Olympiacos aparta al Barça de la Final Four de Berlín
Nunca había logrado un equipo visitante imponerse en un quinto partido de la Euroliga y, en apenas unas horas, esa estadística se rompió doblemente. Venció el Fenerbahçe en la pista del Mónaco y se impuso también el Olympiacos al Barça en el Palau, en un partido en el que los azulgrana sólo fueron por detrás en los cinco últimos minutos. [Narración y estadísticas (59-63)]
De nada sirvieron las destacadas actuaciones de Laprovittola y Ricky Rubio, casi siempre providencial en las recuperaciones. La tardía pero oportuna explosión anotadora de McKissic, unida a las buenas actuaciones de Papanikolau y Milutinov, acabó por condenarlos a una derrota.
Todo lo que había en juego quedó más que patente en un primer cuarto con un tanteo impropio. El Barça se las arregló para llevarse el primer asalto por 12-9. Brilló, sobre todo, un Laprovittola que recuperó sus mejores sensaciones y fue vital también la irrupción de Ricky Rubio, con una lectura de juego que le permitió desesperar al conjunto griego con sus robos de balón.
El arranque del equipo de Grimau en el segundo periodo pareció empujar a los azulgrana a romper por primera vez claramente el duelo con un parcial de 6-0 que les permitió ponerse nueve arriba (18-9). Olympiacos, lejos de desesperarse, encontró la manera de apretar de nuevo las cosas, con un ataque eminentemente coral. El triunfo parcial, en este caso, caería del lado de los de Bartzokas (15-16).
Parcial de 2-15
Olympiacos, no obstante, haciendo gala de una mentalidad de hierro, confirmó su aparente recuperación forzando el empate al límite del final del tercer cuarto, tras responder con contundencia a un intento de escapada que tuvo a Vesely, Laprovittola y Abrines como protagonistas. Canaan, sobre todo, y Petrusev fueron los grandes argumentos para no sólo evitar que los azulgrana volvieran a sentirse cómodos sobre la pista, sino que propiciaron además que todo quedara pendiente de un último cuarto no apto para corazones débiles.
Un periodo en el que a los azulgrana les temblaron las rodillas en el peor momento. Con un parcial de 2-15, en el que brilló un al final inspiradísimo McKissic, los griegos lograron un 49-57 que acabó por convertirse en una losa demasiado pesada para los de Grimau, por mucho que, en un conato de arreón final parecieran capaces de volver a meterse en el partido, y que acabó por cristalizar en una derrota final por 59-63.