Giuliano vale el Top 8 para el Atlético de Madrid

Giuliano vale el Top 8 para el Atlético de Madrid

Algo ha debido de ver Simeone para abandonar su clásico "partido a partido" en Champions. El técnico argentino dice que el objetivo en Europa es la final, aunque la primera valla fuera un Top 8, que certificaron ante un débil Salzburgo. Este Atlético se ve guapo y lo es. Tiene equipo e individualidades y no se despista ni ante los grandes ni ante los pequeños. Hizo cuatro, pero pudo caer alguno más.

No es baladí quitarse dos partidos europeos en un apretado calendario. El Cholo lo sabía y quiso salir con todo a por el encuentro. Lo hizo con un once que ya la parroquia se sabe de carrerilla salvo las obligadas ausencias y una actitud que no daba pie a las sorpresas. Un gol y dos disparos en cinco minutos. El tanto inicial, por cierto, fue para Giuliano, el primero en Europa para el hijo del técnico, que logró con un buen disparo cruzado tras un pase de Julián Álvarez.

El segundo llegó en los siguientes cinco minutos. Lo protagonizó, aunque no lo marcó el mismo jugador. Giuliano se adelantó a la salida de un lento Schlager y puso en bandeja el tanto para la llegada de Griezmann. El duelo estaba encarrilado y el top-8 asegurado. La noche se ponía de transistores y de chatgpt. Tocaba preguntar a la inteligencia artificial los posibles rivales del Atlético en este endiablado nuevo formato.

Lejos quedan las épocas de los Qarabags y otros débiles rivales que se encontraban, muchas veces, un equipo desconcentrado. La fiabilidad de este equipo está a prueba de bombas. Ganó lo obligatorio e hizo los deberes tras el titubeo inicial igualando su mejor racha de victorias seguidas en Europa con cinco.

Tras la primera media hora y con 0-2 en el marcador, el Salzburgo se quiso estirar hacia la portería de Oblak. El Atlético que conoce ambos oficios, el de la posesión y el de la contra, se siente igual de cómodo con cualquier papel que le asigne el encuentro. Así que era cuestión de esperar, con las flechas que tiene Simeone arriba, que los austríacos se confundieran.

Casi caza otra Giuliano en un balón rebotado en la que Schlager, esta vez sí, llegó antes que el argentino. Era el gran partido para el Cholito. Con gol, como le había pedido su padre en varias ruedas de prensa. Sin embargo, no le estaba saliendo a De Paul, acompañado de Koke en la medular por la sanción a Barrios, perdía demasiados balones el argentino y le costaba sujetar el centro del campo rojiblanco sin el físico del canterano y Gallagher.

Perdonó Griezmann en primera instancia el tercero antes del descanso tras una jugada de vértigo. El pie de Schlager impidió inicialmente el doblete del francés, que conseguiría solo unos minutos más tarde. Una contra de tres pases, de esas que tanto le gustan al Cholo, dio otra oportunidad al galo ante el portero del Salzburgo que aprovechó con un buen disparo cruzado.

Descanso a Julián

La segunda parte comenzó con un Salzburgo más respondón, como queriendo dar una última alegría a su parroquia, pero se le apagaban las ideas cuando pisaban el área de Oblak. Simeone, mientras, quiso dar descanso a su estrella, Julián Álvarez, que lo había jugado todo o casi todo. Y casi sin querer, justo después de los cambios, Llorente hizo el cuarto.

Volvió Sorloth a jugar con el conjunto rojiblanco tras tres duelos fuera por una lesión muscular. Se le vio activo y con ganas de continuar su racha goleadora, nueve goles en trece partidos, y la gran mayoría como suplente. Necesita Simeone al noruego para desatascar partidos como el último ante el Villarreal o los que vengan en esta Champions. Pero el equipo estaba más en contemporizar y de hecho encajó el de la honra del Salzburgo. El camino a la final va a ser duro y con muchos baches. Esa final a la que aspira Simeone. Esa en la que espera el argentino tener mejor suerte.

El Gobierno advierte a Louzán, presidente de la Federación: "Si el Supremo ratifica la condena, habrá elecciones"

El Gobierno advierte a Louzán, presidente de la Federación: “Si el Supremo ratifica la condena, habrá elecciones”

Actualizado Miércoles, 29 enero 2025 - 12:56

Pilar Alegría, ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, declaró este miércoles que si el próximo 5 de febrero el Tribunal Supremo "ratifica la condena" por prevaricación a Rafael Louzán, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, desde el Gobierno actuarán "con arreglo" a la Ley del Deporte y se convocarán elecciones.

Rafael Louzán, hasta ese momento presidente de la federación gallega, fue elegido presidente de la RFEF para el periodo olímpico 2024-2028 el pasado 16 de diciembre, tras tras recibir el voto a favor de 90 de los 138 asambleístas, por 43 que obtuvo Salvador Gomar, presidente de la Federación Valenciana.

Su continuidad al frente de la RFEF depende de la resolución que haga el Tribunal Supremo sobre un recurso relacionado con el caso de prevaricación que protagonizó cuando era presidente de la Diputación Provincial de Pontevedra por el Partido Popular en la concesión de una subvención de casi 87.000 euros para remodelar el estadio de Moraña. La fecha para abordar ese recurso es el próximo día 5 de febrero, y la resolución podría ser cuestión de apenas unos días.

"Llevamos unos años trasladando una imagen desde luego nada constructiva. Todos tenemos muy fresco en la memoria lo que ha pasado con los anteriores presidentes de la federación. Es lo que votaron y eligieron los asambleístas. Nosotros vamos a esperar a esa vista oral que se va a celebrar el 5 de febrero y, si se ratifica esa condena de siete años por prevaricación, nosotros actuaremos con arreglo a la Ley del Deporte y habrá que volver a convocar elecciones a la federación", dijo la ministra Pilar Alegría en una entrevista en la Cadena Ser.

De hecho, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, las personas de confianza de Louzán preparan ya el relevo por si la sentencia del Supremo fuese contraria a lo que él solicita. Ahí emerge la figura del vicepresidente Sergio Merchán, delfín de Pedro Rocha primero en la Federación de Extremadura y ahora hombre designado por ese sector afín a Rocha primero y Louzán después para mandar en la Federación.

Reinildo, el 'guerrero' tranquilo que nunca tiene frío: "Le gusta luchar contra sí mismo"

Reinildo, el ‘guerrero’ tranquilo que nunca tiene frío: “Le gusta luchar contra sí mismo”

Llueva, truene o nieve, en julio o en enero, hay dos cosas que nunca le faltan a Reinildo Mandava (Mozambique, 1990) cuando sale a entrenarse en el Cerro del Espino: manga corta y una sonrisa. "Se entrena así porque quiere, porque le gusta luchar contra sí mismo", cuentan desde el entorno del defensa y del que se desprende su apodo: El Guerrero.

Lógicamente, llama la atención ver al mozambiqueño salir de esa manera al césped del Metropolitano antes del partido ante el Villarreal. Y es destacable no sólo por el frío y la lluvia del pasado sábado. También por hacerlo con los titulares, algo que no ocurría en liga desde el duelo de la jornada 13 ante el Mallorca de principios de noviembre del año pasado. "Él tiene en su historia pelear siempre por el puesto", apuntan fuentes cercanas al jugador. Este año no será diferente.

Javi Galán, que también tuvo que luchar por la posición incluso tras volver de una cesión a la Real Sociedad por falta de minutos la temporada pasada, parte como titular en el carril izquierdo. El pacense ya se ganó los halagos de su técnico tras el partido contra el Barça. "Nadie le ha regalado nada, todo lo que ha conseguido es a base de trabajo", explicó Simeone sobre un jugador hoy de baja por un esguince de tobillo.

