La cruda historia de los 'caddies' negros en Augusta: "Es un torneo de paletos dirigido por personas que discriminan"

La cruda historia de los ‘caddies’ negros en Augusta: “Es un torneo de paletos dirigido por personas que discriminan”

Actualizado Jueves, 10 abril 2025 - 23:19

Es de sobra conocido el gusto del Masters de Augusta por las tradiciones, pero hay una de ellas que se resiste a quedar en el olvido aunque desde Augusta National no hayan hecho demasiado a través de su historia para conmemorarla. «Mientras yo sea presidente en Augusta, los caddies serán negros y los jugadores blancos», se jactaba a menudo Clifford Roberts, durante su presidencia del club hasta 1976.

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Roberts, un hombre de negocios de Wall Street, fundó el club junto a Bobby Jones. Cuando le detectaron un cáncer terminal, decidió dejar la presidencia y, con 83 años, se pegó un tiro en la cabeza. La leyenda cuenta que el revólver apareció en uno de los lagos del campo de pares tres de su querido recorrido. Hord Hardin sustituyó a Roberts en el cargo y una de sus medidas más controvertidas fue eliminar la obligación de que los participantes en el Masters de Augusta tuvieran que competir obligatoriamente con los caddies negros del club. Era el año 1983.

A los dos lados de la decisión, las reacciones fueron muy diferentes: los jugadores celebraron por fin poder llevar a sus caddies habituales a la semana más importante del año, mientras que en el barracón de los caddies de Augusta, que tenían prohibida su entrada a la casa-club, se vio con la preocupación de perder los ingresos de su mejor semana del año. Willie Perteet, Nathaniel Avery, Carl Jackson, Jim Dent, Willie Peterson, Ben Bussey... y así hasta casi 70 nombres que componían el grupo de caddies en Augusta National, todos tenían algo en común: eran negros y la mayoría venía de familias pobres y desestructuradas, pero nadie leía los indescifrables greens de Augusta National como ellos, interpretaba los vientos o calculaba las yardas.

Precisamente, este jueves se cumplieron 30 años de la segunda victoria de Ben Crenshaw en Augusta, la última de un caddie negro de aquella selección, Carl Jackson. Crenshaw y Jackson juntaron sus destinos en Augusta en 1976 y disputaron 39 ediciones juntos del torneo de maestros. Jackson, que participó como caddie en el Masters en 54 torneos desde 1961, es de los pocos que sigue vivo. Hace ahora 10 años Crenshaw se despidió de Augusta y Jackson caminó su ultima y emotiva ronda en el campo donde comenzó a trabajar con 14 años.

Un modesto homenaje a aquellos 'caddies'

Esta semana, en el barrio de West Sands, donde muchos de ellos crecieron y vivieron, se les ha rendido un modesto homenaje con una escultura en forma de tee pintado con algunos de los hitos logrados por estos caddies negros en Augusta. También un mural en una de las deprimidas casas celebra la importancia de su labor durante años. Detrás de cada caddie, una historia, a cada cual mejor. Willie Perteet fue caddie del presidente Dwight Eisenhower, tan habitual de Augusta que tenía su propia casa. Nathaniel Avery ganó cuatro chaquetas verdes llevando la bolsa a Arnold Palmer. Willie Peterson tiene el récord con cinco a las órdenes de Jack Nicklaus. Cuando Peterson murió, el Oso dorado tuvo que pagar los gastos del entierro y mandó construir una lápida que reconocía sus logros en Augusta.

Jim Dent fue el único que pasó de caddie a exitoso jugador profesional, jugó más de 400 torneos del PGA Tour y ganó 12 veces en el Champions Tour, acumulando más de nueve millones en ganancias. Robert Jones compaginaba su trabajo como saxofonista de James Brown con su labor llevando bolsas en Augusta.

A principios de los 90, el Augusta admitió a su primer socio negro y, en el año 1997, Tiger Woods provocó con su victoria una auténtica convulsión, sobre todo en las cocinas y los comedores del club, donde la masa de trabajadores eran de raza negra.

Sin duda, el gesto más importante que Augusta ha tenido para eliminar barreras raciales fue invitar a Lee Elder, el primer golfista negro en jugar el Masters. Precisamente, se cumplen 50 años de ese hito. El club entonces recibió tantas amenazas que el propio Elder tuvo que alquilar dos casas e ir cambiando de itinerario cada día para evitar posibles sustos. Aunque ese reconocimiento debería haber sido mucho antes para Charlie Sifford, que en los años 60 llegó a ganar dos torneos del PGA Tour que, para cualquier otro jugador, hubieran servido para recibir una invitación. Clifford Roberts simplemente se limitó a aclarar que "no cumplía con los requisitos".

