La crisis les hace hombres. No hay más remedio. Las situaciones adversas esconden oportunidades, y entre las muchas adversidades del Barça aparecen futbolistas imberbes como si escaparan de las sombras. Cubarsí, Fermín y Lamine Yamal lo hicieron el d
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El Barça no lo tuvo fácil. Pero, por fin, cuatro años después, volverá a estar en cuartos de final de la Champions. Los de Xavi se las prometieron muy felices con un madrugador 2-0, nacido de las botas de Fermín y Cancelo. Pero, a la media hora del duelo, se encontró con un 2-1 que espoleó las ganas de un Nápoles más que dispuesto a amargarle la velada. Sobre todo, en una segunda parte en la que los italianos acosaron a Ter Stegen e, incluso, pidieron un posible penalti de Cubarsí a Osimhen, finalmente no concedido por el árbitro. Lewandowski, en la recta final del encuentro, se encargaría de materializar un 3-1 que acabó con cualquier tipo de suspense.
El pase a cuartos le da un poco más de aire a un equipo acostumbrado a encadenar mazazo tras mazazo en Europa en las últimas cuatro campañas. La última vez lo hizo, curiosamente, también a costa del Nápoles en una temporada 2019-20 marcada por el estallido de la pandemia de coronavirus, pero acabó siendo un caramelo envenenado. El Bayern, en unos cuartos a partido único en Lisboa, borró de un plumazo sus sueños con un cruel y humillante 2-8 que, a la postre, provocó un terremoto con Messi y acabó por costarle la presidencia a Josep Maria Bartomeu. A nivel económico, además, el pase supone para las maltrechas arcas barcelonistas ingresar unos nada desdeñables 10,3 millones de euros, a los que se sumarían unos cuatro millones más en concepto de taquillaje de uno de los duelos de cuartos, y cumplir, además, con un presupuesto que contemplaba meterse, por lo menos, en esta ronda de la máxima competición europea.
La noche en que el Barça se jugaba el ser o no ser en la Champions, Xavi apostó con fuerza por los jóvenes. Pau Cubarsí, que en Italia se quedó en el banquillo, formó pareja en el centro de la zaga con Araujo y firmó así, con 17 años cumplidos el pasado mes de enero, su estreno en la máxima competición continental. Fermín, por su parte, entró también en el once tras haber sido suplente de inicio el pasado viernes frente al Mallorca y Lamine Yamal, imprescindible para que su equipo se llevara el triunfo frente al conjunto isleño, mantuvo su titularidad en punta.
Y a decir verdad, la apuesta le salió bastante bien. Nada más empezar, Cubarsí le ganó la partida sin despeinarse a Osimhen dentro del área azulgrana y el Barça exhibió una ambición en la presión prometedora, por mucho que los visitantes amenazaran con dar algún susto. Los locales, no obstante, fueron los primeros en abrir fuego. Fermín, tras una buena combinación entre Cancelo, Raphinha y Lewandowski, éste haciendo gala de inteligencia para dejar pasar el balón, puso el 1-0 cuando apenas se habían jugado los primeros 15 minutos del duelo. Las cosas, además, se pondrían aún mejor cuando el defensa portugués, aprovechando un remate de Raphinha tras asistencia de Yamal que se estrelló en el palo, llevó el 2-0 al marcador apenas dos minutos después.
Los azulgrana se las prometían muy felices. Hasta que Rrahmani, cerca de la media hora, les aguó la fiesta con un 2-1 que volvía a meter al Nápoles en el partido, en una acción ofensiva de los italianos en la que Araujo no estuvo fino al buscar el fuera de juego. Ahí, el duelo se igualó. Tanto, que Ter Stegen, a mano cambiada, evitó poco después el empate tras remate de cabeza de Di Lorenzo. El Barça, a pesar del susto, se las arreglaría aún para tener alguna opción para lograr que el marcador volviera a moverse antes del descanso.
