Insultos, presiones... Así se cultiva la salud mental en los vestuarios del fútbol español: "Acabo y voy al psicólogo"

Insultos, presiones… Así se cultiva la salud mental en los vestuarios del fútbol español: “Acabo y voy al psicólogo”

Racismo, insultos dentro y fuera del campo, presión, lesiones, derrotas... En el fútbol profesional hay éxito, dinero y fama, tres palabras que provocan la envidia de medio mundo, pero también, y no demasiado en el fondo, hay aspectos negativos que a veces convierten una profesión privilegiada en un infierno. Por eso, en un planeta cada vez más tolerante con las preocupaciones psicológicas, las palabras «salud» y «mental» han entrado de lleno en los vestuarios del fútbol profesional español para no salir, seguramente, nunca más.

«Sufrí problemas de ansiedad, depresión, me escondía detrás de los rivales para que no me pasaran el balón... Hasta simulé una lesión para que me cambiaran porque tenía miedo a fallar», explica en conversación con este periódico Zuhaitz Gurrutxaga, jugador de la Real Sociedad entre 2001 y 2004. «Siempre había creído que sólo me pasaba a mí hasta que publicamos el libro Subcampeón. De repente me llegan mensajes de excompañeros con 300 partidos en Primera diciéndome que se sienten identificados con lo que cuento, que ellos también fingieron lesiones, se escondieron, no quisieron jugar... Yo creía que era el único en ese aspecto».

Gurrutxaga, como reconoce, no es el único. Una rápida búsqueda en internet da con los nombres de Iniesta, Ferran Torres, Camarasa y un sinfín de futbolistas que han reconocido verse superados mentalmente por el fútbol. Su ejemplo explica lo natural que ya es el apartado psicológico dentro de los vestuarios, la ayuda constante que se presta en este sentido desde los clubes y los entornos de los jugadores y los pocos prejuicios que hay dentro de las plantillas. «Se habla con más naturalidad que antes. Acabo el entreno y me voy al psicólogo. Decir eso ahora es algo normal y antes quizás hacías para que no te pillaran, era algo que se escondía», admite a EL MUNDO Denis Suárez, centrocampista del Villarreal y ex del Celta, City o Barça, entre otros.

"El psicólogo no está para 'tengo un problema y voy"

Ya no es sólo que la salud mental haya dejado de ser un tabú en el mundo del fútbol, sino que se incentiva la conversación sobre ella para mejorar el rendimiento deportivo. Por eso los equipos tienen psicólogos, ya sea integrados en el cuerpo técnico o dentro de la estructura del club, y por eso cada vez está más de moda que los jugadores acudan a un coach personal que les ayude a sobrellevar el día a día. «El psicólogo no está para 'tengo un problema y voy'. Esa es la gran evolución de los últimos años. Ahora trabajamos en la prevención para que tengan competencias para crecer», explica al otro lado del teléfono Emilio Ibañez, psicólogo del Alavés y miembro del cuerpo técnico de Luis García Plaza, uno de los técnicos de LaLiga que tiene a un experto en psicología en su banquillo. Todavía son pocos los que se acercan al césped, mientras en otros vestuarios, como en el Madrid, el Barça o el Atlético, los futbolistas acuden a psicólogos individuales ajenos a la estructura de los clubes. Pero acuden, mientras entrenadores como Ancelotti o Simeone, según admiten desde el Bernabéu o el Metropolitano, son los «psicólogos de sus vestuarios».

«El cambio es brutal, muy importante. Me ven como uno más, en chándal y no en una oficina con una bata. El futbolista ha entendido que su éxito llega no sólo con una buena preparación física, sino con la parte mental», reflexiona Ibañez.

"Entiendo a Iñigo Martínez"

En las últimas semanas, la cuestión mental ha vuelto a ser protagonista al analizar los insultos racistas a Vinicius Júnior y el encontronazo de Iñigo Martínez con un aficionado que le había llamado «tonto» a la salida de un entrenamiento del Barça. Dos cuestiones, los insultos y las críticas, ajenas al propio balón pero que influyen en las actuaciones de los futbolistas. «Hay un problema de base en la sociedad, de formación. Yo no me he visto con un problema de este tipo (caso Vinicius), pero siempre trabajamos el tema de los valores. En el caso de Iñigo, a mis jugadores les digo que están en el escaparate del fútbol y que todo el mundo opina. Que lo que es bueno para unos es una mierda para otros y que hay opiniones de todo tipo. En el campo hay que intentar aislarse, y fuera hay situaciones en las que, con educación, no se tienen que callar», comenta Ibañez, que pone las redes sociales como ejemplo de muchos de los problemas: «Escondidos, sin dar la cara, la gente dice lo que quiere porque saben que no tiene trascendencia judicial».

Eso lo vivió Brais Méndez, ahora en la Real Sociedad, silbado en Balaídos cuando jugaba en el Celta, el equipo de su ciudad: «Parece que por pagar la entrada tienes derecho a todo y no es así. Yo no voy al puesto de trabajo de un panadero o jardinero y me pongo a insultarle. No me entra en la cabeza. Entiendo perfectamente a Iñigo Martínez», reconoce a EL MUNDO.

"Antes éramos señalados"

Comparado con el fútbol de hace unas décadas, Ibañez asegura que la exigencia emocional de ahora «es mucho mayor», pero que la apertura de los futbolistas y los clubes a este tema ayuda. «Yo como jugador tuve varias lesiones y los que nos apoyábamos en ese trabajo emocional éramos señalados. Parecía que se acababa el mundo, que estábamos metidos en unos problemas imposibles», reconoce el psicólogo.