"El Masters es el peor torneo de paletos dirigido por personas que discriminan a los negros", llegó a escribir Sifford en su autobiografía. En el año 1983, tras la eliminación de los caddies obligatorios, solo 18 de los 82 caddies negros del club tuvieron trabajo esa semana. La cifra se fue diluyendo hasta desaparecer.

Un gancho de Tavares sobre la bocina culmina una remontada épica en Belgrado, pero el Madrid no asegura el playoff

Un gancho de Tavares sobre la bocina culmina una remontada épica en Belgrado, pero el Madrid no asegura el playoff

La paradoja del Real Madrid era curiosa en Belgrado. Alrededor, uno de los ambientes más fieros de Europa, y enfrente Zeljko Obradovic y un Partizán que, a pesar de estar ya eliminado, le tenía tantas ganas tras lo sucedido en los incendiarios playoffs de hace dos temporadas que sólo cedió en el mismísimo último segundo. Cuando Tavares, que además de cambiar los partidos también los gana, se inventó un gancho desde cuatro metros sobre la bocina. Una remontada épica; imponerse a todo eso para que diera igual, porque su futuro en la Euroliga se estaba decidiendo en otros lugares. [89-91: Narración y estadísticas]

Mientras los blancos batallaban en la sala Alexander Nikolic, el Bayern caía en casa contra el Fenerbahçe (amaneció con un 19-43) y el Mónaco se imponía en la cancha del Asvel. Y eso lo condicionaba todo en las diabólicas cuentas de la última jornada, con hasta siete equipos en dos victorias del cuarto al 10º puesto. El Madrid podía ganar o perder que el séptimo puesto, el primero de los que disputarán el play-in, le aguardaba sin posibilidad de escape. Sólo lo esquivará si Efes o Barça caen este viernes en casa con Zalgiris o Virtus, rivales sin nada en juego.

Fue un desenlace para el recuerdo, una resurrección de esas que acostumbra el Madrid cuando late seguro de sí mismo. Había vagabundeado por el partido, con menos colmillo que últimamente, dejándose mecer por la marea feroz de los serbios. Pero, con el agua al cuello, decidió que había espacio para el frenesí. 10 abajo en el comienzo del acto final, nueve cuando un triple del imparable Brandon Davies pareció la sentencia a falta de 3:48 (85-76). Llull, Campazzo, Hezonja y, finalmente, Tavares, se pusieron la capa de superhéroes y todo acabó en fiesta.

Llull

El duelo había sido igual de intenso que si el Partizán se jugara la clasificación. Ardían las tribunas, especialmente enceladas contra Llull (al que acusan de ser el provocador de la enorme trifulca del Palacio), e Isaac Bonga devenía en puntal ofensivo, con 12 puntos al descanso. Los mismos que Dzanan Musa, al que para empezar le había caído una tremenda bronca de su compañero Abalde por quedarse protestando una acción y no bajar a defender.

La igualdad reinaba. Tavares e Ibaka dominaron la pintura, pero el Madrid perdió más balones de los recomendables. Así siguió a la vuelta de vestuarios, aunque pronto se comprobó que los blancos no eran los de las últimas semanas, con sólo una derrota (en Atenas) tras la final de Copa. Ya sea porque no dependían de ellos mismos o simplemente porque no era la noche propicia.

Brandon Davies, defendiendo a Campazzo, en Belgrado.

Brandon Davies, defendiendo a Campazzo, en Belgrado.ANDREJ CUKICEFE

Brandon Davies, verdugo habitual desde que jugaba de verde en el Zalgiris, se puso las botas. Se estiró el Partizán, que encontraba en Tavares el flanco por el que herir en los uno contra uno de Carlik Jones. Llull se intentaba rebelar contra todo eso, pero parecía imposible.

Y entonces, el milagro. Un triple de Hezonja, un robo de Campazzo, un canastón de Llull para empatar a falta de seis segundos... La respuesta maravillosa de Jones y el gancho (fraguado en la pizarra de Chus Mateo) final de Tavares. Que ganó un partido y lo mereció.

Aunque ese alarde no le vaya a valer a priori al Madrid para evitar el play-in por primera vez en su historia. Será séptimo (y jugará el martes contra el octavo en el Palacio) si Efes y Barça cumplen los pronósticos. Si sólo pierden los turcos en casa contra el Zalgiris, será quinto y se las verá en cuartos contra el Mónaco sin ventaja de campo. Si sólo pierden los de Joan Peñarroya, en casa contra la Virtus, los blancos serán sextos y jugarán los playoffs contra Panathinaikos, también sin ventaja de campo. Y si ganan ambos (lo normal), acabará séptimo y jugará contra París o Estrella Roja en primera ronda. Entonces, si gana en el primer encuentro se enfrentará al Fenerbahçe y de ir al segundo y ganar se cruzaría en playoffs con el Olympiacos. Si pierde ambos quedaría eliminado.

