El ex tenista Rafa Nadal, el portero del Atlético de Madrid Jan Oblak, la nadadora Teresa Perales o el alpinista Carlos Soria fueron algunos de los deportistas galardonados este lunes en la gala de los Premios Marca del deporte, que se han entregado este lunes en el Real Casino de Madrid.
Para esta edición, el diario Marca, impulsor de estos reconocimientos, unió los tradicionales Premios Marca de la temporada en fútbol con los Premios Marca ADN del Deporte, dedicados a aquellos deportistas que han protagonizado momentos únicos en el deporte español, tales como la selección española de fútbol campeona del mundo en Sudáfrica 2010, representados por Vicente del Bosque, Íker Casillas y Fernando Llorente, o 'La Familia' de baloncesto, con Rudy Fernández como miembro de honor.
Oblak, que logró su sexto Trofeo Zamora al portero menos goleado de LaLiga, algo que "nunca imaginó", pero afirmó sentirse "contento" y quiso soñar a lo grande con el Atlético de Madrid: "Mi sueño de ganar la Liga de Campeones sigue ahí y lo quiero cumplir".
Jan Oblak con sus seis Premios Zamora.
Perales, la deportista española más laureada en unos Juegos Paralímpicos, con un total de 28 medallas ganadas entre los Juegos de 2000 y 2024, admitió ir "poco a poco" a por su medalla número 100 y tener los Juegos de Los Ángeles 2028 como su siguiente objetivo.
De igual manera, deportistas históricos como Rafa Nadal, Marc Márquez o Carolina Marín también fueron reconocidos en la gala. "Es un año un poco complicado tras la retirada, te quieren en muchos lugares, pero en todos lados no puedo estar", señaló Nadal, quien calificó de "espectacular" el torneo de España en la Copa Davis. "El deporte genera recuerdos de momentos vividos en familia", apostilló.
Por su parte, Marc Márquez, reciente heptacampeón del mundo en MotoGP, calificó con un 9,3 su temporada y actualizó su estado de salud tras sufrir una fractura en el coracoides y una rotura de los ligamentos en el hombro derecho: "Estoy ya mejorando con la movilidad".
También se otorgaron el Premio Marca Leyenda al alpinista de 86 años Carlos Soria, la persona más mayor en coronar una cumbre de más de 8.000 metros, y el Premio Marca-Laureus a Óscar de Marcos, ex futbolista del Athletic Club y del Deportivo Alavés, por sus diferentes labores sociales.
"Yo no pensaba batir un récord mundial, lo que quería era celebrar mi primer cincuentenario del primer 8.000 metros que conseguimos los españoles. Me emociona haber traído al alpinismo de mi mano hasta aquí", declaró un emocionado Soria.
Asimismo, José Alberto, entrenador del Racing de Santander recibió el premio Miguel Muñoz de LaLiga Hypermotion; Santi Cazorla, jugador del Oviedo, el premio 'Favorito de la Afición'; o el colombiano Luis Suárez, delantero del Sporting de Portugal, el trofeo 'pichichi' de Segunda División 2025 por su desempeño en el Almería.
De izquierda a derecha, Marco Pompignoli, presidente de Unidad Editorial; Rafael Nadal; José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid; Juan Ignacio Gallardo, director de MARCA, y Laura Múgica, directora general y consejera de Unidad Editorial.
Hace año y medio, Carlo Ancelotti clamaba a los cuatro vientos que su vestuario en el Real Madrid, campeón de Europa en Wembley en 2024, era «el más sano» que había visto nunca. Todo encajaba sobre el césped, pero lo más importante era lo que sucedía fuera de él: las relaciones entre los jugadores y el cuerpo técnico fluían a la perfección. Se entendían en el triunfo y en la derrota y el entrenador tenía mando en plaza para gestionar a los futbolistas y a las personas. Era «un padre», y así lo recuerdan.
Unos meses después y según ha podido saber este periódico, parte de aquel vestuario «sano y sin egos» vive revuelto y tensionado bajo el gobierno de Xabi Alonso. El vasco había heredado una plantilla enrabietada por las importantes derrotas de la última temporada con Ancelotti y por circunstancias extradeportivas como el Balón de Oro, pero también descolocada en lo futbolístico tras la salida de Toni Kroos y el fichaje de Kylian Mbappé, guinda del último proyecto galáctico de Florentino Pérez y pieza que ha movilizado roles y egos. Y el tolosarra no ha podido, de momento, gestionar filias y fobias, todavía con más nubarrones tras los dos empates ante Rayo y Elche y la derrota en Anfield ante el Liverpool.
De la ilusión a las dudas
Esa herencia de emociones en el vestuario ha chocado de frente con la idea de Xabi Alonso, un entrenador joven, intervencionista y exitoso con su proyecto más personal: el Bayer Leverkusen, al que hizo campeón de Alemania y subcampeón dela Europa League. Un técnico que convenció a las altas esferas del Bernabéu por sus triunfos, por su fútbol moderno, por su pasado en Chamartín y por la promesa de una gestión férrea, nacida de su unión deportiva y emocional a José Mourinho. Todo gustaba y la ilusión era total.
Pero en estos primeros seis meses, parte de la galaxia y Xabi no encajan. Después de los brotes verdes del Mundial de clubes, los resultados, las sensaciones y la forma de gestionar la plantilla han fracturado algunas relaciones que son claves para el día a día del equipo. Hay futbolistas que no comparten sus métodos de entrenamiento, lo encima que está en las sesiones o las horas extra de vídeo y charlas, y estrellas que, según el cuerpo técnico, no han estado a la altura de lo que les pide su técnico.
Vinicius, suplente en cuatro ocasiones en este curso, no ha ocultado sus enfados en público ni en privado. Si la relación entre el brasileño y Ancelotti era de padre e hijo, con Alonso es «profesional», dicen fuentes cercanas al vestuario. La conexión entre el delantero y el vasco ha sido el foco de la polémica, y siendo Vinicius un jugador tan popular dentro de la plantilla, el debate sobre su gestión ha recorrido todas las taquillas de Valdebebas.
