Lamine Yamal, "el niño del balón": de regatear a 'Kila' y 'Clara' en Rocafonda al sueño del Estadio Olímpico de Berlín

Lamine Yamal, “el niño del balón”: de regatear a ‘Kila’ y ‘Clara’ en Rocafonda al sueño del Estadio Olímpico de Berlín

«Los primeros regates se los hacía a Kila y Clara». Mounir Nasraoui exhibe orgulloso una foto en su móvil de hace más de 15 años. Los tres protagonistas de la imagen son su hijo, el hoy aclamado Lamine Yamal, y las dos perras que entonces tenía la familia del futbolista que antes de cumplir los 17, precisamente ayer en la víspera de la final de la Eurocopa, ya había asombrado al mundo entero.

Enfundado con el 19 de la selección y sin soltar su botellín de agua fría para mitigar el calor, el padre llevaba un rato en silencio, ajeno voluntariamente a la conversación de tres clientes del bar El Cordobés sobre si la próxima temporada el prometedor jugador del Barça debería vestir la camiseta azulgrana con el dorsal 10. El doble dígito que tenía Leo Messi y que pasó a un Ansu Fati cuyo futuro se presupone lejos del Camp Nou. «Se venderían como churros», aportaba en la tertulia Juan Carlos, desde hace 20 años dueño de este negocio de restauración, en el que empezó a trabajar con su tío cuando lo inauguró en 1995.

Para Mounir, este bar es una parada obligatoria cada vez que regresa a Rocafonda, el topónimo más famoso de España en los últimos días. A las nueve y veinte de la noche del pasado martes, el nivel de decibelios alcanzado en este humilde barrio de Mataró (Barcelona) probablemente fuese el más elevado del país. El espectacular gol de Lamine a Francia, con el que la semifinal volvía a las tablas iniciales, fue gritado hasta desgañitarse por muchos de quienes lo vieron crecer y pelotear en la pista de cemento o el polideportivo. «A nosotros no nos sorprende, era el mejor cuando jugaba partidillos con chavales que le sacaban dos cabezas», explica Juan Carlos junto a la camiseta, enmarcada en el bar, del debut del chico con el filial ante el Eldense, una semana después de haberlo hecho con el primer equipo frente al Betis. «No se ven, pero en la parte de delante hay dos lamparones de sudor», comenta sonriendo.

Rocafonda es una de esas zonas donde las ciudades acostumbran a dejar abandonado su nombre. En Mataró, localidad costera de 130.000 habitantes, es popular la etiqueta MTV (pronunciada a la inglesa, emtivi, como la cadena de televisión estadounidense). En este caso, las siglas aluden a la expresión «Mataró de tota la vida», la clásica distinción entre el nosotros y los llegados de fuera, entre el núcleo central y los terrenos que fueron urbanizándose [casi siempre con carencias] a medida que llegaba población de regiones como Andalucía o Extremadura. Un proceso que en las últimas dos décadas se ha replicado con personas procedentes de otros países. Alrededor de un tercio de los habitantes de Rocafonda tienen nacionalidad extranjera, con preponderancia marroquí, como Fatima, la esforzada abuela del futbolista, que emigró a España cuando Mounir aún ni hablaba.

El gesto del 304 con las manos popularizado por Lamine Yamal en la celebración de sus goles se hizo universal el martes desde Múnich. Las tres últimas cifras del código postal de Rocafonda (08304) como seña de identidad de un barrio con altos niveles de exclusión social. Soufian, amigo íntimo de la familia, se queja de los estereotipos y las etiquetas: «Aquí també parlem català».

Mural en Rocafonda para el cartel de Les Santes.

Mural en Rocafonda para el cartel de Les Santes.ARABA PRESS

Ese triple dígito, que comparten otros barrios mataronenses e incluso da nombre a un grupo de música rap de la ciudad, está visible en el mural que Mohamed l'Ghacham, artista urbano marroquí afincado en Mataró, ha elaborado para inspirar, a su vez, el cartel de Les Santes, la fiesta mayor que la ciudad celebra en menos de dos semanas. Con una escena costumbrista que ocupa gran parte de la fachada de un edificio de la avenida Perú, el autor desea que perdure el recuerdo de que, en 2024, «el cartel se hizo en Rocafonda».

El CF La Torreta y 'Kubala'

Las famosas tres cifras, en otro orden, coinciden con las últimas del código postal de La Torreta (08430), barrio de La Roca del Vallès (Barcelona) en cuyo club jugó Lamine antes de ser descubierto por los ojeadores del Barcelona. «En seis años habrá sido Balón de Oro», se atreve a pronosticar Inocente Díez, el veterano coordinador del equipo a quien todo el mundo conoce como Kubala, un alias que lo acompaña desde hace ya 50 años, cuando se lo implantó un entrenador que le veía una forma de moverse en el campo muy parecida a la del legendario futbolista húngaro del Barça.

