División por la política, nervios por los minutos, póquer y piano en la concentración de Francia

División por la política, nervios por los minutos, póquer y piano en la concentración de Francia

Paderborn está a medio camino entre la cuenca del Ruhr y Hamburgo. En la primera, la selección francesa ha disputado sus principales partidos de esta Eurocopa: el debut y los octavos en Dusseldorf y el tercer encuentro de la fase de grupos en Dortmund. Ahora debe caminar hacia el Este de Alemania, al Volksparkstadion de Hamburgo, para encontrarse con Portugal en unos cuartos de final extraordinarios. Lo hará, eso sí, con un ambiente extraño en su concentración.

Una tarde en el Home Deluxe Arena de Paderborn, donde entrena cada día la plantilla de Didier Deschamps, basta para entender algunas de las cosas que están pasando en la selección francesa. "El aire no es el mismo que en Rusia o en Qatar", admiten los periodistas que siguen el día a día de la selección gala. Dicen que la relación entre los futbolistas no es la misma que en otras ocasiones y que el vestuario está "dividido" por la política. No en cuanto a ideologías, pero sí en la manera de enfocar los reclamos de las últimas semanas. Según ha podido saber este periódico, hay varios jugadores que no estaban de acuerdo con manifestarse públicamente sobre las elecciones.

De hecho, en el inicio de la concentración era un tema que se evitaba. "No he pensado en ello", aseguraba Camavinga hace cuatro semanas. "Prefiero hablar de fútbol", dijo Upamecano hace tres, unos días antes del primer duelo. "En el vestuario hemos dicho que tenemos una competición que preparar. Queremos mantener la concentración y no hablar de política", aseguró Kingsley Coman, también en las ruedas de prensa previas al debut contra Austria.

Pero todo cambió cuando Ousmane Dembélé dijo que "hay que salir a votar. Han saltado las alarmas". Los periodistas vieron el cielo abierto ante las primeras palabras de un jugador de la selección sobre el partido de Marine Le Pen y no han dejado de preguntar hasta ahora. Tres semanas de fútbol y política en Paderborn, empujadas al foco mediático por Marcus Thuram y, especialmente, Kylian Mbappé, capitán del conjunto galo y autor de una comparecencia que llegó a todos los rincones del planeta: "Estoy contra los extremos, llamo a los jóvenes a votar".

Un antes y un después

"Nunca habían tomado esta postura durante un torneo", explican en Paderborn, donde recuerdan cómo durante el Mundial de Qatar, la Federación Francesa insistió a los futbolistas a no pronunciarse sobre la falta de derechos humanos en el país, algo denunciado por selecciones potentes como Alemania.

No ha sido así con las elecciones generales francesas y con un vestuario con jugadores involucrados en varias luchas sociales. Durante estos últimos meses, Dembélé, Koundé o Thuram han publicado mensajes de apoyo a los ciudadanos de Gaza y el propio defensa del Barça tuiteó el domingo, día de las elecciones, un día antes de los octavos: "El RN (el partido de Le Pen) quita libertades. No es la solución".

"No debo utilizar mi fama"

Lo que ha trastocado el día a día de la selección no es el carácter de las declaraciones, sino el hecho en sí. "La política es muy seria y es bastante privada. Estoy aquí como futbolista y no debo utilizar mi fama. Hay que ir a votar, eso sí", expresó Griezmann, peso pesado en el vestuario, unos días después de la declaración de Mbappé.

Unas palabras que repitió Rabiot, pidiendo que "no debemos dejar que esto se interponga en el grupo porque tenemos una competición que gestionar". "Si pudiéramos dejarlo de lado por un tiempo, sería bueno", añadió el centrocampista. Una diferencia en el tono que explica la situación en el vestuario.

Nervios por los minutos

Deschamps, al que no le caracteriza su gestión de grupo, trata de calmar las aguas, aunque los resultados no le han dejado. El seleccionador suele utilizar el tercer partido de la fase de grupos, ya con el equipo clasificado, para dar minutos a los menos habituales, pero el empate contra Países Bajos en la segunda jornada le obligó a tirar de titulares ante Polonia. En octavos, además, sólo realizó un cambio. Otra situación que no agrada al grupo, con futbolistas importantes como Giroud, Camavinga, Dembélé y Coman sin minutos.