Muere Leo Beenhakker a los 82 años, mítico entrenador de Real Madrid y maestro de la Quinta

Muere Leo Beenhakker a los 82 años, mítico entrenador de Real Madrid y maestro de la Quinta

Elegante, exquisitamente vestido, caballeroso, con una cuidada y corta melena entre rubia y gris, Leo Beenhakker, fallecido a los 82 años, llegó al Real Madrid desde su reputación en el Ajax y sus éxitos en la temporada 1979-80. En su primera campaña con el club de Amsterdam, había ganado la Liga y caído en la Copa de Europa ante el Nottingham Forest, a la postre campeón.

Antes de aterrizar en Madrid, había pasado brevemente por el Volendan y tres años en el Zaragoza. Pero fue su trayectoria en el Ajax, y, probablemente en parte, su imagen, que encajaba con la de un Real Madrid de pretensiones 'glamourosas', presidido por la atrayente, vistosa figura de un Ramón Mendoza mundano y atildado, un personaje de relieve social, lo que contribuyó a traerlo al Bernabéu. Era un extranjero digno de la proyección internacional del Madrid y procedente de un fútbol prestigioso. Daba futbolística y estéticamente la talla.

Encajó como un guante a la medida en un momento espléndido de la Quinta del Buitre y sus estrellas añadidas, entrenada por Luis Molowny y ya campeona de Liga. Beenhakker era un discípulo y un admirador de Rinus Michels, factótum del fútbol total holandés del Ajax y la 'Oranje'. Con la Quinta consiguió los títulos de Liga de 1986, 87 y 88, antes de entregarle el testigo a John Benjamin Toshack, que redondeó el quinquenio dorado de aquella generación madridista, madrileña y canterana.

Para algunos futbolistas de aquel grupo difícilmente repetible, Beenhakker fue quien más les influyó y contribuyó a conformar su estilo. Es cierto que estuvo en el mejor momento de ellos más que cualquier otro entrenador y sufrió, como los propios jugadores, la frustración europea.

También entrenador del Feyenoord y de la selección holandesa en el Mundial italiano de 1990, Beenhakker, tras dejar el Madrid, se convirtió en un trotamundos en equipos o en selecciones de, de nuevo Países Bajos, Arabia, Suiza. Volvió, efímero, al Madrid en 1992, para sustituir a Radomir Antic, aunque sin el éxito de antaño. Pese a ello, su figura ya había quedado para siempre Unida a la Quinta. Y viceversa.

El regreso (con dudas) de Jorge Martín a MotoGP: "Aún tengo dolor, no sé qué esperar"

El regreso (con dudas) de Jorge Martín a MotoGP: “Aún tengo dolor, no sé qué esperar”

Actualizado Jueves, 10 abril 2025 - 18:52

Jorge Martín ya está aquí. Ha tardado mucho más de lo que le hubiera gustado, seguro, pero el vigente campeón del mundo de MotoGP, por fin, volverá a tomar parte en un fin de semana de Gran Premio, 49 días después del arranque de la temporada 2025 y sólo a una semana de que se cumplan cinco meses desde que logró hacerse con el campeonato. Su tan esperado gran triunfo ya se vio en parte empañado por el anuncio de Ducati de contar con Marc Márquez como nuevo compañero de Pecco Bagnaia en el equipo oficial, algo que, a su vez, precipitó su fichaje por Aprilia. Y, justo cuando iba a empezar el trabajo más serio para estar en forma para disponerse a defender su título, llegaron dos graves caídas, la primera, en Sepang, el primer día de los tests de pretemporada, y la segunda en una prueba privada que acabaron obligándole a perderse las tres primeras carreras de la temporada.

El ya de por sí duro proceso de recuperación, tal vez, se habrá vuelto aún más complicado al ver a un Marc Márquez intratable, aparentemente dispuesto a no perdonar triunfo alguno hasta que llegó esa caída en el circuito de Las Américas que le obligó a ceder el liderato, por solo un punto, a su hermano Álex. Y, también, al ver que la Aprilia no parece estar por el momento precisamente cerca de unas Ducati que siguen contando con mucha ventaja con respecto al resto. «Sin duda, estoy algo nervioso. Es fantástico volver a estar aquí con todos estos pilotos. Han sido dos meses difíciles, he estado trabajando mucho para estar aquí y ya veremos, no sé exactamente qué cabe esperar, pero trataré de dar el máximo. No me siento aún al 100%, así que creo que lo importante es empezar a dar vueltas. Me siento con fuerzas, pero aún tengo dolor, así que ya veremos qué nos deparará el fin de semana y trataremos de adaptarnos mejor a la Aprilia», señaló Martín, declarado apto para competir por los doctores del campeonato, en la rueda de prensa previa al inicio del fin de semana de Gran Premio en Qatar.

