¿Tiene posibilidad de prosperar la reclamación milmillonaria del Real Madrid por la Superliga?

¿Tiene posibilidad de prosperar la reclamación milmillonaria del Real Madrid por la Superliga?

La Audiencia provincial de Madrid ha confirmado en su sentencia del 29 de octubre la que en mayo del año pasado dictó el juzgado n º 17. En ella se desestiman los recursos de UEFA, RFEF y La Liga en el conocido como "caso Superliga".

Los apelantes han restado importancia a la sentencia argumentando que se refiere solo a cuestiones procedimentales, a que no valida el proyecto abandonado de la Superliga anunciado en 2021 y a que se refiere a unas reglas de autorización de competiciones de UEFA que ya fueron abandonadas. De hecho, fueron sustituidas por otras en 2022 y actualizadas en 2024. Las que siguen plenamente vigentes, son respetuosas con la normativa UE de competencia.

Por el contrario, los demandantes European Super League Company, A22 Sports Management y Real Madrid han anunciado que reclamarán daños a UEFA, que según las noticias de prensa, en lo referente a la reclamación del club merengue, ascenderán a cifras tan extravagantes como tres o cuatro mil millones de euros.

Para valorar si una reclamación como la que al parecer preparan los abogados del Real Madrid tiene o no visos de prosperar, analizaremos resumidamente la sentencia de la audiencia y sus consecuencias.

Obviando las cuestiones procesales, que para el objetivo de este artículo carecen de relevancia (competencia territorial, perdida sobrevenida del objeto del pleito) lo mas relevante de la sentencia lo resumimos a continuación:

"En primer lugar la Audiencia confirma el criterio del juzgado respecto a que la normativa UEFA-FIFA sobre autorizaciones previas para competiciones internacionales vulnera la normativa europea sobre competencia en concreto los artículos 101 y 102 del Tratado Fundacional de la Unión Europea ya que esas normas, para ser respetuosas con el Tratado deben incluir límites, obligaciones y mecanismos de control para evitar explotación abusiva así como sujeción a criterios materiales y reglas de procedimiento; pero lo más relevante de este apartado es que la sentencia desliga esta conclusión del proyecto Superliga, abandonado por sus impulsores, y la vincula a la "falta manifiesta de desarrollo regulador (de las competiciones internacionales) que proporciona una libertad de actuación de FIFA-UEFA que posibilita una explotación abusiva de su posición de dominio, que es lo que la sentencia declara y sanciona".

En segundo término, la sentencia confirma que no es aplicable el artículo 101.3, que salva de la sanción de nulidad aquellas prácticas que, pese a ser nocivas, produzcan al mismo tiempo efectos favorables para la competencia. Se habla de mejoras de eficiencia que compensan los efectos negativos y por lo tanto deben reputarse compatibles con el derecho de la UE. Las carencias probatorias y argumentales de los demandados en este apartado según la Audiencia, son patentes.

En tercer lugar se pronuncia sobre la llamada Declaración, el comunicado de FIFA de enero 2021 y de UEFA de abril del mismo año manifestando que "la Superliga cerrada va en contra del concepto mismo de lo que es ser europeo: unificado, abierto, solidario y con principios en los valores deportivos ...es evidente que los clubes conspiradores no han visto que su estatus actual no se ha conseguido de forma aislada, sino que forma parte de un sistema europeo dinámico en el que los clubes grandes, medianos y pequeños han contribuido a los éxitos y las pérdidas de todos. Es una afrenta a los valores europeos y al mérito deportivo que se arroguen el derecho de "separarse" y reclamar el legado que todos construyeron. Nosotros somos el fútbol europeo. Ellos no lo son".

Pues bien, respecto a la Declaración, la Audiencia confirma la decisión del juzgado de instancia respecto a que ya la sentencia del TJUE "European Superleague Company" estableció que ese anuncio público constituía una infracción de los artículos 101 y 102 del TFUE ya que suponía la aplicación de las normas organizativas ya declaradas como contrarias al Tratado.

En suma, la sentencia no se pronuncia sobre el proyecto Superliga, que considera abandonado antes de la presentación de la demanda, sino sobre la ilegalidad y antijuridicidad de las normas UEFA para la organización de competiciones internacionales no auspiciadas por dicha organización por considerarlas contrarias a la normativa europea sobre la competencia (normas, por otra parte, ya modificadas por UEFA, como antes hemos recordado).