El Barça, tan ciclotímico como de costumbre, volvió a mostrar su peor versión en un arranque de segundo tiempo en el que Kvaratskhelia envió un duro disparo desde la frontal fuera por poco y el Nápoles en pleno protestó como penalti una acción de Cubarsí sobre Osimhen. Ni el árbitro ni el VAR consideraron que fuera punible. Los italianos, poco a poco, fueron acosando cada vez más el área de Ter Stegen. Pasados ocho minutos de tensión, los azulgrana se desquitaron con un remate de Raphinha al cuerpo de Meret que pareció devolverles la serenidad. Al menos, en parte, porque los napolitanos no tardarían en retomar su asedio.
El cariz que iba tomando el partido no invitaba al optimismo para un Barça que se revolvía sólo a bandazos. Bandazos que, eso sí, por lo menos, lograban poner a prueba la concentración de Meret. El Nápoles, por lo menos, tampoco acertaba a la hora de encontrar un gol que pudiera permitirle forzar al menos la prórroga. Hasta que Lewandowski, tras asistencia de un Sergi Roberto que le dejó el gol prácticamente hecho, le puso fin al suspense con un 3-1 que dejó la eliminatoria vista para sentencia.
El presidente del Nápoles, Aurelio de Laurentiis, protagonizó este lunes una nueva polémica sobre el césped del estadio de Montjuïc en la previa del partido de vuelta de los octavos de final de la Champions que enfrentará a su equipo con el Barcelona.
El controvertido directivo apareció en el terreno de juego mientras los jugadores y el cuerpo técnico atendían a los medios de comunicación para detener la entrevista que Politano estaba concediendo a Sky Sport con muy malos modos.
Tal y como puede verse en un vídeo publicado por El Chiringuito, De Laurentiis se lleva al jugador y tras discutir de manera acalorada con los trabajadores del medio acaba empujando a un cámara.
En ese momento, Movistar Plus estaba entrevistando al entrenador del Nápoles, Francesco Calzona, justo al lado. En sus imágenes se ve pasar a De Laurentiis, visiblemente enfadado, y gritando a Politano: "Ven aquí. ¡Es con Di Marzio con quien debes hablar!".
El incidente ha provocado también la reacción de Federico Ferri, director de Sky Sport, que ha lamentado lo ocurrido en su cuenta de X: "Sky Sport decide quién realiza las entrevistas de Sky Sport. Sin palabras por lo sucedido a nuestro periodista y a nuestro cámara. Lo condeno sin más comentarios".
"Una cosa es segura: seguimos como siempre, con profesionalidad, rigor y credibilidad. Y educación", finaliza el escrito de Ferri.
Nadie diría que Pau Cubarsí (Estanyol, 2007) prácticamente acaba de cumplir los 17 años. Ahora mismo, es una promesa ya muy presente en la defensa del Barça. No sólo es capaz de medirse con solvencia a cualquier delantero rival, le saque los años o los centímetros que le saque, sino que también está atento en las coberturas y tiene un desplazamiento de balón envidiable. Se ha convertido en uno de los zagueros más fiables del equipo, pero el destino y los planes de Xavi le han privado de estrenarse aún en la Champions. Puede que sólo hasta este mismo martes. Por mucho que el técnico azulgrana no quiera dar pistas y que apostara por la dupla formada por Araujo e Íñigo Martínez en el Diego Armando Maradona, la vuelta de los cuartos de final ante el Nápoles puede ser, al fin, el escenario de su gran debut europeo.
