Los datos que explican la fiebre por Sergio Ramos en Rayados: “Su fichaje ha sido un regalo”

Actualizado Lunes, 30 junio 2025 - 22:23

Después de cada partido de Rayados de Monterrey en el Mundial de clubes, Sergio Ramos cumple con su rutina. Se ausenta del entrenamiento del resto del grupo y hace un trabajo específico en el hotel o en el gimnasio. A sus 39 años, no hay otra manera de aguantar el ritmo de minutos que ha tenido en el torneo. Lo ha jugado todo, brazalete en el brazo, ha marcado un gol y ha liderado al conjunto mexicano a los octavos de final, donde esta próxima madrugada se mide con el Borussia Dortmund.

Sus días alejado de los compañeros podrían haber decepcionado a los cientos de aficionados de Rayados que cada mañana se dan cita a las puertas del hotel y de las instalaciones esperando a ver unos segundos al de Camas mientras baja o se sube al autobús para pedirle un autógrafo, pero el central español se ha encargado de cumplirles el deseo.

Cuando no acude al entrenamiento, un empleado de Rayados se encarga de coger algunas camisetas y carteles, siempre con el nombre del sevillano, y se las acerca al defensa para que las firme, llevándolas de vuelta a los aficionados al terminar. Es el jugador más buscado y el que más peticiones recibe de autógrafos y entrevistas. Una fiebre.

«quiero terminar ganando»

«No hace falta decir lo que Sergio representa para el club, para los compañeros, para los aficionados y para el mundo del fútbol», explicó estos días Lucas Ocampos, compañero en Monterrey.

Sobre el césped, el que fuera capitán del Real Madrid está mostrando su mejor versión. Es el tercer futbolista más veterano entre todos los que todavía siguen vivos en el Mundial y no quiere ni hablar de retirada. Por delante, sólo Manuel Neuer, portero del Bayern, y Luka Modric, su amigo y ex compañero. «En mis últimos años quiero terminar ganando», aseguró hace unos días.

De momento, ha conseguido un triunfo ante el Urawa Red Diamonds y dos empates extraordinarios contra Inter y River. Nadie ha podido con Rayados, donde el español Doménec Torrent ha creado un muro defensivo sostenido por Ramos. El de Camas gana 2,7 balones aéreos por partido, la misma cifra que Dean Huijsen o Robin Le Normand, y realiza dos intercepciones por encuentro. En ambos apartados está dentro del top 15 del Mundial.

«Caja de resonancia mundial»

Siguiendo con los datos, según la plataforma de análisis estadístico WhoScored, que tiene en cuenta distintos apartados, Ramos es el segundo mejor defensa del torneo, sólo superado por Alexander Barboza, del Botafogo. Mantiene a cero su casillero de tarjetas, es el quinto jugador del Mundial con más pases largos realizados con éxito y está también en el top 15 en balones despejados.

«Poder aportar con la mejor versión en un Mundial de clubes con tanta repercusión, con los equipos más grandes del mundo, es un plus», dijo tras sellar el pase a octavos. «Fichar a Sergio ha sido un regalo, genera una caja de resonancia mundial y tiene eco, tanto a nivel mediático como en el campo», ha asegurado el presidente de Rayados, José Antonio Noriega.

Los millones de un empresario nacido en el ‘apartheid’ y el viaje a Italia que inspiró su ‘tiki-taka’: así se construyó el Mamelodi Sundowns, sorpresa del Mundial

Actualizado Martes, 24 junio 2025 - 22:54

En la primera jornada ganaron al Ulsan y en la segunda compitieron de tú a tú con el Dortmund (3-4), dos tardes que les han convertido en una de las revelaciones del Mundial. El Mamelodi Sundowns de Sudáfrica se juega hoy el pase a octavos contra el Fluminense, pero quizás eso sea lo de menos. Su historia, más allá de victorias y derrotas, merece la pena. Han recuperado las vuvuzelas del Mundial 2010 y tienen un estilo que en su país denominan shoeshine and piano, una especie de tiki-taka sudafricano con el que han impresionado.

«Lo avisé y no mentía. Son potentes y fuertes, juegan un estilo ofensivo, son buenos técnicamente y son muy educados en lo futbolísticos. Pueden competir con cualquiera», comentó Niko Kovac, técnico del Dortmund, tras el triunfo ante los africanos.

El Mamelodi ha impresionado a los espectadores del torneo con un juego vistoso en el que mezclan jugadores nacionales con la calidad del brasileño Lucas Ribeiro, su gran estrella. En el banquillo, Miguel Cardoso, ex técnico, entre otros, del Celta. Ganaron la Superliga africana de 2023, organizada por FIFA, acumulan siete Ligas seguidas en su país y vencieron en la Champions africana de 2017. Un éxito que no sería posible sin dos personas: Patrice Motsepe y Screamer Tshabalaba.

«Nos gritaba: ¡"Piano", muchachos!»