Partiendo de estas premisas, la pregunta es qué recorrido tiene la pretensión indemnizatoria del Real Madrid por los importes hechos públicos en los medios, suponiendo que sea esa la intención del club, quien de momento oficialmente solo ha dicho que reclamará daños y perjuicios.

La posibilidad de reclamar una indemnización a partir de la firmeza de la sentencia, que no olvidemos, todavía tiene posibilidad de ser recurrida ante el Tribunal Supremo lo que retrasaría la solución final dos o tres años, está prevista en la Directiva de daños (2014/104/UE) que resultó transpuesta al derecho español por el Real Decreto 9/2017.

Por lo tanto, los dos demandantes al igual que el resto de los clubes involucrados, estarían legitimados para presentar una demanda contra la FIFA y la UEFA, una vez que la sentencia ganara firmeza ejercitando una acción follow-on de daños contra la UEFA y la FIFA, y solicitar indemnización argumentando que por parte de dichas organizaciones se les ha privado de organizar y participar en una competición que hubiese resultado muy rentable para sus promotores e integrantes.

La acción follow-on consiste en la demanda judicial para reclamar daños y perjuicios que se presenta la persona o entidad perjudicada después de que una autoridad de competencia o un juzgado haya declarado que ha existido una conducta anticompetitiva por parte del demandado.

La Ley de Defensa de la Competencia, en su redacción corregida tras el Decreto de 2017 establece que "cualquier persona física o jurídica que haya sufrido un perjuicio ocasionado por una infracción del Derecho de la competencia, tendrá derecho a reclamar al infractor y obtener su pleno resarcimiento ante la jurisdicción civil ordinaria" y añade que "el pleno resarcimiento consistirá en devolver a la persona que haya sufrido un perjuicio a la situación en la que habría estado de no haberse cometido la infracción del Derecho de la competencia". Por tanto, dicho resarcimiento comprenderá el derecho a la indemnización por el daño emergente y el lucro cesante, más el pago de los intereses.

Partimos, pues, de la premisa consistente en que tanto los demandantes como el Real Madrid tienen, una vez que la sentencia sea firme, un derecho potencial para reclamar una indemnización por el daño emergente y por el lucro cesante contra los condenados por las prácticas anticompetitivas (FIFA y UEFA).

Ahora bien, en derecho español, que es el que aplicaría, una reclamación indemnizatoria por daños exige: en primer lugar probar el nexo causal entre la conducta declarada como infractora del derecho de la Competencia y el daño ocasionado y en segundo, es preciso acreditar en el caso del "daño emergente" el importe del mismo y en el del lucro cesante, no solo el importe sino también que las pérdidas que se reclaman sean reales y efectivas. No se indemnizan ganancias hipotéticas o suposiciones de lo que podría haberse ganado sino que el criterio indemnizatorio se debe basar en hechos ciertos y no en probabilidades, excluyendo lo que los tribunales califican como "sueños de ganancia".

Sobre esta base, en primer lugar resulta cuestionable y controvertible que exista el nexo causal ya que con independencia de la antijuridicidad de la normativa UEFA y de la Declaración de 2021, el proyecto resultó abandonado poco después de su lanzamiento por prácticamente todos los clubs fundadores menos el Real Madrid, la Juventus y el Barcelona (ambos también fuera del proyecto). Es decir, los reclamantes de indemnización tendrían que acreditar que fue precisamente la existencia de las normas UEFA declaradas antijurídicas lo que provocó la caída y cierre del proyecto, lo que nos parece extremadamente difícil.

En segundo lugar y superando el primer escollo, el Real Madrid, si es que efectivamente está pensando en reclamar esos cuatro mil quinientos millones de euros tiene que acreditar ante el juez que resuelva que esa suma estratosférica es real y efectiva y se corresponde con el dinero que el club habría dejado de ganar como consecuencia de no haber podido participar en la fallida Superliga durante, no sabemos cuantos años, lo que parece una tarea titánica.

En suma, nos parece que esa reclamación indemnizatoria mayúscula a la que vienen refiriéndose los medios en estos días tiene un recorrido corto, con muy pocas posibilidades de éxito, al menos con las cifras que se están manejando y que, es cierto, el club no ha confirmado hasta hoy oficialmente.

