Emery frente a Luis Enrique: el trauma del 6-1, una amistad y muchos dosieres en el despacho

Emery frente a Luis Enrique: el trauma del 6-1, una amistad y muchos dosieres en el despacho

El 8 de marzo de 2017, poco antes del pitido inicial, Unai Emery saludó a Luis Enrique en el Camp Nou aferrado a un convencimiento. Su primera eliminatoria de Champions con el PSG se resolvería de igual modo que las nueve anteriores con el Sevilla en la Europa League. Sin embargo, dos horas más tarde, el irundarra, entre el estupor y la indignación, apenas pudo ofrecer alguna explicación a lo sucedido. «Fue mi peor momento como entrenador», confesaría, años más tarde, a propósito de aquella debacle ante el Barça (6-1), con la que se convertía en el único técnico de la historia eliminado de la Champions tras una renta de cuatro goles en la ida. «De aquel partido cambiaría el árbitro», añadió sobre la labor de Deniz Aytekin.

Hoy, Emery tampoco perderá la oportunidad de abrazar a Luis Enrique, actual técnico del PSG, y a otros viejos conocidos en el Parque de los Príncipes, el estadio donde, entre 2016 y 2018, jamás obtuvo el cariño de la afición, que apenas quiso dedicarle un petulante desdén. De nada le valdría su empeño en aprender francés o su título de Ligue 1. En mayo de 2018, una vez cumplidos sus dos años de contrato, Nasser Al-Khelaifi puso punto final al ciclo de Emery en París.

El detonante, por segundo año consecutivo, había sido la eliminación en octavos, donde el PSG volvió a mostrar demasiadas carencias ante el Real Madrid. El fantástico comienzo en el Bernabéu se diluyó por completo tras el descanso, donde decidieron los goles de Cristiano Ronaldo y Marcelo. El partido de vuelta resultó un trámite para el equipo de Zinedine Zidane. Aquel PSG resultaba irreconocible a nivel competitivo. Muy lejos de la exigencia de un técnico que, excluyendo su etapa en París, sorteó 22 eliminatorias seguidas de Europa League con Sevilla (2013-16), Arsenal (2019) y Villarreal (2022). Nada menos que cuatro títulos tras cinco finales.

El ejemplo de Tottenham y Dortmund

«Unai es un entrenador top, con una gran capacidad de analizar al rival y de potenciar a su equipo. Además, lo ha demostrado en diferentes banquillos», valoró el pasado viernes Luis Enrique. Esas virtudes, por supuesto, han adquirido mayor relevancia aún durante las eliminatorias. Sólo cabe citar el caso de su Sevilla, triple campeón de la Europa League sin alcanzar ni una sola vez el top-4 de LaLiga, o de su último Villarreal, semifinalista de la Champions 2022 tras apartar a Bayern y Juventus, pero séptimo en LaLiga.

A este fabuloso rendimiento en los torneos cortos se aferra el Aston Villa, un conjunto que hoy encadena siete victorias en todas las competiciones, su mejor racha desde marzo de 1981. Su última derrota data del 25 de febrero (4-1 ante el Crystal Palace) y es el único superviviente inglés en la Champions. Nada desdeñable para un club que no disputaba la máxima competición desde 1982. ¿Por qué no soñar, pues con una final como las de Tottenham (2019) y Dortmund (2024)?

«Nuestra amistad se ha forjado a través de nuestros enfrentamientos. Unai es un entrenador que cuida su trabajo y su equipo ha mejorado gracias a él», contó ayer Luis Enrique, otro obseso de su profesión. En el vestuario del Villa son leyenda las interminables jornadas de Unai y la montaña de dosieres apilados en su despacho. Desde noviembre de 2022, cuando tomó el relevo de Steve Gerrard, el ambiente en la ciudad deportiva de Bodymoor Heath resulta mucho más que saludable. Nada que ver con la tensión vivida en el Arsenal o el PSG. A lo largo de estos dos años y medio, sólo Pep Guardiola y Mikel Arteta han sumado más puntos en la Premier.

Emery, el pasado 8 de marzo, durante un partido ante el Brentford.

Emery, el pasado 8 de marzo, durante un partido ante el Brentford.AP

Emery, respetado entre los rivales e idolatrado en Villa Park, se ha convertido en el entrenador con mejor balance (54% de victorias) en los 150 años de historia del Villa. Cierto que desde Birmingham se manejan importantes recursos financieros. Según el informe UEFA Finance and Investment Landscape, la masa salarial del Villa aumentó un 33% en 2024 hasta convertirse en la décima más elevada de Europa (287 millones de euros). De hecho, el organismo presidido por Aleksander Ceferin sigue con lupa las operaciones del club para que compla con sus normas, tanto en las tasas de traspaso como en los honorarios de los agentes.

Escasez de efectivos

El pasado verano, Emery tuvo que prescindir de Douglas Luiz, uno de sus mejores centrocampistas, para atenerse a las Reglas de Sostenibilidad de la Premier. A ese traspaso a la Juventus, a cambio de 52 millones de euros, hubo que sumar el de Moussa Diaby, por el que el Al-Ittihad pagó 60 millones y el más reciente de Jhon Durán, comprado en enero por el Al-Nassr a cambio de 77 millones. Sin embargo, el buen tino de Monchi desde la dirección técnica ha de evaluarse a la luz de sus incorporaciones de perfil bajo, como Morgan Rogers, comprado en 2023 por 9,4 millones, o Youri Tielemans y Boubacar Kamara, que llegaron a coste cero procedentes del Leicester y Olympique de Marsella. Por no mencionar a Ollie Watkins, crecido en el semiprofesionalismo y al que Emery ha extraído todo su talento.

«Desde su llegada, el Aston Villa es un equipo muy mejorado. El curso anterior ya estuvo a un alto nivel y este año es un equipo más completo aún», analizó el viernes Luis Enrique, horas de cerrar su primer título de Ligue 1 con el PSG. No obstante, a diferencia de Manchester City, Liverpool o Arsenal, el Villa sigue contando con escasez de efectivos. Una carencia que obliga a Emery a profundizar en sus rotaciones. El pasado sábado hubo ocho novedades en el once ante el Nottingham Forest y este fin de semana ese plan seguirá vigente en la visita al Southampton.

La vista al Parque de los Príncipes también representa una oportunidad para que Emery mejore su registro personal ante Luis Enrique. De momento, en los 10 precedentes, el ex técnico del Barça acumula siete victorias, por sólo dos tropiezos.