Entre la autocrítica y la desconexión
En el vestuario hay dos corrientes. Una autocrítica, que considera que este año y medio desde la final de Wembley ha sido un desastre en gran parte por méritos propios, sin importar quien esté en el banquillo, y que cree que ha faltado y falta actitud. Pero claro, la actitud se consigue con la motivación, y la motivación llega, en gran medida, por la conexión que se tenga con el técnico y por lo que fluya el balón o no. Y ahí, la otra corriente duda de la idea de Alonso para esta plantilla.
Valverde, que brilló como extremo derecho en la Champions de 2022, o Bellingham, tercero en el Balón de Oro de 2024 liberado como falso nueve, no terminan de encontrar su sitio. Son todocampistas y no consiguen destacar en un fútbol más posicional que el de Ancelotti. Una situación similar con Camavinga o el propio Vinicius. Tres de esos cuatro fueron suplentes ante el Elche. Mientras, otros como Tchouaméni, Güler o Mbappé sí han rendido y sí se sienten cómodos, lo que les ha llevado a asentar su relación con el técnico.
En el club, por su parte, observan preocupados su gestión y no faltan algunas críticas, aunque en voz baja y pidiendo algo más a sus futbolistas. No gustó la polémica con Vinicius ni se entiende la desconexión de otras estrellas, pero los resultados ponen al Madrid líder en Liga y en el Top-8 europeo. «Es el momento de los jugadores», dicen. El día del City (12 de diciembre) aparece como último examen de la primera evaluación.
Hay que viajar hasta el 31 de agosto, con el 1-2 ante el Real Betis, en el estadio de La Cartuja, para encontrar la última victoria del Athletic a domicilio. En la tercera jornada de Liga el equipo vasco compartía liderato con el Real Madrid, ambos con tres triunfos. Poco tardaron en difuminarse aquellos esperanzadores inicios de curso. Goleado el pasado sábado en la vuelta del Barcelona al Camp Nou (4-0), el conjunto que entrena Ernesto Valverde visita este martes al Slavia de Praga en la quinta fecha de la Liga de Campeones obligado a ganar si no quiere que sus opciones de terminar entre los 24 primeros queden en algo casi remoto.
Este Athletic tristón, sin gol, octavo en el torneo doméstico, vigesimoséptimo en la Champions, con Nico Williams mermado por una pubalgia y con una poblada enfermería, mira con ilusión a algunos jugadores que han precipitado su ingreso en el equipo por las delicadas circunstancias. Por su atrevimiento e instinto, destaca Selton Sánchez, un media punta nacido hace 18 años en Durango, de madre brasileña y padre vasco.
En los poco más de 20 minutos de los que gozó en su estreno con el primer equipo, en St. James' Park, tuvo un papel dinamizador, ya con el Newcastle ganando por el 2-0 que sería definitivo. Salió en el minuto 70 por Jauregizar y, entre otros detalles, dejó una sugerente cuchara para Unai Gómez, quien, al igual que en Barcelona, ocupó la plaza de delantero centro.
Empezó la temporada con el Baskonia, club que mantiene un convenio con el Athletic, en Segunda Federación. Después disputó la Youth League con los juveniles rojiblancos, con gol y asistencia en la goleada a domicilio al Borussia Dortmund (0-4). Antes de dar el salto con los mayores, pasó por el Bilbao Athletic.
Titular frente al Oviedo
Satisfecho con su rendimiento ante el Newcastle, Valverde le puso como titular frente al Oviedo, en el que fue su debut en San Mamés. Otra muestra de su desenfado fue una rabona que, aun sin tener mayores consecuencias, provocó el lógico asombro en la grada, ganándose que muchos aficionados corearan su nombre cuando fue relevado pasada una hora de partido.
«Tiene una calidad y un desparpajo que llaman la atención, no rehúye el esfuerzo y va hacia delante. Hay muchas esperanzas puestas en él. Tiene 18 años y todavía tiene que hacerse muscularmente», valoró su entrenador, que también le ha incluido en la convocatoria para el encuentro en la capital checa.
Además de la vistosidad de sus acciones, el chico se aplica con esmero a la hora de cumplir las instrucciones que le llegan desde el banquillo. Así volvió a hacerlo en un ejemplar despliegue físico durante el encuentro ante el conjunto asturiano, cuando Valverde le pidió saltar en la presión. Primo del ex jugador del Liverpool Roberto Firmino, ahora en el Al Sadd de la liga quatarí, tiene contrato hasta 2029 y una cláusula de rescisión de 30 millones de euros. Es, sin obviar a Asier Hierro, que también está en el grupo que viajó a Praga, y Nico Serrano, ausente en esta ocasión por una lesión muscular, la figura más visible de los jóvenes del Athletic.
La sequía de Sancet
Los vizcaínos han perdido seis de sus últimos siete partidos fuera de casa, con un empate a cero, ante el Elche, como mayor cosecha. En Europa, cayeron como locales ante el Arsenal y, además de contra el Newcastle, también cedieron en su visita al Dortmund (4-1). Sólo han superado al Qarabag (3-1). Si en el continente, con cuatro tantos, son uno de los equipos menos fecundos, en la Liga EA Sports únicamente suman 12 en 13 partidos, sólo por encima de Alavés, Osasuna y Oviedo.
Oihan Sancet, con 17 tantos, máximo realizador del equipo en el pasado ejercicio, sólo suma uno en éste y se encuentra lejos de su mejor forma después de un período señalado por las lesiones. Fue expulsado el sábado en el Camp Nou por una patada alevosa a Fermín. Gorka Guruzeta es el más fecundo este curso, con cuatro tantos, tres de ellos en Champions. Maroan, que en principio contó con la confianza de Valverde, estará tres meses de baja.