La intrahistoria de la paz imposible entre la UEFA y la Superliga: ocho reuniones, fútbol gratis, el "no" de Ceferin y una demanda millonaria

La intrahistoria de la paz imposible entre la UEFA y la Superliga: ocho reuniones, fútbol gratis, el “no” de Ceferin y una demanda millonaria

Han sido ocho reuniones en ocho meses, una cada cuatro semanas. Ha habido cierta cercanía, propuestas para un pequeño cambio de formato dividiendo la Champions League, que mantendría su denominación, en dos grupos de 18, para que el torneo se viera gratis en la plataforma 'Unify' y para firmar la definitiva paz, pero ha sido imposible. Hace poco mas de dos semanas, las conversaciones entre la UEFA y la Superliga terminaron, según pudo saber este periódico, con el "no" del organismo europeo presidido por Aleksander Ceferin. No hubo bandera blanca en la gran guerra del fútbol europeo. Un punto de inflexión al que el miércoles se sumó la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, favorable al nuevo proyecto y que servirá, esperan, para tener más poder en la mesa de negociación.

La Audiencia Provincial de Madrid desestimó el recurso de la UEFA, LaLiga y la Federación Española contra la nueva competición y confirmó que el organismo europeo incurrió en un abuso de posicióndominante al tratar de impedir la creación de competiciones alternativas. Un fallo que abre la puerta a que A22 Sports, la empresa promotora de la Superliga, el Real Madrid y los clubes que así lo deseen, puedan reclamar compensaciones económicas por daños y prejuicios.

"Dado que la UEFA sigue ignorando las resoluciones judiciales vinculantes, 'A22 Sports' no tiene otra opción que iniciar los procedimientos para ser compensada por los daños sufridos", dijo en un comunicado la promotora. La misma respuesta a la sentencia que el Madrid. "El club anuncia que seguirá trabajando por el bien del fútbol global y de los aficionados, al tiempo que pedirá a UEFA los cuantiosos daños y perjuicios sufridos", anunció el conjunto blanco.

Y es ahí, en los "cuantiosos daños sufridos", donde está la baza de A22 y del Madrid en su mesa de negociación con la UEFA. La amenaza de una multa millonaria (el club blanco podría reclamar hasta 4.000 millones) si las demandas siguen adelante, es lo que da fuerza al bando de la Superliga de cara a conseguir sus objetivos. Pero, ¿cuáles son?

Olvídense de una nueva competición. Eso, de momento, está metido en un cajón. Vayamos a esas ocho reuniones que han tenido los representantes de A22, del Real Madrid y del Barcelona con miembros ejecutivos de la UEFA. Primero, los protagonistas. Alrededor de la mesa, Anas Laghrari (hombre de confianza de Florentino) representando al Madrid, Fernando Ledesma (abogado y agente FIFA cercano a Laporta) al Barça y Bernd Reichart (CEO) a A22. En el otro bando, el secretario general de la UEFA, Teodoro Teodoridis. Ahora, las propuestas concretas que acercaron las posturas en los últimos meses.

La negociación

El bando de la Superliga ofreció a la UEFA mantener la denominación de sus tres competiciones principales, la Champions League, la Europa League y la Conference League, pero modificar un poco el formato actual, confirmado y oficial hasta el año 2027. A22 propuso seguir con el sistema de acceso vigente, a través de las ligas nacionales, y después dividir a los 36 equipos en dos grupos de 18, uno con los seis campeones de las seis mejores ligas del ranking UEFA y los doce mejores equipos del continente, también según la clasificación del organismo europeo, y otro con los 18 siguientes. Seguirían jugándose ocho jornadas en formato suizo y después llegaríamos a las eliminatorias, donde estaban negociando cuántos de cada grupo se clasificaban a octavos.

La gran revolución queda para el tema audiovisual. La oferta del bando de la Superliga, una oferta que seguirá estando sobre la mesa en las próximas reuniones a pesar de las demandas por daños y prejuicios, es que las competiciones europeas, y en especial la Champions League, se vieran, gratis y con publicidad, a través de la plataforma 'Unify'. Esos ingresos comerciales serían para los clubes, la UEFA seguiría siendo el regulador y organizador de las competiciones y la gobernanza de la plataforma estaba aún sobre la mesa.

