Así fue la reunión entre el Madrid y el CTA: una hora y media, debate sobre el "sesgo negativo" de los árbitros y petición de "transparencia"

Así fue la reunión entre el Madrid y el CTA: una hora y media, debate sobre el “sesgo negativo” de los árbitros y petición de “transparencia”

Era el otro partido de la jornada, plato principal de unos días de guerra en el fútbol español. A un lado el Real Madrid. Al otro, el Comité Técnico de Árbitros. José Ángel Sánchez, director general, y José Luis del Valle, secretario de la Junta Directiva, fueron los representantes del conjunto blanco. Luis Medina Cantalejo, presidente de los árbitros, y Clos Gómez, director del proyecto VAR, hicieron de portavoces del estamento federativo. Todo, a partir de las 12:30 en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Una hora y media después, las conclusiones son simples: la vida sigue igual en las trincheras del fútbol español.

El encuentro fue "serio, pero educado", admiten fuentes cercanas, algo asumido por las partes después de la carta del Madrid en la que acusaba a la Federación de haber creado un sistema arbitral "corrompido" y "fraudulento". "Si hubiéramos discutido, la reunión hubiera durado cinco minutos. Todo ha sido dentro de un clima de entendimiento y cordialidad y, sobre todo, de respeto", explicó Medina Cantalejo.

En la sala también estuvieron varios miembros de la comisión técnica de los árbitros, que explicaron a los representantes del Madrid la forma de proceder en las decisiones. Sánchez y Del Valle revisaron junto a Medina y Gómez los audios del partido contra el Espanyol, especialmente los de la jugada de la no expulsión a Carlos Romero por su fuerte entrada a Mbappé y el gol anulado a Vinicius. Ambos bandos comentaron las jugadas y las posteriores decisiones, manteniendo los argumentos que se han deslizado durante los últimos días.

El conjunto blanco, según fuentes consultadas por este periódico, insistió en su creencia de que los árbitros tienen "un sesgo negativo hacia el Madrid" en sus actuaciones, algo que el CTA negó con rapidez. Nadie esperaba una bandera blanca, un acuerdo o que alguien asumiera errores. Fue lo esperado. Ante el rechazo arbitral a la reflexión del Madrid, la conversación sobre las decisiones dejó de tener sentido y se trasladó hacia el conjunto del sistema arbitral.

El Madrid, ya lo saben, quiere cambiarlo. Y los árbitros se mantienen en una calma tensa a la espera de posibles (y pequeñas) modificaciones en la manera de proceder. Los blancos quieren más "transparencia" en la toma de decisiones, tanto en el campo como en los despachos, en la forma de actuar del VAR, en los ascensos y descensos de los colegiados... El CTA no rechaza cambios, pero nadie espera que sean de tanto calado.

"La conclusión que hemos sacado es que nunca está de más el sentarnos y cada uno exponer su punto de vista. Creo que la reunión ha sido positiva, pero es una valoración desde mi parte, del CTA. Y luego hemos estado hablando de diferentes cuestiones que son internas, no porque sean secretas, sino porque quedan dentro de la privacidad que debe regir entre el CTA y un club que viene a hablar con nosotros", explicó Medina Cantalejo. Pero esas cuestiones ya las han leído.

En Valdebebas reina ahora la resignación. Una especie de tregua a la espera de nuevos acontecimientos. Mantienen que el CTA tiene ese "sesgo negativo" contra ellos y que nada va a cambiar porque, insisten, "nadie ahí quiere que cambie".

Bellingham y el madridismo terraplanista

Bellingham y el madridismo terraplanista

Vivimos tiempos extraños. La verdad se ha convertido en un concepto tan demodé que los terraplanistas campan a sus anchas por los platós, las ondas y las redes. Unos te intentan convencer de que el agua de los océanos no se curva y otros de que existe una conspiración arbitral contra el Real Madrid. Cosas veredes, amigo Sancho.

Lo único bueno es que, una vez digerido el estupor inicial, los defensores de lo indefendible nos regalan altas dosis de comedia. Lo que estamos viviendo con la roja a Bellingham es antológico. Resulta que el sector conspiranoico del madridismo, alentado por sus medios oficiales y no oficiales, lleva desde el sábado defendiendo que el inglés dijo «fuck off!» y no «fuck you!», como escribió Munuera Montero en el acta. De repente, un montón de gente que aún dice «furgol» es capaz de interpretarte una letra de Bob Dylan con precisión cirujana.