En los 70 empezaron a aparecer voces autorizadas que anunciaban: «Cuando el África negra despierte, reinará en el fútbol». El pronóstico se basaba en el inmenso potencial físico de las gentes de aquella parte del mundo, con fuerza, agilidad y velocidad muy buenas para este deporte. Ya habíamos tenido algún ejemplo en Europa, el más importante, Eusebio, nacido en Mozambique cuando era todavía provincia portuguesa de ultramar. De la misma época era Kialunda, un congoleño que triunfó en el Anderlecht. Aquí impactaron Salif Keita y el gambiano Biri-Biri, llegados al Valencia y al Sevilla en la campaña 1973-74. Y la raza negra ya estaba muy presente en países de Sudamérica de larga tradición futbolística, y bien que se notaba. Singularmente en Brasil, con Pelé.
En el África subsahariana tardó más en entrar el fútbol que en el Magreb, y cuando llegó, las condiciones de pobreza no permitían la existencia de buenos campos. En general, practicaban un fútbol anárquico, sin más propósito que el lúdico. Pero, se decía, era cuestión de tiempo que tuvieran campos, tradición y una cultura táctica poco a poco implantada por técnicos europeos que empezaban a ir por allí.
Para saber más
La primera selección de aquella zona presente en un Mundial fue Zaire, en el Mundia de Alemania de 1974, que conquistó la única plaza africana. (A México'70 fue Marruecos, a Argentina'78 iría Túnez). Fue un desastre. Perdió 2-0 con Escocia, 9-0 con Yugoslavia y 3-0 con Brasil, dejando una imagen folklórica de brujos, fetiches y amenazas de su presidente, Mobutu Sese Seko. Otra cosa sería Camerún, ya en España'82, donde con la ampliación de 16 a 24 equipos a África ya le correspondieron dos y vinieron Argelia y Camerún. Argelia no pasó en su grupo por un tongo entre Alemania y Austria. Camerún hizo en el suyo los mismos puntos que Italia para el segundo puesto y quedó fuera por goal average, pero dejó buena impresión, en especial el delantero Roger Milla. Empató con Polonia, semifinalista, y con Italia, campeona.
La orden del presidente Biya
En México'86 las dos plazas serían para Argelia y Marruecos. Camerún iba a regresar, junto a Marruecos, en Italia'90. Y daría la campanada. El seleccionador fue Valery Nepomnyashchy, ex futbolista soviético, retirado a los 25 años por un golpe en un riñón. Fichó en 1988 como parte de un programa de colaboración entre los dos países. Llegó para la sub-21, pero se fue el seleccionador y le cayó el cargo. Firmó por dos años, con el horizonte de Italia'90 y les clasificó, ganando el grupo frente a Nigeria, Angola y Gabón, y eliminando luego a Túnez.
La liga local, amateur, se suspendió para preparar del Mundial. Nepomnyashchy hizo una lista de 40 para una primera criba y un día le iban cuatro, otro 10, otro seis... Y no siempre los mismos. No les daban permiso en sus trabajos. El día que pudo montar un partidillo lo consideró un éxito. Finalmente escogió 28 para la concentración definitiva, en un campamento militar cerca de Split, entonces Yugoslavia, hoy Croacia. Allí se les agregaron los 10 profesionales europeos, ocho que jugaban en Francia, uno en Suiza y nuestro N'Kono, meta del Espanyol, que ese curso jugó en Segunda. Los pericos acabaron terceros, lo que les otorgó acceso a una promoción contra el Málaga, que N'Kono se perdería. El portero escuchó a través de la radio el retorno a Primera de los suyos con tanda de penaltis en Málaga.
En esas llegó la orden del presidente, Paul Biya, de incorporar a Roger Milla, dos veces Balón de Oro africano. Con 38 años, estaba retirado. Tras una carrera iniciada a los 14 años en Camerún y culminada en Francia (ganó una Copa con el Mónaco y las Copas de África de 1984 y 1988), se despidió con un doble homenaje en Yaundé y Duala, los dos únicos estadios del país. Ahora jugaba por placer en el Saint-Pierroise, de Isla Reunión.
Vautrot expulsa a Massing tras una dura entrada sobre Cannigia.GETTY
Le esperaron incómodos, pero su conducta agradó. No se hizo el importante, dio buenos consejos, se entrenó a fondo y aceptó el papel de suplente. El trabajo fue terrible, en plan ejército soviético, subiendo colinas con un compañero encima una y otra vez. Hubo abandonos y los amistosos no fueron tranquilizadores, pues los perdieron todos menos el último, contra la sub-21 yugoslava. Con esos antecedentes y la perspectiva de abrir plaza la jornada inaugural, ante los campeones, la Argentina de Maradona, volaron los 22 supervivientes a Milán.
Cuando Nepomnyashchy da la alineación en el hotel, a cinco horas del partido, hay sorpresa: no juega Bell, del Burdeos, al que se daba por titular, sino N'Kono. La causa fue que al grupo le habían dado 800 dólares a repartir entre todos por clasificarse, Bell supo que otras selecciones cobraban hasta millón y medio, levantó esa liebre y el ministro de Deportes exigió al seleccionador que le apartara. N'Kono quiso resistirse, pero Nepomnyashchy le dijo: «Si no juegas, pongo un delantero». Y jugó. Un factor de nerviosismo más cuando se alinean en el centro del campo ante un San Siro repleto, de unas dimensiones desconocidas para casi todos. Asiste el presidente Biya, otra amenaza, y no pueden esperar más apoyo que el de un grupito de familiares de los que jugaban en Europa.
