El Barça, abocado al quinto partido tras sufrir en El Pireo su peor derrota del siglo

El Barça, abocado al quinto partido tras sufrir en El Pireo su peor derrota del siglo

Actualizado Jueves, 2 mayo 2024 - 22:23

Un parcial de 17-0 en el segundo cuarto se llevó por delante al Barcelona en el Palacio de la Paz y la Amistad, donde cosechó su peor derrota a domicilio en este siglo en la Euroliga. El equipo de Roger Grimau, muy inferior en el rebote (47-31) y negado desde el perímetro (22% en triples), se jugará el miércoles su billete para la Final Four en el quinto partido ante Olympiacos. [Narración y estadísticas (92-58)]

"Se podía dar la derrota, pero la forma en la que se ha dado, no. No es agradable, no ha sido un buen día y como entrenador asumo la responsabilidad", aseguró Grimau en la sala de prensa. "No hemos sido capaces de igualar su físico. Nos han sacado de la pista a nivel ofensivo y defensivo", añadió, antes de reiterar que la manera de perder no había "sido buena", aunque el equipo deba ahora "levantar la cabeza y seguir adelante".

Shaq McKissic, autor de 21 puntos y seis rebotes, lideró la ofensiva del campeón griego, abriendo el mencionado parcial. Del 21-23 con el que se había cerrado el primer cuarto, el equipo de Georgios Bartzokas pasó a dominar con absoluta impunidad en ambos lados de la pintura. El acumulado de 35-9 despejaba ya cualquier duda acerca de cómo se cerraría la noche.

Poderío de Fall y Milutinov

Jabari Parker, decisivo en el tercer partido con sus tiros libres en el último segundo, fue el único jugador del Barça en cifras dobles (10 puntos). Ricky Rubio sólo pudo marcar el ritmo durante los primeros minutos, mientras Willy Hernangómez vivió intimidado por el poderío de Moustapha Fall (12 puntos, cinco rebotes) y Nikola Milutinov (ocho puntos, 11 rebotes).

Según desveló Grimau, Nico Laprovittola, quien sólo pudo lanzar cuatro veces en 16 minutos, viene arrastrando un "proceso vírico" que le obligó a un "gran esfuerzo" para saltar a la pista.

En su regreso tras perderse los tres primeros partidos de la serie por enfermedad, el capitán Kostas Papanikolaou anotó tres triples en el tercer cuarto para frenar definitivamente cualquier intento de remontada azulgrana.

El Barça se topa con un Olympiacos pétreo y arranca con mal pie el 'playoff'

El Barça se topa con un Olympiacos pétreo y arranca con mal pie el ‘playoff’

Actualizado Jueves, 25 abril 2024 - 00:01

La dureza física y el eterno espíritu competitivo de Olympiacos decidieron el primer partido del playoff en el Palau, donde el equipo de Giorgios Bartzokas terminó desquiciando a un Barcelona lejos de su mejor nivel. En un duelo presidido por las pérdidas y las faltas personales, los azulgrana dejaron escapar el factor campo. [Narración y estadísticas (75-77]

La baja del capitán Kostas Papanikolaou no pesó en el vigente subcampeón del torneo, capaz de superar la pésima actuación de Thomas Walkup, recuperado de su lesión de espalda, pero nulo tanto en la dirección como en el lanzamiento. Además, los griegos sufrieron el grave susto de Filip Petrusev, víctima de una torcedura en la rodilla en el tramo final.

Pese al incondicional apoyo del Palau, tan volcado en su equipo como iracundo ante las provocaciones de Isaiah Canaan, el Barça nunca pudo imponer su juego creativo. Ni siquiera con Jabari Parker, autor de 13 puntos y siete rebotes, aunque sin capacidad para liderar el ataque en situaciones de extrema necesidad.

McKissic y Williams-Goss

La movilidad interior de Petrusev, autor de 12 puntos al descanso, otorgó las primeras ventajas de consideración para los visitantes (35-44 al descanso). Las alarmas pasaron a nivel crítico gracias a la inspiración desde el perímetro de Shaquielle McKissic y las penetraciones de Nigel Williams-Goss.

A falta de inspiración, el Barça apretó en defensa, se encomendó a Nico Laprovittola, pero dos aciertos consecutivos de McKissic, el segundo tras un robo ante Ricky Rubio devolvieron la decena al cuadro heleno a falta de cinco minutos para el final (59-69). A partir de ahí, las alternativas se sucedieron con una regularidad exasperante.

Los libres de Larentzakis

A los triples de Rubio y Laprovittola, replicaron otro lanzamiento de Canaan desde el 6,75 y un 2+1 de Nikola Milutinovic en el último segundo de la posesión. Y a la precipitación de Parker se sucedió la rigurosa falta en ataque de Milutinov. Ni siquiera otro clamoroso error de Walkup, con una pérdida ante Ricky castigada con falta antideportiva, insufló ánimos suficientes al Barça.