Por orden cronológico, Tshabalaba fue el primer culpable del cambio histórico sufrido por los Sundowns. Había sido futbolista en la antigua liga del país y luego pasó a los banquillos, firmando en 1986 con el Mamelodi, pero su aprendizaje se dio en Italia. A mediados de la década de los 80 realizó un viaje por el norte del país transalpino y visitó las instalaciones y los entrenamientos de la Juventus, el Inter o el Milan. Escuchó, aprendió y volvió a Sudáfrica con una libreta y un estilo: shoeshine and piano. Traducido directamente sería algo así como "brillo en los zapatos y piano", pero tiene sus explicaciones.

En esos entrenamientos en Italia, Tshabalaba no paraba de escuchar la palabra "piano", "despacio" en italiano. Eso cambió la percepción que tenía del fútbol, más alocado en su país, y al regresar convenció a sus jugadores para salir tocando desde atrás y jugar con pases cortos. «Nos gritaba: ¡"Piano", muchachos! Al principio pensábamos que se refería al instrumento musical, pero luego nos dimos cuenta que era para que pasáramos el balón con ritmo», explica Go Mabusela, ex capitán del equipo, en unas declaraciones recogidas por FIFA.

El cambio de Tshabalaba convirtió al Mamelodi en campeón de liga por primera vez y dio paso a unos años exitosos, potenciados en lo económico años después por Patrice Motsepe, un empresario que ahora es uno de los hombres más ricos de África, con una fortuna que supera los 3.000 millones de dólares, pero que empezó en Soweto, uno de los suburbios más famosos de Johannesburgo durante el apartheid.

Thapelo Morena, tras errar una ocasión ante el Dortmund.

Thapelo Morena, tras errar una ocasión ante el Dortmund.AFP

Cuando la segregación terminó, Motsepe comenzó en la industria minera, hizo dinero y diez años después, en 2003, compró el Mamelodi. Era un enamorado de Cruyff, así que el shoeshine and piano mezcló bien con su idea. Con el dinero de las minas sudafricanas, llenas de oro, platino y diamantes, fichó como entrenadores a Stoichkov, Cappa o Neskeens pensando que necesitaba estrellas en el banquillo para triunfar, pero el tiempo ha dado la razón al estilo de Tshabalaba.

Motsepe ha terminado como presidente de la Confederación Africana de Fútbol y su hijo se ha hecho cargo del equipo. The Brazilians, como se les conoce por su camiseta amarilla y verde, quieren darle la vuelta a la realidad del fútbol africano, dominado por los equipos del norte de África. «No vamos a cambiar nuestra manera de jugar porque los rivales puedan parecer más fuertes. Debemos ser fieles a nuestra identidad», avisaba antes del Mundial su portero, Ronwen Williams. Así ha sido.

El Barça más ramplón y mundano sobrevive en Dortmund para ser semifinalista de Champions

El Barça más ramplón y mundano sobrevive en Dortmund para ser semifinalista de Champions

Por soberbia o por pereza, el Barça cometió un pecado capital en Dortmund que tuvo que purgar pasando un calvario. Esperaba un paseo triunfal hacia las semifinales y se encontró con la necesidad de remangarse en un partido industrial en el que el Borussia hizo su trabajo y el de los azulgrana. No fue hasta el minuto 54 cuando un gol en propia puerta de los alemanes permitió al Barça despejar los muchos fantasmas que afloraron. Hacia mucho tiempo que en Champions no se veía al equipo de Flick tan ramplón. [Narración y estadísticas (3-1)]

Quizá fue mérito del Dortmund, que cambió de piel bajo el amparo de su Muro Amarillo. No fue el rival dócil al que vapulearon en Barcelona hace una semana sino que explotó las debilidades del equipo culé hasta aturdirlo y desdibujarlo. Lo volvió mortal. Presionó, robó y se lanzó hacia la portería de Szczesny al toque de arrebato, sin nada que perder. Sus opciones, pocas al inicio, pasaban por enloquecer el partido. Y lo lograron durante tantos minutos que el Barça intimidante no asomó.

Sin Pedri en la brújula, De Jong y Gavi no lograron sujetar a los alemanes. Koundé claudicaba en cada duelo con Adeyemi, Gerard Martín apenas podía vigilar su espalda y, sin retener apenas unos minutos el balón, los milagros del tridente ofensivo es imposible que aparezcan. No quedaba otra que apretar los dientes y agarrarse al 4-0 de la ida.

Malos presagios

Pero es que desde el arranque, el Barça sólo achicaba y tanta fue la presión que acabó llegando el error. Koundé rompió el fuera de juego y Gross se lanzó a por Szczesny, que no pudo atajar el balón sin derribar al alemán. Penalti y gol de Guirassy emulando a Panenka, el undécimo, para convertirse en el máximo anotador del Dortmund en una temporada en Champions. A los 15 minutos, a ese tanto se sumaban tres remates más a puerta que no presagiaban nada bueno. De hecho, respiraron los azulgranas cuando se anuló por fuera de juego el remate de Gross que acabó en el fondo de la portería.

