Así tronaron los tambores en Vallecas en su vuelta a Europa entre lágrimas y cerveza: "Es un día histórico"

Así tronaron los tambores en Vallecas en su vuelta a Europa entre lágrimas y cerveza: “Es un día histórico”

Son las 17.30 de la tarde y unos tambores resuenan por Vallecas: Pom, pompom, pom. La Avenida de la Albufera tiene poco trajín y el grafiti de un joven con su hija en los hombros con la frase: "Era un día cualquiera, su padre le llevó a verte a la Albufera", mira hacia el lado contrario del estadio de Vallecas. Sus ojos señalan a la confluencia de las calles Dolores Folgueras y Josefa Díaz. Allí está el ruido de Vallecas, allí está el orgullo por un equipo que vuelve a Europa 25 años después pero, esta vez, por méritos propios.

Cientos de personas cantan por este nuevo Rayo que sustituyó al de Mami Quevedo, Bolo o Ballesteros. "Es un día histórico" saluda un joven que, probablemente no había nacido con el primer Eurorayo, a la pandilla que le espera litronas en mano. A pocos metros, como si de una señal se tratase, un individuo celebra con un trago y la camiseta de Bolic, un integrante de aquella plantilla, el paso de estos 25 años.

"Llevaba dos o tres temporadas que ya esperaba que se consiguiese", explica Laureano a EL MUNDO. Este señor, pese a contar ya con bastantes años en el carnet, dice que sigue al Rayo desde hace solo tres años. "Es que soy el suegro de De Frutos", revela luego entre risas antes de intentar, sin éxito, comprar una camiseta para su amigo El Belloto en una tienda oficial abarrotada.

Los quiscos habituales en los alrededores del campo no tienen la afluencia habitual de las noches ligueras. Susana, que vende a 10 euros históricas bufandas de este 2 de octubre de 2025 en las que recoge el encuentro de Conference entre el Rayo y el Shkendija no espera un día prolífico. "Notamos más ilusión, claro, pero no creemos que se hagan muchas más ventas", explica.

En los momentos antes al partido, los aficionados tratan todas las virtudes y defectos no sólo del equipo, sino del club. Tres ancianos, uno de ellos ex entrenador de la Fundación Rayo, el fútbol base del equipo de la franja, le cuenta a sus amigos la reciente resolución de la RFEF sobre la ciudad deportiva del club. "No se puede jugar, los campos están hechos una mierda porque este tipo de guarda la pasta", alude el hombre al presidente de la entidad, Raúl Martín Presa. Quien tampoco se libraría del habitual cántico dentro del estadio: "Presa vete ya".

Cerca de este grupo, en el triángulo que forman la peluquería Rayo, el kebab Rayo y la Autoescuela Rayo, metáfora de la implicación del barrio con el club, estan Juan Carlos y Ángela, padre e hija. Juan Carlos lleva de socio justo desde el Eurorayo, 25 años, y su hija lo es desde la cuna, pero abonada desde esta temporada. "Nos falta un poco de gol, pero al equipo lo veo bien", cuenta.

El debut

El reloj marca las 18.42 de la tarde cuando Álvaro García, capitán del Rayo, pisa el césped en la primera aventura europea del equipo vallecano en un cuarto de siglo. A su espalda, los Bukaneros, ultras del equipo, despliegan un enorme tifo que reza: "El viaje que siempre soñamos, del barrio a Europa". En medio de la pancarta, una persona mayor que podría ser Prudencia Priego, fundadora de este club, centenario desde el año pasado.

Entre el piso en que se firmó el documento inicial y el estadio hay apenas 500 metros en línea recta. En la que hoy es la calle Puerto del Monasterio, 8, hay otra declaración de intenciones en una pared que recoge: "La nueva Sociedad Agrupación Deportiva El Rayo saluda a todas las sociedades y desea jugar con las que lo deseen en el campo y hora que ellos crean conveniente a partir del próximo domingo".

Unai López celebra el primer tanto del encuentro.

Unai López celebra el primer tanto del encuentro.JuanJo MartínEFE

No es domingo sino jueves y la hora no es la mejor para la asistencia a este estadio de barrio obrero. Escribía Ignacio Pato en el libro No es fiera para domar. Una historia centenaria del Rayo y Vallecas que "a la gente de Vallecas se la reconocía porque llevaba los zapatos manchados de barro".

Así, los asientos se van ocupando casi durante los 90 minutos en los que dura la masacre de los vallecanos al débil equipo macedonio. Los 200 aficionados visitantes que vinieron apenas pueden decir esta boca es mía. Unai López genera alguna lágrima en el estadio con el primer tanto del encuentro, el primero en Europa en 25 años. Inmediatamente después llega el de Fran Pérez para tranquilidad de los aficionados. Entre cántico y cántico hay ovaciones a Trejo y a Álvaro García al ser sustituidos. El Rayo puede golear, pero contemporiza en la segunda parte. No así el público, que no para. Se ovacionó, incluso, al Shkendija. Es un día histórico.

