Cristiano, Mbappé y la persecución al ídolo del póster: una tarde de 2012, el "no" de 2017, el '9' del Real Madrid...

Cristiano, Mbappé y la persecución al ídolo del póster: una tarde de 2012, el “no” de 2017, el ‘9’ del Real Madrid…

Fueron cuatro días a principios del mes de diciembre de 2012. Un día, el 3, 'debutó' con el Cadete B del Real Madrid junto a Achraf Hakimi y Óscar Rodríguez, que luego han hecho carrera en la elite, y al otro conoció a Cristiano Ronaldo, el protagonista de los pósters que llenaban su habitación en Bondy. Casi 12 años después, Kylian Mbappé se reencuentra hoy con su gran ídolo, su «referente», su «inspiración», el jugador por el que tiene «más admiración», como admitió ayer en la sala de prensa del Volksparkstadium de Hamburgo. 12 años después, es capitán de la selección de Francia y campeón del mundo. Enfrente, Cristiano, líder eterno de Portugal.

«Cristiano sólo hay uno», reconoció ayer Mbappé, convertido en líder deportivo, político y social de su generación y en nuevo fichaje del Real Madrid. Ahora sí. «Emocionado por verte brillar en el Bernabéu», le dijo Cristiano el día que se anunció la firma del francés por el conjunto blanco. Les une una relación muy cercana, no de amistad, pero sí de compañerismo y admiración mutua. Comparten patrocinio de Nike y Cristiano, consciente de que siempre ha sido su ídolo, «ha estado muy pendiente deél», cuenta en la concentración portuguesa. En 2012, los dos posaron sonrientes en una foto que fue la elegida por Kylian para anunciar su llegada a Chamartín.

Esos días de diciembre, Fayza y Wilfried, padres de la criatura, aceptaron la invitación de Zinedine Zidane y le entregaron a su hijo el mejor regalo por su 14º cumpleaños: saludar a los jugadores del primer equipo del Madrid y realizar un par de entrenamientos con varios equipos de la cantera. «Estuvo casi firmado, pero se fue al Mónaco», confesó en 2017 Zidane, en aquel momento asesor de la dirección deportiva y el hombre que puso por primera vez el nombre de Mbappé sobre la mesa madridista. No sabemos qué hubiera pasado si se hubiera quedado en Valdebebas, pero no fue la primera vez que 'rechazó' estar cerca de Cristiano, deportivamente hablando.

El "no" de 2017

Mbappé dijo «no» al Madrid en 2012 y le volvió a decir «no» en 2017, en una decisión mucho más importante. Acababa de explotar en el Mónaco, con goles clave en la Champions, y el Madrid volvió a la carga. Esta vez, obviamente, no era para la cantera. La directiva madridista quería convertirlo en una pieza más del ataque junto a Bale, Benzema y Cristiano, pero Mbappé dijo «no» a jugar con el portugués. No porque no lo deseara, sino porque pensó en su carrera y su legado. Ganar con Francia y con el equipo de su ciudad y luego marcharse. Y así lo hizo. Levantó el Mundial de Rusia en 2018 y aunque el PSG no ha conseguido una Champions, será recordado en París.

Ahora, el '9' es suyo: «Yo no soy Cristiano. Cristiano sólo hay uno. Ahora tengo que hacer mi camino». El adolescente que se pasaba las tardes viendo vídeos del portugués en esa habitación heredará ahora el número '9' que vistió el luso en su primera temporada en el Madrid. No podrá vestir el '7', propiedad de Vinicius, pero su presentación, el próximo 16 de julio, estará a la altura de la de su ídolo: un Bernabéu lleno por y para él. «Es madridista y su ídolo siempre ha sido Cristiano. Se pasaba horas viendo vídeos en internet», confesaba su padre en una entrevista en 2017, justo antes del fichaje del joven delantero por el PSG.

Los enfrentamientos

Francés y portugués se han enfrentado en cuatro ocasiones, con dos triunfos para Cristiano y dos empates. El luso ganó en los octavos de final de la Champions 16-17 (3-1 y 1-2 para el Madrid ante el PSG) y firmaron tablas en la Liga de Naciones de 2020 (0-0) y en la Eurocopa de 2021 (2-2). Eso sí, Mbappé no sabe lo que es marcarle en partido oficial al equipo de Cristiano: cinco goles del portugués y ninguno del galo.