Reinildo volvía al once ante el equipo amarillo y puede mantenerse en este último duelo de la fase de grupos de la Champions ante el Salzburgo, en el que el equipo se juega el top-8, pese a haber sido cambiado al descanso tras cometer un polémico penalti. "Su vida ha sido una lucha constante", insisten desde su entorno refiriéndose a las numerosas dificultades que ha sufrido el defensa.

El defensa rojibanco en el encuentro ante el Villarreal.

El defensa rojibanco en el encuentro ante el Villarreal.BallesterosEFE

Hablamos de la muerte de sus padres, dos lesiones graves y de sus retos deportivos, siempre a la sombra de otros jugadores a los que terminaba por sentar. Cuenta su agencia como tanto en su etapa en Portugal como en Francia recibieron llamadas diciendo que Reinildo iba a contar poco en los planes del técnico. El jugador no sólo acabó como titular en ambos países, sino que en su época del Lille, donde fue campeón de liga en la temporada 2020/21, le designaron uno de los mejores defensas de la Ligue 1.

"Cuando estaba en su etapa de formación, en Mozambique, se partió la tibia y le dijeron que no jugaría más al fútbol y él les respondió que se equivocaban, y ahora juega en el Atlético". Esa resiliencia, que citan fuentes cercanas, la demostró también tras su última rotura de cruzado en el Atlético, animando a sus familiares desde la camilla antes de ser operado. Esa época la recordó recientemente en una emotiva charla que dio a sus compañeros el día de su cumpleaños en la previa del partido ante el Leverkusen. Les agradeció su apoyo y les emocionó, especialmente a su técnico. "Se premia a quien no deja de trabajar y de intentarlo", dijo.

Vida tranquila

Más allá de la fortaleza mental del futbolista, Reinildo cuenta con una fuerza de voluntad a prueba de bombas. Es uno de los jugadores que antes llega a los entrenamientos. Cuida su alimentación y su vida en general. Se levanta muy pronto, entre las seis y las siete de la mañana, y su rutina es vivir el fútbol y su familia al 100%. Cada partido en el Metropolitano, su mujer le espera para cenar en su vivienda y, salvo que tengan como invitado a su agente o a un amigo, el futbolista se va enseguida a descansar. "Su ocio es siempre en casa, no conoce ni una discoteca ni ningún bar en Madrid", apuntan fuentes cercanas, aunque aseguran que es un fijo en las reuniones de equipo. El jugador está encantado en Madrid porque su familia es feliz.

No obstante, también es consciente de la posibilidad de salir del club si Simeone no cuenta con él, aunque luchará para mantenerse pese a que este año es el 18º futbolista en minutos de la plantilla con 1.071. "No está enfadado sino concentrado en recuperar su sitio", dicen esas fuentes.

La oportunidad única de Ceballos, "un obseso del fútbol": de la salida de Kroos a la necesidad de Ancelotti

La oportunidad única de Ceballos, “un obseso del fútbol”: de la salida de Kroos a la necesidad de Ancelotti

El público del Santiago Bernabéu despidió a Toni Kroos el pasado 25 de mayo. Disputó 87 minutos ante el Betis, ya con la Liga ganada y unos días antes de levantar la Champions, y se fue ovacionado. En su lugar, simple casualidad o como un mensaje del destino, saltó al césped Dani Ceballos, convertido ahora en nueva brújula de este Madrid que tanto ha sufrido sin el centrocampista alemán. Una brújula inesperada, porque el plan del conjunto blanco era otro. El fútbol, eso sí, tiene estas cosas, y hay pocos más obsesionados con el balón que el de Utrera.

A sus 28 años, que serán 29 en el mes de agosto, Ceballos cumple su octava temporada en la nómina del Madrid. Llegó en 2017,con 20 primaveras, procedente del Betis, y sólo se ha alejado de Chamartín para disputar dos cursos como cedido en el Arsenal. Y se puede decir que nunca ha estado tan bien como ahora. Acumula ya más de 1.000 minutos (1.072), una cifra que supera ya la alcanzada la pasada campaña, y lo que es más importante, se ha convertido en clave del sistema de juego de Carlo Ancelotti.

La ideal del club

La salida de Kroos fue entendida por la directiva del Madrid como el momento en el que Tchouaméni, Camavinga, Valverde y Bellingham debían asumir el centro del campo madridista, reflexión que todavía está presente en los despachos de Valdebebas. Pero de nuevo, el césped juzga las cosas de otra forma. Las lesiones han lastrado el puzle que habían construido las cabezas pensantes del club, primero las de la defensa, obligando a Ancelotti a contar con Tchouaméni en el centro de la zaga y con Valverde a ratos en el lateral derecho. Y después la de Camavinga, actualmente en la enfermería por un problema muscular.

Esa situación ha regalado a Ceballos la oportunidad de su vida. No sólo por los minutos, sino también por su rol. Hasta ahora, el andaluz había sido un complemento de emergencia en la sala de máquinas del Madrid, siempre a la sombra de Kroos y Modric. Alemán y croata eran la calma y el cerebro en un centro del campo de potencia, músculo y verticalidad. Pero ahora, con Kroos retirado y Modric observando el final, Ceballos ha dado un paso adelante.

Ha superado la lesión de tobillo que le alejó del grupo en septiembre y desde diciembre es titular indiscutible, ayudando a una racha del Madrid que sólo ha encontrado dos derrotas: la de San Mamés y la del Barça. Suya es la culpa de la última mejoría del conjunto blanco, concretada en cuatro victorias consecutivas ante Celta, Las Palmas, Salzburgo y Valladolid, todas con él como titular.

Un enfermo del fútbol

El andaluz ha entendido que debía jugar más rápido que en sus primeras temporadas, que era obligatorio mejorar en la parcela defensiva y que tenía que aprovechar la falta de mando y de ideas en el centro del campo, cogiendo el timón del equipo sin dudarlo. Tiene visión, carácter y entendimiento del juego, algo que valorar en Valdebebas. «Es un obseso del fútbol, un entrenador. Te desgrana los sistemas tácticos de todos los equipos europeos, sus jugadores y sus características. Entiende mucho», aseguran desde la ciudad deportiva, donde le sitúan como uno de los líderes del vestuario.

Esa obsesión trasciende el propio fútbol y va más allá, acariciando varios deportes como la NBA o la NFL, donde también está interesado en la táctica. «Va a ser entrenador, seguro», admiten en el vestuario: «Es de los más escuchados».

Su mejoría en sensaciones y en tiempo de juego con el Madrid le han vuelto a poner en la lista de futuribles de la selección. Luis de la Fuente dejó de contar con él tras la polémica con Gavi en 2023 y parecía que su caso estaba cerrado del todo, pero si sigue a este nivel el técnico nacional, que le tenía como un fijo en las inferiores, podría repescarle.

Todo lo que hay en juego en la última jornada de la Champions: dos transatlánticos con la soga al cuello

Todo lo que hay en juego en la última jornada de la Champions: dos transatlánticos con la soga al cuello

A estas alturas del nuevo formato de la competición, en la última jornada de la fase regular, era casi impensable que dos de los equipos con vitola de candidatos a ganar la Liga de Campeones aún no tuvieran garantizada la clasificación. Manchester City, campeón del torneo hace dos cursos, y Paris Saint Germain, que lo persigue desde hace años, también integrado entre los nuevos ricos, siguen en el alambre como consecuencia de su paupérrimo balance en las fechas precedentes.