Las carencias del Barça descubiertas por Luis Enrique: desconexión defensiva, presión desordenada o cuando el talento no basta

Las carencias del Barça descubiertas por Luis Enrique: desconexión defensiva, presión desordenada o cuando el talento no basta

Actualizado Jueves, 2 octubre 2025 - 18:26

La derrota ante el PSG de Luis Enrique ha sido un golpe duro para el Barça. A pesar de la dificultad que entraña medirse nada más y nada menos que al vigente campeón de la Champions, con la supuesta ventaja de que llegaba al duelo en Montjuïc mermado por las bajas, la derrota, tras encajar el 1-2 en el tiempo añadido, les sentó fatal a los azulgrana.

«Creo que hemos comenzado bien el partido, pero, en la segunda nos han impuesto su juego. Hemos perdido el control, hemos perdido balones muy fáciles y, en estas circunstancias, es normal que un equipo así te acabe marcando goles. La autocrítica que debemos hacer es que no hemos jugado a lo que queríamos y nos han impuesto su ritmo», señaló Gerard Martín en la zona mixta.

«Estamos fastidiados. Creo que en la primera parte hemos estado bien, hemos tenido ocasiones y hemos controlado el juego. Cuando nos han marcado el primer gol, hemos bajado la presión. Ellos salían más fácil y, en la segunda parte, fuimos a remolque y nos costó mucho. Teníamos el empate, que servía de consuelo, pero, al final, nos han metido el segundo», recalcó Eric García. De Jong destacaba que esta derrota, aunque dolorosa, «no es determinante».

«Creo que no hemos jugado a nuestro máximo nivel, y eso también es importante en la Champions. El PSG ha merecido la victoria. Esta vez no podemos decir que hemos estado a su mismo nivel. Creo en mi equipo, pero no hemos mostrado nuestra mejor versión», analizó Hansi Flick en la sala de prensa de Montjuïc.

Para el entrenador alemán, la clave de la derrota, además del cansancio que mostraron en la recta final del partido Pedri o De Jong, quienes apenas han tenido descanso, sobre todo en el caso del canario, estuvo en la falta de capacidad para mantener el orden. «No supimos mantener la estructura en la segunda parte. Tenemos que entrenar, mejorar, y creo que esta derrota puede ayudarnos mucho de cara al futuro. Hay que aguantar los 90 minutos, todo el equipo debe defender y atacar a la vez, estar a un gran nivel con el balón, aprovechar espacios, participar en la posesión... Todo el PSG sabía hacerlo y son cosas que tenemos que aprender», recalcó un Flick que, en la previa, ya le dio un leve toque a un Lamine Yamal, que fue de más a menos por unas desconexiones defensivas que le gustaría que corrigiera. En su opinión, no basta sólo con la calidad. También hay que echarle mucho esfuerzo.

El trabajo de Lamine

«Para pasar al siguiente nivel, uno o dos escalones más, hay que esforzarse, no vale con el talento. No se trata sólo de jugar con el balón, también hay que defender. Es lo que necesitamos, de todos los jugadores, no solo de él», recalcó en la previa un Flick que no se cansa de repetir que Lamine Yamal llegará donde se proponga, pero sólo si le suma a sus condiciones innatas muchísimo trabajo.

Ante la Real Sociedad, saliendo desde el banquillo, fue clave para que un Barça un tanto renqueante sellara la remontada y se impusiera por 2-1 a los donostiarras para encaramarse al liderato en una Liga en la que, frente al Rayo, en la tercera jornada, los azulgrana firmaron un primer tropiezo al marcharse de Vallecas con un 1-1 tras ser capaces de adelantarse en el marcador. Ahí, Joan García, ahora lesionado, se encargó de sostener al equipo.

Ahora, muchos se preguntan qué habría pasado si el portero de Sallent hubiera estado el pasado miércoles bajo los palos, sin que eso signifique desmerecer la actuación de Szczesny. También se pregunta si las cosas hubieran sido diferentes de haber podido contadio con Fermín (muy acertado en el arranque del curso) y con Raphinha. E, incluso, si los cambios de escenario (Montjuic y estadio Johan Cruyff) han podido descentrar en gran parte al equipo. Por lo pronto, el Barça ya ha anunciado que su próximo partido como local en Europa, frente al Olympiacos, también tendrá Montjuïc como sede.

Los secretos sobre Putin que reveló Strava o cómo sus guardaespaldas corrían alrededor de una mansión que no era suya

Los secretos sobre Putin que reveló Strava o cómo sus guardaespaldas corrían alrededor de una mansión que no era suya

Una mañana, después de un turno nocturno, Martin salió de su trabajo en la ciudad sueca de Solna, se subió a su bicicleta, encendió su reloj de última generación, pedaleó hasta su casa en Estocolmo y, al llegar, publicó su ruta en la popular aplicación Strava. Acababa de mostrar a sus amigos y conocidos que seguía en forma: sus ritmos eran realmente rápidos. También acababa de desvelar al mundo entero dónde se encontraba la oficina secreta del Servicio de Seguridad de su país.