Concluida la temporada, el CF La Torreta organiza durante este mes su campus, bautizado «Lamine Yamal» desde este año y al que acuden niños de edades tan tempranas como la del delantero de la selección, que con menos de cuatro años ya vestía la indumentaria del club. Sus padres se habían separado y junto a su madre, la ecuatoguineana Sheila Ebana, se instaló en Granollers, población lindante con La Torreta. Trabajando en un McDonald's, ella conoció a la hija de Kubala y ahí empezó a escribirse esta precoz historia futbolística.

Campus Lamine Yamal del CF La Torreta, primer equipo del delantero de la selección española.

Campus Lamine Yamal del CF La Torreta, primer equipo del delantero de la selección española.Gorka LoinazARABA PRESS

«Ya no solo era cómo tocaba la pelota, a mí, sobre todo, lo que me llamaba la atención era su intensidad, su carácter, eso era lo que lo hacia distinto a todos los demás», recuerda quien fue algo así como su padrino deportivo. «A edades tan cortas, muchos críos se cansan y salen corriendo a medio entrenamiento para buscar a sus madres, pero él, en cambio, era el niño del balón, siempre con el balón», añade.

«Ningún jugador es tan bueno como todos juntos», reza una pancarta en las instalaciones del club vallesano, que hace un mes y medio recibió la visita de Lamine un día antes de incorporarse a la concentración del combinado de Luis de la Fuente en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. La importancia del colectivo es uno de los valores que Inocente cree que el extremo ya llevaba aprendidos antes de su salto a la cantera azulgrana en 2014, cuando jugaba en el prebenjamín de La Torreta. «Le ha tocado estar en el peor Barça en muchos años, deberá tener paciencia», aconseja al futbolista como hacía, años atrás, durante algún viaje en coche de ida y vuelta desde Mataró los días en que dormía en el domicilio paterno.

'Kubala', coordinador del CF La Torreta.

'Kubala', coordinador del CF La Torreta.ARABA PRESS

Fue precisamente el trayecto entre Barcelona y esta ciudad el que inauguró el ferrocarril en España en 1848 con la mítica locomotora de vapor La Mataró. Un recorrido en tren de 30 kilómetros que Lamine Yamal repitió muchos días con su padre antes de que amaneciese. Acostumbrado a pulverizar récords y sueños desde hace apenas año y medio, "el niño del balón" se planta esta noche en el Estadio Olímpico de Berlín, a dos mil kilómetros de la pista de cemento donde regateaba a Kila y Clara hace solo 15 años.

Rodri, en la justa pelea por un Balón de Oro (casi) imposible

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 23:55

El «ordenador perfecto», el «mejor centrocampista del mundo», la «clave de España», «el jugador que manda en los partidos»... La lista de elogios de entrenadores, compañeros y rivales hacia Rodri Hernández se antoja interminable. Es el centrocampista total, que ha trasladado su brillo desde el Manchester City a la selección. Y hay quienes le ven como el mejor situado en la carrera hacia el Balón de Oro. No es algo fácil para un jugador clásico, alejado de las redes sociales, sin un gran perfil comercial y que nunca se muerde la lengua ante los periodistas.

Hace un año fue el mejor español en la lista de candidatos. El Balón de Oro volvió a manos de Leo Messi, por delante de Erling Haaland y Kylian Mbappé tras su éxito en el Mundial de Qatar. Cuarto fue Kevin de Bruyne y quinto, Rodri. Era su primera nominación. Se había acercado al podio y desbancado a Vinicius, que acabaría sexto. ¿Puede escalar ahora? Por números, sí, aunque sus principales adversarios (Jude Bellingham y Vinicius) lleguen avalados por una Champions y una Liga con el Real Madrid. Además, el inglés aún podría aumentar hoy su cuenta en la final de Berlín.

Rodri no presume esta temporada de una Champions, aunque sí de una Premier League y un récord que habla por sí mismo. Se trata del futbolista que más partidos consecutivos ha disputado sin perder. Desde marzo de 2023 jugó 80, con un balance de 63 victorias, 16 empates y sólo una derrota. La del derbi de la final de la FA Cup ante el United. Aunque detrás de esa cifras ya había quedado claro que, cuando no pudo jugar, el City tampoco carburaba.

Revisando vídeos

A las órdenes de Pep Guardiola, con quien disputó 257 partidos en cinco temporadas, ha superado dos desafíos: el de la adaptación al físico y la velocidad de la Premier y a lo que el técnico de Santpedor siempre requiere de un pivote. Un listón más elevado que en el Villarreal y el Atlético.

Rodri representa la calma para la selección. La seguridad, la interpretación del juego y el análisis. Su titularidad es indudable desde la marcha de Sergio Busquets, aunque nunca ha rechistado por comenzar como suplente o como central. Durante el Mundial 2022, Luis Enrique le retrasó a la zaga y él se preparó para cumplir revisando vídeos sobre su nueva posición.

En Alemania, vuelve a visualizar cada partido en vídeo, analiza su juego y el de sus compañeros. «Sin esa visión de Rodri, España no sacaría tanto rédito a la verticalidad de Nico y Lamine», cuentan desde el vestuario. Por eso todos lo quieren al lado, incluso Dani Carvajal lo ficharía para el Madrid. Desde Luka Modric en 2018, el Balón de Oro no ha vuelto a recaer en un centrocampista. Por eso Rodri no lo espera: «Si me quieren reconocer, bienvenido. Pero no me molesta».

