El Atlético supera el primer trámite para mantener la tercera plaza

El Atlético supera el primer trámite para mantener la tercera plaza

Cuesta mucho afrontar un tramo de liga con objetivos mínimos. Con la cabeza lejos y el cuarto cerca. Lo resolvió el Atlético sin apuros ante un Rayo con una gran presentación, pero con una mandíbula de cristal. Todo lo hizo bien en ataque, todo lo hizo mal en defensa. Los rojiblancos, claro, no perdonan lo segundo. [Narración y estadísticas (3-0)]

Siempre está bien presentarte en el Metropolitano y amasar el balón el primer minuto de partido y tener a los rojiblancos persiguiendo sombras. El problema es cuando en el siguiente minuto, apenas en el segundo de duelo, dejas que el Atlético marque. Lo hizo Sorloth, un nueve especialista en goles saliendo desde el banquillo pero con actuaciones menos brillantes como titular. Convirtió una preciosa banana de Giuliano en la que Batalla pudo hacer más.

Pero el noruego estaba dispuesto a cambiar su suerte por lo civil o por lo criminal. No se habían cumplido 10 minutos cuando ya acumulaba dos ocasiones más: un cabezazo similar al del gol, pero asistido por Galán desde el otro costado y un pase en profundidad de Julián que el delantero persiguió al espacio y, esta vez sí, el cancerbero argentino respondió bien al disparo seco.

Diagonales libres

El Rayo se mostró como un equipo de dos caras en el estadio rojiblanco. Su salida de balón es de equipo grande y en fase ofensiva daba gusto verles ocupando los espacios. Fruto de ello llegó una preciosa y vertiginosa combinación a la media hora de juego que culminó Isi, pero se encontró con una soberbia mano de Oblak. El problema es que cuando perdía el balón no sólo le costaba recuperarlo, sino que se posicionaba mal dejando las diagonales libres para los atacantes rojiblancos. Un paraíso para Giuliano y Sorloth.

Volvió el noruego a percutir un centro de Galán en respuesta a la ocasión de Isi, pero su cabezazo se marchó fuera obstaculizado con mucha picardía por Ciss. El partido era un ida y vuelta maravilloso. Lo que se podía prever un duelo de vagancia entre dos equipos sin grandes objetivos fue una pachanga sin mucho rigor defensivo, pero una delicia para los 50.000 espectadores que se atrevieron a acudir un jueves a las 21.30 al Metropolitano. Un horario descabellado en primavera, pero habitual en verano. Afortunadamente, la noche fue más de lo segundo que de lo primero para una de las peores entradas del año en el feudo rojiblanco.

Volvió el Rayo a exhibir esa debilidad defensiva justo antes del descanso. Mal momento para hacerlo por lo anímico. En una jugada lenta, sin aparente peligro, rompió Gallagher por el centro del área para que el periscopio de De Paul encontrase al inglés, que puso la testa. Doblaban la distancia los rojiblancos para desesperación de Íñigo. El técnico rayista miraba al suelo esperando que en la segunda parte la mandíbula de su equipo no fuera tan floja.

Cabezazo de Sorloth ante Óscar Valentín.

Cabezazo de Sorloth ante Óscar Valentín.AFP

Quizás se animaran los vallecanos con el modo Superbowl que activó el Atlético en el descanso con la actuación de Beret con su mítica canción Si por mí fuera. Si por el Rayo fuera, la segunda parte sería de menos vistosidad y más contundencia para sus intereses. Y lo cierto es que no tuvieron suerte en el 51 porque Isi remató de cabeza solo ante Oblak, pero el remate fue al muñeco.

Griezmann, suplente

Mientras, Griezmann calentaba en la banda para entrar en la segunda parte. Segunda suplencia seguida de la leyenda rojiblanca en 138 duelos, algo que no ocurría desde el inicio de la temporada 2022/23 por las circunstancias contractuales con el Barça. Entró a la hora por Sorloth. Se había desinflado el noruego con el choque. Quizás es un hombre de periodos cortos.

Casi emboca el francés su el primer balón que tocaba tras una dejada de Julián y luego se durmió ante Batalla en otro buen pase del argentino. Quizás no un gol, pero para asistir siempre está el galo. Puso un pase en profundidad maravilloso para que La Araña no se marchase de vacío. Primer trámite con la Liga perdida resuelto. Este era importante porque la victoria del Athletic obligaba a sumar para asegurar la tercera plaza. Objetivos pequeños.

Imanol dejará de ser entrenador de la Real Sociedad en junio

Imanol dejará de ser entrenador de la Real Sociedad en junio

Actualizado Jueves, 24 abril 2025 - 14:23

El entrenador de la Real Sociedad, Imanol Alguacil, no continuará en el club la próxima temporada, ha informado la entidad txuri urdin club en un comunicado.

A pesar de que tenía una oferta de renovación de su contrato, que finaliza este 30 de junio, el técnico guipuzcoano ha comunicado al club su decisión de no seguir al frente del primer equipo la próxima campaña.

Alguacil cierra así un exitoso ciclo de seis temporadas y media en el banquillo de la Real Sociedad, a la que llevó a lograr el título de la Copa del Rey de 2020, el primer trofeo del club en este siglo (aparte de la Liga de Segunda División), además de clasificar al club para competiciones europeas cinco temporadas consecutivas.

El entrenador guipuzcoano ha comentado en varias ocasiones que la Real le había ofrecido renovar, pero que prefería esperar para comprobar la evolución del equipo, por lo que emplazó a finales de abril o principios de mayo para comunicar su decisión.

Finalmente, no ha agotado ese plazo y el club ha anunciado hoy su marcha, que obligará a la Real Sociedad a abrir un nuevo ciclo, ya que tampoco estará el otro gran pilar del proyecto, el director deportivo, Roberto Olabe.

Alguacil militó siete temporadas como jugador en la Real Sociedad, entre 1991 y 1998 y dos en el Villarreal, tras lo que pasó por clubes como el Real Jaén, la Cartagonova y el Burgos, donde se retiró en 2003.

