Resultó ser un partido repleto de sucesos de irritación perpetua, exasperación esperpéntica, furia retorcida, rabia espantosa, ira insoportable y bilis derramada. En definitiva, lo sucedido en el Sánchez-Pizjuán fue un espejo sucio del actual estado
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El Real Madrid y Carlo Ancelotti anunciarán su ruptura (amistosa, pero ruptura) la próxima semana, entre el partido ante el Barcelona (domingo 16.15 horas) y el choque contra el Mallorca (miércoles, 21.30). No será al final de la Liga, como dijo el técnico italiano en rueda de prensa el pasado sábado, que eludía como podía las preguntas.
«Estoy bien. Entiendo que queréis hablar de mi futuro. Estoy muy tranquilo y feliz. Sé perfectamente lo que tengo que hacer y lo que voy a hacer. Y no es hablar hoy de mi futuro. Os decepciona, pero a mí me da igual. Tengo mucho cariño a mi club, a mis jugadores y a mi afición. De mi futuro hablaré el día 25 y no antes». Pero las cosas se han acelerado, y el hecho de adelantar el anuncio tiene que ver con la intención de Ancelotti de dirigir a la selección brasileña ya en los partidos de junio.
Que los caminos de club y técnico se separaban dejó de ser noticia hace tiempo. Pero faltaba saber cómo hacerlo público. La buena relación que mantiene el jefe del banquillo con el jefe de las oficinas lo ha facilitado. Ancelotti y Florentino Pérez han acordado comunicarlo probablemente el lunes, según ha adelantó The Athletic y ha podido confirmar EL MUNDO, lo que dejaría a Carletto la oportunidad de despedirse del Santiago Bernabéu en ese choque contra el Mallorca o en la última jornada de Liga contra la Real Sociedad.
También le va a permitir dirigir a la selección brasileña en los partidos que tiene en junio de clasificación para el Mundial. El día 6 ante Ecuador y el 11 contra Paraguay. Los contratos que unirán a Ancelotti con la CBF se están terminando de redactar y el anuncio sería en los días siguientes al comunicado del Real Madrid.
SIN FRICCIONES
Lo que ambas partes tenían muy claro es que no querían fricciones que pudieran empañar el adiós del entrenador más exitoso de la historia del club, que se va a marchar con 15 títulos (podrían ser 16 si finalmente logra engancharse a la Liga en el Clásico y termina levantando el trofeo). El palmarés habla de tres Champions, tres Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa, dos Ligas, dos Copas del Rey y dos Supercopas de España, superando por un dígito a Miguel Muñoz. Especialmente en esta segunda etapa, iniciada en el verano de 2021 con aquella famosa llamada de teléfono del entrenador para pedir jugadores que terminó con una resolución de contrato en el Everton y su aterrizaje en Valdebebas.
Con Ancelotti saldrá del club también su hijo Davide, que iniciará su camino en los banquillos en solitario, pues ofertas (Inglaterra, Alemania y España) no le faltan. Del resto del cuerpo técnico todavía no hay noticias.
El club, entre tanto, sigue intentando que sea Xabi Alonso el que lleve las riendas del equipo en el Mundial de Clubes (14 de junio-14 de julio). Pero ahí juega también un papel importante, cómo no, el Bayer Leverkusen, club donde todavía ejerce el vasco. Como esa opción no está cerrada, de momento, también existe la posibilidad de que sea Santiago Solari el técnico interino que dirija al equipo en esa cita y que Xabi comience a trabajar cuando termine la aventura en Estados Unidos.
En las oficinas del Bernabéu no descartan ninguno de los dos escenarios, y todo va a depender de las negociaciones que, a varias bandas, tienen lugar estos días con la vista puesta, eso sí, en la Liga, que se juega el domingo en Montjuïc. Una victoria le coloca a un punto.
El Bernabéu es un buen lugar para la contemplación si se es espectador. Como mirar una catedral para los devotos, con un marcador que es como un fresco en movimiento. Como futbolista, sin embargo, es un mal asunto. El Atlético partió deliberadamente contemplativo, agrupado en su campo, a la espera de que no pasaran cosas. A Simeone le puede su naturaleza, tenga lo que tenga, y no es un reproche, ni es negativo. Es lo que es, y le ha ido de maravilla. En el Metropolitano, en cambio, deberá proponer más, porque la Champions lo exige; el Madrid, también. No le bastará su acting en la banda. Sin necesitar de una noche mágica, el rey de Europa cobra ventaja en unas circunstancias mucho más adversas, porque en el Bernabéu siempre pasan cosas si se deja crecer a los suyos, aunque las haga un suplente que no debería sentirse como tal. Es Brahim. La contemplación desde la hierba es un mal asunto. [Narración y estadísticas (2-1)]
Las primeras acontecieron esta vez muy rápido para conectar a Valverde y Rodrygo, que pudo con la velocidad de Javi Galán como si no se esforzara. El brasileño se desliza, sin desgaste, por donde otros pisan con clavos. El eslalon acabó en un gol pletórico, messianico.
Para saber más
Fue como el directo inesperado nada más sonar la campana del primer round que deja grogui al oponente. Ahí estaba la oportunidad del Madrid para romper la eliminatoria y obligar a Simeone a cambiar su hoja de ruta, que se plantó en el Bernabéu a jugar una eliminatoria, no un partido. Después de verse superado de semejante forma, como le ocurrió al lateral rojiblanco, un futbolista queda tocado emocionalmente. Rodrygo volvió a intentarlo, pero el defensa reaccionó con los tiempos justos, al límite del penalti. Giménez detuvo en la banda opuesta a Vinicius, menos preciso que su compatriota con un Mbappé de oyente. Rodrygo es el Patito feo del ataque, aunque Ancelotti es de la generación que conoce bien el cuento de Andersen.