Estaban noqueados y la imprecisión se traducía en pérdidas constantes que aumentaban el peligro sobre su portería. Flick empezaba a mostrar cara de preocupación cuando veía que cada contra de su equipo perdía gas a medida que avanzaban hacia el área. Cayó Fermín en fuera de juego en una escapada en la que le asistió Lewandowski y Raphinha, en lugar de crear peligro cerca de Kobel, concedía faltas peligrosas en campo propio. Que el brasileño ni tenía activado su instinto matador quedó muy claro cuando entre Gerard Martín y Lewandowski le lanzaron en una carrera hacia la portería y se dejó el balón atrás. Tampoco fue capaz de armar un disparo en el área pequeña estorbándose con el polaco.

No encontraba el Barça la chispa que lo activara y solo se sintió algo más cómodo cuando el Dortmund no tuvo más remedio que bajar un poco sus revoluciones sin dejar de amenazar, como hizo Adeyemi de nuevo colándose a la carrera por la orilla izquierda. La réplica la dio De Jong, que filtró una asistencia a Koundé a un suspiro de la línea de gol que el lateral no controló con astucia para batir al guardameta suizo. Al borde del descanso volvió a enfilar la portería Beier, esta vez por el costado derecho, que salva un providencial cruce de Araújo.

Guirassy anota el 2-0 ante la mirada de Szczesny.

Guirassy anota el 2-0 ante la mirada de Szczesny.AFP

Si mandó Flick algún cambio en el descanso, no se notó. El partido se retomó con una doble parada de Szczesny a Adeyemi y Gross y, como una exhalación, llegó el segundo tanto del Dortmund en un córner tocado por Bensebaini para que Guirassy marque el 2-0 a placer. El Barça aún tenía dos goles de ventaja, pero empezaba a temerse lo peor. Hasta que el centro tenso de Fermín se convirtió en un gol en propia puerta de los alemanes que les empinaba de nuevo la eliminatoria. Y menos mal.

Tuvo el andaluz una clara ocasión de sentenciarla y evitar más sufrimiento, pero la mandó a la grada por encima del larguero. Miró Flick al banquillo buscando el tempo de Pedri, el colmillo de Ferran y el pulmón de Éric García. Pero ni aún así pudieron matar un duelo que siguió abierto y provocando taquicardias. Guirassy, desdibujado en el duelo de ida en Montjuïc, se vengó completando un hat trick, que hizo temblar al líder de LaLiga desnudando su cara más vulnerable. Duranville, recién salido en banda, volvió a desquiciar a Gerard Martín para sacar un centro que despejó mal Araújo y rebaño el goleador guineano.

La ventaja del Barça le mantenía vivo, pero el tembleque aumentó cuando Brandt encontró otra grieta para el cuarto, aunque en fuera de juego y los demonios azulgranas se esfumaron para poder disfrutar del premio de volver a una semifinales de la Champions.

Un Barça voraz e insaciable humilla al Dortmund y pone un pie en semifinales

Actualizado Miércoles, 9 abril 2025 - 23:01

Voraz, letal, vertiginoso, vistoso y casi perfecto. Son muchos los calificativos que pueden definir a este Barça, un equipo que somete con trucos de prestidigitación sin que los rivales puedan advertir por dónde les descompondrán. Porque da igual que sus analistas los hayan destripado, este talento no se puede prever y no perdona ni un solo desliz. [Narración y estadísticas (4-0)]

La varita en este equipo la tiene Pedri, capaz de encontrar huecos donde nadie los ve o desplazamientos milimétricos que convierten los balones en misiles de los que se sirven Lamine Yamal o Raphinha para hacer sangre en los costados. Apenas dos minutos pasaron para que el Dortmund y pequeño muro amarillo se dieran cuenta. El brasileño se escapó por la banda para colocar un centro raso entre la defensa y el portero que Bensebaine evitó que cazara Lewandowski. Había comenzado el asedio y en cuestión de seis minutos, aparecido toda la artillería.

Kobel tuvo que atajar el típico disparo de Lamine con recorte y zurdazo, pero el joven jugador aún lo hizo sufrir cuando, con un regate de cola de vaca, se plantó en la línea de fondo y probó un golpeo con rosca y casi sin ángulo que apunto estuvo de sorprender al meta suizo. La confianza hizo que no optara por buscar el pase atrás a Lewandowski, a quien le llegó su oportunidad con la asistencia de Raphinha para un duro disparo desde el punto de penalti que hizo lucirse de nuevo al guardameta de los alemanes.

Habilitado por el VAR

El equipo de Flick estaba hiriendo al Dortmund por las orillas con suma facilidad mientras los germanos perseguían balones y Guirassy sólo aparecía para caer en la trampa del fuera de juego.