La maldición de Harry Kane, 642 partidos y cero títulos: “Cambiaría mis trofeos individuales por esta Eurocopa, sin dudar”

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 22:28

Entre 2012 y 2023, el Bayern de Múnich ganó 11 Bundesligas, cinco Copas de Alemania y dos Ligas de Campeones. 18 títulos y al menos uno en cada una de esas 11 temporadas, con dos cursos logrando el triplete. Una época brillante e inigualable en la historia del club hasta que llegó la maldición de Harry Kane. El extraordinario delantero inglés busca hoy ante España, a sus 30 años, el primer título de su extensa y goleadora carrera. Algo que le ha sido imposible conseguir en los 642 partidos, 14 campañas de clubes, tres Eurocopas y dos Mundiales que ha disputado.

Si quieren que la selección española gane esta noche, toquen toda la madera que tengan a su alrededor porque el gafe es el protagonista de este artículo. «Sería bueno para Harry acabar de una vez con los que dicen que es un gafe y hacen bromas», advirtió el ex internacional inglés Stan Collymore cuando Kane fichó por el Bayern el pasado verano.

Para saber más

El delantero venía de una década de éxitos individuales y decepciones colectivas en el Tottenham y con Inglaterra. Subcampeón de la Eurocopa 2020, subcampeón de la Champions 18-19, subcampeón de la Premier 16-17, subcampeón de la Copa de la Liga en 2015 y 2021... Y a la vez, Pichichi de la Premier 2016, 2017 y 2021 y Bota de Oro del Mundial 2018. El cambio a Múnich obedecía a la búsqueda definitiva de un título. Y nada más lejos de la realidad.

En su primer partido oficial con el Bayern, en la Supercopa de Alemania disputada en el Allianz Arena, el Leipzig ganó 0-3 con un hat-trick de Dani Olmo. Al delantero le quedaban la Bundesliga, la Copa y la Champions para resarcirse. Ha sido máximo goleador del torneo alemán, máximo goleador de la Liga de Campeones y ha logrado su primera Bota de Oro, pero el Bayern perdió el título ante el Leverkusen, cayó de forma sorprendente en la segunda ronda de la Copa y fue eliminado por el Real Madrid, con aquel doblete milagroso de Joselu, en las semifinales continentales.

«quiero usar toda esa motivación»

Lo máximo que ha ganado un equipo de Kane es una Audi Cup, un torneo de pretemporada. Así de duro y así de pesado para uno de los mejores goleadores del siglo. En junio aterrizó en Alemania con la condición de capitán de los Three Lions y con la obligación personal y colectiva de levantar un título para su país 58 años después. Y los analistas le han machacado durante el torneo. «No se mueve en el campo», le criticó Gary Lineker.

Kane lleva tres goles en la Eurocopa, uno de ellos de penalti, pero sólo ha jugado dos partidos completos, todos en la primera fase. De hecho, aunque marcó de penalti en la semifinal contra Países Bajos, el héroe terminó siendo su sustituto, Ollie Watkins.

«Sé lo que significará para mí y para el país si ganamos, cambiaría mucho toda la situación. Así que quiero usar toda esa motivación esta noche», admitió Kane en la previa de la final, donde reconoció que intenta «no pensar demasiado en eso», al ser preguntado sobre todas las derrotas que ha sufrido en su carrera. «Perder una final es difícil de olvidar, así que cambiaría todos mis trofeos individuales por esta Eurocopa, sin duda. No es ningún secreto», finalizó.

El “robo” de Wembley en 1996, última parada de los España-Inglaterra: “Merecimos ganar, fue una decepción”

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 22:27

"Imagínate. Jugar en Wembley, en un escenario tan especial, y contra Inglaterra... El público apretaba mucho y merecimos ganar, pero desgraciadamente perdimos en penaltis, una lotería. Fue una decepción". 28 años después, Alfonso Pérez Muñoz, en conversación con EL MUNDO, no olvida la tanda de penaltis de los cuartos de la Eurocopa de 1996. España e Inglaterra empataron a cero en el tiempo reglamentario después de una aplastante superioridad de los de Javier Clemente, con dos goles mal anulados a Kiko y Salinas, con un penalti no pitado a Caminero, con ocasiones clarísimas falladas... Hoy, en el Olympiastadion de Berlín, otro campo de leyenda, la selección buscará venganza.

"Ha sido un robo. No puedes jugar contra los 80.000 de la grada, contra los once de ellos y contra los tres árbitros. Es lo de siempre, ahora vete a la UEFA a protestar...", se quejaba un desesperado Salinas al micro de TVE tras el partido. "Es penalti claro, muy claro, demasiado claro", declaró Caminero. "Cuando no aprovechas las ocasiones y el árbitro no pita lo que es pues te queda eso, una cara un poco atontada", se resignó Kiko.