«No daré pistas al rival, y no se lo he dicho a ellos tampoco. Juegue quien juegue, hay centrales de garantías para hacerlo bien», esgrimió en la previa un Xavi que recalcó su confianza en los jóvenes. «Hay que decirles que es una gran oportunidad y que hay que disfrutarla. Que con 16 o 17 años estén ahí, es espectacular. Sobre todo, se trata de ser positivos y competir», aseveró. Cubarsí, desde luego, tiene madera de campeón. Pero la madera hay que trabajarla con mimo para conseguir piezas de alto valor. Procede de toda una saga de carpinteros y eso, seguro, lo ha tenido muy claro desde siempre. Su primer club serio, con siete años, fue el Girona, pero en 2018 se incorporó ya a las filas del Barça, después de que un ojeador azulgrana quedara impresionado por su temple en la zaga. «Intento dar el máximo en cada acción, voy al 200% y me da igual quien tenga delante», señaló el joven central hace tan sólo unos días tras el contundente 4-0 al Getafe.
A lo largo de su meteórico paso por el fútbol base barcelonista, la impresión que ha dejado en sus técnicos ha sido casi unánime. Se trata de un jugador que disfruta defendiendo. Lo que para muchos es una cuestión de sacrificio, lo tiene grabado a fuego en su forma de ser y de jugar. De ahí que se haya afianzado a pasos agigantados en un equipo muy necesitado de reencontrarse con su solidez de antaño. Y Cubarsí, además de cerrar como pocos la puerta, también es capaz de buscar la mejor salida para el balón. «Es inteligente, sabe cuándo chocar y cuándo no y no ha perdido ni un duelo ante jugadores más fuertes. Es espectacular. La jerarquía que tiene, la pausa, la capacidad para generar desde atrás... No parece que tenga 17 años», insistió el técnico tras el apurado triunfo del pasado viernes frente al Mallorca.
La Premier
El último año ha sido todo un sueño para un Cubarsí que se confiesa culé desde niño. Y apelar a ese sentimiento, como ya se hizo también en el caso del ahora lesionado Gavi, ha sido hasta el momento el gran antídoto para evitar que hiciera las maletas antes de tiempo. Como en el pasado, la Premier ha intentado llevárselo. El recuerdo tanto de sus éxitos en el pasado con futbolistas como Cesc Fàbregas o Gerard Piqué, o más recientes, como en el caso de Eric García, hizo que muchos conjuntos ingleses trataran de echarle encima el guante. Entre ellos, cómo no, el Manchester City de Pep Guardiola. Pero el joven defensa se entrenó por primera vez con los mayores en abril del año pasado, viajó a Estados Unidos para llevar a cabo la pretemporada con el primer equipo y los cantos de sirena se alejaron.
Su debut oficial, no obstante, no se produjo hasta el pasado 18 de enero, en la Copa, frente a Unionistas. Desde entonces, su crecimiento ha sido imparable. «Como futbolista, a su edad, está haciendo un trabajo espectacular. A nivel personal, es muy accesible, siempre está abierto a mejorar. Sólo está al principio de su carrera, así que imaginaos cuánto puede mejorar todavía. Es un buen momento para que acumule muchos más minutos. Está en un estado de forma espectacular y tenemos que aprovecharnos de ello», sentenció este mismo lunes Marc-André ter Stegen.
El Barça, puede que sin querer con media cabeza en Europa, flirteó durante muchos minutos con el desastre. Eso habría supuesto no sumar los tres puntos frente al Mallorca. A los azulgrana les costó mucho abrir la lata. Muchísimo. Hasta que Lamine Yamal, con una genialidad cuando el partido entraba ya en su recta final, disipó los nubarrones de tormenta. Su disparo, con rosca, entró casi por la escuadra y le cambió por completo el signo a una velada en la que había estado aparentemente falto de inspiración. El gol, con todo, evidencia también una cosa: los azulgrana necesitan más que encomendarse a golpes de efecto. Tanto para seguir lo más vivos posible en la Liga como para no tirar por la borda la Champions antes de tiempo.
