La polémica que ha desatado el supuestos tocamiento en la zona íntima de la jugadora del F.C. Barcelona Mapi León a una compañera del Enpanyol está sacudiendo a todos los estamentos del fútbol femenino. También el sindicato Futbolistas ON ha mostrado su "rotundo rechazo a cualquier comportamiento que vulnere la intimidad de otras jugadoras" y ha pedido "la puesta en marcha de las actuaciones de investigación para evitar ahora y siempre cualquier comportamiento" en ese sentido, informa Efe.
"En relación a la publicación realizada por el F.C Barcelona sobre los hechos ocurridos el transcurso del partido contra el R.C.D. Espanyol y protagonizados por su jugadora María Pilar León, desde el Sindicato FUTBOLISTAS ON, queremos manifestar nuestro rotundo rechazo a cualquier comportamiento que vulnere la intimidad de otras jugadoras", ha señalado en un comunicado.
El sindicato se ha expresado así después de que Mapi León negara haber hecho "tocamiento de zona íntima" a la colombiana Daniela Caracas, jugadora del Espanyol, como denunció este club, en el derbi catalán de la Liga F la última jornada.
Futbolistas ON aseguró que defiende y promueve los valores fundamentales en el deporte, el respeto, la ética y la protección de la privacidad de todos los deportistas y confía "en que se pongan en marcha todos los protocolos de investigación necesarios para esclarecer lo ocurrido para que puedan tomarse las medidas oportunas conforme a los principios de justicia y transparencia".
"Clubes, sindicatos, instituciones y, sobre todo las futbolistas, vienen trabajando desde hace tiempo en el establecimiento de una serie de instrumentos que garanticen la plena protección de sus operadores frente a actitudes violentas y vejatorias. Es por tanto el momento de la puesta en marcha de las actuaciones de investigación para evitar ahora y siempre cualquier comportamiento que afecte a la intimidad de las jugadoras", añadió.
Futbolistas ON reafirmó "su compromiso con la creación de un entorno seguro y respetuoso en el fútbol femenino, basado en la honradez y el respeto de tod@s sus integrantes". "Bases que se han firmado en el nuevo convenio colectivo con Liga F y que será publicado en el BOE en los próximos días", añadió.
El perdón es una prerrogativa de reyes. La Champions tiene el suyo, que, como si se tratase de un acto de clemencia, jugueteó con Pep Guardiola, su peor enemigo en la peor situación posible. Al final, el rey dijo no, pero sin escarnio. La victoria del Madrid en el Etihad pudo ser un Waterloo para este club-estado, pero fue sólo una victoria, por la mínima. El cadalso para Guardiola se prepara en el Bernabéu, aunque el fútbol tiene destinos inescrutables cuando al enemigo se le deja con vida, y no es cualquier enemigo. [Narración y estadísticas, 2-3]
El Madrid es un equipo difícil de explicar. Siempre. Cuando marca desde la nada, como cuando no lo hace desde la abundancia. La diferencia es que lo segundo no es habitual, no encaja con su estado natural. Tampoco lo era este City, un carnero con piel de lobo. A De Bruyne o Bernardo Silva les queda el nombre, la solera, pero poco más. No es irrespetuoso, es el paso del tiempo.
El partido, entre dudas en defensa e imprecisiones en ataque, se correspondía con la Champions que ambos habían realizado, aunque el desplome del equipo de Guardiola, quinto en la Premier a 15 puntos de la cabeza, nada tiene que ver con el existir del Madrid, líder de la Liga. Nunca había tenido una oportunidad tan clara de dar un golpe de mano en el Etihad, donde logró su primera victoria. Un golpe de mano que pudo ser mucho mayor. Nunca, sin embargo, había acudido con una defensa tan parcheada, con un Tarzán de la cantera como pestillo de seguridad. A Asencio lo encontró superado la imagen del gol de Haaland, cierto, pero su pierna dura encontró el balón en la mayoría de balones de riesgo. Un gran escenario para una gran reválida.
Haaland celebra el primer tanto del partido.Darren StaplesAP
La presión alta con la que empezó el Madrid no está en su menú para todos los días, pero en lugares como el Etihad hay que jugar a la carta. Tenía sentido para hurgar en las dudas de una defensa en la que Guardiola alineó a cuatro centrales. Había un quinto, Stones, en el centro del campo. Si lo hiciera otro entrenador se agotarían los calificativos. Anatema.