Su carrera como entrenador comenzó en el club de su localidad, el Orioko, para integrarse posteriormente en la estructura de Zubieta, donde dirigió al filial durante cuatro temporadas. Su primera oportunidad en el primer equipo llegó tras la destitución de Eusebio Sacristán, en marzo de 2018, cuando se hizo cargo de la primera plantilla de manera provisional.

La siguiente temporada la comenzó como técnico del filial, hasta que la Real destituyó a Asier Garitano, en diciembre de ese mismo año, y volvió a confiar en Alguacil, que desde entonces ha ocupado el banquillo txuri urdin. Una Copa del Rey, dos veces semifinalista de este torneo y cinco participaciones consecutivas en competiciones europeas, una de ellas en la Liga de Campeones, constituyen el balance del entrenador que ha dirigido más partidos consecutivos a la Real, 325, justo uno más que otra leyenda blanquiazul, Alberto Ormaetxea.

El Madrid sufre en Getafe, pero sale vivo gracias al pie de Arda Güler y las manos de Courtois

El Madrid sufre en Getafe, pero sale vivo gracias al pie de Arda Güler y las manos de Courtois

El Madrid sigue vivo en la guerra de la Liga tras la batalla de Getafe, donde el pie de Arda Güler, timón y goleador, le valió para mantenerse a cuatro puntos del Barça. Tambaleó, eso sí, en un final de infarto donde jugó con uno menos por la lesión de Camavinga. La noche del sur de Madrid la hizo suya Güler. El turco aprovechó las rotaciones de Ancelotti, que sentó a Camavinga, Modric, Ceballos y Bellingham, y se convirtió en el líder del conjunto blanco. Acompañó a Tchouaméni y Valverde en el centro del campo, abandonó la mediapunta, bajó a la base izquierda de la jugada y ordenó y creó para los suyos en una parada clave en la lucha por la Liga. [Narración y estadísticas (0-1)]

El Madrid creció a partir de su pie izquierdo. Calmado, a pesar de la intensidad inicial del Getafe, pausó y aceleró el juego cuando debía, rompiendo líneas en conducción o tocando con los centrales a la espera de la presión rival. Su posición puede abrir una solución para Ancelotti a medio plazo. El Madrid busca desesperadamente un cerebro que complete el puzle de sus próximos años, alguien que sustituya las virtudes de Kroos. Y el turco, mediapunta como el alemán en sus inicios, tiene detalles para crecer en ese puesto.

Y además, Güler puso la guinda a su partido con el 0-1, que asentó las ideas del Madrid en Getafe y puso su mente camino de la final de la Copa del Rey de este sábado ante el Barcelona. Los de Ancelotti fueron superiores al cuadro de Bordalás, que apostó por un bloque sólido en defensa pero sin profundidad en ataque. No le ganó la batalla del centro del campo al Madrid, entregó el balón y estuvo vendido cuando los blancos consiguieron abrir su defensa.

Caminando por el alambre

Valverde y Fran García lo probaron en el primer cuarto de hora, justo antes del gol del turco. Vinicius arrancó en una contra tras un córner de los locales y provocó el tanto. Brahim no aprovechó el pase atrás del brasileño y el rechace terminó en Güler, que batió a Soria con la derecha desde la frontal del área. Sin reacción, el Getafe repitió un plan: balones largos para que Borja Mayoral se peleara con Asencio y alguno de los centrocampistas pudiera lograr una segunda jugada. Tuvo intentos, pero no puso en aprietos a Courtois.

En el otro área, el Madrid se adueñó del balón y buscó romper al espacio con Vinicius y Endrick, que entró en el lugar de Rodrygo y tuvo un mano a mano clarísimo en el minuto 30. Alaba le encontró en largo, el joven delantero tiró una pared con Vini y cuando estaba delante del portero, no logró superarle. Hubiera sido la sentencia de un partido que seguía en el alambre, a un gol de ponerle en bandeja la Liga al Barça.

Pero el paso por vestuarios descolocó al Madrid. Alaba, con molestias en la pierna izquierda, se quedó en la caseta y Camavinga entró en el césped, obligando a Tchouaméni a pasar al centro de la defensa. Y lo que carburaba a pleno rendimiento se gripó. Güler dejó el mando y los blancos comenzaron a perder duelos individuales alentando al Getafe. Lo vio Bordalás, que apretó la salida blanca y lo apostó todo al ataque, dando entrada al gigante Álvaro, canterano madridista, a Coba y a Peter, látigos en la banda. Por ahí nació el peligro local.

Una de las paradas de Courtois ante el Getafe.

Una de las paradas de Courtois ante el Getafe.AP

El Madrid, con la Liga en juego, sufrió. Por el ímpetu rival y por sus propios errores, inadmisibles en un equipo que está peleando por el título. En el 56, Endrick tuvo otro mano a mano clarísimo ante Soria, pero con tiempo para pensarlo todo, intentó una vaselina que apenas se levantó del suelo. En la banda, Ancelotti se desesperó y llamó a Bellingham, que estaba calentando.

El enfado del italiano fue a más cuando Vinicius erró otra ocasión clarísima que hubiera sentenciado el duelo y les hubiera dado libertad para pensar en La Cartuja. El brasileño arrancó hacia portería en una contra, amagó ante varios defensas y en lugar de ceder a Bellingham, se jugó el disparo, forzado ante Soria, que sacó a córner.

Arambarri, en el otro área, perdonó la vida liguera del Madrid al definir desviado ante Courtois y el duelo entró en el drama con la lesión de Camavinga, que dejó a los blancos con diez en los últimos minutos. Ahí apareció el héroe Courtois, salvando a su equipo ante un disparo potente de Álvaro. Vivió el Madrid.