Ahora mismo, el español sabe muy bien que tratar de competir por revalidar su título es casi una quimera, viendo lo que ha hecho hasta ahora Marc. En su caso, se trata sobre todo de tener paciencia. Incluso, asume sin problemas que es muy probable que no pueda competir durante todo el evento en Losail, a las afueras de Doha. «Iré sesión a sesión, día a día. No sé siquiera si seré capaz de finalizar este fin de semana, conseguirlo ya sería un gran éxito. Aún no ha llegado mi momento, no estoy al 100%, así que necesito tiempo para recuperarme, para acostumbrarme a la moto y luego, ya veremos. En dos o tres meses ya estaremos en disposición de ver si puedo batirme con todos estos pilotos», adelantó.

Los problemas de Aprilia

Su reto es complejo porque no se trata de llegar a su mejor estado físico. También debe poner convenientemente a punto su moto. Aunque, eso sí, no va a partir desde cero. «Ahora mismo, esta moto es muy distinta de la que probé en Sepang o en Montmeló. Han desarrollado muchas cosas, así que, para mí, es como si fuera una moto nueva. Los reglajes que utilizaré como base para la puesta a punto van a ser los de Marco (Bezzecchi, su compañero en el equipo oficial de Aprilia), y él también está cambiando muchas cosas, porque se está adaptando a la moto, pero comenzaremos desde ahí y luego ya trazaré yo mi propio camino», explicó un Jorge Martín que, según comentó, ha ido siguiendo estos primeros compases del curso.

«No he visto todas las sesiones, pero sí todas las carreras. Tailandia fue fácil de ver desde fuera, porque estaba en una situación negativa, pero ya a partir de Argentina resultaba difícil, me costaba más, tenía las emociones a flor de piel. Vi las carreras, ha habido un gran dominio de Ducati, como cabía esperar, he estado siguiendo de cerca a Aprilia y he visto que han dado un gran paso desde el año pasado, están más cerca de Ducati. Creo que el potencial es muy alto y pienso que iremos acortando esa distancia», aseguró el piloto de 27 años de San Sebastián de los Reyes.

Para él, lo que sí fue muy importante fue el hecho de poder vivir el Gran Premio de Las Américas desde dentro, por mucho que no pudiera estar aún en el paddock con el resto de los pilotos. «Para mi era importante estar en Austin, porque todo es nuevo y así las cosas no me iban a venirme de nuevas aquí en Qatar. Así, ya conocía al equipo y es como si hubiera estado ya compitiendo, como mínimo estaba ahí en el box con ellos. Creo que llego aquí sintiendo más el equipo y más acostumbrado a todo, así que tengo muchas ganas de arrancar. Sin duda, será un fin de semana duro, pero intentaré dar el máximo», sentenció.

Alcaraz avanza en Montecarlo mientras caen el resto de favoritos: algo pasa en el tenis

Alcaraz avanza en Montecarlo mientras caen el resto de favoritos: algo pasa en el tenis

Reciente campeón en Indian Wells, Jack Draper disfrutaba del mejor momento de su carrera, incluso se le había visto sonriendo algún que otro día, hasta que este jueves cayó en octavos del Masters 1000 de Montecarlo ante Alejandro Davidovich. Andrei Rublev, en dinámica totalmente inversa, con muchas derrotas feas sobre sus hombros este año, esperaba revivir sobre la tierra batida, pero igualmente perdió ante Arthur Fils en su segundo partido en el Principado. Antes que ellos, Alexander Zverev, Novak Djokovic y Holger Rune habían desaparecido del cuadro por sorpresa, y después Casper Ruud se derrumbó en una batalla de tres horas ante Alexei Popyrin.

Al final, en cuartos de final del torneo monegasco, este viernes, sólo habrá un máximo tres jugadores en el Top 10 del ranking ATP: Carlos Alcaraz, Stefanos Tsitsipas si gana a Nuno Borges y el vencedor del duelo entre Daniil Medvedev y Alex de Miñaur.

Una rareza histórica. Después de dos décadas de duelos entre los mismos, con contadísimos tropiezos del Big Three, el tenis masculino se ha sumido en la irregularidad. Con Jannik Sinner ausente por sanción, en los Masters 1000 ya disputados ha habido campeones sorprendentes -Draper y Jakub Mensik- y parece que eso se repetirá en esta gira sobre arcilla. De hecho, sólo hay un candidato a dominador, a levantar varios de los trofeos que se entregarán antes de Roland Garros: Alcaraz.