Encontró su objetivo el equipo de Ancelotti en pérdidas que se traducían en ataques al espacio y en oportunidades. A Vinicius le faltaron centímetros para el gol y el penalti, Mbappé no cruzó lo suficiente para concluir una jugada digna de un manual de las transiciones, y Vinicius lanzó al larguero. El City estaba grogui, como un púgil que es incapaz de identificar por dónde llegará el siguiente golpe, pero no besó la lona en unos minutos frenéticos. Al Madrid le faltó el directo. Si lo hubiera tenido, la eliminatoria no necesitaría regresar al Bernabéu.
Sin Rodri, sin boya
Es sintomática la influencia que puede tener la baja de un futbolista en un equipo, pero es que la ausencia de Rodri no es una ausencia cualquiera. Es la baja del mediocentro, el mejor en su especialidad, en un equipo cuyo entrenador piensa como un mediocentro. Empezar a partir de un aseado Stones, que en la segunda parte regresó al puesto de central, no tiene nada que ver. Al City le faltaba la boya, con interiores lejos de su esplendor y, sobre todo, de la confianza. Si lo primero se puede jugar; sin lo segundo, jamás.
El equipo de Guardiola se encendía con el eléctrico Grealish o la interacción entre las líneas de Gvardiol. Haaland los necesitaba. Cuando el croata rompió la línea y se plantó en el área para asociarse con el noruego, llegó el gol, un gol de la nada, un gol que ponía el partido del revés. El marcador decía lo contrario que el césped, pero ofreció al City la confianza que no tiene para buscarse con la pelota, encontrar posesiones largas y amenazar, una vez que alcanzaba los tres cuartos. Era un espejismo. Al mínimo descuido, llegaba de nuevo el peligro frente a Ederson.
Mbappé, con la espinilla
El descanso no cambió el decorado, por insistente que fuera la charla de Guardiola. Ha dado muchas en los últimos meses. El técnico catalán tuvo que maniobrar por otra lesión y sustituyó a Akanji por Lewis, un lateral natural en la derecha. Contra un Vinicius on fire no habría podido ninguno. El brasileño cargó su banda para generar peligro constante y el City volvió a entrar en modo supervivencia. Valverde y Mbappé dispusieron de ocasiones antes de que el francés encontrara el fruto de la forma más cómica, en un remate con la espinilla al recibir en el espacio un balón de Ceballos.
Con el campo inclinado hacia el área de Ederson, Ceballos cometió un error al regresar a su área en el derribo a Foden. Haaland no falló en el penalti para volver a llevar el partido a la ilógica. Ancelotti, como siempre, dejó madurar el partido antes de los cambios, pero uno de los elegidos fue clave. Brahim saltó al campo y nada más aproximarse al área del City cazó el rechace de Ederson a disparo de Vini para volver a igualar el choque. Otro error de un equipo que no se reconoce y que entregó el último tanto tras una cadena de despropósitos, desde sus defensas hasta su portero. Bellingham marcó porque no había más perdón posible. El Bernabéu espera sentencia.
Después de 15 ocasiones de gol -que conté una a una-, el Madrid pudo ganar por fin a un 'grande', aunque el City parecía un destile de muertos vivientes con un Guardiola que ha acabado por convertir a su equipo en un ridículo aspirante al infierno.
Yo no sé la razón por la que Mbappé falló tantos para estrenarse con con un 'churro, media manga, mangotero'. No entendía como Vini también casi falla la última, que era la decisiva, y como casi siempre en los finiquitos de los partidos, Bellingham apareció para marcar el gol decisivo.
No se puede hablar muy mal de Tchouaméni, salvo el despiste en el gol de Haaland ,que estaba de lateral. Toda mi admiración con el ramo de los mejores a un magnífico Asencio, que llegó como caído del cielo.
Dejó en ridículo a Ancelotti y al presidente, que nunca han creído en la cantera madridista. Semejante injusticia, como no empezar la temporada con Gonzalo en la primera plantilla cuando realmente no tiene un delantero centro goleador. Ridículas posturas una vez más.
No sé si la goleada hubiera sido de escándalo si Rodrygo hubiera estado afinado. Se diluyó como el azucarillo en el juego. Día muy malo para el favorito Guardiola.
Y ya que cito su nombre, su planteamiento fue apático. Ni dominaba con su 'tiki tika' decimonónico ni sabía defender. Todo el bloque de Stones hasta atrás era con una autopista de mediocridad para que el Madrid se hubiera dado un banquete o disfrutar de una goleada de goles.