Bien, asumamos que vivimos en un país plagado de lectores de labios y que partes claramente no interesadas como el propio jugador y su entrenador dicen la verdad, aceptemos que dijo «fuck off!» y no «fuck you!». Sea. Comprado. Es decir, en vez de mandar al colegiado a tomar por culo, lo mandó a la mierda. ¿En qué mundo soltarle un «¡vete a la mierda!» al árbitro no es roja? ¿De qué diablos está hablando esta gente? ¿Están esos fantasmas en esta habitación con nosotros?

Cabe recordar que todo esto sucede una semana después de que Bellingham le gritara al linier dos «fuck you!» como dos soles en el derbi, perfectamente registrados por el micro de ambiente y sin castigo. Tal vez al Madrid debería preocuparle, más que la expulsión, cómo este ambiente enloquecido que promueve está convirtiendo a un chaval que llegó siendo un gentleman en un hooligan.

Si me preguntan a mí, los penaltis por los que claman, el de Camavinga en Pamplona y el de Tchouaméni contra el Atleti, no deberían serlo. Pero si me preguntan a mí también deberían estar prohibidas las camisas de manga corta, la quinoa y Arde Bogotá, pero aquí estoy buscando un festival donde no toquen este verano. ¿Qué quiero decir con esto? Que lo que ustedes y yo opinemos importa una mierda porque la ley es la ley. Los pisotones son penalti, la tierra es redonda y no doy crédito a tener que escribir esta frase. Tiempos extraños, en efecto.

Flick asegura que Bellingham faltó al respeto al árbitro del Osasuna-Real Madrid

Flick asegura que Bellingham faltó al respeto al árbitro del Osasuna-Real Madrid

Actualizado Domingo, 16 febrero 2025 - 14:37

El técnico del Barcelona, Hansi Flick, aseguró este domingo que la expresión que utilizó el centrocampista inglés del Real Madrid Jude Bellingham, que le provocó la expulsión por roja directa, fue una falta de respeto hacia el árbitro.

"Es una falta de respeto, pero yo no tengo que decidir esta situación. A mis jugadores les digo que no pierdan el tiempo o energía en hablar con los árbitros", declaró el preparador alemán en la previa al choque ante el Rayo Vallecano, que se jugará el lunes.

"Hay un jugador en el campo que tiene permiso para discutir con el árbitro, que es el capitán. A mi me gusta mucho el balonmano y deberíamos aprender mucho de ese deporte. No es bueno para el equipo que te saquen una roja y no queremos eso", prosiguió Flick.

Según el acta del Osasuna-Real Madrid (1-1), el árbitro José Munuera Montero asegura que "en el minuto 40 el jugador Bellingham fue expulsado por el siguiente motivo: Por dirigirse a mí, estando a escasos metros, en los siguientes términos: 'Fuck you'". En el canal Movistar+, indican que Bellingham espetó a Munuera: "I'm talking to you with respect, fuck off".

Para saber más

En cuanto a la clasificación, el Barça se colocaría líder con 51 puntos, los mismos que el Real Madrid, si gana el lunes su choque contra el Rayo, que está en la sexta posición. "Es importante liderar la clasificación, pero lo importante es el final. Ayuda a la confianza, pero primero tenemos que jugar nosotros y ganar", agregó Flick.

"La mentalidad es buena y la calidad que hemos demostrado también ha crecido como equipo. Es importante mostrar confianza, pero nuestro objetivo es ganar títulos", incidió.

El lío de la traducción: Munuera Montero expulsó a Bellingham por "fuck you" y Ancelotti dice que sólo fue "fuck off"

El lío de la traducción: Munuera Montero expulsó a Bellingham por “fuck you” y Ancelotti dice que sólo fue “fuck off”

Actualizado Sábado, 15 febrero 2025 - 19:36

Jude Bellingham recibió la roja directa en El Sadar por espetar al árbitro "fuck you" (que te jodan), tal y como refleja el acta firmada por José Luis Munuera Montero. Sin embargo, según pudo leerse en sus propios labios, el centrocampista del Real Madrid se dirigió al colegiado en otros términos: "I'm talking to you with respect, fuck off", que podrían traducirse como "Estoy hablando contigo con respeto, vete a la mierda".