Pero, ¿qué trabajan los futbolistas con el psicólogo? ¿Qué aprenden? «Lo he empezado a trabajar hace año y medio. Por ejemplo, si a mí el Barça me pilla con la edad que tengo ahora y no con 23 años, igual hubiese sido otra cosa. Marcaba un gol y era 'el mediocentro de los próximos 10 años'. Y al día siguiente dejabas de jugar y eres 'la venta del verano'. No es fácil. He aprendido muchas cosas a nivel personal, a darle importancia a otras cosas, no sólo al fútbol. A relativizar, que no es todo el día 'fútbol, fútbol, fútbol' y que puede haber malos momentos, que la gente te puede escribir...», explica Denis.

Al otro lado, el psicólogo: «Tengo un trabajo estructurado con cada uno de los futbolistas y lo hago de forma independiente al entrenador, que entiende mi privacidad. Voy por delante, hago una evaluación psicológica, cosas en las que pueden crecer durante la temporada, objetivos... Y sobre todo trabajar competencias emocionales, las habilidades sociales, la autonomía emocional, generarse uno sus motivaciones, que su confianza no dependa del exterior y que su trabajo tiene que estar por encima de su estado emocional».

"¿A mí quién me preparó?"

En los clubes, más allá del primer equipo, la preocupación principal a nivel psicológico recae en los niños y niñas de la cantera. Ya sean aquellas con el foco mediático encima, como La Fábrica o La Masia, u otras más humildes. «¿A mí quién me preparó para de repente pasar de ser un desconocido a ser conocido siendo un crío?», se pregunta Gurrutxaga, que a los 16 años estaba en las inferiores de la selección. «En mi pueblo la única presión que tenían era saber si tenían pasta para salir ese sábado o no. El fútbol puede ser una picadora de carne si no estás preparado», explica el exfutbolista, que ahora forma parte del proyecto 'Preparados' de LaLiga, que ayuda a los futbolistas en activo a ser conscientes de la importancia de la salud mental y de lo necesario de la preparación para la retirada. «Es difícil entender que con 34 años seas mayor para tu trabajo cuando es la edad a la que mucha gente está empezando su vida laboral», incide.

El laberinto penal del racismo en el fútbol español: "La vía administrativa es más efectiva que la penal"

El laberinto penal del racismo en el fútbol español: “La vía administrativa es más efectiva que la penal”

«Un aficionado inglés, condenado a 14 semanas de cárcel por los insultos racistas a varios jugadores durante la Eurocopa». «Condenan a seis meses de cárcel a un aficionado inglés por insultos racistas a Ferdinand». «Condenado a tres meses de prisión condicional un aficionado francés por injurias racistas a un jugador del Valenciennes». «Le quitan un punto al Toulouse por los comportamientos xenófobos de sus aficionados con el portero rival». «171 ultras de la Juventus, vetados y multados por cánticos racistas contra Lukaku»... Durante los últimos años, el fútbol europeo ha sido cada vez más contundente contra la lacra del racismo, pero España, ahora en el foco de las críticas, parece caminar por un laberinto a la hora de sancionar con dureza los cánticos e insultos que se sirven de la raza de alguien para hacerle daño.

El problema social está claro: hay cada vez más personas que acuden a un estadio de fútbol y deciden realizar insultos racistas contra un futbolista o un entrenador. Los datos están ahí, y también las denuncias. LaLiga, sin competencias sancionadoras, es la gran impulsora de los reclamos contra estos hechos, evidenciando cómo desde 2020 los insultos y las denuncias por la vía penal se han multiplicado. Son ya más de 20 desde hace cuatro años.

El artículo 510 del Código Penal establece penas de prisión de uno a cuatro años por «promover o fomentar el odio sobre un individuo por su raza» y de seis meses a dos años a quienes «lesionen la dignidad de las personas mediante acciones que entrañen humillación, menosprecio o descrédito» por su raza. Pero los papeles parecen caer en saco roto. ¿Por qué?

«Lentitud y falta de medios»

Todavía hoy, en abril de 2024, Iñaki Williams sigue esperando la sentencia sobre los insultos racistas que recibió el 25 enero de 2020, hace más de cuatro años. El caso, la primera causa penal de la historia de España por racismo durante un partido de fútbol, se encuentra en los Juzgados de Cornellà a la espera de juicio oral. La Fiscalía pide dos años de prisión para el acusado, la prohibición de acceso a estadios durante cinco años y más de 5.000 euros de multa.

Pero el desarrollo judicial, lento pero constante, del proceso de Cornellà dista de otros que se produjeron meses después en el fútbol español. La Fiscalía archivó en septiembre de 2022 la denuncia por los insultos racistas a Vinicius en el Camp Nou, en octubre de 2021, al no poder identificar la Policía al responsable. Fue el inicio de la guerra del brasileño contra el racismo en el fútbol español, una lucha que enfureció al delantero al ver también archivada la causa tras los insultos que recibió en Son Moix en marzo de 2022.

«El sistema judicial español es un sistema bastante garantista para el reo. Tiene que haber una certeza de que ha cometido ese delito. Y ese sistema implica lentitud, también por falta de medios», explica Nicolás de la Plata, profesor en Derecho Deportivo de la Universidad Europea, que analiza los diferentes ámbitos sancionadores del deporte español: «Por un lado, la vía penal. Por otro, la vía deportiva, mediante el Comité de Competición, que no puede ir contra un aficionado porque no tiene licencia federativa, sólo contra el club. Y por otra, la vía administrativa, a través de la Comisión Antiviolencia, que puede proponer una sanción a la subdelegación de Gobierno».

¿Vía penal o vía administrativa?