Las comparaciones entre ambos son obligatorias. No por su estilo de juego, pero sí por las similitudes en sus números y en su aterrizaje en la Castellana. A sus 25 años, Mbappé ha logrado ya el Mundial que le faltará a su gran ídolo, pero debe acelerar si quiere conquistar algunos de los récords del icono de Madeira. A su edad, Cristiano, que fichó por el Madrid a los 24, ya había ganado una Champions y un Balón de Oro, ambos, eso sí, lejos del Bernabéu. La primera 'orejona' vestido de blanco la logró con 29, en 2014, y el triplete consecutivo con 31, 32 y 33 hasta completar nueve temporadas como madridista.

La persecución goleadora

Kylian tiene tiempo para dominar Europa y el Bernabéu, pero no debe relajarse. Entre el Mónaco y el PSG, Mbappé ha sumado 282 goles en ocho temporadas. Es decir, 35 tantos por curso. Para que se hagan una idea, Cristiano Ronaldo es el máximo goleador de la historia del Madrid con 450 goles en nueve campañas. A 50 por año. Palabras mayores. Los valedores de Mbappé y el propio Madrid se agarran a los números del portugués con el Manchester United y la explosión vivida tras su llegada al Bernabéu. En sus últimas tres temporadas en Old Trafford, el luso había anotado 30 goles por curso. ¿Podrá superarle?

Antes del inicio de esa persecución madridista, ídolo y heredero se enfrentarán esta tarde en Hamburgo. El niño de los pósters puede retirar de su selección a su máximo referente. En juego, la Eurocopa.

División por la política, nervios por los minutos, póquer y piano en la concentración de Francia

División por la política, nervios por los minutos, póquer y piano en la concentración de Francia

Paderborn está a medio camino entre la cuenca del Ruhr y Hamburgo. En la primera, la selección francesa ha disputado sus principales partidos de esta Eurocopa: el debut y los octavos en Dusseldorf y el tercer encuentro de la fase de grupos en Dortmund. Ahora debe caminar hacia el Este de Alemania, al Volksparkstadion de Hamburgo, para encontrarse con Portugal en unos cuartos de final extraordinarios. Lo hará, eso sí, con un ambiente extraño en su concentración.

Una tarde en el Home Deluxe Arena de Paderborn, donde entrena cada día la plantilla de Didier Deschamps, basta para entender algunas de las cosas que están pasando en la selección francesa. "El aire no es el mismo que en Rusia o en Qatar", admiten los periodistas que siguen el día a día de la selección gala. Dicen que la relación entre los futbolistas no es la misma que en otras ocasiones y que el vestuario está "dividido" por la política. No en cuanto a ideologías, pero sí en la manera de enfocar los reclamos de las últimas semanas. Según ha podido saber este periódico, hay varios jugadores que no estaban de acuerdo con manifestarse públicamente sobre las elecciones.

De hecho, en el inicio de la concentración era un tema que se evitaba. "No he pensado en ello", aseguraba Camavinga hace cuatro semanas. "Prefiero hablar de fútbol", dijo Upamecano hace tres, unos días antes del primer duelo. "En el vestuario hemos dicho que tenemos una competición que preparar. Queremos mantener la concentración y no hablar de política", aseguró Kingsley Coman, también en las ruedas de prensa previas al debut contra Austria.

Pero todo cambió cuando Ousmane Dembélé dijo que "hay que salir a votar. Han saltado las alarmas". Los periodistas vieron el cielo abierto ante las primeras palabras de un jugador de la selección sobre el partido de Marine Le Pen y no han dejado de preguntar hasta ahora. Tres semanas de fútbol y política en Paderborn, empujadas al foco mediático por Marcus Thuram y, especialmente, Kylian Mbappé, capitán del conjunto galo y autor de una comparecencia que llegó a todos los rincones del planeta: "Estoy contra los extremos, llamo a los jóvenes a votar".