El equipo que entrena Pep Guardiola, 25º, con ocho puntos, necesita vencer al Brujas en el Etihad Stadium, y al dirigido por Luis Enrique, 22º, con 10, le bastará con empatar en el estadio del Stuttgart. Desnortado desde que la grave lesión de Rodri, el Manchester City cayó en la pasada jornada precisamente ante el PSG, dejando escapar dos goles de ventaja hasta sucumbir 4-2. La impresionante deriva del City parece haberse detenido en la Premier League, donde, pese a estar ya descartado para renovar el título, se encuentra de nuevo en puestos de Champions tras vencer 3-1 al Chelsea el pasado sábado.

La profunda crisis ha generado incluso problemas de identidad. Guardiola volvió a las esencias en el torneo doméstico, con el clásico 4-3-3, tras optar por cuatro centrocampistas en la debacle del Parque de los Príncipes. También golpeado por las lesiones en la línea defensiva, el club ha invertido 150 millones de euros para fortalecerse en distintas posiciones: los centrales Vitor Reis y Abdukodir Khusanov y el delantero Omar Marmoush, que viene de marcar 20 goles con el Eintracht de Frankfurt. Si bien por sus cualidades, Rodri, Balón de Oro, es ireemplazable, de momento se ha desechado buscar un especialista que intente atenuar su vacío.

Los problemas del PSG son de otra naturaleza. En su segunda temporada al frente del equipo, Luis Enrique intenta construir un equipo a su imagen y semejanza, ya sin la presencia estelar de Mbappé. El buen momento de Dembélé y la fecundidad demostrada ante el City otorgan mayor credibilidad al indiscutible líder de la Liga francesa, con su portería aún bajo sospecha y a la espera de corroborar las alianzas con el gol.

El Liverpool, que ha ganado todos sus partidos, y el Barcelona son los únicos equipos ya matemáticamente clasificados para octavos de final, lo cual les garantiza eludir una eliminatoria. Los reds se aseguran la primera plaza con un empate en su visita al PSV Eindhoven, mientras que el conjunto de Hansi Flick precisaría ganar al Atalanta en Montjuïc y esperar una derrota británica. Al Inter de Milán, que recibe al Mónaco, y el Arsenal, que vistita al Girona, ya eliminado, les alcanza con un empate para sumarse a ese grupo de privilegiados. Bayern Múnich y Juventus, otros dos pesos pesados, no depende de sí mismos para eludir el incómodo cruce de febrero. Necesitan vencer a Slovan Bratislava y Benfica, respectivamente, y esperar una combinación favorable de otros resultados.

El triste ocaso (y el sueño imposible), de Neymar, el hombre de los 464 millones en traspasos

Actualizado Martes, 28 enero 2025 - 16:41

Hora de volver a casa. Neymar pone rumbo al Santos brasileño, su club de origen, después de acordar su salida del Al-Hilal saudí. Es el regreso de un jugador que aspiró a competir la gloria a Leo Messi o Cristiano Ronaldo pero que se quedó a medio camino en una carrera guiada más por sueldos y traspasos millonarios que por los títulos deportivos.

En el palmarés del brasileño de 32 años aparece la Champions que conquistó con el FC Barcelona, tres Ligas y tres Copas del Rey, un oro y una plata olímpicos y un sinfín de campeonatos en Francia con el PSG. Sin embargo, lo que más reluce es su capacidad para moverse en el mercado. Neymar es el líder del mercadeo y sigue luciendo el título de traspaso más alto de la historia del fútbol mundial por los 222 millones de euros que el PSG abonó al Barça en el verano de 2017.

Neymar eligió el club azulgrana cuando explotó en el Santos y su salida era inminente. Pese al intenso interés del Real Madrid, con Florentino Pérez a la cabeza, escogió jugar en el Camp Nou con Leo Messi y Luis Suárez. Todo previo pago de 88 millones al Santos y el pacto de comisiones con su padre que acabarían provocando hasta tres procesos judiciales.

En Barcelona se vio al mejor Neymar, especialmente en la temporada 14/15, con la llegada de Luis Enrique al banquillo. Había superado la temporada de adaptación de la mano de Messi y acabó jugando 51 partidos para marcar 39 goles y ganar el triplete (Champions, Liga y Copa del Rey). Ese rendimiento le llevó al tercer escalón podio del Balón de Oro en 2015, lo que redondeó en el verano del 2016 con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Brasil, su mayor logro con la selección.

Pareció que Neymar había digerido la presión por el coste de su fichaje y proponerse como escudero ideal del '10' argentino, lo que acabaría por ser un problema. En marzo de 2017, su entorno entendió que viviría siempre a su sombra. La remontada 6-1 ante el PSG, liderada por el brasileño, acabó recordada por una icónica imagen de Messi, lo que abrió la puerta a dejarse querer. Apareció el PSG con una propuesta millonaria que el brasileño barajó durante meses.

Con Ernesto Valverde en el banquillo, el verano fue un continuo rumor sobre su marcha al conjunto parisino, estirado por su entorno para sacar tajada y no perder el pago de 40 millones por una prima de renovación pactada con el Barça que caducaba en agosto. Hasta Gerard Piqué contribuyó al desconcierto al publicar una foto con Neymar con el texto "Se queda".

No ocurrió porque el jugador presionó para marcharse y el PSG aceptó pagar los 222 millones de la cláusula. Nunca un club había pagado tanto por un futbolista y, además, le puso un contrato de 44 millones de euros sobre la mesa. Iba a ser el líder de un proyecto que aspiraba a ganar la Champions y que no lo logró.

De Messi a Mbappé

Si en España tuvo que hacer frente a tres procesos judiciales por su fichaje (dos acabaron en pacto y en el tercero, por corrupción y presunta estafa, fue absuelto junto a su padre, Sandro Rosell y Bartomeu), en la capital francesa apareció un calvario mucho más preocupante: las lesiones. Los tobillos se convirtieron en un quebradero de cabeza y empezó a perder minutos. Si huyó de la competencia con Messi, ahora tenía la del ídolo francés: Mbappé. Al tiempo, sus fiestas y otros escándalos lo llevaron a los titulares.

Sólo era cuestión de tiempo que buscara otros aires y, como siempre en su carrera, eligió el campeonato que más llenaba sus bolsillo. La temporada pasada firmó por el Al-Hilal, que pagó 90 millones de euros por su traspaso. La rotura del ligamento cruzado de la rodilla le ha impedido jugar con los saudís, que han tomado la determinación de rescindir su contrato de 100 millones de euros por temporada pagando una indemnización de 64 (lo que totaliza 464 millones entre traspasos e indemnizaciones).

El jugador que en enero de 2018 tenía una valoración de mercado de 180 millones, en diciembre valía 15 millones. Era el momento de intentar volver a casa. Será la primera vez que Neymar cambie de equipo sin ganar más dinero, pero es el precio que paga para vivir su ocaso en un entorno amable con la esperanza de llegar con Brasil al Mundial de 2026.

Los 104 días de incertidumbre para renovar a Luis de la Fuente: dos millones, ofertas "exóticas" y alguna mala cara por el camino

Los 104 días de incertidumbre para renovar a Luis de la Fuente: dos millones, ofertas “exóticas” y alguna mala cara por el camino

El 15 de octubre del año pasado, en la penosa sala de prensa del Nuevo Arcángel de Córdoba y tras sellar prácticamente su clasificación para los cuartos de final de la Liga de Naciones, Luis de la Fuente, sonriente, dijo esto: «No se trata de estar agrandado, son cosas ciertas. La tierra es redonda, aunque algunos piensan que es plana. No se puede ir contra las cosas ciertas. Estoy muy tranquilo, no estoy agrandado, pero si lo estuviera, me lo habría ganado porque otro, en estas circunstancias, tiraría de carisma. Yo soy humilde y no voy a cambiar. Ahí la dejo, báilala».