Esa confusión entre las palabras de Bellingham y lo entendido por el colegiado andaluz fue uno de los principales argumentos de Carlo Ancelotti durante su rueda de prensa. "El árbitro no ha entendido bien el inglés. Jude dijo 'fuck off', no 'fuck you'. Ahí se ha equivocado", reveló el técnico italiano, sin ganas de añadir mucho más "porque quiero estar en el banquillo el próximo partido".

"Todo el mundo lo ha visto en estos tres partidos. El VAR ha revisado situaciones en nuestra área, pero no en la contraria, como ha pasado hoy al inicio, con dos o tres situaciones que en nuestra opinión se tenían que revisar", añadió Carletto, sobre un posible penalti sobre Vinicius.

Recorte del acta firmada por Munuera Montero.

Recorte del acta firmada por Munuera Montero.RFEF

Sobre la expulsión de Bellingham, el ganador de cinco Champions defendió ser partidario de "hablar con el árbitro, no con su futbolista "porque Jude ha hecho una protesta que decía: 'si esto es falta, lo otro era penalti y no me jodas'. La tarjeta roja se debe al nerviosismo del árbitro". "Bellingham hoy no ha hecho nada para ser expulsado. Se ha equivocado en la expulsión y ya está", concluyó.

"No se trata de un insulto"

En la zona mixta de El Sadar, el internacional inglés fue abordado por los periodistas para que ofreciese su versión de los hechos. "Es evidente que hubo un error de comunicación. Fuck off es una expresión como la española 'joder' y eso nos dejó con uno menos. No se trata de un insulto, sino de una expresión para mí, como se podrá comprobar en los vídeos", reveló.

"Le dije fuck off cuando ya me había dado la vuelta. Es difícil asumir que diga que le insulto cuando yo no hecho nada de eso", reveló el '5' blanco. La única satisfacción para Bellingham es que el Comité de Competición pueda evaluar lo sucedido con las numerosas imágenes a su disposición. "Me alegra que los vídeos estén disponibles para probar y contradecir lo que el árbitro escribió en el acta", concluyó.

Los árbitros ya están en guerra con el Madrid

Los árbitros ya están en guerra con el Madrid

Actualizado Sábado, 15 febrero 2025 - 19:07

Francamente pienso que la estrategia de aquella carta del Real Madrid en contra de los árbitros y los estamentos federativos ha sido un fracaso. Lo único que ha conseguido es que los colegiados ya estén en guerra con el club blanco.

El Comité de Árbitros, tras tantas infamias, se siente más fuerte. Todos los clubes que odian al Madrid se sienten reforzados con el apoyo del resto del fútbol español. A partir de ahora, el Madrid está condenado a cadena perpetua. Y será imposible que gane la la Liga ni la Copa. Que lo vaya olvidando.

Siempre surgirá un penalti inexistente, un fuera de juego, una cadena de penas máximas sin pitar... Lo peor es que los rivales se sienten inmunes y dan estopa hasta en el paladar.

No quiero entrar mucho en la pantomima de Pamplona. Jamás habría ganado el Madrid y me dicen que el enemigo número uno de los árbitros, el prevaricador Clos Gómez, tomó las riendas por lo que pudiera pasar.

Llevó las riendas del VAR, que para eso es el jefe. Cualquier penalti o similar del Madrid jamás sería revisado en manos de estos desaprensivos. Creo que seguro hubo tres penaltis y que el gol inventado por el pisotón del torpe Camavinga -cada vez me gusta menos- fue cuando ya había disparado Budimir.

Pero no fue tan sólo eso. Osasuna se portó como un villano, con faltas que nunca fueron amonestadas. Y jamás castigaría nada a Osasuna. Encima Bellingham picó cuando sabía que el árbitro estaba en contra. Fue indecente la vergüenza de Pamplona.