Mientras, Francia espera los cuartos en el Premier Park Hotel & Spa Best Western, un hotel de cuatro estrellas "no muy muy lujoso, pero cómodo", admite Deschamps. Un resort reservado para toda la expedición en el que no tendrán que compartir espacio con otros huéspedes, como sí hicieron en Budapest durante la última Eurocopa, y en el que la Federación ha instalado una sala con consolas, mesa de póquer, pista de baloncesto e incluso un piano para Tchouaméni y Camavinga.

Jules Kounde se alinea con Mbappé y se pronuncia sobre la jornada electoral en Francia

Jules Kounde se alinea con Mbappé y se pronuncia sobre la jornada electoral en Francia

Actualizado Domingo, 30 junio 2024 - 15:51

No ha sido en una rueda de prensa como la que ofreció el capitán de Francia antes de un partido de la Eurocopa. Pero el jugador 'bleu' Jules Koundé no se ha quedado al margen a la hora de dar una opinión sobre las elecciones legislativas en Francia, que tienen lugar este domingo.

Si Kilian Mbappé, en aquella ocasión, animó a todos los francesas para salir a votar y alejarse "de los extremos", el lateral del Barça ha manifestado en su cuenta de X -antes Twitter- que "la extrema derecha nunca ha llevado a un país hacia más libertades".

"Es un día importante para Francia y para su futuro. En los tiempos que corren, votar es un deber tanto como un derecho", comienza su mensaje.

Koundé considera que cada voz cuenta y que cada persona "es libre de dar su opinión". Pero, para él, "la extrema derecha nunca ha llevado a un país hacia más libertades, más justicia y convivencia". Y cree que nunca lo hará.

"Veo un partido fundado en el odio al otro, la desinformación y cuyos discursos buscan estigmatizar y dividirnos. El RN no es una solución", en alusión clara al Rassemblement National, Agrupación Nacional, en español, el partido de Marine Le Pen.

El ex del Sevilla no pretende que su tuit sea "una lección". "Es sólo mi opinión. Y ustedes harán con ella lo que quieran", se despide.

Bajo la máscara de Kylian Mbappé

Bajo la máscara de Kylian Mbappé

Busca uno refugio de la política en el fútbol, dócil al plan de esta sección, y va Mbappé y opina de las legislativas en Francia. La Eurocopa como resaca electoral: la derecha se ha cabreado con el francés malinterpretándolo, la izquierda lo ha elogiado sin querer entenderlo y el centro melancólico ha alzado la sabia ceja con la que Carletto suele despachar las obviedades.

Mbappé ha expresado una opinión ecuménica en la que pueden reconocerse todo

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Del “¿cómo está Mbappé?” al “¿ideas para máscaras?”: la noche del miedo para Francia

Actualizado Martes, 18 junio 2024 - 11:59

Nadie quería preguntar otra cosa. "¿Cómo está Kylian?". Los jugadores de la selección francesa pasaron por la zona mixta de Dusseldorf con más miedos que respuestas ante una situación que podía cambiar el curso de su Eurocopa. La imagen de Kylian Mbappé con la nariz ensangrentada tras un golpe fortuito con el hombro del central austriaco dejó helado al vestuario. "Parece que tiene la nariz rota", avisó Deschamps una vez terminado el partido.

Una fractura nasal implicaba algunas variantes dependiendo de la gravedad. Podía jugar con una máscara... O podía abandonar la Eurocopa. Un drama para la selección. "No sé, vamos a ver...", respondía Aurélien Tchouaméni, amigo íntimo del delantero, preocupado en los pasillos del Merkur Spiel-Arena.

"Es nuestro capitán, vamos a esperar a mañana y a ver cómo continuamos en la competición", decía Jules Koundé. "Creo que podría jugar el tercer partido", se animaba a presagiar Rabiot. "A ver si no es nada", pedía Saliba. ¿La realidad? Nadie sabía nada.

Una ambulancia sacó a Mbappé del estadio a los pocos minutos del final del duelo. El atacante salió andando del vestuario hasta el vehículo, igual que en el césped, sin requerir camilla, algo que aliviaba un poco al cuerpo técnico, impactado por toda la sangre que había perdido. "No está nada bien, es muy preocupante, parece un golpe complicado... Es el gran punto negativo de esta noche", admitía Deschamps en la sala de prensa, donde dejaba una frase que sacudió a toda la expedición: "Si las noticias no son buenas, tendremos que luchar sin él".

