Raúl García de Haro, un héroe en el tiempo añadido para Osasuna

Raúl García de Haro, un héroe en el tiempo añadido para Osasuna

1-0 en El Sadar

Actualizado

Un cabezazo del delantero decide el triunfo rojillo ante el Rayo, incapaz de traducir ante Sergio Herrera su buen fútbol (1-0).

El cabezazo de Raúl que valió el triunfo de Osasuna.EFE

Raúl García de Haro, un barcelonés criado en la cantera del Betis, no pudo contener las lágrimas tras su primer gol en LaLiga, con el que Osasuna sumó tres puntos vitales para la permanencia. En el sexto minuto del tiempo añadido, el delantero definió con un cabezazo el triunfo ante el Rayo Vallecano, incapaz de traducir su buen fútbol ante Sergio Herrera, autor de paradas decisivas. [Narración y estadísticas (1-0)]

La emoción desbordaba al héroe de la noche al recordar las dificultades que había debido enfrentar su familia durante los últimos meses. Tras sumar sólo dos puntos en los últimos partidos en El Sadar, Osasuna necesitaba un triunfo así. Raúl, que no jugaba un solo minuto desde el 1 de octubre ante el Alavés, también. El balón servido por con mucha comba por José Arnaiz sirvió de gran ayuda. Pero ese salto para coronar el saque de esquina recordó al ariete que el curso pasado presumía de 19 goles con el Mirandés en Segunda.

El delirio en Pamplona aún debió redoblarse un minuto después, cuando Ante Budimir erró una clamorosa oportunidad de contragolpe, también servida por Arnaiz desde la izquierda. Solo ante Stole Dimitrievski, el remate del internacional croata no encontró portería. Una noche difícil para el macedonio, autor de una soberbia parada ante Jon Moncayola en el minuto 85. Porque fue también una noche de porteros.

La amenaza de Lejeune

Bien lo supo Florian Lejeune, a quien Sergio Herrera neutralizó un libre directo desde casi 30 metros. El disparo del central francés, con un efecto endiablado, parecía teledirigido hacia la red. Sólo a balón parado podía desenmarañarse un partido con más brío que detalles de calidad. Osasuna, sin la inspiración de Moi Gómez y Rubén García apenas generaba fútbol. De hecho, la mejor oportunidad la desperdició Abdul Mumin, tras servicio de Isi Palazón.

Al contrario de lo que pedía el partido, Arrasate no realizó ningún cambio y el rumbo continuó igual. Imprecisiones y pocas ideas en un equipo que poco se pareció al de la pasada campaña. El Rayo amenazó otra vez gracias a la bota derecha de Lejeune, con un libre directo que pasó silbando junto a la escuadra.

El Sadar empezó a creer de verdad cuando Iker Muñoz, con un testarazo picado, probó el sabor de la madera. Los cambios de Arrasate, que dio paso a Pablo Ibáñez, Nacho Vidal y Raúl, añadieron picante, aunque el Rayo resistía sin demasiados miramientos. Iglesias Villanueva decretó cinco minutos de añadido y en el último, Raúl hizo levitar a toda Pamplona. Osasuna, con 19 puntos, uno menos que los vallecanos, ve ahora a nueve los puestos de descenso.

kpd