El Mallorca llegaba a Montjuïc con un 2024 lleno de claroscuros. Con cuatro derrotas, tres empates y dos victorias en su haber en la Liga desde el arranque del año, los de Javier Aguirre se encontraban a 8 puntos de distancia de un Cádiz que marcaba el arranque de los puestos de descenso, pero justo también tras convertir Son Moix en una trampa mortal para el Girona. La Copa, además, ha sido otra cosa. De ello pueden dar fe tanto el mismo Girona como la Real Sociedad. La gran incógnita era qué imagen iba a mostrar ante un Barça del que nunca sabes bien qué cara va a mostrar. Incluso dentro de un mismo partido.
Xavi, que tuvo que ver el partido desde la grada por sanción, no sólo acabó por reinventar en gran parte su once en el centro del campo, obligado por las lesiones de Pedri y De Jong. Raphinha, en este caso, fue el encargado de acompañar inicialmente a Gündogan en la medular, pero la gran sorpresa estuvo en punta. Marc Guiu, en este caso, fue el encargado de tomarle de inicio el relevo a Robert Lewandowski. Por dos motivos. Además de la acumulación de minutos que suma en sus botas, el polaco está a sólo una amarilla de la suspensión y el domingo que viene toca visita al Metropolitano. Los azulgrana saltaron al terreno de juego con muchas ganas. Y, pese a la férrea defensa visitante, llegaron con frecuencia a las inmediaciones del área del Mallorca, pero con escaso peligro. Las cosas podrían haber cambiado mucho si Gündogan hubiera acertado a transformar el penalti de Copete sobre Raphinha, concedido a instancias del VAR. Rajkovic, no obstante, le acertó su escasa intención y acabó por desviar su disparo.
El alivio azulgrana
La acción no hundió a los azulgrana, pero sí tuvo un efecto revitalizador para un Mallorca que empezó a ganar más presencia cerca de un Ter Stegen que buscaba celebrar su partido 400 como barcelonista dejando su portería a cero. La falta de mordiente de los puntas a la hora de finalizar sus ataques, la postre, le permitieron marcharse al descanso por lo menos con ese objetivo cumplido. Eso, y la capacidad del joven Marc Cubarsí para batirse exitosamente con cualquier delantero, sea lo veterano que sea. E, incluso, para aportar las convenientes correcciones en cuanto es necesario.
El Barça saltó al terreno de juego en la reanudación hecho poco menos que un manojo de nervios. Por mucho que Joao Félix obligara a Rajkovic a lucirse en el arranque, la producción ofensiva de los azulgrana ni siquiera amenazaba seriamente a un Mallorca cada vez más cómodo en el césped. Lamine Yamal, con un zurdazo al travesaño, dio el primer aviso serio. Un aviso que, a su vez, espoleó a una grada aletargada por el frío y las escasas sensaciones que transmitían los suyos. Y aún animarían más las cosas el salto al terreno de juego de Lewandowski y Vitor Roque. Pero fue Lamine, finalmente, el que la rompió para poner el 1-0 en el marcador, con un disparo tras recorte que entró casi por la escuadra.
El gol alivió a un Barça para el que las urgencias empezaban a ser peligrosas. Le permitió sentirse más cómodo. Y más podría haberlo estado si, en alguna de sus sucesivas llegadas, hubiera podido lograr la sentencia. El Mallorca, sabedor de que aún podía tener alguna opción de pescar al menos un punto, no bajó los brazos en ningún momento y se mantuvo fiel a sus planteamientos. Tal vez, buscando alguna de esas desconexiones que tan caras les han costado a los barcelonistas en la presente campaña. Algo que, para alivio de los de Xavi, no volvió a manchar en esta ocasión un expediente a pesar de todo muy mejorable.
El centro del campo del Barcelona parece estar poco menos que gafado. Ante el Athletic, Xavi perdió de golpe dos de sus argumentos preferidos para la creación de juego: Pedri y Frenkie de Jong. El primero sufrió el enésimo percance muscular de su llegada a la entidad barcelonista, mientras que el segundo padeció un esguince de tobillo por una mala caída. Con este panorama, y con Gavi como baja de larga duración por la grave lesión de rodilla sufrida en noviembre del año pasado, al técnico no le quedará otra que buscar la mejor forma de reinventar la medular. Así lo confesaba en la rueda de prensa previa al partido de este viernes (21.00 h., Dazn) frente a un Mallorca que jugará el día 6 de abril ante el Athletic la cuarta final de Copa de su historia.