Un equipo desgastado
Un gol no cambia, sin embargo, un plan, y el Atlético siguió a lo suyo, con la prioridad de dejar al Madrid sin espacio y refugiarse en largas posesiones que evitaran las pérdidas. Sin la pelota, cerraba los espacios entre las líneas; con ella, hacia el campo anchísimo. Ello hacía correr al Madrid, un equipo desgastado físicamente. Era parte del plan del argentino, que sabe de los buenos finales de los suyos. No lo tuvieron. Ello no daba, de momento, ocasiones al Atlético, que tuvo la primera en una llegada de Giuliano, cuyo centro, dirigido a Lino, fue interceptado por Valverde. El uruguayo estaba en el campo bajo riesgo, pero en dos acciones, el pase del gol y el corte del no gol, demostró por qué.
En un contexto en el que mandaban el respeto y las precauciones, con balones al pie y sin presión alta por parte de ninguno de los equipos, los goles sólo podían llegar gracias a acciones individuales. Rodrygo había encontrado el espacio por sorpresa, pero eso no iba a volver a suceder. La de Julián Álvarez fue individualísima. Después de un error de Camavinga, alzó su visión periférica desde el cuerno del área y lanzó un disparo teledirigido que salvó la envergadura de Courtois. Como burlar las alas de un cóndor.
La réplica la puso Brahim, nada más regresar del descanso, al sostenerse en el área gracias a su potente tren inferior y su bajo centro de gravedad, y salvar contarios para colocar el balón en el lugar imposible de Oblak. Una acción de alivio para el Madrid, porque Simeone ya había mandado aumentar el ritmo de los suyos al salir del vestuario. Al argentino le gusta jugar varios partidos dentro de un mismo partido, no digamos ya en una eliminatoria. La nueva ventaja del Madrid llegaba de la nada, como había ocurrido con el tanto de Julián Álvarez.
Julián Álvarez, ante Camavinga, en la acción del 1-1.AFP
Brahim y Julián tiene algo en común, y es haber llegado procedentes del Manchester City. Todo lo que deja Guardiola suele tener tara, pero con estos jugadores alguien se equivocó, por ponerlos poco o por abrirles la puerta. También en la Federación Española. Julián, la gran referencia de este Atlético, ya por encima de Griezmann, apunta en grande. Brahim, recambio del sancionado e intocable Bellingham, hace muchísimas cosas, y todas bien.
Oblak encajó el segundo gol, pero el Atlético encajó el temor, y más cuando Ancelotti echó mano de Modric, al que Simeone veía como titular, para sacar del campo a Camavinga. Brahim se lo recordó a gritos desde la banda tras su gol. Sabe el argentino lo que el croata puede hacer, por lo que llamó a Le Normand para pasar a jugar con línea de cinco y vació su centro del campo para poner a Correa y Sortloth, los jugadores de sus finales. Si había algo que jugar que fuera en las áreas, aunque estuvo más cerca de perder más que de ganar algo. Camino del Metropolitano, el Madrid lo hace más seguro de lo que estaba antes de saltar a su propio estadio. Simeone sabe que necesitará más.
Carlo Ancelotti pidió «respeto a las reglas» en el caso Olmo, aunque evitó pronunciarse sobre los detalles, al desconocerlos. «Lo que puedo decir es que hay que respetar a todos los clubes, las instituciones y las reglas», manifestó el entrenador del Real Madrid, antes de enfrentarse al Valencia, en el partido de Liga aplazado por la DANA. Una victoria otorgaría el liderato al equipo blanco.
«Empezamos un nuevo reto con mucha ilusión, queremos empezar bien el año en un partido exigente. El Valencia ha cambiado de entrenador y siempre nos ha costado jugar contra ellos. Es un partido muy importante, podemos recortar posiciones en la tabla. El equipo está bien, los días de descanso han venido bien, veo a todos motivados y en buena forma», dijo Ancelotti.
Elogió Carletto la labor realizada por Rubén Baraja, anterior técnico, en el Valencia y desveló la forma en la que han preparado el partido, estudiando la táctica de Carlos Corberán y viendo la forma en la que la aplicará a su nuevo equipo. «Pensamos en lo que nos vamos a encontrar dentro del campo con un rival que ha cambiado de entrenador y tendrá una motivación extra por parte de los jugadores. Para mí, Baraja ha hecho un trabajo fantástico. Ahora llega un entrenador nuevo con ideas nuevas y esperamos un partido exigente. El ambiente no sé cómo será, pero tenemos que estar focalizados en el partido y nada más», explicó.
«El equipo, mucho más motivado»
El técnico madridista se marcó el objetivo de iniciar el año ganando y destacó el ambiente que ha visto en el vestuario al regreso de las vacaciones navideñas: «Tras un momento negativo en noviembre, el equipo ha reaccionado muy bien y ahora está mucho más motivado, ilusionado y en mejor forma. Hemos recuperado a jugadores. Alaba ya ha empezado a entrenar con nosotros. El ambiente es bueno y tenemos que ser capaces de mantenerlo ganando partidos». Sobre el austríaco, dijo que espera que regrese el 19 de enero, descartando al defensa para Mestalla, la Copa y la Supercopa de España.
«Cuando tengamos una plantilla más completa habrá más rotaciones. Sobre todo atrás, Alaba nos da rá la oportunidad de rotar en la posición en la que hemos sufrido más», añadió el técnico, que recupera a Vinicius para Mestalla, donde sufrió los pitos racistas.