Según reveló en julio pasado el periódico sueco Dagens Nyheter, hasta siete escoltas del primer ministro Ulf Kristersson -entre ellos Martin, de nombre ficticio- publicaban diariamente su actividad geolocalizada en Strava: más de 1.400 entrenamientos que permitían a cualquiera conocer la dirección exacta del domicilio del político, detalles concretos de sus viajes a lugares tan sensibles como la frontera de Ucrania con Polonia, Israel o la base militar en Malí, e incluso recorrer los pasillos secretos del Palacio de Drottningholm, la residencia permanente del Rey y la Reina de Suecia.

Pocas cosas ilustran mejor la escasa concienciación sobre el peligro de los relojes y pulseras inteligentes que la exposición continua de la ubicación de guardaespaldas, militares y policías a través de Strava. Desde que en 2018 un tuitero descubriera la estructura de bases militares de Estados Unidos en Siria y Afganistán gracias al mapa de calor de la aplicación, se han sucedido numerosos escándalos similares. El año pasado, el periódico francés Le Monde reveló los llamados StravaLeaks, con los que demostró que líderes como Emmanuel Macron, Donald Trump o Vladímir Putin habían estado en riesgo por culpa de los wearables de sus escoltas.

El presidente ruso, de hecho, siempre ha negado poseer un suntuoso palacio a orillas del mar Negro cuya existencia destapó en 2021 el activista fallecido Alexéi Navalni, pero Le Monde pudo confirmar que pasa allí largas temporadas gracias a los entrenamientos de sus guardaespaldas. El periódico galo también acreditó que dispone de una lujosa casa de campo en la república rusa de Carelia, en la frontera con Finlandia, además de otros muchos detalles de su vida privada.

La propia Strava, consciente del riesgo, ha tratado de reforzar su política de privacidad. En los últimos años ha introducido herramientas para ocultar el punto exacto de inicio y final de las rutas, ha permitido limitar la visibilidad de los entrenamientos a grupos cerrados e incluso ha lanzado guías específicas para cuerpos de seguridad y fuerzas armadas. Aun así, algunos servicios secretos como el estadounidense han optado por la vía más drástica: prohibir directamente a sus empleados el uso de wearables en servicio o en instalaciones sensibles.

Los expertos consultados coinciden en que, aunque estas medidas ayudarán, llegan tarde y que, siendo masivo el uso de relojes y pulseras, la única solución posible para mejorar su seguridad es la sensibilización de quienes los utilizan.

Lamine está totalmente descentrado

Lamine está totalmente descentrado

Un minuto en la vida de Lamine Yamal son muchos minutos. Como los 90 del Bernabéu que decía en italiano Juanito. Cuando apenas tienes 18 años, un minuto es buena parte de tu vida. Ahora también es buena parte de la vida del PSG. Primer minuto, llega la pelota a Lamine, e hizo todo lo necesario para ganar el balón de oro en 2026, incluido que Dembélé no estuviera en el campo.

Está claro que, como dice Flick, Lamine «tiene que centrarse en esforzarse mucho». Y no como Cubarsí. Parte del esfuerzo supone no centrarse en lo que le preguntan a Flick los periodistas. Como que si Lamine es el jugador más determinante del fútbol europeo. O el mejor en «suposisión», que dijo, o supuso, en el descanso Figo. Algo que no podría decir de Valverde, que es el mejor en muchísimas. Los esfuerzos por ver descentrado a Lamine son dignos de elogio, o dignos de alguien que no ve partidos de fútbol: que si a su padre lo apuñalan, que si su madre se va de cena, que si los enanos, que si sus gafas de sol, que si sus cadenitas, que si su novia es mayor, que si se sube a un yate en la costa de Mónaco, y encima se pone a hacer deporte. A veces creo que acaba los partidos y vuelve sin ducharse a su fiesta de cumpleaños. Cualquier día acabarán consiguiendo que llegue tarde a un entreno, o que se pase el primer minuto de partido sin tirar un par de caños.

Tengo que reconocer que, por sus pintas, yo a Lamine lo veo descentradísimo. Y que sin ver las mías sueno a señor de casi 50 años. La vida de Lamine no puede ser más transparente. Demasiado incluso para mi gusto. Un día supimos que empezaba a salir con Nicki Nicole, y al siguiente que tenía una lesión de pubis que le ha tenido un mes de baja, sin que haya trascendido el tiempo de baja de Nicki Nicole, quien para más humillación, vio cómo culpaban a Luis de la Fuente y no a ella.

No es cierto que en Montjuic se viera a los dos mejores equipos del mundo. Quizá a uno. Eso es algo que sólo se puede decir en la final, o al final del partido de ayer, porque has visto un partidazo de dos equipos cargados de bajas, que sólo se estaban jugando los puntos de la liguilla. También porque incluso con Lamine descentrado, y Dembélé en Paris, Vitinha y Pedri consiguieron que los dos mejores jugadores del mundo siguieran en el campo.

El poder del campeón de Europa

El poder del campeón de Europa

El campeón de Europa fue mejor que el Barcelona. En el segundo tiempo, incluso, machacó física y técnicamente al Barça. Lamine Yamal no existió y los azulgrana no tenían fuerza para hacer ningún tipo de jugada de gol. Terminaron pidiendo la hora.

