El caso Vinicius perjudica al propio Vinicius, porque lo devuelve a la ira de la que quiere y quieren alejarle. La rebeldía es positiva, ayuda a crecer en el riesgo, que es como se crece de verdad. La ira, en cambio, destruye hacia afuera y destruye
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En el media day del encuentro de Champions entre Atlético de Madrid y Leipzig había un aficionado vestido de Spiderman con la Copa del Mundo en las manos. Un segundo después de que Julián Álvarez (Calchín, 2000) marcara su primer gol con la rojiblanca, media plantilla hacía el gesto del hombre araña. No ha habido rueda de prensa del Cholo esta temporada donde no hubiera una pregunta por el argentino. Y el post de su presentación en redes sociales ha obtenido más del triple de visualizaciones, 1,1 millones, que cualquier otra pieza audiovisual.
Ése es el impacto que ha tenido el argentino en el entorno rojiblanco y su precio, entre 75 y 80 millones de euros, el segundo más alto de la historia del Atlético de Madrid, multiplica no sólo la necesidad de que triunfe en el club sino la ansiedad por hacerlo del jugador. "Ha venido para jugar", dijo Simeone en la rueda de prensa posterior al encuentro de Champions ante el Leipzig.
Palabra de un técnico que, pese a las apariencias, está dosificando al argentino igual que hizo con el máximo goleador de la historia rojiblanca, Antoine Griezmann, cuando comenzó su andadura en el club. En sus primeros siete partidos, ambos han jugado casi 400 minutos: 397 el francés y 390 el argentino, de los 630 posibles. El Principito, en ese periodo, había aportado una asistencia frente al gol que anotó La Araña frente al Valencia.
Cambiar por un "tema personal"
No obstante, no han llegado los dos en las mismas condiciones a la disciplina rojiblanca. Si Griezmann disputó 54 partidos la temporada antes de fichar, Julián Álvarez ha jugado en 75 encuentros, el internacional con más partidos el curso pasado, aunque el séptimo en minutos con 5.364.
Simeone se fajó en el fichaje de ambos. En una entrevista reciente, Julián Álvarez reveló que el Cholo le llamó varias veces y le envió numerosos whatsapps para que se decidiera por el Atlético. Cosa que hizo, por cierto, porque necesitaba un cambio. "Fiché para intentar encontrar mi mejor versión, quería un cambio más por tema personal", explicó el argentino en una entrevista reciente con ESPN.
Lo cierto es que tanto en el vestuario como en el club se han encontrado a un Julián Álvarez feliz, educado y muy humilde "pese a lo que ha ganado". "Pide permiso para casi todo", cuentan y destacan que es "muy buen compañero". Aunque más próximo a la cuadrilla de argentinos que ya militaban en el Atlético, especialmente a Rodrigo De Paul, explican que es un joven que tiende a estar con todo el mundo y se le ve muy comprometido.
Esa actitud se puede ver también dentro del campo. "La jugada del gol comienza en un robo de Julián", concedía el Cholo en la rueda de prensa posterior a la victoria contra el Leipzig. Lo cierto es que el argentino se está fajando en la primera presión del equipo. Y, aunque el gol se hizo esperar, parece que está empezando a encontrarlo el delantero. "No me vuelvo loco por el gol, uno como delantero quiere marcar y más si está en la ilusión de la gente, pero lo más importante es ayudar en otros aspectos también", contaba.
Era el argentino el quinto jugador en expected goals (ocasiones claras de gol) por encuentro del equipo rojiblanco con 1,3 por partido. Le superaban los tres delanteros, con Alexander Sorloth liderando la estadística con 2 por encuentro, y Samu Lino. Sólo que, salvo Griezmann, Álvarez es el que más minutos suma de los otros tres de arriba.
La obsesión del gol
No obstante, pese a que el argentino no es lo que se dice un killer del área, ni un sicario, como llama Simeone al delantero noruego, parece que este año empieza a arrancar. La temporada liguera con más tantos de Julián Álvarez fue la 2021, cuando hizo 18 tantos en 21 partidos con River Plate. Posteriormente, en su etapa en el Manchester City convirtió nueve y 11 goles, en la 2022/23 y 23/24, respectivamente.
En el club tienen confianza plena en el argentino y están seguros que "la va a romper" y más después de su estelar aparición en Vigo. En los entrenamientos, sus compañeros no le ven ansioso por marcar, sino que se muestra contento, aunque no sea muy expresivo en sus emociones. "Me gusta la forma y la pasión con la que ve el fútbol el Cholo", comentaba en cambio el argentino y revelaba que el técnico "es muy intenso en los entrenos para que des tu mejor versión".
Este domingo le llega su primer gran partido. "El derbi es muy importante y tener la posibilidad de jugarlo es muy lindo", admitía el jugador, quien se iba a enfrentar al otro fichaje de relumbrón de esta Liga, sólo que en la otra orilla. Kylian Mbappé, sin embargo, no estará en el Metropolitano por una rotura en el bíceps femoral. Él sabe que ambos despiertan la "ilusión" en sus hinchadas. Mbappé ya ha encontrado su momento con siete goles en nueve partidos con los blancos. Y por fin llega la hora de La Araña.