Y es ahí, en el laberinto de los sistemas sancionadores, donde el racismo en el fútbol español no encuentra su salida. «La vía administrativa es rápida, pero si en paralelo se lleva a la vía penal, en la mayoría de los casos debe esperar», insiste De la Plata. Es decir, antes de esperar archivos de causas, investigaciones sin demasiadas herramientas y procesos eternos en los juzgados, los expertos prefieren las multas económicas y las sanciones de los clubes a sus socios. «Salvo cuestiones graves, el racismo en el deporte en España se tiene que arreglar por la vía disciplinaria deportiva y administrativa. Es más efectiva que la vía penal. Multas económicas y cierre de gradas. Que todos los aficionados vean que les afecta», añade.

Mientras, una decena de denuncias siguen sobre la mesa de los juzgados españoles. Los fiscales deslizan que son demasiadas, muchas con pruebas de audio pero sin imagen, o viceversa, lo que hace tortuosa la investigación. Y mientras, también, los racistas replican sus vergonzosas actuaciones en otros estadios.

Un amistoso "muy caliente", de la ovación a Vinicius a los pitos a Morata: "Los oigo y me dan vergüenza"

Un amistoso “muy caliente”, de la ovación a Vinicius a los pitos a Morata: “Los oigo y me dan vergüenza”

25 años después, el público español recibió de nuevo a la casi siempre icónica selección brasileña. El combinado sudamericano no jugaba contra España en suelo ibérico desde 1999, cuando los Cafú, Roberto Carlos o Rivaldo, sin Ronaldo Nazario ese día, visitaron el Estadio de Balaídos de Vigo para empatar a cero contra el conjunto nacional dirigido por Camacho. Ahí tenían ya cuatro Copas del Mundo y eran el equipo más temido del planeta. Pero ayer, en el nuevo Bernabéu, en el «Partido contra el Racismo», denominado así tras los insultos a Vinicius y después 22 años sin levantar un Mundial, rozó la tercera derrota de su historia contra España. La salvó Paquetá de penalti.

La previa giró, como era de esperar, alrededor de Vinicius y sus lágrimas del lunes en la sala de prensa de Valdebebas. El futbolista del Real Madrid sintió el cariño de su afición cuando la megafonía anunció su nombre, igual que Rodrygo y Endrick, los tres madridistas, éste último a partir de julio, que forman parte de la canarinha. Uno más que en la convocatoria de España, donde estaban Carvajal y Joselu.

El amistoso, impulsado por la Federación española después de los insultos al jugador el año pasado en Mestalla, tuvo al delantero del Madrid como capitán de Brasil, un detalle simbólico para redondear todavía más el protagonismo de Vinicius en el partido.

Las dos victorias de España contra Brasil

En un Bernabéu casi lleno, con 70.000 personas en un aforo máximo de 73.000, la afición española se mezcló con la brasileña, muy numerosa en las gradas, para disfrutar del 50º partido de la selección en Chamartín, el primero desde 2019 (3-0 contra Suecia).

Sobre el césped, España se encaminó en la primera parte a una victoria histórica. Ganó a Brasil en los octavos del Mundial de 1934, hace 90 años, y repitió triunfo en un amistoso en 1990, con Zubizarreta, Sanchís, Butragueño y Míchel como estrellas ante una canarinha sin los futbolistas que habían disputado el Mundial de Italia 90. Esos habían sido los dos únicos enfrentamientos que España había conseguido ganar en 9 duelos contra Brasil. El resto, empates, como el 0-0 disputado en Vigo, o derrotas, como el 3-0 de la final de la Confederaciones de 2013, la última vez que se habían medido.

Llegó rápido el tanto de Rodri desde los once metros, su segundo con España, y el 2-0 de Olmo, su 8º gol con la selección, confirmó la superioridad de los de De la Fuente mientras Yamal, estrella del Barça, levantaba los olés del Bernabéu. Enfrente, Brasil se alejaba del triunfo en una mala noche de Vinicius y con Rodrygo como goleador en el 2-1 tras un error de Unai Simón.

Otra aparición de Endrick

La derrota al descanso obligó a Dorival Júnior a apostar por Endrick, goleador en Wembley contra Inglaterra a sus 17 años. Y no le decepcionó. El futuro atacante del Madrid empató el duelo en el 50, justo en el mismo momento en el que Jude Bellingham marcaba con Inglaterra el 2-2 ante Bélgica. Un presagio madridista.

El joven delantero del Palmeiras acumula dos goles en cuatro partidos con la seleçao, ambos en este parón internacional, ambos con 17 años. Uno en Wembley contra Inglaterra, otro en el Bernabéu contra España. Palabras mayores para un futbolista llamado a marcar una época. Chamartín, mientras, le ovacionó pensando en futuros goles, títulos y celebraciones.

«Es curioso, pero cuando jugaba a la consola también hice un gol en Wembley y eso me vino hoy a la cabeza», explicaba en Londres tras su tanto a los británicos. Así de niño es, un muchacho del 2006 que ni siquiera había nacido cuando Zidane cabeceó el pecho de Materazzi e Italia levantó el Mundial en suelo alemán. Al lector le parecerá «ayer», pero la nueva estrella del fútbol mundial es insultantemente joven.

Su primer tanto con Brasil, además, llegó el mismo día que el estreno de Ronaldo en 1994. Los dos un 23 de marzo. Otra premonición más. «Sueño con el Bernabéu, pero pienso día a día...», decía.

Pitos a Morata

En el tramo final del duelo, Chamartín coreó el nombre de Joselu y repitió los olés con Yamal, pero el duelo terminó en empate tras los penaltis de Rodri y Paquetá. Y además, dejó la triste pitada a Álvaro Morata cuando De la Fuente le retiró del campo, algo que fue muy criticado por el seleccionador en la sala de prensa. «Me duele en el alma que en mi país piten a un jugador de la selección, al capitán, un referente, un ejemplo. Cuando oigo esos pitos siento vergüenza», declaró, enfadado.