Los capitanes, Tataw y Maradona, sortean los campos, y el argentino se retira haciendo unos malabares intimidantes con el balón. Eso les enfada. Y más les enfada que el abundante grupo argentino les haga sonidos de mono. Cantar su himno les ha reforzado y salen decididos a vender cara su piel negra. Corren, saltan, cargan y pegan, corren, saltan, corren y pegan... El superduro Massing advierte a Maradona: «Soy un amateur sin nada que perder, como vengas por aquí te retiro». Maradona no se arruga, llegará a sufrir hasta 12 faltas, 10 de ellas castigadas con tarjeta amarilla por Vautrot, lo que viene a significar que le pegaron todos. En la segunda mitad sale Caniggia a repartirse los golpes con él. Pero hace rato Camerún ya no sólo pega. En el minuto 20, M'Fedé, que se da un aire a Milla, regatea a dos argentinos, entrega bien y crea una ocasión de gol. El equipo descubre que puede jugar. Como Argentina nada y guarda la ropa, el partido se equilibra. En el minuto 68, Omam-Biyik se cuelga del cielo y pica un cabezazo ante el que Pumpido falla clamorosamente. Argentina se lanza al ataque, Vautrot le facilita las cosas en el 72, con la expulsión un tanto rigurosa de Kana-Biyik, hermano del goleador. Argentina se vuelca, pero no penetra y sus lanzamientos a la olla son dominados por N'Kono. En el 90 hay una segunda expulsión, Massing, que voltea a Caniggia. En el descuento, nuevos arreones argentinos, algún contraataque con aire de gol y pitido final con la victoria de Camerún. Una bomba, otra vez David contra Goliath. Buffon, entonces un muchacho, decidió ese día, por inspiración de N'Kono, pasar de ser jugador de campo a la portería.
El equipo de toda África
Después toca Rumanía, ante la que aplican a Hagi el mismo tratamiento que a Maradona. Menos bravo, se retira en el minuto 56. En el 61, Nepomnyashchy hace salir a Milla, ausente ante Argentina, y su irrupción fascina: marca en el 76, repite en el 86. El gol final de Balint es inútil. En dos partidos, Camerún ha asegurado el primer puesto del grupo. Los días siguientes son difíciles para el seleccionador, la concentración se altera con reportajes, regalos y agentes con sus ofertas. Falta jugar contra Rusia y el plan es dar descansos masivos, pero el ministro de Deportes le dice que estaría mal visto, ya que él es ruso, y le exige que ponga a los mejores. Lo hace y el resultado es una derrota por 4-0.
El palo viene bien, hace reflexionar a todos y deciden afrontar los octavos con máxima concentración. El rival es la Colombia de Higuita, Valderrama y Redín, adelantada del tiqui-taca. Su juego es un puro toque que va toreando el vendaval camerunés. Milla entra en el 59 por M'Fedé, el partido termina 0-0, pero en la prórroga vuelve a frotar la lámpara y marca en el 106 y el 109, el segundo robándole el balón a Higuita en una excursión al medio campo. De nuevo es vano el tardío gol del rival. Camerún pasa a cuartos, donde nunca antes llegó ningún equipo africano. Ya es el pasmo del Mundial, el equipo de toda África. Camerún vive un delirio. Desde el segundo partido, las muchas ciudades sin luz se vacían los días de partido porque sus gentes van a Yaundé o a Duala, a ver la televisión donde puedan, duermen en casa de algún pariente o paisano, o en la calle, y regresan al día siguiente. Se vive una exaltación nacional.
El rival de cuartos es Inglaterra. Beckenbauer, seleccionador de Alemania, dice que preferiría cruzarse con Inglaterra en semifinales antes que con los africanos. A esas alturas la pregunta era: ¿quién puede parar a Camerún?
Omam-Biyik, durante el partido de cuartos ante Colombia.FIFA
Inglaterra trata de intimidar ocupando primero el túnel, con gritos y cánticos, pero los intimidados son ellos cuando salen del vestuario los cameruneses, entonando un canto entre guerrero y religioso, mientras repiquetean con ese ritmo tan africano los tacos sobre el suelo. Luego juegan mejor que nunca, atacan con fe e ingenio, ligan jugadas rápidas y precisas. Es impresionante. Aun así marca por delante Platt, con un buen cabezazo. Milla aparece en el 46, de nuevo como revulsivo. En el 63 le hacen un penalti que transforma Kundé, en el 65 le adelanta un pase a Ekéké, que marca el 2-1. Camerún se confía, disfruta, está dando su recital cuando en un descuido Inglaterra le llega y un penalti discutible provoca el 2-2 de Lineker. En la prórroga, otro penalti transformado también por Lineker liquida la bonita historia. Camerún está fuera y los millones de partidarios que había ganado en todo el mundo, y me incluyo, sufrimos una desilusión. Se despiden con una vuelta olímpica, aclamadísimos. Han entrado en el corazón de todos. Por una vez, el África negra deja de ser vista sólo como un lugar de guerras, epidemias y niños hambrientos.
El 747 que les va a recoger a Roma tiene que dar dos vueltas sobre Yaundé hasta que la Policía consigue despejar la pista del gentío que se agolpa. Todo el país está en la calle. El presidente les condecora con la orden de Caballero de la Orden Nacional del Valor y les promete un piso a cada uno. El piso tardó 30 años en llegar. Demasiado tarde para Massing, M'Fedé y el capitán Tataw, muerto por no poderse pagar un tratamiento. Paul Biya sigue como presidente tras medio siglo en el cargo. En Yaundé se abrió una gran cervecería llamada Nepo en honor a Neponmaneshchy, pero no renovó. Se convirtió en un trotamundos de los banquillos.
Roger Milla fichó por el Tonnerre de Yaundé y se retiró en el Pelita Jaya, de Indonesia. Aún jugó en EEUU'94 y marcó un gol con 42 años, récord mundialista. Ahora es embajador de UNICEF. Para EEUU'94, ya se amplió a tres el cupo de selecciones africanas, que desde entonces no ha hecho más que subir. En el próximo, con 48 participantes, habrá nueve, más la posibilidad de otra, a través de la repesca. Pero hasta Italia'90 ninguna selección africana había soñado con rozar las semifinales. La hazaña de Los leones indomables sigue muy presente.