De risa ver cómo empataban de penalti falso y lo celebraban como si hubieran ganado la Chammpions. Ni jugando en superioridad durante 50 minutos quisieron ganar el partido. Acurrucado como un animal herido, protegido por el arbitraje. Vicente Moreno siempre me ha parecido un entrenador gris, incluso mediocre.

Fue Moreno quien desató una violencia de sus jugadores rayana en el delirio. Desde hace muchos años, Pamplona es un foco de un odio tenebroso al Madrid, con muchos independentistas vascos a la cabeza. Me acuerdo cómo Buyo tenía que soportar hasta chinas de tirachinas para amedentralo.

Luego está la cuestión de Ancelotti, que también ayudó al descalabro. Como siempre, no sacó a nadie salvo el perdido Rodrygo. Modric no podía ni correr y no lo sustituyó, por despecho con Arda Güler.

Ni movió al equipo con una chispa nueva para acabar con un Osasuna a años luz de los blancos. Empeñado en un Tchoauméni que es un peligro en área. Un poste, un estorbo con fallos. Nunca reconocerá al heroico Asencio, porque nunca le gustó. Ese es su olfato actual. Con los años se ha vuelto muy caprichoso.

Acabo con recordarle a la Casa Blanca que desde la desdicha carta, el equipo ha perdido siete puntos, puntualmente con arbitrajes criminales. No se puede eludir una guerra con los árbitros, que encima se sienten amnistiados por el fútbol español.

El Real Madrid, entre el gol y la ira, pone en riesgo el liderato en El Sadar

El Real Madrid, entre el gol y la ira, pone en riesgo el liderato en El Sadar

Un Madrid entre el gol y la ira puede haberse dejado el liderato en El Sadar. El gol lo representa Mbappé, que crece y crece mientras intenta alejarse de lo tóxico. Difícil. La ira la personifican, esta vez, Bellingham y Ancelotti. El inglés, expulsado presuntamente por un insulto o menosprecio a Munuera Montero sin el balón de por medio; el italiano, amonestado, lejos de su temple en la banda, incluso contenido por su hijo Davide. El empate en inferioridad ante Osasuna no puede disociarse de una actuación del equipo arbitral deficiente, con un posible penalti no señalado a Vinicius, el corregido por el VAR en el área contraria, tras una acción de Camavinga, y la expulsión de Bellingham. La Liga se calienta, y no para bien. [Narración y estadísticas (1-1)]

Bellingham lo hace solito. Ya se le ha visto dirigirse airadamente a jugadores o colegiados en otros partidos. Debe corregir esa impronta. La situación de Ancelotti, en cambio, es más sintomática y significativa del estado de nervios en que vive el Madrid en la Liga, no en la Champions, donde no sospecha. Con razón o sin ella por los errores arbitrales, que los hubo en El Sadar, no es algo que le convenga, porque resta energía a quien tiene la mejor. La discusión iguala a los equipos. La calidad los diferencia.

Sin discutir, el Madrid no es que fuera superior, es que abrumó a Osasuna con un arranque autoritario, de tirano, mucho más que de líder. Eso no es fácil en El Sadar, un lugar con electricidad esté como esté Osasuna. La intensidad es la primera característica de su idiosincrasia. Con Modric y Camavinga en el centro del campo, el Madrid se hizo con el mando del partido, amenazante, rápido en el movimiento de la pelota. Vinicius protestó una mano en la primera jugada y falló lo más claro en la siguiente jugada. No se habían alcanzado aún los tres minutos. El Madrid era un ciclón.

Jugada residual

Vinicius fue objeto, poco después, de una entrada de Moncayola en el pico del área. El desplazamiento fue claro, pero ni Munuera Montero señaló penalti ni el VAR recomendó al colegiado que lo revisara. Extraño. Era, al menos, para verlo. La comparación de esa jugada con la que el VAR pidió al árbitro que fuera a ver al monitor por la acción de Camavinga, en una jugada residual, da argumentos al Madrid en sus protestas. La única justificación reglamentaria es que, al ser amonestado con la tarjeta amarilla, haya de señalarse el penalti. De nuevo, una pena máxima por acciones de interpretación. El Madrid la suma a la que recibió en el derbi, por el pisotón de Tchouaméni con el balón pasado, y a la no roja a Romero sobre Mbappé en Cornellà, con la carta del club de por medio.