La crisis del City
Se ha vuelto Guardiola en un ermitaño escondido en una cueva muy profunda en su papel de entrenador. No se puede creer que porque le falte Rodri, un sólo jugador, su equipo se convierta una piltrafa un desecho del viejo talento catalán.
Por lo menos, esta vez mandó desde el principio que los madridistas presionaran, hasta que se cansaron. Y cuando el City ya era sólo una piltrafa, ordenó su bloque bajo y a esperar un contragolpe milagroso.
Durante muchos minutos pedí en mi cerebro que cambiara a un nefasto Ceballos, que sólo se moría de cansancio y fue el culpable de cometer uno de los penaltis más estúpidos
Cabreado, Ancelotti se lo cargó ipso-facto. Igual que Rodrygo, para que apareciera Brahim que con piernas frescas, ante la enésima ocasión perdida por Vinicius metió el gol del empate. Y poco más tarde el de la victoria para ser El Cid, el campeón de Europa.
Guardiola debe caer en el abismo, a menos que a Ancelotti se le ocurra su 'bloque bajo' para defender el gol de ventaja en Manchester. No se preocupe ya Ancelotti, que se ha asegurado su continuidad hasta el final de temporada.
«Ya lo hemos hecho en apenas dos semanas. Ahora nuestro objetivo es hacerlo en sólo una», proclama Lukas Furtenbach en conversación con EL MUNDO y es el anuncio de una gesta, de una chifladura, de un milagro o de una insensatez. Furtenbach es el dueño de Furtenbach Adventures, una de las empresas de guías de alta montaña más conocidas en el mundo, sobre todo en Estados Unidos, y una semana es el tiempo que, según su oferta, tardarán sus clientes en ascender al Everest. Sólo siete días desde que salgan por la puerta de su casa en Nueva York, Los Ángeles, Londres o Madrid hasta que alcancen el techo del mundo. Alpinismo a todo gas, montañismo exprés.
Si una expedición normal suele tardar unos dos meses entre volar a Lukla con escala en Katmandú, completar la caminata hasta el campo base, acostumbrarse a la altitud, cruzar la enorme cascada de hielo del Khombu y hollar la cumbre a través del mítico escalón de Hillary; la expedición Flash de Furtebanch Adventures promete hacer todo eso en un abrir y cerrar de ojos. ¿Cómo? Con mucha planificación, varios trucos y alguna trampa. ¿Por cuánto? Por 103.900 euros en la versión más económica o 199.000 euros en su versión premium.
Para saber más
La compañía austriaca con oficina en Estados Unidos está especializada en viajes de lujo así que, además de comodidades como una tienda de campaña climatizada de 80m2 con baño privado, ofrece un servicio de traslado que no deja horas muertas. De cualquier ciudad del mundo a Katmandú, de allí a Lukla en avioneta y de allí al campo base del Everest en helicóptero. Pim, pam.
Hay espacio para aclimatarse en los cercanos Island Peak o Mera Peak, de más de 6.000 metros, pero no es más que un trámite. Al fin y al cabo, los rápidos ascensos de Furtenbach al Everest cuentan con ayudas como la compañía de dos sherpas experimentados por escalador, oxígeno ilimitado de día y de noche y, por supuesto, el uso de cuerdas fijas en toda la montaña. Con todo eso, cualquiera puede alcanzar los 8.848 metros de la cima, pero para ir tan rápido hay que ir más allá. Otras empresas de guías de alta montaña, como la nepalí Seven Summit Treks, ofrecen servicios parecidos; el truco de Furtebanch está en la aclimatación.
Más oxígeno en sangre
«Somos pioneros en la pre-aclimatación con tecnología hipóxica. La utilizamos desde 2008 y ahora mismo tenemos mucha experiencia. Gracias a ella, en 2022 conseguimos completar un guiaje completo en el Everest en sólo 16 días», cuenta el propio Furtenbach, que se refiere a la preparación de sus clientes en sus propias en las semanas previas a su viaje a Nepal. Un protocolo personalizado por un especialista, cámaras de hipoxia para dormir, máscaras para hacer ejercicio y lo último de lo último: sesiones de tratamiento con gas xenón.