Pep Chavarría, el niño que nunca dudó que sería futbolista y el hombre que tiene momentos de bajón: "Antes las palabras depresión o ansiedad no existían"

Pep Chavarría, el niño que nunca dudó que sería futbolista y el hombre que tiene momentos de bajón: “Antes las palabras depresión o ansiedad no existían”

Pep Chavarría (Figueres, 1998) tarda en llegar a la entrevista con ELMUNDO. Tiene tratamiento y él es, ante todo y desde pequeño, un «profesional» consciente de la importancia de respetar la vida de futbolista. Una vida que siempre supo que tendría, pese a los sacrificios que conlleva.

Está muy en forma.
Hoy todos los futbolistas se cuidan al mínimo detalle porque es algo esencial, es su trabajo: alimentación, descanso, entrenamiento, preparadores físicos, fisios... Esa es la clave. Y yo desde pequeño he tenido esa disciplina de entrenar mucho y de cuidarme y lo agradezco.
¿Se entrena mucho fuera del club?
La mayoría tenemos algún entrenador personal para intentar llegar a la excelencia físicamente, pero mentalmente también, porque hay que trabajar todo. Yo lo hago.
¿Tiene coach?
Sí. Se nos pasan muchas cosas por la cabeza a lo largo de la temporada y la clave es no ser una montaña rusa, sino mantenerte estable. Ellos te hacen ver las cosas como son, tener los pies en el suelo. Cuando va muy bien no eres tan bueno y cuando va mal no eres tan malo. Se centran mucho en eso, en que tengas un equilibrio durante el curso.
¿Siempre ha sido fuerte mentalmente o ha tenido bajones?
Todos los futbolistas hemos tenido siempre algún bajón, por eso trabajo en ello. Aunque al final vas cogiendo experiencia a lo largo de los años y en esos momentos donde flaqueas un poco, tener esa ayuda siempre viene bien. Es imposible mantenerte toda la temporada al 100%.
Antes era más tabú, ¿no?
Sí, antes la palabra depresión o ansiedad no existían. Hoy las enfermedades mentales han aparecido en varios futbolistas. Se les tiene que dar mucha importancia porque creo que el 80% puede ser la cabeza y lo demás será el físico, la táctica, la técnica...
¿Cree injusto que les llamen privilegiados y no valoren eso que dice?
Es normal que lo piensen porque jugamos al fútbol y ganamos dinero, pero detrás hay muchos sacrificios. No quiere decir que no seamos privilegiados porque trabajamos de algo que nos apasiona y eso es el éxito.
El futbolista, en uno de los banquillos de Vallecas.

El futbolista, en uno de los banquillos de Vallecas.Elena Iribas

¿Preveía así su vida de futbolista?
Desde que tenía 17, 18 años, sabía que iba a ser futbolista profesional. Era mi plan A y sólo tenía un plan A. Sí que me la había imaginado así, con muchísimo trabajo, mucho sacrificio, pero nosotros amamos esto: levantarnos para ir al gimnasio, entrenar por la tarde, tratarte, cuidarte... una rutina que cuando te la quitan, la echas de menos. Me pasa en los parones. Yo estoy siempre conectado.
¿Ve mucho fútbol?
Me encanta, si puedo veo todos los partidos de Primera e incluso de Segunda, especialmente del Zaragoza, mi ex equipo. Lo disfruto y también lo uso para aprender.
¿Usted llegó a dudar?
En ningún momento, lo tenía claro. No salgo de un filial, ni de una cantera y... no sé. ¿Sabes cuando tienes un sentimiento dentro que dices voy a llegar? Pues me pasaba eso.
¿Es más o menos difícil llegar cuando se está en una cantera?
Cuando tenía 15 estuve en Girona y me acuerdo que había muchísimos compañeros que les quería al Barça, el Atlético... Si te soy sincero, de esa época creo que no llegó ni uno a jugar como profesional. Depende de muchas cosas. Son tantos los niños que juegan en el mundo y lo desean...
Uno de ellos Lamine y mire dónde está ahora, ¿es uno de los mejores?
Está, con 17 años, siendo de los mejores extremos del mundo. Hoy ves un montón de jugadores jóvenes que con 17-18 años juegan al fútbol que parece que no tienen ninguna presión, que están en la pista de su barrio, pero hace siete u ocho años eso era casi imposible, porque no se confiaba tanto en los jóvenes. Me alegro que ahora se confíe más en ellos.
El jugador sostiene un balón en el banquillo.

El jugador sostiene un balón en el banquillo.Elena Iribas

También es muy joven su técnico, ¿eso es bueno o es malo?
Se agradece que haya sido futbolista porque te entiende en muchos aspectos, él ha vivido lo que estamos viviendo. Nos ayuda y nos trata por igual. Él se hace imponer, pero transmite calma y serenidad.
¿Se ha planteado usted serlo?
Nunca se sabe, podría ser. Me gusta mucho ver fútbol, fijarme en lo táctico y bueno, quizá en un futuro.
¿Cómo manejaría el vestuario?
Con el coach ahí al lado porque si no, madre mía. (risas).
En el suyo no hay malos rollos, ¿verdad?
No, aquí no la verdad, yo creo que también porque llevan muchos años con un grupo que los jugadores han jugado muchas temporadas juntos, entonces los que vienen aprenden de ellos también, les inculcan los valores que tienen y esto pasa de jugador que está aquí ya contrastado y viene uno nuevo y así sucesivamente.
¿Qué es Vallecas para usted?
De los campos más especiales de Primera División. Tienes la gente a un metro, los escuchas, es un estadio donde hay mucha presión, te animan en cualquier momento, llueve y se quedan ahí ... Jugar en Vallecas yo siempre he dicho que mola mucho y es muy especial.