La multa a Carlos Sainz por llegar tarde, el eterno 'pit-stop' de Aston Martin y otros hechos inexplicables en Suzuka

La multa a Carlos Sainz por llegar tarde, el eterno ‘pit-stop’ de Aston Martin y otros hechos inexplicables en Suzuka

Las últimas horas de McLaren en Suzuka transcurrieron en un clima de cierto nerviosismo, a la espera del resultado de las inspecciones en el coche de Lando Norris. La FIA midió al milímetro cada elemento de los alerones del MCL39 antes de dar su visto bueno, por lo que el británico conservó sus 18 puntos, con los que se mantiene líder, con sólo uno de ventaja sobre Max Verstappen. Sin embargo, el clima en la escudería de Woking distaba mucho de lo que se espera en un líder del Mundial. Andrea Stella, como director de equipo, trataba de ofrecer argumentos para justificar el pit-stop de Norris y explicaba la decisión de mantener a Oscar Piastri por detrás del británico. "Debemos ser un poco cautelosos al juzgar superficialmente", lanzó sobre lo sucedido en el tramo decisivo. Desde luego, los planes de McLaren resultaron como poco discutibles, aunque no tan inexplicables como otros sucesos del GP de Japón.

De 60.000 a 20.000 euros

A las 13:42 horas, los pilotos estaban convocados en la parrilla para escuchar el himno japonés. Bajo los acordes de la banda de la Fuerza Aérea, ante la mirada de la princesa Akiko, representante de la familia imperial, todos debían lucir únicamente sus monos y cascos de carrera. Así lo establece el riguroso protocolo de la FIA y así se comunica a los 20 protagonistas, que el viernes, precisamente, abordaron este tema durante su reunión semanal. Algunos se habían quejado sobre las molestias que implica esta ceremonia, incrustada en el único momento propicio para acudir al baño. Las prisas, esta vez, jugaron una mala pasada a Carlos Sainz, que recibió 20.000 euros de multa por llegar tarde.

El madrileño, nombrado hace sólo tres meses director de la Asociación de Pilotos (GPDA), arrastraba unas molestias estomacales, según confirmó ante los comisarios el doctor Messina. A tenor de los argumentos de la FIA, Sainz debería darse por satisfecho, porque no le aplicaron la cantidad habitual para estas infracciones (60.000 euros). Asimismo, la mitad del castigo impuesto (10.000 euros) queda en el aire durante los próximos 12 meses, siempre y cuando cumpla con los horarios. Según el escrito de los comisarios "mostrar respeto por el himno nacional" supone "una gran prioridad" para el órgano presidido por Mohammed ben Sulayem.

"Bearman ya se ha ido"

Las dificultades de Fernando Alonso al volante del AMR25 quedaron patentes a través de sus mensajes de radio. "El coche rebota antes de la curva 8, de la curva 13 y de la última chicane", advirtió el asturiano, que ya había depositado sus únicas esperanzas en la aparición de la lluvia. "En las curvas de baja velocidad perdimos todo el agarre de los neumáticos, así que tengo subviraje y he perdido tracción antes salir a la recta", lamentaba el bicampeón.

Alonso, durante su único 'pit-stop' en el GP de Japón.

Alonso, durante su único 'pit-stop' en el GP de Japón.ASTON MARTIN

Sin embargo, su mensaje más afilado llegó tras el pit-stop en la vuelta 24, cuando sus mecánicos se demoraron algo más de cinco segundos antes de montar los neumáticos duros. Más del doble que la mejor parada del domingo, organizada para Lewis Hamilton en Ferrari (2,18 segundos). En total, el paso por boxes de Alonso se cifró en 25,6 segundos, un tiempo sólo inferior al de Pierre Gasly (26,0). Nada más salir a pista, cuando su ingeniero le advirtió de que saldría por detrás de Oliver Bearman, Fernando replicó sarcásticamente: "Sí, Bearman ya se ha ido". Con un timing mejor, la pelea por el noveno y el décimo puesto frente al piloto de Haas y Alex Albon no habría resultado imposible.

Tsunoda, piloto del día

En una carrera sin safety car, ni una sola bandera amarilla, Yuki Tsunoda cruzó la meta a 58,4 segundos del vencedor. De hecho, su ritmo por vuelta resultó nueve décimas más lento que el de Max Verstappen, la mayor diferencia entre compañeros de toda la parrilla. En su debut con Red Bull, el japonés acabó decimosegundo, tras ganar dos puestos respecto a la salida. De ese modo igualaba el resultado de Liam Lawson en Shanghai, donde el neozelandés había partido último. Con todos estos datos sobre la mesa, Tsunoda fue elegido piloto del día por los aficionados.

El ídolo local recibió el 23,9% de los votos, el mayor porcentaje en lo que va de año, por delante de Lando Norris en Australia (20,7%) y Andrea Kimi Antonelli en China (20,7%). "Estoy contento en cuanto a mi rendimiento, pero si me atengo al resultado es bastante difícil, especialmente en la carrera de casa, porque quería terminar en los puntos", admitió el ex piloto de Racing Bulls. A lo largo de los últimos 11 grandes premios, el balance de puntos entre Verstappen y sus tres compañeros (Sergio Pérez, Lawson y Tsunoda) resulta aterrador: 175-9.

El espejismo de Hamilton

Entre las vueltas 22 y 29, Lewis Hamilton disfrutó de un momento de placer pasajero en Suzuka. El británico supo exprimir la vida útil de sus neumáticos duros para trepar hasta la segunda posición, justo por detrás de Andrea Kimi Antonelli, su sustituto en Mercedes. A los 18 años, siete meses y 11 días, el italiano se convertía en el piloto más joven en liderar una carrera y en abrochar una vuelta rápida (1:30.965). Cuando el espejismo se esfumó y ambos pasaron por boxes, el golpe de realidad resultó aún más duro para Hamilton.

Hamilton, al volante del SF25, el domingo en Suzuka.

Hamilton, al volante del SF25, el domingo en Suzuka.AFP

"Agradecería mucho que me dieras información sobre dónde voy lento", espetó el heptacampeón por radio. Al otro lado, Riccardo Adami, su ingeniero pista, citó las curvas 8, 9, 13 y 14, pero ello no iba a tranquilizar a Sir Lewis, que requería de más precisiones. "Una décimas en las curvas 8 y 9", detalló el hombre que ya guio los pasos de Sebastian Vettel y Carlos Sainz. Lo más preocupante para Hamilton es que nunca encontró sensaciones tras el alerón trasero de Antonelli. De hecho, su ritmo promedio por vuelta (1:32.947) fue apenas una décima más rápido que el de Isack Hadjar (1:33.048) el rookie de Racing Bulls.

A la espera de Bahrein, un escenario tradicionalmente favorable para Ferrari, los más optimistas en el garaje de Fred Vasseur salieron con un dato bajo el brazo. Si en 2024, Sainz acabó tercero en Suzuka a más de 20 segundos de Verstappen, este domingo Charles Leclerc cedió apenas 16 segundos antes de terminar cuarto.