Un antes y un después

"Nunca habían tomado esta postura durante un torneo", explican en Paderborn, donde recuerdan cómo durante el Mundial de Qatar, la Federación Francesa insistió a los futbolistas a no pronunciarse sobre la falta de derechos humanos en el país, algo denunciado por selecciones potentes como Alemania.

No ha sido así con las elecciones generales francesas y con un vestuario con jugadores involucrados en varias luchas sociales. Durante estos últimos meses, Dembélé, Koundé o Thuram han publicado mensajes de apoyo a los ciudadanos de Gaza y el propio defensa del Barça tuiteó el domingo, día de las elecciones, un día antes de los octavos: "El RN (el partido de Le Pen) quita libertades. No es la solución".

"No debo utilizar mi fama"

Lo que ha trastocado el día a día de la selección no es el carácter de las declaraciones, sino el hecho en sí. "La política es muy seria y es bastante privada. Estoy aquí como futbolista y no debo utilizar mi fama. Hay que ir a votar, eso sí", expresó Griezmann, peso pesado en el vestuario, unos días después de la declaración de Mbappé.

Unas palabras que repitió Rabiot, pidiendo que "no debemos dejar que esto se interponga en el grupo porque tenemos una competición que gestionar". "Si pudiéramos dejarlo de lado por un tiempo, sería bueno", añadió el centrocampista. Una diferencia en el tono que explica la situación en el vestuario.

Nervios por los minutos

Deschamps, al que no le caracteriza su gestión de grupo, trata de calmar las aguas, aunque los resultados no le han dejado. El seleccionador suele utilizar el tercer partido de la fase de grupos, ya con el equipo clasificado, para dar minutos a los menos habituales, pero el empate contra Países Bajos en la segunda jornada le obligó a tirar de titulares ante Polonia. En octavos, además, sólo realizó un cambio. Otra situación que no agrada al grupo, con futbolistas importantes como Giroud, Camavinga, Dembélé y Coman sin minutos.

Mientras, Francia espera los cuartos en el Premier Park Hotel & Spa Best Western, un hotel de cuatro estrellas "no muy muy lujoso, pero cómodo", admite Deschamps. Un resort reservado para toda la expedición en el que no tendrán que compartir espacio con otros huéspedes, como sí hicieron en Budapest durante la última Eurocopa, y en el que la Federación ha instalado una sala con consolas, mesa de póquer, pista de baloncesto e incluso un piano para Tchouaméni y Camavinga.

Jules Kounde se alinea con Mbappé y se pronuncia sobre la jornada electoral en Francia

Jules Kounde se alinea con Mbappé y se pronuncia sobre la jornada electoral en Francia

Actualizado Domingo, 30 junio 2024 - 15:51

No ha sido en una rueda de prensa como la que ofreció el capitán de Francia antes de un partido de la Eurocopa. Pero el jugador 'bleu' Jules Koundé no se ha quedado al margen a la hora de dar una opinión sobre las elecciones legislativas en Francia, que tienen lugar este domingo.

Si Kilian Mbappé, en aquella ocasión, animó a todos los francesas para salir a votar y alejarse "de los extremos", el lateral del Barça ha manifestado en su cuenta de X -antes Twitter- que "la extrema derecha nunca ha llevado a un país hacia más libertades".

"Es un día importante para Francia y para su futuro. En los tiempos que corren, votar es un deber tanto como un derecho", comienza su mensaje.

Koundé considera que cada voz cuenta y que cada persona "es libre de dar su opinión". Pero, para él, "la extrema derecha nunca ha llevado a un país hacia más libertades, más justicia y convivencia". Y cree que nunca lo hará.

"Veo un partido fundado en el odio al otro, la desinformación y cuyos discursos buscan estigmatizar y dividirnos. El RN no es una solución", en alusión clara al Rassemblement National, Agrupación Nacional, en español, el partido de Marine Le Pen.

El ex del Sevilla no pretende que su tuit sea "una lección". "Es sólo mi opinión. Y ustedes harán con ella lo que quieran", se despide.