Entrevista flash

Djené: "Muchos en África creen que vas a Europa, ganas mucho dinero y lo mandas de vuelta. Y no es así de fácil, no les dicen la verdad"

Djené: “Muchos en África creen que vas a Europa, ganas mucho dinero y lo mandas de vuelta. Y no es así de fácil, no les dicen la verdad”

Djené Dakonam (Lomé, Togo, 1991) asoma por los pasillos del Coliseum de Getafe con la autoridad que le otorga el brazalete de capitán, las ocho temporadas que lleva en el club, los músculos (no nos vamos a engañar) y una vida de viajes y trabajo. De Togo a España pasando por Ghana, Benin, Camerún y Bélgica. Una experiencia con la que trata de convencer a las nuevas generaciones, admite tener «miedo» del futuro por sus hijos y por una sociedad que «ha cambiado mucho» y en la que «a los jóvenes no les dicen la verdad», explica, sobre el famoso 'sueño europeo'. En el césped, donde hoy se mide al Madrid, va con todo.

Usted nace un 31 de diciembre en Lomé, capital de Togo.
Mis padres son de Dapaong, pero yo nací en la capital. Una buena fecha porque celebrábamos la Navidad y el Año Nuevo. Somos cristianos, aunque ahora yo no soy muy practicante. Y desde pequeños jugábamos al fútbol, siempre después del colegio. Yo vengo de una familia humilde y para mis padres el colegio era importantísimo, tenía que estudiar sí o sí. Luego dejaba la mochila y a jugar.
Hábleme de su familia. ¿Sus padres a qué se dedicaban?
Somos cuatro hermanos y yo soy el más pequeño, era el más mimado. Mi padre era sastre y mi madre se dedicaba a comerciar vendiendo cosas en la calle. Yo iba de casa al colegio y luego al campo de fútbol.
¿Sigue en contacto con sus amigos de la infancia?
Sí, con la mayoría. Lo que pasa que soy el único que sigue jugando al fútbol. La mayoría ya se dedica a otras cosas en Togo, unos tienen trabajo, otros no... Pero... Yo querría volver a mi infancia, ¿sabes?
¿Por qué? Cualquiera diría que ahora tiene una vida más fácil, ¿no?
Todo era más... Limpio. Te lo juro. Quiero vivirla otra vez. Ahora lo tengo todo, familia, hijos... Y todo se complica un poco a veces porque no vives sólo para ti. Yo vivo para mí, para mis hijos, para mis padres... Es un peso. A veces está bien, pero a veces cuesta.
Cuando vuelve a Togo y está de nuevo con la gente con la que ha crecido, ¿qué se le pasa por la cabeza?
Lo aprovecho todo. Todos los años necesito ir allí en vacaciones para vivir con ellos el presente de mi país. Tengo que ir y estar con ellos, hablar del país, de lo que pasa, de lo que va bien y lo que va mal, de ver qué puedo corregir desde mi posición... Es algo que me da mucha más fuerza. Vivir lo que pasa realmente, porque leo los medios y a veces no te cuentan la realidad, la gente te cuenta otras cosas.

JAVIER BARBANCHO

¿Cómo corrige usted las cosas de su país?
Lo primero es ir allí y decirles la verdad, porque hay gente que se cree que todo es fácil, que llegas a España, juegas en la Liga y todos pueden hacerlo porque es fácil. Y no es así. La vida no es así. Intento decirles la verdad para que despierten, que todo se consigue trabajando con humildad. Y luego pues si la gente me cuenta sus proyectos intento estudiarlos y ayudarles. En mi pueblo me ven como un icono, soy el único futbolista, y las cosas ahí no son fáciles... No es fácil comer tres veces al día, así que si puedo les ayudo económicamente o de forma material, con proyectos de agricultura y cosas así.
Usted completó el famoso 'sueño' europeo, aunque esa no es la realidad de muchos inmigrantes.
Muchos creen que vas a ir Europa, vas a ganar mucho dinero y lo vas a mandar de vuelta, así de fácil. Y mi carrera no ha sido fácil. Jugué en Togo, en Ghana, en Benín y en Camerún antes de que me surgiera la oportunidad del Alcorcón. Es una lucha y a los jóvenes no se les dice la verdad. Entonces cada vez que puedo intento decirles la verdad. Mis amigos ya saben que no es algo fácil.
¿Qué es el fútbol para usted?
Todo. Cuando era joven estaba en la universidad, porque mi madre quería que fuera médico. Jugaba en la selección sub'18, creo, pero ella quería que estudiara. Hasta que me dio un clic, cogí la mochila y le dije que me iba a jugar al fútbol a Camerún, a la Primera División de allí. Me pidió que no me fuera, que estudiara, pero lo tenía claro y le dije "mamá, me voy".
Y en 2014 fichó por el Alcorcón, que entrenaba Bordalás. ¿Cómo lo consiguió?
Esto no sé si se sabe. Yo estaba en Camerún, en agosto de 2014, y de repente mi agente me llamó diciendo que había conseguido una prueba de dos semanas con el Alcorcón. Fui a muerte en cada entrenamiento y luego el director deportivo me dijo que no me quería, que ya tenía dos centrales y tres laterales. Así que me fui al hotel pensando en volver a Camerún. Y ahí me llamó otra vez diciendo que el entrenador, Bordalás, quería que me quedara. Y me quedé. Bordalás fue la clave.
¿Dónde vivía?
Vivía en Alcorcón, en un piso... Complicado. El otro día fui por la zona con mis hijos para que vieran dónde vivía. Era un piso... Uf. Tenía que ser cerca del campo e iba caminando todos los días, porque no tenía coche ni carnet. Pero lo superé porque sé de dónde vengo, me da igual el frío o el calor.
¿Sus hijos saben de dónde viene?
Sí, porque cada vez que tenemos vacaciones vamos a Togo para que vivan también esa realidad, lo que hay, que la vida no es tan sencilla.