Este es el poder del PSG, a pesar de que jugó sin Dembelé. El Barcelona tenía muy pesadas sus piernas y gradualmente se fue acurrucando en su área, hasta que Hakimi hizo su perversidad habitual y le dio el gol de la victoria a Ramos, que sólo tuvo que fusilar.

Siempre se ha dudado de las fuerzas del Barça en los segundos tiempos. Desde hace tiempo empieza a sufrir en los treinta minutos finales. ¿Por qué? De Jong es rudo, pero le pesan los años y a Pedri le mata su cuerpo. Con esa velocidad y esa presión, el canario cayó agotado.

En los treinta primeros minutos se vio el más espectacular de los partidos.El mejor show europeo. Un ritmo vertiginoso y voraz. Sólo con unos quince metros de espacio para jugar en principio, dada la fiereza de las presiones de ambos.

¿Quien hacía mejor la presión? Fueron turnándose. Primero el Barcelona fue más inteligente con los espacios. Sobre los treinta minutos, el gas barcelonista se había gastado y el PSG tomó el relevo. La estrategia del Barça decayó ante la fuerza vital de Nuno Mendes. Fue un vendaval imparable y hasta le dio un gol al joven Mayulu.

Lamine Yamal es un fenómeno, pero no pudo con Mendes, que se comió al barcelonista. El fenómeno es maravilloso en ataque, pero tiene el defecto que le falta el gol siempre, es más un malabarista que un asesino del área.

Bajan las acciones para esa candidatura eterna de Laporta para ganar la Champions. Desde luego, el Barça es peor equipo que el PSG. Flick no puede contener a grandes equipos con tanta sangre joven en su equipo, que no soportan la crueldad de los líderes de Europa.

Un Athletic anticompetitivo se condena en Dortmund

Un Athletic anticompetitivo se condena en Dortmund

Hay jerarquías en la Champions aún inaccesibles para este Athletic, goleado ayer en Dortmund, víctima de su endeblez competitiva. Hay estadios como el Signal Iduna Park que penalizan a un equipo tan falto de rigor defensivo, tan descuidado en las áreas. Otra derrota más que obliga a una reflexión seria a Ernesto Valverde. No sólo para seguir con opciones de disputar los octavos, sino a largo plazo. El Athletic no puede ofrecer tantas facilidades. [Narración y estadísticas (4-1)]

Tras un empate como todo balance en los últimos cinco partidos, Valverde precisaba de asideros. El más llamativo fue la inclusión de Alejandro Rego en la medular. Un chico de 22 años con sólo 41 minutos repartidos en cinco partidos, que no tardó en sentirse desbordado en un escenario tan solemne. No terminaba de ajustarse a la hora de saltar a la presión y de ello se aprovechaba Carney Chukwuemeka.

Cerrar esa vía de agua ya suponía un desafío para un Athletic con siete bajas. Aun sin jugar bien, al menos debía competir, chocar, ofrecer motivos de orgullo para su afición, que había paseado la zamarra rojiblanca por las calles de Dortmund. Dejando en el banco a Oihan Sancet, con su facilidad para acercarse al gol, el faro ofensivo debía encenderlo Sannadi.

De lateral a lateral

El ariete de origen marroquí se vio obligado a medirse ante un veterano como Niklas Süle, con un corpachón a prueba de tanques, repescado a última hora pese a sus molestias físicas para cubrir la ausencia de Nico Schlotterbeck. De esa baja sí debía aprovecharse el Athletic. No sólo por lo que el central representa sobre la pradera, sino por todo lo que su ausencia significa a nivel emocional para su afición. En las últimas horas, el internacional alemán viene mostrando reticencias para su renovación, alimentando los rumores que le acercan al odiado Bayern.

Se presentía ese clima de tensión en el Signal Iduna Park, aunque nada hicieron los Leones para sacar rédito. Más bien al contrario. En cuanto Julian Ryerson y Daniel Svensson pudieron alzar el vuelo, Iñigo Lekue y Andoni Gorosabel se vieron perdidos. Al generar superioridad con sus carrileros, el Dortmund se acercó al área. Y con la creatividad de Karim Adeyemi, su delantero más incisivo, generó el gol. Una cabalgada por la derecha, el centro raso de Adeyemi que atraviesa el área de punta a punta para el remate Svensson, el carrilero zurdo.

Sin noticias de Robert Navarro en la izquierda, ni de las largas conducciones de Unai Gómez como recurso para acercarse al área, el Athletic no ofreció nada reseñable en la primera parte. Ni un solo disparo a palos. Ni un par de largas posesiones con las que hacer pensar al Borussia. Un triste bagaje que obligaba a Valverde a replantearse la situación. Tras el descanso, aparecieron Gorka Guruzeta, Aymeric Laporte y Ruiz de Galarreta.

Iñaki Williams, tras el 1-0 en el Signal Iduna Park.

Iñaki Williams, tras el 1-0 en el Signal Iduna Park.AFP

En cinco minutos, ese triple cambio se diluyó como una mera declaración de buenas intenciones. En una oleada amarilla, iniciada de nuevo desde la derecha y culminada otra vez por el otro perfil, cortesía de Chukwuemeka. El canterano del Aston Villa, internacional inglés sub-21, contó también con la involuntaria colaboración de Gorosabel y Unai Simón. Demasiado blando el Athletic para un torneo como la Champions League.