El gol de Mbappé fue, pues, como un espejismo, en una de las pocas acciones limpias, libres de protestas, que tuvo el partido. Valverde, de nuevo como lateral, cazó un rechace y puso la directa. Pocas conducciones en la Liga son tan imparables. El uruguayo es como un expreso. Corrió, centró y Mbappé llegó a la anticipación al central para colocar el balón justo bajo el larguero. Tremendo el remate del francés, activo, medido en los espacios para evitar el fuera de juego. La progresión, parada y centro que había hecho poco antes para Vini demostraban que está afinado. Lástima que la ira pueda llevárselo por delante.

Courtois, tras la concesión del penalti por el VAR.

Courtois, tras la concesión del penalti por el VAR.AFP

La amarilla a Ancelotti y la expulsión de Bellingham cambiaron el decorado, por la inferioridad y la crispación. Osasuna comenzó a aparecer, con Bryan Zaragoza por la izquierda y las llegadas de Aimar Oroz, que provocó la primera intervención salvadora de Courtois, mano abajo con fuerza, la suficiente para que el balón saliera por encima del larguero. Una parada de valor gol. El regreso del descanso trajo la misma tendencia, apoyado el equipo navarro en su superioridad y con Asencio como anticuerpo. Crece el central de la cantera. A Osasuna le convenían los quilombos en el área madridista. El polémico penalti de Camavinga, VAR mediante, llegó en ese contexto. Courtois había vuelto a evitar el empate, pero en los 11 metros ante Budimir, nada pudo hacer.

La igualada era ya una amenaza para el líder, que empezó el choque con uno y dos puntos sobre Atlético y Barcelona, respectivamente. Una vez consumada, el Madrid debía volver al juego. Ya habría tiempo de protestas. Lo hizo el equipo de Ancelotti, con un Mbappé que apurada sus fuerzas hasta la extenuación y forzaba lo mejor de Herrera bajo palos, y un Vinicius en estado puro, determinado, sin sonrisas irónicas. No las tuvo hasta el final ni las tiene un Madrid encorajinado, entre el gol y la ira.

Vinicius, por quien suspira Arabia Saudí, atemoriza a Osasuna, equipo al que más goles marca

Vinicius, por quien suspira Arabia Saudí, atemoriza a Osasuna, equipo al que más goles marca

El expansivo fútbol de Arabia Saudí altera la convivencia en el Real Madrid con nuevos mensajes que insisten en la contratación de Vinicius con una oferta económica imposible de igualar por los clubes europeos. El brasileño, unido a la entidad blanca hasta 2027, dice que su intención es seguir alargando su palmarés en el club del Santiago Bernabéu y quiere centrarse en los compromisos más inmediatos. El primero es el partido de este sábado contra Osasuna (16.15 horas), en el que el Madrid defiende el liderato de Primera División.

Tradicionalmente, Osasuna ha sido un adversario propicio para el delantero brasileño: en 11 encuentros ha anotado nueve goles, ocho en la liga y uno en la Copa del Rey. En la última cita en Pamplona marcó dos tantos. El Sadar tiembla con el extremo. En el partido de ida de esta temporada, el Madrid ganó 4-0 y Vinicius firmó un triplete.

Vinicius afila la puntería para la tarde del sábado y Carlo Ancelotti se harta por la insistencia, en las conferencias de prensa, de las preguntas relacionadas con el futuro del jugador. «Estoy cansado, sí. Pero no me preocupa, yo le veo feliz y con ganas de hacer historia en este club. Este es un tema del que se habla fuera, no aquí. Tampoco lo hace él. Vinicius está con muchas ganas de hacer las cosas bien, como en Manchester, y seguirá así, porque, tras las lesiones, empieza a tener una forma física buena. Lo veo muy motivado. Ante el City tenía mucha presión y marco la diferencia», señaló el preparador.

Ancelotti también advirtió de la importancia del partido de hoy: «Tenemos un equipo que entiende muy bien el momento en el que tenemos que apretar... Hay una liga muy competida con rivales muy cerca, si no entendemos que el partido ante Osasina es vital, nos equivocaremos».