JAVIER BARBANCHO

Dos años en Alcorcón, ficha por el Sint-Truidense de Bélgica, está un año y vuelve a España, al Getafe, de nuevo con Bordalás.
Tenía dos ofertas para volver a España, una del Getafe y otra del Levante. Al Levante lo entrenaba Muñiz, que había sido mi entrenador en mi segundo año en Alcorcón. Tenía dudas, así que llamé a mi madre. Y ella, que sabe cosas, me dijo "vete con tu primer entrenador, con el que te acogió como un hijo". Así que me fui con Bordalás, aunque la oferta económica del Levante era mejor. Y mira, ocho temporadas ya.
Hábleme de su cuerpo. ¿Cuánto lo ha trabajado y cuánto hay de genética?
Hay genética, claro, pero sin trabajo no vale nada. Yo desde joven lo he trabajado muchísimo, más que el trabajo con balón. En mi país no había gimnasio, pero aún así hacíamos de todo. Y luego, claro, hay cosas naturales. Cuando iba al colegio tenía que andar mucho y a veces íbamos corriendo o íbamos a coger agua de un pozo a casa y la llevábamos en los brazos durante mucho tiempo.
¿Usted le tiene miedo a algo?
Antes no, pero ahora sí. Tengo miedo por mis hijos, por lo que veo ahora, por lo complicado que es el mundo. No tengo miedo por mí, sí por ellos. Por el futuro, porque creo que el mundo en general va mal. Creo que en el mundo en el que yo vivía antes, cuando era niño, había más amor. Ahora hay más dinero, más cosas... Los seres humanos no vivimos como antes, la sociedad ha cambiado mucho, también en mi país y en África. En mi país la gente no ríe como antes, cada año que voy es peor. Están más tristes.
¿Ha sufrido racismo?
Yo en el campo me concentro mucho, de verdad, y los ruidos de fuera no los escucho. Y fuera... Yo voy tranquilo a los sitios y la gente no me lo dice, pero existe. Veo cosas. Veo cosas con mi mujer, con mis hijos... Pero lo asumo con humildad y creo que es un problema de educación. Creo que tenemos que educar más. Un padre no puede venir con su hijo al campo de fútbol y decir algo racista con el hijo delante, porque el hijo lo repetirá, seguro. Es algo que va de generación en generación y es un problema de educación. No sé si parará algún día, pero espero que vaya a menos porque creo que hay más gente buena que mala. En España hay mucha buena gente. Por ejemplo, con mi hijo en el colegio siempre se han portado bien.
Me han dicho que su ídolo de adolescente era Andrés Iniesta.
Sí, mi favorito. Empecé a verle cuando yo tenía 16 años o así, en 2007. Veía algo de fútbol en una televisión y me gustaba mucho. Yo era defensa, pero me daba igual, es un jugador que lo veías jugar y sólo podías decir 'guau'. Gracias a Dios jugué contra él en su último año.
Tebas, sobre el truco del Barça para mantener la inscripción de Olmo y Víctor: "Según el CSD, Di Stéfano sigue con licencia del Real Madrid"

Tebas, sobre el truco del Barça para mantener la inscripción de Olmo y Víctor: “Según el CSD, Di Stéfano sigue con licencia del Real Madrid”

Con gesto serio presentaba Javier Tebas, presidente de LaLiga, los resultados económicos de la patronal de la temporada 2023/24. El máximo mandatario dejaba la exposición de los datos financieros en Javier Gómez, el director General Corporativo, aunque luego los valoraba positivamente. "El rendimiento es óptimo cuando comparamos inversión con resultados deportivos", apuntaba el mandatario.

Había motivos para presentar cualquier gesto a la hora de explicar la evolución de la competición. Los ingresos de LaLiga han crecido hasta los 5.049 millones de euros frente a los 4.892 del curso pasado. La cifra de la actual ya alcanza los niveles prepandémicos, en 2019 los ingresos de la competición alcanzaban los 5.065.

Mientras que en el caso de la inversión de jugadores, los clubes españoles seguían bajando respecto a otros cursos. Tras la recuperación postcovid, ya son dos años seguidos en los que LaLiga reduce el balance entre compra y venta de futbolistas. La competición ha bajado de los 685 millones a los 645. "En otros lugares se derrocha dinero, nosotros somos la liga más eficiente. Otras competiciones invierten mucho, pero luego sus jugadores no valen", apuntaba.

Tebas se refería principalmente a la capacidad que han exhibido la Serie A y especialmente la Premier en lo que respecta al mercado. Ambas competiciones habían gastado 283 y 842 millones, respectivamente, frente a los 60 millones de beneficio en el mercado español. "La Premier y Serie A son peores gestores, nosotros estamos contentos", apuntaba el presidente.

De hecho, en España han aumentado las inversiones en infraestructuras, principalmente debido al Plan Impulso, que toma parte de los ingresos del fondo CVC, por encima incluso de las de jugadores. Habamos de 830 millones para la construcción de estadios, ciudades deportivas y demás infraestructuras frente a los 735 en futbolistas.

FC Barcelona

Dentro de la presentación de estos datos, tanto Javier Gómez como el propio Tebas han recalcado que se habían sacado las famosas "palancas" con las que había maniobrado el FC Barcelona en los últimos informes presentados a la competición nacional.

Preguntado respecto a si el Barça podría volver a estar en la regla del 1/1, que le permitiría inscribir jugadores con normalidad, Tebas era claro: "Es un club que sabe lo que tiene que hacer y esperemos que no lo dejen a 48 horas del límite", ironizaba sobre la situación de Dani Olmo y Pau Víctor. También aseguraba respecto a la pérdida de la palanca de 100 millones de los palcos Vip del Camp Nou que él no era auditor y que será el que tienen el que lo determine.

Respecto a la resolución del CSD que permitía al club blaugrana inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor, Tebas lo calificaba como "ingeniería jurídica" y aseguraba que lo que había dicho el organismo gubernamental era que las licencias de los futbolistas siempre habían estado vigentes. "Según el CSD, Di Stefano sigue con licencia del Real Madrid", ironizaba.