Bajo la máscara de Kylian Mbappé

Bajo la máscara de Kylian Mbappé

Busca uno refugio de la política en el fútbol, dócil al plan de esta sección, y va Mbappé y opina de las legislativas en Francia. La Eurocopa como resaca electoral: la derecha se ha cabreado con el francés malinterpretándolo, la izquierda lo ha elogiado sin querer entenderlo y el centro melancólico ha alzado la sabia ceja con la que Carletto suele despachar las obviedades.

Mbappé ha expresado una opinión ecuménica en la que pueden reconocerse todo

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Del “¿cómo está Mbappé?” al “¿ideas para máscaras?”: la noche del miedo para Francia

Actualizado Martes, 18 junio 2024 - 11:59

Nadie quería preguntar otra cosa. "¿Cómo está Kylian?". Los jugadores de la selección francesa pasaron por la zona mixta de Dusseldorf con más miedos que respuestas ante una situación que podía cambiar el curso de su Eurocopa. La imagen de Kylian Mbappé con la nariz ensangrentada tras un golpe fortuito con el hombro del central austriaco dejó helado al vestuario. "Parece que tiene la nariz rota", avisó Deschamps una vez terminado el partido.

Una fractura nasal implicaba algunas variantes dependiendo de la gravedad. Podía jugar con una máscara... O podía abandonar la Eurocopa. Un drama para la selección. "No sé, vamos a ver...", respondía Aurélien Tchouaméni, amigo íntimo del delantero, preocupado en los pasillos del Merkur Spiel-Arena.

"Es nuestro capitán, vamos a esperar a mañana y a ver cómo continuamos en la competición", decía Jules Koundé. "Creo que podría jugar el tercer partido", se animaba a presagiar Rabiot. "A ver si no es nada", pedía Saliba. ¿La realidad? Nadie sabía nada.

Una ambulancia sacó a Mbappé del estadio a los pocos minutos del final del duelo. El atacante salió andando del vestuario hasta el vehículo, igual que en el césped, sin requerir camilla, algo que aliviaba un poco al cuerpo técnico, impactado por toda la sangre que había perdido. "No está nada bien, es muy preocupante, parece un golpe complicado... Es el gran punto negativo de esta noche", admitía Deschamps en la sala de prensa, donde dejaba una frase que sacudió a toda la expedición: "Si las noticias no son buenas, tendremos que luchar sin él".

Las palabras del seleccionador alentaron las informaciones de que Mbappé iba a ser operado de urgencia en el Hospital Universitario de Dusseldorf. Más miedo. La cirugía le dejaría lejos del césped durante muchos días, quizás demasiados para competir. En la zona mixta, los periodistas franceses ya hablaban de una fecha de vuelta: "Si le operan, le perdemos hasta semifinales (9 y 10 de julio)".

La tensión era tal en cada comparecencia de cada jugador que el jefe de prensa de la selección tuvo que intervenir durante las insistentes preguntas a Giroud: "Chicos, ahora mismo sabemos lo mismo que vosotros. Los jugadores no saben nada. Haremos un comunicado cuando tengamos más informaciones". "Yo sólo sé que duele mucho, lo sufrí y no es agradable. Luego jugué con una máscara... A ver qué pasa", reflexionaba el veterano delantero mientras su compañero estaba en el hospital.

Al cabo de una hora, la Federación emitió un comunicado relativamente tranquilizador tras las pruebas médicas. "Mbappé sufrió una fractura de nariz. Fue atendido en primer lugar por el personal médico y el doctor Franck Le Gall, que le diagnosticó una fractura de nariz. El diagnóstico se confirmó durante los exámenes de rayos X en el hospital de Düsseldorf", declaraba el comunicado, que avisaba que el futbolista "recibirá tratamiento en los próximos días, pero no se someterá a cirugía en un futuro inmediato". "Se confeccionará una máscara para que el número 10 de la selección pueda volver a la competición tras un periodo dedicado al tratamiento", finalizaban.

Superado el susto, ese "periodo dedicado al tratamiento" es lo que ahora preocupa en la expedición. Francia se enfrenta a Países Bajos el viernes en Leipzig en un partido clave por el primer puesto del grupo, y el atacante, según aseguran fuentes de la selección, es "duda" para ese encuentro.

