Copa del Rey
Barbastro 2 – Barça 3
En una horrible segunda parte en la que encajó dos goles, los de Xavi no convencen ante un rival de Segunda RFEF y pierden por lesión a Íñigo Martínez (2-3).
Algún seguidor barcelonista supersticioso podría llegar a pensar que a su equipo alguien le ha echado mal de ojo. Tras una primera parte aseada y una segunda en la que llegó a ponerse con 0-2, con goles de Fermín y Raphinha, lo cierto es que el Barça no se llevó sensaciones muy halagüeñas de su visita al Barbastro. Acabó ganando, después de que Adrià de Mesa recortara distancias con el 1-2 y Lewandowski y Prats marcaran sendos penaltis, para meterse en octavos de la Copa del Rey, pero tuvo la mala noticia de una nueva lesión de Íñigo Martínez el mismo día en que el central reaparecía tras una larga ausencia. [Narración y estadísticas (2-3)]
Para saber más
Un apagón suspende la prórroga del Unionistas-Villarreal
Los azulgrana mostraron su mejor imagen en la primera parte. A pesar de que la entidad del rival pudiera invitar a la relajación, su actitud no tuvo nada que ver con la mostrada en los últimos partidos. El Barça saltó al césped con los cinco sentidos puestos en el duelo y, desde casi el primer minuto, lanzó una campaña de acoso y derribo contra un Barbastro al que, prácticamente, ni le dejó oler el balón a lo largo de 45 minutos.
Las llegadas, a pesar de todo, carecían inicialmente de nuevo de la necesaria puntería para inquietar realmente a un Arnau Fàbrega para nada dispuesto a dejarse intimidar por los de Xavi. Hasta que, por fin, cuando el minuto 20 estaba cerca de hacer acto de presencia en el reloj, Fermín envió un afortunado centro de Raphinha al fondo de la red para poner el 0-1.
El brasileño, desde la banda derecha, fue quizás el azulgrana que más insistentemente le buscó las costuras al Barbastro, en un duelo con Fran Carbonell en el que, por momentos, saltaron hasta chispas. El resto de acercamientos, a pesar de todo, no lograron verse traducidos en goles. Cierto es que Joao Félix volvió a batir al meta local tras un buen centro de Fermín, pero la jugada fue invalidada por un fuera de juego como mínimo muy discutible al que la ausencia de VAR a estas alturas de la Copa mandó definitivamente al limbo.
contra viento y marea
El conjunto aragonés, espoleado muy posiblemente por el hecho de no verse del todo fuera de la eliminatoria, trató de buscar alguna contra con la que hacer daño, pero se estrelló una y otra vez con la zaga de un equipo que, ni que fuera por unos minutos, recuperó aquella solidez de antaño y que tanto ha echado de menos a lo largo de lo que llevamos de curso.
Esa sensación de permanecer vivos, casi contra viento y marea, sería también la que justificaría la fuerte salida del Barbastro tras el descanso. Los locales tuvieron las primeras opciones claras de la segunda mitad, pero sus acometidas, a decir verdad, no inquietaron demasiado a un Iñaki Peña poco exigido por sus disparos. La efervescencia local, además, tampoco tardaría demasiado en ser sofocada por el Barça, aunque fuera por unos instantes.
Los de Xavi respondieron con un segundo gol aparentemente llamado a dictar sentencia. Un gran centro del joven Héctor Fort, improvisado lateral izquierdo en la defensa barcelonista, fue enviado al fondo de la red por un Raphinha que hizo gala de una velocidad de vértigo para poner el 0-2 en el marcador. La apariencia, no obstante, se fue al traste cuando Adrià de Mesa, tras un saque de córner prácticamente regalado por Joao Félix y flirteando abiertamente con el fuera de juego, desató la euforia de la grada con 1-2 que le metía de lleno en el partido.
El tanto local provocó que Xavi moviera el banquillo. Vitor Roque e Íñigo Martínez saltaron al césped como relevos de Raphinha y Christensen para volver a tomar las riendas del partido y evitar que el Barbastro acabara por creerse del todo sus opciones de firmar una nueva sorpresa. E incluso redoblaría su apuesta poco después el entrenador azulgrana su apuesta recurriendo también a Gündogan y Lewandowski. Con poco éxito, aunque lo peor, sin duda, sería la nueva lesión del ex del Athletic, quien apenas pudo estar unos minutos en el césped. Los aragoneses, envalentonados, volvieron a amenazar la portería rival, con escasa fortuna. Hasta que Lewandowski y Marc Prats, con sendos penaltis en la recta final, movieron finalmente de nuevo un marcador otra vez sonrojante para los barcelonistas.