Por su parte, Vicente Moreno no podrá contar con el sancionado Flavien-Enzo Boyomo.

La charla de Ancelotti con sus estrellas que cambió al Madrid en Manchester: “Si hay compromiso, se puede”

Actualizado Miércoles, 12 febrero 2025 - 13:25

"Ha sido sorprendente. No pensaba que el equipo pudiera ser capaz de tener un sacrificio así en este momento". Carlo Ancelotti admitió en la sala de prensa del Etihad Stadium una reflexión que viene rondando por Valdebebas en las últimas semanas, concretada siempre en las mismas palabras: "Sacrificio", "compromiso" y "equilibrio". En el mejor partido del Madrid en toda la temporada, el equipo del italiano sacó un sobresaliente en las tres. Y todo viene de una charla entre el entrenador y sus cuatro atacantes estrella.

Asumiendo la importancia del mes de febrero para el devenir de la temporada y viendo las dificultades que había tenido la plantilla en la primera parte del curso, Ancelotti mantuvo una conversación con Bellingham, Rodrygo, Vinicius y Mbappé antes del derbi contra el Atlético de Madrid. Les había lanzado miles de indirectas a través de sus ruedas de prensa, pero el mensaje seguía sin llegar y se iba haciendo más contundente en las comparecencias del italiano.

Los cuatro atacantes estrella del Madrid no estaban participando en la fase defensiva del equipo como quería el cuerpo técnico y el resultado estaba siendo demoledor, con la derrota en el clásico de Arabia como punto de inflexión y el duelo ante el Espanyol como último aviso. Algo debía cambiar. "A veces no hay equilibrio, a veces no tenemos mucho compromiso... El problema defensivo es de todos, no de la defensa", comentó Ancelotti ante la prensa en las últimas semanas.

Ancelotti: "Ha sido un partido muy bueno para nosotros"E.M

"El míster habló con nosotros. Si los demás ven que nosotros trabajamos, se contagian", dijo Rodrygo en la previa del duelo contra el City. Dicho y hecho. La segunda parte contra el Atlético fue el inicio del cambio, con un discurso de Ancelotti al vestuario animándoles a cambiar la marcha, a presionar arriba a sus rivales y a hacerlo como equipo. Y en Manchester, el Madrid cuajó el mejor partido de la temporada. Algo que sorprendió al propio entrenador: "Me ha sorprendido, no esperaba este sacrificio en este momento".

El plan de Ancelotti

Durante el partido, Carletto se enfadó varias veces con Mbappé, Vinicius y Bellingham por no hacer la presión como estaba pensada. "Queríamos presionar alto cuando tuviera Ederson el balón y en bloque medio después, cerrando mucho el centro", explicó. Cuando sus jugadores fallaban en la ejecución, el italiano les abroncaba. También cuando no bajaban lo suficiente a defender, con aspavientos a Vini o Mbappé en determinados momentos. Era algo necesario para el plan del Madrid en el Etihad. Y fue con suspense, pero salió bien.

Los blancos dominaron al City como nunca lo habían hecho en Manchester y lanzaron 20 disparos sobre la portería de Ederson, algo que ningún equipo había hecho en casa de Guardiola. "De todos los partidos que hemos jugado contra el Madrid, este es en el que mejor ha estado", reconoció Guardiola. Todo para conseguir la primera victoria en siete visitas al Etihad y para alejarse del sufrimiento de los últimos años. "Este es el camino. Durante mucho tiempo se decía si se podía tener equilibrio con este equipo. Y se puede, si hay una buena dosis de compromiso se puede. Hoy se han sacrificado todos. Lo llevábamos hablando mucho tiempo", volvió a repetir Ancelotti ayer por la noche. Otra vez el sacrificio, el equilibrio y el compromiso.

Y en todo ese plan fueron claves los cuatro defensas, con Valverde reconvertido a lateral derecho y Tchouaméni y Asencio realizando un encuentro colosal ante Haaland. "Los cuatro de atrás nunca habían jugado juntos. ¡Ni entrenado juntos! El muy discutido Tchouameni ha estado espectacular", definió Ancelotti, con un recordatorio para aquellos que cuestionaron al francés. Victoria en Manchester y "resultado trampa", dijo el italiano, para el Bernabéu.