Fernando Alonso: "Nadie recordará este undécimo, pero fue una de mis mejores carreras"

Fernando Alonso: “Nadie recordará este undécimo, pero fue una de mis mejores carreras”

Olvidados ya los seis abandonos del GP de Australia, el orden natural volvió a consolidarse en Suzuka, donde no hubo ni lluvia, ni safety car, ni un solo incidente de consideración. Los 20 coches que tomaron la salida cruzaron la bandera a cuadros, un factor que redujo aún más las minúsculas opciones de Fernando Alonso. "No somos rápidos para el top-10, ni siquiera para entrar en el top-18. Estamos en una espiral de la que hay que salir", admitió el asturiano, undécimo en la meta.

Tras 53 vueltas y 83 minutos al volante, el líder de Aston Martin sólo pudo ganar una posición ante Pierre Gasly. "Necesitamos revisar todos los datos porque no hay suficiente ritmo. Los sábados sufrimos para llegar a Q3, de hecho aún no hemos estado, y en carrera también para alcanzar el 'top-10", comentó Alonso en la zona mixta. "Nadie recordará este undécimo puesto, pero fue una de mis mejores carreras. He sacado el máximo del coche y un poco más", subrayó.

Por tercera semana consecutiva, el AMR25 ofrecía nulo carácter competitivo frente a sus rivales de la zona media, como Haas, Racing Bulls y Williams. De modo que su punto de partida, el de convertirse en 2025 el quinto mejor coche, parece ahora aún más devaluado. No en vano, Lance Stroll partió último desde la parrilla y cruzó la meta también como farolillo rojo. El canadiense, sin opciones siquiera ante el Sauber de Gabriel Bortoleto, fue el único doblado por Max Verstappen.

"Proceso de aprendizaje"

Pese a estas notorias carencias, los máximos responsables de Aston Martin siguen manteniendo la calma. "Esto forma parte del proceso de aprendizaje", explicó Andy Cowell, CEO de la escudería de Silverstone, confiado en "aplicar estas lecciones" el próximo fin de semana en el GP de Bahrein.

De modo que las nueve décimas que perdió el AMR25 de promedio con respecto a la cabeza no deberían preocupar tanto como las tres cedidas ante Racing Bulls o Williams. Entre otras razones porque hace ahora un año, también en Suzuka, los monoplazas verdes rodaban un segundo más rápido por vuelta que estos dos mismos rivales.

Las reiteradas promesas de desarrollo serán examinadas el próximo domingo en Sakhir, escenario de los test de pretemporada. Uno de esos trazados que miden el rendimiento global de los coches. Alonso presagia otro fin de semana "difícil", donde emplearán los entrenamientos para resolver algunas "dudas" que aún siguen flotando tras las pruebas invernales. "Tenemos el coche más lento en las rectas", reiteró sin pudor, el ovetense. Un mal presagio para los habituales stop and go de Bahrein, donde se pone a prueba la tracción de los monoplazas.

Verstappen gana por cuarto año seguido en Suzuka y deja un mensaje para McLaren

Verstappen gana por cuarto año seguido en Suzuka y deja un mensaje para McLaren

Hizo lo que tenía que hacer, optimizando sus virtudes y aireando las carencias de los rivales. En una muestra de poder, Max Verstappen ganó el GP de Japón por delante de Lando Norris y Oscar Piastri, impotentes, aburridos, exhaustos ante el vigente campeón, el primer piloto de la historia con cuatro victorias consecutivas en Suzuka. Sin embargo, romper el anterior registro de Michael Schumacher (2000-2002), no representa esta vez su mayor logro. El mensaje más apremiante de Verstappen a sus rivales va un par de pasos más allá. Si quieren que algún día claudique en este Mundial, si quieren su cabeza, hay que ofrecer mucho más dinero por la recompensa.

Fue una reedición de lo visto el año pasado en Monza, con McLaren enredada en sus diatribas, dudando entre dar prioridad a uno u a otro. "Lando debería irse pronto porque creo que tengo el ritmo para alcanzar a Max", dijo Piastri por radio, a falta de 12 vueltas. Tras una carrera de desgaste, los bólidos papaya seguían a la estela del líder, ataviado con los colores de Honda. Tan cerca y tan lejos. Establecida la igualdad en los neumáticos duros, con 1,5 segundos de margen, Verstappen gobernaba la situación. Sin mayor novedad, vio la bandera a cuadros y asestó un duro golpe en la moral de McLaren.

A casi 14 segundos de la cabeza, sin opción alguna de podio, Charles Leclerc dio el cuarto puesto a Ferrari. Hubo demasiada tierra baldía también en torno a George Russell y Andrea Kimi Antonelli, quinto y sexto con Mercedes. Por no hablar de Fernando Alonso, undécimo, o Carlos Sainz, decimocuarto. Salvo las notas geniales y discordantes de Verstappen, todo en Suzuka discurrió en torno al guion establecido. Y eso nunca es buena noticia para los españoles.

Pánico al 'graining'

Las condiciones de la pista, con esporádicas bolsas de agua, y los 14ºC en el ambiente podían alterar la armonía. O añadir novedades respecto a las dos citas previas en Australia y China. Había que mimar los neumáticos, por pánico a una degradación en forma de graining, y mantenerse alerta ante la hipotética aparición de la lluvia. Era de prever que el pulso estratégico se resolviera a una sola parada. De modo que en el tramo incial, la carrera sólo se animó con un par de persecuciones.

La más vibrante la libraron Pierre Gasly y Alonso, casi en paralelo durante media vuelta. Desde la curva 2, el asturiano acechó al líder de Alpine, hasta completar una espectacular maniobra a la salida de 130R. Después de sus dos ceros previos, la premisa para Alonso era alcanzar la meta, pero quedaba claro que no iba a andarse con miramientos. Tampoco podía quedarse quieto Lewis Hamilton, con el paso cambiado y gomas duras. El heptacampeón se quitó de encima a Isack Hadjar al final de la recta de meta.

En la vuelta 21, McLaren movió primero sus piezas, llamando a Piastri. El australiano se reincorporó noveno, por delante de Alonso, con la idea de plantear la opción de undercut de Norris ante Verstappen. De inmediato, Red Bull reaccionó con el pit-stop para el neerlandés y McLaren quiso calcar el movimiento. Así que allí estaban los dos favoritos rueda con rueda en el pit-lane. Uno de esos instantes que deciden los campeonatos. Verstappen, por supuesto, no cedió un ápice ante el candidato, que antes de forzar el límite optó por pisar la hierba reseca.

Norris, por delante de Piastri, el domingo en Suzuka.

Norris, por delante de Piastri, el domingo en Suzuka.AFP

Los comisarios anotaron el incidente y unos minutos después desestimaron cualquier tipo de sanción. El triunfo debería resolverse con las fuerzas de cada cual con los neumáticos duros, pero mientras tanto Antonelli se daba el lujo de liderar varias vueltas con apenas 18 años. La evidencia de que Mercedes, como en el pasado Mundial, multiplica su rendimiento sobre un asfalto en perfectas condiciones y a baja temperatura. Si Hamilton hizo durar los duros 30 vueltas, el italiano aguantó una más con los medios.