Cuestionado de nuevo por los pitos al capitán, De la Fuente pidió que «entre todos eduquemos en un sentimiento nacional». «Deberíamos hacer todos un ejercicio de autocrítica, de educar en un sentimiento nacional y de apoyo a la selección. Que es la selección de todos, que los colores de los clubes hay que dejarlos atrás. A ver si educamos a la gente».

En los últimos minutos el choque se calentó un poco con alguna falta, los dos penaltis y varias discusiones en los banquillos. «El ambiente estaba muy caliente, todo el partido ha sido muy vibrante, emocionante. Cuando un equipo mete un gol el otro lo encaja se producen esas circunstancias, pero es fútbol. Se conocían casi todos y mañana van a entrenar juntos», expresó, en la misma línea que Cucurella y Olmo, que quitaron hierro a la polémica. "Un partido contra Brasil nunca es un amistoso", dijo el centrocampista del Leipzig.

Un España-Brasil que es "cuestión de Estado" para el Gobierno y la RFEF por el racismo contra Vinicius y la imagen del país

Un España-Brasil que es “cuestión de Estado” para el Gobierno y la RFEF por el racismo contra Vinicius y la imagen del país

En la sala de prensa de la ciudad deportiva de Valdebebas, rodeado de decenas de medios españoles, 80 brasileños y varios internacionales, en el mismo lugar que le vio aterrizar en el verano de 2018, Vinicius Júnior se derrumbó. En sus lágrimas, al delantero del Madrid y de la selección brasileña se le juntó todo: los tres años de insultos racistas en varios estadios de LaLiga, las decenas de denuncias sobre ello, la presión de los focos y la celebración, esta tarde, de un España-Brasil con él como centro del debate a ambos lados del charco.

Una situación que ha dejado la imagen de España por los suelos, elevando la preocupación de la RFEF y LaLiga, para los que este amistoso es casi «cuestión de Estado». «Este partido es un grito por la igualad y la tolerancia. Una denuncia contra el racismo», anunció ayer la Federación, que ha lanzado varias campañas contra el racismo esta semana, como LaLiga, aprovechando el amistoso. Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Camp Nou, 2021. El inicio

Todo cambió el 24 de octubre de 2021, en la jornada 10 de la Liga. El Madrid ganaba 0-1 en el Camp Nou y Ancelotti decidió retirar a Vinicius, que había realizado un partido colosal. El brasileño se retiró por el lateral contrario a los banquillos y dio la vuelta pasando por uno de los fondos. Desde ese momento, su situación no volvió a ser igual. El extremo recibió muchos insultos racistas, además del lanzamiento de varios objetos. Y no se calló. Se giró hacia la grada y señaló a unos aficionados. Al resto, al ver la constancia en los gritos, les mostró el marcador del encuentro.

Esa misma semana se presentó la primera denuncia por insultos racistas al jugador. Luego llegarían las de Mallorca, el Metropolitano o Valladolid, archivadas por no suponer «un delito contra la dignidad de la persona». Después aparecería el muñeco colgado en un puente de la M-30, el regreso a Mallorca, El Sadar, el Benito Villamarín, otra vez el Camp Nou... Y más recientemente, Mestalla, donde Vinicius paró el partido y acusó directamente a dos aficionados antes de ser expulsado. Esa acción y esa noche fueron un punto de inflexión en su situación. Los insultos ya no eran sólo cosa de España, dieron la vuelta al mundo y se convirtieron en una reclamación global.

Lula acusa a España

Futbolistas de la Premier, estrellas de la NBA y la NFL, de la Fórmula 1, actores, políticos... Su caso saltó el charco y llegó con fuerza hasta Brasil, donde hasta ese momento apenas había rozado la actualidad deportiva. A partir de ahí, en un país que había dejado atrás a Bolsonaro y abrazaba de nuevo a Lula, Vinicius abrió telediarios y marcó parte del debate político, siempre con críticas, cada vez más duras, hacia el racismo en España y en el fútbol español. «No podemos permitir que el fascismo y el racismo dominen los estadios», dijo Lula, contundente.

Jay-Z, Nike y Netflix

En verano, el caso de Vinicius vivió un nuevo punto de inflexión, en este caso más mediático y empresarial. La agencia de representación del rapero estadounidense Jay-Z compró la agencia que llevaba al brasileño, Nike le convenció para seguir con la marca ante los intentos de Puma por ficharle y Netflix inició el proyecto de un documental sobre su temporada, algo que ha sido recibido con rechazo por algunos clubes, como el Valencia. Los más críticos con el futbolista le acusan de usar la lucha contra el racismo para su beneficio, algo que en Brasil no se entiende.

La "peor" imagen de España

«El problema del racismo no es un problema sólo de España, es un problema global. No es algo contra España. Eso es lo que no entendéis», admite Fernando Kallas, periodista brasileño de Reuters. «En los estadios de Brasil también hay racismo, pero salen del campo esposados. ¿Aquí qué ha pasado?», se pregunta Kallas. Y la realidad es que no es el único que lo hace. En el país sudamericano, lejos del día a día deportivo de LaLiga, la imagen de España es «la peor en mucho tiempo», admiten desde la Confederación Brasileña.

Tras los insultos racistas a Vinicius en el Metropolitano en el Atlético-Inter, el Ministerio de Exteriores brasileño insistió en mostrar «su preocupación al Gobierno español y a sus autoridades deportivas por los reiterados ataques racistas», y los periodistas que siguen a la canarinha, que siempre se cuentan por decenas en cada viaje, analizan estos días la necesidad que tiene España por «lavar su imagen tras los insultos».