Parecía cuestión de tiempo que el Barça acertara, aunque fuera en una jugada estúpida para los visitantes. Un tirón de pelo de Adeyemi a Koundé provocó un libre directo que Fermín puso muy pasado al segundo palo para que emergiera Íñigo Martínez y, con un cabezazo picado, la dejara a los pies de Cubarsí. Con la puntera la empujó el central pero, camino a la línea de gol, Raphinha la embocó. Revisó el VAR la posición del brasileño y habilitó su posición y un tanto, su duodécimo en Champions, que había celebrado Cubarsí.

Dos jugadas más tuvo el Barça para haber engordado el marcador, ambas con los mismos protagonistas. Falló Lamine cuando buscaba a Raphinha en una contra para encarar a Kobel y el goleador tampoco consiguió enganchar el siguiente pase de le dio la joven estrella.

Raphinha empuja a la red el 1-0 ante Kobel.

Raphinha empuja a la red el 1-0 ante Kobel.AFP

La efervescencia que había mostrado el Barça se fue diluyendo a partir de la media hora, cuando el Dortmund fue encontrando la manera de llegar al área. La primera ocasión la remató al aire un desacertado Guirassy, lo mismo que volvería a hacer al borde del descanso antes de girarse ante Cubarsí y mandar su primer remate con intención al lateral de la red de Szczesny. Habían perdido los azulgranas el control tan absoluto que tuvo desde el inicio de partido, pero los alemanes eran un equipo romo.

Asfixia y zafarrancho

Esperaba Kovak que su equipo despertara en la segunda parte. Buscó más mordiente, y más vigilancias limpias de tarjetas, con Beier sujetando a Raphinha, pero antes de activarse ya estaba de nuevo sometido por la presión asfixiante del Barça. Los volvieron a encerrar en su área y encontraron otro gol. Apareció de nuevo la conexión de Pedri con Lamine para que pusiera un balón al segundo palo, donde lo peinó Raphinha para devolverlo al primero, casi a la escuadra, donde aparecía la cabeza del goleador polaco. El Barça desató de nuevo un zafarrancho que lo convirtió en imparable.

Tuvo dos ocasiones Fermín, la primera la estrelló en el poste y la segunda la salva Ryerson de casualidad cuando iba directa al fondo de la red. En la tercera no le hizo falta disparar, pero hay que darle el mérito. Fue una jugada que identifica el estilo Flick. Un robo de De Jong en la frontal de su área, se apoya en Lamine en el costado derecho para que lance a la carrera a Fermín, esta vez recostado en la banda. Corrió el andaluz con toda la ventaja pero eligió buscar a Lewandowski que aparecía solo por el centro. En un movimiento perfecto de 13 segundos, el polaco lo culminó con un tercer gol. Aún le dio para robar una pelota con la que Raphinha voló y que Lamine, de puntera, convirtió en el cuarto. El Dortmund solo pudo batir a Szczesny en fuera de juego. Nada fue suficiente para impedir que el Barça pusiera sus pies en semifinales.

11 goles en 10 partidos europeos: el Barcelona espera que Raphinha recupere su brillo ante el Borussia Dortmund

11 goles en 10 partidos europeos: el Barcelona espera que Raphinha recupere su brillo ante el Borussia Dortmund

Actualizado Martes, 8 abril 2025 - 23:23

La luz más brillante suele consumirse antes, dice la sabiduría popular. En el caso de Raphinha, el jugador más en forma del Barcelona en los primeros meses de la temporada, el aforismo lleva unas semanas cumpliéndose. Su garra y su desgaste se mantienen como de costumbre, pero ha perdido brillantez ante la portería contraria. En la Liga, no marca desde el pasado 9 de febrero, ante el Sevilla, a domicilio, en un partido que acabó con triunfo de su equipo por 1-4, mientras que en la Copa del Rey su último tanto se remonta hasta el 15 de enero, en el enfrentamiento a partido único de octavos de final ante el Betis que se saldó con victoria barcelonista por 5-1. Este miércoles vuelve la Champions. Tal vez, en su competición fetiche por antonomasia, esta sequía anotadora llegará a su final de una vez por todas.

En la máxima competición europea Raphinha atesora unos números demoledores. Hasta el momento, ha sido capaz de convertir 11 goles en los diez partidos que ha disputado. Entre ellos, destaca el hat trick conseguido frente al Bayern o los cinco, en total, anotados frente al Benfica entre su duelo en la fase de liguilla en Da Luz (4-5), la ida de los octavos de final (0-1, con los azulgrana con uno menos sobre el césped por la expulsión de Cubarsí) o los dos con los que remató la faena en la vuelta en Montjuïc (3-1).