Desde este año la empresa ofrece unas inhalaciones con el gas noble para multiplicar el oxígeno en sangre de quienes les contratan. El xenón engaña al cuerpo para que piense que le falta oxígeno, estimula la producción de EPO y a priori hace que en la sangre haya más glóbulos rojos. Con ello, los alpinistas deberían llegar al campo base como si llevaran allí viviendo toda la vida. Pero hay varios motivos para la polémica.
"Crece el riesgo"
El primero es que el xenón es dopaje. Desde que varios deportistas rusos lo utilizaran para los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi 2014, la Agencia Mundial Antidopaje lo tiene prohibido, aunque los montañistas que escalan el Everest no están bajo sus directrices -al fin y al campo no forman parte de ninguna competición. El segundo motivo es que puede ser muy peligroso.
«Con el aumento de hematocrito, la sangre se vuelve más viscosa, fluye menos y crece el riesgo de que haya un accidente cardiovascular. De hecho, muchos grandes montañeros han fallecido por eso. De Iñaki Ochoa de Olza se decía que tenía un don para la aclimatación, que su cuerpo respondía muy rápido a la falta de oxígeno y, según el cardiólogo que le hizo la autopsia, eso pudo espesarle la sangre y causarle el edema que finalmente le afectó», analiza Adrián Castillo, investigador en Ciencias de la Salud en la Universidad de Alcalá y autor de la revista especializada Fissac, en conversación con este periódico: «Además no hay evidencia de que el gas xenón aumente el rendimiento. Por comparar, un ciclista puede ingerir más hidratos, pero eso no quiere decir que vaya a ir más rápido».
Furtenbach Adventures alega que el entrenamiento en hipoxia previo y la reducción de tiempo en el Everest hacen que sus expediciones Flash sean más seguras que el resto, pero el debate está abierto en el techo del mundo. Hasta 40 clientes ya han contratado sus servicios para la próxima primavera. Alpinismo a todo gas, montañismo exprés.
A falta de un cuarto de hora, el silencio se había apoderado del Etihad Stadium. Ederson acababa de salvar el 1-2 ante Jude Bellingham y la afición local se presumía lo peor. Intentaba matar los nervios confiando en su portero. Atrás quedaba la pancarta con la efigie de Rodri recogiendo el Balón de Oro y los abucheos constantes contra Vinicius. Ederson, recuperado a última hora, representaba el último muro citizen. Hasta que en el tramo final, dos pifias casi consecutivas del brasileño condenaron al equipo de Pep Guardiola.
Fue un pésimo despeje de Ederson con los pies, su especialidad, el regalo que necesitaba el Madrid para el 2-2. Sin embargo, el gran dominador de la Champions aún necesitaría otra concesión del guardameta para su primera victoria en el coliseo skyblue. Por cuarta vez en el torneo, el grupo de Guardiola encajaba al menos tres tantos. Los octavos de final quedan ahora más lejos. Y eso que hay que remontarse 14 años atrás para la última vez que se quedó fuera de esta ronda. Entonces compartía grupo con Real Madrid, Dortmund y Ajax.
Fue una apuesta fallida del técnico de Santpedor por su vieja guardia. Desde octubre no había podido disponer, al mismo tiempo, de sus cinco centrales sanos, así que ni siquiera dudó en apostar por Nathan Aké, sin un solo minuto en los seis últimos partidos. El holandés no tardó ni un cuarto de hora en demostrar su jerarquía, con dos intervenciones decisivas ante Ferland Mendy y Vinicius.
Stones como mediocentro
La otra jugada de riesgo fue Jack Grealish, cuyo peso en el último mes se reducía a un cruce de FA Cup ante el Salford. "Hay futbolistas que te dan algo en partidos concretos", vaticinó Guardiola, con buen ojo para los presagios. La decisión de aguantar al '10', pese a sus molestias en el muslo izquierdo, encontró premio. Calentaba en la banda Phil Foden, pero fue Grealish, en colaboración con Josko Gvardiol, quien sirvió el 1-0. Tras cuatro partidos de sequía, Erling Haaland cantaba un gol frente al Real Madrid.
Ajeno a cualquier emoción, pese a los cuatro minutos de espera, Guardiola se limitó a regresar a su asiento. Aun en ventaja, el City seguía mostrándose vulnerable. Ni siquiera la baza de John Stones, de mediocentro por primera vez en la temporada, no bastaba para sostener el esquema. Había mucha distancia entre líneas, demasiado descontrol cada vez que el rival enhebraba tres pases.