«No hay mucho donde elegir en el medio del campo. Medios naturales tenemos a Fermín, a Gündogan y poco más. Hay que reinventar, como sucedió con Christensen, que lo está haciendo bien como mediocentro. Podemos readaptar a Joao Félix, a Raphinha, a Ferran o alguno más», aseveró el entrenador azulgrana, quien no dudó en confesar que las de Pedri y De Jong son bajas «muy sensibles». En el caso del canario, quiso apuntar que se está haciendo todo lo posible para poner fin a esta mala racha de problemas musculares, a la que también quiso quitarle hierro. Sobre todo, apelando a que es algo que también les ha pasado a otros futbolistas en los inicios de su carrera deportiva.
«Hemos hecho un trabajo impecable, sobre todo Pedri. Le he dicho que ésta será la última lesión. Es menos grave de lo que parece y ojalá pueda volver pronto. Tenemos que hacer todo lo posible, y él quien más, para que no vuelva a pasar, ponerle los cinco sentidos. No es el primer jugador que tiene lesiones en el primer tramo de su carrera y está viviendo mucha presión con muy poca edad», argumentó un Xavi que está convencido de que la clave, ante todo, es la paciencia. «Tiene que ser positivo y convencerse de que se recuperará. No le veo problema alguno. Lo importante es que se recupere bien, al 100%, y que no piense ni en el clásico, ni en la Eurocopa», sentenció.
Fermín, un "perfeccionista"
El entrenador azulgrana, por otro lado, no escatimó elogios para un jugador que ahora tendrá más minutos y que acabó el partido frente al Athletic con muy malas sensaciones por el empate: Fermín. «Tiene una personalidad muy grande. Es muy perfeccionista y se autoimpone muchas cosas. El otro día no acabaría contento en San Mamés, como el resto del equipo. Te enfadas si no estás al nivel y él ya ha demostrado que tiene el nivel necesario para jugar en el Barça».
Las circunstancias, además, pueden obligarle a variar un poco su esquema. La filosofía, con todo, es innegociable. «El sistema se puede cambiar, pero el modelo, no. Tenemos que ser ofensivos, tener el balón. Eso no lo cambiaremos. La verdad es que no hemos tenido nunca juntos a los centrocampistas y eso nos ha pesado», recalcó un Xavi que, pese a la distancia de ocho puntos con Real Madrid, se resiste a tirar la toalla en la Liga.
«Lo vamos a intentar hasta el final, hasta que los números digan que no», aseguró un Xavi que, pese a la trascendencia del partido del martes frente al Nápoles, quiere que sus jugadores estén centrados al máximo en el campeonato de la regularidad. «Yo no creo que la Liga esté perdida», ése es el mensaje.
"Aquí manda usted", le dijo en una ocasión Luis Aragonés a Xavi Hernández. Tras esas palabras, llegó la mejor selección española de la Historia, la única que ha logrado de manera consecutiva Eurocopa, Mundial, Eurocopa. El Sabio de Hortaleza sabía que en el pequeño mediocentro de Terrassa estaba la clave del juego del equipo y así se lo hizo saber. El fútbol, a día de hoy, debe mucho a una posición desde la que hay un especial conocimiento del juego.
"Yo a mis mediocentros, sólo tenía que mirarlos y ya me colocaban al equipo". Es Juan Antonio Anquela, 'Anquelotti', el entrenador de aquel maravilloso Alcorcón que sorprendió al Real Madrid en una Copa del Rey con un juego vistoso el que alaba esa posición y lanza la tesis del razonamiento: "Normalmente, son la conexión con el entrenador".
