Real Madrid – Granada (18:30 h.)
Pepe Zamora, su descubridor a los 12 años, recuerda los inicios de la estrella del Granada en el Tiro de Pichón: “Era de un barrio conflictivo”. Ya ha debutado con la selección.
«Como Bryan hay poquillos, es callejero 100%, siempre lo ha sido». En el barrio del Pichón de Málaga el fútbol lo es todo. O casi todo. Pegado a la circunvalación que rodea la ciudad y haciendo frontera con tres polígonos y un cementerio, Tiro de Pichón pertenece al distrito de Cruz de Humilladero, una de las zonas más pobres de la capital, donde el salario bruto apenas supera los 20.000 euros. Ahí creció Bryan Zaragoza (Málaga, 2001), la última revelación del fútbol español, héroe del ascenso del Granada, estrella del conjunto nazarí en su regreso a Primera y novedad de Luis de la Fuente en su penúltima lista de convocados. Hoy, en el Santiago Bernabéu, tendrá la oportunidad de hacerse notar.
El amor por el fútbol le nació a Bryan donde les nace a aquellos destinados a tratar mejor que nadie a la pelota: en la calle. Porque el delantero del Granada no es una estrella moldeada en una gran cantera, no creció entre bloques altos y bajos, entre mañanas de gimnasio y tardes de táctica. Su aprendizaje fue diferente y por eso es un futbolista tan especial. «Lleva el fútbol de la calle grabado a fuego en su forma de jugar. El Pichón es un barrio donde juegan niños de calle, cuesta entrenarlos porque no son disciplinados, pero cuando se hacen futbolistas se nota», explica a EL MUNDO Pepe Zamora, que entrenó a Zaragoza en el CD Tiro de Pichón.
“Le castigaba cada 10 minutos”
«Lo cogí con 12 años, en el primer año que empezó a jugar al futbol 11. Cuando llegó a mi infantil, me lo quedé sin dudarlo. Me dio una impresión maravillosa. Era delgadito, chiquitito… Jugaba que no veas. Tenía mucho desparpajo y se iba de los mayores con mucha facilidad», recuerda Zamora, que también admite que tuvo que castigarle más de una vez. «Era un chaval dificilillo», admite entre risas. «Le castigaba cada diez minutos. Era muy travieso. En general bien, pero siempre liaba alguna», cuenta el entrenador, que vivía en el mismo barrio que el pequeño adolescente. «Es un barrio conflictivo», reconoce.
La carrera futbolista de Bryan cambió en la categoría juvenil y en parte gracias a Zamora. El Tiro de Pichón quiso formar un equipo de jugadores de último año para competir en División de Honor y Zaragoza, que era de primer año, no fue seleccionado. «Yo le quería mucho, así que le aconsejé que se fuera a un club de Nacional (una división inferior), que iba a ser más importante. Y le fue bien». Después de cinco temporadas, Bryan dejó el Tiro de Pichón y fichó por el Conejito de Málaga, desde donde pudo probar suerte en varias canteras de equipos de Primera y Segunda División. «Tuvo un año muy bueno y probó en el Valladolid y en el Betis, hasta que le llamó el Granada y le fichó».
Cláusula de 14 millones
El resto es historia. Zaragoza se fue cedido un año al CD Ejido 2012 de Tercera División y al volver debutó con el primer equipo del Granada en Copa, en noviembre de 2021. Dos años después y tras una temporada 21-22 jugando en el filial, ha sido el héroe del último ascenso, marcando tres goles en las tres últimas jornadas de Segunda, regalando tres victorias clave para la promoción.
Esta temporada, el debut en Primera no le ha frenado y a sus 22 años ya suma cinco goles en Liga y una convocatoria con la selección, con la que se estrenó en el primer partido de la fase de clasificación para la Eurocopa ante Escocia. Curiosamente, cerca de casa, en Sevilla.
En mayo, el Granada se apresuró a renovar su contrato porque la cláusula era de sólo 2 millones de euros, pero la actual tampoco parece demasiado cara para lo que está demostrando el futbolista: sacarle de Los Cármenes costaría 14 millones de euros, una cifra que ya ha llamado el interés de media Europa.