Pese a su inconsistencia y a la mala racha esta temporada, el español es el único favorito capaz de vencer con cierta ventaja sobre sus rivales. Si en segunda ronda, ante Francisco Cerúndolo, dominó a partir del segundo set; este jueves, en octavos ante Daniel Altmaier, suyo fue todo el partido. Hubo problemas que resolver, vaya si los hubo, pero lo hizo sin exponerse a una eliminación en Montecarlo.

Ante Altmaier todo lo que padeció con su saque -apenas metió el 50% de primeros, salvó hasta nueve bolas de break- lo suplió con magia. En su momento más crudo, de hecho, dejó un globo entre las piernas que aparecerá entre los mejores golpes de la temporada. Al final, venció por 6-3 y 6-1 en una hora y 26 minutos y este viernes se medirá a Fils entre el peligro. Las derrotas de todos sus rivales potenciales le deberían servir como advertencia y, sobre arcilla, la mejor superficie para su tenis, puede hacerse con el trono que anda desocupado.

Los audios de la declaración de Piqué ante la juez entre lágrimas: "Nadie va a pagar por el daño reputacional y de imagen"

Los audios de la declaración de Piqué ante la juez entre lágrimas: “Nadie va a pagar por el daño reputacional y de imagen”

A Gerard Piqué se le saltaron las lágrimas en el alegato final que hizo el pasado 14 de marzo ante la juez que investiga posibles irregularidades en el contrato de la Supercopa de España. Con la voz entrecortada y entre silencios, el ex futbolista lamentó el daño que le está causando el proceso, cuando "en cualquier otro país del mundo te pondrían una estatua".

Piqué declaró durante casi dos horas ante la juez de Majadahonda, una declaración a la que ha tenido acceso EL MUNDO y de la que reproducimos el último fragmento. Tras responder a las preguntas que se le formularon sobre este contrato por el que la Supercopa de España se trasladó a Arabia Saudí y por el que su empresa percibió comisiones, el exfutbolista solicitó a la juez "decir algo".

En ese momento, se aprecia una gran emoción en el ex jugador y la juez le ofrece salir unos minutos de la sala, una opción que él rechaza. "Es muy frustrante, llevamos tres años con este caso. De verdad creo que hemos aportado un valor incalculable para la Federación Española de Fútbol, el contrato más grande de la historia de la Federación... Que luego entiendo que en España la gente lo ve de otra manera el tema de Arabia Saudí, y ahí no quiero entrar", aseguró en ese alegato final.

"Llevamos tres años en la prensa con todo este proceso. No podéis llegaros a imaginar lo que afecta el salir tu nombre constantemente en algo que... es que en cualquier otro país del mundo... no quiero ponerme medallas, o sea te pondrían una estatua, es una aportación de valor muy grande", continuó entre lágrimas Piqué.

Además, denunció las filtraciones en cuestión de horas de los documentos incluidos en el procedimiento. "Y me sorprende que, a día de hoy, tres años después, se sigan filtrando cosas día tras día en este procedimiento. Creo es una falta de respeto, pero es que ayer mismo aportamos 300 documentos y se filtran a las pocas horas y estamos otra vez con el ruido", sostuvo el pasado 14 de marzo ante la juez.

"Al final esto acabará y espero que se archive lo antes posible, pero nadie va a pagar por el daño reputacional y de imagen", finalizó Piqué conteniendo el llanto.

"Comisiones legales"

Durante la declaración del 14 de marzo, Piqué defendió ante la juez que las comisiones millonarias que percibe de Arabia Saudí en el marco de la Supercopa de España son completamente legales y ha negado el pago de cualquier comisión a directivos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Piqué recalcó que siempre actuó como agente de las autoridades saudíes y en ningún caso de la RFEF y que, por lo tanto, no incurrió en ningún tipo de incompatibilidad. Además, apuntó que en el momento de la negociación no estaba prohibido ese doble papel de comisionista y jugador, como censura actualmente la Ley del Deporte.

Doncic recibe entre lágrimas un homenaje de los Mavericks en su regreso a Dallas

Doncic recibe entre lágrimas un homenaje de los Mavericks en su regreso a Dallas

Actualizado Jueves, 10 abril 2025 - 02:24

El esloveno Luka Doncic no pudo contener las lágrimas este miércoles cuando el American Airlines Center de Dallas le dedicó un sentido vídeo homenaje para recibirle por primera vez como rival, en los prolegómenos del partido de los Mavericks contra Los Ángeles Lakers.

Doncic fue recibido por todo lo alto en Dallas, el equipo que le llevó a la NBA en 2018 y en el que estuvo hasta el pasado 2 de febrero, cuando los texanos cerraron una operación que provocó un terremoto en la liga al enviarle a los Lakers a cambio de Anthony Davis.

