GP de Japón
Verstappen domina de punta a punta, mientras McLaren firma un doble podio con Norris y Piastri.
Los festejos por el 75º aniversario de Honda se cumplieron a rajatabla en Suzuka, donde Max Verstappen sumó su decimotercera victoria del año y Red Bull amarró el Mundial de Constructores. El sexto de su historia, segundo consecutivo, simple prolegómeno de lo que aguarda con Mad Max, ya con 177 puntos de ventaja en la tabla. Esfumadas las dudas de Singapur, el próximo campeón hizo y deshizo a su antojo ante McLaren, Ferrari y Mercedes, resignados a pelear por las otras dos plazas del podio. Justo dos décadas después, Lando Norris y Oscar Piastri repitieron un doble éxito para la escudería de Woking en el GP de Japón, mientras Carlos Sainz, sexto y Fernando Alonso, octavo, pelearon sin fortuna.
Verstappen pudo ganar con la diferencia que hubiese querido, aunque alcanzó a meta con 19 segundos ante Norris. Sin perder de vista el bonus de la vuelta rápida (1:34.183), sólo se le escapó el honor del grand chelem tras perder el liderato durante dos de sus pasos por boxes. Hoy suma 400 puntos y maneja la mayor distancia respecto al segundo en la historia de la F1. Su aplastante supremacía se acentúa aún más en contraste con Sergio Pérez, protagonista de una carrera nefasta. Pese al mexicano, Red Bull debe brindar a lo grande por esta sexta corona, a una de Lotus y a dos de McLaren y Mercedes. Con 16, aún intocable, permanece Ferrari.
Habrá que trabajar mucho en Maranello para, al menos, plantearse otro título. Una semana después del triunfo en Marina Bay, los ingenieros de Fred Vasseur volvieron a equivocarse con Sainz. Alonso, por su parte, se quejó de lo mismo en Aston Martin. Y eso que el domingo arrancó con buen pie para el bicampeón mundial. Mientras los ocho primeros de la parrilla optaron por el compuesto medio, mientras Alonso prefirió los blandos. Y esa elección le produjo réditos inmediatos. En la salida, Sainz cerró a Pérez, que a su vez mandaría a Lewis Hamilton a la hierba. De los altercados salió airoso el asturiano, que incluso se dio el lujo de adelantar a Pérez para ganar cuatro posiciones y colocarse sexto. Por detrás, el choque entre Valtteri Bottas y Alex Albon dio paso a un breve periodo de safety car.
“Me habéis echado a los leones”
Antes de la primera curva, Verstappen había tenido que defenderse de un Piastri muy agresivo, aunque tras la ralentización, su RB19 impuso un ritmo inabordable para los McLaren. Sainz, a rebufo de Leclerc, contenía a Alonso y los Mercedes, mientras Pérez, obligado a cambiar el alerón delantero, había caído al pozo y era investigado por infringir el procedimiento de salida de boxes. No había motivos para aburrirse y hasta George Russell quiso desafiar a Hamilton en la chicane. En la vuelta 16, Toto Wolff pegó un respingo cuando sus pilotos se vieron envueltos en otro lío en Spoon, con la defensa ilegal del heptacampeón.
En la vuelta 12, Alonso cumplió con su primer pit-stop (2,9 segundos) para montar el duro. Desde ese momento quedaría patente la potencia del undercut, con el que hasta Piastri recuperó un buen mordisco frente al líder. Incluso el propio Fernando había ganado la posición a Leclerc, porque Ferrari dejó demasiado tiempo en pista al monegasco. No obstante, la falta de prestaciones del Aston Martin pronto saltaría a la vista ante Sainz, en Spoon, y Hamilton, que se dio el gusto de un espectacular adelantamiento por el interior de la mítica 130R. Dos minutos antes de la retirada de Lance Stroll, el desencanto tronó por la radio: “Me habéis echado a los leones por parar tan pronto. Increíble”.
El calamitoso domingo de Pérez iba a coronarse con otro toque ante Kevin Magnussen, que trajo dos consecuencias: un periodo de virtual safety car y las interminables reparaciones en el garaje mexicano. Cumplido el ecuador de la carrera, cinco coches habían dicho basta. O eso parecía, porque un cuarto de hora más tarde Pérez regresaba al asfalto con 26 vueltas perdidas. Por fortuna, finalmente se impuso el sentido común y Christian Horner retiró su monoplaza.
Órdenes de equipo en McLaren
Por delante, Verstappen minimizaba riesgos y optó por no ensañarse. Mientras, en el muro de McLaren procuraban calmar a sus chicos, porque Norris se desesperaba ante Piastri: “Me está arruinando la carrera”. Cuando el novato accedió a las órdenes de equipo, Lando contaba con casi 20 segundos sobre Russell, a quien visualizaba como potencial amenaza para el podio. En Ferrari, por contra, pasaban los minutos sin una idea clara. Quizá una estrategia más agresiva hubiese ido mejor que ese borroso dejarse llevar.
En la vuelta 37, tras su segunda parada, tras la que se reincorporó séptimo, a siete segundos de Hamilton, Sainz lanzó un comentario que casi sonaba a sarcasmo: “Supongo que nos han hecho un undercut“. A diferencia del pasado domingo en Singapur, a Mercedes le faltaba fuelle durante el último stint. Leclerc se quitó de enmedio a Russell para ser cuarto, a algo más de seis segundos del podio, y Carlos hizo lo propio con Hamilton para acabar sexto.
Tras varios giros tras Esteban Ocon, que le contuvo sin agobios, Alonso regresó a