Mbappé no pasó la noche en el hospital y regresó a Paderborn, hogar del campamento base de los galos. Y desde el vehículo que le trasladó al hotel dio su primer mensaje. "¿Ideas para máscaras?", bromeó en sus redes sociales. Una publicación que da esperanza a sus aficionados.

Mbappé se rompe la nariz en la rácana victoria de Francia ante Austria

Mbappé se rompe la nariz en la rácana victoria de Francia ante Austria

Un gol en propia puerta. Francia no necesitó nada más, ni hizo nada más, para debutar con victoria en la Eurocopa. El austriaco Wober se metió un balón en su portería tras un centro de Mbappé y Deschamps cumplió con su rancio, mínimo y simple deseo: ganar, algo que con la plantilla que dirige debería ser mucho más fácil. El técnico agitó los puños con rabia en el banquillo cuando sonó el pitido final y acabó el sufrimiento de su equipo, superado por Austria durante gran parte del duelo.

Pero el sufrimiento puede prolongarse en lo que queda de Eurocopa, toda vez que un choque fortuito entre la estrella gala y el central Danso terminó con un golpe en la nariz de Mbappé que le obligó a abandonar el terreno de juego. El propio seleccionador aseguró al término del partido que el futbolista podría haber sufrido una rotura, algo que luego se confirmó con el jugador camino del hospital de Dusseldorf para ser operado de urgencia.

En Dusseldorf, el técnico insistió con Rabiot, que ahora en la Juventus, y con Kanté, que juega desde el pasado verano en el Al-Ittihad saudí, como si el último lustro no hubiera avanzado, y sentó a Tchouaméni y a Camavinga. Uno puede entender los gustos del seleccionador galo, pero la realidad de la primera parte que se vio en el Esprit Arena no fue lo que Dédé se imaginaba. O sí.

En Francia repiten desde hace años que Deschamps no quiere el balón, que prefiere esperar a su rival, se llame Austria o se llame Alemania. Da igual. No quiere la pelota. Quizás porque esa plantilla a la que denominan la mejor del mundo tiene de todo menos un organizador. No lo es Tchouaméni, tampoco Camavinga, mucho menos Kanté o Rabiot. Por eso no le queda más remedio que convertir a Griezmann en centrocampista y jugar con cuatro delanteros, con Dembélé, Mbappé y Thuram arriba. Suena a alineación ofensiva, pero falta sentido.

Austria, por su parte, sí quiso el balón. Asumió la posesión y los riesgos de darle la cara al partido, dejando su espalda libre para las deseadas arrancadas de los velocistas franceses. En ese dominio austríaco, la solución de Deschamps fue la banda izquierda de Theo Hernández y de Mbappé. Un correcalles.

En el 8, el reciente fichaje del Madrid tuvo el 0-1 tras recoger un balón al espacio y encarar a Pentz. Buscó el primer palo, pero falló. Definió mordido y el portero desvió el intento a córner. Hubiera sido la situación soñada por Deschamps.

La ocasión no empujó a Francia a buscar más, la relajó. Se encerró en dos líneas de cuatro y entregó el balón a su rival, que no lo rechazó. El equipo de Ralf Rangnick, ideólogo de la factoría futbolística de Red Bull, mimó la pelota y se encontró con las mejores opciones del primer tramo. Francia sólo quiso correr, no dio ni tres pases seguidos y confió en el talento individual, con una contra mal finalizada por Griezmann como gran intento. Todo demasiado rancio.

En los últimos minutos de la primera parte el encuentro se aceleró. El exceso de pasotismo galo concluyó en una ocasión clarísima para el austríaco Baumgartner. Los de Rangnick enlazaron una buena contra en el lado izquierdo, donde el gigante Gregoritsch puso un buen centro que Laimer dejó al primer toque para la llegada de Baumgartner que el del Leipzig no aprovechó ante Maignan.