Una mesa que se rompió hace poco más de dos semanas. "Hay tres opciones ahora. Retomar las negociaciones, que nos paguen daños y prejuicios o aceptar una competición que se llame 'Superliga'", admiten a este periódico fuentes del nuevo proyecto.

Mientras, 'UC3', la nueva empresa formada por UEFA y los clubes de la ECA responsable de gestionar y vender sus derechos comerciales, desliza ahora el interés de Netflix y Disney (dos plataformas de streaming) de cara al proceso de licitación de los derechos televisivos de las competiciones UEFA entre 2027 y 2033. Una batalla, otra más, que empezará estas semanas y que tendrá en España y Reino Unidos sus principales mercados.

El poder de la UEFA y su ascendencia sobre el fútbol europeo es altísimo, algo de lo que es consciente el propio ente de Ceferin, que mantiene una posición de lógica superioridad en las negociaciones, pero la amenaza de varias demandas millonarias y el interés del bando de la Superliga en lanzar su propia plataforma de streaming, como Netflix y Disney, pero gratis aunque con versión premium, podría reiniciar de nuevo las negociaciones en esta guerra del fútbol.

Las tres razones de Laporta para acercarse a los enemigos de Florentino Pérez

Las tres razones de Laporta para acercarse a los enemigos de Florentino Pérez

Nasser Al-Khelaifi esperó a Joan Laporta en el hall del hotel, en Roma, como se espera a un matador de toros, al triunfador de la feria. A los abrazos siguieron las bromas con el presidente del Barcelona, acompañado por el vicepresidente Rafa Yuste. Los enemigos de Florentino Pérez, el Cid de la Superliga, confraternizaban con su gran aliado, que se mueve en un peligroso equilibrio. La realidad es que Laporta necesita las dos barajas por tres razones. La primera es porque, aunque aumenten los ingresos del Barcelona, nada supondría el fin de la crisis económica del club azulgrana como una Superliga, escindida o apadrinada por la UEFA. La segunda es porque necesita la benevolencia del organismo que preside Aleksander Ceferin por el cumplimiento del Fair Play, el Camp Nou y hasta el caso Negreira, en el largo plazo. La tercera es porque visualizarse en un decorado beligerante con el presidente del Madrid siempre suma en un curso que acaba con elecciones.

A Laporta no le asustan los ejercicios de funambulismo. Al contrario, es un especialista. Ya los ha practicado con LaLiga de Javier Tebas, condescendiente con sus palancas. Tebas desea la ruptura del Barça con la Superliga, incluso la ha dado por hecha, pero nada hace presagiar un posicionamiento oficial de ese tipo, no por ahora. Sobre todo, si existe un canal abierto entre la UEFA y A22 Sports Management, la sociedad que explota la Superliga, con la posibilidad de un acuerdo futuro. Lo único que podría provocar un giro radical de Laporta sería un horizonte electoral complejo, pero restan meses y no aparece un opositor amenazante. En el Madrid, pues, observan sus movimientos con calma.

Al-Khelaifi preside la Asociación de Clubes Europeos (ECA), que en su congreso de Roma cambia de nombre a Clubes de Fútbol Europeos (EFC). Integrada en la sociedad UC3, junto a la UEFA, el martes aprobaron la estrategia comercial para las competiciones masculinas durante el periodo 2027-33, como si la Superliga no existiera. Ese hecho no es óbice para que otras negociaciones continúen. Laporta es uno de los más interesados. Asistió anoche a la cena en Roma, pero no a las sesiones de la Asamblea, al no ser el Barcelona miembro del EFC. Una forma de estar sin estar.

Las 'palancas' y la UEFA

El dirigente acude después de presentar unas cuentas con dos caras, que deberán lograr el beneplácito de sus socios compromisarios, a los que Laporta seduce con facilidad. La buena cara es que han aumentado los ingresos en la temporada 2024/25 hasta los 964 millones, 100 más de lo presupuestado y 216 por encima de la anterior, gracias al nuevo contrato con Nike, el merchandising y el ticketing de Montjuïc. La previsión es alcanzar los 1.075 millones este curso, con la apertura del Spotify Camp Nou.