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La derrota dolió a una España que venía de empatar con Bulgaria y Francia y de ganar a Rumanía con un gol de Amor en el tramo final para pasar a las eliminatorias por delante de la selección de Stoitchkov. En cuartos tocó la Inglaterra de Terry Venables, que venía de resucitar a los Three Lions tras la vergonzosa ausencia del Mundial de 1994. Los británicos habían pasado por encima de Países Bajos en la fase de grupos y ya cantaban lo que todavía hoy reclaman: "Football is coming home (El fútbol está volviendo a casa)".

Sobre el césped, Gary Neville, Gascoigne, McManaman, Shearer o Sheringham... Y también un joven central que despuntó en ese torneo: Gareth Southgate, hoy seleccionador inglés. Por España, más allá de los mencionados, Zubizarreta, Hierro, Nadal o Manjarín.

Shearer, Platt, Pearce y Gascoigne anotaron todos sus penaltis y Hierro y Nadal fallaron el primero y el último de los de Clemente, eliminados ante el anfitrión. "Estaba el país pendiente y nos dolió no poder responder. En estas competiciones hay que tener suerte y cualquier error se paga", explica Alfonso, que todavía hoy guarda la camiseta que se intercambió con Gascoigne.

Hierro envió el balón al larguero y Seaman detuvo el disparo de Nadal. Fue la última parada de un portero inglés en una tanda de penaltis hasta que Pickford detuvo la pena máxima de Bacca en la tanda de los octavos del Mundial de Rusia en 2018 contra Colombia.

La redención de Pearce y la explosión de Southgate

Aquel partido fue la redención de Stuart Pearce, lateral izquierdo británico que falló el penalti en las semifinales de Italia 90 contra AlemaniaFederal. Contra España no dudó. Lanzó el tercer intento inglés y superó a Zubizarreta. "La foto de ese penalti es el único recuerdo que tengo en mi casa", explicó al Daily Mail.

Ese partido ante España encumbró también a Gareth Southgate como nuevo líder de la defensa de los Three Lions. "Es un futbolista de clase mundial", dijo de él Bobby Charlton tras el duelo. Tenía 25 años y acababa de fichar por el Aston Villa. "Recuerdo que jugué bien", contestó ayer a EL MUNDO. "Nadal (hace un gesto con el pelo) es el jugador que me viene a la memoria. Kiko y Luis Enrique también. Fue un partido duro y creo que España debería haber ganado, probablemente. Los partidos contra ellos siempre son duros", reflexionó el seleccionador, que se intercambió la camiseta con Kiko.

En semifinales, sin embargo, el cielo se cerró sobre él. Southgate no había sido elegido para lanzar en los penaltis contra España, pero en semifinales contra Alemania fue uno de los elegidos. Shearer, que había anotado el primero contra los de Clemente, no tiró hasta el sexto lanzamiento, y el ahora seleccionador se atrevió con el primero. Falló. "Sólo quería desaparecer del mundo", admitió unos años después.

La final de esta noche significa mucho para el técnico británico. Es su propia revancha personal con el torneo. "Quiero ganar tanto que duele", dijo en la previa.

Pero enfrente de Southgate estará un equipo, el español, con varias cuentas pendientes con Inglaterra, ante la que sólo suma decepciones en Eurocopas y Mundiales. La derrota en los cuartos de 1996, en la fase de grupos de 1980, en los grupos del Mundial de 1950 y el empate en la segunda fase de la Copa del Mundo de 1982 que dejó al país fuera de las semifinales. Hoy, en Berlín, la revancha.

Luis de la Fuente: “Rezo todos los días, pero no me pongo una camisa amarilla cada vez que ganamos”

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 21:06

Se nota que este domingo se juega una final en el Olímpico de Berlín. Primero, porque se necesita una pegatina, aparte de la acreditación, para acceder. Segundo, porque hay cientos de periodistas ingleses que casi no dejan un asiento libre en la sala de prensa cuando llegan Southgate y Kane. Tercero, porque en la cartelería pone "The final". Cuarto, porque las banderas de la entrada son las de España e Inglaterra. Y quinto... Quinto no hay, pero da igual. Este domingo se juega una final en el Olímpico de Berlín. Una final de la Eurocopa. Ni más ni menos.

Y claro, le tocó hablar a Luis de la Fuente, como en cada previa de cada uno de estos siete partidos del campeonato. Está tranquilo, está sonriente, es como si estuviera muy seguro de lo que va a suceder, pero sin decirlo. Hasta le preguntaron, con algún dato innecesario en la formulación, qué pintaba Dios en una final. "Como soy libre y puedo elegir, elijo la fe, y mi inteligencia y mi experiencia me invitan a creer en Dios. Me aporta seguridad. ¡Pero ojo! Soy cero supersticioso. Yo rezo todos los días, pero no me pongo una camisa amarilla cada vez que gano", dijo el técnico, que dejó alguna frase para los títulos, algo no habitual.

