La carta de protesta enviada por el Real Madrid a la Federación ha creado una gran controversia en el mundo del fútbol. Una parte de los profesionales y de los aficionados apoyan las quejas del ‘club blanco’ por las actuaciones arbitrales que considera que le perjudican claramente mientras otros opinan que no son aceptables. El summum de ambas posiciones lo vivimos este lunes en El Partidazo de COPE, donde Siro López e Isaac Fouto se enzarzaron en una gran discusión sobre este tema.
La trifulca comenzó cuando Siro López le preguntó al director del espacio, Juanma Castaño, sobre las posibles repercusiones de la misiva blanca. “No va a cambiar nada este comunicado. ¿No has visto la respuesta de la RFEF? Lo que tenían que haber hecho es cargarse a todos los que han estado vinculados a Negreira, lo digo desde hace mucho tiempo”, contestó Castaño, algo que a Isaac Fouto no le sentó nada bien.
“¿Qué quieres decir con vinculado? ¿Te has leído la instrucción? No hay ni un solo imputado, ni árbitro ni directivo CTA. Los que están imputados son los Negreira, el Barça como persona jurídica y sus presidentes”, contestó el colaborador cuando el ambiente estaba ya calentito.
El debate subió de tono y Siro López no dudó en contestar a Couto. “Quédate tranquilo que seguirás presentando los eventos de los árbitros”. Momento en el Fouto explotó y comienzó un ataque frontal contra Siro López. “Y tú también, lamiéndole el culo a Florentino, que eres un mamporrero de Florentino Pérez. Faltas al respeto y generas violencia. No se le puede consentir todo. Eres un trompetero de Florentino”, le acusó.
“Tranquilo que seguirás presentando actos por los que te pagan”, reiteró Siro dirigiéndose a Fouto. Unas palabras que molestaron mucho a Fouto el cual volvió a contestarle con una amenaza: “¡Retira eso ahora mismo, retira que yo cobro, te lo digo en serio o te llevas una demanda!”.
Al final, Juanma Castaño tuvo que intervenir para detener la bronca entre ambos colaboradores. “Vale ya, esto es inadmisible”, cortó la intervención de Fouto y Siro López.
A última hora de la noche en Jeddah, poco después de caer la bandera a cuadros, la humedad aún rondaba el 72% y la temperatura se mantenía en torno a los 28ºC. Fernando Alonso recorría el paddock visiblemente fatigado, sin ocultar su decepción tras otro domingo demasiado lejos de las expectativas. Por quinta carrera consecutiva, el ovetense terminaba fuera de los puntos, igualando su arranque del Mundial 2017 con McLaren-Honda.
"De algún modo es la peor posición en la que puedes quedar porque estás a nada, pero igual ahora descalifican a alguien y cogemos unos puntos", ironizó Alonso tras su undécimo puesto en la meta, justo por detrás de Isack Hadjar (Racing Bulls). Este sarcasmo sólo podía interpretarse a la luz de su hartazgo por la situación de Aston Martin.
Como ya se vislumbraba desde el viernes, el AMR25 fue el coche más lento en el último sector del Corniche Circuit. En las largas rectas, su falta de velocidad punta echaba por tierra cualquier opción de batalla ante Oliver Bearman (Haas) o Liam Lawson (Racing Bulls). Sólo una sanción de 10 segundos al neozelandés, por ganar ventaja por fuera de los límites de pista, dio un pequeño respiro a Alonso en el tramo final de la carrera.
"El nivel de riesgo es increíble"
"Hacer 50 vueltas de clasificación te consume por dentro, pero no sé correr de otra manera", manifestó el doble ganador en Le Mans, muy preocupado por lo que aguarda en las 19 carreras restantes. "Será complicado sumar algún punto, pero lo intentaremos", presagió. Tras 21 temporadas en el Gran Circo, el peor registro de Alonso sigue siendo el de 2015 con McLaren-Honda. Entonces sumó sólo 11 puntos (10 en el GP de Hungría y uno en el GP de Gran Bretaña).
Alonso dejó registro de sus pésimas sensaciones a través de la radio. "No puedo seguir este ritmo. Es una locura. El nivel de riesgo es increíble", admitió durante el primer tramo de la carrera. Unas vueltas después se ratificó con otro mensaje: "En el momento en que pierdo el DRS estoy muerto". Y su cierre también resultó desalentador: "Creo que no volveré a hacer una carrera como la de hoy, nunca, 25 años".
De nada había servido su fantástica reacción en la salida, cuando fue el más rápido en alcanzar los 100 km/h (2,8 segundos) e incluso pudo trepar hasta la décima plaza, tras ganar la posición a Alex Albon y tras los abandonos de Pierre Gasly y Yuki Tsunoda. El continuo subviraje le obligaba a un tremendo esfuerzo, por lo que volvió a reiterar sus quejas ante los ingenieros: "¿Está bien el coche? No ahora, sino desde el principio de la carrera. El agarre no es normal".