El esloveno, que disputó las Finales el año pasado con los Mavericks, se cubrió la cara con una toalla en los momentos más emotivos del vídeo que le dedicó su exequipo.

Las imágenes recordaron el momento de su selección en el draft, el primer mensaje del esloveno a sus nuevos aficionados, así como momentos especiales vividos en pista y en los entrenamientos.

La megafonía del American Airlines Center introdujo a Doncic como si fuera un jugador local y el público le dedicó una larga y sentida ovación.

Entre los presentes en el estadio también estaba el alemán Dirk Nowitzki, leyenda de los Mavs y campeón NBA en 2011, quien le aplaudió sonriendo.

Doncic, visiblemente emocionado, intercambió abrazos con sus compañeros de los Lakers y el mismo LeBron James le aplaudió para animarle.

El esloveno ya había jugado contra los Mavericks con la camiseta de los Lakers, pero lo había hecho en Los Ángeles. En ese caso, logró 19 puntos, quince rebotes y doce asistencias.

El PSG va muy en serio y regala otra gran noche de fútbol ante el Aston Villa

El PSG va muy en serio y regala otra gran noche de fútbol ante el Aston Villa

Ya pueden recriminar a Luis Enrique sus desahogos ante la prensa o ese dogmatismo, casi fanático, a la hora de llevar a cabo su idea. Lo que nadie debe negar, a tenor de los hechos, es que este PSG se comporta, en las buenas y en las malas, a imagen y semejanza de su técnico. Es un equipo de autor. Hubo evidencias durante la eliminatoria ante el Liverpool y tendremos más el próximo martes en Villa Park, donde defenderá, a su peculiar manera, la victoria de ayer en París. El PSG juega muy bien a esto y si no podemos considerarle máximo candidato al título es por su falta de contundencia en las áreas. [Narración y estadísticas (3-1)]

No se trataba sólo de ese insólito gesto de Khvicha Kvaratskhelia, que renunció a forzar un penalti clamoroso de Boubacar Kamara. Ni de la primera salida por alto de Gianluigi Donnarumma, a modo de espantapájaros. El PSG hacía todo casi tan bien como en Anfield, tirando de un ovillo interminable de pases, pero sin la puntada final.

Emiliano Martínez repelió un disparo de Ousmane Dembélé, Vitinha la puso por encima del larguero con todo a favor y Désiré Doue parecía algo obtuso en sus primeros acercamientos. El arranque parisino fue un continuo revoloteo en torno al área rival, con verticalidad, con innumerables recuperaciones merced a su impetuosa presión. Mucha fe, pero escasa puntería.

Penalizar el fallo

El Aston Villa hubo de esperar casi media hora para tejer su primera jugada en campo rival. No era la prioridad para Unai Emery, claro, que se protegía con una línea de cinco y las ayudas, fantásticamente sincronizadas de sus volantes. El Villa iba sobrado de paciencia para penalizar el fallo.

Un error en la salida, por ejemplo, de Nuno Mendes ante John McGinn. A partir de ahí bastaron cuatro toques para que Marcus Rashford encontrase la incorporación de Youri Tielemans, cuyo balón al espacio fue empujado a la red por Morgan Rogers. Nada mejor para entender la relevancia del momento que el festejo en el palco de Guillermo, príncipe de Gales.

El revés no iba a suponer merma alguna en la confianza del PSG, guiado por Doué y Kvaratskhelia, cuyas constantes permutas ponían a Emery con los nervios de punta. El francés, 19 años, niveló el marcador poco antes del descanso con un derechazo a la escuadra. A la vuelta de los vestuarios, el georgiano quiso dar réplica con otro golazo. Tras recibir a 30 metros de la portería, Kvaratskhelia trazó una diagonal diabólica para romper la cintura de Axel Disasi y largar un soberano disparo al ángulo.

Emiliano Martínez, desolado tras el 3-1 en París.

Emiliano Martínez, desolado tras el 3-1 en París.AFP

Con media hora por delante y un resultado adverso, Emery tenía que enfriar el asunto. Nada de ruborizarse por seguir cediendo metros y nada de ir contra su propia naturaleza. Porque nada significaba, por sí sola, la mera presencia Marco Asensio, su primer relevo en la vanguardia. El Villa se sentía feliz con una derrota por la mínima. Si el pasado otoño ya ganó al Bayern en su estadio, ¿por qué considerar un milagro otra victoria así?

Al PSG le anularon un gol por fuera de juego de Achraf Hakimi y sólo hubo de lamentar un susto, sustanciado en un remate de Rogers. El respeto mutuo, entre quien se daba por satisfecho por la victoria y quien se conformaba con su propio castigo, estalló por los aires en el tiempo extra. Dembélé filtró un balón perfecto para la subida de Nuno Mendes. La finta del lateral ante Ezri Konsa, que dejaría también por los suelos al guardameta, bien parece un pasaporte para semifinales.