El plan de Williams con Sainz

Sainz también tuvo que estirar su relevo, amontonando giros, habituándose a un coche que aún no ve como suyo. Casi de inicio había perdido la decimoquinta plaza ante Nico Hulkenberg, aunque pronto se quitó ese hierro candente con una magnífica maniobra en la horquilla ante el líder de Sauber. Resultaba discutible la estrategia de Williams con el madrileño, que tenía 20 vueltas por delante para llegar a meta con los blandos.

Carlos había intentado ayudar a Albon, taponando a duras penas a Hadjar, pero ahora se veía frente a un plan de muy cortas miras. Ya se había saltado la última chicane, aunque los jueces no considerasen pertinente la investigación, pero a la hora de la verdad, lo más valioso que pudo aportar fue un adelantamiento ante Liam Lawson, utilizando el DRS en la recta principal, y un amago de vuelta rápida, más tarde frustrado por Antonelli (1:30.965).

De igual modo, el domingo debió de hacerse eterno para Alonso, incrustado en la undécima posición. Sin opciones de atrapar al Haas de Oliver Bearman, pero con sobrada firmeza para mantener a raya a Yuki Tsunoda. Ganar dos posiciones, desde la decimocuarta en la parrilla, se antoja una pobre recompensa para el segundo piloto de Red Bull, aunque bien sabemos ya de lo odiosas que resultan ciertas comparaciones.

Magistral 'pole' de Verstappen en Suzuka, donde Alonso y Sainz sufren lejos del 'top-10'

Magistral ‘pole’ de Verstappen en Suzuka, donde Alonso y Sainz sufren lejos del ‘top-10’

A bordo de un coche indomable, líder de un equipo roto por dentro, luchando en notoria inferioridad mecánica ante McLaren, Max Verstappen logró en el GP de Japón una pole para el recuerdo. Otro hito en su leyenda. Inexplicable incluso para su ingeniero de pista, que repasaba los datos sin dar crédito a cómo y dónde había raspaso 12 milésimas ante Lando Norris y 44 frente a Oscar Piastri. Los alaridos de euforia en Red Bull debieron de llegar hasta el garaje de McLaren. Christian Horner tendría que extender un cheque en blanco, porque su campeón, al volante de un monoplaza tan difícil, se ve con opciones de pelear por el quinto título.

No cabe mejor homenaje a Honda en Suzuka, el trazado más especial de la F1. El circuito de los pilotos. Verstappen cerró una vuelta asombrosa, al límite en los tres sectores, igualando con su habilidad el hueco que Norris y Piastri abrían con el motor y la aerodinámica. "Es algo increíble, no lo esperábamos. Supo extraer lo máximo del coche", admitió Horner. Con ese mismo RB21, Yuki Tsunoda partirá decimoquinto en la parrilla.

Este 1:26.983 sobre un firme recién asfaltado otorga a Mad Max la propina de un récord histórico. Su cuarta pole consecutiva en Suzuka, igualando los registros de Michael Schumacher (1998-2002) y Sebastian Vettel (2009-2012). Simplemente inaccesible para el resto, porque Charles Leclerc y George Russell, cuarto y quinto, quedaron a tres décimas. Por no hablar de Lewis Hamilton, mudo ante la radio de Ferrari cuando le solicitaban un feedback por su octava posición.

Quinto incendio del fin de semana

No hay más razones que la del descomunal talento de Vestappen. Quizá no alcance para llevarse la victoria el domingo, pero aporta esa dosis de emoción a un Mundial dominado desde el inicio por McLaren. Un campeonato que se antoja muy largo para Carlos Sainz y Fernando Alonso. Sin opciones de entrar en la Q3, partirán decimosegundo y decimotercero.

En su segundo intento de la Q1 Sainz había rebajado el crono de Alex Albon, pero llegado el momento de la verdad, el británico volvió a poner esas dos décimas sobre la mesa. Como en Melbourne y Shanghai, Carlos sufría para adaptar su conducción a las exigencias del FW47. Su pase a la Q3, objetivo básico, se jugaba en 74 milésimas con el tiempo de corte de Pierre Gasly.

Para ese examen final, quien quisiera repasar los apuntes a última hora, aún dispuso de unos minutos por culpa de una bandera roja. La quinta del fin de semana provocada por el fuego en Suzuka. Por mucho que enfriasen la pradera con algún manguerazo, las chispas de los coches sobre la hierba seca terminaban desencadenando los conatos de incendio.

Sainz, con el W47, el sábado en la 'qualy' de Suzuka.

Sainz, con el W47, el sábado en la 'qualy' de Suzuka.AFP

Hubo una tensa espera, pues, antes de comprobar la cruda realidad. Alonso pudo mejorar su crono (1:27.897), aunque de inmediato fue apartado por Albon y Gasly. La impotencia de Sainz quedó aún más de manifiesto, con el añadido de que los comisarios anotaron su maniobra en la curva 1, donde claramente estorbó a Hamilton. El 0-4 del madrileño ante Albon en las cuatro sesiones clasificatorias, incluida la sprint race de China, no precisa de más comentarios.

Stroll, último

A esa misma inferioridad deberá acostumbrarse Tsunoda. Lejos siempre del ritmo de Verstappen, el ídolo local sufrió un par de sustos en el momento de su vuelta lanzada, por lo que partirá decimoquinto en su estreno con Red Bull. No habrá opción a ese podio que él mismo auguró en las horas previas. No hay piedad para quien titubea en Sukuza. Bien lo saben en Aston Martin.

El intento inicial dejaba a Lance Stroll último y decimoséptimo a Alonso. Una situación casi desesperada para la escudería comandada por Andy Cowell, donde volvieron a establecerse las viejas jerarquías cuando hubo que disparar con fuego real. El asturiano salvó el apuro, entrando decimocuarto, a seis décimas de la cabeza y con casi un segundo sobre su compañero, que sufrió una salida de pista en la rapidísima enlazada de las curvas 5 y 6.

También hubo un abismo en los garajes de Haas y Alpine, con Esteban Ocon y Jack Doohan claramente relegados ante Oliver Bearman y Gasly. En su regreso a Racing Bulls, el tiempo de corte lo registró Lawson, mientras su compañero Hadjar sufría por un misterioso dolor dentro del cockpit.

La alianza con Honda que marcará el destino de Aston Martin: prisas, bandazos y un as de gasolina bajo la manga

La alianza con Honda que marcará el destino de Aston Martin: prisas, bandazos y un as de gasolina bajo la manga

Los desafíos a los que se enfrenta Fernando Alonso van más allá de su atribulado arranque de Mundial, plagado de contratiempos y errores. En especial porque no hay garantía de éxito en la arriesgada apuesta de Aston Martin de cara a 2026, cuando el equipo montará, por primera vez, un motor Honda. El fabricante nipón, gran protagonista de este fin de semana en Suzuka, debe impulsar las opciones del asturiano en lo que se prevé su última oportunidad de alcanzar la gloria. Y la escudería de Silverstone tendrá que demostrar que su desmesurada inversión en instalaciones técnicas y fichajes no va a caer en saco roto.