Las palabras del seleccionador alentaron las informaciones de que Mbappé iba a ser operado de urgencia en el Hospital Universitario de Dusseldorf. Más miedo. La cirugía le dejaría lejos del césped durante muchos días, quizás demasiados para competir. En la zona mixta, los periodistas franceses ya hablaban de una fecha de vuelta: "Si le operan, le perdemos hasta semifinales (9 y 10 de julio)".

La tensión era tal en cada comparecencia de cada jugador que el jefe de prensa de la selección tuvo que intervenir durante las insistentes preguntas a Giroud: "Chicos, ahora mismo sabemos lo mismo que vosotros. Los jugadores no saben nada. Haremos un comunicado cuando tengamos más informaciones". "Yo sólo sé que duele mucho, lo sufrí y no es agradable. Luego jugué con una máscara... A ver qué pasa", reflexionaba el veterano delantero mientras su compañero estaba en el hospital.

Al cabo de una hora, la Federación emitió un comunicado relativamente tranquilizador tras las pruebas médicas. "Mbappé sufrió una fractura de nariz. Fue atendido en primer lugar por el personal médico y el doctor Franck Le Gall, que le diagnosticó una fractura de nariz. El diagnóstico se confirmó durante los exámenes de rayos X en el hospital de Düsseldorf", declaraba el comunicado, que avisaba que el futbolista "recibirá tratamiento en los próximos días, pero no se someterá a cirugía en un futuro inmediato". "Se confeccionará una máscara para que el número 10 de la selección pueda volver a la competición tras un periodo dedicado al tratamiento", finalizaban.

Superado el susto, ese "periodo dedicado al tratamiento" es lo que ahora preocupa en la expedición. Francia se enfrenta a Países Bajos el viernes en Leipzig en un partido clave por el primer puesto del grupo, y el atacante, según aseguran fuentes de la selección, es "duda" para ese encuentro.

Mbappé no pasó la noche en el hospital y regresó a Paderborn, hogar del campamento base de los galos. Y desde el vehículo que le trasladó al hotel dio su primer mensaje. "¿Ideas para máscaras?", bromeó en sus redes sociales. Una publicación que da esperanza a sus aficionados.

Mbappé se rompe la nariz en la rácana victoria de Francia ante Austria

Mbappé se rompe la nariz en la rácana victoria de Francia ante Austria

Un gol en propia puerta. Francia no necesitó nada más, ni hizo nada más, para debutar con victoria en la Eurocopa. El austriaco Wober se metió un balón en su portería tras un centro de Mbappé y Deschamps cumplió con su rancio, mínimo y simple deseo: ganar, algo que con la plantilla que dirige debería ser mucho más fácil. El técnico agitó los puños con rabia en el banquillo cuando sonó el pitido final y acabó el sufrimiento de su equipo, superado por Austria durante gran parte del duelo.

Pero el sufrimiento puede prolongarse en lo que queda de Eurocopa, toda vez que un choque fortuito entre la estrella gala y el central Danso terminó con un golpe en la nariz de Mbappé que le obligó a abandonar el terreno de juego. El propio seleccionador aseguró al término del partido que el futbolista podría haber sufrido una rotura, algo que luego se confirmó con el jugador camino del hospital de Dusseldorf para ser operado de urgencia.

En Dusseldorf, el técnico insistió con Rabiot, que ahora en la Juventus, y con Kanté, que juega desde el pasado verano en el Al-Ittihad saudí, como si el último lustro no hubiera avanzado, y sentó a Tchouaméni y a Camavinga. Uno puede entender los gustos del seleccionador galo, pero la realidad de la primera parte que se vio en el Esprit Arena no fue lo que Dédé se imaginaba. O sí.

En Francia repiten desde hace años que Deschamps no quiere el balón, que prefiere esperar a su rival, se llame Austria o se llame Alemania. Da igual. No quiere la pelota. Quizás porque esa plantilla a la que denominan la mejor del mundo tiene de todo menos un organizador. No lo es Tchouaméni, tampoco Camavinga, mucho menos Kanté o Rabiot. Por eso no le queda más remedio que convertir a Griezmann en centrocampista y jugar con cuatro delanteros, con Dembélé, Mbappé y Thuram arriba. Suena a alineación ofensiva, pero falta sentido.

Austria, por su parte, sí quiso el balón. Asumió la posesión y los riesgos de darle la cara al partido, dejando su espalda libre para las deseadas arrancadas de los velocistas franceses. En ese dominio austríaco, la solución de Deschamps fue la banda izquierda de Theo Hernández y de Mbappé. Un correcalles.