Una gigantesca imagen de Diego Maradona en blanco y negro, con ribetes celestes y blanco, se apoderó de la noche el pasado martes en el estadio Monumental de River. En el escenario, los hermanos Liam y Noel Gallagher tocaban Live forever, tema de aquel histórico álbum de Oasis, Definitely Maybe.
«¡Olé, olé, olé... Diego, Diego!», cantaron 85.000 gargantas muy de acuerdo con ese «vivir por siempre». Mientras eso sucedía, de espaldas al público, Liam Gallagher miraba hacia la abrumadora imagen de Maradona, alzaba los brazos y le gritaba cosas que nadie entendía.
El público vibró, se emocionó y lloró en el mayor estadio de fútbol de Sudamérica, cuando se cumplen, hoy, cinco años de la muerte del máximo ídolo deportivo en la historia del país. ¿O del máximo ídolo a secas? Un ídolo que no encuentra la paz.
«Para mí fue un asesinato», dijo a EL MUNDO Mariano Israelit, uno de los mejores amigos de Maradona, fallecido el 25 de noviembre de 2020, días después de cumplir 60 años.
El papel de los médicos
Si fue un asesinato, los asesinos fueron sus médicos y el entorno que rodeó a Maradona en el tramo final de su vida. Y eso es lo que intenta dilucidar un proceso penal que comenzó bien, pero que en un giro asombroso fue anulado: una de las juezas integrantes del tribunal organizó la grabación de un documental.
El nombre del documental dice todo acerca de las intenciones de la jueza Julieta Makintach: Justicia divina. Makintach es hija de un reconocido juez, y ella misma estaba desarrollando una gran carrera, pero tiró todo por la borda en busca de fama y dinero. Nada que en el fondo desentone en un universo maradoniano que fagocita y enloquece a muchos de los que se acercan a él.
«Para mí fue un asesinato», insiste Israelit, que publicó recientemente un libro, El amigo de Dios. Un amigo que señala a Leopoldo Luque, el médico a cargo de la salud de Maradona, a Agustina Cosachov, la psiquiatra, y al variopinto y a todas luces poco recomendable entorno del ídolo argentino.
Uno de los homenajes a Maradona, en Buenos Aires, en 2020.Marcos Brindicci
Israelit lanza una palabra, «Cuba», y la conversación pone reversa hasta llegar a la isla caribeña en el año 2001, un momento clave en la vida de Maradona. Estaba ingresado en la clínica La Pradera para recuperarse de la adicción a la cocaína. Salió de aquello y se rearmó económica y moralmente antes de, muchos años más tarde, volver a tropezar.
Eran las 3.30 de la madrugada en aquella noche de 2001, y en las afueras de La Habana una palmera doblada por la fuerza del huracán Michelle amenaza la integridad de una casa. Maradona marcó el número privado de Fidel Castro y le dijo que su habitación está a punto de ser destruida. «A los diez minutos llegaron cuatro operarios a cortar la palmera», recuerda hoy Israelit. «¿Y sabéis cómo reaccionó Diego? Nos miró a los tres amigos que lo acompañamos y nos dijo: "¿Vieron que era cierto que Fidel es mi amigo?"».
La pastilla del corazón
En aquellos días compartidos en Cuba, Israelit confirmó que entre los muchos medicamentos que tomaba, había uno que Maradona no debía nunca olvidar: «La pastilla para el corazón, su médico, el doctor Alfredo Cahe, nos decía que no debía dejar nunca de tomarla. Tomaba de 10 a 12 pastillas al día, para la retención de líquidos, la memoria, etcétera. Pero lo fundamental era la pastilla para el corazón». Luque no le recetó esa pastilla, dice Israelit: «La autopsia nunca reveló que se estuviera medicando para el corazón».
En 2020, poco antes de morir, el campeón de México'86 tomó de los hombros a Israelit, que recuerda el susurro junto al oído: «No me abandonen, no me dejen solo». Es lo que intenta dilucidar el juicio penal, si a Maradona lo dejaron solo y si eso precipitó su muerte. Un juicio que volverá a comenzar, desde cero, el 17 de marzo.
Israelit, que denunció en la televisión argentina haber recibido amenazas de muerte, añade que es un misterio el destino de supuestos millones de dólares esfumados, dinero originado en buena parte en México, durante el año que Maradona pasó como entrenador de Dorados de Culiacán, pero también en negocios con el régimen venezolano de Nicolás Maduro y en los Emiratos Árabes Unidos. Ese dinero era pagado a Maradona en «negro».
«Cuando Diego vuelve de México, de Dorados, viene a comer un asado y cuenta que tiene más de 100 millones de dólares. Nos pusimos contentos, pensando en cómo vivíamos en Cuba», explicó Israelit.
Tifo en honor a Maradona, el pasado domingo en La Bombonera.AFP
El aniversario de la muerte de Maradona encuentra a los argentinos enfrascados en otros asuntos, pero sobre todo con un cambio fundamental en el universo futbolístico: hace un lustro, Maradona era el ídolo indiscutible y Lionel Messi lo seguía a distancia, discutido y despreciado por muchos de sus compatriotas. Hoy, tras el título mundial en Qatar 2022, el indiscutible es Messi, que «opacó un poco la carrera de Diego, aunque no su historia», dice Israelit.
Es indiscutible que el jugador del Inter de Miami hizo, con 45 títulos, una carrera más extensa, regular y exitosa que la de Maradona, cuyo paso por la selección como entrenador vuelve de tanto en tanto a la conversación. Es el caso de Pablo Zabaleta, al que Maradona borró de su lista para Sudáfrica 2010 al no aceptar que el jugador buscara un equilibrio entre su club, el Manchester City, y la selección. «Fue una de las desilusiones más grandes de mi carrera», dijo en estos días. «Maradona no lo entendió».