Seguía alentando, pese a todo, la hinchada bilbaína, que vislumbró una salida con el primer remate de Sannadi, repelido abajo por Gregor Kobel. No había mucho aún donde rascar, aunque para prender la llama bastó con convocar a los centrales del Dortmund. Fue cómico el malentendido entre Süle y Waldemar Anton, regalando un balón en los pies de Guruzeta. Se intuía un hálito de vida debajo de ese 2-1, empujado por una nueva inercia.

Festejaron el empate, con una picadita de Robert Navarro, antes de que el juez de línea alzase el banderín por fuera de juego. Desperdició otra muy clara el canterano del Barça, buscando la escuadra, cuando la situación reclamaba algo más prosaico. Aún dispuso de otra más clara el Athletic, barrida en el área chica por Anton en las barbas mismas de Guruzeta. Se erguía el Athletic como en las noches grandes, aun exponiéndose a los riesgos de rigor. Unai Simón tapó una muy clara de Maximilian Beier, aunque ya nada opuso al inevitable arreón final, coronado con los goles de Serhou Guirassy y Julian Brandt.

El caviar, la luna de miel truncada, hogueras en el vestuario... 25 años del primer 'Eurorayo': "Éramos una familia"

El caviar, la luna de miel truncada, hogueras en el vestuario… 25 años del primer ‘Eurorayo’: “Éramos una familia”

Estaba Jon Andoni Pérez Alonso, Bolo, planificando la luna de miel con su mujer por los Estados Unidos tras casarse aquel verano del año 2000 cuando recibió una llamada agridulce. Tenía que cancelar su viaje porque debía incorporarse a la pretemporada del equipo antes de tiempo, al Rayo Vallecano le había ‘tocado la lotería’. "Fue una sorpresa, la verdad, porque habíamos hecho una buena liga, pero terminamos entrando en Europa por el Fair play", explica a EL MUNDO el protagonista.

Hace justo 25 años, el Rayo Vallecano consiguió plaza europea en el sorteo que realizó la UEFA entre equipos con menor número de tarjetas, mayor respeto a árbitro y rivales y mejor comportamiento de aficionados. Hoy juega ante el Shkendija por méritos deportivos y se estrena en la Conference en el mismo estadio de Vallecas que entonces. O parecido.

El tercer equipo de Madrid estaba en Europa, aunque debía jugar la fase previa ante un equipo andorrano, el Constelació. El total fue de 16-0, 10 goles en Andorra, la mayor goleada a domicilio en la historia europea, y 6 en Vallecas para entrar en la segunda competición continental. "Era un torneo importante con equipazos", destaca Sergio Ballesteros, otro de los integrantes de esa plantilla. Pero hubo un borrón: la lesión del capitán, Cota, que se partió la tibia en el partido de vuelta.

Iniciaba entonces el Rayo su andadura en Europa que le llevaría por Noruega, Dinamarca, Rusia y Francia. "Fue una compensación de esa luna de miel no disfrutada porque pude ir con mi mujer a esos destinos, el problema es que en todos hacía mucho frío", recuerda Bolo, el primer goleador europeo de la historia del club vallecano. Un tanto que "tiene grabado" y del que le enorgullece que le recuerden.

Bolo, tras anotar en Molde.

Bolo, tras anotar en Molde.EFE

El gol fue precisamente ante el Molde noruego, el equipo con "el estadio más bonito" que han visto los integrantes de aquella plantilla, en el minuto 16 del primer partido del equipo madrileño. "Fue el primer desplazamiento largo y ver ese campo y los fiordos…", cuenta Bolo. Afortunadamente, ocurrió en septiembre. Visitarían luego Dinamarca a principios de noviembre, donde darían cuenta del Viborg bajo una intensa "tromba de agua" hasta la recordada eliminatoria ante el Lokomotiv de Moscú en dieciseisavos. "Son experiencias brutales: el desplazamiento entre semana, ir al extranjero conocer otros países", califica Ballesteros.

La expedición del Rayo por Moscú.

La expedición del Rayo por Moscú.AP

El chárter del equipo madrileño en el que la presidenta Teresa Rivero invitó a empleados y familiares del club aterrizó en Moscú con -16 grados a finales de noviembre. A la expedición le sorprendió que las madres moscovitas llevaran a sus hijos recién nacidos "en carritos que parecían trineos". Lo primero que hizo Rivero, como en cada desplazamiento del club, fue ir a rezar a una iglesia. Lo que pediría la mandataria queda entre ella y Dios, pero ese año, curiosamente, el Rayo eliminó al líder de la liga rusa, de la liga danesa y de la francesa.

En Rusia fue una cuestión más de supervivencia, se hicieron hogueras en el descanso en el vestuario para calentar las manos y los pies, que de fútbol. "Éramos muy intensos, defensivamente fuertes atrás y muy verticales, con contras rápidas, Míchel y Mami Quevedo eran muy buenos, pero su calidad era para hacer transiciones rápidas", recuerda Sergio Ballesteros. El defensa no se olvida como en el vuelo de vuelta fueron comiéndose el caviar a cucharadas y lo rico que estaba ese manjar que nunca ha vuelto a comer.