La alianza con Honda añade cierto estrés a Alonso, que aún guarda recuerdo de su trienio negro en McLaren (2015-2017) con aquel recordado lamento: GP2 engine! A esa presión hay que añadir los vaticinios de Adrian Newey, quien a finales de enero advirtió que, con la nueva normativa, el rendimiento del motor influirá más que la aerodinámica. Que el gran gurú del diseño, contratado a golpe de talonario, apunte hacia esa dirección no resulta precisamente alentador.

Tampoco invitan al optimismo los más recientes comentarios filtrados desde Honda. Antes de iniciarse la pretemporada, Koji Watanabe, presidente de Honda Racing Corporation (HRC), admitió que el desarrollo del nuevo motor de F1 no estaba resultando «tan sencillo» como esperaban. «Nos está costando», añadió para escarnio de Lawrence Stroll, propietario de Aston Martin, que no ha escatimado recursos a la hora de edificar un proyecto ganador.

«Con algo de retraso»

Unas semanas más tarde, los presagios se enturbiaron un poco más. «Nuestro objetivo es presentar la homologación en febrero», adelantó Tetsushi Kakuda, responsable general del proyecto de Honda en F1. Ese plazo sobrepasa el de la propia pretemporada, cuyas cinco jornadas se celebrarán entre el 26 y el 30 de enero. Por tanto, según las primeras estimaciones, Aston Martin lo tendría casi imposible para montar su flamante propulsor en los referidos test de Barcelona. «Nos estamos coordinando, hablando cuándo tomará cada cual sus decisiones finales y estableciendo un calendario», relató Kakuda.

Estas urgencias de Honda sólo deben achacarse a tantos bandazos recientes. Tras su abandono al término del Mundial 2021, en mayo de 2023 anunció oficialmente su regreso con Aston Martin. Mientras Mercedes y Ferrari proseguían sin descanso con las evoluciones, el parón voluntario del gigante nipón comprometía su futuro a corto y medio plazo. «Como empezamos con algo de retraso, queremos seguir adelante hasta el último momento», añadió Kakuda.

Desde hace meses, Honda anda inmersa en una reestructuración interna, dado que algunos de sus mejores ingenieros acabaron fichando por Red Bull Powertrains (RBPT), la división de motores ideada por Christian Horner. No en vano, el team principal de Red Bull debería sentirse más que agradecido con quienes propulsaron a Max Verstappen a la temporada más dominante de la historia (2023). De hecho, este mismo fin de semana han querido rendirles tributo en Suzuka, cambiando su tradicional azul y bañando el RB21 en rojo y blanco.

Alonso, en el garaje de Aston Martin en Suzuka.

Alonso, en el garaje de Aston Martin en Suzuka.ASTON MARTIN

Mientras tanto, Honda intenta compensar sus pérdidas en capital humano con efectivos procedentes de MotoGP. Y como aún queda mucha faena por delante, al trabajo en Sakura, 150 km al norte de Tokio, se ha sumado la fábrica de Milton Keynes, 25 km al este de Silverstone, sede de Aston Martin. Esta proximidad, lógicamente, aumentará la eficiencia. La reconstrucción de lo que ellos mismos se habían empeñado en despedazar debe resolverse lo antes posible.

En cuanto a las notas positivas, resulta indudable que Aston Martin se beneficiará del carácter exclusivo de esta alianza. Cada aportación de HRC UK podrá trasladarse de inmediato a la pista, sin la interferencia de ningún otro cliente o equipo satélite. Estas facilidades deben ayudar al empaquetado del motor en el chasis, uno de los procesos más determinantes y delicados, tal y como pudo comprobar Red Bull en 2019, su primer año con Honda.

A partir de 2026, además de las ya citadas Mercedes y Ferrari, Honda va a tener que competir con RBPT, apoyada por Ford, y Audi, debutante en el Mundial. Para los cinco, el objetivo primordial pasa por optimizar un rendimiento más equilibrado en los V6 turbo de 1,6 litros. Según el nuevo reglamento, a través de la combustión interna sólo podrán desarrollarse 550 CV, mientras el resto, hasta llegar a los 1.000 CV del máximo, deberá proceder de los componentes eléctricos.

Los dispendios de Aramco

Aun asumiendo su inferioridad inicial frente a McLaren, Ferrari, Mercedes y Red Bull, Alonso guarda bajo la manga un as que podría marcar la diferencia a partir de 2026. Se trata de la gasolina desarrollada por Aramco. En una nueva era marcada por los combustibles 100% sostenibles, la petrolera propiedad de la familia real saudí parece haber dado con la tecla para Aston Martin. Sin las restricciones del límite de costes, el bicampeón mundial podría encontrar un incremento del rendimiento en torno al 3%. Es decir, 30 CV extra. Honda, que hasta ahora venía trabajando con ExxonMobil, deberá ahora aunar fuerzas con Aramco. Porque sólo Petronas, el suministrador de Mercedes, puede acercarse a sus actuales dispendios.

Por último, tanto en el Campus Tecnológico como en el garaje de Andy Cowell, CEO de Aston Martin, se aguarda con mucha expectación la caja de cambios, el sistema hidráulico y la suspensión trasera, que por primera vez la escudería británica construirá por sí misma.

Un error deja a Fernando Alonso en la grava tras una jornada caótica en Suzuka

Un error deja a Fernando Alonso en la grava tras una jornada caótica en Suzuka

Tres semanas después de su salida de pista en Melbourne, tras pisar una zona de grava, Fernando Alonso cometió otro error con el que acabó de forma prematura su segunda sesión de entrenamientos libres en Suzuka. A falta de 25 minutos para el final, tras marcar el tercer mejor tiempo, el asturiano pisó la hierba con la rueda delantera izquierda y dejó varado su Aston Martin en la grava.

De inmediato, los comisarios ordenaron la bandera roja para retirar el AMR-25 de la zona, una de las más delicadas del circuito. Se trataba de la segunda interrupción, casi consecutiva del viernes, porque sólo unos minutos antes Jack Doohan había sufrido un feo accidente en la rapidísima curva 1. Poco después hubo que lamentar otras dos banderas rojas tras detectarse pequeños incendios en una zona de hierba, similares al ocurrido durante el GP de China 2024.

El accidente de Alonso se produjo en los virajes Degner, que combinan una curva rápida a derechas seguida de otra de 90º, la segunda zona más lenta de Suzuka, después de la célebre horquilla. Aunque Fernando intentó una corrección de última hora, ya no pudo hacer nada para recuperar el coche, que por suerte no chocó contra las protecciones. En un principio, los daños quedarán reducidos al fondo plano, lo que no debería comprometer sus opciones de cara al fin de semana.