En realidad, el único sostén era Manuel Akanji, jaleado por sus compañeros con cada acometida sobre Vinicius. De sus 29 partidos del año, sólo había formado como lateral ante el Nottingham Forest, pero ¿quién pudo añorar en la primera parte al traspasado Kyle Walker? Si prescindir de Grealish ya había supuesto un contratiempo, la lesión del suizo poco antes del descanso debía espolear aún más a la estrella brasileña del Madrid.
"¡Haced lo de siempre!"
La circulación del City sólo había encontrado unos instantes de gracia merced a la mala coordinación de la presión visitante. Bernardo Silva y Kevin de Bruyne no encontraban el ritmo, haciendo caso omiso a las indicaciones previas de su técnico: "¡Haced lo de siempre, jugad con nuestro estilo!". A la vieja guardia del City se le notaban las carencias de los últimos meses. Cuando Aké se resintió de sus molestias, Guardiola tuvo que recomponer el dibujo retrasando a Stones y dando entrada a Mateo Kovacic.
Desde el arranque, el Madrid había sufrido lo suyo para sacar la jugada limpia desde atrás. Ante el menor embate de la presión, sus centrales sufrían. Pero cuando al City se le acabó el oxígeno, los fallos se sucedieron. Kovacic, en la mala línea de todo el año, erró en su pase atrás para Rico Lewis. La lentitud de Ederson en la salida hizo el resto.
«Stop crying your heart out» es una canción de Oasis, grupo idolatrado en Manchester y cuyas letras amenizan las previas y las resacas de los partidos del City. Y con su título, bien grande junto a una foto de Rodrigo Hernández besando el Balón de Oro, la grada del Etihad recibió a Vinicius Júnior. «Deja de llorar tanto» sería la traducción más apropiada para el tema de los hermanos Gallagher, un mensaje directo al brasileño, ausente, junto al Real Madrid, en la última gala que premiaba al centrocampista español. El delantero respondió con una actuación extraordinaria, participando en varios goles y llevándose el MVP del partido.
Antes, acumulando venganzas y provocaciones, la cuenta oficial del City publicó una foto de Vinicius llegando al Etihad. Casualidad o no (voten por el «no»), en la imagen también sale una instantánea de Rodri con el Balón de Oro.
Esa fue la bienvenida del Etihad al brasileño en el primer enfrentamiento entre los actuales dominadores del fútbol europeo desde la gala de París. Una eliminatoria celebrada demasiado pronto para «pesadilla», así lo reconocieron, de Ancelotti y de Guardiola. La mala liga regular realizada por ambos, especialmente por los británicos, dejó un cruce temprano que tuvo sabor a primavera desde el inicio.
Los mensajes de la grada se unieron a los abucheos y al silencio durante una primera parte de mucha tensión. La afición local comenzó abucheando a Vinicius y terminó respirando hondo mientras el brasileño y sus compañeros fallaban ante Ederson.
Vini cuajó un encuentro que recordó a su mejor versión, todo después de unas semanas en las que entre sanciones y baja forma no ha estado a su mejor nivel. Algo hizo 'clic' en él en el Etihad y fue el futbolista más peligroso del Madrid.
En el 9, encaró a Ederson y su compatriota le hizo penalti, pero fue anulado por un fuera de juego previo. En el 10 se inventó un caño y un pase con el exterior para que Mbappé errara ante el portero, después casi anota el 0-1 en una clarísima ocasión de Mendy que sacó Aké y unos minutos más tarde arrancó hacia al área y terminó en el suelo, justo antes de rematar, por el forcejeo con Aké. No se quedó ahí, y en el 24 envió un disparo al larguero que casi sorprende a Ederson. Una media hora colosal que no tuvo premio.
Tras el descanso, Guardiola cambió a un tocado Akanji por Rico Lewis para contener al brasileño, pero Vini volvió a producir las mejores ocasiones de su equipo.
Después del 2-1 de Haaland, con el Madrid desesperado ante sus errores, Vinicius volvió a ser protagonista, respondiendo de forma contundente al mensaje de la grada inglesa. Su disparo tras un buen desmarque provocó el rechace que aprovechó Brahim para empatar e inició el 2-3 de Bellingham con un intento de vaselina. Acciones que le hicieron MVP del partido.
"¿Dónde está tu Balón de Oro?", le cantó la grada. A lo que el brasileño respondió señalándose el parche de la Champions que lleva pegado en su camiseta.