Más allá del sueño del cuarto título mundial, la familia de Maradona se mueve. Dalma, una de las hijas, produjo un documental, La hija de dios, en tanto que Claudia, su histórica pareja, organizó este año un viaje por Italia para fanáticos de Maradona: «Vamos a recorrer Roma, Milán y Nápoles con una mezcla rara de devoción, alegría, nostalgia y locura. Vamos a brindar con vino y con lágrimas. Vamos a gritar goles que ya pasaron como si estuvieran pasando. Y vamos a volver distintos, porque este viaje no es para mirar, es para sentir» .
La figura de Maradona será explotada hasta el infinito. Frente a la Casa Rosada, en el corazón de Buenos Aires, una construcción lo espera: el M10 Memorial, donde deberían descansar sus restos una vez que lo autorice el juez y puedan ser exhumados del cementerio de Bella Vista, en las afueras de Buenos Aires.
"No quería vivir"
Cinco de los hijos de Maradona (Dalma, Giannina, Diego jr., Diego Fernando y Jana) impulsan el proyecto desde la Fundación Maradona. Los mil metros cuadrados incluirán un Muro del Legado al que los donantes podrán sumar su foto. «Será un lugar de peregrinación, devoción y emoción para todos los que sentimos que el fuego sagrado de Diego es eterno», dice la promoción del proyecto, paralizado ante el enrevesado estado de la causa judicial y de las relaciones internas de la familia del ídolo.
Rocío Oliva, la última pareja de Maradona, reveló en estos días la última conversación que mantuvieron: «Él me dijo: "Deseo que formes una familia linda, que te puedas casar, tener hijos, tu marido y que seas muy feliz. Sós una gran persona y te lo merecés. Que te dé todo lo que yo no te di"».
¿A Diego lo asesinaron?, le preguntaron a Oliva. Y la respuesta es diferente a la de Israelit: «La verdad, no lo sé. Yo lo que puedo llegar a pensar es que se dejó, se abandonó muchísimo. Seguramente no quería vivir».
La empresa encargada de impulsar la Superliga, A22 Sports Management, ha iniciado los trámites previos a la interposición de una demanda judicial por daños y perjuicios contra la UEFA, además de pedir el reconocimiento de la competición, según anunció este lunes la propia compañía.
Esto ocurre después de que, en octubre pasado, se desestimara el último recurso en su contra ante la Audiencia Provincial de Madrid. Conforme a la legislación procesal española, A22 tiene como objeto reclamar "una indemnización por los daños y perjuicios sufridos a consecuencia del abuso de posiciónde dominio de la UEFA como operador monopolístico en el mercado de las competiciones europeas de clubes de fútbol", según amplió la compañía en un comunicado.
El 21 de diciembre de 2023, la Gran Sala del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó que la UEFA abusaba de su posición de monopolio en el mercado de competiciones europeas de clubes, vulnerando el Derecho de la Competencia de la UE.
"solución integral"
En su fallo, avalado también este mes de octubre por la Audiencia Provincial de Madrid, el TJUE exigió a la UEFA la apertura del mercado a terceros organizadores, tales como A22.
En 2025, A22 solicitó formalmente a la UEFA el reconocimiento de la Liga Unify, su propuesta para nuevas competiciones europeas, ajustada a los "requisitos establecidos por la sentencia del TJUE", en un proceso de negociaciones de siete meses de duración (entre marzo y septiembre de 2025), en lo que la empresa entiende como "un esfuerzo por acordar una solución integral y cooperativa a los litigios en curso" con la UEFA.
Las propuestas se centraron en tres ejes críticos: un formato mejorado, una gobernanza modernizada y la implementación de la plataforma de 'streaming' (emisión en directo) Unify, pero no se alcanzó "acuerdo alguno" con la UEFA.
Por ello, A22 ha iniciado los trámites preceptivos de Medios Adecuados de Solución de Controversias (MASC), conforme a la legislación procesal española, como paso previo a la interposición de una demanda judicial contra la UEFA.
"la competición del futuro"
El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, uno de los grandes valedores de este proyecto, aseguró ayer, domingo, en la Asamblea General Ordinaria del club blanco que no se detendrá e impulsará la creación de la Superliga, "la competición del futuro", reivindicando la libertad de los clubes a crearla y anunciando una reclamación económica a UEFA por "los daños creados".
Asimismo, anunció que el Real Madrid ha iniciado un "proceso de reclamación económica a la UEFA para ser indemnizados por daños del pasado" y pasar a crear la "competición del futuro", en una cifra que podría alcanzar los 4.500 millones.
Según indicaron fuentes de A22, esta denuncia a nivel de clubes por daños y perjuicios puede ser presentada por cualquiera de los clubes que se sientan perjudicados por el abuso dominante de la UEFA, tanto los clubes primigenios que abanderaron el proyecto, como aquellos que nunca han formado parte del mismo.
Los clubes que respaldaron en abril de 2021 la creación de esta nueva competición fueron los ingleses Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham Hotspur; los italianos Milan, Inter de Milán y Juventus; y los españoles Atlético de Madrid, Real Madrid y Barcelona. De ellos, sólo el club presidido por Pérez mantiene aún su defensa acérrima.
Ferran Torres está destapando en la segunda campaña de Hansi Flick al frente del Barça un asombroso instinto asesino ante la portería contraria. Del Tiburón siempre se ha valorado su capacidad para combinar juego en tareas ofensivas y romper las defensas rivales, pero las cifras anotadoras podrían considerarse como más que discretas para alguien con tanta calidad. El técnico, no obstante, parece haber dado con la tecla para que las cosas sean muy diferentes. A lo largo del año natural 2025, Ferran se ha consolidado como el máximo artillero español en las cinco grandes ligas europeas. De momento suma 23 goles en todas las competiciones, por delante de Lamine Yamal (18) y Mikel Oyarzabal (17).
Todo parece fluir a las órdenes de Flick y esa confianza se entiende mejor al calor de los datos. Mientras con Xavi Hernández, Ferran tuvo que conformarse con 25 goles en 113 partidos, con el alemán ha multiplicado su rendimiento: 28 tantos en 60 encuentros.