Aunque el club haya dado números rojos en 17 millones, la tendencia es buena. El problema es que Crowe, el auditor, ha corregido las pérdidas de 2023/24, que pasan de 90 millones a 180, por la pérdida de valor de Barça Studios, una de las mágicas palancas de Laporta. De una valoración de 400 millones en 2023 se ha pasado a 178, 226 millones menos.

Ello cuestiona uno de los ejes de la reconstrucción económica del dirigente, aprobada por LaLiga pero no por la UEFA, que multó al club por la palanca de la venta de derechos futuros. De 60 millones de sanción, el organismo de Ceferin la rebajó a 15 con la condición de cumplimientos futuros del Fair Play. Esa multa ha elevado las pérdidas del pasado ejercicio y podría lastrar el actual si el perdón del organismo decayera.

Laporta y Al-Khelaifi, el miércoles en Roma.

Laporta y Al-Khelaifi, el miércoles en Roma.EFE

Laporta se encontró de nuevo en Roma con el presidente de la UEFA, con el que ya estuvo la pasada semana, en el palco de Montjuïc, o en la gala del Balón de Oro, con el Barça en pleno. Donde no va Florentino, allí está el presidente azulgrana. El premio de France Football, con patrocinio de Qatar, tuvo en Ousmane Dembélé a su ganador y en Al-Khelaifi a su triunfador.

El sapo de Figo

Laporta estaba muy interesado en la presencia de Ceferin en Montjuïc, aunque eso implicara tragarse el sapo de Luis Figo. Pocos días después, la UEFA daba su aprobación al Barcelona-Villarreal en Miami, aunque en su razonamiento fuera crítica con el fondo y se acogiera a un vacío legal. El derecho puede ser muy creativo.

Ahí no acaban, sin embargo, los favores de Ceferin que puede necesitar el Barcelona. Con la apertura del nuevo Camp Nou pendiente, los criterios para disputar la Champions son más exigentes que en la Liga, por lo que la UEFA hará su propia peritación con vistas a la segunda fase de la competición, que se inicia en marzo.

En el largo plazo permanece, además, la amenaza del caso Negreira, aún en instrucción. Si hubiese condenas en el ámbito penal, la UEFA, a la espera de sentencia en España, podría activar el artículo 4.2 del Reglamento de la Champions y expulsar al Barça. En la partida de Roma, pues, había que estar con la baraja indicada.

Florentino Pérez: demasiado solo para ganar, demasiado fuerte para perder

Florentino Pérez: demasiado solo para ganar, demasiado fuerte para perder

Se acaban de cumplir 25 años del acceso de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid. No, aún, 25 años en el ejercicio del cargo. Son unas Bodas de Plata en sentido laxo. Florentino dimitió en 2006, arrepentido de haber consentido demasiado a los Galácticos, para regresar en 2009.

El episodio estableció una fractura no sólo temporal en el llamado florentinato, un reinado, una abdicación y una restauración. El presidente, escarmentado, se volvió menos paternal, y más autoritario y desconfiado. También, en la cima de su poder recobrado, más intransigente. Derivó hacia pensamientos y comportamientos disconformes con las opiniones y decisiones ajenas, convertidas por principio en equivocadas.

Trajo al Madrid una empresarial mentalidad calvinista y de marketing a partir de la cual fijar la política deportiva. Convirtió al Madrid en una máquina de gastar dinero, a veces de malgastarlo, y otra de ingresarlo, en ocasiones a espuertas. La búsqueda del equilibrio y, si cabe, el beneficio es para la casa una necesidad desviada en obsesión que conduce a desbarres como la Superliga. Un proyecto compartido con un socio que es una rémora. Un bulto sospechoso aferrado a su propia y fraudulenta financiación singular.

En conjunto, la dimensión de Florentino, un nombre que no necesita apellido, sólo es comparable a la de Bernabéu, un apellido que no necesita nombre. Lo que Bernabéu ideó y creó, Florentino lo ha ampliado y extendido. Dos gigantes, cada uno a su estilo y en su época. En interpretación olímpica, equivaldrían a Coubertin y Samaranch.

Hoy el Gran Jefe Blanco es un francotirador y su tribu un islote (¿oasis?) en la cima de un fútbol secuestrado por jeques y magnates ajenos a su esencia y geografía. Arribistas y advenedizos que sólo han dejado a la hinchada, simbólicamente, la propiedad emocional de los escudos. Florentino afirma con excesiva rotundidad para los tiempos que corren que mantendrá el club en poder de los socios. Está demasiado solo para ganar, pero es demasiado fuerte para perder. Y al revés.