El fútbol suele castigar los fallos de un equipo teóricamente pequeño ante uno grande y en Dusseldorf hizo pagar a Austria sus errores. Dos minutos después, Mbappé se inventó una bicicleta en el lateral y puso un centro que Wober, sin querer, metió en su propia portería.

El descanso le entregó a Francia una ventaja injusta pero efectiva para mantener el plan de Deschamps, que no es otro que conseguir que pasen pocas cosas en el partido. Apenas un tiro a puerta de Austria y uno suyo para ir por delante. Tres puntos. Suficiente.

Francia no sentencia

Tras el intermedio no cambió el guion de los equipos, pero sí el oxígeno de los austríacos. En el 54, Mbappé le ganó la carrera a los dos centrales y se plantó sólo ante Pentz. Parecía gol seguro, pero el galo disparó incomprensiblemente fuera.

Rangnick decidió hacer cambios para ganar piernas, pero perdió ritmo y calidad y Francia, con mucho más músculo, perdonó el segundo. Kanté y Camavinga comenzaron a barrer balones sin parar. En el 66, Griezmann no llegó a un pase de la muerte de Theo y Pentz detuvo un disparo escorado de Thuram.

El tiempo añadido fue agónico para Francia, que no sentenció y sufrió ante el empuje austriaco, pero se llevó sus primeros tres puntos.

El partido de Le Pen responde a Mbappé: “Que no dé lecciones políticas”

Actualizado Lunes, 17 junio 2024 - 13:14

Horas muy tensas en la concentración de la selección francesa, que esta noche debuta ante Austria en la Eurocopa. Las palabras de varios jugadores durante los últimos días animando a los jóvenes a parar a la ultraderecha en las próximas elecciones generales, coronadas con el discurso de Kylian Mbappé en la rueda de prensa de ayer, han creado un cisma en el entorno del combinado galo. La Federación ha tenido que insistir en su "neutralidad" y ha pedido "que no se haga política con el equipo de fútbol", mientras que la Agrupación Nacional, el partido ultraderechista de Marine Le Pen, no ha tardado mucho en responder a los comentarios de Mbappé.

A mí me gusta Kylian Mbappé como jugador, pero que no me dé lecciones de política", aseguró esta mañana Sébastien Chenu, vicepresidente de RN. "Cuando se tiene la suerte y el honor de vestir la camiseta de la selección francesa, hay que mostrar un poco de moderación. Muchos votantes apoyan a la selección francesa y les gusta Kylian Mbappé. Tiene todo el derecho a opinar, y no me importa que se exprese, pero no espero que gente que está bastante alejada de la realidad venga a dar lecciones a los franceses", añadió.

Por su parte, el portavoz de Agrupación Nacional, Laurent Jacobelli, admitió que "no me siento aludido por la palabra 'extremo'. Ni yo ni nuestro partido". "Hay gente que quiere dividir, sí", dijo, y apuntó al propio vestuario de la selección francesa: "Representan a todos los franceses de todas las opiniones".

"No quiero división"

Ayer, en la rueda de prensa previa al debut de Francia ante Austria, Mbappé fue contundente sobre su postura con respecto a las próximas elecciones generales en el país tras la victoria de Le Pen en las europeas. "Los extremos están llamando a la puerta y yo quiero llamar la atención de los jóvenes. Id a votar. Sé que mi voz será escuchada. Kylian Mbappé está contra los extremos, contra los que dividen. Hay jóvenes que se abstienen y quiero darles este mensaje. Su voz sí cambia las cosas. Quiero estar orgulloso de defender a un país que tiene valores de respeto y diversidad y espero estar orgulloso el próximo 7 de julio. No quiero un país fragmentado, no quiero división", reflexionó.

Marcus Thuram y Ousmane Dembélé también se han referido a la política durante la última semana. "Tenemos que decirle a todo el mundo que vaya a votar. Como ciudadanos hay que luchar a diario para que esto no vuelva a suceder y que no gane la Agrupación Nacional (el partido de Le Pen)", declaró hace un par de días Thuram. "Estoy de acuerdo con Marcus", respondió ayer Mbappé.