Un amistoso tras los hechos de Mestalla

Una oleada de críticas que aterrizan ahora en el amistoso del Bernabéu, gestionado tras el durísimo comunicado de Vinicius después de los insultos de Mestalla: «Hoy, en Brasil, España se conoce como un país de racistas». Una frase que llegó a todas partes y que cayó con peso en el Gobierno y en la Federación, donde hubo prisa por cerrar el amistoso, cuyo acuerdo llegó en junio. El lema del partido habla por sí mismo: «Una sola piel, una sola identidad».

Mientras, Vinicius sigue en el centro del foco, insultado, presionado y convertido en referente de la lucha contra el racismo. Por eso fue el elegido para hablar ayer, en la casa del Madrid, antes del Partido contra el Racismo, con una lona negra detrás, distinta al azul y blanco habitual de la seleçao. Todo era importante. Aguantó su discurso hasta que las lágrimas no le dejaron, dejando un vídeo que recorrió redes y periódicos: «Vinicius se derrumba al hablar del racismo que sufre en el fútbol español». Más leña a la imagen de España.

Vinicius rompe a llorar en Valdebebas al hablar sobre el racismo: "Yo sólo quiero jugar y que las personas negras no sufran"

Vinicius rompe a llorar en Valdebebas al hablar sobre el racismo: “Yo sólo quiero jugar y que las personas negras no sufran”

Vinicius Júnior fue el protagonista en la previa del España-Brasil que se disputa este martes en el Santiago Bernabéu. Un encuentro que es algo más que un amistoso entre dos grandes selecciones, es también un punto de inflexión para el fútbol español, acusado de racismo más allá de sus fronteras tras los insultos racistas al futbolista del Real Madrid.

En la sala de prensa de Valdebebas, repleta de medios españoles, brasileños e internacionales, el atacante del conjunto blanco y de la seleçao se derrumbó al hablar sobre el racismo. "Lo que más me frustra es la falta de castigo. Cada partido, cada día, con cada denuncia... Me siento más triste. Pero no sólo lo sufro yo, lucho también por todos los negros que sufren día a día el racismo. A mi padre, entre él y un blanco, siempre van a escoger al blanco en el trabajo. Le costaba mucho trabajar. Yo he luchado mucho y he denunciado mucho, y nadie me está apoyando, es cada día más triste. Cada día tengo menos voluntad de jugar al fútbol".

En plena reflexión, Vinicius rompió a llorar. Pidió perdón a los medios y admitió que "yo sólo quiero jugar al fútbol y que las personas negras no sufran". El jefe de prensa de la Federación brasileña le ofreció detener la rueda de prensa, pero el jugador dijo que no, que quería seguir, recibiendo los aplausos de los presentes.

"Me insultan porque estoy luchando. Sólo quiero que en el futuro no le vuelva a pasar a nadie", expresó. "La fuerza la saco de mi familia, de las personas que sufren, porque sé de dónde vengo, de un sitio donde no había mucho futuro. Estando aquí ya sé que ha ganado. Es muy difícil, pero lucho cada día por los que siguen sufriendo", añadió.

Vinicius admitió que "estoy seguro que España no es un país racista, pero hay muchos racistas y muchos de ellos están en los estadios". "Quizás la gente no sabe lo que es racismo. Yo con 23 años le tengo que enseñar a muchos españoles lo que es el racismo...", declaró.

El brasileño lamentó que "desde que he denunciado, las cosas van aumentando porque no son castigados, pueden hacer y decir de todo". "Todas las palabras que dicen sobre el color de mi piel me pueden afectar dentro del campo, y puedo jugar mal... Y yo solo quiero jugar, solo quiero estar bien, e ir con la tranquilidad que nadie me va a juzgar por el color de mi piel".

El futbolista quiso dar las gracias a sus compañeros, "al presidente y al Madrid" por el apoyo, y rechazó que la solución sea dejar el conjunto blanco e irse de la Liga. "Nunca he pensado en salir de aquí porque si salgo de aquí les doy lo que quieren a los racistas. Quiero seguir jugando en el mejor club del mundo y marcando goles para que las personas vean cada vez más mi cara. Yo juego para darle alegría a la gente. Los racistas siempre son minoría".

Sobre la FIFA y la UEFA, criticó que "son blancos hablando de racismo, falta representatividad". Y admitió que "yo tengo 23 años, tengo que mejorar, es un proceso natural, salí joven de Brasil y no pude aprender tantas cosas. Pero ahora quiero seguir luchando para que los negros tengan las mismas posibilidades".

Sobre LaLiga, declaró que "tuvo reuniones conmigo, pero como aqui el racismo no es un crimen es complicado para ellos".

El Madrid, contra todo y contra todos: "Ante cada ataque, una reacción"

El Madrid, contra todo y contra todos: “Ante cada ataque, una reacción”

«El Madrid, en guerra con la UEFA por la Superliga». «El Madrid, en guerra con el Comité Técnico de Árbitros y la Federación». «El Madrid, en guerra con LaLiga por los derechos audiovisuales». «El Madrid, en guerra con el Barcelona por el Caso Negreira». Los titulares de los últimos meses unen dos palabras de forma bastante constante: «Madrid» y «guerra». Y es que el conjunto blanco está en la trinchera contra la gran mayoría de estamentos del fútbol español y continental. «El fútbol sufre una crisis sin precedentes. O reaccionamos o no sobrevivirá», declaró Florentino Pérez a finales de 2023. Y la reacción institucional del conjunto blanco ha sido más que contundente. En el Bernabéu han decidido no aguantar más.