Eran tiempos en los que, incluso desde algún sector cercano al poder en la Federación, con Pedro Rocha apartado, se deslizaba que sí, que al seleccionador se le había subido a la cabeza la Eurocopa y que esa reclamación de un mejor contrato se le había ido de las manos. Porque ya en ese momento, octubre del año pasado, De la Fuente demandaba públicamente una renovación que ayer se cerró hasta 2028. Entre ese 15 de octubre y ayer, 27 de enero, han pasado 104 días y no pocas cosas.

Para saber más

De la Fuente, antes de la Eurocopa, había apalabrado su nuevo contrato con Pedro Rocha, el hombre que designó Luis Rubiales para guardarle el sillón mientras Luis Rubiales creyó posible irse para volver. El técnico tenía un contrato de personal de alta dirección desde que fue nombrado seleccionador sub'21, por el que cobraba alrededor de 600.000 euros brutos anuales. Al pasar al primer equipo escaló, aproximadamente, hasta los 800.000. Su acuerdo verbal con Rocha subía a 1,2 millones.

Habiéndole devuelto a España un título internacional de primer nivel, ocurren dos cosas nada más volver de Berlín: De la Fuente entiende que esa cifra debe revisarse, y Rocha ve cómo el martes 16 de julio, apenas dos días después de la final de la Eurocopa, el TAD (Tribunal de Arbitraje Deportivo) le inhabilita durante dos años. Es decir, De la Fuente se queda sin interlocutor válido para cambiar de contrato. Porque él, al margen del dinero, quería tener un contrato como seleccionador nacional. La situación de interinidad en la Federación impide que se firme nada. Nadie, ni la Junta Gestora ni el Secretario General, querían dar ese paso por miedo a seguir el camino de Rocha.

Difícil rehabilitación

De la Fuente, ante sus más allegados, se muestra molesto con su situación, y lo hace público en esa ventana de partidos de octubre, poco después de comenzar a trabajar con su nueva agencia de representación, conocida también por llevarle sus asuntos a Fabián Ruiz o Alexia Putellas (es en ese momento, conviene subrayarlo, cuando una parte de los que mandaban entonces en Las Rozas hablan de «recrecimiento» por su parte).

Solventados los partidos de noviembre y conocido el rival para cuartos en el sorteo, De la Fuente decide afrontar un reto que llevaba aplazando varios meses: el 3 de diciembre entra en el quirófano para operarse de su rodilla, algo que le va a exigir una rehabilitación difícil. Para ella, para la rehabilitación, se queda en Madrid y no falta ni un día a su cita con el gimnasio y con los fisios. Poco después, el 16 de diciembre, Rafael Louzán gana las elecciones a la presidencia y ese mismo día dice que lo primero que hará es llamar a De la Fuente para cerrar la renovación.

Luis de la Fuente.

Luis de la Fuente.EFE

Pero no fue lo primero que hizo. Tardo varios días en llamarle, algo que tampoco gustó al entrenador, que sin embargo, por supuesto, se sentó con él para cerrar a principios de este mes un acuerdo que llega hasta 2028 y que ronda, si se cumplen todos los objetivos, los dos millones de euros brutos al año, un sueldo, ahora sí, de campeón de Europa. Esos pequeños malestares quiso ignorarlos ayer: «No ha habido discrepancias. Siempre he dicho que estaré en los sitios mientras sea feliz y lo soy. Ha habido sintonía y cercanía en todo momento. Es un momento de alegría para mí, para mi familia y espero que para todo el mundo del fútbol». Lo de la sintonía y la cercanía es discutible, pero eso dijo.

Llama la atención la duración, pues se rompe una regla no escrita en la Federación, desde hace más de tres décadas, según la cual a los seleccionadores se les renueva de gran campeonato en gran campeonato. De la Fuente ha firmado estar en dos seguidos (el Mundial 2026 y la Eurocopa 2028), con los riesgos que eso conlleva. En estos siete meses, De la Fuente ha tenido ofertas, la mayoría de ellas bastante «exóticas», según fuentes de su entorno, que no confirman ofrecimientos de Oriente Medio y algún escarceo poco claro con la Liga estadounidense a través de un famoso intermediario que ya llevaba los asuntos, en su día, de Luis Aragonés. "Estoy donde quería estar. Nunca he pensado en otra selección. Estoy feliz aquí y nunca he querido irme. Desde la estabilidad se trabaja mejor y eso es lo que tengo en mi casa, la Federación. Espero seguir muchos años más", zanjó ayer, y en algo tiene razón: él nunca quiso irse.

Los primeros seis meses de Mbappé, mejor que Cristiano y Ronaldo Nazario: la noche de Bilbao y una versión actual con gol cada 74 minutos

Los primeros seis meses de Mbappé, mejor que Cristiano y Ronaldo Nazario: la noche de Bilbao y una versión actual con gol cada 74 minutos

Ronaldo Nazario, Cristiano Ronaldo y Kylian Mbappé son los grandes delanteros fichados por el Real Madrid en el Siglo XXI. Los que levantaron mayor ilusión y los que asumieron sobre sus hombros la presión de ser el nuevo faro del ataque de Chamartín. El brasileño aterrizó en la capital después de levantar el Mundial 2002, el portugués tras ganar el Balón de Oro de 2008 y el francés firmó como agente libre al terminar unas negociaciones que duraron, entre unas cosas y otras, siete años, en los que disputó dos finales de la Copa del Mundo y venció en una. Llegaron como dioses y como tales fueron juzgados durante su adaptación. Ahora, seis meses después de su fichaje y a la espera de lo que dicte la temporada, podemos decir que Mbappé está cumpliendo las expectativas.

El delantero francés ha sufrido por el camino, pero ya está aquí, asentado en el vestuario, en los roles de la plantilla, en el estilo de juego de Ancelotti, en el ritmo de la Liga española y en su buen nivel físico y mental. Ha alcanzado velocidad de crucero y vuela, habiendo anotado un gol cada 74 minutos desde aquella noche de Bilbao en la que tocó fondo, como reconoció él mismo.

En ese partido contra el Athletic, el francés falló un penalti, otro más sumado a su error en Anfield Road, el Madrid perdió y unos días más tarde Ancelotti anunció que «su adaptación ha terminado». Era el momento de dar un paso al frente.

Mbappé, a sus 25 años, se había estrenado con gol en su debut en la Supercopa de Europa, pero había tardado tres jornadas de Liga en marcar en la competición nacional. Había disputado 1.682 minutos y había marcado 10 goles, dos de ellos de penalti. Es decir, un gol cada 168 minutos. Poco bagaje para un futbolista llamado a dominar el ataque del Madrid.

Mismos disparos, más efectivo

Desde entonces, es otro jugador. Más dinámico más ágil, más involucrado en el juego y, especialmente, más efectivo hacia portería. Es el futbolista que más disparos realiza por partido (4,5) superando a Boniface (Leverkusen, 4,1)), Haaland (City, 4) y Salah (Liverpool (3,9), un dato que no ha variado a lo largo de la temporada. Antes de Bilbao lanzaba 4,6 tiros por jornada y ahora mantiene el promedio, pero es más efectivo.

