Cuando sólo tenía 10 años, los representantes de Nike se presentaron en las instalaciones del Cruzeiro y le ofrecieron un contrato con la marca, convirtiéndole en el futbolista brasileño más joven en ser parte de la compañía. A través de ese dato se entiende la trascendencia y la presión que ha sufrido Estevao (Franca, Sao Paulo, 2007) desde que era un niño. Ahora tiene 18 años y no ha dejado de acumular peso sobre sus hombros. Lidera en el Mundial al Palmeiras, el club más laureado del país, que estrena hoy los octavos ante el Botafogo.
Será su último servicio al ‘Verdao’ antes de volar a Londres para jugar en el Chelsea, que ha pagado 45 millones por él, más 20 en variables. Una cifra histórica para el fútbol sudamericano, sólo superada por los 88 del Barça por Neymar, y que vuelve a poner de relieve la ansiedad de los equipos europeos por pescar talento adolescente al otro lado del charco.
Estevao debutó con el Palmeiras en diciembre de 2023. Tenía 16 años y ya levantaba interés en la mayoría de direcciones deportivas del viejo continente. En apenas unos meses, el Chelsea puso sobre la mesa una operación que puede llegar hasta los 65 millones. Las negociaciones fueron una guerra en la que también participaron Barcelona y Madrid pero que se terminaron llevando los ‘blues’ al poner más dinero. Simple.
“Va a ser el mejor de la liga”
Andre Cury, representante del brasileño y de Neymar, y hombre de confianza del conjunto azulgrana en el país durante años, intentó realizar la operación con los culés, pero su economía no pudo competir.
En el caso del Madrid, el overbooking en esa posición hizo imposible el fichaje. Rodrygo estaba en su mejor momento y los blancos venían de firmar a Güler. Además, el conjunto del Bernabéu ya había pescado en Palmeiras con el fichaje de Endrick.
Messinho, como le llaman desde niño por su parecido con Leo Messi, es un mediapunta zurdo, ágil y con regate, que ha ido evolucionando su físico en los últimos meses para competir en la Premier League. «Va a ser el mejor jugador de la liga», decían miembros del Palmeiras en el último encuentro del equipo en Miami.
El foco mediático con Estevao ha sido total durante los últimos meses. Tanto, que Carlo Ancelotti le entregó la titularidad en su primer partido como seleccionador de Brasil, que fue también el debut del joven delantero con la selección. «Veo lo que todo el mundo ve, un jugador especial con un talento extraordinario», dijo el italiano. «Tiene un estilo similar al de Lamine Yamal, un gran potencial», aseguró Willian, ex del Chelsea.
Vinicius, Rodrygo y Endrick
La llegada de un niño como Estevao a Europa no ha sido la única en los últimos años. En esa plantilla brasileña ya era indiscutible Endrick, que había fichado por los blancos el año anterior a los 16 años y por 35 millones y 20 en variables. Como Vinicius, Rodrygo: negociación y anuncio del fichaje cuando era menor de edad y aterrizaje en el equipo al cumplir 18 años. Así lo hará Estevao, que sopló las 18 velas hace un par de meses.
Una forma de actuar que es cada vez más común. El Madrid, por ejemplo, lo tiene como su buque insignia, con Franco Mastantuono como último caso. Estar cerca del futbolista desde que da sus primeros pasos en el fútbol profesional y apostar por él antes de los 18 y antes de que otro club europeo lo haga. Un modus operandi que se compensa con operaciones de menor coste con jugadores más experimentados, como en el caso de Courtois, Rüdiger o Trent.
Los blancos no son los únicos. El City fichó a Echeverri, de River, con 17 años. El West Ham a Luis Guilherme, del Palmeiras, el Chelsea a Kaua Elias, del Fluminense, el Chelsea al ecuatoriano Kendry Paz, de 16 primaveras, del Independiente del Valle; el Benfica a Gianluca Prestianni, de Vélez… Y hace unos años, los casos de Gabriel Martinelli, firmado por el Arsenal con 18 y ahora indiscutible, o Vitor Roque, por el que el Barça se dejó 30 millones (con otros 30 en variables) a los 18 años y ahora está de vuelta en el fútbol brasileño. Ya no hay pasos intermedios, de niños a estrellas.