé. Las llegadas a la línea de fondo del jugador del Milán fueron lo mejor de los lusos, pero ningún centro alcanzó a un Cristiano bien marcado por Saliba y Upamecano.

En el 19, Theo Hernández tuvo la gran ocasión de Francia en el primer tiempo al probar desde lejos a un inspirado Costa. Al minuto siguiente, Mbappé apareció por única vez en el tramo inicial al encontrar la línea de fondo, pero Costa volvió a estar hábil. Poco más de un equipo llamado a ganar el torneo. Francia, como en los goles en propia puerta de Austria y Bélgica en el debut y en octavos, busca que su rival falle. Que el partido caiga de su lado por su propio peso como hormigón armado. Lo que es su equipo. Una situación que tarde o temprano se le puede volver en contra. Saliba y Pepe fueron los mejores del primer tiempo y eso lo dice todo. Superiores a Cristiano y Mbappé.

Tras el descanso y con el paso de los minutos, el partido se abrió. Contagiados el uno por el otro, el duelo subió revoluciones cuando los equipos empezaron a sentir el miedo a perder. En el 60, Cancelo vio un buen desmarque de Bruno al pico del área y el del United se encontró delante de Maignan, que sacó su disparo.

Maignan, Theo y Koundé celebran el pase a semifinales.

Maignan, Theo y Koundé celebran el pase a semifinales.AFP

Un minuto más tarde, una arrancada de Vitinha, muy activo rompiendo líneas con balón, terminó con el centrocampista del PSG rematando de primeras dentro del área un centro de Leao y provocando una nueva parada de Maignan.

Y como llegaron unos, llegaron otros. Francia observó el miedo y plantó cara. En el 65, Kolo Muani conectó una pared con Koundé y tuvo una volea cómoda a pocos metros de Costa, como en el último segundo de la final del Mundial contra Argetina, pero Ruben Dias se cruzó en su camino. El encuentro, ahora sí, tenía nivel y ritmo de Eurocopa.

El cambio de Mbappé

Deschamps retiró a un Griezmann intrascendente y optó por Dembélé para volver el choque más loco todavía. El del PSG inició dos ocasiones seguidas, una de Mbappé y otra de Camavinga, que apareció sólo dentro del área tras un rechace y definió rozando el palo portugués.

La catarata de ocasiones no iba a ser eterna y el partido regresó a las bajas revoluciones navegando hacia los últimos minutos y con los equipos pensando en la prórroga.

Durante esa media hora sólo propuso Portugal, que tuvo las semifinales en las botas de Cristiano, incapaz de rematar un pase atrás de Conceicao, y de Leao, cuyo gol evitó Upamecano. Y Pepe, siempre Pepe, se hizo eterno al aparecer para salvar un remate de Mbappé en una contra, la única opción francesa. Deschamps retiró a Kylian antes de los penaltis y el palo de Joao Félix fue lo que decidió el duelo en la tanda final. Sólo falló el delantero. España ya conoce a su rival en semifinales.