Los rayistas, tras eliminar al Girondins.

Los rayistas, tras eliminar al Girondins.EFE


Gesta interrumpida

Así, el Rayo fue pasando rondas, en octavos eliminó al Girondins de Burdeos, hasta encontrarse en los cuartos de final con aquel milagroso Alavés. "Los otros, cuando les tocaba el Rayo se imaginaban un equipo más fácil y se daban cuenta que era muy difícil ganarnos", cuenta Bolo, pero Ballesteros secunda que los vitorianos no sólo sabían cómo se las gastaban en Vallecas, sino que ese año "eran un equipo muy fuerte". "Fueron superiores", concluye el defensa sobre una eliminatoria en la que "apenas tuvieron opciones".

De hecho, el Alavés llegaría ese año a la final ante el Liverpool en aquel mágico partido de Javi Moreno que no sirvió para conquistar el trofeo. De aquella época, se guardó en la grada de Vallecas el famoso cántico de: "El año que viene Rayo - Liverpool". "Éramos una familia y gracias a ello conseguimos todo eso", razona Bolo y Ballesteros habla de "piña".

Siguen teniendo un grupo de Whastapp de aquella época, "la mejor de mi vida personal y deportiva", se casó y tuvo a su primer hijo, cuenta Bolo y por la que sigue siendo "del Rayo a muerte". Ballesteros también la recuerda con mucho cariño, aunque terminara dejando el fútbol porque ya "tiraba más la familia que la pasión por el fútbol".

Un gol del PSG en el minuto 90 vuelve mortal al Barça en una batalla extenuante

Un gol del PSG en el minuto 90 vuelve mortal al Barça en una batalla extenuante

Actualizado Miércoles, 1 octubre 2025 - 23:16

A tumba abierta, sin mirar atrás y sin miedo. No se esperaba que Barça y PSG propusieran otra cosa que no fuera una batalla hasta la extenuación para, con todo su talento, buscar la forma de golpearse en las áreas hasta sangrar. Empezó el Barça, por momentos lúcido pero otros obtuso, pero fue el PSG quien manejó mejor sus armas para, sin perder fuelle, acabar llevándose la victoria de Montjuïc en el último suspiro. [Narración y estadísticas (1-2)]

No va con Flick ni con Luis Enrique la especulación y en el campo estaban desplegados los jugadores con el fútbol más puro del momento. El primero en mostrarse fue Lamine Yamal, que se atrevió a, con una ruleta, buscar a Vitinha y Barcola y encarar a Nuno Mendes antes de colocar la pelota en el área por donde rondaba Ferran. Solo habían pasado tres minutos de un duelo que, sin tregua, se convirtió en un ataque continuo de área a área manejado por las dos mejores salas de máquinas.

Para saber más

A Pedri lo presionaron hasta agotarle para evitar que sacara la varita, mientras que a Vitinha le aparecían jugones capaces de adivinar sus pases y de robarle la pelota, algo con lo que está muy poco familiarizado el portugués. No tardó en adivinar cómo sacudírselos.

Maquinaria letal

Tras Lamine, las miradas las concentró el central ucraniano Zabarnyi. Primero porque su testarazo a saque de esquina fue la primera ocasión del PSG, pero también porque salvó bajo palos un remate de Ferran tras un pase con el exterior de Lamine entre la defensa y el guardameta Chevalier que olía a puro veneno. La joven estrella del Barça estaba entendiendo que este enfrentamiento merecía espectáculo.

Por eso apareció en la medular, se aprovechó de un error inusual de Vitinha e inició una jugada que pasó por las botas de Pedri y acabó en el costado para que Rashford le entregara un centro raso a Ferran que solo tuvo que empujar. El Barça había golpeado primero, pero imposible recostarse en esa ventaja a los 20 minutos ante una maquinaria que, aunque con serias bajas en ataque, siempre acaba demostrando que es letal. Se les hizo más presente esa reflexión cuando Barcola se plantó en el área y a Szczesny le salvó que se le fue larga en el último toque. Tampoco ajustó la mirilla Dani Olmo en un golpeo que se perdió ajustado al palo de Chevalier. Hasta de córner probaron con remates de Cubarsí, Rashford y Ferran que se estrellaban en los cuerpos de los parisinos haciendo muralla en el área pequeña.

De nuevo tuvieron presente que es imposible contener todo el tiempo a un rival capaz de hacer pagar muy caro un error. Nuno Mendes se cobró el despiste de Koundé para arrancar con la potencia de un avión hasta rozar el pico del área y servirle al jovencísimo Mayulu su primer gol en Champions. El gol generó dudas en el Barça, que sucumbió al empuje del equipo de Luis Enrique, y Barcola volvió a probar un tiro que, ante la presión de Gerard Martí, se le fue alto. Al filo del descanso, volvió a salir del atasco con una cabalgada de Rashford para colocar un centro raso que no empujaron en el primer palo ni Ferran ni Olmo.