33 días, seis jornadas y cuatro puntos entre Barça y Madrid: una primavera de tensión en el fútbol español

33 días, seis jornadas y cuatro puntos entre Barça y Madrid: una primavera de tensión en el fútbol español

La pelea por el título de Liga entra en su recta final con seis jornadas convertidas en seis clásicas de primavera. Si el ciclismo tiene sus cinco Monumentos, Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja y Lombardía, el fútbol español vivirá 33 días de tensión desde esta tarde hasta el próximo domingo 25 de mayo, fecha de la última jornada. Un mes y tres días para decidir qué equipo se hace con el campeonato doméstico. Serán los 18 últimos puntos de la temporada, con el clásico del domingo día 11 en Montjuic como punto de inflexión definitivo y con el Atlético, a 10 del Barça, esperando un milagro casi imposible.

La agónica victoria del Madrid ante el Athletic en el Bernabéu, en el encuentro más difícil que le quedaba en casa este curso, le mantiene a cuatro puntos de un Barça que sufrió ante el Celta en Montjuic y que tiene las semifinales de Champions contra el Inter como piedra en el camino de la Liga. De cómo el cuadro de Hansi Flick gestione la exigencia liguera y continental dependerá lo abiertas que estén las trincheras de la guerra por la Liga.

Es la primera vez desde 2019 que el Barça tiene que pelear los dos grandes trofeos del curso a la vez a estas alturas de abril. Ese curso, el 18-19, fue capaz de levantar la Liga, pero cayó en semifinales de Champions ante el Liverpool tras un desastroso partido de vuelta en Anfield Road. En ese momento era líder destacado del Campeonato, así que su puesto liguero no se vio afectado por la exigencia continental, pero este mes será diferente. El Madrid acecha.

El calendario del Barça

El conjunto azulgrana inicia esta noche ante el Mallorca su particular Tourmalet, siguiendo con las comparaciones ciclistas. La etapa reina de la temporada del Barça incluye la eliminatoria de Champions contra el Inter, el 30 de abril y el 6 de mayo, la final de la Copa del Rey del sábado, tres recibimientos ligueros ante Mallorca, Madrid y Villarreal, y tres visitas al Valladolid, Espanyol y Athletic, el más complicado.

Nueve citas a las que la plantilla de Flick llega exprimida tras un curso extenuante y con Lewandowski, su delantero estrella, en la enfermería. El polaco se perderá el clásico de Copa y no se le espera hasta la vuelta de Champions, previa al encuentro contra el Madrid en Liga.

«Espero que Lewandowski llegue a los partidos decisivos», dijo ayer el técnico alemán, que vio la remontada contra el Celta como un «toque de atención». «El camino es largo y falta mucho, el Madrid también querrá lograr sus objetivos. Tenemos que centrarnos en nosotros mismos y en gestionar el cansancio. Es importante tener las piernas frescas y gestionar la carga de minutos, porque los jugadores se ven en forma y no quieren descansar», reflexionó.

Las citas del Madrid

Enfrente, el Madrid de Ancelotti y una final de Copa que Flick cree que «no influirá», aunque en Valdebebas sí se toma como un punto de inflexión importante de cara a este último mes de temporada. Ganar en La Cartuja levantaría la moral del vestuario y de la grada, frustrados ambos tras la derrota contra el Arsenal en Champions.

Los blancos, liberados, para su desgracia, de cualquier eliminatoria continental, visitan mañana Getafe y viajarán el próximo mes a Montjuic y al Pizjuán, además de recibir a Celta, Mallorca y Real Sociedad, equipos que se están jugando una plaza europea, pero ante los que deben sumar tres puntos y esperar una derrota azulgrana, algo que no sucede en Liga desde diciembre (1-2 ante el Atlético en Montjuic).

En el debe de los blancos, un dato: en los últimos 35 años sólo han ganado dos Ligas consecutivas, en 2007 y 2008. Nunca más. Y Ancelotti, al que sólo un milagro salvaría de poner fin a su etapa en el banquillo del Bernabéu este verano, nunca ha levantado dos títulos ligueros seguidos en toda su carrera.

«La afición, como nosotros, cree que todavía podemos sacar algo esta temporada», respondió Ancelotti el domingo. El italiano espera a Mbappé para la final de Copa y tiene que lamentar las bajas de Carvajal y Militao, pero parece haber encontrado en Valverde y Camavinga la solución a sus problemas en los laterales. Kylian, además, tiene ante sí la posibilidad de recuperar terreno en la lucha del Pichichi contra Lewandowski: 22 contra 25.

Hansi Flick, sobre la vuelta de Ter Stegen: "Está listo"

Hansi Flick, sobre la vuelta de Ter Stegen: “Está listo”

Actualizado Lunes, 21 abril 2025 - 14:31

Hansi Flick confirmó el runrún que ha ido recorriendo todo el entorno azulgrana en las últimas semanas: Marc-André Ter Stegen volverá a jugar con el Barça antes de que termine la temporada. Lo único que está pendiente ahora de decidir es cuándo.

Según indicó el técnico alemán, su compatriota ya está plenamente recuperado de la gravísima lesión de rodilla que sufrió a finales de septiembre del año pasado y que provocó que el club se lanzara a por el fichaje de Wojciech Szczesny como recambio. Si la vuelta del capitán barcelonista tuviera lugar también en la Champions además de en la Liga, su regreso tendría consecuencias muy negativas para el polaco: su ficha debería ser intercambiada por la del germano.

El entrenador barcelonista, no obstante, no quiso profundizar en cuándo podría tener lugar ese regreso del portero alemán. "Ter Stegen está listo, está preparado para volver. Hablaremos para decidir qué es lo que debemos hacer. Hablándolo con él, decidiremos cuándo es el mejor momento para volver, pero sí, está en condiciones de poder volver a jugar", aseguró un Flick que prefirió andarse con pies de plomo en el caso de la última lesión que ha zarandeado el vestuario azulgrana: la de Robert Lewandowski. "Confío en que llegue a los partidos decisivos, pero hay que esperar. No sabemos cuándo volverá ni cuánto tiempo tendrá que estar de baja. Prefiero no decir nada más", se limitó a comentar el germano.