En la Liga, mientras, el brasileño suma 13 goles en el total de 28 encuentros que ha jugado hasta ahora, teniendo en cuenta, además, que no fue convocado para el duelo disputado frente a Osasuna el pasado 27 de marzo, que ante el Girona, tres días después, no llegó a moverse en ningún momento del banquillo y que fue suplente el sábado ante el Betis. Una serie de movimientos con los que Hansi Flick quiso darle algo de descanso a un jugador caracterizado por su entrega.

La fatiga

En el encuentro ante Osasuna, el técnico alemán esgrimió el cansancio por el viaje desde Sudamérica como el motivo para dejarlo fuera de su lista. También es cierto, además, que el delantero brasileño volvía con el ánimo algo tocado, después de que Argentina pasara factura a sus excesivamente seguras convicciones de triunfo en superclásico sudamericano, infligiéndole un demoledor 4-1 a la canarinha. Flick, pese a haberlo protegido últimamente un poco entre algodones, con la excepción de una vuelta de las semifinales de Copa del Rey a vida o muerte contra el Atlético de Madrid, quiso romper una lanza en favor del brasileño en la rueda de prensa previa al duelo frente al Dortmund.

"Tras el parón por las selecciones, hemos intentado que se recupere. Lo que veo en los entrenamientos es lo mismo que veía antes: está muy activo, despierto, con buena dinámica... Demuestra que está preparado para afrontar este partido", zanjó el entrenador.

La ida de los cuartos de final de la Champions ante el Dortmund es la primera gran oportunidad de Raphinha de volver por sus fueros. Sobre todo, teniendo en cuenta que la vuelta se disputará la semana que viene en el Signal Iduna Park, un escenario que puede ser tremendamente complicado y para el que los azulgrana bien harían en llevarse una buena renta de Montjuïc.

En el centro del campo, mientras, está por ver si Flick mantendrá o no a un Gavi tan fiel a su causa como contundente a la hora de valorar a aquellos que critican su estilo. «Mucha gente se cree que no sé jugar al fútbol y no tiene ni puta idea. Es entendible, cada uno piensa lo que quiere, y está bien», sentenció el sevillano.

Mejor porcentaje goleador que Lamine, Raphinha y Lewandowski: Ferran Torres, a seguir la racha ante Osasuna

Mejor porcentaje goleador que Lamine, Raphinha y Lewandowski: Ferran Torres, a seguir la racha ante Osasuna

Actualizado Miércoles, 26 marzo 2025 - 23:12

Ferran Torres tiene otra gran oportunidad para reivindicarse este jueves frente a Osasuna. El valenciano, a quien Hansi Flick suele recurrir como revulsivo cuando las cosas no acaban de ir todo lo bien que le gustaría en la faceta ofensiva, ha sabido aprovechar hasta ahora muy bien sus oportunidades y se perfila como el relevo de un Raphinha finalmente descartado por el entrenador en el ataque barcelonista.

Con menos minutos en sus botas que Robert Lewandowski, el brasileño y Lamine Yamal, Ferran se ha erigido como cuarto máximo anotador de los azulgrana en lo que llevamos de curso. En total, suma 13 goles en todas las competiciones, los mismos que Yamal, pero está aún a una distancia considerable del ex delantero del Leeds (27 goles) y, sobre todo, del polaco (35 goles), quien parece vivir una segunda juventud como killer.

No obstante, los fríos datos son también demoledores si nos fijamos, precisamente, en los minutos de juego que atesoran unos y otros. En este sentido, Lewandowski, en promedio, marca un gol por cada 89,7 minutos disputados; Raphinha, uno por cada 127,4, y Lamine Yamal, uno por por cada 237,8. Los números de Ferran Torres, en este caso, son mejores que los de los tres delanteros en principio titulares indiscutibles: un gol por cada 86,7 minutos disputados. Sobre el papel, ha jugado únicamente seis duelos menos que el joven crack barcelonista para marcar los mismos tantos, pero, en muchas ocasiones, sus minutos han llegado con cuentagotas. A veces, incluso, se ha visto desplazado hacia el centro del campo azulgrana.

Espectacular 2025

El nuevo año, además, ha sido tremendamente productivo para él. No en vano, ha marcado en 2025 ocho de los 13 tantos que luce en su casillero. Su buena racha arrancó en la Copa del Rey, ante el Betis. Frente a los verdiblancos convirtió únicamente un tanto del contundente 5-1 con el que los azulgrana sellaron su pase a los cuartos de final.

Ante uno de sus ex equipos, el Valencia, fue capaz de marcar un gol en la Liga, en un duelo que terminó con 7-1 en el luminoso y, también, de sellar un hat trick en un cruce en la Copa del Rey que acabó con otra contundente victoria, en este caso por 0-5.

De vuelta a la Liga, el 22 de febrero, frente a Las Palmas, le bastaron únicamente cinco minutos para sentenciar el triunfo de los suyos al convertir el 0-2 en la recta final del partido. Y, justo antes del parón por las selecciones, fue capaz de anotar dos goles más frente al Atlético en el Metropolitano, en un encuentro que se saldó con un incontestable 2-4 para los azulgrana, por mucho que llegaran a verse dos tantos por debajo en el luminoso.