Porque es eso. «Una reacción. Acción-reacción ante cada ataque». Así lo defienden en la ciudad deportiva de Valdebebas cuando se analizan todos los frentes abiertos ante el club. Una reacción al «monopolio», ya denunciado por el Madrid y elevado al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de la UEFA al no permitir la creación de una nueva competición continental como la Superliga.

Esa ha sido la más sonada. Pero hay más. Como la última, la gran polémica de este parón de selecciones: una reacción «a la redacción negligente del acta arbitral» por parte de Martínez Munuera tras el Osasuna-Real Madrid. La entidad madridista denunció que el colegiado omitió «de forma voluntaria y deliberada los insultos y gritos vejatorios dirigidos de forma reiterada hacia Vinicius» en El Sadar.

La denuncia del Madrid contra el árbitro provocó la reacción del propio CTA, que emitió un comunicado criticando las «acusaciones injustas» del conjunto blanco. Una polémica más dentro de la constante tensión existente entre el club y el comité, especialmente a raíz de los vídeos de Real Madrid Televisión, caldo de cultivo de los enfados de los colegiados y herramienta del Madrid para mostrar su opinión sobre los árbitros y sus actuaciones. «Los vídeos son una denuncia permanente», definen en las altas esferas del conjunto blanco. En el Madrid se considera al CTA un estamento «corrompido» y que «necesita un cambio total en su estructura».

Aliados inesperados

Y en las guerras, como siempre, hay aliados inesperados. Este último tira y afloja entre el Madrid y el CTA ha encontrado a LaLiga del lado de los árbitros. La entidad de Javier Tebas, que en los últimos años se ha mostrado contraria a la Federación, se ha puesto en la misma trinchera para contestar con dureza a la acusación del conjunto blanco a través de su Comisión Delegada: «Es una manifestación más de la inclemente campaña emprendida por el Madrid contra los árbitros españoles, con la presumible intención de presionar a dicho estamento, al objeto de obtener una ventaja competitiva con las decisiones que dicho colectivo tiene que tomar».

Un párrafo, y una acusación, que ha llamado la atención en Valdebebas, donde lo asumen como un ejemplo más de la guerra que existe entre el club y la organización presidida por Tebas. Una relación inexistente desde hace años y que ha tenido como último punto de inflexión la reacción, una más, del Madrid ante el acuerdo del ente con el fondo CVC por los derechos audiovisuales. «Una expropiación», denuncian en el conjunto blanco.

Una situación que ha llegado hasta los tribunales y que ha provocado que el Madrid rechace la entrada de las cámaras de los operadores televisivos en los vestuarios. «Los clubes pueden explotar previas, pospartidos... Todo lo que no es explícitamente el partido. Lo dice la ley. Pero LaLiga insiste en expropiarnos ese derecho», acusó el presidente del Madrid a la entidad de Javier Tebas.

Y seguimos con las reacciones, en este caso al Caso Negreira, motivo de inicio de la «guerra» contra el Barcelona. El Madrid se presentó como acusación particular en el caso y Joan Laporta, que hasta ese momento mantenía (y ahora vuelve a tener) una buena relación con la directiva blanca, formuló aquello del «madridismo sociológico». Florentino no acudió a varios Clásicos y a pesar de la unión de los dos equipos en el proyecto de la Superliga, el Madrid está al otro lado de la trinchera judicial en torno a Negreira, asumiendo su condición de «perjudicado» deportivamente por los años en los que el cuadro azulgrana pagó al vicepresidente de los árbitros.

Una trinchera en la que los blancos tienen a su lado a LaLiga, en otra de esas alianzas inesperadas. La entidad se personó también como acusación particular y Tebas acusó al Madrid de no hacer «nada más» a partir de su personación en el caso. Porque los aliados también se pueden odiar. A la vista está. Aunque les unan, dicen, los mismos colores.

Por último, aparecen en el horizonte las elecciones a la presidencia de la Federación Española de Fútbol, otro punto de inflexión en la telenovela del fútbol español. El lector se puede imaginar que a unos directivos les gustaría un presidente y a otros otro, pero nada estará claro, ni siquiera los candidatos y sus apoyos, hasta que se terminen las investigaciones sobre lo sucedido durante el mandado de Luis Rubiales. Ahí empezará otra guerra, no lo duden.

Mientras tanto, el Madrid se conformará con el CTA, LaLiga, la UEFA, el Barça... Y con ganar sobre el césped el título doméstico y pelear en Champions contra el Manchester City. Al final, todo es fútbol.

Endrick se estrena con Brasil y se cuela en el cara a cara entre Bellingham y Vinicius en Wembley

Endrick se estrena con Brasil y se cuela en el cara a cara entre Bellingham y Vinicius en Wembley

En uno de los partidos más esperados de este parón de selecciones, el cara a cara entre Inglaterra y Brasil en Wembley, un adolescente reinó sobre el césped. Endrick, a sus 17 años, ahora en el Palmeiras pero fichado ya por el Real Madrid para la próxima temporada, anotó su primer gol con la 'Canarinha' y decidió un duelo repleto de estrellas.

Fue la fiesta del Madrid, con Jude Bellingham y Vinicius Júnior como máximos referentes de dos equipos que aspiran este verano a levantar la Eurocopa y la Copa América. Dominó Inglaterra, pero Brasil, a la contra, tuvo las oportunidades más claras y terminó siendo superior, física y futbolísticamente, a su rival.

Inició Southgate sin Harry Kane, lesionado, y con Bellingham y Foden escoltando a Watkins. Junto a Rice, Gallagher y Gordon manejaron la posesión del duelo, pero les faltó mordiente, desborde y olfato.