Carlo Ancelotti, Pep Guardiola, Xabi Alonso, Arteta, Simeone o el citado Xavi, entre otros muchos, fueron "conexiones con el entrenador" en sus carreras como jugadores. Ahora, ocupan los principales banquillos de Europa, unos con más éxito que otros. Estamos en la época de los entrenadores mediocentros.
Ancelotti en el encuentro ante el Leipzig.EFE
"Quizás la posición sí te permite entender mejor las fases del juego", comienza el gran organizador y hoy entrenador, Rubén de la Red. El que fuera futbolista del Real Madrid, Getafe y de la Selección Española tuvo que dejar el fútbol muy pronto. Tenía 25 años cuando anunció su retirada por problemas de salud, era 2010 y desde ese momento ya se puso con los carnets de entrenador. Probó un poco de comentarista de televisión, pero en seguida se dio cuenta que lo suyo eran los banquillos.
"Estar en el medio te obliga a entender mejor la situación de cada uno de tus compañeros, ahí sí creo que tenemos un plus a la hora de ser entrenadores", apunta De la Red, aunque no cree que el hecho de haber sido mediocentro te convierta en un buen entrenador per se sino que hace falta mucho "trabajo y capacidad de adaptarte a nuevas situaciones".
Esas características son las que ensalzan en la Escuela de Entrenadores de la Real Federación Española de Fútbol de la que Pep Sansó fue director. "Ser capaz de entender el juego es un punto diferencial", destaca Sansó porque es lo que te permitirá posteriormente "crear tu propia idea de juego". Los mediocentros no juegan solo por intuición sino que añaden conocimiento de juego y eso, "sin ser un requisito imprescindible, ayuda mucho a ser luego entrenador", aprecia el formador.
Simeone observa el partido ante el Sevilla.EFE
Por la escuela en el tiempo en que Sansó era director han pasado los Raúl, Xavi o Xabi Alonso, entre otros muchos. "Alumnos especiales", les califica el formador por las vivencias que han tenido en su carrera, pero les divide en dos tipos: los que llegan con una idea fija como Xavi o Guardiola y los que se adaptan al equipo o a la idiosincrasia del club en el que recalan. "Xabi Alonso ha bebido de muchísimas fuentes y esa influencia se nota en su potencial como entrenador", destaca Sansó. El donostiarra ha pasado por las manos de Mourinho, Benítez, Guardiola o Ancelotti. Casi nada a la hora de ampliar su riqueza táctica en los banquillos.
Porque eso, el estilo o la idea, es lo que define a los técnicos más allá de lo que hayan sido en sus carreras como futbolistas. No obstante, como dice el refranero español, la cabra tira al monte, así que muchos entrenadores tienen un modo de juego, normalmente, parecido al que desarrollaron en el campo. "Mira al Cholo o Xavi. Es un rasgo que aportas al equipo. Inconscientemente tiras hacia lo que más te llena y son tus condiciones como futbolista", cuenta De La Red.
Xavi en el duelo ante Granada.AP
Otra de las cosas que beneficia a los mediocentros a la hora de convertirse en entrenadores es su capacidad de "hablar, mandar y corregir", como destacaba De La Red de su época de jugador. Esa personalidad ayuda a llevar plantillas, que no es una parte pequeña del trabajo de técnico. "Lo más difícil de un entrenador es manejar el vestuario y que los futbolistas crean en lo que les dices", expresa Anquela.
No se puede decir, precisamente, que José Mourinho sea un mal entrenador. Sin embargo, el mensaje dejó de calar en el vestuario de la Roma. Llegó Daniele De Rossi y el equipo romanista obtuvo 4 victorias en sus primeros cinco partidos. La derrota se la infligió el Inter de Milan, líder destacado de la Serie A italiana. "Soy hijo futbolístico de Spalleti, él dice: 'si juegas bien y pierdes, significa que algo has hecho mal", valoró el que fuera mediocentro y capitán del equipo de la capital italiana.