Algunos goles importantes

Curiosamente, su partido más productivo en los primeros meses de la competición llegó ante el que será el rival del Barça en los cuartos de final de la Champions: el Borussia Dortmund. En el Signal Iduna Park, Ferran Torres marcó dos tantos para un equipo que se llevó una victoria por 2-3. El Valladolid, el Mallorca y el Betis, mientras, en duelos en los que el Tiburón fue capaz de marcar un gol en cada uno de ellos, fueron sus otras víctimas en unos primeros compases de la temporada 2024-25 en los que también se vio frenado por una lesión en el bíceps femoral del muslo derecho que le obligó a perderse un total de ocho partidos con el equipo azulgrana.

Su rendimiento, en el conjunto de lo que llevamos de curso, está siendo más que satisfactorio a ojos de Flick. Por eso, no es nada raro que ya se esté especulando en el entorno azulgrana con la posibilidad de que el club amplíe su contrato, que finaliza al término de la temporada 2026-27, hasta el 30 de junio de 2029.

En el duelo frente a Osasuna tendrá una nueva opción para seguir sumando goles. En el partido aplazado por el fallecimiento del doctor Carles Miñarro iba a encargarse de relevar a un Lewandowski con molestias. En este caso, podría hacerlo como recambio de un Raphinha a quien Flick da por descartado junto con Ronald Araujo.

«Tienen que recuperarse»

«No van a jugar ni van a estar en el banquillo. Están fuera. El vuelo es largo y no es la situación más óptima. Tienen que recuperarse, entrenarse y, luego, ya veremos qué haremos el domingo. El equipo sigue siendo fantástico y tenemos que luchar por los tres puntos. Ganarlos sería la mejor reacción que podemos mostrar», sentenció un Flick que evitó quejarse del calendario con puyita incluida para el eterno rival. «Somos el Barça, no el Real Madrid, y estamos orgullosos de ser el Barça», sentenció.

Raphinha fue una de las víctimas a tiempo completo de la goleada sufrida por Brasil en Argentina (4-1), mientras que Araujo no jugó en el empate a cero de Uruguay en su visita a Bolivia.

El Dortmund se rehace en Lille para citarse con el Barça en cuartos de final

El Dortmund se rehace en Lille para citarse con el Barça en cuartos de final

La eliminatoria se puso brava en el Stade Pierre Mauroy, pero el Borussia Dortmund ofreció una respuesta a la altura. Ajeno al ruido y al clamoroso error inicial de su portero, el equipo de Nuri Sahin culminó en la segunda parte una remontada ante el Lille que le sitúa en cuartos, donde se medirá al Barcelona. [Narración y estadísticas (1-2)]

El vigente finalista de la Champions no hubiese necesitado siquiera el favor de Sandro Schärer, que estimó como penalti un leve forcejeo en el área entre Thomas Meunier y Serhou Guirassy. Corría el minuto 51 y la hinchada local aún se permitía ciertas euforias, a tenor del 1-0. Sin embargo, el ambiente iba a enfriarse súbitamente cuando el árbitro suizo obsequió al delantero guineano, que celebraba su 29º cumpleaños, con una pena máxima.

No habría opción para Guirassy, porque Emre Can quiso asumir los galones de capitán desde los 11 metros. Tampoco más adelante para aumentar su cuenta anotadora, con 10 goles en 12 partidos, un registro sólo superado por Raphinha. En el primer minuto del añadido, su fantástica volea, tras un control con el pecho, pasó silbando junto al palo derecho de Lucas Chevalier.

El entusiasmo de los jóvenes

En cualquier caso, en poco debe lamentarse el Dortmund, salvo por su atroz primera parte, marcada por la pereza y los despistes. El más grotesco protagonizado por Gregor Kobel, que en el minuto 5 dejó escapar entre sus piernas un tierno remate de Jonathan David. El canadiense, autor del gol de la victoria ante el Real Madrid, parecía cargar de razones al Lille, un grupo muy entusiasta y joven, con cuatro titulares por debajo de los 24 años.

Además, Benjamin André, el capitán de 34 años, empleó su veteranía para neutralizar el acercamiento más peligroso de los alemanes. Una cuádruple ocasión a la salida de un córner en el minuto 19. Aún debió emplear un rato más el Dortmund para afianzarse, bajo la batuta de Pascal Gross, uno de los seis nominados a mejor jugador del mes de febrero en la Bundesliga.

Tras el descanso, el empuje visitante terminó por desestabilizar el esquema de Bruno Génésio. En especial por la izquierda, donde Maximilian Beier hacía olvidar a Jamie Gittens, la joven promesa británica. A poco del 1-1, Kobel se redimió de su pifia con una buena mano ante el remate de Hakon Haraldsson, pero a partir de ahí el vendaval amarillo redujo al Lille a cenizas. Karim Adeyemi, con la zurda, se topó con el travesaño, Beier no supo cabecear un preciso envío de Guirassy, pero en la siguiente acción sí precisó con un remate al ángulo. Ese tipo de oleadas, llenas de vértigo, donde el Barça deberá extremar las precauciones.