"He visto la pancarta. Pero siempre que los aficionados rivales hacen cosas me dan más fuerza para hacer un gran partido", dijo el futbolista tras el partido.
"Viendo el partido... Si lo ha visto ha sido una motivación grande para él. Ha sido muy muy peligroso", declaró Ancelotti.
La distancia que separa al Brest y al París Saint-Germain quedó plasmada en el duelo de este martes, en el que el conjunto bretón tenía esperanzas de postularse para los octavos de final de la Liga de Campeones, pero sucumbió al vendaval Dembélé, que provocó un penalti y marcó dos goles que ponen a su equipo con un pie en la siguiente fase (0-3).
El cruce con un rival conocido, al que ya han ganado dos veces esta campaña, con ocho goles a favor y tres en contra, ante el que no pierden desde 1985, evitó a los de Luis Enrique la presión extra que tienen en este tipo de duelos y les dio una serenidad con la que acabaron imponiendo el fútbol que busca el exseleccionador español.
A ello se sumó el estado de gracia que atraviesa Ousmane Dembélé, convertido en el '9' de un proyecto que persigue dejar atrás la era de Kylian Mbappé y que ha encontrado en el exjugador del Barcelona al elemento perfecto para ello.
Provocó el penalti que permitió a Vitinha abrir el marcador en el minuto 21, al borde del descanso marcó en una jugada individual el tanto que acababa con la esperanza del Brest y firmó el 0-3 en el 66.
Totaliza ya 23 goles en su mejor año, siete al Brest, seis en la Liga de Campeones. Ha marcado en los ocho últimos partidos y ha hecho olvidar su versión gris y alocada que minimizaba sus virtudes.
El planteamiento del Brest
El Brest tuvo sus 10 minutos de gracia, en los que sacó los colores a la defensa parisiense y Kenny Lala llevó la esperanza a las gradas con un cabezazo que tocó el palo de Gianluigi Donnarumma, pero le faltó la puntería que sí tuvo su rival.
Si ganar en Bretaña -en Guingamp, puesto que su estadio no da la talla europea- era una gesta, la vuelta en ocho días en el Parque de los Príncipes se asemeja a un milagro para un equipo que, en su primera campaña europea, ya tiene los deberes hechos.
Es un equipo noble, peleón, con talento, pero le falta colmillo, imprescindible en una competición que se decide por detalles, sobre todo contra los grandes. En una buena campaña europea ha perdido ante el Barcelona, el Real Madrid y el PSG.
Este último ha superado el sofoco en el que le puso su mal inicio europeo. Todo sonríe al proyecto de Luis Enrique, que encadena 16 partidos sin derrota.
Eso le otorga una fe que ante el Brest se tradujo en un duelo sosegado, controlado de principio a fin y en el que solo en un par de fases tuvo que esforzarse para tener la portería a cero.
El espectáculo de Dembélé
Los locales se parapetaron en su terreno de juego para tratar de asfixiar al PSG, que jugó bien y con paciencia hasta que Joao Neves descubrió una grieta, se encontró con el meta Bizot, pero el rechace cayó en Dembélé, cuyo disparo tropezó con una mano de Lees-Melou.
Vitinha se encargó de transformar el penalti que tiraba por tierra los planes de Éric Roy, que adelantó líneas y logró llevar peligro al área rival. Pacho sacó un buen balón a Sima en un contragolpe local en el minuto 34 y, en el consiguiente córner, Lala disparó a un palo.
Fueron los mejores minutos del Brest, que quedaron acallados con una buena jugada individual de Dembélé, que sorprendió al primer palo a Bizot cuando expiraba el primer tiempo.
La salida en tromba de los locales en el segundo tiempo tampoco estuvo acompañada por la suerte. Ajorque y Sima se estrellaron con Donnarumma y el intento de rebelión quedó acallado con un gol al contragolpe de Doué que, aunque fue anulado por el VAR, metió el miedo en el cuerpo a los locales. Con la defensa adelantada, planeaba la goleada.
Pudo conseguirlo Barcola en el minuto 62, pero fue de nuevo, cuatro más tarde, Dembélé quien lo hizo y pudo agrandar aún más su actuación en un par de ocasiones claras.
"¿Te puedo dar un besito?". Esas fueron las palabras que, según David Morillo Buendía, un especialista en la lectura de labios propuesto como testigo por la defensa de Luis Rubiales, le dijo el ex presidente a Jenni Hermoso antes de besarla en la ceremonia de entrega de medallas tras la consecución del Mundial.