Lawson, por delante de Verstappen

En ese momento, Alonso montaba neumáticos nuevos, con los que había sido el más rápido en el primer sector (30.65) y pretendía mejorar su crono, entonces a tres décimas de Lando Norris, el más rápido de la parrilla. Alonso apenas pudo completar cinco vueltas y en el tramo final fue superado por la mayoría de rivales, que le relegaron a la decimoséptima plaza. Un cierre torcido a un día iniciado con buen pie, dado que por la mañana, Alonso marcó el séptimo mejor tiempo, a seis décimas de la cabeza.

La sesión vespertina terminó con un doblete de McLaren liderado por Oscar Piastri (1:28.114), con 49 milésimas de ventaja sobre Norris y cuatro décimas sobre Isack Hadjar, que otra vez dio la sorpresa con el Racing Bulls. Entre tantos contratiempos apenas se pudo extrar conclusiones sobre el rendimiento real de los favoritos. De hecho, Liam Lawson acabó quinto, una décima más rápido que Max Verstappen, justo después de su adiós a Red Bull.

El viernes tampoco resultó especialmente propicio para Carlos Sainz, décimo en la tabla, pero víctima de algunos contratiempos en su Williams. Al inicio de la jornada, cuando había completado la vuelta de instalación, el madrileño tuvo que regresar a boxes tras sufrir un excesivo rebote y sentir algún problema en la parte trasera de su monoplaza..

Alex Palou, el mejor estandarte español en EEUU: un pulso por 30 millones para el "conquistador del hormigón"

Alex Palou, el mejor estandarte español en EEUU: un pulso por 30 millones para el “conquistador del hormigón”

"Esta es la parte delantera de su coche, pero si compites contra él sólo verás la trasera". Así remataba Fox Sports su anuncio de presentación de la nueva temporada de IndyCar, con Alex Palou como protagonista. Emitido durante la previa de la Super Bowl para una audiencia media que rozó los 128 millones de aficionados, el spot presentaba al piloto barcelonés como El conquistador del hormigón, en referencia a los muros que rodean sus circuitos ovalados. Apenas seis semanas después, el tricampeón de la IndyCar (2021, 2023, 2024) ha superado las expectativas, con sendas victorias en las dos primeras carreras, consolidando su posición de privilegio en el deporte estadounidense.

La popularidad de Palou, el primer piloto capaz de defender su título desde Dario Franchitti (2011), se multiplica en una IndyCar que suspira, desde hace tiempo, por la irrupción de nuevos ídolos. De hecho, en el mercado estadounidense ya se considera a Alex como sucesor natural de Scott Dixon, gran referente de la última década con seis títulos, a sólo uno del récord de A.J. Foyt. Sin embargo, el neozelandés, de 44 años, se ve hoy sin recursos ante su compañero de garaje. Seguro que durante estas jornadas de descanso, previas a la cita en Long Beach, los ingenieros y mecánicos de Chip Ganassi preparan algo especial para Alex. El próximo martes cumple 28 años.

Otro factor que contribuye a la fama de Palou estriba en su polémico pulso con McLaren, que le reclama 30 millones de dólares por un presunto incumplimiento de contrato. Desde su aterrizaje en 2020 en Dale Coyne Racing, el barcelonés había privilegiado la IndyCar en detrimento de la F1. Sin embargo, todo cambió en octubre de 2022, cuando firmó por cuatro años con Arrow McLaren. Según su propio testimonio, Zak Brown, CEO de McLaren Racing, le había brindado la oportunidad de un asiento en la F1, algo que nunca cumplió, con la excepción de aquella tanda de entrenamientos libres en el GP de EEUU 2022.

"Debemos encontrar un modo de pararle"

A la espera de lo que suceda en las próximas semanas con los actos de mediación, que se vienen celebrando en Londres, Palou ya ha saboreado una particular revancha. En Thermal Club aguó la fiesta de un rival, liderado por Pato O'Ward y Christian Lundgaard, que se presentaba como favorito. Pocas horas después del doblete de Oscar Piastri y Lando Norris en el GP de China, aquello suponía una oportunidad histórica para la gente de Woking. A lo largo de sus más de seis décadas en la elite, McLaren sólo ha podido ganar una vez, al mismo tiempo, en suelo estadounidense y en la F1. Fue el 2 de mayo de 1976, cuando Johnny Rutherford se impuso en una cita de la Champ Car disputada en Trenton, mientras James Hunt descorchaba el champán en el podio del Jarama, escenario del GP de España.

"Es duro ver cómo Alex nos bate cada fin de semana. Tenemos que encontrar un modo de pararle", admitió Lundgaard el domingo en Thermal Club, un exclusivo complejo residencial situado a las afueras de la localidad californiana de Coachella. Rebosante de energía y vitalidad, con un control de la situación que empieza a desesperar a sus adversarios, Palou había cimentado su éxito en la estrategia, gracias a un aplastante último relevo con los neumáticos blandos. Al volante del coche 10 de Chip Ganassi, impulsado con un motor Honda, el barcelonés recortó 15 segundos de déficit y cruzó la meta con 10 de ventaja sobre O'Ward.

A lo largo de las 14 últimas temporadas, sólo Dixon había iniciado el año con dos triunfos y durante aquel 2020, trastocado por la pandemia, acabaría proclamándose campeón. Sin desmerecer el campeonato de la regularidad, el mayor desafío de Palou apunta al próximo 25 de mayo, cuando disputará, por sexta vez, las 500 Millas. Pese a no contar con un solo triunfo en ningún óvalo, el barcelonés ya firmó hace dos años la pole en el Indianapolis Motor Speedway y fue segundo en 2021, por detrás de Hélio Castroneves. Durante sus cinco participaciones previas ha liderado 119 vueltas.

Palou, al volante del '10' de Ganassi, el pasado domingo en Thermal Club.

Palou, al volante del '10' de Ganassi, el pasado domingo en Thermal Club.INDYCAR

En caso de cumplir su sueño en el legendario Brickyard, el prestigio de Palou se extenderá por todos los rincones del país. Porque una vez quebrada la dinastía de Penske, el equipo más laureado, sus éxitos podrán equipararse con los del ya citado Franchitti, ganador de cuatro títulos entre 2007 y 2011, incluidas tres victorias en Indianápolis con dos equipos diferentes (Andretti y Chip Ganassi).

En lo que respecta a impacto comercial, el español ejerce un poderoso atractivo sobre las marcas. Después de NTT Data (2020-2022) y American Legion (2023), el curso pasado rubricó un acuerdo multianual con DHL. Por supuesto, el gigante de la logística, con 395.000 empleados y 81.800 millones de euros en ingresos en 2023, tiñe su coche y su mono con los colores de las banderas española y catalana.