Lamine, decepcionado.

Lamine, decepcionado.AFP

Los jugadores cogieron aire en el vestuario y volvieron a la carga. Otra vez probó Barcola, y otra vez le ganó Szczesny. El Barça puso una marcha más y obligó al PSG a salir vivo en una jugada con tres remates de Ferran, Olmo y Lamine que acabaron sacando bajo los palos Zabarnyi y Hakimi. Hasta ahí llegaron los azulgranas.

Para contrarrestar ese fuelle, el poco que le quedaba al Barça, Luis Enrique buscó cargar por donde flaqueaban los culés, mandando a Nuno Mendes a buscar las cosquillas de Koundé con la espalda bien cubierta por Lucas Hernández. No fue el único peón que se movió desde los banquillos. Flick se apuntaló con Casadó, Lewandowski y Balde, a lo que Luis Enrique, algo forzado por las molestias de Fabián, buscó el peso en ataque de Gonçalo Ramos. Un giro más para mantener la intensidad de un partido que dejaba sin resuello.

Fue el PSG quien mejor asimiló esa inyección de energía y, dirigido por Kang In, se volcó en campo azulgrana haciendo sufrir muchísimo al Barça, incapaz de volver a estirarse. El susto se lo llevó cuando el coreano se coló en el área y armó un disparo que se estrelló en la cepa del poste de Szczesny. Lo que no esperaba era la carrera en el 90 de Hakimi a la espalda de Balde para servir el gol de la victoria a Ramos.

Renato Veiga rescata un punto para el Villarreal tras la remontada de la Juventus

Renato Veiga rescata un punto para el Villarreal tras la remontada de la Juventus

Actualizado Miércoles, 1 octubre 2025 - 23:13

El Estadio de la Cerámica disfrutó de un emocionante regreso a la Champions al que solo le faltó la guinda de la victoria (2-2). Se tuvo que conformar con un punto el Villarreal ante una Juventus a la que sometió en el primer tiempo con un gol de Mikautadze pero que reaccionó con la entrada de Francisco Conceiçao tras el descanso. El conjunto italiano remontó con goles del portugués y de Gatti, pero Renato Veiga rescató un punto en el 90 dejando sin premio a su ex equipo. [Narración y estadísticas (2-2)]

Marcelino quería ganarle a la Juve corriendo y colocó arriba tres cohetes que llevaron de cabeza a los defensas italianos. A la hora de atacar, Pepe y Buchanan se abrían a las bandas, dejando solo a Mikautadze arriba en un tridente con una velocidad punta difícil de frenar. Empezó amenazando el costamarfileño, que a los seis minutos estuvo a punto de provocar un penalti forzando una falta que el árbitro dejó casi sobre la línea. Suyo fue también el primer disparo, bloqueado por un defensa, y también la asistencia en el gol que abría el marcador.

Apenas se había superado el cuarto de hora cuando Parejo filtró un pase marca de la casa para la carrera de Mikautadze, otro bólido. El georgiano se escurrió entre dos defensas pero se le quedó el balón atrás. Ahí apareció Pepe para ponerle en bandeja el primer gol amarillo en esta Champions. Pudo ser todavía peor para la Juventus, a quien su portero salvó de encajar el segundo gol solo unos minutos después. Corrió Pedraza por la banda y sacó un disparo seco que tocó lo justo Perin para que el balón se estrellara en el poste.

Sin claridad ni precisión

Con el marcador en contra, el equipo de Igor Tudor quiso tomar el protagonismo, algo que no le importaba a un Villarreal que defendiendo en bloque bajo y saliendo rápido a la contra conseguía generar más peligro que los italianos con su dominio. El que más amenazaba la portería amarilla era McKennie, que obligó con un par de cabezazos a sacar los reflejos a Arnau Tenas, titular en esta segunda jornada tras el error de Luiz Júnior en Londres.

La Juve conseguía empujar a los de Marcelino al interior de su área, pero le faltaba claridad y, sobre todo, precisión en los últimos metros. Los italianos fallaban pases fáciles que propiciaban las salidas rápidas del Villarreal. Un balón perdido por Koopmeiners en el borde del área apareció en un santiamén en la italiana tras una veloz cabalgada de Pepe por banda. Pasó por Gueye y Mikautadze antes de acabar en los pies de Buchanan, que se topó con una buena intervención de Perin. En la última antes del descanso volvió a amenazar Mikautadze con un disparo casi desde la línea de fondo que se paseó por delante de la portería sin encontrar quien embocara en la red.

Error de Parejo

Tudor, que ya había tenido que meter a Joao Mario por la lesión de Cabal, puso en juego a Francisco Conceiçao tras el descanso y el portugués cambió el partido. En el primer balón que tocó le dio el gol en bandeja a David, pero el delantero remató fatal totalmente solo en el segundo palo cuando solo tenía que empujarla. En su segunda llegada al área forzó el saque de banda con el que empató la Juve, tras un envío largo que remató Gatti con una espectacular chilena. Y en su tercera aparición culminó la remontada italiana robando un arriesgado pase atrás de Parejo, plantándose en el área y batiendo a Tenas.