De las noches negras de Los Galácticos al muro anti-remontadas de los últimos 17 años: la esperanza del Real Madrid en el Metropolitano

De las noches negras de Los Galácticos al muro anti-remontadas de los últimos 17 años: la esperanza del Real Madrid en el Metropolitano

El Real Madrid, y especialmente la plantilla actual, es un club experto en remontadas. Lo lleva en la sangre. Ahí están las de la Champions de 2022 y 2024 como grandes gestas de los últimos años, dándole la vuelta al marcador de la eliminatoria en el Santiago Bernabéu, convertido en el manicomio de lo inexplicable. Pero la virtud de este Madrid que ha sido campeón de Europa seis veces en las últimas once ediciones es también transformarse en un muro infranqueable en la casa del rival. Así ha conquistado también el continente, evitando una y otra vez que su enemigo golpee en último lugar en campo propio. Antes del derbi de esta noche, la estadística clama contra la historia: si ha ganado la ida en Chamartín, nadie le remonta al Madrid desde el Bayern de Múnich en los octavos de final de la 2006-2007.

Son 17 temporadas sin venirse abajo en Europa cuando se ha llevado un resultado favorable del Bernabéu. Desde entonces el Madrid ha tenido noches negras en los partidos de vuelta, obviamente, como el 4-0 de Manchester hace dos años o el 2-0 de Stamford Bridge en 2021, pero en ambos casos la ida había terminado en empate.

Rechazar la remontada rival es una característica de esta generación madridista, comandada primero por Zinedine Zidane y ahora por Carlo Ancelotti. Una virtud clave para reinar en Europa que nunca tuvieron Los Galácticos, acostumbrados a sufrir en campo enemigo cuando tenían las eliminatorias de cara. Quizás Zizou aprendió de los errores de esa época, que terminaron lastrando el legado futbolístico de la primera galaxia de Florentino Pérez.

Aquel Madrid, por ejemplo, se puso por delante en las semifinales de 2003 contra la Juventus, en los cuartos de 2004 ante el Mónaco y en octavos de 2005, otra vez frente a la Juventus, y fue incapaz de mantener la ventaja en la vuelta. Cayó en Turín las dos veces y en el Principado, cuando era el gran favorito a levantar una Champions que terminó ganando el Oporto de Mourinho.

Dos sufrimientos

Una serie de actuaciones inexplicables que contagiaron el ambiente y se repitió en 2007, ya sin varios galácticos, contra el Bayern en octavos. El Madrid venció en la ida por 3-2 y perdió en Múnich por 2-1.

Fue la última remontada en contra. 17 años después, sólo dos equipos han estado cerca de repetir un triunfo así contra el conjunto blanco: el Borussia Dortmund en los cuartos de 2014 y el Atlético de Madrid en las semifinales de 2017.

En 2014, los alemanes le dieron un susto gigante al Madrid de Ancelotti, que soñaba con la ansiada Décima. Los blancos ganaron con contundencia la ida por 3-0, con goles de Bale, Isco y Cristiano, y acumularon sufrimiento en una vuelta agónica, en la que el Dortmund se puso 2-0 al descanso. La actuación de un joven Casemiro, colosal para apuntalar el muro defensivo, fue vital para aguantar.

Sólo un cero en la portería

Tres años después, el extraordinario zigzagueo de Benzema sobre la línea de fondo del Calderón despidió al estadio y al Atlético de la Champions. Fue el último encuentro continental de los rojiblancos en el Manzanares y el mayor intento de remontada sobre la meta madridista. En la ida, un hat-trick de Cristiano parecía decidir todo, pero Saúl y Griezmann marcaron en el primer cuarto de hora y calentaron el ambiente. Isco, tras la obra de arte de Benzema, recortó distancias, pero el Atlético no dejó de empujar.

Esos dos muros levantados por el Madrid se convirtieron en dos Copas de Europa. Este año sólo ha conseguido dejar la portería a cero en una ocasión en Champions, así que Ancelotti necesitará recuperar su viejo muro para volver a sobrevivir a su competición fetiche. Enfrente, el hambre de Simeone y del Atlético.

El Barça saltó el Muro Amarillo

El Barça saltó el Muro Amarillo

Actualizado Miércoles, 11 diciembre 2024 - 23:37

En un partido eléctrico, el Barça logró un triunfo muy peculiar, que le va a llevar al podio de los octavos. El Borussia fue un incómodo enemigo, aunque nunca aprovechó sus ocasiones y se sostuvo por dos goles en fallos del rival.