Desde el encuentro de San Mamés, el 4 de diciembre, lleva 12 goles en 12 partidos, siete de ellos en sólo cinco partidos de Liga, dos en Champions y uno en la Intercontinental, en Copa y en la Supercopa de España. 12 goles en 895 minutos, uno cada 74 minutos.

En total y con su primer hat-trick, son 22 goles en 2.577 minutos, uno cada 117. 15 en Liga y tres en Champions. Una estadística que irá mejorando si mantiene el nivel del último mes y medio de competición. A su temporada le quedan unos 25 partidos, dependiendo del éxito del Madrid. 17 de Liga, tres (mínimo) de Champions, tres (mínimo) del Mundial de Clubes, otro de Copa del Rey... Si sigue a este nivel de efectividad las cuentas son otros 2.000 minutos... Y otros 15-20 goles, situándose casi en los 40 en su primera temporada.

Sus números, 22 goles a 27 de enero en su primera temporada, están al alcance de pocos delanteros en LaLiga. Sólo Lewandowski le iguala, con sus 22 tantos a estas alturas en el curso de su aterrizaje en el Barcelona. El polaco terminó la campaña con 33 goles en 3.954 minutos. Uno gol cada 119, cifras de Mbappé, aunque peores que la versión del galo en el último mes.

Cristiano llevaba 15 goles y terminó con 33

Cristiano Ronaldo, ídolo del galo y gran referente para valorar las actuaciones de Mbappé, sufrió una lesión de tobillo que le hizo perderse ocho partidos en el inicio de su primer curso, además de dos expulsiones, aunque llegó a finales de enero con 15 goles, uno cada 80 minutos. Terminó su primer año con 33 tantos, uno cada 88 minutos.

En el caso de Ronaldo Nazario, su adaptación fue algo más complicada. Tuvo una lesión muscular que le impidió debutar hasta la jornada 4 de Liga, con aquellos famosos dos goles al Alavés, y en sus primeros seis meses sólo anotó ocho goles, todos en Liga. Uno cada 165 minutos. Despertó en la segunda parte de la temporada y acabó su curso de estreno con 29 goles, anotando cada 112 minutos.

Luis Suárez y David Villa, otros de los grandes atacantes de nuestro siglo, marcaron un gol cada 141 y cada 177 minutos en su primer curso en el Barça, 25 y 23 goles cada uno. Mbappé superará a ambos con relativa facilidad, y queda esperar si podrá mejorar la extraordinaria primera temporada de Falcao, otro de los grandes de este siglo, en el Atlético. El colombiano, que en sus primeros seis meses llevaba 16 tantos, finalizó el curso con unos contundentes 36, anotando un gol cada 115 minutos.

Después de cinco meses de adaptación y uno de explosión, Mbappé camina hacia una temporada excepcional a la altura de las expectativas.

Rubén Martín: "A los jóvenes les interesa mucho el fútbol, sólo teníamos que llevárserlo donde ellos estaban"

Rubén Martín: “A los jóvenes les interesa mucho el fútbol, sólo teníamos que llevárserlo donde ellos estaban”

Rubén Martín (Madrid, 1982) está pluriempleado… porque quiere. Es desde hace 15 años uno de los narradores bandera de la COPE y ahora asoma también por Dazn para partidos muy señalados, pero eso es casi un hobby porque donde de verdad gana (mucho) dinero es en internet y redes sociales. Es un caso atípico, quizás único, de periodista deportivo consolidado que se convierte en creador de contenido estrella sin abandonar su trabajo convencional.

Dos mundos que nacieron enfrentados y ahora une un que sigue teniendo las ideas y las prioridades muy claras. La semana pasada falleció repentinamente su madre y empieza por lo más importante: "Te voy a hablar de mucha gente a la que admiro, pero permíteme empezar por la persona a la que más admiro en este mundo: mi padre, Antonio, que está en una pelea que va a ganar y es todo lo que un hijo sueña con tener a su lado. Como va a ser la primera persona que lea esta entrevista, me gustaría que le pusieras cara para tus lectores". Dicho queda.

A ver, ¿periodista o creador de contenido digital?
No hay por qué elegir. Hago un programa todas las mañanas de lunes a jueves en streaming para Twitch y YouTube, pero, al final la radio es mi curro. Lo otro ha sido ha sido una curiosidad que se convirtió en divertimento y acabó siendo un trabajo de rebote.
Una curiosidad muy rentable.
Es cierto. Venimos de un mundo en el que siempre nos ha dado palo hablar de dinero, pero noto que a la gente que curra en este sector no le pasa. Entiendo la curiosidad que despierta el tema, pero no recuerdo una entrevista a un periodista en que le pregunten cuánto gana y sin embargo con esto te lo preguntan siempre. Recuerdo que cuando explotó El Rubius se lo preguntaban siempre y me llamó la atención que no les importa una mierda decir que tienen mucha pasta. A mí me sigue dando reparo porque ahora soy un privilegiado, pero desde que empecé en el periodismo ha sido una profesión súper precaria y yo lo he vivido.