El molde galáctico del Madrid, roto en mil pedazos: 245 minutos sin anotar, 11 goles encajados en 4 partidos y el aviso de Mónaco 2004

El molde galáctico del Madrid, roto en mil pedazos: 245 minutos sin anotar, 11 goles encajados en 4 partidos y el aviso de Mónaco 2004

La derrota número 50 de Carlo Ancelotti como entrenador del Real Madrid llegó en el peor momento y de una de las peores formas de toda su etapa en la casa blanca, poniendo de manifiesto una vez más los problemas de una plantilla desestructurada tácticamente desde el primer día de curso. Aunque queda la esperanza de la remontada, el triunfo del Arsenal se sitúa a la altura del 4-0 del Etihad en las semifinales de 2023 ante el Manchester City. Aquella noche cambió la marcha del Madrid, fue el último partido de Benzema en Europa con los blancos y terminó con la llegada de Jude Bellingham. A la espera de la vuelta, queda por ver qué consecuencias puede tener esta eliminatoria para un equipo que en verano perdió a Kroos y ganó a Mbappé, siendo incapaz de reconstruirse y rompiendo en mil pedazos el molde que le hizo campeón de Europa en Wembley.

Es la undécima derrota del curso, a una de las 12 de la campaña 2022-2023, el récord de las dos etapas de Carletto en Chamartín, y deja números muy preocupantes caminando ya por primavera. El Madrid acumula 245 minutos sin marcar en Champions, en blanco desde el segundo gol ante el Atlético en la ida de los octavos de final. Dos partidos seguidos de sequía, en el Metropolitano y en el Emirates, algo que no le ocurría desde marzo de 2009 con Juande Ramos en el banquillo.

Vinicius no marca en el torneo continental desde el encuentro ante el Salzburgo, en enero, y contra el Arsenal no regateó ni una vez a su par. Un drama similar al de Rodrygo, transparente en el lado derecho. Mbappé tuvo las dos ocasiones más claras del Madrid, pero en una definió al cuerpo de Raya y en la otra al lateral de la red. Dos opciones que debía materializar para compensar el desequilibrio táctico del Madrid tras su llegada.

Hay nombres, no sistema

Es volver a reflexiones anteriores que ya se han dado en los medios, en el cuerpo técnico y en la zona noble, pero es que ahí reside el principal problema del conjunto blanco este curso: el equilibrio. Ancelotti ha sido incapaz de encajar el puzle galáctico que le entregó Florentino Pérez en verano. Ha sufrido lesiones en defensa, sí, pero en la zona noble del estadio se escriben una y otra vez los nombres de Tchouaméni, Valverde, Camavinga, Modric, Bellingham, Rodrygo, Vinicius y Mbappé. Jugadores de absoluta elite mundial que lo han jugado casi todo y que han sido incapaces de dominar a sus rivales en la gran mayoría de partidos entre agosto y abril. Demasiado tiempo.

«No hemos sido compactos», repetía el técnico en el Emirates. Y cuestionado sobre un posible cambio de esquema, quitando a uno de los delanteros, aseguró que «los buenos jugadores tienen que estar siempre juntos». Pero el puzle no encaja, justo cuando se cumplían 21 años de los cuartos de final contra el Mónaco en 2004, cuando el Madrid cayó 3-1. Ese día, con Raúl, Ronaldo, Figo y Zidane en el campo, con Guti y Borja Fernández en el medio, una defensa que terminó con los canteranos Mejía y Raúl Bravo y un último cambio que fue el joven Portillo, los blancos también naufragaron. ras aquella eliminatoria, el Madrid perdió seis de los siete últimos partidos de Liga. Se hundió y terminó en cuarta posición.En Londres, los primeros cambios fueron Lucas y Fran García y el último Brahim. Un puzle galáctico sin pegamento.

Y es que si algo había demostrado este Madrid de Ancelotti durante su segunda etapa es ser un extraordinario muro defensivo, un bloque sólido asentado sobre una buena defensa, un centro del campo que sabía dominar y ser dominado y una delantera con chispa, así llegó a las finales de París y Wembley, pero esa pared es ahora un flan.

Suma once tantos encajados en los últimos cuatro duelos entre Liga, Copa y Champions: dos ante el Leganés, cuatro contra la Real, dos frente al Valencia y tres en el Emirates. Una sangría terrible en el momento clave del curso. Y llevado sólo a los grandes partidos, donde el Madrid acostumbra a elevar su nivel, la realidad es que este año el balance es todavía más desastroso.