En el 8, el reciente fichaje del Madrid tuvo el 0-1 tras recoger un balón al espacio y encarar a Pentz. Buscó el primer palo, pero falló. Definió mordido y el portero desvió el intento a córner. Hubiera sido la situación soñada por Deschamps.

La ocasión no empujó a Francia a buscar más, la relajó. Se encerró en dos líneas de cuatro y entregó el balón a su rival, que no lo rechazó. El equipo de Ralf Rangnick, ideólogo de la factoría futbolística de Red Bull, mimó la pelota y se encontró con las mejores opciones del primer tramo. Francia sólo quiso correr, no dio ni tres pases seguidos y confió en el talento individual, con una contra mal finalizada por Griezmann como gran intento. Todo demasiado rancio.

En los últimos minutos de la primera parte el encuentro se aceleró. El exceso de pasotismo galo concluyó en una ocasión clarísima para el austríaco Baumgartner. Los de Rangnick enlazaron una buena contra en el lado izquierdo, donde el gigante Gregoritsch puso un buen centro que Laimer dejó al primer toque para la llegada de Baumgartner que el del Leipzig no aprovechó ante Maignan.

El fútbol suele castigar los fallos de un equipo teóricamente pequeño ante uno grande y en Dusseldorf hizo pagar a Austria sus errores. Dos minutos después, Mbappé se inventó una bicicleta en el lateral y puso un centro que Wober, sin querer, metió en su propia portería.

El descanso le entregó a Francia una ventaja injusta pero efectiva para mantener el plan de Deschamps, que no es otro que conseguir que pasen pocas cosas en el partido. Apenas un tiro a puerta de Austria y uno suyo para ir por delante. Tres puntos. Suficiente.

Francia no sentencia

Tras el intermedio no cambió el guion de los equipos, pero sí el oxígeno de los austríacos. En el 54, Mbappé le ganó la carrera a los dos centrales y se plantó sólo ante Pentz. Parecía gol seguro, pero el galo disparó incomprensiblemente fuera.

Rangnick decidió hacer cambios para ganar piernas, pero perdió ritmo y calidad y Francia, con mucho más músculo, perdonó el segundo. Kanté y Camavinga comenzaron a barrer balones sin parar. En el 66, Griezmann no llegó a un pase de la muerte de Theo y Pentz detuvo un disparo escorado de Thuram.

El tiempo añadido fue agónico para Francia, que no sentenció y sufrió ante el empuje austriaco, pero se llevó sus primeros tres puntos.

El partido de Le Pen responde a Mbappé: “Que no dé lecciones políticas”

Actualizado Lunes, 17 junio 2024 - 13:14

Horas muy tensas en la concentración de la selección francesa, que esta noche debuta ante Austria en la Eurocopa. Las palabras de varios jugadores durante los últimos días animando a los jóvenes a parar a la ultraderecha en las próximas elecciones generales, coronadas con el discurso de Kylian Mbappé en la rueda de prensa de ayer, han creado un cisma en el entorno del combinado galo. La Federación ha tenido que insistir en su "neutralidad" y ha pedido "que no se haga política con el equipo de fútbol", mientras que la Agrupación Nacional, el partido ultraderechista de Marine Le Pen, no ha tardado mucho en responder a los comentarios de Mbappé.

A mí me gusta Kylian Mbappé como jugador, pero que no me dé lecciones de política", aseguró esta mañana Sébastien Chenu, vicepresidente de RN. "Cuando se tiene la suerte y el honor de vestir la camiseta de la selección francesa, hay que mostrar un poco de moderación. Muchos votantes apoyan a la selección francesa y les gusta Kylian Mbappé. Tiene todo el derecho a opinar, y no me importa que se exprese, pero no espero que gente que está bastante alejada de la realidad venga a dar lecciones a los franceses", añadió.

Por su parte, el portavoz de Agrupación Nacional, Laurent Jacobelli, admitió que "no me siento aludido por la palabra 'extremo'. Ni yo ni nuestro partido". "Hay gente que quiere dividir, sí", dijo, y apuntó al propio vestuario de la selección francesa: "Representan a todos los franceses de todas las opiniones".