Canaan arrastraba molestias en una pierna y su equipo defendía una pequeña ventaja (72-75). Esa posesión se había dibujado para Willy Hernangómez, pero el internacional español no pudo jugar el dos para dos previsto con Laprovittola. El último ataque, el de la lesión de Petrusev, fue resuelto con dos tiros libres de Giannoulis Larentzakis a falta de 35 segundos. Ni siquiera el asombroso mate de Parker, con el reloj casi a cero, bastó para derruir al pétreo Olympiacos.

El jodido Ricky Rubio

El jodido Ricky Rubio

Con 14 años colocaron el peso del futuro sobre sus adolescentes hombros. Un crío, todo pelo y nariz, designado como the next big thing. Era Magic Johnson, era Pete Maravich, era El Elegido.

Con 15 años, llevó a España al oro en el Europeo cadete con,

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Ricky Rubio en su vuelta al baloncesto y al Barça: "Me sentí un cobarde por no tener fuerzas"

Ricky Rubio en su vuelta al baloncesto y al Barça: “Me sentí un cobarde por no tener fuerzas”

Actualizado Lunes, 26 febrero 2024 - 16:40

Ricky Rubio volvió a jugar a baloncesto con la selección española sus dos primeros partidos del clasificatorio para el Eurobasket del año que viene. Su debut con el Barça, por ahora, aún no ha llegado, y las molestias en la rodilla que afloraron durante el duelo ante Bélgica puede hacer que tarde aún un poco. No obstante, prefiere centrarse en el ahora.

Esa es la gran lección que ha aprendido tras dar un paso al costado para cuidar de su salud mental. Así lo recalcó en su presentación oficial como jugador azulgrana, en este caso por segunda vez en su carrera. Por ahora, eso sí, sólo hasta el final del presente curso, aunque "comprometido al 100%". Lo más importante para él es ir paso a paso. "Si en algún momento esto vuelve, tendré que parar", confiesa.

"Hasta el domingo, pensaba en las ventanas FIBA. Hoy empieza mi etapa en el Barça y cuando acabe, pensaré en lo que venga", asegura el de El Masnou, quien se ha sentido plenamente arropado por el vestuario azulgrana. "He tenido sensaciones muy raras. Automatizamos mucho como jugadores y no nos damos cuenta de muchas cosas. Nos perdemos, el hoy, el ahora. Sientes que no has estado presente y que no has disfrutado. El vestuario me ha ayudado mucho a sentirme como uno más. Acerté de pleno al venir", reitera el base, quien considera que su historia puede servir de ayuda a otros que puedan verse en sus mismas circunstancias.

"Al principio pensé 'finge una lesión y así no tendrás que dar explicaciones', pero creo que puedo ayudar a otros que pasen por lo mismo. Que se hable de la salud mental es una victoria para la sociedad. En la NBA también está pasando. Aquí, con Álex. Cuando nos vemos reflejados en alguien, no nos sentimos solos. Por desgracia, todos necesitamos ayuda en algún momento y pedirla es de valientes", recalca.

"Me siento algo distinto, pero no dejo de ser Ricky. Seré transparente con mi proceso, porque creo que puede ayudar a otros. Siempre he tenido contacto con Navarro y eso ha facilitado mucho las cosas. Les expliqué mi idea y les agradezco mucho que se salieran de la línea", apunta un Ricky Rubio para quien volver a tocar un balón de baloncesto fue algo difícil de describir.

"Fue como subir al Dragon-Khan. Por suerte, tenía unas directrices, y lo afronté como un juego. El baloncesto es un juego. Nos lo tomamos a vida o muerte, y no es así. Es un proceso de subidas y bajadas, pero uno está seguro cuando las cosas se hacen bien y se tiene una base sólida", destaca el base azulgrana, quien confiesa que la opción de colgar definitivamente las zapatillas estuvo realmente muy presente.

"Desde el pasado 1 de agosto, cada día que me levantaba el baloncesto se había acabado, porque la persona desapareció. Hay cosas que van juntas, pero tengo que separarlas. Me construí de fuera hacia dentro y ahora lo he hecho al revés", señala. La situación que atravesó fue realmente complicada y le ha tenido apartado del baloncesto casi 8 meses.

"Me sentí un cobarde por no tener fuerzas. Por primera vez me prioricé, pensé en mí primero y creo que fue la decisión correcta", asevera. "He estado en la oscuridad, pero trabajando y con la ayuda de los profesionales necesarios, se puede salir. Una palabra, un abrazo, un 'estoy aquí', todo ayuda. Ahora, vuelvo a estar aquí", reitera el base, quien asume que, en estos momentos, sigue en pleno proceso de reconstrucción personal. "Ahora el Ricky actual está construyéndose y estoy muy orgulloso del proceso. La esencia está ahí, pero me siento raro. Cambiaré mecanismos que antes tenía", sentencia.