Quizás en otras temporadas se vería a un jugador más alicaído, más frustrado, perdido en el campo después de estar mes y medio sin marcar, seis partidos entre Liga y Champions. Ese jugador ya no existe. La familia y la ayuda de un coach han transformado a uno de los delanteros españoles más importantes. Quizás el más importante actualmente.
Álvaro Morata apenas llevaba cinco minutos en el partido ante el Girona, en el que había salido para sustituir a un lesionado Saúl, y le llegó el primer balón franco. Condujo el madrileño la contra del Atlético con jugadores desplegándose a ambos lados e intentó abrir a Correa, pero el balón no llegó al argentino y se fue rechazado hacia el córner. Lo peleó hasta salvarlo sobre la línea y puso un centro perfecto a la cabeza de Correa.
Era el gol la remontada rojiblanca ante el tercero de la liga. El que afianzaba el cuarto puesto del Atlético y el que le ponía a cuatro puntos de los catalanes. También un gesto del madrileño para su amigo Correa. "Es un delantero de calle, que le puedes poner entre los centrales o a girarse, a mí me parece un jugador espectacular y estoy muy contento por el pase de gol y porque ha metido gol Angelito y hemos ganado el partido", admitía Morata tras el encuentro.
Sobre todo, era un gol que daba la razón a su entrenador y a sus compañeros, las personas que más respaldan su labor dentro del campo. "Hay cosas que no se pueden explicar, son naturales. Álvaro hizo seis meses impresionantes. Hoy está en un momento más difícil porque no encuentra el gol, pero está trabajando para lo que el equipo necesita y acabará llegando", decía Simeone tras el partido ante el Borussia de Dortmund.
"Aunque no haya hecho gol, entró muy bien y es lo que necesitamos de él", apostilló su compañero y amigo Antoine Griezmann en el postpartido del Girona. Su principal socio dentro del campo y con el que consiguió atemorizar a las defensas en Liga y Champions la primera parte de la temporada.
Las frías cifras dicen que Álvaro Morata iba camino de pulverizar la mejor marca de goles de su carrera. En los primeros seis meses, como decía el Cholo, el madrileño sumaba 20 goles y tres asistencias. Hoy sólo suma una asistencia más, la citada a Correa ante el Girona. Parece que el delantero se ha atascado en la cumbre.
Su último gol se lo hizo al Betis en casa el pasado 3 de marzo cuando moría la primera parte. Desde ese día, ha jugado ante el Cádiz, el Inter, el Barcelona, el Villarreal, el Dortmund y el Girona, seis encuentros, dos de ellos de Champions League, en los que ha tenido numerosas ocasiones, pero ha sido incapaz de materializarlas.
Lo curioso es que ese bajón anotador no ha venido desde el tanto al Betis. Habría que remontarse al 22 de enero cuando el madrileño marcó ante el Granada. Era el segundo partido anotando ya que en el anterior, precisamente ante el Girona, consiguió su primer y único hat trick de la temporada. Era su momento cumbre. En el que se apuntaba a que superaría el mejor año anotador de su vida.
Mejores temporadas
Álvaro Morata sólo ha llegado a los 20 goles por temporada en dos ocasiones. Hablamos de la 2020/21 con la Juventus de Turín en la que también sumó nueve asistencias y en la 2016/17 que lo consiguió con el Real Madrid y a la que hay que añadirle seis pases de gol. Esta sería la tercera, y a juzgar por el ritmo anotador que llevaba, parecía que iba a pulverizar ese récord. Y todavía está a tiempo de hacerlo.
Necesita el Atlético que Morata se lo proponga. La baja de Memphis y la irregular temporada de Correa, un jugador que estuvo a punto de marcharse en el mercado invernal al fútbol saudí, le convierte en el socio imprescindible de Griezmann, mejor jugador y leyenda rojiblanca. Además, el equipo afronta este tramo final de temporada con dos grandes objetivos en mente.
La peor racha
El primero se aclaró bastante tras la victoria el sábado ante el Girona, que es terminar en puestos Champions. El segundo es un sueño, pero qué sueño. Tras tres finales perdidas, la parroquia rojiblanca suspira con la máxima competición continental tras la victoria en la ida de cuartos ante el Borussia de Dortmund. "Necesitábamos ganar ante el Girona para llegar bien al partido de esta semana", contaba el protagonista.
En el Atlético confían en el delantero y esperan que no se alargue más tiempo su racha de partidos sin marcar. Su periodo más largo sin hacerlo fueron 115 días, fue conla Juventus de Turín en Italia, y la rompió con un doblete ante el Inter en la Coppa de Italia. "Me estaba volviendo loco, es la primera vez desde que empecé a jugar que pasaba tanto tiempo sin marcar", comentó en aquel momento. No es el mismo equipo, no son los mismos compañeros y, sobre todo, no es el mismo Morata.