19 de 42 puntos en la 'Superliga'

Juguemos a construir una Superliga en la temporada del Madrid. 1-0 en Lille, 1-3 ante el Milán, 0-4 y 2-5 ante el Barça, 2-0 en Anfield contra el Liverpool, 1-0 en el Metropolitano y 3-0 en el Emirates. Tres goles a favor y 19 en contra en siete dolorosas derrotas. En el otro lado de la balanza:, los triunfos, 2-0 y 2-3 al Atalanta, 5-2 al Dortmund, 2-3 y 3-1 al City, 2-1 al Atlético y empate contra los rojiblancos en Liga. 6 victorias y una igualada. En puntos en una hipotética liguilla, 19 de 42 posibles. Cifras muy alejadas de los nombres que forman la plantilla de este Madrid, llamada a dominar Europa pero con pie y medio fuera de ella.

Lewandowski y la maldición del ex, 29 goles en 28 partidos al Dortmund: "Este equipo tiene potencial, pero faltan cuatro pasos"

Lewandowski y la maldición del ex, 29 goles en 28 partidos al Dortmund: “Este equipo tiene potencial, pero faltan cuatro pasos”

Actualizado Miércoles, 9 abril 2025 - 23:03

En el fútbol existe una suerte de maldición casi ancestral: si un delantero se enfrenta a un ex equipo, hay muchos números de que acabe viendo puerta. Y eso, precisamente, es lo que hizo Robert Lewandowski ante el Borussia Dortmund. Y no solo una, sino dos veces. El delantero polaco no tuvo piedad del conjunto con el que se estrenó en la Bundesliga en la temporada 2010-11, el mismo con el que, en la ida de una semifinales de la Champions ante el Real Madrid, fue capaz de marcar todo un repóquer de goles. Y les ha hecho 29 nada menos que en 28 partidos. El curso pasado, muchos apostaban por dar por acabada su etapa como barcelonista. Y este, en cambio, ha renacido por completo de sus aparentes cenizas.

Para saber más

Sus números anotadores esta temporada son absolutamente brillantes. A estas alturas del curso, acumula 40 tantos en todas las competiciones, está únicamente a uno de conseguir el número 100 con la camiseta azulgrana y lidera la tabla del Pichichi en la Liga con 25 goles, dos más que los que ha transformado hasta el momento el madridista Kylian Mbappé.

"Estoy muy contento con mis cifras, ya llevo 99 goles con el Barça, pero también pienso en ayudar al equipo además de marcar. Es verdad que un delantero debe tener siempre el gol en la cabeza, pero, si jugamos bien como equipo, para mí es más fácil", relató el polaco en Movistar tras el duelo. "En Dortmund tenemos que hacerlo igual o mejor", recalcó, aunque, eso sí, se resiste a la hora de dar ya por hecho el pase de los suyos a semifinales.

"Ahora mismo no pensamos en las semifinales, aún falta otro partido más por jugar. Siempre tenemos que tratar de jugar nuestro fútbol y también lo vamos a hacer en Dortmund. Vamos allí a ganar, ese es nuestro objetivo, pero es verdad que estamos muy contentos. En la segunda parte jugamos muy bien", apuntó un Lewandowski que insistió en poner en todo momento al equipo por encima de todo.

"Jugamos como un equipo, eso es lo más importante. Que marquemos Lamine, Raphinha o yo, es lo de menos. Lo hacemos por el Barça. Si jugamos bien juntos y estamos bien, también fuera del campo, este equipo tiene mucho potencial, pero aún tenemos cuatro pasos más por delante", sentenció.

Polémica

Los goles del polaco fueron absolutamente determinantes, pero quien se encargó de abrir la lata fue un Raphinha que se empeña en demostrar sobradamente que la Champions es su competición fetiche.

Su reencuentro con el gol en Europa no pasará seguramente a la historia por su bella factura. El brasileño, a medio camino entre el instinto para evitar que otra opción se marchara al limbo, después de que los primeros intentos de Lamine Yamal y Lewandowski chocaran con un inspirado Kobel, y la voracidad por seguir sumando tantos a su casillero, se lanzó al suelo para rebañar un remate de Cubarsí que parecía destinado a acabar irremisiblemente de todas maneras en el fondo de la red.

Con su tanto, el duodécimo en esta Champions, Raphinha se puso a dos de igualar al máximo anotador azulgrana en la máxima competición europea en una sola temporada. Una marca que, cómo no, le pertenece a Leo Messi. El argentino consiguió convertir 14 goles en la temporada 2011-12, en un periplo en el que brilla con luz propia el repóquer de goles transformado ante otro equipo alemán, el Bayer Leverkusen, en una vuelta de octavos de final que se saldó con triunfo barcelonista por 7-1. El periplo de los barcelonistas, con todo, no tendría un final feliz: acabaron cayendo frente al Chelsea en unas semifinales en las que el argentino envió un penalti al travesaño.