El Madrid retira el perdón del rey a Guardiola y se impone en el Etihad al City de las dudas

El Madrid retira el perdón del rey a Guardiola y se impone en el Etihad al City de las dudas

El perdón es una prerrogativa de reyes. La Champions tiene el suyo, que, como si se tratase de un acto de clemencia, jugueteó con Pep Guardiola, su peor enemigo en la peor situación posible. Al final, el rey dijo no, pero sin escarnio. La victoria del Madrid en el Etihad pudo ser un Waterloo para este club-estado, pero fue sólo una victoria, por la mínima. El cadalso para Guardiola se prepara en el Bernabéu, aunque el fútbol tiene destinos inescrutables cuando al enemigo se le deja con vida, y no es cualquier enemigo. [Narración y estadísticas, 2-3]

El Madrid es un equipo difícil de explicar. Siempre. Cuando marca desde la nada, como cuando no lo hace desde la abundancia. La diferencia es que lo segundo no es habitual, no encaja con su estado natural. Tampoco lo era este City, un carnero con piel de lobo. A De Bruyne o Bernardo Silva les queda el nombre, la solera, pero poco más. No es irrespetuoso, es el paso del tiempo.

El partido, entre dudas en defensa e imprecisiones en ataque, se correspondía con la Champions que ambos habían realizado, aunque el desplome del equipo de Guardiola, quinto en la Premier a 15 puntos de la cabeza, nada tiene que ver con el existir del Madrid, líder de la Liga. Nunca había tenido una oportunidad tan clara de dar un golpe de mano en el Etihad, donde logró su primera victoria. Un golpe de mano que pudo ser mucho mayor. Nunca, sin embargo, había acudido con una defensa tan parcheada, con un Tarzán de la cantera como pestillo de seguridad. A Asencio lo encontró superado la imagen del gol de Haaland, cierto, pero su pierna dura encontró el balón en la mayoría de balones de riesgo. Un gran escenario para una gran reválida.

Haaland celebra el primer tanto del partido.

Haaland celebra el primer tanto del partido.Darren StaplesAP

La presión alta con la que empezó el Madrid no está en su menú para todos los días, pero en lugares como el Etihad hay que jugar a la carta. Tenía sentido para hurgar en las dudas de una defensa en la que Guardiola alineó a cuatro centrales. Había un quinto, Stones, en el centro del campo. Si lo hiciera otro entrenador se agotarían los calificativos. Anatema.

Encontró su objetivo el equipo de Ancelotti en pérdidas que se traducían en ataques al espacio y en oportunidades. A Vinicius le faltaron centímetros para el gol y el penalti, Mbappé no cruzó lo suficiente para concluir una jugada digna de un manual de las transiciones, y Vinicius lanzó al larguero. El City estaba grogui, como un púgil que es incapaz de identificar por dónde llegará el siguiente golpe, pero no besó la lona en unos minutos frenéticos. Al Madrid le faltó el directo. Si lo hubiera tenido, la eliminatoria no necesitaría regresar al Bernabéu.

Sin Rodri, sin boya

Es sintomática la influencia que puede tener la baja de un futbolista en un equipo, pero es que la ausencia de Rodri no es una ausencia cualquiera. Es la baja del mediocentro, el mejor en su especialidad, en un equipo cuyo entrenador piensa como un mediocentro. Empezar a partir de un aseado Stones, que en la segunda parte regresó al puesto de central, no tiene nada que ver. Al City le faltaba la boya, con interiores lejos de su esplendor y, sobre todo, de la confianza. Si lo primero se puede jugar; sin lo segundo, jamás.

El equipo de Guardiola se encendía con el eléctrico Grealish o la interacción entre las líneas de Gvardiol. Haaland los necesitaba. Cuando el croata rompió la línea y se plantó en el área para asociarse con el noruego, llegó el gol, un gol de la nada, un gol que ponía el partido del revés. El marcador decía lo contrario que el césped, pero ofreció al City la confianza que no tiene para buscarse con la pelota, encontrar posesiones largas y amenazar, una vez que alcanzaba los tres cuartos. Era un espejismo. Al mínimo descuido, llegaba de nuevo el peligro frente a Ederson.