Habló de lo necesario para ganarle a Inglaterra, y comentó que deben ser ellos mismos. "Si no somos España, no vamos a tener opciones de ganar. Vamos a intentar ser mejores que ellos, y así tendremos opciones. Con los futbolistas que tenemos, es difícil renunciar a nuestro estilo". También se refirió a sí mismo, pues le preguntaron cómo le cambiaría la vida si ganaba. "A mí no me va a cambiar en casi nada, yo tengo las cosas muy claras desde hace mucho tiempo. Soy un gladiador, vengo del barro, del circo, y sé lo que soy. Yo disfruto mucho más viendo a la gente feliz, y si ganamos, mis jugadores estarán muy felices, y si ganamos, veremos a un país muy emocionado", concluyó.

Anunció que Gavi pasará todo el día de la final con ellos, y que Ayoze y Pedri están lesionados y no podrán jugar, de nuevo, en Berlín, el lugar donde todo empezó el pasado 15 de junio. Fue motivo de conversación en la furgoneta que les trajo desde el aeropuerto.

Después del entrenador le llegó el turno a Navas, el jugador que Morata, y el resto de capitanes, decidió que hablara en una especie de homenaje por su trayectoria, ya que el de este domingo será su último partido con la selección (se retira en diciembre definitivamente). Contó que se siente muy orgulloso de estar aquí y que, después de los partidos, le duele "todo", pero que está tan feliz que luego se le pasa. "En aquellos años éramos una piña fuera y dentro del campo, y eso se nota cuando jugábamos, y aquí ocurre igual, hay un grupo buenísimo", resolvió el lateral del Sevilla.

Juan Mata, el último goleador en una final: “aquella generación éramos en el campo lo que queríamos ser y estos jugadores, también”

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 19:27

El último gol de España en una final de una Eurocopa lo marcó Juan Mata y, doce años después, sigue reconocimiento que se lo debe a Fernando Torres. "Aquel gol fue felicidad extrema porque cerraba un círculo de Eurocopa, Mundial y Eurocopa. Me lo regaló Fernando, porque podía haberlo marcado él", admite con una sonrisa y brillo en los ojos a pocos metros de la Puerta de Brandemburgo en Berlín, donde dentro de unas horas España volverá a jugar una final frente a Inglaterra, una selección que Mata conoce muy bien porque ha convivido con muchos de sus jugadores.

Sin embargo, ve a España favorita en casi todas las posiciones. Duda algo en el caso de Bellingham y Foden, pero ve a los españoles favoritos. "Desde el primer partido ya tuve la sensación de que el equipo estaba jugando muy bien y que había una buena energía entre ellos y con el cuerpo técnico. Todos sentimos que las cosas podían ir muy bien y lo han refrendado", explica a El Mundo.

Son sensaciones que ve equiparables a las que sintió en 2012, cuando llegó aquel titulo ante Italia. "Veo similitudes en la idea de dominar a través de la pelota. En aquella generación, los jugadores éramos lo que queríamos ser y en esta creo que también. La sensación es la misma: que pueden ganar. Aquella vez veníamos de ganar un Mundial, y éramos más favoritos al inicio del torneo que ahora, pero creo que ha sido positivo que todo el mundo pensara que Francia o Inglaterra lo eran más. Creo que España ha sido la selección que más ha merecido ganar cada partido que ha jugado y con más diferencia que el resto", analiza.

Clave fue entonces Vicente Del Bosque como ahora se considera a Luis de la Fuente. "Nunca he estado en un vestuario con él. Vicente sabía gestionar personas como pocos. Podía motivarte, calmarte... y si De la Fuente lo hace igual, tiene una gran virtud. La gestión de grupo es fundamental", apunta este jugador que no fue indiscutible en el once, pero sí imprescindible en el grupo. "Estos torneos los entrenadores dicen que no los ganan 11 sino todo el grupo. Y esa fue una de nuestras mayores virtudes, que como grupo todos sabíamos nuestro papel y tratábamos de dar lo mejor en cada momento. En esta selección veo a Olmo, a Merino, Oyarzabal, Le Normand o Navas, gente que ha jugado más o menos, pero que siempre aportan y eso les ha llevado a donde están".

Rodri y Lamine

En este grupo hay dos jugadores casi imprescindibles. Uno es Rodri, que bien podría ser Balón de Oro. "Si fuera por mí, seguro. Es el mejor del mundo en su puesto y capital para el City y la selección. Como persona, le conocí en Manchester, y es fantástico, muy cercano y un gran ejemplo para los jóvenes. Estoy seguro de que su influencia es diferencial en el campo pero también en el vestuario", advierte. Y es que el otro es un chaval de 16 años, Lamine Yamal, cuyo padre tiene la edad de Mata. "Siempre tienen la intención de generar cosas, Por eso me gusta verle jugar con esa zurda fantástica. Ojalá mantenga todo esto porque no va a ser fácil. Ha creado unas expectativas muy altas, por eso hay que dejarle que disfrute".

Lamine ya transmite valores que van más allá del fútbol y que encajan con los de la organización que fundó Mata, Common Goals, para sumar a los futbolistas en proyectos sociales. "Sería fantástico involucrarlo. Este tipo de jugadores de las nuevas generaciones entienden muy bien el rol del fútbol en la sociedad y de los futbolistas. Y gente como él, que va a tener tanta influencia, sería muy bueno que sean conscientes de lo que pueden aportar", advirtió el jugador que tras dejar la Premier por Turquía y Japón busca nuevos retos.