"No quiero división"

Ayer, en la rueda de prensa previa al debut de Francia ante Austria, Mbappé fue contundente sobre su postura con respecto a las próximas elecciones generales en el país tras la victoria de Le Pen en las europeas. "Los extremos están llamando a la puerta y yo quiero llamar la atención de los jóvenes. Id a votar. Sé que mi voz será escuchada. Kylian Mbappé está contra los extremos, contra los que dividen. Hay jóvenes que se abstienen y quiero darles este mensaje. Su voz sí cambia las cosas. Quiero estar orgulloso de defender a un país que tiene valores de respeto y diversidad y espero estar orgulloso el próximo 7 de julio. No quiero un país fragmentado, no quiero división", reflexionó.

Marcus Thuram y Ousmane Dembélé también se han referido a la política durante la última semana. "Tenemos que decirle a todo el mundo que vaya a votar. Como ciudadanos hay que luchar a diario para que esto no vuelva a suceder y que no gane la Agrupación Nacional (el partido de Le Pen)", declaró hace un par de días Thuram. "Estoy de acuerdo con Marcus", respondió ayer Mbappé.

Dembélé, por su parte, se refirió durante la semana a que había sonado "la alarma", en referencia también al triunfo de Le Pen en las europeas. "Tenemos que movilizarnos para ir a votar. Tenemos que movilizarnos. ¡Todos, id a votar! Se acercan las elecciones legislativas", dijo.

De Zidane a Mbappé, los 20 años de pelea de la selección francesa contra los Le Pen: “Que no gane la Agrupación Nacional”

Actualizado Domingo, 16 junio 2024 - 22:57

En Paderborn, hogar de la selección francesa durante la Eurocopa, no se ha hablado de otra cosa durante toda la semana. Algo que no tiene nada que ver con el fútbol pero sí con los futbolistas. La concentración del conjunto galo vive pendiente de la situación política de su país desde los resultados de las elecciones europeas de la semana pasada y la convocatoria de elecciones generales para el 7 de julio. El vestuario, completo por muchos hijos de inmigrantes, ha decidido romper el clásico silencio de los deportistas de élite y saltar al charco mediático para combatir el auge del partido de ultraderecha presidido por Marine Le Pen. Una realidad que no es nueva en la selección, donde hace 20 años Zinedine Zidane lideró el rechazo del equipo a Jean-Marie, el padre de la actual candidata. Ahora ese liderazgo es de Kylian Mbappé.

«¿En que posición política está usted?», le preguntaron directamente al futbolista, capitán de la selección, en la rueda de prensa previa al debut contra Austria. Su respuesta fue tan directa como contundente: «Kylian Mbappé está contra los extremos, contra los que dividen. Hay jóvenes que se abstienen y quiero darles este mensaje. Su voz sí cambia las cosas. Quiero estar orgulloso de defender a un país que tiene valores de respeto y diversidad y espero estar orgulloso el próximo 7 de julio. No quiero un país fragmentado, no quiero división», reflexionó.

Para saber más

El atacante, anunciado ya como nuevo jugador del Real Madrid, estrena brazalete en un gran torneo después de la retirada de Lloris y no escapó del foco, lo agarró con un discurso mucho más político que futbolístico, poniéndose en el centro del debate sobre el auge de la ultraderecha. «Somos futbolistas pero también personas y no podemos desconectar de la realidad. Los extremos están llamando a la puerta y yo quiero llamar la atención de los jóvenes. Id a votar. Sé que mi voz será escuchada. Cada voto cuenta», insistió con seriedad, recordando que aunque «estamos concentrados», «esto es más importante que el partido contra Austria».

Las palabras de Dembélé y Thuram

El discurso de Mbappé no es el primero del actual vestuario, pero sí el más importante al tratarse de su máxima estrella y del jugador que más ha hablado con Emmanuel Macron durante los últimos meses. El presidente medió para que renovara con el PSG y para que el Madrid le dejara acudir a los Juegos. Mbappé, eso sí, no anunció su voto, sino que continuó con su rechazo «a los extremos», en clara referencia a Le Pen y después de los comentarios de sus compañeros Dembélé y Thuram.

«Tenemos que decirle a todo el mundo que vaya a votar. Como ciudadanos hay que luchar a diario para que esto no vuelva a suceder y que no gane laAgrupación Nacional (el partido de Le Pen», declaró hace un par de días Marcus Thuram. «Estoy de acuerdo con Marcus», respondió ayer Mbappé. «Quiero diversidad, tolerancia y respeto. Tenemos libertad de expresión para hablar y yo me alineo con él», añadió.

Dembélé, por su parte, se refirió durante la semana a que había sonado «la alarma», en referencia también al triunfo de Le Pen en las europeas. «Tenemos que movilizarnos para ir a votar. Tenemos que movilizarnos. ¡Todos, id a votar! Se acercan las elecciones legislativas», dijo.