Dembélé, por su parte, se refirió durante la semana a que había sonado "la alarma", en referencia también al triunfo de Le Pen en las europeas. "Tenemos que movilizarnos para ir a votar. Tenemos que movilizarnos. ¡Todos, id a votar! Se acercan las elecciones legislativas", dijo.

De Zidane a Mbappé, los 20 años de pelea de la selección francesa contra los Le Pen: “Que no gane la Agrupación Nacional”

Actualizado Domingo, 16 junio 2024 - 22:57

En Paderborn, hogar de la selección francesa durante la Eurocopa, no se ha hablado de otra cosa durante toda la semana. Algo que no tiene nada que ver con el fútbol pero sí con los futbolistas. La concentración del conjunto galo vive pendiente de la situación política de su país desde los resultados de las elecciones europeas de la semana pasada y la convocatoria de elecciones generales para el 7 de julio. El vestuario, completo por muchos hijos de inmigrantes, ha decidido romper el clásico silencio de los deportistas de élite y saltar al charco mediático para combatir el auge del partido de ultraderecha presidido por Marine Le Pen. Una realidad que no es nueva en la selección, donde hace 20 años Zinedine Zidane lideró el rechazo del equipo a Jean-Marie, el padre de la actual candidata. Ahora ese liderazgo es de Kylian Mbappé.

«¿En que posición política está usted?», le preguntaron directamente al futbolista, capitán de la selección, en la rueda de prensa previa al debut contra Austria. Su respuesta fue tan directa como contundente: «Kylian Mbappé está contra los extremos, contra los que dividen. Hay jóvenes que se abstienen y quiero darles este mensaje. Su voz sí cambia las cosas. Quiero estar orgulloso de defender a un país que tiene valores de respeto y diversidad y espero estar orgulloso el próximo 7 de julio. No quiero un país fragmentado, no quiero división», reflexionó.

Para saber más

El atacante, anunciado ya como nuevo jugador del Real Madrid, estrena brazalete en un gran torneo después de la retirada de Lloris y no escapó del foco, lo agarró con un discurso mucho más político que futbolístico, poniéndose en el centro del debate sobre el auge de la ultraderecha. «Somos futbolistas pero también personas y no podemos desconectar de la realidad. Los extremos están llamando a la puerta y yo quiero llamar la atención de los jóvenes. Id a votar. Sé que mi voz será escuchada. Cada voto cuenta», insistió con seriedad, recordando que aunque «estamos concentrados», «esto es más importante que el partido contra Austria».

Las palabras de Dembélé y Thuram

El discurso de Mbappé no es el primero del actual vestuario, pero sí el más importante al tratarse de su máxima estrella y del jugador que más ha hablado con Emmanuel Macron durante los últimos meses. El presidente medió para que renovara con el PSG y para que el Madrid le dejara acudir a los Juegos. Mbappé, eso sí, no anunció su voto, sino que continuó con su rechazo «a los extremos», en clara referencia a Le Pen y después de los comentarios de sus compañeros Dembélé y Thuram.

«Tenemos que decirle a todo el mundo que vaya a votar. Como ciudadanos hay que luchar a diario para que esto no vuelva a suceder y que no gane laAgrupación Nacional (el partido de Le Pen», declaró hace un par de días Marcus Thuram. «Estoy de acuerdo con Marcus», respondió ayer Mbappé. «Quiero diversidad, tolerancia y respeto. Tenemos libertad de expresión para hablar y yo me alineo con él», añadió.

Dembélé, por su parte, se refirió durante la semana a que había sonado «la alarma», en referencia también al triunfo de Le Pen en las europeas. «Tenemos que movilizarnos para ir a votar. Tenemos que movilizarnos. ¡Todos, id a votar! Se acercan las elecciones legislativas», dijo.

También se pronunció Ferland Mendy, defensa del Madrid, aunque fue más tibio en sus declaraciones. «Claro que hablamos sobre política. Cada uno tiene su posición, aunque no la detallamos en público. Cada uno hará lo que tenga que hacer».

Varios discursos que han obligado a la Federación Francesa de Fútbol a emitir un comunicado mostrando su «neutralidad» política. «Cada uno de ellos ha podido manifestarse libremente, según sus propias convicciones y su propia sensibilidad», pero el organismo también recordó que se debe «evitar cualquier presión y utilización política de la selección francesa».