Los jóvenes y las mujeres

Con todas estas circunstancias sobre la mesa se entiende mejor el órdago de Fox, se ha comprometido a emitir las 17 carreras del calendario a cambio de 25 millones de euros anuales. El fin a 16 años de monopolio por parte de la NBC ha obtenido un refrendo inmediato del público. La cita inaugural en St. Petersburg (Florida) reunió, de media, a 1,42 millones de telespectadores, un 45% más que el curso anterior, duplicando su promedio de 2024 (637.000). Si dejamos a un lado las 500 Millas, fue la carrera más vista de la categoría desde Las Vegas 2011, el trágico evento donde Dan Wheldon perdió la vida a causa de un accidente.

La figura de Palou supuso uno de los mayores atractivos durante ese arranque en St Petersburg, hasta donde se acercaron, según los organizadores, 165.000 personas durante el día de la carrera. "Por todas partes podían sentirse vibraciones positivas", comentó Alex Damron, director de márketing de la IndyCar, exultante al comprobar cómo "nuevos aficionados" animaban a sus ídolos. El objetivo primordial de la IndyCar pasa por rejuvenecer la edad media de sus espectadores, con especial atención al rango entre los 18 y 34 años, así como expandirse entre el público femenino. Las mujeres serán esenciales para el futuro de la IndyCar. De sobra lo sabe Palou, acompañado por su pequeña hija Lucía, nacida en 2023, y su esposa Esther, en cada circuito.

En estos momentos, el respeto que concita Alex en suelo estadounidense no admite parangón con respecto a ningún otro español. Cabe recordar que, en la NBA,la amplia nómina de un pasado no muy lejano ha quedado reducida ahora a la solitaria figura de Santi Aldama, envuelto en problemas por la reciente destitución de Taylor Jenkins en el banquillo de los Grizzlies. Por su parte, el crecimiento de la MLS se ha traducido en la llegada de 14 futbolistas, entre ellos Sergio Busquets, Riqui Puig, Jordi Alba, Asier Illarramendi o Carles Gil. En cuanto al football, la retirada de Alejandro Villanueva y el paso de José Joaquín Arcega-Whiteside a Canadá, han dejado a la NFL huérfana de españoles.

La trituradora de Verstappen: Liam Lawson, otro más hacia el cadalso en Red Bull

La trituradora de Verstappen: Liam Lawson, otro más hacia el cadalso en Red Bull

Quien aún dude de las dificultades que entraña un Fórmula 1 puede revisar los mensajes de Liam Lawson del pasado domingo en Shanghai. "No puedo girar el coche en absoluto", lamentó el piloto de Red Bull en la vuelta 54, a sólo dos para la meta. Nada más cruzar la bandera a cuadros, Richard Wood, su ingeniero de pista, sólo pudo ofrecerle unas palabras de consuelo: "Sí, hoy tuviste que sudar tinta. Lo siento, tío, sinceramente hice todo lo que pude para ayudarte". En ese momento, la comunicación ya se había colmado de balbuceos y silencios de Lawson, muy afectado por su paupérrimo nivel al volante. Por segunda semana consecutiva, ni siquiera se había acercado a la zona de puntos.

El futuro de Lawson, pendiente de un hilo, se resolverá esta semana durante una reunión en Milton Keynes. Una cumbre donde el equipo, protagonista de un flojo arranque, abordará también su plan estratégico. "Estamos preocupados, pero no vamos a tirar la toalla", adelantó Helmut Marko tras el cuarto puesto de Max Verstappen en Shanghai. La opinión del veterano asesor, en estas difíciles circunstancias, tendrá tanto peso como la del team principal, Christian Horner. No se trata de un asunto baladí. Tras perder algunos de los ingenieros que cimentaron el último ciclo triunfal, con los cuatro títulos de Mad Max, Red Bull ha de decidir si da este Mundial por perdido y emplea todos sus esfuerzos en el coche de 2026, primer año de la revolución reglamentaria. Y en el corto plazo, ha de tomar una decisión con Lawson.

"No soy tonto y sé que estoy aquí para rendir. Si no lo consigo, no voy a continuar", admitió el neozelandés en China, donde ocupó la última plaza en las dos sesiones clasificatorias. A estos resultados hay que sumar su decimoctavo puesto en la parrilla de Melbourne. La peor racha de un piloto de Red Bull desde su llegada al Gran Circo, allá por 2005. Su sufrimiento al volante quedó aún más en evidencia en Shanghai, donde quiso partir desde el pit lane para realizar cambios en la puesta a punto. Sin embargo, con esa nueva configuración, mucho más agresiva, sólo pudo adelantar a tres rivales, siendo el último piloto en no ser doblado.

Sólo con el simulador

Las dificultades del RB21, un monoplaza diseñado al gusto de Verstappen, han superado a Lawson en dos circuitos que sólo conocía a través del simulador. Y esta falta de experiencia podría hacerse aún más acuciante a partir de ahora. De las 14 próximas citas del Mundial, Liam sólo conoce Suzuka, tras su paso, hace un par de años, por la Super Fórmula japonesa. Sin embargo, estas dos semanas previas al GP de Japón pueden hacerse demasiado largas. Red Bull maneja la opción de Yuki Tsunoda, el líder de Racing Bulls, su equipo filial. Incluso la de su compañero Isack Hadjar, un rookie que también ha dejado detalles interesantes.

Toda esta incertidumbre trae a la memoria el GP de Bélgica 2024, cuando Red Bull hubo de salir al paso de los rumores para confirmar a Sergio Pérez, a quien había renovado sólo dos meses antes. El mexicano tampoco daba la talla ante Verstappen y a final de año acabó saliendo del equipo. Sin embargo, su cartera de patrocinadores personales siempre representó un obstáculo para cualquier intercambio a mitad de curso. Obviamente, no es el caso de Lawson, un chico de orígenes humildes para los estándares de la actual F1. De hecho, sus padres tuvieron que vender la casa familiar para financiar sus inicios en los karts. Y según él mismo ha confesado, aún no han comprado otra.

Lawson, al volante del RB21, el domingo en Shanghai.

Lawson, al volante del RB21, el domingo en Shanghai.RED BULL

Al igual que sucedía con Checo, las comparaciones con Verstappen dejan en muy mal lugar a Lawson. No sólo por esas 88 centésimas que ha cedido, de promedio, en las sesiones clasificatorias, sino por sus recurrentes problemas a la hora de mantener el coche en la trazada. A bordo de un RB21 muy nervioso, sus mínimas opciones en Australia se toparon contra el muro de la curva 2. Tras la qualy del sábado en Shanghai, Marko ofreció un diagnóstico desolador: "Esto demuestra que nuestro coche es extremadamente difícil. Si le das a Liam el Racing Bulls, va más rápido. No puede seguir así".