Aseguró esta persona que "no tenía dudas" de lo que le dijo el ex dirigente, ya que había visionado ese fragmento de un vídeo de Tiktok, que apenas tiene dos segundos de duración, "varias veces", y que lo tenía "claro". El experto explicó que el vídeo de RTVE, otra de las pruebas que se exhibieron en el juicio, no tenía calidad suficiente para realizar su valoración frente al de la red social.
A preguntas de la acusación particular de la propia futbolista, el hombre mantuvo que el ex presidente dijo "besito", no "piquito", como el propio Rubiales había mantenido en instrucción. Y que se distinguía perfectamente esa palabra de otras como "poquito" o la citada, "piquito". La acusación se cuestionó de dónde procedió la petición de ese informe de lectura de labios. Morillo reveló que lo encargó Enric Ripoll, el abogado de Rubiales en el caso de la inhabilitación de la FIFA, y también reiteró que él no conoce personalmente al ex mandatario pese a que ambos son de Granada.
David Morillo, una persona sordomuda de nacimiento, es miembro de la Agrupación de Personas Sordas de Granada y provincia (Asogra) y, según aseveró en el juicio, había realizado previamente este tipo de informes. El experto, que admitió que no existe una titulación específica como perito en lectura de labios, se presentó por videoconferencia acompañado por una intérprete de lengua de signos, que fue la persona encargada de comunicar a la sala sus afirmaciones.
Para saber más
El otro especialista que prestó declaración, también a propuesta de Rubiales, fue el informático forense Abel Baños. La misión de este especialista fue asegurar que los vídeos analizados no habían sido manipulados, cosa que hizo con unas explicaciones "muy didácticas", según expresó con ironía la fiscal del caso, Marta Durántez.
Esos vídeos y algunos audios se exhibieron en la parte documental de la vista antes de que Rubiales se sentara a declarar. La sala pudo ver el momento del beso captado por las cámaras de RTVE, la celebración posterior en el vestuario en un directo de redes sociales de Jenni Hermoso, el testimonio del hermano de la futbolista en una televisión y varios fragmentos de audio de la entrevista en la Cope así como mensajes de Whatsapp mandados por ella a su entorno.
Pese a que en la charla que mantuvo con la cadena radiofónica Hermoso hablaba del beso como "una anécdota" y Rubiales lo calificaba de "tontería" en otra posterior, en un audio en el viaje de celebración, se queja de las presiones a las que estaba siendo sometida en la isla balear y finalizaba: "Que paren de tocar a mi gente o verán".
En el Espanyol lo tienen muy claro. La entidad blanquiazul, que denunció el lunes unos tocamientos de Mapi León a Daniela Caracas en el transcurso del último derbi, posteriormente desmentidos por parte de la futbolista del Barça, apoyará al máximo a su jugadora. Hasta las últimas consecuencias. «Para nosotros, las imágenes son clarísimas, es una acción inaceptable, inadmisible y, por tanto, tenemos claro que debemos ponernos al lado de nuestra jugadora, sobre todo cuando está recibiendo insultos y menosprecios, acompañarla, estar a su lado y dar los pasos que ella crea convenientes, pero lo que está claro es que las imágenes hablan por sí solas», señala a EL MUNDO Dolors Ribalta, directora del fútbol femenino blanquiazul.
«Nosotros lo que teníamos claro es que no podemos hacer ver que esto no ha pasado, que nuestra jugadora es la víctima y que no podemos dar normalidad a acciones de este tipo, que son del todo inaceptables. Tenemos que ponernos al lado de nuestra jugadora, dejarla tranquila para que tome la decisión que crea más oportuna y poner a su disposición tanto todos los medios legales como al psicólogo del club. Acompañaremos a Daniela hasta donde ella quiera llegar, ya sea más cerca o más lejos pero, evidentemente, después de pasar por un shock así y recibir toda esta avalancha que ha recibido, lo que conviene ahora es que tome distancia, que pueda estar tranquila, que se recupere, que pueda verlo todo de forma objetiva y, a partir de allí, seguir caminando», reitera.