También se pronunció Ferland Mendy, defensa del Madrid, aunque fue más tibio en sus declaraciones. «Claro que hablamos sobre política. Cada uno tiene su posición, aunque no la detallamos en público. Cada uno hará lo que tenga que hacer».

Varios discursos que han obligado a la Federación Francesa de Fútbol a emitir un comunicado mostrando su «neutralidad» política. «Cada uno de ellos ha podido manifestarse libremente, según sus propias convicciones y su propia sensibilidad», pero el organismo también recordó que se debe «evitar cualquier presión y utilización política de la selección francesa».

La mala relación de Le Pen con el actual vestuario de la selección francesa no es nueva. Viene desde 2010, cuando aseguró que «muchos futbolistas de la selección llevan a otro país en su corazón», cuestionando el sentimiento francés de la plantilla. Una plantilla que con el paso de los años es todavía más diversa en sus orígenes.

Su padre, Jean-Marie, también recibió el rechazo del grupo campeón del Mundial de Francia 98. «No representa a la Francia auténtica, sino a la Francia del papeleo», dijo el político. Cuatro años después, Zidane lideró una protesta contra él antes de las elecciones. «La gente tiene que votar. Es muy importante. Y, sobre todo, hay que pensar en las consecuencias que puede tener votar a un partido que no corresponde para nada con los valores de Francia», aseguró sobre el partido de Le Pen. «Soy francés y mi padre es argelino. Estoy orgulloso de ser francés y estoy orgulloso de que mi padre sea argelino», añadió en su momento.

Ahora, la máxima estrella del fútbol francés vuelve a liderar la lucha del vestuario contra el líder de la extrema derecha.

Mbappé alza la voz sobre las elecciones francesas: “Estoy contra los extremos, llamo a los jóvenes a votar”

Actualizado Domingo, 16 junio 2024 - 17:29

Kylian Mbappé asumió la responsabilidad de ser la primera voz de Francia en esta Eurocopa. El delantero, anunciado ya como nuevo jugador del Real Madrid, se estrena como capitán de su selección en un gran torneo después de la retirada de Lloris. Y este domingo en Dusseldorf se llevó todos los focos con un discurso mucho más político que futbolístico, poniéndose en el centro del debate sobre las próximas elecciones al gobierno francés y el auge de la ultraderecha.

"Estamos en un momento importante en nuestro país. Somos futbolistas pero también personas y no podemos desconectar de la realidad. Los jóvenes pueden hacer la diferencia y los extremos están llamando a la puerta, por eso quiero llamar su atención. Jóvenes, id a votar. Sé que mi voz será escuchada. Queremos respeto y diversidad y cada voto cuenta. Espero que se haga una buena elección y estemos orgullosos de vestir esta camiseta el 7 de julio", reflexionó en la primera pregunta.

Y no se quedó ahí. Preguntado por los comentarios de Marcus Thuram, en los que avisaba directamente sobre el partido de Marine Le Pen, Mbappé dijo que "estoy de acuerdo con Marcus". "Yo quiero diversidad, tolerancia y respeto, Marcus no ha ido lejos con sus comentarios. Tenemos libertad de expresión para hablar, y yo me alineo con él", insistió.

Francia debuta este lunes contra Austria en la Eurocopa, pero Mbappé volvió a repetir que las elecciones "son más importante que el partido de mañana". "Eso no quiere decir que no estemos concentrados", advirtió. "Estamos compitiendo y estamos defendiendo los colores de nuestro país, pero quiero defender la camiseta de un país que respeta y tolera".

Y, de nuevo, no se quedó ahí, fue todavía más contundente: "Kylian Mbappe está contra los extremos, contra los que dividen. Hay jóvenes que se abstienen y quiero darles este mensaje. Su voz sí cambia las cosas. Quiero estar orgulloso de defender a un país que defiende estos valores. No quiero un país fragmentado, no quiero división, quiero diversidad y respeto".