Marcelino introdujo a Moleiro y Oluwaseyi para reanimar a un Villarreal que ya no encontraba con tanta facilidad las transiciones, en parte por el paso atrás dado por la Juve. Sin renunciar al ataque, los italianos cedían ahora el dominio a su rival, con lo que dejaban menos espacios a sus espaldas. Con todo, David tuvo el 1-3 en un disparo que se estrelló en el larguero.

No dejó de empujar el Villarreal, más con el corazón que con la cabeza, aunque con la segunda es con lo que atrapó el empate. No conseguía crear peligro en jugada pero sí a balón parado. Tuvo el empate Oluwaseyi, al que se le fue arriba un claro remate de cabeza tras un saque de esquina, pero quiso el fútbol que lo encontrara Renato Veiga en otro córner. El central arrebató la victoria a su exequipo con un soberbio testarazo que da a los de Marcelino su primer punto en esta Champions.

Los insultos a Figo en un duelo en el que "mereció la victoria" el PSG: "El Barça es favorito para la Champions junto a algunos más que no pienso decir"

Los insultos a Figo en un duelo en el que “mereció la victoria” el PSG: “El Barça es favorito para la Champions junto a algunos más que no pienso decir”

Actualizado Miércoles, 1 octubre 2025 - 23:12

La afición del Barça ni perdona ni olvida. Luis Figo puede atestiguarlo. De primerísima mano. El ex futbolista portugués, que protagonizó una sonada salida hacia el Real Madrid hace más de 25 años como baza ganadora en las primeras elecciones a la presidencia del club en que logró hacerse con el triunfo, escuchó una serie de exabruptos muy poco amables.

Para no entrar en detalles escabrosos, quizás bastará con señalar que los cánticos, a los que también tuvo que enfrentarse en su momento Cristiano Ronaldo, por ejemplo, hacían referencia tanto a su nacionalidad como a su progenitora. Con muy malos modos.

De nada importó que, horas antes del partido, Joan Laporta asegurara que esperaba que la grada le brindara al ex jugador luso un recibimiento diametralmente diferente. "Figo es miembro del Board de UEFA y para nosotros es absolutamente respetable. Ha sido jugador del Barça, recordamos las tarde y noches de gloria que nos dio, luego él tomó una decisión, pero la vida ha continuado y ha evolucionado. Será recibido con todo el respeto que corresponde", aseveró el presidente barcelonista antes de la protocolaria comida entre directivas.

Antes, el ex presidente Joan Gaspart, que vio precisamente como el ex punta tomaba el puente aéreo en los primeros compases de su etapa en la presidencia barcelonista, había expresado una opinión muy diferente en declaraciones recogidas por el programa Què t'hi jugues. "No saludaré a Figo en el palco", aseguró el que fuera también vicepresidente deportivo en la etapa de Josep Lluís Núñez al frente de la entidad azulgrana.

"Ha sido un partido bueno para ver dónde estamos. Nosotros somos un equipo top en Europa. Esta vez ganaron ellos, pero queda mucho todavía por jugar en la Champions. Aunque duele haber perdido, no es determinante", aseveró en Movistar Frenkie de Jong una vez acabado el partido.

"Creo que ellos estaban mejor en la fase final y la segunda parte en general. Empezamos mejor el partido. Ha sido un poco de tú a tú pero es cierto que en la segunda parte ellos estuvieron mejor que nosotros", abundó el holandés.

"Estamos fastidiados. Creo que la primera parte hemos estado bien, hemos tenido ocasiones y hemos controlado el juego. Cuando nos han metido el primer gol hemos bajado la presión y salían más fácil y, en la segunda parte, hemos ido a remolque y nos ha costado mucho. Teníamos el empate que servía de consuelo, pero al final nos han metido el segundo", reflexionó por su parte un Eric García que fue sustituido al final porque, según confesó, se le subía el gemelo.

"Se ha visto un partido excelente. Cuando ves jugar a dos equipos que no dan patadas, que juegan e intentan jugar y hacerse daño con el balón... Ha sido un encuentro muy completo. Ellos fueron superiores hasta, pero nos hemos recuperado y Nuno ha hecho una jugada increíble. En la segunda parte, mientras, creo que hemos sido superiores", explicó un Luis Enrique que, más tarde, en la sala de prensa, quiso agradecer el gesto del Barça de cederle las camisetas del partido para que sean subastadas en beneficio de la Fundación Xana, creada en memoria de su hija pequeña, fallecida en 2019 a los nueve años, a causa de una enfermedad.

El astuariano, en su intervención en la sala de prensa, señaló que ve al Barça como favorito para ganar la Champions "junto con algunos más que no pienso decir", seguramente en una referencia más o menos velada al Real Madrid. "La primera parte jugamos mucho mejor que en la segunda. Hemos concedido demasiado, porque estábamos cansados, pero lo cierto es que el PSG es un equipazo, tiene jugadores muy jóvenes y muy rápidos y han hecho un partido fantástico. No hemos jugado a nuestro mejor nivel y contra un rival así es necesario. Al final, ellos se han merecido la victoria", sentenció por su parte Hansi Flick al término del duelo.