El curso pasado, Ferran ya firmó los mejores registros de su carrera, con un total de 19 goles en 45 partidos, y esa voracidad fue muy valiosa para que los suyos se alzaran con la Copa del Rey. En ese torneo hizo seis tantos en cinco encuentros, incluida la final, cuando forzó una prórroga que culminó con triunfo ante el Real Madrid.
Incrementando la media
En esa exitosa campaña, Ferran añadió a esos seis goles en la Copa 10 más en 27 partidos de Liga y tres en 11 de Champions. Sus números totales, 19 tantos en 45 citas, le permitieron firmar una media anotadora de 0,42 goles que, a estas alturas de la presente campaña, está superando con creces. Ahora mismo, lleva casi la mitad de los goles conseguidos el curso pasado, nueve, en estos momentos, en un tercio de partidos disputados (15).
Los dos tantos anotados el pasado sábado frente al Athletic le permiten atesorar siete en 12 encuentros de Liga, a los que hay que sumar además dos en tres duelos de Champions. Unos guarismos que le permiten presentar una media de 0,6 goles. Con el Manchester City, en la temporada y media que estuvo en la Premier, mientras, consiguió 11 tantos en 43 encuentros.
Sus buenas vibraciones ante la portería contraria, unidas al retomado gran rendimiento de Robert Lewandowski, le permiten al Barça afrontar el duelo frente al Chelsea en Stamford Bridge con claras aspiraciones de sumar una victoria que se ha resistido en las dos últimas jornadas. Frente al PSG cayeron a última hora por 1-2, mientras que ante el Brujas, hace casi tres semanas, en una noche de locura, no pudieron pasar de un 3-3.
Evitar la eliminatoria previa
Llevarse una victoria de su visita a Londres, frente a un rival que llega a este choque también con dos victorias, un empate y una derrota, tras firmar tablas por 2-2 con el Qarabag en la última jornada y caer por 3-1 en la primera frente al Bayern, les permitiría a los de Flick buscar una crucial escalada. No en vano, acabar entre los ocho primeros en la fase de liguilla permite clasificarse directamente para octavos y ahorrarse así una eliminatoria de desenlace incierto.
Para aspirar a ganar al conjunto blue, además del olfato anotador de sus puntas, el Barça dependerá también de retomar una solidez defensiva muy añorada hasta que Joan García regresó bajo los palos el pasado sábado. Wojciech Szczesny, cuya seguridad fue determinante la temporada pasada para sumar Liga, Copa del Rey y Supercopa de España, así como para plantarse en semifinales de la Champions, no había sido capaz de mantener la portería a cero en los nueve duelos que el ex guardameta del Espanyol ha tenido que perderse por lesión. El de Sallent, con intervenciones más que destacadas cuando el Athletic pudo ponerle a prueba, se empeñó en proclamar que la meta azulgrana vuelve a estar en muy buenas manos.
Diría que la culpa fue de Indurain, que nos sacó del apasionante culebrón que era Perico para meternos en un reiterativo documental de leones comiendo gacelas a base de una consistencia desconocida para nosotros, hijos de los 70 y los 80. Piñón fijo, rivales cayendo a su alrededor, un, dos, tres, cuatro, cinco. Como si ganar el Tour, tanto tiempo El Dorado que te birlaba un Roche al borde de la muerte o un despiste en Luxemburgo, fuera una ruta cicloturista.
Pero llegó Miguel y nos mostró algo desconocido para los aficionados españoles al deporte: la certeza. A partir de ahí empezamos a ganar como si fuera fácil, baloncesto y fútbol, Rafa Nadal y Fernando Alonso, Marc Márquez y Carolina Marín, durante años París parecía Cuenca, daba igual Carlos Sastre que Albert Costa. No quedó espacio por conquistar y para quienes crecimos contando las medallas olímpicas con, literalmente, los dedos de una mano, que ganar 17 pudiera ser decepcionante fue una inesperada y un tanto hortera transformación en nuevos ricos.
Lo extraordinario se convirtió en rutina y por el camino perdimos algo fundamental para disfrutar del deporte: el asombro, esa impagable sensación de "¿qué diablos acaba de suceder?". También olvidamos la felicidad de alegrarnos con poco. Hitos de entonces hoy serían efímeras sonrisas aplastadas por el empacho de éxitos: la plata de José Luis González, los mundiales de Aspar y Tarrés, los títulos europeos del Bidasoa y Granollers, los cuartos de final de Emilio Sánchez Vicario, incluso el gol de Nayim. Sin embargo, aún nos acordamos.
Ahora que el Madrid gana Champions como rosquillas y el Barça ya no cree en maldiciones, que Santi Aldama mete 29 puntos en la NBA, un sevillano gana el mundial de Moto3 (Antonio Rueda) y nadie se inmuta, que hemos pasado de Nadal a Alcaraz y de Iniesta a Lamine como si fuera normal, cuatro tenistas que el 99% de la población no reconocería de coincidir en el ascensor han rozado una gesta antigua. Inesperada y memorable. De las que perduran aun muriendo en la orilla.
El deporte se ha profesionalizado tanto que ya no hay sorpresas. El mejor gana siempre. Por eso, que Munar, Carreño, Martínez y Granollers hayan ido derribando molinos hasta engancharnos a un torneo que empezó clandestino es una hazaña especial y la derrota final no la oscurece. No ha sido la Davis del pueblo sino la Davis del recuerdo. De lo que fuimos y de lo que siempre seremos mirando a una pelota: niños. Niños felices que aún creen que todo es posible. Aunque no lo sea.
El luchador de sumo Danylo Yavhusishyn dijo este lunes que se había sorprendido incluso a sí mismo al convertirse en el primer ucraniano en ganar un torneo de este antiguo deporte japonés.
Este joven de 21 años, que huyó de la guerra en Ucrania hace tres años, ganó el Gran Torneo de Sumo de Kyushu tras imponerse el domingo en el desempate al gran campeón mongol Hoshoryu.
La victoria le valió a Yavhusishyn, conocido por su nombre artístico Aonishiki, su primer título en apenas su decimocuarta competición.