Conoce perfectamente al rival en esta final y hasta defiende el trabajo de Southgate. "No es fácil, lo que han logrado. Tenían grandes expectativas generadas por los grandes jugadores que tienen y porque fueron finalistas en la anterior edición. Es cierto que han tenido dificultades, pero otras grandes selecciones no han conseguido llegar a la final. Hay que valorar el trabajo de Southgate, un entrenador que transmite unos valores muy positivos", interpreta Mata. "Ha sido muy criticado por la forma de juego, pero lleva dos finales de Eurocopa consecutivas y eso no hay muchos entrenadores que lo puedan decir con un grupo de jugadores jóvenes. Hay que darle su mérito", insiste, eso sí, que sea como subcampeón.

Fabián: “Quise que mi madre no trabajara más, pero ahora viene a París y me la encuentro limpiando a las ocho de la mañana”

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 09:36

Llega con dos pendientes, uno en cada oreja, con las venas marcadas en las piernas y con el móvil en la mano. Fabián Ruiz (Los Palacios, Sevilla, 28 años) es, junto con Rodri, el mejor centrocampista de la Eurocopa, un descubrimiento para buena parte del gran público, atónito ante el despliegue de un chico humilde que habla con cariño de los tiempos duros, de cuando había que dormir un rato en el coche mientras mamá trabajaba para luego entrenar con el Betis. Un tipo que partió de muy abajo y que hoy, a las puertas de una final de la Eurocopa, repasa su camino con EL MUNDO. Fabián, un chaval magnífico.

Para saber más

Dígame una parte del cuerpo que no le duela.
El corazón. Pero todo lo demás me duele. Es verdad que jugando una final de Eurocopa se te quitan los dolores. El partido de Alemania fue el peor, acabé muerto, se me subían músculos que no sabía ni que existían.
¿Qué come para recuperar?
Pues me obligo a comer, porque no me entra nada. Un poco de sushi, un trozo de pizza... Pero me cuesta. Intento beber batidos para la recuperación...
¿Cuándo empezó a entrenar el año pasado?
Por estas fechas, ¿no? Muchos partidos, muchas competiciones, mucho desgaste, físico y mental, estar todos los días concentrado, pensando, mejorando... Es duro, no te voy a mentir. ¡Y ojo, eh! Que sé que tampoco estamos en la mina. Pero sí que son desgastes físicos cada tres días, y el resto entrenando, y así durante un año sin parar, así que llegas a este momento en las últimas. Pero merece la pena. Es una final de Eurocopa con España.
¿Está nervioso?
No me suelo poner nervioso antes de los partidos.
Hombre ya, pero nunca ha jugado una final de Eurocopa.
He jugado de Europeo sub'21, sub'19... No es lo mismo, ya lo sé, pero bueno. Todos mis amigos y mi familia me preguntan: ¿estás nervioso? Y siempre les digo: pues no. Y me dicen: ¿cómo puedes estar tranquilo, si estamos nosotros atacados? Pues estoy tranquilo. En el momento del partido hay un cosquilleo en la barriga, pero al final te vas adaptando. Es difícil de explicar.

Foto: Pablo GarcíaRFEF

¿Cómo se imagina las horas previas?
En las horas previas sí piensas en la importancia del partido y tal, pero una vez que sales al campo, se te quitan los nervios. Yo el domingo dormiré la siesta, o al menos eso espero, porque siempre duermo antes de los partidos para descansar, y luego pues nada, a jugar.
De momento, ahí dentro, ¿sigue todo igual?
Sí, sí, todo igual. Estos días un poco de jaleo de entradas...
¿Cuántas le han pedido?
He tenido que dejar a gente fuera, porque era imposible. Creo que son treinta y pico personas. Cada jugador trae a 20 o 30 personas, porque esto pasa pocas veces, quizá solamente una, así que hay que aprovechar.
Entonces, ¿no hay menos bromas?
No, no, todo igual. Somos un grupo que no ha cambiado nada, todos los días son las mismas bromas, las mismas risas...
Inglaterra son tíos muy grandes eh...
Sí, sí, son muy grandes y muy buenos. Son de talla grande, jugadores que van bien de cabeza, etc... Hay que intentar estar más concentrados en el balón parado, hacer faltas lejanas, no conceder córners tontos...
El domingo, cuando salte al campo, no hablaremos de cuando gane, ¿en quién pensará?
Antes de saltar al campo siempre hago mis rituales. Me persigno y miro al cielo, por mi abuela y por mis tíos. Cuando nos ponemos en fila, miro a mi familia, que está en la grada. Cuando salgo a calentar miro a ver dónde están para tenerlos bien localizados. Y cuando suena el himno les busco para saber que están ahí conmigo.