La mala relación de Le Pen con el actual vestuario de la selección francesa no es nueva. Viene desde 2010, cuando aseguró que «muchos futbolistas de la selección llevan a otro país en su corazón», cuestionando el sentimiento francés de la plantilla. Una plantilla que con el paso de los años es todavía más diversa en sus orígenes.

Su padre, Jean-Marie, también recibió el rechazo del grupo campeón del Mundial de Francia 98. «No representa a la Francia auténtica, sino a la Francia del papeleo», dijo el político. Cuatro años después, Zidane lideró una protesta contra él antes de las elecciones. «La gente tiene que votar. Es muy importante. Y, sobre todo, hay que pensar en las consecuencias que puede tener votar a un partido que no corresponde para nada con los valores de Francia», aseguró sobre el partido de Le Pen. «Soy francés y mi padre es argelino. Estoy orgulloso de ser francés y estoy orgulloso de que mi padre sea argelino», añadió en su momento.

Ahora, la máxima estrella del fútbol francés vuelve a liderar la lucha del vestuario contra el líder de la extrema derecha.

Mbappé alza la voz sobre las elecciones francesas: “Estoy contra los extremos, llamo a los jóvenes a votar”

Actualizado Domingo, 16 junio 2024 - 17:29

Kylian Mbappé asumió la responsabilidad de ser la primera voz de Francia en esta Eurocopa. El delantero, anunciado ya como nuevo jugador del Real Madrid, se estrena como capitán de su selección en un gran torneo después de la retirada de Lloris. Y este domingo en Dusseldorf se llevó todos los focos con un discurso mucho más político que futbolístico, poniéndose en el centro del debate sobre las próximas elecciones al gobierno francés y el auge de la ultraderecha.

"Estamos en un momento importante en nuestro país. Somos futbolistas pero también personas y no podemos desconectar de la realidad. Los jóvenes pueden hacer la diferencia y los extremos están llamando a la puerta, por eso quiero llamar su atención. Jóvenes, id a votar. Sé que mi voz será escuchada. Queremos respeto y diversidad y cada voto cuenta. Espero que se haga una buena elección y estemos orgullosos de vestir esta camiseta el 7 de julio", reflexionó en la primera pregunta.

Y no se quedó ahí. Preguntado por los comentarios de Marcus Thuram, en los que avisaba directamente sobre el partido de Marine Le Pen, Mbappé dijo que "estoy de acuerdo con Marcus". "Yo quiero diversidad, tolerancia y respeto, Marcus no ha ido lejos con sus comentarios. Tenemos libertad de expresión para hablar, y yo me alineo con él", insistió.

Francia debuta este lunes contra Austria en la Eurocopa, pero Mbappé volvió a repetir que las elecciones "son más importante que el partido de mañana". "Eso no quiere decir que no estemos concentrados", advirtió. "Estamos compitiendo y estamos defendiendo los colores de nuestro país, pero quiero defender la camiseta de un país que respeta y tolera".

Y, de nuevo, no se quedó ahí, fue todavía más contundente: "Kylian Mbappe está contra los extremos, contra los que dividen. Hay jóvenes que se abstienen y quiero darles este mensaje. Su voz sí cambia las cosas. Quiero estar orgulloso de defender a un país que defiende estos valores. No quiero un país fragmentado, no quiero división, quiero diversidad y respeto".

La presión de Francia e Inglaterra sobre Mbappé y Bellingham, las estrellas que dijeron “no” a París y a la Premier

Actualizado Jueves, 13 junio 2024 - 07:46

Los dos tienen un valor de mercado de 180 millones de euros, el más alto de toda la Eurocopa. Los dos vestirán el número 10 de su selección, el dorsal más icónico del fútbol. Los dos son la viga que soporta la presión de sus países, obligados a ganar un torneo en el que parten como claros favoritos. Los dos, por si fuera poco, jugarán a partir de agosto en el mismo equipo, el Real Madrid, actual campeón de Europa y centro mediático del balón. Kyl

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