La presión de Francia e Inglaterra sobre Mbappé y Bellingham, las estrellas que dijeron “no” a París y a la Premier

Actualizado Jueves, 13 junio 2024 - 07:46

Los dos tienen un valor de mercado de 180 millones de euros, el más alto de toda la Eurocopa. Los dos vestirán el número 10 de su selección, el dorsal más icónico del fútbol. Los dos son la viga que soporta la presión de sus países, obligados a ganar un torneo en el que parten como claros favoritos. Los dos, por si fuera poco, jugarán a partir de agosto en el mismo equipo, el Real Madrid, actual campeón de Europa y centro mediático del balón. Kyl

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La Eurocopa del fútbol global frente a los euroescépticos: Bosman, Le Pen y la nueva Alemania

La Eurocopa del fútbol global frente a los euroescépticos: Bosman, Le Pen y la nueva Alemania

Empieza la fiesta en una Europa donde son cada vez más los que quieren que se acabe, y no sólo el 'outsider' español Alvise Pérez, surgido de la sentina de las redes sociales. Crecen los euroescépticos con discursos que desentierran la peor de las pasiones del continente: el nacionalismo. Nada ha costado tanta sangre. Entre esas pasiones ancestrales se encuentra también el fútbol, que levanta estandartes no siempre en la dirección adecuada, pero cuya reconstrucción a lo largo del tiempo es, hoy, lo más parecido al amenazado sueño europeísta, con libre circulación de jugadores desde la 'sentencia Bosman', hace casi 30 años, gracias a sus tribunales. Europa tiene un Real Madrid campeón de la Champions con más acento francés que español sin que ello ofenda a sus aficionados, y selecciones que integran a hijos y nietos de migrantes, como el francés Kylian Mbappé los españoles Lamine Yamal y Nico Williams, dispuestas a conquistar la Eurocopa. El fútbol, tantas veces señalado por las viejas lacras, tiene, pues, una misión, y no es únicamente la de ganar. Es la de mostrar cómo el balón transita mejor si encuentra puentes. Como las ideas. Como Europa.

Cuando Francia levantó su primer Mundial, en 1998, Jean Marie le Pen, fundador del Frente Nacional, se avergonzó del equipo que lideraba Zinedine Zidane por la mayoritaria presencia de jugadores de origen magrebí y subsahariano. Para este ex miembro de la Legión Extranjera no era digno de la 'grandeur'. Por entonces, se trataba también de un emergente 'outsider' de la política francesa, volcada con el proyecto europeo que había liderado Jacques Delors y en pleno desarrollo del Tratado de Ámsterdam, que ampliaba los ámbitos de competencia de la Unión Europea (UE). El perfil multirracial de 'Le Bleu' no ha cambiado, capitaneada la selección por Mbappé, de padre camerunés y madre argelina, fiel a la 'France noir, blanc et beur'. En cambio, el legado de Le Pen, aunque con matices y el nuevo nombre de Agrupación Nacional, ha llevado a su hija Marine a un triunfo histórico en las elecciones europeas del pasado domingo, en la figura de su apadrinado Jordan Bardella. Francia no es la Hungría de Viktor Orban ni la cambiante Polonia. Es el corazón del europeísmo, junto a Alemania, sede de la Eurocopa y donde los radicales y euroescépticos de Alternativa para Alemania (AfD) se han hecho con el segundo puesto.

El hincha Macron, cercado

Emmanuel Macron, un hincha de la selección, como demostró en los palcos mundialistas de Moscú y Doha, acudió a despedir al equipo de Didier Deschamps en Clairefontaine, 'Chez le Bleu'. Al contrario que su padre, Marine también se comportó del mismo modo en sus redes sociales cuando Francia ganó su segundo Mundial, en 2018. Es mejor estar del lado del fútbol, el problema es el mensaje que se incorpora. El de los nacionalistas y euroescépticos es peligroso, especialmente en un torneo de selecciones como el que se inicia, mañana, en Múnich, y con un 'revival' de grupos de hinchas violentos en el corazón del continente. Son los ultras 2.0.

La UEFA está formada por 55 federaciones nacionales, mientras que la UE la componen 27 países. La Europa futbolística es más grande que la política y ello obliga a equilibrios diplomáticos diferentes. No obstante, la coordinación es cada vez mayor, especialmente en lo que respecta a las grandes tensiones o conflictos internacionales, como sucede en la actualidad con las guerras en Ucrania y Gaza. El organismo de Aleksander Ceferin apartó a Rusia de las fases de clasificación, en paralelo a las decisiones de los países occidentales, pero mantiene en su seno a Israel, igual que Eurovisión, del mismo modo que las grandes potencias del continente no han retirado a sus embajadores en Tel Aviv.