Mayoría en LaLiga
Xavi, Xabi Alonso, Guardiola, Arteta, Ancelotti, Simeone, cada uno en su estilo, pero todos observando el campo desde los 360º, como le gusta decir a De la Red. Otro jugador que militó en esa posición acaba de ocupar un puesto de entrenador en LaLiga EA Sports. Íñigo Pérez, ex mediocentro de Athletic Club y Numancia entre otros clubes, es el sustituto de Francisco en el banquillo del Rayo Vallecano.
Los mediocentros están de moda en los banquillos. Nueve entrenadores de LaLiga EA Sports han desempeñado su carrera de jugadores en esa posición. Hay una anécdota que cuenta Sansó en unas jornadas de evaluación a los nuevos técnicos en 2018, en las que Luis Enrique bromeó diciendo que no se podían hacer más cursos de entrenadores porque allí había 800 aspirantes a sólo 40 banquillos profesionales.
Afortunadamente, como dice el ex director de la escuela, "el entrenador español es muy valorado en todo el mundo" porque entiende muy bien el juego, lo que le abre la puerta a otros lugares del globo. Si además ha sido mediocentro, en los tiempos que corren, parece que las posibilidades se multiplican.
La servilleta en la que se puso por escrito la intención del Barcelona de contratar a Lionel Messi será subastada en internet del 18 al 27 de marzo por la casa de subastas Bonhams, que este martes presentó este objeto a los medios en su sede de Nueva York.
Con un precio de salida de 300.000 libras (unos 351.000 euros), esta servilleta reflejó en el año 2000 el compromiso del Barcelona por fichar a un Messi que entonces era una promesa del fútbol de solo 13 años.
"En Barcelona, a 14 de diciembre del 2000 y en presencia de los Srs. Minguella y Horacio, Carles Rexach, director deportivo del FC Barcelona, se compromete bajo su responsabilidad y a pesar de cualquier opinión en contra, a fichar al jugador Lionel Messi, siempre y cuando nos mantengamos en las cantidades acordadas", decía el texto de la servilleta escrito con un bolígrafo azul por Rexach.
Messi se convirtió poco después -y ya con un contrato oficial- en jugador del Barcelona, donde iniciaría una carrera legendaria en el fútbol que le ha llevado a ser uno de los mejores jugadores de la historia.
"Messi había llegado a Barcelona en septiembre de 2000 para realizar pruebas en el Barcelona, pero hubo que esperar hasta mediados de diciembre para llegar a un acuerdo entre la familia Messi y el Barcelona", explicó Ian Ehling, director de libros y manuscritos de Bonhams New York.
"No había papel disponible, por lo que esta servilleta de papel representa el primer contrato informal", agregó.
La cara de Pedri en el banquillo del Barça en San Mamés, justo después de tener que dejar el césped por una nueva lesión muscular, lo decía todo. Estaba desencajado. Cuando abandonó el terreno de juego, no pudo contener las lágrimas. Otra vez, su cuerpo le había jugado una mala pasada. Algo que se ha vuelto tristemente demasiado habitual desde una primera campaña como azulgrana en la que fue vital en los esquemas de Ronald Koeman y que, después, se alargaría con su participación tanto en la Eurocopa como en los Juegos Olímpicos que, a causa de la pandemia, se celebraron en verano de 2021.