Partido tan frenético nos proporcionó la inquietante duda del resultado, mientras se vivía una pasión incontrolable entre un Dortmund que era como un avispa a punto de picarte y un Barcelona que se ha convertido en un ma

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Ferran Torres resuelve una noche trepidante en Dortmund

Actualizado Miércoles, 11 diciembre 2024 - 23:12

Hay momentos en que entender a Hansi Flick no es fácil. Encontrar explicación a por qué quita del campo de una tacada el talento de Dani Olmo, el colmillo de Raphinha y el oportunismo de Lewandowski no es fácil. Pero en Dortmund, cuando lo ganado parecía que se le escapaba como agua entre los dedos en una segunda parte desatada, al alemán le funcionó. En la locura, cuando el Borussia se aprovechaba de los pocos errores que cometieron los azulgrana, emergió Ferran Torres para amarrar tres puntos que casi certifican que el Barça estará en octavos. [Narración y estadísticas (2-3)]

No fue una cuestión tanto de suerte como de merecimiento. Mostró este Barça de doble cara la dominadora en el Signal Iduna Park, aunque a los alemanes les costara un minuto forzar el primer córner. Aún no habían engrasado los azulgrana el fuera de juego en el que atraparía una y otra vez a los alemanes. En escenarios gigantes como el dominado por el Muro Amarillo, apareció una vez más el equipo sólido que, por primera vez en la era Flick, también mostró una versión de control y paciencia para ir desajustando al rival poco a poco, sin tanto machetazo.

En esa trampa cayó el Dortmund, incapaz de arrebatarle la pelota, impreciso y salvando el pellejo por la imprecisión del Barça en el área. Dejaron conectar demasiado a Dani Olmo, Lamine Yamal y Raphinha y eso les hizo sufrir mucho durante los primeros 20 minutos.

Presión alta y efectiva

Probó Balde con un centro lateral al que no llegó Raphinha. Le dio réplica Lamine con otro que no cazó por milímetros el capitán brasileño y volvió a probar a Kobel con un disparo lejano. La presión del Barça era altísima y efectiva porque su rival apenas podía correr a su espalda y, cuando lo lograba, caía en clamorosos fueras de juego. Aún así tuvo latigazos para calentar a Iñaki Peña que, aunque la jugada estuviera invalidada, se lucía.

Se estaban gustando los azulgrana y parecía sólo cuestión de tiempo que llegara el gol. Lo falló Raphinha en una ocasión hilvanada entre Olmo y Lamine que envió rozando el palo. El Barça había dejado a un lado su verticalidad para amasar el partido ante un contrario muy ordenado en su área. Pese a la maraña de piernas amarillas, Lamine fue capaz de encontrar el espacio suficiente para armar un zurdazo que obligó a la mejor parada de Kobel. Ese susto hizo desperezarse al Borussia, que se estiraba con Duranville creando problemas a Balde y Gittens a Koundé, dos estiletes en las bandas que debían alimentar a Guirassy. Al guineano le amargó Peña al tapar un cabezazo picado bocajarro pegado al palo.

Todo el control en el que se había recostado el Barça saltó por los aires en la segunda mitad. Sahin echó mano de Yan Couto para intimidar y Guirassy consiguió batir la meta azulgrana, otra vez en fuera de juego. Aún no era aún su momento, era el de un jugador brasileño que lleva el brazalete de capitán tatuado. Raphinha siempre aparece al rescate para dar el picotazo letal. Fue una jugada casi del manual Flick: Pedri roba y protege, encuentra a Olmo que, con un control orientado, lanza al capitán a la carrera entre Can y Schlotterbeck para encarar y batir a Kobel.

Casadó y Ryerson pugnan por un balón.

Casadó y Ryerson pugnan por un balón.AP

La alegría azulgrana de ver en el marcador reflejado su dominio duró un suspiro. Lo que tardó en lanzar una contra el Dortmund y que Cubarsí, en un gesto infantil, derribara de un empujó a Guirassy en el área. No dudó el francés Letexier en pitar penalti que el propio guineano convirtió en el empate.

Fue entonces cuando Flick agitó el banquillo con Fermín y Ferran. También con De Jong, pero el holandés está opaco. Koundé se escapó hasta la línea de fondo y puso un centro en el punto de penalti que golpeó el andaluz ante Kobel. El suizo no embolsó la pelota y apareció Ferran para rebañarla. De nuevo el Barça tenía ventaja en el minuto 75. Y de nuevo no sabría protegerla. Desde el mismo saque de centro nació el empate cuando Gross esquivó la trampa del fuera de juego y le regaló el segundo gol a Guirassy.

No se cansó de remar este Barça y volvieron a asociarse los mejores para evitar que se escapara la proeza de ser el único equipo en asaltar el Signal Iduna Park en tres años, desde noviembre de 2021. Pedri, catalizador, buscó a chispa de Lamine y el joven astro, en otro partido de personalidad, dejó al valenciano franco para batir a Kobel. Bendita locura.