De la resolución de esta paradoja reversible dependerá en gran medida el discurrir del Madrid por las profundidades de siglo XXI de nuestros pecados y nuestras penitencias. Un largo camino a través de un mundo rediseñado por la inteligencia artificial. Un oxímoron, una contradicción que está empezando a dirigirlo sin mejorarlo.

Los retos de Florentino Pérez hacia 2029: Superliga, nuevo Bernabéu, cambio en la estructura societaria, el futuro del banquillo... Y su sucesor

Los retos de Florentino Pérez hacia 2029: Superliga, nuevo Bernabéu, cambio en la estructura societaria, el futuro del banquillo… Y su sucesor

Hay una situación que da un poco de miedo en la ciudad deportiva de Valdebebas: el futuro del Real Madrid sin Florentino Pérez. Un momento que, a los 77 años del reelegido presidente del conjunto blanco, está cada vez más cerca. La pregunta se repite alrededor del máximo responsable del club de Chamartín: «¿Quién será su sustituto?». La respuesta, en nombre y tiempos, sólo la sabe él. Mientras, afronta su séptimo mandato, quizás el más importante. El que abre el camino del legado más allá de los 65 títulos, 37 de fútbol y 28 de baloncesto. El mandato del negocio del nuevoBernabéu, de la creación de la Superliga y del cambio de la estructura societaria del club.

Esos son sus grandes retos después de unas elecciones que le han encontrado, otra vez, como único candidato. Un resultado que se repite desde 2009. Florentino, que había ganado a Lorenzo Sanz en el año 2000 y 2004, no ha tenido rivales en toda su segunda etapa, 2009, 2013, 2017, 2021 y 2024.

Nadie ha podido cumplir los requisitos para ser presidente, entre los que figuran tener 20 años como socio y presentar un aval bancario del 15% de presupuesto del club respaldado con patrimonio personal, es decir, más de 100 millones. Los condicionantes han dejado a Florentino listo para asumir el timón del Madrid durante otros cuatro años más. En 2029, con 82 años a sus espaldas, cumplirá 26 como presidente. Empezó en 2000 y sólo paró entre 2006 y 2009.

Conflictos externos

La reelección le llega en un momento de trincheras, quizás uno de los más conflictivos hacia el exterior de toda su carrera presidencial. Enfrentado a la UEFA y a la FIFA por la Superliga, a LaLiga y a Tebas por los derechos audivisuales y las guerrillas del fútbol español, a los vecinos de la Castellana por el ruido en los conciertos del Bernabéu... Y con la idea de transformar la estructura del club.

«Vamos a traer una propuesta que nos proteja, que asegure prosperidad y que garantice que los socios seamos propietarios del club, y la someteremos a referéndum. Me mataré para que el dinero y el patrimonio del Madrid sean del Madrid», anunció en la última asamblea. A la espera de más detalles, ese cambio se centraría en el control del 51% del club por parte de la Fundación Real Madrid y del 49% por parte de una sociedad mercantil. Es decir, convertir al club en SAD. Un cambio histórico.

La transformación societaria llegará, según admiten en el conjunto blanco, para hacer frente a los cambios que se producirán a corto plazo en el modelo de negocio del club y para aspirar a competir de tú a tú contra los clubes estado, protagonistas del mercado de fichajes durante los últimos años.

El videomarcador 360º del Bernabéu, el pasado abril.

El videomarcador 360º del Bernabéu, el pasado abril.REAL MADRID

El Madrid está transformando su interior (un estadio activo los 365 días del año) y las competiciones en las que participa (Superliga), por lo que es necesario, insisten, adaptarse a los nuevos tiempos. Los conciertos y grandes eventos del Bernabéu están parados a la espera de la decisión judicial. De cómo el Madrid sea capaz de solucionar la insonorización, y por tanto la rabia de los vecinos, dependerá una parte de sus ingresos en el corto plazo y la conversión definitiva del estadio en centro neurálgico del ocio de la capital.