Para saber más

No hay nada de qué avergonzarse en que te paguen bien por tu trabajo.
Es cierto, pero es que, además, yo esto no lo siento como mi trabajo. Por ejemplo, no soy el caso de Gerard Romero, que era un periodista de RAC1, al que le empezó a ir muy bien en lo digital y un día dijo: "Vamos a ver, si yo me dedico sólo a crear contenido voy a ganar 50 veces más que en el periodismo tradicional. No me compensa, no me hace feliz, lo dejo y ya está". Yo no dejo la radio porque me encanta, pero la realidad es que mi fuente de ingresos número uno es, de largo, lo digital y podría vivir de maravilla sólo de eso. En la radio se descojonan de mí llamándome "el de Twitch", pero Twitch ya se quedó en una parte pequeña; son también YouTube, los clips de Instagram, TikTok… Todo eso lo vende mi agencia de publicidad a los patrocinadores. Al final lo que cuenta es en cuánta gente impactas y durante cuánto tiempo. Y eso vale un dinero.
¿Cuánto dinero?
Es imposible decirlo, es muy variable, porque el mundo de internet no está muy regulado todavía. El agente de uno de los streamers más grandes del mundo me dijo: "La primera regla que tiene que aprender aquí un representante es que no hay un precio fijo para nada". Lo cierto es que hay gente que está dispuesta a pagar mucho por algo por lo que tú estarías dispuesta a pagar muy poco. Sinceramente, es una locura.
¿Te preocupa perder la perspectiva?
No, porque tengo memoria. Yo empecé en la SER de Toledo cobrando 200 euros. Cuando me fui a cubrir el Villarreal, me pagaban 580 pavos y al segundo mes de estar allí, llamé a Paco González y le dije que estaba feliz, pero me tenía que volver porque me había fundido mis ahorros y no me daba para vivir. Y eso que vivía en un piso compartido en Castellón y cada vez que venía a Madrid volvía con el coche lleno de tupper de mi madre. En la radio no me iban a pagar más y Paco habló con Alfredo Relaño para que me hiciera cargo del Villarreal en As. Me dieron 500 euros más y con esos mil yo era capitán general. Pienso mucho en aquello para tomar perspectiva. Ahora hay veces que rechazo cosas por un dinero que sé que es una barbaridad, pero no se me va nunca de la cabeza que mi hermana no gana ni mil euros por cuidar de personas mayores, que es un trabajo mucho más importante que el mío.
Siendo agente doble, ¿cómo has vivido esa guerra que se ha dado entre los periodistas deportivos y los creadores de contenidos que hablan de deporte?
La cosa se ha suavizado. Yo a esto llego porque estalla la pandemia y de un día para otro se acaban los partidos y se cierra la radio. Estaba metido en casa y me sentía un absoluto inútil, cuando Ibai Llanos decide organizar un torneo benéfico de FIFA y me llama para ver si quiero narrarlo. No tengo nada que hacer, acepto y de repente entro en un mundo en el que los futbolistas del Madrid y del Barça, que a nosotros ya no nos hablaban, se pelean por jugar el torneo de Ibai. Claro, pensé: "¿Qué pasa aquí, que yo no me he enterado?". Y por esa curiosidad en enero de 2021 empecé en Twitch. Con los primeros directos no había ni horarios ni nada. Estaba yo, al poco Siro López y ya, era todo improvisado. De hecho ahora bromeamos diciendo que cuando nosotros llegamos todo eso era campo. Un poco después me dijo el abuelo [Siro]: "Hay un nicho en la mañana, esa es la hora". Hijo puta, cómo lo vio [risas]. Pasé en la mañana y empezó a entrar cada vez más gente hasta que se ha convertido en un trabajo. Al final no te he respondido a lo de la guerra [risas].
Correcto. ¿Por qué se pusieron tan a la defensiva los periodistas? ¿Miedo?
Es una mezcla de varias cosas. Una es el miedo, sin duda. Desde que estaba en la universidad, el periodismo está en crisis de identidad y de negocio y, en esa situación delicada, de repente vienen unos tipos que no conocemos, no sabemos qué van a hacer y sentimos que pueden ser una amenaza. Un ejecutivo de la radio me definió esta sensación muy bien: "Mira, Rubén, todavía no sabemos si sois los que nos ayudáis a entrar en la siguiente generación o los que nos matáis definitivamente". Eso era así hace tres años, pero ahora se ha tranquilizado la cosa porque los medios han visto que no les ha perjudicado. La COPE, y el resto de las radios están igual, ha acabado 2024 con el récord de facturación y audiencia de toda su historia. Esa es la realidad. Entonces, todo el mundo se ha relajado un poco: "Anda, resulta que los chavales que hacen esas cosas raras no nos mataban". Ahora mi siguiente paso es convencerles de que en realidad no sólo no somos enemigos, sino que somos aliados.
¿En qué sentido?
Sin que nadie me lo dijera, yo empiezo mi stream poniendo un rato de 'El Partidazo' que me interesa y me da para debatir. Es una manera de que la gente de internet conozca lo que se hace en la radio por la noche. Al principio, había muchos chavales que me escribían en el chat y me preguntaban: "Oye, ¿dónde puedo ver este podcast?". Y les tenía que explicar que no es un podcast, que es la radio y que ahora también tiene un canal de YouTube. Hay mil maneras de retroalimentarnos, pero la radio tiene que estar convencida de que somos un aliado y no un enemigo. Poco a poco.
¿Sois una burbuja que va a explotar?
¿Qué es lo que más ve tu hijo? ¿Y dónde?
Youtubers de videojuegos en la tablet.
Y seguro que ni enciende la tele salvo que queráis ver una peli en familia. Esa es la reflexión que yo hago. ¿Dónde está consumiendo tu hijo? En la tablet y en YouTube todo el rato. Tu hijo se ha criado viendo eso, ¿va a dejar de hacerlo según crezca? Mi sensación es que no. Ahora bien, y esto lo he notado en los años que llevo en ello, en internet todo cambia muy rápido y no todo el mundo sobrevive a esos cambios. Conozco youtubers con millones de seguidores que no consiguieron convertir su audiencia millonaria a Twitch. Y ahora pasa con las estrellas de TikTok, que es la plataforma más de moda porque es súper viral, pero muchas intentan hacer contenido en directo en Twitch y no les sale porque son capaces de hacer un clip de 15 segundos muy potente, pero no de mantener dos horas de vídeo. Esos cambios pueden ir acabando con gente, pero surge otra. Si esto de internet es una burbuja, es ya una burbuja muy larga.
En ese ejemplo que pones de mi hijo, surge otra preocupación de boomer: ahora quiere ser youtuber y sé que es algo muy habitual. Se ha promovido esa idea de que cualquiera puede montarse su historia y los niños creen que es fácil.
Eso pasa y hay que serles sinceros. Nunca le diría a mi hijo que se dedicara a crear contenido, porque es como decirle que en vez de estudiar sea futbolista. Y creo que con este tema los grandes han sido muy responsables. Ibai siempre que puede les recuerda que él es una excepción, que no es un ejemplo a seguir. Si un niño ve a Ibai y dice que va a ser streamer, es como si ve a Messi y dice que va a ser futbolista. Hay que quitarle de la cabeza que ese sea un camino a seguir como forma de ganarse la vida. En la época dorada de YouTube hubo chavales que hasta se pudieron retirar del dinero que ganaron. Ahora hay generaciones nuevas, como Lola Lolita o Riverss, que no han pasado por YouTube ni Twitch, pero son capaces de vivir de las marcas que les pagan por videos de 15 segundos en TikTok. Pero son excepciones.
¿Cuál fue la clave para que tú sí lo hayas logrado?
Hay un día muy importante. Nosotros ya habíamos empezado con los directos por la mañana, que aquello era un erial, estábamos Siro, Ángel Martín y yo. Fue el primer año que el Madrid parecía que iba a fichar a Mbappé, el de la oferta de los 200 kilos, e hice un directo del cierre de mercado. Empezó a sumarse gente, gente, gente… Me vio el abuelo y se metió, se metieron unos raperos y, de broche, escriben Ibai y DjMaRiiO, que son madridistas, y me piden entrar. Total, que a las 12 de la noche de un 31 de agosto había dos millones de personas en mi canal viendo el cierre de mercado. Eso cambió un poco todo.
¿Cuántos periodistas de los que al principio te miraban raro ahora te piden consejo?
Recuerdo cómo, al principio del todo, iba a los estadios con una maleta con mi portátil para retransmitir y los compañeros me miraban con sospecha. Ahora ya, muchos de esos me preguntan cómo se hace. Lo entiendo. Es que cuando el abuelo y yo empezamos, no se ganaba dinero. Al menos nosotros pensábamos que no se ganaba dinero. Entramos por las risas. Luego nos hemos quedado por las risas y por el dinero, porque sí se gana. Ahora la gente que entra lo sabe y lo que intenta, que me parece muy bien, es hacerse un camino profesional. Hay un montón de gente que hace muy buen curro, periodistas top como Miguel Ángel Román, Iñaki Aguirregabiria o Rodri Fáez. Hay un montón de gente que va encontrando su camino y es guay.
Vuestro éxito pone en duda eso que sostiene Florentino de que a los jóvenes cada vez les gusta menos el fútbol.
Es que no es cierto. Voy a hacer algo absolutamente impopular que es hablar bien de Javier Tebas, pero creo que LaLiga lo ha hecho muy bien con esto. Sabía dónde estaban los chavales y lo atacó rápido. Mi hijo tiene 14 años y el fútbol le tocaba muy de fondo, pero si le llegaba un vídeo viral en TikTok lo veía. Y el fantasy les vuelve locos. Y LaLiga ha entendido esto bien y lo ha atacado. El fútbol interesa mucho a los jóvenes, si se estaban desenganchando no era por el fútbol en sí sino por cómo se lo dábamos. Sólo teníamos que llevarles el fútbol donde ellos estaban, porque al público no le puedes pedir que venga él a ti. Yo esto lo discutía con la radio, que igual que nos peleamos por meter la señal de la radio en Movistar, tenemos que estar en TikTok, en Instagram, en YouTube o en la nueva red social que salga mañana. Ya encontraremos la manera, no hay problema, pero hay que estar. Hay cierta resistencia a eso.
De nuevo, el miedo al cambio.
Sí, eso tiene más que ver con el género humano que con el periodismo. Todos tendemos a no tocar lo que nos va bien, pero la época en la que el monopolio de la comunicación la teníamos los periodistas se acabó. Hay que asumirlo y adaptarse. Si un futbolista no quiere hablar con nosotros, la gente va a seguir sabiendo lo que piensa porque tiene sus redes sociales y las de su club. Antes nos necesitaba, ahora ya no. En vez de entender eso como un problema, revolvernos y frustrarnos, tratemos de convertirlo en una oportunidad y yo soy muy optimista con esto. Creo que ahora hay más gente consumiendo deporte que hace 20 años, lo que tenemos que encontrar es la manera de monetizarlo. No digo que sea fácil, sólo que no hay más remedio.
Rubén Martín posa para la entrevista en su casa de Madrid.