Foto: Pablo GarcíaRFEF

¿Cómo fue crecer sin la figura paterna? [Sus padres se separaron cuando él era pequeño].
Para cualquier niño es una situación difícil. No es un momento muy agradable, pero poco a poco te vas acostumbrando, vas asimilando que por circunstancias de la vida no está. Desde hace tiempo lo asimilé y no lo echo de menos, porque he tenido apoyos por otro lado que me han compensado. Hemos podido vivir una vida diferente como familia y tirar para adelante.
¿Cuántos hermanos son?
Somos tres. Tengo un hermano mayor y una hermana pequeña.
¿Qué es su madre para usted?
Siempre lo he dicho. Es todo. Es la primera persona en la que pienso para cualquier cosa. Es mi apoyo, el pilar fundamental de mi vida, a la que le debo todo lo que soy. Ha luchado muchísimo por mí. Ahora lo hablo con ella, miramos hacia atrás y decimos: 'madre mía, hasta dónde hemos llegado'. Gracias al fútbol y al esfuerzo que hizo ella.
¿Qué es lo que más valora de lo que ha hecho por usted?
Sobre todo, el sacrificio. Ha sido enorme. Recuerdo un momento único en el que, casi sin dormir, casi sin poder ducharse, ella lo único que quería era que no me faltase de nada, y sacaba fuerzas de donde no las tenía para llevarme a entrenar o a los partidos. Dejaba de dormir, de comer y hasta de ducharse si hacía falta por llevarme. ¡Y lo sigue haciendo! Le digo: 'mamá, que ya no tengo 15 años', y ella me dice que yo siempre seré su niño y que eso no va a cambiar.

Foto: Pablo GarcíaRFEF

En este punto, Fabián relata los sacrificios de su madre. Cuenta que tuvo que dejar el colegio pronto, con 10 o 12 años, que se puso a faenar en el campo porque era de las mayores de ocho hermanos. Que tuvo que trabajar joven para ayudar a su familia, y luego empezó a limpiar casas hasta que entró en el Betis, club que le dio un empleo para poder fichar a Fabián cuando él, Fabián, era un niño.

Hay un punto en la adolescencia que puede dar vergüenza decir: 'Mi madre trabaja limpiando' delante de los amigos. ¿A usted le pasó?
Yo recuerdo que, al principio, cuando entró en el Betis, cuando me la tenía que cruzar, me daba un poco de vergüenza, como que mi madre estuviese allí limpiando, pero luego era un orgullo. Estaba deseando encontrármela, y me sentía muy orgulloso. Ahora me alegro de todos los momentos que vivimos juntos.
¿Cómo vivió aquellos años en los que su madre trabajaba en el Betis mientras usted era profesional?
Mira, al principio, cuando yo no tenía carné de conducir, me iba más temprano con ella, porque ella entraba a las siete u ocho de la mañana, y yo me quedaba en el coche durmiendo hasta que empezábamos a entrenar, que serían las 10 o así. Ahí estaba entre el Betis B y el primer equipo. Ella venía al coche, me tocaba, me despertaba y me decía: 'Fabián, venga, a entrenar'. Entrenaba y después la esperaba y nos íbamos juntos a casa. Eso hasta que me saqué el carné de conducir.
¿Qué fue lo primero que compró cuando pudo?
Mi primer gran contrato fue con el Nápoles, y ahí le dije: 'mamá, ya no trabajas más, ahora te toca disfrutar de la vida'. Y al principio le costó, se lo estuvo pensando bastante tiempo.
No me diga.
Sí, sí, se lo estuvo pensando bastante tiempo, porque para ella, su trabajo era importante, era su rutina, trabajar desde niña. Pero ya hablamos con ella, la convencimos y dejó de trabajar. Luego se alegraba claro, porque venía a Nápoles y podía estar con mis hermanos. Pero durante tres o cuatro meses decía: 'me levanto y me falta algo, necesito trabajar'. Y venía a mi casa y se ponía a limpiar a las ocho de la mañana. Yo le decía: 'mamá, que ahora nos ayuda una chica con la limpieza', pero nada. Y es ahora en París que me levanto y ella está limpiando a las siete u ocho de la mañana. Cuando me voy a entrenar, está ya limpiando, y digo: ¡pero mamá! Pero es que es superior a sus fuerzas.
Ahora que tiene mucho dinero, ¿ha cambiado?
Yo no, y mi madre tampoco. Muchas veces me cabreo con ella, porque le digo: 'mamá, relájate, sal, disfruta', pero nada. A las ocho de la mañana está limpiando, o se pone con la chica que viene a limpiar a ayudarla, a planchar... no hay nada que hacer.
Su novia es psicóloga. ¿En qué le ayuda?
Soy un poco tímido, me cuesta abrirme. Cuando eres futbolista tienes demasiada gente alrededor y eso te hace encerrarte un poco hasta que coges confianza. Mi pareja me ayuda bastante no sólo porque es psicóloga, sino porque tiene un carácter diferente al mío...
¿Ella es la divertida de la pareja?
No, soy yo. Soy tímido, pero hago muchas bromas, etc...
¿Qué hará si gana la Eurocopa?
¡Bueno! Disfrutar con los míos, celebrarlo como nunca con los amigos, la familia, los compañeros, acordarme de todos los años que hemos pasado. Si ganamos no sólo ganaré yo, que soy el que juega, sino todos los que han estado cerca de mí, que sin ellos no estaría aquí. Lo celebraré dos o tres días, hasta que el cuerpo aguante.
El éxito de España, en 10 claves, según la psicología