Puerta grande o enfermería

La Superliga planea saltar a la mesa del fútbol europeo en 2026, aunque se desconocen de momento los aliados del Madrid más allá del Barça. Puerta grande o enfermería ahí para el conjunto blanco y para Florentino, líder del proyecto y de la guerra contra Gianni Infantino y Aleksander Ceferin.

En la cabeza de Pérez estará también el próximo entrenador del equipo, el heredero de ese binomio Ancelotti-Zidane que ha dado seis Copas de Europa al Madrid. Palabras mayores para cualquier entrenador. Xabi Alonso parece destinado para ello, pero la presión y la responsabilidad serán extremas para una plantilla que debería mantener a Bellingham, Vinicius y Mbappé.

Y para acabar, su sustituto presidencial. José Ángel Sánchez, mano derecha y director general, ha entrado en la directiva y será el hombre fuerte en la sucesión, pero no aspira a presidente. En la lista de rumores, figuran directivos, empresarios... Y Rafael Nadal.

Lenin y Pérez

Lenin y Pérez

Si Lenin se preguntaba cínicamente para qué servía la libertad, Florentino puede preguntarse racionalmente para qué sirve la Superliga. Y si Lenin obtuvo sin la libertad lo que pretendía, el poder político, Florentino posee sin la Superliga lo que persigue: el beneficio económico.

El Madrid ha ganado con esta Champions 123 millones de euros, que ascenderán a 137 con el reparto del "market pool". Además, se asegura al menos otros cuatro por partici

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La FIFA y la UEFA abusaron de su posición dominante frente a la Superliga

La FIFA y la UEFA abusaron de su posición dominante frente a la Superliga

El juzgado de lo Mercantil nº17 ha dictaminado, en consonancia con lo que decretó el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en diciembre, que la FIFA y la UEFA han abusado de su posición dominante respecto a la Superliga.

La magistrada titular Sofía Gil ha estimado parcialmente la demanda presentada por la European Super League Company S. L. (ESLC) contra los principales organismos regidores del fútbol mundial. Considera la jueza que se han atribuido la facultad discrecional de prohibir la participación en competiciones alternativas.

El escrito recoge: "La actuación de las demandadas no se encontraba dirigida únicamente a evitar el desarrollo de un determinado proyecto, sino a evitar la implantación de un tercer competidor y modificación del sistema monopolístico de la organización de competiciones, ya que se ha mantenido la misma defensa en todo el procedimiento aun cuando el proyecto de la Superliga haya decaído o al menos se ha aceptado que no se va a desarrollar en los términos inicialmente planteados".

Así, la titular del juzgado nº17 ha ordenado en su sentencia a ambos organismos que "cesen en sus conductas anticompetitivas" y les prohíbe su "reiteración futura". En el texto, la jueza recoge que sus actuaciones infringen los artículos 101 y 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE).

En el primero se prohíben los "acuerdos entre empresas, las decisiones de asociaciones de empresas y las prácticas concertadas". Mientras que en el segundo se advierte sobre "la explotación abusiva, por parte de una o más empresas, de una posición dominante en el mercado".

Según recoge la sentencia, varios artículos de los reglamentos de FIFA y UEFA son incompatibles con los artículos 101 y 102 del TFUE ya que impiden la libre competencia imponiendo "restricciones injustificadas y desproporcionadas".

Además, también se menciona que las declaraciones emitidas por otras entidades como las federaciones y ligas de Inglaterra, Italia y España en relación con el proyecto de competición internacional paneuropea infringen también los artículos 101 y 102 del TFUE.

Desde LaLiga advierten de que esta estimación parcial exige a FIFA y UEFA una reglamentación sobre nuevas competiciones transparente y garantista, pero no valida la Superliga. Así lo escribe Javier Tebas, presidente del organismo, en un post en redes sociales.

Sentencia recurrible

Finalmente les condena a eliminar los efectos de todas las actuaciones que se hayan producido "antes o durante la pendencia de este procedimiento". Esta decisión no es firme y podrá ser recurrida ante la sección 28 de la Audiencia Provincial de Madrid en un plazo máximo de 20 días.

El proceso comenzó el 18 de abril de 2021 cuando se anunció la puesta en marcha de una Superliga entre 12 de los clubes europeos más importantes. Desde ese momento, se ejercitaron acciones en materia de defensa de la competencia ante la respuesta de las citadas instituciones.