Rubén Martín posa para la entrevista en su casa de Madrid.SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL

Casi todos los periodistas deportivos presumen de vocación, de que nunca quisieron ser otra cosa, que es un sueño de niños, etc. Tú no.
No, yo no soy vocacional. Quería ser periodista, pero no deportivo. Me encanta el deporte y toda la vida he jugado al baloncesto, pero empecé en información local y siempre pensé que iría por esa línea más social o política. Lo que pasa es que la vida te va llevando. Hice unas prácticas en 'La Tribuna de Toledo' cubriendo política municipal y me ofrecieron quedarme si, aparte de ir al pleno del Ayuntamiento, a las Cortes regionales y a las asociaciones de vecinos, cubría la libranza al de Deportes. Y me fui quedando. Ahora estoy feliz de la vida, pero es cierto que entonces no era lo que me llamaba ni lo que más se llevaba.
En la universidad siempre había ese prejuicio, que es social, de que el periodista deportivo es un gañán.
Sí, es un prejuicio cultural que se ha quedado antiguo. Con el éxito de García y, luego, de De la Morena, la gente dijo "¡Hostia! Muchos oyentes, mucha publi, mucha pasta. A ver si no van a ser gilipollas". Pero aún quedaba cierta sensación de que era algo culturalmente menor, pero luego van llegando periodistas que yo creo que dignifican la profesión porque le suben el nivel a la escritura: Segurola, Juanma Trueba, tú… De golpe, en el periodismo deportivo se escribía muy bien en muchos sitios y eso ha contribuido a quitarnos esa pátina de que somos unos borregos. Una pátina a veces ganada, porque también hemos puesto de nuestra parte. A veces nos ha costado avanzar con los tiempos.
Me dijo Manolo Lama que asume las críticas en ese sentido que recibís en la COPE porque entiende que ahora sois lo que era García cuando ellos llegaron.
Es así, hay que escuchar siempre a Manolo. La popularidad trae muchas cosas buenas y también la crítica mala, pero Lama es sin duda el narrador más importante de la historia del periodismo deportivo en España. Mi tesis doctoral la hice sobre la historia de la radio y es indiscutible. Gaspar Rosety era la hostia, Héctor del Mar también, pero es que Manolo lleva 40 años narrando todo lo más importante y todo mejor que nadie. No existe una figura ni parecida en la radio, quizás sólo Carlos Martínez en la tele, que es el absoluto referente, pero es de pago. Por cierto, me encanta Carlos. Cuando me llamaron para fichar por Dazn, llamé a las dos personas que considero los mejores narradores en tele para pedirles consejo: Carlos Martínez y Miguel Ángel Román, que aparte de un narrador estratosférico es un tío increíble.
Con los tres he hablado en esta serie de los ataques constantes al narrador de fútbol, todo el mundo piensa que vais contra su equipo, ¿cómo llevas tú esa crítica extrema?
No me afecta. El narrador pilla mucho, pero es normal. ¿Cuál es el momento que se recuerda del fútbol? El gol. ¿Quién está gritándote los goles del partidos de tu equipo? Un narrador. Le adoras si marca tu equipo, pero le odias si canta un gol de tu rival. A Carlos Martínez, a Lama, a mí, a todos nos dicen que gritamos más con los goles del rival. Todos los aficionados piensan exactamente lo mismo, lo que demuestra que no es cierto.
Tras tantísimos años narrando al Atleti, ahora se ha puesto de moda en redes decir que eres anti.
Ya, ahora me pasa mucho más porque como narro el Madrid en la tele la visibilidad y la sensibilidad se multiplican, pero yendo el martes al Metropolitano para el partido de Champions, también me pararon atléticos para recordarme la narración viral del triple paradón de Oblak, que fue también contra el Leverkusen. No sé, cuando haces un trabajo nuevo, tú puedes seguir haciendo exactamente la misma persona, pero cambian los ojos del que te ve. Si yo digo del equipo que soy, cosa que nunca haré, seguiré haciendo lo mismo, pero la gente que me escuche ya no me miraría igual. Es un poco cansado, pero parte del juego. No lo llevo mal. Cuando me fui de Twitter no lo hice por la crítica sino porque yo estaba en Twitter para saber lo que pasaba, que es una cosa que aprendí de Carlos Llamas. Él decía que iba a la radio en metro porque ponía la oreja y se enteraba de lo que de verdad habla la gente fuera de nuestro mundo endogámico de periodistas y políticos. Entonces, mi oreja en el metro era Twitter.
Pero dejó de serlo.
Exacto. Hubo un momento en el que Twitter empezó a darme un reflejo equivocado de lo que es la realidad, de lo que la gente habla, y me estaba equivocando dándole una representatividad que no tiene. La tuvo, pero murió. La única razón para seguir era que no ganen los malos, pero estar en un sitio solo por no darles el gusto a gente que no te agrada no es motivo suficiente. Hay más redes sociales con menos hate y, sobre todo y lo definitivo, ya he aprendido que las redes sociales trabajan para mí, yo no trabajo para Twitter. Si Twitter me da dinero o algún rédito profesional, me quedo. Durante mucho tiempo me dio repercusión, pero eso tiene un tope y ya lo alcancé. No me da dinero, no me da repercusión, no me da felicidad… Adiós.
Tras esa fase precaria de Villarreal, vuelves a Madrid, te asientas en la SER y cuando todo va bien estalla el despido de Paco González y el trasvase a la COPE. ¿Cómo se vivió aquello a nivel currito?
Fue un proceso, porque un año antes ya nos pudimos ir y mi perspectiva era que o todos o ninguno, que éramos un equipo al completo: Paco, Manolo y De la Morena. Aunque trabajaba mucho en 'Carrusel', casi era un tío más de 'El Larguero'. El que me trajo de vuelta a Madrid fue José Ramón y siempre le estaré agradecido. Cuando esa primera vez Paco me dice que hay la posibilidad de irse y me cuenta que eso no incluye a De la Morena, le respondí que no lo veía, que me quedaba, eso quedó en nada y ya está. Cuando en 2010 estalló el lío definitivo, yo estaba en Hamburgo para la final del Atleti de Europa League. No lo entendía, no me lo esperaba y mi primera sensación es que se iba a arreglar, seguro. Pero no se solucionó y para mí fue una ruptura emocional porque yo me siento un canterano de la SER, alguien que pasa por las emisoras de Toledo, Móstoles y Villarreal, y fue un golpe personal muy duro.
¿Qué cambió en ese año para que ahora sí te fueras sin De la Morena?
Es lo que me pidió el corazón. Paco es para mí algo más que un jefe, un compañero y un amigo, es familia, y sentía que lo que le habían hecho era una injusticia absoluta. Cuando me dice lo de la COPE y me pregunta si quiero ir, estoy en el Mundial de Sudáfrica, y la SER me hizo una oferta buenísima también, pero escuché el corazón y el corazón me decía: "Le han echado, se han portado mal, hay que irse". Durante el Mundial nació mi hijo y la SER, sin saber si yo me quedaba o me iba, lo hizo todo bien. Cuando volví todos intentaron que me quedara, sobre todo De la Morena, y la oferta económica y profesionalmente era mejor de lo que me podía dar la COPE. En resumen, lo que me ofrecían era ser Manolo Lama, aunque luego descubrí que esa misma oferta se la hicieron a varios más [risas].
¿Nunca te ha tentado eso, alejarte de Lama y ser el narrador estrella de tu radio?
Cuando me lo ofrecen en la SER era el paso natural, porque yo hacía siempre al Atlético y el Madrid cuando no estaba Manolo, pero al final lo decisivo no es ser el uno o el dos, es dónde vas a ser feliz. Hubo un momento en el que tuve una conversación con Paco, le expliqué la oferta que tenía de la SER y me dijo: "Piénsatelo bien, es una oferta para quedarse. Yo quiero que te vengas, pero háblalo con tu familia y decide lo mejor para ti. Si te quieres quedar, quédate y si te quieres venir, vente. Eso sí, si te quedas y luego no te gusta, me llamas". Cuando escuché eso, se acabaron las dudas. Yo quiero estar con esa persona.
¿Y la sombra de Lama?
Es que el Lama es dios, no siento ninguna envidia porque yo no puedo competir con Manolo. Esto es como cuando la gente preguntaba quién iba a sustituir a Pepe Domingo Castaño. ¡Nadie! Es imposible. Con Manolo es lo mismo. Cuando no esté, habrá otro que haga el Madrid o la Selección, pero no será nunca lo mismo. Ni parecido. Lama es quizás el periodista deportivo más conocido de España: la radio, Deportes Cuatro, el FIFA... ¿Cómo me voy a sentir tapado? Al revés, muchas veces pienso que no es que me tape, es que me conocen gracias a él.
Está bien que lo veas así porque no tiene intención alguna de jubilarse.
Lo digo mucho en la radio y me toman a broma, pero Manolo es el que va a pagarnos la jubilación, nos entierra a todos. Te prometo que si me preguntas quién es el que se va a quedar el último ahí, el que cierra el bar, es Lama. Mientras esté él, la radio que tú y yo conocemos existirá. Estoy seguro de que hay gente que sólo escucha la radio por Manolo y espero que siga 20 años más porque tengo un hijo estudiando en Inglaterra y sale caro [risas].
El salto a la tele lo has dado un poco a medias.
La tele al final es una prolongación de la radio, pero dijo una cosa Paquito hablando de cuando le echan de la SER y le ficha Mediaset para el Mundial 2010 que se me quedó. Dijo que si mañana Mediaset le llama para fregar los suelos, allí que va porque, cuando lo necesitaba, ellos estuvieron. Yo siento una cosa parecida con Dazn porque me vinieron a buscar con la idea de que fuera su Carlos Martínez y estuviera con ellos al 100%, pero tuvieron la generosidad de entender que yo no puedo ser lo que ellos querían porque no voy a dejar la COPE nunca, ni por todo el dinero del mundo ni por el mejor trabajo del mundo. Soy Ancelotti cuando dijo el otro día que a él le van a echar del Madrid, pero no se va a ir. Ese soy yo. Dazn lo entendió y ayudó a que encontrásemos una solución buena para todos. Para ellos, porque ficharon a uno mejor que yo, que es Román, y para mí porque me siguen dejando hacer partidos de vez en cuando, que es la hostia.
Y venga a acumular trabajos.
Ya, tío, debería frenar un poco y algo voy logrando. Por ejemplo, estuve a punto de petar en la época de crecer en Twitch porque era muy bestia. Hacía el directo todos los días entre semana, la radio, los viajes de Champions, la tele… No era sano y en un momento dado dije basta. Esto es una idea de Maldini, que es un visionario y hace cuatro o cinco años cuando empezó en YouTube me dijo: "Mi objetivo es que un día yo desaparezca de mi canal y siga funcionando igual". Me quedé la idea y, ahora, si no puedo presentar el directo un día o dos a la semana no pasa nada. Lo hace Roberto Morales y todo sigue igual. Es una cosa que aprendí con Paco González: cuando nos fuimos a la COPE, no se fueron Paco, Manolo y Pepe, se fue un sonido completo con todo el equipo que le deba personalidad. Con mi programa es lo mismo. Si desaparece Rubén, pero siguen José Félix Díaz, Mónica Marchante, Irene Junquera, David Sánchez… para la gente es lo mismo. Está muy bien porque, además, te quita unos kilos de importancia ver que eres absolutamente prescindible hasta en tu propio canal que lleva tu nombre [risas].
¿Qué fútbol nos quedaría si los jugadores se hartasen de los ultras?