Ucrania, causa y privilegio

Ucrania toma parte en el torneo, después de una heroica clasificación y de que sus jugadores hayan sido liberados de las férreas normas de reclutamiento en el país, al considerar que competir es su forma de luchar. Un criterio tan entendible por la propaganda que busca Volodimir Zelenski para la causa ucraniana, como polémico por tratarse de un privilegio. El portero Lunin ha dejado claro que los importantes son los que están en el frente.

Ucrania gozará de simpatías en Alemania, pero su competitividad está lejos de llevarla al grupo de las selecciones con aspiraciones, pese a estar en uno de los grupos más asequibles, junto a Bélgica, Eslovaquia y Rumanía. Su título es su presencia.

Calendario de la Eurocopa Alemania 2024

El sueño de Platini y el Brexit

Italia, campeona en 2021, un año después por la pandemia, vive en una montaña rusa: no se clasificó para el Mundial anterior (Rusia) ni para el siguiente (Qatar). El pedigrí es su aliado, pero no parece en condiciones de repetir la gesta que cumplió en Wembley, ante Inglaterra. En Londres concluyó una Eurocopa extraña por la pandemia y por transitar por varios países. Cuando Michel Platini, ex presidente de la UEFA, la ideó, pretendía ser un homenaje al proyecto europeo. Cuando se celebró, el 'Brexit' había dinamitado uno de sus puentes y Platini había dejado su lugar entre acusaciones de corrupción. La maldición quiso que la final se celebrara en Londres, fuera ya de la UE.

La Inglaterra que entonces perdió es un candidato a todo desde hace unos años, ya que goza de una de sus mejores generaciones, a la que ahora se añade Jude Bellingham, después de su estirón y su Champions en el Madrid. Sin embargo, algo falla a nivel mental en este equipo que dirige un entrenador de perfil bajo, Gareth Southgate. Estuvo cerca en el Mundial de Rusia, cayó ante Italia en la final de Wembley y perdió ante Francia, con un error de Harry Kane en el punto de penalti, en Qatar. Sabe que es su última oportunidad.

Francia es la roca, pero una roca por la corre Mbappé y sobre la que baila Griezmann. El nuevo jugador del Madrid falló un penalti en la tanda que dejó fuera a su selección en la última edición, pero en la final del Mundial, pese a la caída de Francia, dejó claro su capacidad para cambiar el signo de un partido. La Euro es su primer gran torneo lejos del PSG, un estímulo más para este futbolista-depredador. Vinicius hará lo mismo en la Copa América, antes de su encuentro en el Bernabéu para jugar juntos por más Champions y uno contra el otro por el Balón de Oro.

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La bandera alemana

A ese Bernabéu no volverá Toni Kroos, cuyo regreso a Alemania es parte de su final de cuento. No todos lo escriben tan bien. Ha dado a la 'Mannschaft' el mando que necesitaba, porque jugadores de calidad le sobran. Kroos y el hecho de ser local confieren a Alemania una condición de favorita que no ha vuelto a exhibir desde su título mundial en Brasil, hace 10 años. Kroos estaba allí. Durante su Mundial de 2006, la juventud alemana acabó con complejo de exhibir su bandera, dado el pasado nazi. Ahora el peligro es que los radicales de la nueva Alemania no lo hagan en exceso y con otras intenciones.

También en Brasil estaba Cristiano, el eterno. El folletín que protagonizó en Qatar aventuraba un final de 'primadona' que ha perdido la voz, pero la gestión del español Roberto Martínez en el banquillo lo ha rehabilitado, pese a jugar en el balneario de Arabia. La clasificación de Portugal ha sido excelsa, hecho que la coloca en un segundo escalón en el que también está la España de Luis de la Fuente.

Campeona de la Liga de Naciones, donde derrotó a Italia y Croacia, rivales en su grupo, España llega tras la crisis del caso Rubiales, con un entrenador que fue parte del 'Rubialismo' y un presidente, Pedro Rocha, imputado. El balón dictará, pues, sentencia con respecto a una selección que depende de jugadores clave: Carvajal, Rodri, Pedri, Nico Williams y Lamine Yamal.

Carvajal ha hecho su mejor temporada tras muchos sinsabores con España; el jugador del City es el compás de un equipo pragmático, olvidado el catecismo de la posesión; el canario fue el mejor joven de la pasada Euro y vuelve al mismo sitio tras reventar y entrar en un bucle deportivo y personal; Nico tiene la platea que no le ofrece el Athletic, y Yamal está, a sus 16 años, ante el reto de romper en estrella de la Europa que viene, esperemos que con menos euroescépticos.

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