En este caso, la opción tal vez más clara para reemplazarlo con vistas al duelo de mañana contra el Mallorca y la final de Copa frente al Real Madrid sería Ferran Torres, pero el técnico quiso dejar claro que deberá dosificar al valenciano. "Es muy importante gestionar esta situación. Ferran está en un buen momento de su carrera y lleva 10 goles en la Liga. Su posición es la de 9, tiene buena dinámica y aporta mucho a nivel defensivo. Está en un buen momento, pero hay que gestionarlo porque lo necesitaremos hasta el final de temporada", deslizó.

Flick sigue preocupado por la acumulación de minutos que soporta su plantilla. "Tenemos que gestionar el cansancio. Es muy importante tener las piernas frescas. Por eso, hay que gestionar la carga de minutos. No es fácil, los jugadores quieren demostrar que están en forma y no quieren descansar, pero deben aceptar nuestras decisiones. Siempre buscamos lo mejor para el equipo", insistió el entrenador del Barça. También aseguró que los suyos deberían saber aceptar sus decisiones, tanto al ser sustituidos como por el hecho de quedarse finalmente sin jugar un partido en referencia al enfado de Ansu Fati.

"Puedo entender que los jugadores no estén contentos, fui profesional y les entiendo. Todos quieren demostrar que pueden aportar y ser parte del equipo. Lo que no entiendo es la reacción. Es una situación que deben saber aceptar. Ante el Celta firmamos una gran remontada tras ir perdiendo y creo que tomamos las decisiones acertadas. Todo el mundo celebró la victoria. Lo que me gusta es ver la reacción que muestran sobre el terreno de juego", señaló un Flick que aseguró que la final de Copa no marcará el desenlace de la Liga, al que aún ve muy abierto. "Nunca se sabe qué pasará. Contra el Celta, sufrimos, pero el Real Madrid también lo hizo contra el Athletic. La Liga está muy disputada, espero no ceder ningún punto, pero hay que jugar. Si no hacemos las cosas bien, como contra el Celta... Tenemos que mejorar y espero que haya sido un toque de atención para aplicar correcciones y avanzar en el buen camino. Aún falta mucho. El Real Madrid es un equipo fantástico y también querrá lograr sus objetivos", recalcó.

"Para mí, lo más importante es centrarnos en nosotros mismos. Tenemos calidad suficiente para ganarle a cualquiera, pero solo si hacemos bien las cosas. Tras el partido contra el Celta, con la remontada, estoy notando mucha energía positiva, y eso es lo que me gusta de verdad. El equipo está en un buen momento y hay que seguir así", sentenció.

El "no pensé mucho" de Valverde y las quejas de Ancelotti por el VAR: "El nuevo fútbol moderno es esto..."

El “no pensé mucho” de Valverde y las quejas de Ancelotti por el VAR: “El nuevo fútbol moderno es esto…”

Carlo Ancelotti ha salvado una nueva pelota de partido. Desde la derrota ante el Arsenal en los cuartos de final de la Champions League, cada triunfo es un respiro de alivio. Contra el Athletic Club llegó en el minuto 92, casi como aquel cabezazo de Sergio Ramos en Lisboa, pero llegó. La "llave" del mismo, como así le definió el técnico, fue Fede Valverde, autor de un golazo tardío que mantiene a los blancos en la pelea por el título.

"No pensé mucho, a veces pienso tanto y se me vienen dudas. Esta vez no pensé y disparé. En este partido tiré mucho y la mayoría fueron bien. Me sentía con confianza y los compañeros me lo piden. Por suerte pudo entrar", explicó el uruguayo, protagonista del duelo.

Valverde fue lateral derecho de inicio, pero jugó casi de todo. Gobernó el carril diestro, completó un 93% de pases con acierto, incluidos varios cambios de juego hacia Vinicius, y disparó siete veces a portería, tres de ellas entre los palos. El que más en todo el Madrid.

"Sabíamos que iba a ser complicado porque siempre es duro salir adelante después de una derrota, pero estamos felices del esfuerzo y de llevarnos una victoria. Costó crear juego en el primer tiempo pero en la segunda parte cambiamos la actitud", aseguró.

Ser el futbolista con más disparos de la noche no es casualidad. En cada entrenamiento, el vestuario "alucina" con los lanzamientos del uruguayo, al que le piden que se atreva mucho más durante los encuentros.

"Parece que nos vamos acostumbrando. En el día a día los vemos (en los entrenamientos) y nos alucina al verlo en los partidos. Nosotros lo sufrimos y lo disfrutamos en el día a día", elogió Asencio sobre el talento del centrocampista.

En sala de prensa, Ancelotti se refirió al uruguayo como "la llave" para conseguir la victoria y elogió el cambio de marcha de sus futbolistas tras el descanso. "Creo que el partido ha sido bueno, no hemos encajado gol, hemos sido agresivos y solidarios. Hay buenas noticias y a ver si seguimos mejorando".

A vueltas con el sistema

Una de esas "buenas noticias" podría ser el cambio de esquema de cara a la final de la Copa del Rey contra el Barcelona, que se celebrará este sábado en La Cartuja. El italiano modificó su habitual formación, con Vinicius, Rodrygo y Mbappé en la delantera y Bellingham muy pegado a ellos, formando casi con un 4-2-4, para añadir un centrocampista más ante la baja del atacante francés, dejando una alineación mucho más compacta. "Mi sistema favorito es el 4-4-2", admitió el entrenador, cuestionado sobre la recuperación del rombo, con Bellingham liberado en la punta del mismo.

"A nivel defensivo, el 4-4-2 es el mejor sistema. Eso no significa que tenga que jugar con cuatro medios, porque a veces los dos delanteros han sido Mbappe y Vini con Bellingham a la izquierda pero era un 4-4-2. Puedes jugar así con seis medios, tenemos extremos que pueden jugar en medio...", reflexionó.