Enfrente, una Brasil guiada por el veterano técnico Dorival Júnior tras todos los rumores, sin final feliz para ellos, sobre Carlo Ancelotti. El entrenador, al menos, tiene clara su idea: un equipo sólido atrás, duro en el mediocampo y eléctrico en ataque. Así son sus futbolistas y así juega. Tiene lógica.

Brasil entregó el balón a Inglaterra y esperó sus momentos, que llegaron con cierta facilidad. En el 13, Vinicius desaprovechó un mano a mano con Pickford al definir demasiado suave, y en el 16 Rodrygo envió desviado un disparo dentro del área.

El cuadro británico empujaba por banda, provocando corners y asediando en balones aéreos, pero les faltó regate. En el 20, Kyle Walker, defensa del Manchester City, se retiró lesionado tras una carrera con Vinicius. Se llevó la mano al isquio izquierdo, pero los 18 días que quedan para el Madrid-City parecen suficientes para que no falte a la cita.

Bellingham se echó por momentos el equipo a la espalda, pero Inglaterra sufrió mucho al correr hacia atrás. Maguire, Stones y Chilwell no podían con Vinicius, Rodrygo y Raphinha. En el 34, Paquetá envió un balón al palo.

Tras el descanso, los británicos bajaron una marcha más, y después del cambio de Bellingham, que se retiró en el 66 tras unos pequeños calambres, prácticamente no dio más de sí. En ese tramo del partido entró Endrick por Rodrygo, en una tanda de cambios que empujaron más a Brasil que a los locales.

Sin ocasiones demasiado claras, los de Dorival llegaron más enteros físicamente al tramo final, siempre sobre la superioridad física de Vinicius, y encontraron el gol en el 80. El delantero del Madrid se quedó otra vez mano a mano con Pickford, definió, el portero rechazó el disparo y la pelota quedó a los pies de Endrick, que puso el 0-1.

Con Inglaterra rendida, el futuro delantero madridista tuvo el 0-2, pero se encontró con Pickford, el mejor inglés de la noche que evitó una goleada mayor.

La reconciliación de Denis Suárez y la directiva del Celta a través de sus Fundaciones: "No tuvo sentido lo que pasó"

La reconciliación de Denis Suárez y la directiva del Celta a través de sus Fundaciones: “No tuvo sentido lo que pasó”

El futbolista gallego Denis Suárez presentó ayer la Fundación que lleva su nombre. Un proyecto presentado en el Palacio de la Oliva de Vigo y que nace con la idea de ayudar al desarrollo integral de los jóvenes, a su educación en valores y al respaldo del fútbol base en Galicia. El jugador, nacido en Salceda de Caselas, en la provincia de Pontevedra, declaró que el objetivo "es poner a la Fundación a disposición de la sociedad gallega".

El evento sirvió, además, para confirmar la reconciliación entre el exjugador del Celta y el conjunto vigués después de varios años de polémicas. Durante los meses finales de su etapa en Vigo, antes de salir al Espanyol y luego al Villarreal, el centrocampista estuvo apartado por orden del presidenteCarlos Mouriño a raíz de un fichaje de un canterano celeste por parte del Real Madrid. El adolescente tenía la misma agencia que Denis y el directivo gallego le acusó de ser parte del movimiento.

En enero de 2023 se fue al Espanyol y el pasado verano fichó por el Villarreal. Y ahora, sin Carlos Mouriño al frente del Celta y con su hija Marián como presidenta, futbolista y club han hecho las paces a través de sus Fundaciones, que firmarán un convenio de colaboración. "Ha cambiado toda la estructura del club y yo siempre he tenido buena relación con Marián y su marido. Y bueno, no tuvo ningún sentido todo lo que pasó en su momento y ahora se trata de estar bien, ir juntos y no tener más conflictos innecesarios ni más problemas", reconoce el futbolista en una charla con EL MUNDO.

"Desde que entró Marián, el Celta ha cambiado mucho y creo que se están dando pasos en el buen camino. Ojalá que el Celta se consolide todavía más y pelee por cotas mayoras con toda la gente de la casa", añade.

Cuestionado sobre si las cosas podrían haber sido diferentes en Vigo, a donde llegó como estrella en 2019, tras pagar el Celta casi 15 millones de euros al Barça, admite que lo ha pensado. "Lo he pensado a veces, pero yo tengo la conciencia tranquila. No hice nada malo para perjudicar al club, siempre había deseado jugar en el Celta, estar muchos años allí y si no hubiera pasado nada, acabar retirándome allí", explica.

Ahora pertenece al Villarreal, donde está "súper a gusto" a pesar de una lesión que le tendrá apartado hasta el final de la temporada. "Me tratan de manera increíble. Para mí venir aquí, aún estando lesionado, me hace feliz".

En Salceda, además de la Fundación, Denis tiene una Escuela de Fútbol que aglutina 13 categorías distintas con más de 200 chicos y chicas que compiten en las ligas locales y regionales. "Una actividad que se alinea con los objetivos de la Fundación Celta y sus clubes convenidos", dicen los protagonistas en un comunicado.

El regreso de Kroos con Alemania, entre la cabeza y la familia

El regreso de Kroos con Alemania, entre la cabeza y la familia

Esta noche (21.00 horas), ante la Francia de Camavinga, Tchouaméni y Mbappé, Toni Kroos volverá a vestir la camiseta de la selección alemana. Lo hará 998 días después de la última vez, aquella derrota contra Inglaterra en los octavos de la Eurocopa de 2021. Aquella tarde, en Wembley, asumió al 100% una decisión que venía reflexionando durante meses. Quería aprovechar los parones internacionales para estar con su familia y darle descanso a su cuerpo para ampliar su carrera en el Madrid. Casi 1.000 días más tarde, el alemán puede asegurar que la jugada le ha salido bien.