Tanto en su estreno en Segunda División con la UD Las Palmas como en su primer año como azulgrana las lesiones le respetaron. Como futbolista del Barça, en la temporada 2020-2021, jugó un total de 52 encuentros: 37 de Liga, siete de Champions, seis de Copa del Rey y dos de la Supercopa de España. Koeman sólo prescindió de sus servicios en el duelo a domicilio frente al Ferencvaros (0-3) y en el último choque de Liga frente al Eibar. Una temporada ciertamente cargada que se completó con seis partidos de Eurocopa (tres de ellos con prórroga) y seis más de los Juegos de Tokio (en este caso, con dos de ellos también con prórroga, dado que en el tercero con tiempo suplementario el canario fue sustituido en el minuto 83 por Marco Asensio). En total, la salvajada de 4.926 minutos en un curso. Para contextualizar el dato, basta recordar cuánto ha jugado las siguientes temporadas, ya lastradas por lesiones: 2.188 minutos, menos de la mitad, en la 21/22; 2.815 en la 22/23. Y, con los de San Mamés, suma apenas 1.554 en la todavía en marcha.
El inicio del calvario
A finales de 2021, por mucho que tanto en la selección como en el Barça le dieran tiempo para tener algo de descanso, empezó su calvario particular. El 14 de septiembre, ante el Bayern, sufrió una lesión en el cuádriceps izquierdo que lo tuvo un par de semanas de baja. En el segundo partido de la liguilla de la Champions, frente al Benfica, sufrió una recaída que le obligó a estar unos tres meses en el dique seco y a perderse 21 partidos de los azulgrana. A finales de enero de 2022 reapareció y pudo encadenar un total de 18 encuentros con el equipo dirigido ya entonces por Xavi Hernández. Pero, el 15 de abril, en el nefasto encuentro de vuelta frente al Eintracht de Frankfurt en la Europa League, se rompió el bíceps femoral de la pierna izquierda y tuvo que perderse el resto de la campaña.
La cuarta lesión del canario tardó más en llegar. Fue el 16 de febrero de 2023, en la ida del playoff de la Europa League frente al Manchester United. En ese caso, una dolencia en el recto anterior del muslo derecho lo tuvo dos meses sin poder jugar. Reapareció ante el Atlético, el 23 de abril, pero, a mediados de ese mmismo mes, con el triunfo a domicilio ante el Espanyol en Cornellà-El Prat que le daba matemáticamente la Liga al Barça, se resintió de unas molestias musculares que, de nuevo, le hicieron despedirse del curso antes de tiempo y le obligaron a ser baja en la Nations League que acabaría cayendo del lado español con el triunfo de la Roja por penaltis ante Croacia.
La Eurocopa, en peligro
La temporada actual, la cuarta como azulgrana, la empezó Pedri ya con malas sensaciones. El pasado 24 de agosto, antes del duelo a domicilio con el Villarreal, sufrió una lesión en el recto anterior del muslo derecho y estuvo algo más de dos meses de baja. Justo antes del parón por las fiestas navideñas, mientras, se resintió de unas molestias musculares no especificadas por el club y sumó tres semanas más lejos de los terrenos de juego. Frente el Athletic, finalmente, según confirmó la entidad este mismo lunes, padeció una lesión en el recto femoral de la pierna derecha que, a pesar de que no se definió el tiempo de baja, podría tenerlo un par de meses sin jugar. Los pronósticos más optimistas hablaban ayer de cinco semanas parado, lo cual le deja un margen muy estrecho para terminar la temporada y poder al menos entrar en los planes de Luis de la Fuente para la Eurocopa. En total, ocho lesiones musculares en tres años.
Por lo menos, en su caso, todo indica que podrá esquivar el quirófano. Su ausencia se suma a las de De Jong, con un esguince de tobillo, Balde y Ferran Torres, ambos con lesiones en los isquiotibiales, aunque el primero sí tuvo que someterse a cirugía y no volverá hasta el curso que viene. Marcos Alonso, ya en la recta final de su recuperación tras ser intervenido en la espalda y Gavi, baja desde el 19 de noviembre por una grave lesión de rodilla.
La ilusión de la superioridad moral es una patología conductual estudiada por la psicología, y que lleva a algunas personas a justificar sus actos por encontrarse, en su opinión, amparados por valores morales que están por encima del resto. Es parte,
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