Sólo las manos de Verstappen, autor de un segundo y un cuarto puesto, han sido capaces de extraer algo positivo del coche. Aunque no alcance para seguir la estela de McLaren, el tetracampeón mundial puede alardear de una estadística asombrosa. A lo largo de las 20 últimas carreras, ha sumado 337 puntos, por sólo 49 de sus compañeros. Si otros mejor preparados, como Carlos Sainz (2015-2016), Daniel Ricciardo (2016-2018), Pierre Gasly (2019), Alex Albon (2019-2020) o Pérez (2021-2024) ya claudicaron ante él, nada alentador puede esperarse ahora de Lawson.

El bochorno de Ferrari en Shanghai: una insólita doble descalificación y más confusión en la radio de Hamilton y Leclerc

El bochorno de Ferrari en Shanghai: una insólita doble descalificación y más confusión en la radio de Hamilton y Leclerc

El drama de Ferrari comenzó a eso de las cinco y media de la tarde en Shanghai, cuando se cumplían dos horas exactas desde la caída de la bandera a cuadros. Jo Bauer, delegado técnico de la FIA, emitía un escrito donde detallaba que el SF-25 de Charles Leclerc pesaba un kilo menos que el peso mínimo establecido: 799 en lugar de 800. Justo media hora después, los comisarios llamaban a declarar a Lewis Hamilton por una irregularidad en el patín de madera que configura el suelo del coche. El equipo de Maranello, que hace unas semanas se consideraba preparado para el asalto del Mundial de Pilotos y Constructores, cometía dos irregularidades distintas en una misma carrera. Dos errores traducidos en sendas descalificaciones. Un hecho sin precedentes en la historia de Ferrari porque el único caso similar, durante el GP de Malasia 1999, terminó resolviéndose con éxito tras una polémica apelación a la FIA.

En un principio se pensó que el caso de Leclerc se debía al daño en el alerón delantero sufrido tras un toque con Hamilton en la primera vuelta. Sin embargo, Bauer ordenó instalar un alerón de repuesto. Y esa medición iba a arrojar un peso aún menor. Por lo tanto, la FIA no quiso considerar ningún factor atenuante, achacando lo sucedido a un "error genuino" de la Scuderia. Este caso trajo a la memoria lo sucedido durante el GP de Bélgica 2024, cuando George Russell perdió la victoria que había conquistado sobre el asfalto, porque su Mercedes dio en la báscula 796,5 kg y no los 798 reglamentarios.

En cuanto a lo sucedido con Hamilton, según la FIA, el suelo de su monoplaza presentaba un desgaste en tres puntos diferentes, superando la tolerancia establecida de un milímetro. Bauer argumentó que esa anomalía se había detectado a lo largo de toda la tabla, lo que sólo podía atribuirse a un set up configurado antes de la salida.

"Calculamos mal"

Hay que recordar que tras la victoria de Sir Lewis en la sprint race del sábado, Ferrari decidió variar la altura del coche. Dicho cambio suponía una pérdida de eficiencia aerodinámica, dado que se estima que un sólo milímetro se traduce en dos décimas por vuelta. Aunque la intención de los ingenieros no deba interpretarse como un mero fraude, lo cierto es que cometieron un terrible fallo que destrozaría las opciones del británico. El SF-25 rodaba tan bajo que el roce con el asfalto acabó desgastando el patín de madera de su fondo plano.

"Calculamos mal por un pequeño margen. No hubo intención de obtener ninguna ventaja. Aprenderemos de lo sucedido y nos aseguraremos de no volver a cometer los mismos errores", explicó el equipo dirigido por Fred Vasseur, aceptando el castigo y renunciando a cualquier tipo de apelación. Se da la circunstancia de que en el GP de EEUU 2023, tanto Leclerc como Hamilton, siendo éste piloto de Mercedes, fueron descalificados por un idéntico problema en el fondo plano.

En cuanto a Leclerc, Ferrari quiso justificarse con la estrategia a una sola parada seguida por el monegasco. "El desgaste de sus neumáticos era muy alto, lo que provocó que el coche estuviera bajo de peso", razonó a través de un escueto comunicado.

Hamilton, tras la 'qualy' del sábado en Shanghai.

Hamilton, tras la 'qualy' del sábado en Shanghai.AFP

De este modo se evaporaban los 18 puntos de Shanghai. Adiós al quinto y sexto puesto en la meta, que ya de por sí no suponían precisamente un éxito para el Cavallino Rampante. Este doble cero deja al equipo en el quinto puesto del Mundial de Constructores, empatado con Williams. Mientras los británicos han sumado en dos carreras los mismos puntos que en todo el pasado curso (17), Ferrari afronta la primera crisis del año. Un bochorno que deja a la luz graves carencias internas.

Por primera vez desde el GP de España 2009, ningún piloto de Maranello figura en el top-8 del Mundial. De hecho, quien suma más puntos con un motor Ferrari es Esteban Ocon, al volante de un Haas. Tras las eliminaciones de Leclerc y Hamilton, el francés ascendió a la quinta plaza, por delante de Andrea Kimi Antonelli y Alex Albon. Un pésimo cierre de fin de semana para el heptacampeón, que apenas 30 horas antes había logrado la victoria en la sprint race.

"Quisimos mejorar, pero empeoramos"

"El sábado por la mañana tuve un buen coche. Hicimos algunos cambios para intentar mejorar, pero empeoramos en la clasificación y resultó aún peor en la carrera", reveló el británico, cuyo intercambio de mensajes con Riccardo Adami, su ingeniero de carrera, volvió a causar gran revuelo.

El episodio más controvertido empezó a cocerse en la vuelta 16, poco después de adelantar a Oliver Bearman en la curva 14. Entonces, Leclerc se acercó a tan sólo cuatro décimas de su alerón trasero. Dos giros más tarde, Hamilton dijo por radio: "Creo que voy a dejar pasar a Charles porque estoy sufriendo". Casi de inmediato, Bryan Bozzi informó a Leclerc: "Vamos a intercambiar posiciones en la curva 14". Adami se lo transmitió a Hamilton, que replicó: "Lo haré cuando esté más cerca".

Esta secuencia de mensajes no se transmitió de forma íntegra en la señal internacional de la FOM (Formula One Management), lo que dio lugar a algún equívoco. De hecho pudo interpretarse que Hamilton había desobedecido las órdenes de su muro. "Esto es una broma de la FOM. Han creado este espectáculo para generar caos, porque sólo transmitieron la segunda parte de la pregunta", dijo Vasseur, anticipando una conversación con los responsables de la señal televisiva.

Al poco de tomar la salida, el team principal de Ferrari ya había tenido que lamentar un incidente entre sus monoplazas. Cuando Leclerc tomaba el interior de la curva 1 y Hamilton, por fuera, no pareció darse por enterado, dando un volantazo que dañó el alerón delantero del 16. "No sabía que yo estaba allí y no me esperaba, así que fue sólo un desafortunado accidente", comentó el monegasco. "Decidimos no cambiar el alerón, ya que eso nos iba a suponer una pérdida de otros ocho segundos en el el pit-stop y en tener que realizar varios adelantamientos para recuperar la posición", finalizó.