Esta semana ascenderá al segundo rango más alto del sumo, el de ozeki, un éxito que, admitió, ha superado sus expectativas.
"Para ser sincero, quería ganar el torneo, pero realmente no pensaba que pudiera", dijo a periodistas en Fukuoka. "Estoy muy feliz".
Yavhusishyn nació en el centro de Ucrania, comenzó a practicar sumo a los siete años y se convirtió en campeón nacional a los 17.
Su edad le permitió evitar por poco el servicio militar obligatorio en Ucrania, establecido para los hombres mayores de 18 años cuando estalló la guerra con Rusia, tras lo cual buscó refugio en Alemania antes de trasladarse a Japón.
Sus padres se quedaron en Alemania y él llegó a suelo nipón sin saber nada del idioma.
Yavhusishyn dijo que habló con sus padres después de ganar el certamen y que también había recibido "muchos" mensajes de amigos en Ucrania. "Me llevará tiempo responder a todos, pero empezaré a hacerlo uno por uno después de esto", dijo.
Yavhusishyn se convirtió en el segundo luchador profesional ucraniano de sumo cuando debutó en julio de 2023, siguiendo los pasos de su compatriota Serhii Sokolovskyi, más conocido como Shishi.
El ascenso de Yavhusishyn a las divisiones superiores del ancestral deporte japonés fue el quinto más rápido desde que se introdujo el sistema actual de seis torneos al año en 1958.
El ucraniano mantuvo vivas sus esperanzas de conseguir el título en el Gran Torneo de Sumo de Kyushu al derrotar a Hoshoryu en la penúltima jornada, y luego volvió a vencer al mongol para hacerse con la corona.
"Era el último torneo del año, así que quería dar lo mejor de mí mismo para no terminar el año con remordimientos", dijo Yavhusishyn. "Me alegro de haber podido atacar desde una posición baja, tal y como se me conoce".
Derrota en Liverpool, empate en Vallecas y tablas en el Martínez Valero. Noviembre, que empezó con un alegre 4-0 contra el Valencia en el Bernabéu, está descomponiendo al Real Madrid de Xabi Alonso. El conjunto blanco acumula dos empates consecutivos en Liga y tres partidos sin ganar entre todas las competiciones mientras su entrenador admite los defectos pero también sueña con "revertir la situación".
"El equipo no se ha caído. Sigue compitiendo, pero los contextos de cada partido son diferentes. Los resultados y el juego son mejorables, en eso somos conscientes y autocríticos. La línea es clara y el espíritu sigue siendo bueno", resumió ayer en la sala de prensa del cuadro alicantino. Esperanzado ante un milagro mientras sus futbolistas parecen cada vez más lejos de su mejor nivel. "Sabemos que ante cada resultado no favorable llegan las críticas y vivimos con ello", insistió, sabiendo lo que se le viene encima.
El parón de selecciones encontró al Madrid después del empate contra el Rayo y le recibió con otra noche complicada contra el Elche. Un equipo que durante muchos minutos del duelo fue superior a los blancos, más intenso, más vertical, más técnico y con una idea de juego más palpable. Todo lo que le falta al Madrid ahora mismo.
"Es fútbol. Después de una buena dinámica, ahora llevamos unos resultados que no son los que queríamos, pero seguimos sabiendo qué es lo que queremos", declaró Alonso. Ese plan, que durante algunos momentos del Mundial de clubes y de las primeras jornadas del campeonato fue bastante visible, con presión alta y una idea de juego, ahora parece haber desaparecido.
En el primer tiempo Courtois salvó al equipo y Mbappé falló varias veces ante Iñaki Peña, y en la segunda el belga no pudo hacer nada ante Febas y Álvaro. El primero entró con extrema facilidad en el área pequeña, libre de marca para el 1-0; y el segundo pudo disparar con calma desde la frontal mientras los futbolistas del Madrid observaban a unos metros. "Ha sido una pena encajar tras el 1-1. Hemos dejado el 2-1 cuando el momento era para nosotros. El 2-1 nos ha dolido. Hemos peleado, me ha faltado después del 1-1 no volcarnos más", aseguró Alonso.
En los minutos finales, el tanto de Bellingham salvó la noche y el liderato para el Madrid, pero el runrún continuará camino de Atenas, donde los blancos se medirán al Olympiacos este miércoles. Mientras, Alonso asegura que su vestuario sigue "conectado". "La conexión va mejorando porque cada vez tenemos más trato, nos conocemos mejor y vamos todos juntos en la misma dirección. Celebramos las victorias y sufrimos cuando no ganamos. La conexión y el día a día es bueno, hay que revertir este momento", insistió.
"Vinicius lo entiende"
Durante la primera hora del encuentro, Vinicius vio el duelo desde el banquillo. Cuarta suplencia para el brasileño, que venía de jugar con Brasil en el parón de selecciones, y titularidad para Rodrygo, que compartió minutos con su compatriota en la canarinha. Una decisión que vuelve a levantar espinas entre el técnico y el delantero, que entró en el segundo tiempo y pudo decidir el partido para el Madrid, pero no estuvo del todo acertado.
"Vinicius y yo lo habíamos hablado, como hablamos muchas veces. Y lo entiende. Sabía el impacto que podía tener en el segundo tiempo y sigue conectado. Hoy no estamos contentos, pero todos están con energía de recuperar una buena dinámica", explicó Alonso.
Al otro lado del área técnica, Sarabia se quejó de una falta de Vinicius sobre Iñaki Peña en el 2-2 de Bellingham. "El rodillazo de Vinicius es falta clarísima. Estoy muy jodido", aseguró. Antes, Peña había dicho que la acción era "un lance de juego" y que no había falta del brasileño. "Iñaki no ha visto la jugada y cuando la vea verá que él despeja y que Vinicius le pega en la cara y por eso le deja la nariz así. Es falta clarísima", volvió a responder el técnico del Elche.