Mbappé, con la espinilla

El descanso no cambió el decorado, por insistente que fuera la charla de Guardiola. Ha dado muchas en los últimos meses. El técnico catalán tuvo que maniobrar por otra lesión y sustituyó a Akanji por Lewis, un lateral natural en la derecha. Contra un Vinicius on fire no habría podido ninguno. El brasileño cargó su banda para generar peligro constante y el City volvió a entrar en modo supervivencia. Valverde y Mbappé dispusieron de ocasiones antes de que el francés encontrara el fruto de la forma más cómica, en un remate con la espinilla al recibir en el espacio un balón de Ceballos.

Con el campo inclinado hacia el área de Ederson, Ceballos cometió un error al regresar a su área en el derribo a Foden. Haaland no falló en el penalti para volver a llevar el partido a la ilógica. Ancelotti, como siempre, dejó madurar el partido antes de los cambios, pero uno de los elegidos fue clave. Brahim saltó al campo y nada más aproximarse al área del City cazó el rechace de Ederson a disparo de Vini para volver a igualar el choque. Otro error de un equipo que no se reconoce y que entregó el último tanto tras una cadena de despropósitos, desde sus defensas hasta su portero. Bellingham marcó porque no había más perdón posible. El Bernabéu espera sentencia.

Adéu, Guardiola, adéu

Adéu, Guardiola, adéu

Actualizado Martes, 11 febrero 2025 - 23:44

Después de 15 ocasiones de gol -que conté una a una-, el Madrid pudo ganar por fin a un 'grande', aunque el City parecía un destile de muertos vivientes con un Guardiola que ha acabado por convertir a su equipo en un ridículo aspirante al infierno.

Yo no sé la razón por la que Mbappé falló tantos para estrenarse con con un 'churro, media manga, mangotero'. No entendía como Vini también casi falla la última, que era la decisiva, y como casi siempre en los finiquitos de los partidos, Bellingham apareció para marcar el gol decisivo.

No se puede hablar muy mal de Tchouaméni, salvo el despiste en el gol de Haaland ,que estaba de lateral. Toda mi admiración con el ramo de los mejores a un magnífico Asencio, que llegó como caído del cielo.

Dejó en ridículo a Ancelotti y al presidente, que nunca han creído en la cantera madridista. Semejante injusticia, como no empezar la temporada con Gonzalo en la primera plantilla cuando realmente no tiene un delantero centro goleador. Ridículas posturas una vez más.

No sé si la goleada hubiera sido de escándalo si Rodrygo hubiera estado afinado. Se diluyó como el azucarillo en el juego. Día muy malo para el favorito Guardiola.

Y ya que cito su nombre, su planteamiento fue apático. Ni dominaba con su 'tiki tika' decimonónico ni sabía defender. Todo el bloque de Stones hasta atrás era con una autopista de mediocridad para que el Madrid se hubiera dado un banquete o disfrutar de una goleada de goles.

La crisis del City

Se ha vuelto Guardiola en un ermitaño escondido en una cueva muy profunda en su papel de entrenador. No se puede creer que porque le falte Rodri, un sólo jugador, su equipo se convierta una piltrafa un desecho del viejo talento catalán.

Por lo menos, esta vez mandó desde el principio que los madridistas presionaran, hasta que se cansaron. Y cuando el City ya era sólo una piltrafa, ordenó su bloque bajo y a esperar un contragolpe milagroso.

Durante muchos minutos pedí en mi cerebro que cambiara a un nefasto Ceballos, que sólo se moría de cansancio y fue el culpable de cometer uno de los penaltis más estúpidos

Cabreado, Ancelotti se lo cargó ipso-facto. Igual que Rodrygo, para que apareciera Brahim que con piernas frescas, ante la enésima ocasión perdida por Vinicius metió el gol del empate. Y poco más tarde el de la victoria para ser El Cid, el campeón de Europa.

Guardiola debe caer en el abismo, a menos que a Ancelotti se le ocurra su 'bloque bajo' para defender el gol de ventaja en Manchester. No se preocupe ya Ancelotti, que se ha asegurado su continuidad hasta el final de temporada.