¿Qué fútbol nos quedaría si los jugadores se hartasen de los ultras?

"Los que no dejan animar, que se queden en casa", soltó Unai Simón y cambió el paradigma. Anda San Mamés revuelto porque el grupo que lidera la grada de animación, ICHH, ha decidido dejar de jalear a los suyos y, para darse una importancia que estos grupos siempre sueñan tener y jamás alcanzan, amedrentar a sus vecinos de zona para que ellos tampoco lo hagan. ¿El motivo? Creen que el club no les respalda ante un supuesto acoso policial que se traduce en multas constantes (que abona el Athletic) por sus cánticos gañanes. Que les paguen la juerga no les basta.

Tras empatar con el Leganés, el portero e Iñaki Williams, dos pesos pesados de ese vestuario, se hartaron y dejaron en evidencia que no es que estos ultras (ligeramente) disfrazados no sean indispensables, sino que sobran. Es importante porque los futbolistas son un refugio clave para este tipo de hinchas que creen que el campo es más suyo que del resto de aficionados y que ellos representan el escudo cuando, en general, sólo lo manchan. Pero el jugador, egoísta por naturaleza, no ve el daño cívico y reputacional que suponen, sólo que cantan, aplauden y empujan. Primero, yo; mucho después, el resto. Quieren sentirles cueste lo que cueste, y cuestan mucho, pero Unai e Iñaki se han cansado y, tal vez, sobre esos pilares edifiquemos un fútbol en el que cantar no valga más que pensar.

Este chantaje mafioso de ICHH llega poco después de que el Frente Atlético (ese que según el club "no existe", pero dicta el comportamiento del fondo sur del Metropolitano desde sus redes sociales) protagonizara uno similar durante cinco partidos, en protesta por el castigo tras los incidentes con Courtois. A diferencia de lo que pasa en Bilbao, ellos no intentaron que el resto del estadio callase sino, en un clásico de su estilo pasivo-agresivo, indicaron una y otra vez que a ver si animaban los demás, para así exponer al máximo la diferencia.

¿Y existe? Por supuesto que existe. No tiene nada que ver el ambiente del campo cuando canta el Frente (o lo que sea) y cuando calla. Sería ridículo decir otra cosa. ¿E influye? Simeone y Griezmann parecen pensarlo, porque llamaron a la unidad sin afearles nada y el equipo sigue dirigiéndose primero a ellos para celebrar los triunfos, pero lo cierto es que el Atleti ganó cuatro de los cinco partidos sin sus gritos. ¿Y compensa ceder al chantaje? Ni por asomo. Y ya es hora de que los futbolistas lo vean.