Se retiró del combinado nacional con 31 años y regresa a él con 34, en mitad de la que ya es una de las mejores temporadas individuales de su carrera. Según la plataforma WhoScored, su 7,12 de nota media en LaLiga entra directo a su Top5 particular. Nunca ha promediado tan buen porcentaje de pase como en la Champions actual (95,3%) y las siete asistencias que acumula en el torneo doméstico van camino de igualar las 10 que logró en las campañas 2015-16 y la 2020-21, dos cursos que están en el su segundo puesto en pases de gol. Las 12 de la 16-17 fue su mejor rédito.

Estos datos sólo confirman lo que Kroos ha ido sintiendo en sus piernas durante estos meses. Está mejor que nunca, o casi. Se ha perdido el Mundial y la Liga de Naciones, pero ahora, con una Eurocopa en casa, ha decidido que es el momento de volver tras razonarlo consigo mismo y con su familia. Y ahí aparecen varios factores importantes.

El primero es la cabeza del centrocampista alemán. En el verano de 2021, Kroos se veía muy cerca de la retirada total y buscó en el adiós a la selección un punto de desconexión que le ayudara mentalmente a continuar varios años más. Y lo encontró. «Durante este tiempo, lo que más me ha sorprendido es mi cabeza. Mucho más mi cabeza que mi cuerpo, porque con mi cuerpo tengo pocos problemas», explicó en la sala de prensa del Red Bull Arena de Leipzig hace unas semanas. Su mente, más liberada durante estos años, le ha ido empujando a volver con Alemania.

El otro factor es su entorno más próximo. La principal razón de su primera retirada era pasar tiempo con su mujer, sus hijos y sus familiares más cercanos. Son ellos los que le insisten en seguir un año más en el Madrid. Su madre, Birgit; su hijo, Leon, y su abuelo, Heinz, quieren más que nadie que renueve una temporada más con el conjunto blanco. Y Kroos, que siempre pensó que se iba a retirar a los 33 años (ya tiene 34), escucha, camino de ampliar su contrato.

La selección es un tema diferente. «No vuelvo por razones familiares. Si fuera por eso, no habría vuelto», ha dicho esta semana. Kroos retorna por el fútbol, porque es «futbolista de corazón», porque cree que puede ayudar a su selección, porque físicamente se ve capaz de aguantar la Eurocopa tras toda la temporada con el Madrid y porque ese torneo se disputa en Alemania. Pero no por la familia. «Tuve que convencer a mi abuelo, que me aconsejó que jugara con el Madrid y luego me fuera de vacaciones. Pero ahora he cambiado de idea y está de acuerdo», explicó.

Mbappé resolverá su futuro "antes de la Euro" y lanza una indirecta sobre su presencia en los Juegos: "Depende de una persona"

Mbappé resolverá su futuro “antes de la Euro” y lanza una indirecta sobre su presencia en los Juegos: “Depende de una persona”

Cada vez que se le ve por una sala de prensa parece que se pudiera acabar el mundo (futbolístico y mediático), pero todo sigue rodando y nada ha cambiado después de una nueva comparecencia de Kylian Mbappé. El delantero francés, que mañana será parte del encuentro amistoso ante la selección alemana, fue el protagonista de la previa desde Clairefontaine, el cuartel general de la Federación gala. Y no, no dijo nada sobre el Real Madrid. ¿O sí?

Sin anuncio oficial sobre su futuro, el atacante del PSG obliga a los presentes a leer sus palabras entre líneas. "No he anunciado nada porque no tenía nada que anunciar", empezó. Una frase en la que no hay mucho que rasgar, para lamento de los periodistas. Pero a raíz de ahí, el futbolista de Bondy fue soltando pinceladas sobre los próximos meses.

"Me concentraré en la selección francesa cuando llegue la Eurocopa. Para entonces todo estará resuelto", dijo sobre las fechas del anuncio de su próximo equipo. Recordemos que en febrero el jugador aseguró a Al-Khelaifi que iba a abandonar este verano el PSG. Su intención ya la saben: vestir de blanco.

Esa cronología, una presentación oficial antes de concentrarse con la selección gala para la Euro, es la deseada por el propio Madrid, que no ve otra fecha adecuada en el calendario. El torneo continental termina el 14 de julio, ya con el Madrid en plena pretemporada, unos días después comienza la gira madridista por Estados Unidos y a finales de julio dan inicio los Juegos Olímpicos, el otro tema de debate alrededor de Mbappé.

El futbolista, capitán de su selección, quiere jugar los Juegos de su país, que se celebran desde el 26 de julio al 11 de agosto, una semana antes del inicio de la Liga. El Madrid ya ha dejado claro que los internacionales que disputen la Eurocopa o la Copa América no estarán en los Juegos, pero Mbappé, que ya parece hablar como madridista, admite que es su "sueño".

"No sé nada sobre eso (si puede estar en los Juegos o no), pero siempre he dicho que es un sueño, son especiales. Tengo la misma ambición, pero no depende de mí. La decisión final es de una persona", reconoció. Sabiendo que el Madrid es el que se opone a su presencia, podemos adivinar que esa persona es el máximo responsable del conjunto blanco, Florentino Pérez. "No puedo opinar más. Si no pudiera jugar, lo aceptaría y haría lo que me dijeran", añadió, insistiendo en que como "nunca he enlazado Euro y Juegos no sé si supone un riesgo".

Además, admitió no estar "afectado" por la presión sobre su futuro. "¿Me has visto afectado? Yo siempre estoy centrado en lo que pasa en el campo. Mi objetivo siempre es rendir en los partidos. No soy responsable de lo que se hable fuera", declaró.