Vinicius y Valverde orquestan un festival de goles para que el Madrid levante su octavo Mundial de Clubes

Vinicius y Valverde orquestan un festival de goles para que el Madrid levante su octavo Mundial de Clubes

Mundial de Clubes


Real Madrid – Al Hilal (5-3)

Actualizado

El brasileño y el uruguayo anotaron dos goles cada uno para sentenciar el título del conjunto blanco, que se mostró débil en defensa. Benzema, que fue titular, también marcó contra el Al Hilal.

Benzema y Vinicius celebran el 3-1.Manu FernandezAP

El Real Madrid confirmó este sábado su relación especial con Marruecos. Después de levantar el Mundial de Clubes de 2014 en Marrakech, en el que fue el último título de la primera etapa de Ancelotti, el conjunto blanco elevó al cielo de Rabat su octavo Mundial de Clubes, quinto del nuevo formato sumado a tres Copas Intercontinentales. Y lo hizo disfrutando, como hacía tiempo que no sucedía en una final internacional, con un festival de goles sobre el Al Hilalsaudí, un equipo inferior en lo técnico y en lo táctico que soñó durante minutos con poder dar la sorpresa. Entre Vinicius y Valverde, ambos con dos tantos, regalaron al Madrid su título número 100, el octavo de Ancelotti como entrenador madridista y el cuarto de la temporada 21-22 tras la Liga, la Champions y la Supercopa de Europa.

Vinicius y Valverde comienzan a tener marca registrada: Made in Carletto. Dos jóvenes que han explotado a las órdenes del técnico italiano. El primero anotó el primero y el quinto y dio la asistencia del tercero a Benzema, mientras que el uruguayo marcó el segundo y el cuarto.

Sabe Ancelotti que la grandeza no se enseña, viene de serie. Por eso, ante la perspectiva de una final que podía ser un punto de inflexión en la segunda parte de la temporada, el transalpino no dudó en alinear a Kroos, Modric y Benzema. El francés, que ha estado toda la semana recuperándose de unas molestias, se perdió la semifinal y viajó a Rabat el jueves, pero fue titular porque en el césped es donde más cómodo está. También el Madrid, a pesar de que su vuelta obligó a Rodrygo a regresar al banquillo.

Inicio eléctrico

Arrancaron los blancos intentando presionar a la débil defensa del Al Hilal, su punto más débil. Una intensa presión tras pérdida que se echaba de menos en el cuadro de Ancelotti. Y en el 12, con los equipos todavía conociéndose, una pared entre Valverde y Benzema en tres cuartos de campo terminó con un pase del francés al espacio de Vinicius. El brasileño, con pausa, definió ante Al Muaiouf, que tocó el balón pero no evitó el gol. Bailó el delantero, que ya había anotado el primer tanto de los blancos contra el Al-Ahly.

Cinco minutos después, la defensa saudí dejó pensar demasiado a Modric, éste ganó la línea de fondo y puso un centro a media altura que complicó al portero Al Muaiouf. El meta rechazó mal la pelota, el surcoreano Jang la despejó demasiado corta y Valverde enganchó una volea en diagonal que se coló en la red rival tras tocar en un defensor.

De nuevo, como en la semifinal, Vinicius y Valverde pusieron al Madrid 2-0 por delante. El gol dio confianza a los de Ancelotti, que disfrutaron de la posesión durante casi diez minutos viendo cómo la final se sentenciaba. Error. En una contra del Al Hilal, Rüdiger tiró mal el fuera de juego y permitió a Marega lanzar una carrera desde el centro del campo. El delantero se quedó solo contra Lunin y recortó distancias. Con el gol, el Madrid reculó y el partido entró en reflexión. Lucha en el centro del campo, alguna aceleración de los saudíes y casi toda la posesión para los blancos, que intentaron ampliar su ventaja a la contra. Run-run al descanso.

Vinicius, 16 goles

Tras el intermedio y con el resultado apretado, el Madrid subió varias marchas su intensidad y su verticalidad. Siempre en las botas de Vinicius. En el 54, el brasileño, marcado por varios defensas en la zona izquierda del ataque, puso un balón de exterior perfecto que Benzema sólo tuvo que empujar a la portería saudí. Esta vez el Madrid no se relajó. Un par de minutos más tarde, entre Carvajal y Valverde fabricaron el cuarto. El lateral llegó al pico del área y observó un espacio para el uruguayo, que atacó la diagonal en dirección a la meta rival para anotar de primeras su segundo gol.

Con 4-1 en el marcador, la obligación de un equipo que aspira a ganar más títulos esta temporada sería ‘matar’ el duelo. Controlar los tiempos y evitar más sustos. Pero este Madrid, que poco a poco va recuperando la electricidad en su ataque, sigue siendo blando en defensa. Vietto, ex del Atlético, encontró un hueco inexplicable a la espalda de Alaba y Camavinga y se plantó frente a Lunin, al que superó con una excelente vaselina.

Con el público animado por la fiesta goleadora, la entrada de Ceballos dio más recursos al Madrid en ataque y llegó el quinto. El andaluz recortó a un defensa dentro del área y Vinicius encontró el balón para poner la ‘manita’ en la final. Segundo gol del partido para el brasileño, tercero en este Mundial y 16º de la temporada, a 6 de la marca del curso anterior. Los minutos finales confirmaron la debilidad de la defensa blanca, con Vietto anotando el 5-3 y con Lunin incapaz de evitar los tantos, pero aseguraron también un nuevo trofeo para el museo del Bernabéu. Uno con el que el Madrid, que respira triunfos, espera encontrarse a sí mismo después de un invierno complicado.

kpd