Pero la ausencia de Mbappé dejó más espacios para Vinicius, que cuajó uno de sus mejores partidos en las últimas semanas. "No han sido días felices para él ni para nosotros, pero me ha gustado lo que ha hecho y siempre es muy importante para nosotros".

La polémica

El transalpino fue muy contundente sobre la polémica del partido: el gol anulado a Vinicius por fuera de juego de Endrick y el penalti no pitado de Unai Núñez sobre Bellingham, ambas acciones en el tramo final del duelo.

"El nuevo fútbol es esto. El gol anulado es fuera de juego automático, lo que es extraño es que el VAR no haya llamado por el penalti. El nuevo fútbol moderno... Marcelino está de acuerdo conmigo", deslizó Ancelotti.

La Federación ha hecho públicos los audios de la jugada del gol anulado al brasileño. Una conversación entre Juan Martínez Munuera, árbitro de campo, y Cordero Vega, desde el VAR.

- Juan, tengo que llamarte para que vengas a valorar la interferencia de Endrick sobre Aitor Paredes, ¿vale?

- Voy a verla

- Este es el punto de contacto

- Quiero ver una que esté el fuera de juego, páramela. Ahora ponme la high behind.

- La high behing no enfoca. Te podemos poner la sky, que es esta, con zoom.

- Vale, está muy justo. Vale, perfecto. Sí que hay interferencia. Voy con fuera de juego.

Fede Valverde sujeta la cuerda del Madrid en el precipicio de la Liga

Fede Valverde sujeta la cuerda del Madrid en el precipicio de la Liga

El empeine del pie derecho de Fede Valverde agarró la cuerda con la que se sujeta el Real Madrid en el precipicio de la pelea por el título de Liga. En el minuto 93 del duelo ante el Athletic, el uruguayo se inventó una volea que se coló por la escuadra de Unai Simón para mantener al Madrid a cuatro puntos del Barça. Los blancos, en su primera cita tras la derrota contra el Arsenal en los cuartos de Champions, sufrieron lo indecible pero siguen con vida en el torneo doméstico, pendientes del clásico del próximo 11 de mayo.

Ancelotti tomó decisiones tras el fiasco continental y utilizó a los suplentes del Athletic para probar el once de la final de Copa contra el Barça, que se disputará este sábado en La Cartuja. Y el italiano sorprendió. Con la baja de Mbappé, descartó el 4-3-3 que ha repetido durante casi toda la temporada y volvió al 4-4-2 en rombo, con Bellingham en el pico del diamante y Vinicius y Rodrygo arriba. El sistema y la alineación que le hizo campeón de Europa hace unos meses.

Atrás, y también pensando en el clásico copero, Valverde y Camavinga ocuparon los laterales, subiendo un escalón en ataque para que Ceballos y Modric asumieran la base de la jugada y aprovechando su físico en defensa. Fue el Madrid de los seis centrocampistas, pero fue un Madrid sin ritmo en el inicio.

El conjunto blanco saltó algo desconectado a un Bernabéu 'de domingo': mucho turista, mucho niño de vacaciones... Y poca respuesta de la afición después de la dura derrota contra el Arsenal. Sólo Mbappé, lesionado, se llevó los pitos cuando salió por el videomarcador del estadio. El resto, aplaudidos.

Pero estábamos en lo del césped. El Madrid amasó la posesión, lento y sin ritmo, casi sin movimiento sin balón, muy previsible en sus ideas y errático en tres cuartos del campo rival. Sólo Vinicius, lejos de su mejor nivel, lo intentó una y otra vez. Eso no se le puede negar al brasileño. Puede perder cinco balones seguidos, que el sexto también se lo va a jugar. Este esquema sin Mbappé y con cuatro medios beneficia sus virtudes y le da espacio, pero estamos en lo mismo: el ritmo.

El lento movimiento del Madrid apenas dejaba situaciones de uno para uno al brasileño, siempre marcado por dos contrarios y obligado a inventarse demasiados regates. Un disparo desviado tras una carrera, un pase atrás en línea de fondo que corta la defensa... Así murieron los ataques del equipo de Ancelotti, siempre en los pies de Vini.

El primer tiro a puerta llegó en el minuto 35 tras un cabezazo de Valverde tras un córner de Modric. Digno reflejo de una noche de mucho dominio de la posesión y pocas ocasiones claras.

Asedio final

Tras el descanso, el Madrid subió una marcha en la velocidad del juego. Rodrygo y Bellingham se movieron más sin balón, generando más espacios, ocasiones y trabajo para un Unai Simón que no había tenido que hacer nada en la primera parte. A veces el fútbol es así de sencillo.

En el 47, el brasileño definió desviado tras un zigzagueo en el área; en el 48, Unai salvó un disparo de Camavinga tras un largo sprint; en el 53, Valverde disparó fuera desde la frontal; en el 60, el portero rojiblanco actuó rápido para sacar un cabezazo de Bellingham a bocajarro; en el 61, el inglés, de nuevo de cabeza, remató desviado un córner...

El Madrid acumuló ocasiones mientras Valverde apostaba por su trío de ataque titular (Sannadi, Iñaki y Sancet) para intentar ganar el partido. Quizás porque pensaban demasiado en esas semifinales de Europa League, los vascos nunca pusieron en peligro la meta de Courtois. Al otro lado, los de Ancelotti se desesperaban por la polémica.

La polémica

En el 79, Vinicius marcó un buen gol tras una diagonal hacia el área y un disparo al primer palo de Simón, pero el VAR avisó a Martínez Munuera. Después de 4 minutos de revisión y tras consultar la pantalla, el colegiado señaló fuera de juego de Endrick. En la siguiente jugada, el Bernabéu pidió penalti deNúñez a Bellingham, pero ni el VAR ni el árbitro lo consideraron.

Llegó entonces el gol de Valverde y el delirio de Chamartín para salvar, de momento, su lugar en la trinchera por la Liga. Sufriendo, pero los blancos siguen vivos.