«Es una jugadora muy importante para nosotros, internacional por Colombia, que ha estado en el último Mundial y que nos da muchísimo en nuestro equipo. Lo que más nos interesa en este tramo final es que esté tranquila, que pueda jugar sin problemas, porque lo que le ha pasado va más allá de ser futbolista, es algo que atañe a la persona. Puedo empatizar con ella, como mujer, como deportista y como ex jugadora y puedo entender que es algo que está muy por encima de lo que es un partido de fútbol», asevera Ribalta, futbolista del equipo periquito entre 1995 y 2007.
"Sobrepasa todos los límites"
«Lo que tenemos claro es que la acompañaremos y le daremos todo nuestro apoyo. Las instituciones deportivas y de otros ámbitos deben hacer o actuar según lo que crean conveniente, es algo en lo que no podemos decidir nosotros, solo podemos decidir en lo que sí hemos hecho: el comunicado, acompañarla, protegerla, estar a su lado y defender al club. Esos son los pasos que teníamos que dar. Y, evidentemente, decir que hasta aquí, porque es una acción inaceptable, intolerable, que vulnera su intimidad, y condenar los hechos», asegura. «Es un tema que no va de colores, sino de dignidad y respeto», recalca.
«Evidentemente, es algo que sobrepasa todos los límites. En el caso del fútbol masculino, tenemos lo que ocurrió hace tantos años entre Míchel y Valderrama. La sociedad actual es mucho más sensible en todos estos aspectos, afortunadamente, porque eso quiere decir que la sociedad ha progresado, que hay un camino recorrido y que el deporte debe demostrar valores, ser un espejo para la sociedad, y que este espejo tiene que reflejar valores positivos», insiste Ribalta, quien considera que, en el caso de que la situación hubiera sido a la inversa, habría tenido tal vez una resonancia aún mayor de la que está teniendo.
«En este momento, el fútbol femenino vive el mejor momento de su historia y, evidentemente, si hubiera sido al revés, la situación para nosotros sería muy complicada en comparación con entidades que tienen una situación mucho más cómoda a nivel social. Somos un club que lucha por ocupar su espacio, que siempre ha luchado mucho en Cataluña, en Barcelona y el mundo para ocupar nuestro espacio, somos una entidad muy familiar, un club con muchos valores. Muchas veces, creo que se nos menosprecia de manera injusta, porque conocer al Espanyol es quererlo. Ante todo, queremos que nuestra jugadora, por encima de todo, sea feliz», sentencia.
Saalbach sonrió a Shiffrin, y ella le correspondió, acompañando la sonrisa con un inmenso suspiro de satisfacción y, sobre todo, alivio. Los Mundiales de Esquí que se celebran en la estación austríaca contemplaron y saludaron el triunfo, en la combinada femenina, del equipo USA 1, formado por Breezy Johnson en el descenso y Mikaela Shiffrin en el eslalon. La posibilidad de que Lindsey Vonn pudiera hacer el descenso era más una concesión nostálgica que una decisión pragmática. Lindsey se lo tomó regular al principio. Pero más tarde reconoció que Breezy, ya ganadora del descenso individual, era en buena lógica la carta adecuada.
La prueba, de nuevo y atractivo cuño, sustituía a la tradicional combinada mixta, constituida por un hombre y una mujer (los hombres también tienen ahora la suya). Johnson terminó cuarta, por detrás de su compatriota Lauren Macuga, del equipo USA 2, de la alemana Emma Aicher y de la austriaca Mirjam Puchner. En el eslalon, ni la estadounidense Paula Moltzan, ni la alemana Lena Duerr ni la austriaca Katharina Liennsberger pudieron mantener el pulso en el cómputo de tiempos. Por su parte, Wendy Holdener compensó con una bajada espléndida el flojo (para ella) desempeño de Lara Gut-Behrami en el descenso y llevó a Suiza 1 a la plata. Austria 2, con Stephanie Venier y Katharina Truppe, se alzó con el bronce.
Shiffrin, nimbada con 15 medallas en los Mundiales, ocho de ellas de oro, ha vuelto a la senda del triunfo después de su caída, el 30 de noviembre, en el gigante de Killington. Reapareció dos meses después, el 30 de enero, en el eslalon de Courchevel para ser décima. Killington le dejó heridas físicas que necesitaron de intervención quirúrgica y, aún mayores, psicológicas. Ha confesado que siente un "miedo desgarrador", una especie de estrés postraumático con relación al gigante. Hasta tal punto que renunció a disputarlo, el jueves, en estos Mundiales. Sí saldrá, y ahora con más razón todavía, en el eslalon del sábado.