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Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 00:45

La explicación y el éxito de La Roja en esta Eurocopa, a un solo paso del título, no está sólo en la calidad técnica, la inteligencia táctica, la ambición y la competitividad de los jugadores, sino también en otras armas que ayudan a marcar la diferencia. Esas armas no van asociadas al talento, sino que se trabajan y se construyen internamente por parte del seleccionador, Luis de la Fuente, y su cuerpo técnico. La selección española es un equipo

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Carta a Morata, un capitán que enorgullece a España

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Si un día animé a mis hijos a que jugaran al rugby en vez de al fútbol, fue por todas esas cosas que rodean al deporte rey y que no me gustan: una grada implacable, su pulgar hacia arriba o hacia abajo, unos jugadores que parecen robots, la obligatoriedad del éxito, el exceso de expectativas.

Pero si hoy tuviera hijos pequeños y me sentara a ver el fútbol con ellos, si este domingo tuvieran seis o siete años, les pediría por favor que no se fijara

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Pedro Rocha, firme bajo el huracán: resiste al ninguneo de Sánchez con los galones de la UEFA y pendiente de la ‘sentencia’ del TAD

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 00:07

España no sólo ha tenido que superar obstáculos deportivos para alcanzar la final de la Eurocopa, sino que lo ha logrado inmersa en el huracán institucional que sacude a la RFEF de forma periódica desde hace 11 meses. Nada se ha tambaleado en Alemania, a pesar de que se trata de una calma tensa que precede a la enésima tormenta: la posibilidad de que el presidente Pedro Rocha sea inhabilitado por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) la próxima semana y la Federación vuelva a cambiar de cara.

Para saber más

Las intrigas entre el ente federativo y el Gobierno no han traspasado las puertas del cuartel general en Donaueschingen, donde Rocha no se ha dejado ver. El jefe de la expedición ha sido su vicepresidente, Alejandro Morales Mansito. El extremeño, eso sí, ha acompañado al equipo en todos los partidos pese a las reticencias del Gobierno, que creó a través del Consejo Superior de Deportes (CSD) la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación y colocó a Vicente del Bosque a la cabeza. «Será la cara del fútbol español», anunció la ministra Pilar Alegría. El ex seleccionador, campeón del Mundial 2010 y la Eurocopa 2012, debía ejercer como la máxima figura institucional en este torneo y en los Juegos de París, pero en Alemania ha sido así. De hecho, sólo ha acudido al partido frente a Albania, con la fase de grupos resuelta, y la semifinal ante Francia. El respeto que genera se debe a sus logros deportivos, no a su condición de «cara» del fútbol español. En eso, la UEFA es estricta y sólo reconoce a quienes son autoridad federativa.

Rocha ha ido ganando foco con el avance del torneo. Ha encabezado la delegación en cada partido, se ha sentado en la primera fila del autobús junto a Luis de la Fuente, ha bajado al césped a felicitar a los jugadores y hasta ha cantado en las celebraciones. Tampoco, y por primera vez, ha tenido reparos ante la prensa, de la que hasta hace muy poco huía.

A la espera de Sánchez

Todo con el respaldo de la UEFA, que no ha dudado en colocarle en el palco, junto a su presidente, Aleksander Ceferin, y la máxima autoridad nacional. En el caso del duelo ante Italia, Felipe VI. En el resto, la ministra Alegría, pero no el secretario de Estado y presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes que, aunque lo quiso, no pudo ocupar el lugar de honor, provocando un baile de sillones.

Es el protocolo de la organización, que sólo cede la presidencia a los jefes de Estado y de Gobierno. Sin embargo, Pedro Sánchez no quiso la foto con Rocha y prefirió compartir palco en los cuartos de final con el canciller alemán Olaf Scholz. A las semifinales ante Francia no acudió, pero se le espera el domingo, de nuevo junto al Rey. Esta vez puede que le resulte difícil sortear al presidente de la RFEF, que aún lo es a pesar de la amenaza de inhabilitación que pesa sobre él.

Las opciones de García Chaves

El próximo jueves, el TAD podría pronunciarse sobre la solicitud de inhabilitación a Rocha durante seis años por tres infracciones graves: cesar al secretario general Andreu Camps, rescindir la relación con el asesor Tomás González Cueto y firmar la personación de la RFEF en el caso Supercopa. Rocha, que también está imputado en el caso Brody, recusó a los miembros del TAD que deben tomar la decisión, pero su escrito fue rechazado. En unos días puede darse la situación de que el presidente tenga que dejar el cargo por decisiones que su entorno defiende como necesarias y hasta exigidas por el propio Gobierno.

En el caso de que esa inhabilitación se produjera, y como las elecciones se deben convocar en menos de seis meses -podría ser el 10 de septiembre- las riendas de la RFEF quedarían en manos de la vicepresidenta María Ángeles García Chaves. De esta forma, y durante unos meses, una mujer se convertiría, por primera vez, en presidenta del fútbol español.