Alonso, por delante de Ocon, el domingo en Jeddah.ASTON MARTIN
Todo empeoró aún al entrar a renovar los neumáticos, después de 19 vueltas con el compuesto medio. Un fallo de los mecánicos, que no sincronizaron correctamente el momento de colocar las ruedas delanteras retrasó el pit-stop durante algo más de cuatro segundos. La tercera peor parada del domingo, sólo por detrás de las dos de Williams.
Y aún le quedaba por vivir su momento más peligroso del fin de semana, frente a Gabriel Bortoleto. "Escogí ir por fuera, que era un poco arriesgado, y él no me vio. Luego tuve que atajar por la primera curva y devolverle la primera posición para evitar sanciones. Son cosas que pasan, pero es culpa nuestra por tener que pelear contra los Sauber", analizó Fernando. "Ahora volaremos juntos a casa, así que igual se queda sin cenar", bromeó sobre el rookie brasileño, que pertenece a A14 Management, la agencia de representación de Alonso.
El récord de Stroll
La pugna entre Aston Martin frente a Sauber vivió otro capítulo gracias a Nico Hulkenberg y Lance Stroll, separados en la meta por menos de un segundo de diferencia. Otro golpe en la moral del canadiense, que este fin de semana se convirtió en el piloto más veces eliminado en la Q1 (75), superando el anterior registro de Kevin Magnussen. "Esto depende del coche. Coloca a los pilotos de McLaren durante 10 años en un Sauber y serán ellos quienes tengan ese récord", comentó el sábado. La peor noticia para el hijo del dueño de la escudería de Silverston es que en Jeddah fue él quien volvió a perder su batalla frente al peor equipo del Mundial.
Pese a un panorama tan desolador, los máximos responsables de Aston Martin optaron por el enésimo mensaje de calma. "Ha sido una carrera muy bien gestionada, pero al final nos hemos quedado sin puntuar", dijo Andy Cowell, CEO de la escudería. "Ahora debemos entender cómo mejorar en todas las áreas y sacar más rendimiento al coche", añadió el británico sobre sus previsiones para el GP de Miami, donde no se esperan actualizaciones en el AMR25.
Nadie puede ya dudar del liderazgo del Real Madrid en esta Liga. Juega con brillantez, con una superioridad escandalosa y, además, en los tres partidos en casa con Juve, Barça y Valencia realizó exhibiciones. El mejor show de esta Liga.
Hace ya años que el Real Madrid no se exhibía con una exhuberancia tan increíble. Con una superioridad que casi dejaba el papel del Valencia en grotesco. Un club que con Peter Lim o sin él, es un equipo que se va hacia al fondo del mar de la segunda división sin remisión.
El Madrid de la presión juega de maravilla con jugadores al espacio. Qué pena que el segundo tiempo fuera un poco bodrio, porque los blancos jugaban a la mitad de la velocidad. Lo mejor fue sin duda el soberbio gol de Carreras, que recordaba de algunn forma, aunque sea en minúscula, al gran Roberto Carlos.
Por fin parece que Xabi Alonso es el entrenador que puede devolver al Real Madrid a la autopista de los éxitos. Domina los partidos con una frescura insultante y ha recuperado a Bellingham de manera espectacular .
El inglés ya puede ser ya la segunda gran estrella del equipo blanco tras el demonio Mbappé. Desde luego, Vinicius, no. Cada día las células grises del brasileño le funcionan peor. No hizo nada o casi nada brillante en el primer tiempo. Y encima tiene la impertinencia y la desfachatez de quitarle un penalti a la cuenta de récord de Mbappé.
En este caso, el gran culpable es Alonso. Todavía le tiene miedo a Vini. Si se dieron cuenta lo mandó al banquillo junto a Mbappé, como si lo comparara con el francés por calidad cuando ya no es ni la cuarta parte de lo que fue. Jamás debió permitir que Vini tirara el penalti, cuando es el especialista más mediocre de los que conocemos. No mete uno. Imagínense que el resultado estuviera apretado y esta lumbrera se carga el partido.
La cúpula de la Casa Blanca tiene mucha culpa de que Vinicius trate de hacer lo que le dé la gana. Que el Madrid hiciera el ridículo y que no fuera a recoger el "balón de playa" de Vini, fue un ridículo mundial. Es el nudo gordiano de lo que ocurre en la actualidad. Y encima se aprovecha de la generosidad de Mbappé. Me parece un crímen futbolístico.
También tengo la impresión de que alguien da dinero para que juegue Mastantuono. Un petardo, cojo de la pierna derecha y que es incapaz de hacer algo relevante. No hubo más que fijarse en que en tan solo una jugada de Endrick le dejaba en ridículo al argentino. Y Brahim en la grada. Son imposiciones a Xabi Alonso, de las que no parece evadirse.
Ahora los shows se deben ver lejos del Bernabeu. Para empezar, el Liverpool, un equipo en crisis que el Madrid puede agravar.